En mis últimas tres entradas hablé sobre la genialidad de Walt Disney, sobre lo que pasó con los Estudios Disney después de la muerte de su creador, y finalmente di mi opinión sobre las que considero las mejores películas que hicieron los Estudios Disney a partir de 1989. Ahora ha llegado el momento de la verdad, es momento de checar el Top 5 de las mejores películas producidas por el mismo Walter Elías Disney. Comencemos:
TOP 5 DE DISNEY (con Disney)
#5
La Espada en la Piedra (1963) y El Libro de la Selva (1967)
#5
La Espada en la Piedra (1963) y El Libro de la Selva (1967)
Como no quise dejar fuera dos de mis obras favoritas, resolví tomar el camino fácil y empatar las dos últimas cintas hechas por Disney antes de irse a administrar maquiladoras de esclavos en el País de las Maravillas. Las escogí, debo admitir, por razones sentimentales: son dos de mis predilectas desde que era un muchachito. Y es de entenderse: Blancanieves o Cenicienta tienen poco que ofrecerle a un varoncito intelectualoso, pero ¿historias de mozuelos que reciben enseñanzas de la vida de un mago y animales selváticos? ¡Eso es la onda!
Me gusta La Espada en la Piedra por varias razones. Primero, el diseño de arte. Siempre me pareció ligeramente parecido al de La Bella Durmiente y tiempo después entendí por qué: ambos se basan en el arte gótico medieval, aunque La Espada en la Piedra tiene un estilo más caricaturesco. Me gustaba también porque era una película muy divertida, llena peripecias disparatadas, en especial ésos en los que Merlín convierte al pequeño Arturo en pez, ave y ardilla. Quizá el momento más memorable de toda la película es el famoso duelo de magos entre Merlín y la bruja loca Madam Mim, en el que ellos se transforman en distintos animales tratando de destruirse uno al otro.
Gandalf y Sarumán, Dumbledore y Voldemort... muéranse de envidia. |
Pero si fuera por sólo ser divertida, esta película no merecería un lugar especialmente alto. Descubrí la grandeza de la cinta muchos años después cuando la compré para mi hijo: es la historia de un niño (Arturo) que es educado por un hombre ilustrado (Merlín) en una época oscurantista (la Edad Media). He ahí el valor principal de esta película: en una sociedad supersticiosa y brutal, donde se privilegia la fuerza y el poder sobre el conocimiento y la razón, Merlín llega para educar al futuro Rey Arturo, y le enseña a buscar respuestas en los libros y la experiencia, a usar su inteligencia en vez de confiar en la fuerza bruta, a construir su propio destino en vez de hacer lo que la sociedad espera de él. ¿Cuándo fue la última vez que una caricatura le dijo a un niño "usa tu razón" y no alguna magufería como "sigue tus instintos"? Claro, Merlín usa magia, pero no para resolver los problemas de Arturo, sino para enseñarle, para educarlo. Además, esta película fue mi iniciación en el mito artúrico, que es una de mis fascinaciones de siempre, y del que esta adaptación es sorprendentemente fiel.
FAP FAP FAP |
Con El Libro de la Selva tengo una relación similar. Es una película tremendamente divertida. Todos los personajes son encantadores, y de ellos Mowgli recibe diversas enseñanzas sobre la vida, aunque la que más recordamos es una que, curiosamente, contradice a las enseñanzas de Merlín: "Busca lo más vital no más, lo que has de precisar no más y olvídate de la preocupación".
Tiene a Shere Khan, uno de los mejores villanos de Disney, y del que te estás muriendo de miedo antes de que aparezca en pantalla, sólo por ver el terror que causa su nombre. No se puede dejar de lado que ésta es la primera película de Disney en la que el protagonista no es blanco, ni un estereotipo racial ofensivo. Además, el Coronel Hathi me recuerda un poco a mi padrino y un poco a mi papá ^^.
Tiene a Shere Khan, uno de los mejores villanos de Disney, y del que te estás muriendo de miedo antes de que aparezca en pantalla, sólo por ver el terror que causa su nombre. No se puede dejar de lado que ésta es la primera película de Disney en la que el protagonista no es blanco, ni un estereotipo racial ofensivo. Además, el Coronel Hathi me recuerda un poco a mi padrino y un poco a mi papá ^^.
Ese niño sí que tiene huevos |
El Libro de la Selva tiene una magnífica banda sonora con puro jazz del bueno. Y aunque Lo más vital es seguro la canción que los más de ustedes recuerdan, en especial porque cuenta con la voz de Tin Tan (por cierto, creo que Baloo apela mucho más a un público mexicano que a uno anglosajón), mi canción favorita es la que canta el Rey Louis, Quiero ser como tú. No sólo es una muy buena pieza de jazz, sino que insinua algo muy macabro: un mono que vive en las ruinas de una ciudad humana y que quiere el fuego para ser hombre. No sé ustedes, pero me parece una idea escalofriante.
Hmm... Ahora que tuve que poner en orden mis pensamientos para escribir esto, creo que finalmente La Espada en la Piedra es una mejor película, y la que realmente merece un puesto en este conteo. No obstante, como ya escribí los comentarios a El Libro de la Selva, los voy a dejar ahí, también como homenaje a mis gustos cinéfilos. Y bueno, lo que una película tiene de mensaje y reflexiones, la otra lo compensa con comedia, animación y música.
Ésta es la "otra tonta película de princesas" que realmente respeto. No tengo ninguna preferencia por las películas basadas en cuentos de hadas, pero tampoco Disney, quien sólo hizo tres en toda su vida, y eso porque era lo que su público quería ver. Pero con esta película realmente se lució y llevó las animaciones de cuentos de hadas al nivel del arte verdadero.
Quiero empezar señalando que Disney expande y mejora bastante el cuento original. En él, la princesa es maldita, a los 16 años se pincha el dedo con una rueca, y se queda dormida. CIEN años después, pasa por ahí un príncipe, se la agarra dormida, se rompe la maldición y viven felices para siempre. En la película, Disney trata de darla más profundidad a los personajes (dentro de lo que cabe). Aurora y Felipe sí se enamoran a primera vista, pero ninguno de los dos sabía que el otro era hijo de reyes (de hecho, Aurora había crecido pensando que era una campesina). Felipe, a diferencia de los príncipes anónimos de Blanca Nieves y Cenicienta, que sólo llegan en el momento oportuno, para rescatar a su princesa tiene que luchar, con nada más ni nada menos que un puto DRAGÓN.
This is fucking AWESOME
Pero realmente lo que hace a esta película grandiosa son las proporciones épicas que alcanza su arte. En verdad, fuera de Fantasía, Disney nunca había hecho, ni haría jamás, una película tan monumental como ésta. Todo en ella es grandilocuente: la historia, el arte, la música... (¡Es Tchaikovsky, señores, Tchaikovsky!). No es de extrañar que a Disney le tomara casi una década producir esta película tan ambiciosa. Lo más sorprendente de ella es su arte, en el diseño de paisajes, de personajes, de artefactos y de edificios. No sólo las formas, sino los colores y la textura remiten directamente a un tapiz medieval o a retablos góticos.
Claro que Aurora es una ñoña, y tiene su escena ñoña en la que canta con los animalitos del bosque. ¿Pero qué esperaban? Las hadas le dieron el don de la belleza y el de la bella voz. Supongo que en la Edad Media (o en los 50) la inteligencia no era un don que una joven princesita debía tener. Pero en compensación tenemos a Maléfica, uno de los villanos más malvados de Disney. No tiene nada de graciosa, como otros villanos, sino que es genial a su manera maligna y aterradora.
Por ser una obra de arte viva y llevar los cuentos de hadas a un nivel épico, La Bella Durmiente ocupa un merecido cuarto lugar en esta lista.
Esta película está como su protagonista: subestimada. Realizada con poco presupuesto, le apostaba a la sencillez en cuanto a producción e historia. Es, sin embargo, una de las películas más complejas de Disney, precisamente por su aparente sencillez.
La historia es en apariencia una variante más del Patito Feo, pero en realidad va más allá, con implicaciones sociales muy fuertes. Y es que en realidad de lo que se trata Dumbo es de la otredad y la marginación. De entrada, fíjense bien en la historia: tenemos a una madre soltera (la elefanta Jumbo), cuyo hijo tiene una discapacidad y por ello sufre las burlas de sus congéneres (un montón de señoras fufurufas amargadas, chismosas y superfluas) y de los demás. El verdadero nombre del elefantito iba a ser Jumbo Jr, pero lo llaman Dumbo, de dumb ("tonto"), para humillarlo por el hecho de tener esas orejotas. La verdadera inteligencia o el buen corazón del elefantito no significan nada para este mundo que no perdona la fealdad: ser orejón basta para que te llamen tonto.
Cuando Jumbo trata de defender a su hijito de los abusos de los demás, es flagelada, encadenada y encerrada en un vagón con el letrero de "Elefante loca". El instinto protector de esta madre soltera es castigado, y Dumbo se queda solo en el mundo. Si ahora no están llorando, les recuerdo que la canción más desgarradora de Disney es precisamente ésa que Jumbo le canta a su hijo a través de las barras de la prisión.
El único amigo de Dumbo es un ratón (otro ser marginado), que lo acompaña y le da consejos, y es irónico porque según la cultura pop los elefantes le tienen miedo a los ratones (¡ya lo averigüé! es una creencia que se remonta por lo menos al bestiario medieval). Dumbo es rebajado al grado de payaso, que es algo así como lo más bajo que puede haber, pero estos tipos tampoco tratan bien al elefantito y lo humillan constantemente, haciendo alarde de su ignorancia y crueldad cuando lo obligan a participar en trucos peligrosos ("los elefantes son de goma").
Por si fuera poco, Dumbo luego bebe algún licor barato que los payasos habían tirado al agua (ajenjo, por lo que sabemos), y entonces tiene un episodio de delirium tremens cabronsísimo. Éste es un buen momento para recordarles que Walter Disney era todo un conocedor del surrealismo. Toda esa secuencia es uno de los mejores números musicales en las producciones de Disney, no sólo por la animación surrealista, sino por la música y la letra. Todo es simplemente magistral y constituye uno de los momentos más aterradores de mi infancia:
Luego Dumbo se encuentra con una parvada de cuervos, otros seres marginados, que son los únicos que apoyan al elefantito y le hacen creer en sí mismo y le enseñan a volar, con un poco de ayuda del efecto placebo y la profecía autocumplida. El resto es historia: Dumbo se convierte en una estrella, libera a su mamá, vive el sueño capitalista, etcétera, etcétera. En fin, Dumbo es la razón por la que me encantan los elefantes y odio a los payasos y los circos.
#4
La Bella Durmiente (1959)
La Bella Durmiente (1959)
Quiero empezar señalando que Disney expande y mejora bastante el cuento original. En él, la princesa es maldita, a los 16 años se pincha el dedo con una rueca, y se queda dormida. CIEN años después, pasa por ahí un príncipe, se la agarra dormida, se rompe la maldición y viven felices para siempre. En la película, Disney trata de darla más profundidad a los personajes (dentro de lo que cabe). Aurora y Felipe sí se enamoran a primera vista, pero ninguno de los dos sabía que el otro era hijo de reyes (de hecho, Aurora había crecido pensando que era una campesina). Felipe, a diferencia de los príncipes anónimos de Blanca Nieves y Cenicienta, que sólo llegan en el momento oportuno, para rescatar a su princesa tiene que luchar, con nada más ni nada menos que un puto DRAGÓN.
This is fucking AWESOME
Claro que Aurora es una ñoña, y tiene su escena ñoña en la que canta con los animalitos del bosque. ¿Pero qué esperaban? Las hadas le dieron el don de la belleza y el de la bella voz. Supongo que en la Edad Media (o en los 50) la inteligencia no era un don que una joven princesita debía tener. Pero en compensación tenemos a Maléfica, uno de los villanos más malvados de Disney. No tiene nada de graciosa, como otros villanos, sino que es genial a su manera maligna y aterradora.
...Y de una forma perversa, tiene algo de sexy |
Por ser una obra de arte viva y llevar los cuentos de hadas a un nivel épico, La Bella Durmiente ocupa un merecido cuarto lugar en esta lista.
#3
Dumbo (1941)
Dumbo (1941)
La historia es en apariencia una variante más del Patito Feo, pero en realidad va más allá, con implicaciones sociales muy fuertes. Y es que en realidad de lo que se trata Dumbo es de la otredad y la marginación. De entrada, fíjense bien en la historia: tenemos a una madre soltera (la elefanta Jumbo), cuyo hijo tiene una discapacidad y por ello sufre las burlas de sus congéneres (un montón de señoras fufurufas amargadas, chismosas y superfluas) y de los demás. El verdadero nombre del elefantito iba a ser Jumbo Jr, pero lo llaman Dumbo, de dumb ("tonto"), para humillarlo por el hecho de tener esas orejotas. La verdadera inteligencia o el buen corazón del elefantito no significan nada para este mundo que no perdona la fealdad: ser orejón basta para que te llamen tonto.
Cuando Jumbo trata de defender a su hijito de los abusos de los demás, es flagelada, encadenada y encerrada en un vagón con el letrero de "Elefante loca". El instinto protector de esta madre soltera es castigado, y Dumbo se queda solo en el mundo. Si ahora no están llorando, les recuerdo que la canción más desgarradora de Disney es precisamente ésa que Jumbo le canta a su hijo a través de las barras de la prisión.
El único amigo de Dumbo es un ratón (otro ser marginado), que lo acompaña y le da consejos, y es irónico porque según la cultura pop los elefantes le tienen miedo a los ratones (¡ya lo averigüé! es una creencia que se remonta por lo menos al bestiario medieval). Dumbo es rebajado al grado de payaso, que es algo así como lo más bajo que puede haber, pero estos tipos tampoco tratan bien al elefantito y lo humillan constantemente, haciendo alarde de su ignorancia y crueldad cuando lo obligan a participar en trucos peligrosos ("los elefantes son de goma").
Por si fuera poco, Dumbo luego bebe algún licor barato que los payasos habían tirado al agua (ajenjo, por lo que sabemos), y entonces tiene un episodio de delirium tremens cabronsísimo. Éste es un buen momento para recordarles que Walter Disney era todo un conocedor del surrealismo. Toda esa secuencia es uno de los mejores números musicales en las producciones de Disney, no sólo por la animación surrealista, sino por la música y la letra. Todo es simplemente magistral y constituye uno de los momentos más aterradores de mi infancia:
Los momentos más aterradores de mi infancia #2Posted by Ego Sum Qui Sum on Domingo, 30 de octubre de 2011
Luego Dumbo se encuentra con una parvada de cuervos, otros seres marginados, que son los únicos que apoyan al elefantito y le hacen creer en sí mismo y le enseñan a volar, con un poco de ayuda del efecto placebo y la profecía autocumplida. El resto es historia: Dumbo se convierte en una estrella, libera a su mamá, vive el sueño capitalista, etcétera, etcétera. En fin, Dumbo es la razón por la que me encantan los elefantes y odio a los payasos y los circos.
#2
Alicia en el País de las Maravillas (1951)
Alicia en el País de las Maravillas (1951)
Ésta era la obra que Walt Disney ambicionaba producir desde un inicio, su proyecto original para hacer un cortometraje, pero como las técnicas de animación no estaban muy desarrolladas, tuvo que contentarse con Blancanieves y esperarse más de una década.
Walt Disney entendía muy bien la obra de Lewis Carroll. Como les dije, Disney era amigo de Salvador Dalí y sentía fascinación por el surrealismo. Todo eso lo refleja en esta adaptación, que es de las más fieles de cuantas hizo Disney. Es cierto que fusiona los dos libros (País de las Maravillas y A Través del Espejo), y que omite algunos episodios (Humpty Dumpty, por ejemplo). Pero a cambio Disney le da vida a las imágenes surrealistas de la obra de Carroll y además añade otros elementos (las criaturitas del bosque) que cuadran a la perfección con el espíritu de la obra. Algo raro en Disney, mantiene, casi verbatim, los diálogos originales del libro, incluyendo las rimas y los juegos de lógica (es que sin ellos se pierde todo).
Me encuentro con dificultades para decir qué es lo que hace tan buena a la película. Y no porque no lo sepa; lo sé exactamente: lo que hace genial a esta película es lo mismo que hace genial al libro MÁS la misma genialidad de Disney que sabe adaptarlo como muy pocos sabrían (Jan Svankmajer es el único otro que le agarró la onda, pero su versión es muy macabra. La versión de Tim Burton... pfff). Repito: incluso lo que no es del libro, lo que Disney se saca de la manga, encaja muy bien en la esencia de la obra original.
La película estaba tan adelantada a su tiempo que fue un fracaso en taquilla cuando se estrenó. Los críticos literarios fruncieron en ceño, los niños se asustaron, los adultos se confundieron, y Disney quedó muy decepcionado... Se necesitaría que pasara una generación para que llegaran los hippies y redescubrieran esta obra maestra, pues resultó ideal para verla mientras uno está pacheco (dicen). Y es que el punto de Alicia es que nada tiene sentido, que sólo hay que dejarse llevar por el delirio. ¿No lo captan? Go ask Alice, I think she'll know.
#1
Fantasía (1940)
Fantasía (1940)
Hemos llegado al final de una larga espera y de un anticipado conteo. No creo que haya muchas sorpresas al respecto. Fantasía es la mejor película de Disney, su obra maestra. Desde que concebí la idea de hacer un Top sabía que ésta sería la Número Uno. Si Walter Disney hubiese tenido dinero, habríamos visto más cosas como ésta. De hecho, su proyecto personal era producir un nuevo segmento cada año. Pero Fantasía fue un fracaso en taquilla. Los niños se aburrían y los padres no querían ir a ver caricaturas al cine. En pocas palabras, la película estaba muy adelantada a su tiempo.
La idea es de una genialidad tremenda: poner imágenes a grandes composiciones de la música clásica (y no sólo Beethoven y Tchaikovsky, también trabajó con una Stravinksy, que en ese tiempo no muy aceptado por el canon académico). Para hacer algo así se necesita de una imaginación prodigiosa, pues se debe poder visualizar qué se va a ver y cómo eso se va a combinar con el ritmo de la música. Disney y sus animadores lo hicieron de forma impecable.
El primer segmento es Tocata y fuga de Bach, acompañado por animación abstracta que no cuenta ninguna historia definida. Todo es experimentación con formas, colores y movimientos, como si viéramos una pintura vanguardista que ha cobrado vida. Ahí empezó mal Disney, pues sabemos que por lo general a la gente de a pie no se le da muy bien eso del arte abstracto, pero quizá él le estaba tirando más a un público educado (o drogado) que pudiera apreciar mejor estas cosas.
Están también la Sinfonía Pastoral de Beethoven y El Cascanueces de Tchaikovsky, dos segmentos geniales y encantadores. No podemos olvidar a Mickey Mouse en su papel de Aprendiz de Brujo, quizá el único que habrían disfrutado los niños. La Danza de las Horas con los hipopótamos no es mi máximo, pero tiene su encanto.
Esto es tan bonito que me sangran los ojos |
Sin embargo, creo que los dos segmentos que son realmente obras maestras del arte mundial son La Consagración de la Primavera de Stravinsky, que cuenta la historia de la formación de la tierra, el origen de la vida, la evolución y la extinción de los dinosaurios, de acuerdo con los conocimientos científicos más avanzados de la época. La otra es Una noche en la Árida Montaña de Mussorgsky, que ocupa el primer lugar en los momentos más aterradores de mi infancia. NO MAMEN. Es un espectáculo tan... dantesco, que sólo puedo compararlo con la Divina Comedia. Y la forma en la que todo concluye con un Ave María, no podía ser más perfecto. Por cierto, para animar al diablo se basaron en las expresiones y ademanes del inmortal Bela Lugosi.
Me estoy cagando de miedo |
Pero claro, el público estaba muy primitivo para ella, y se hundió en las taquillas, por lo que Disney ya no siguió con ese proyecto. Fue necesario que llegaran los hippies (benditos sean) y se dieran cuenta de que Fantasía es ideal para verla estando ácidos (dicen) y la rescataran del olvido. Ahora, es una obra de arte obligatoria para todo aquel que diga que le gusta la música, el cine o la animación. Imperdible.
Una noche en la Árida Montaña
Los momentos más aterradores de mi infancia #1
Posted by Ego Sum Qui Sum on Lunes, 31 de octubre de 2011
Muy bien, jóvenes, con esto terminamos en Top 10 de las mejores películas de Disney. Mi propósito era demostrar que 1) Disney era un genio; 2) En la filmografía de Disney hay mucho más que historias de princesitas insulsas. En un futuro tendré que hacer un rankeo de las mejores del siglo XXI. Espero sus comentarios y sus propias selecciones para un Top 10.
Más entradas sobre cultura pop:
12 comentarios:
Aunque no las he visto todas (recientemente, porque de niño mi madre me llevaba a la matiné y es casi seguro que las ví), coincido en tu elección. Tal vez no en los lugares de cada una, pero no creo que falte ninguna.
Los elefantes de Dumbo son la versión hardcore de los efelantes de Pooh, que se pueden ver http://www.youtube.com/watch?v=CLnADKgurvc acá...
Aunque claro, me gusta más la de Dumbo. El oso tiene demasiada miel...
Ah. Y sí. Tengo seis años usando blogger y todavía no sé insertar enlaces en los comentarios. Pero así me quiere mi gato.
Fantasía me gustó cuando la vi en la pantalla IMAX de mi ciudad, no la entendí pero la verdad me gustó.
Top 10 no tengo, tendría que sentarme a hacerlo... pero mi favorita bien puede ser El Rey León, a pesar de que no fue de Walt Disney, la vi de morrito y me gustó, años después el profe de literatura nos pidió que leyéramos Hamlet y cuando iba a la mitad dije "NO TE PASES DE VERGA!! ES EL REY LEÓN!!" me gustó la obra y reviví mi gusto por la película.
(Incluso más que Pocahontas... jajaja)
Siempre que veo la bella durmiente me pregunto si "inteligencia" no era el don que no le pudieron dar a la chamaca. Y, sí, Maléfica es genial, lastima que la arruinaron en el nuevo audio latino.
Y aun chillo con Dumbo, y de pequeño estaba obsesionado con la película de Alicia. Ah, y el Rey León.
Llegue a ver la versión IMAX de Fantasía. Fue interesantes aunque no le entendí mucho. Seguía algo pequeño.
¿Qué sería de este mundo sin los hippies? No me queda duda que a pesar de las gandalladas de Walt Disney, era una de las mentes más avanzadas de su tiempo...
Como me gustaría vivir en ese universo paralelo donde habría mas Fantasia y menos princesas...
Saludos.
¿Qué sería de este mundo sin los hippies? No me queda duda que a pesar de las gandalladas de Walt Disney, era una de las mentes más avanzadas de su tiempo...
Como me gustaría vivir en ese universo paralelo donde habría mas Fantasia y menos princesas...
Saludos.
Como dato al margen:
La voz en español de Alicia la hizo Teresita Escobar Rodhe, que también hiciera la voz de Reina en La dama y el vagabundo y de Wendy en Peter Pan, entre otras.
También fue una historiadora destacada, pionera en el estudio del fenómeno religioso y conocedora de mitos como pocos. Y además fue mi abuela intelectual, pues fue maestra de mi maestra en esos menesteres.
Su obra célebre: Tiempo Sagrado
http://www.mediafire.com/view/?vd4a2y5h2bw405c
@TORK: Wórale, qué interesante. Gracias por compartir. :)
Hola, qué tal?
Nosotros también hicimos algo parecido (El Rey León es el nº con diferencia), y nos estamos dedicando en nuestro blog a volver a ver todos los clásicos y reseñarlos. Os podéis pasar por allí y comentar. El blog es:
http://cafedementa13.blogspot.com.es/
Es muy interesante esto de hacer un top ten.
@Café de Menta: Gracias por lo comentarios y la invitación. Lo checaré.
Interesante, me parece muy bueno tu análisis, debió ser frustrante para Disney ver que sus proyectos parecían no prosperar, le tengo un nuevo respeto a su perseverancia luego de leer esto.
Publicar un comentario