Observando los acontecimientos más recientes en nuestro entorno, desde el fanatismo intransigente que han alcanzado las discusiones sobre política, hasta el avance de las creencias irracionales en diversas instituciones de nuestra sociedad, me parece muy claro que un poco de lógica no le vendría mal a este alocado mundo nuestro. Es por eso que decidí abrir una nueva sección en este blog: Breve lección de lógica, de la que ya había escrito dos entradas previas, la una referente a la Falacia del falso dilema y la otra referente a la Defensa del taladro. En esta ocasión quiero hacer una brevísima introducción a la lógica.
La lógica, como asignatura escolar, está muy desprestigiada. Según me confió la directora de una prepa, es la materia de la que los egresados suelen decir que menos les sirve. No es para menos, porque, la verdad sea dicha, es una materia que se enseña muy mal en nuestras escuelas. Se pasan tratando de hacer que memoricemos nombres de fórmulas y cosas en latín, que significan muy poco para un adolescente (BARBARA, CELARE, etc) y que ciertamente sirven para un carajo. Ello ha llevado a pensar muchos estudiantes, y personas en general, que la lógica es un conjunto de mafuferías inútiles que nadie entiende y una gran pérdida de tiempo.
Así se olvida que lo importante de la lógica no es otra cosa sino aprender a razonar correctamente, y que esta capacidad es vital para todos los ámbitos de la vida: académico, profesional, cotidiano, empresarial, político, etcétera, etcétera. Entonces, el propósito de la enseñanza de la lógica es que las personas aprendan a pensar con claridad, algo que, por desgracia, nos falla mucho como especie. Cometemos toda clase de errores en nuestro razonamiento, lo que nos lleva a conclusiones falsas y a acciones inconvenientes basadas en ellas. Nos dejamos llevar por creencias irracionales, dogmas prejuicios, reaccionamos de forma emotiva y visceral, y confiamos demasiado en el "sentido común". Ya lo dice el gran filósofo Bertrand Russell:
El pensamiento racional anda también muy desprestigiado. Se le considera opuesto a la espiritualidad, de cierta forma cerrado o incluso negado a ella, y de ahí que religiosos y nuevoereros lo ataquen, pero la verdad me importan muy poco las opiniones de estas gentes. También se le considera frío y por lo tanto, opuesto a la emotividad y al arte. Esto último es una falsedad, toda vez que hemos visto que ciencia y arte conviven perfectamente y se complementan para enriquecer la vida humana.
No faltará quien argumente que la razón es una construcción cultural de Occidente, pero esto no es así. El racionalismo como corriente filosófica lo es, ciertamente. La lógica como conjunto de métodos y herramientas para ayudarnos a razonar mejor, también lo es. Pero la razón es una capacidad innata en el ser humano, producto de la evolución de nuestro cerebro. La capacidad de reconocer patrones y de obtener conclusiones sobre hechos desconocidos a partir de datos conocidos ha sido detectada en diversos animales. Las criaturas que pudieran extraer las conclusiones más acertadas sobre el mundo que los rodea tendrían mejor oportunidad para sobrevivir y reproducirse, y así fue evolucionando nuestra capacidad de raciocinio.
Esto también depende de las necesidades y el medio ambiente: a las primeras civilizaciones agrícolas poco podría importarles si la Tierra gira alrededor del sol o viceversa, y sus conclusiones al respecto, aunque equivocadas, no afectaban su vida. A una civilización en la que las telecomunicaciones vía satélite son fundamentales, y para la que la colonización de otros planetas es un futuro muy probable, obtener la conclusión correcta sobre el heliocentrismo resulta vital, y esto fue posible gracias al pensamiento lógico y racional de científicos como Copérnico, Galileo y Kepler, que fijaron estos principios muchos siglos antes de que pudieran tener una aplicación práctica.
Pero tener la capacidad de razonar no equivale a ejercerla y no todos la ejercen con la misma eficiencia. Es entonces que viene la lógica para echarnos una mano con este asunto. La capacidad de pensar con lógica libera nuestras mentes de prejuicios y dogmas, y nos hace menos vulnerables a la manipulación y al engaño. Claro, estoy consciente de que la lógica no lo es todo, ni creo que con sólo aprender lógica vayan a solucionarse todos los problemas de la humanidad. Pero sí creo que le vendría bien a muchas personas empezar a aprenderla y ejercitarla. Pero antes debemos preguntarnos ¿Qué es la lógica?
En el lenguaje cotidiano, la palabra lógica tiene diversos significados. Por "lógico" podemos entender lo que es obvio o evidente, o lo que se corresponde con el sentido común. Pero estos empleos nos sirven muy poco.
Resulta que la lógica es una ciencia, una ciencia formal. ¿Qué significa esto? Las ciencias se dividen en dos tipos, las fácticas y las formales. Las fácticas son aquéllas que tratan hechos del mundo real, ya sean las ciencias naturales (física, química, biología) o las ciencias sociales (antropología, sociología, historiografía). Las formales son que se ocupan de las formas y no de los contenidos, independientemente de si éstos o no constituyen parte del mundo real, y en ellas se incluyen las ciencias matemáticas y la lógica.
Para entender bien cómo funcionan las ciencias formales, me basaré en un ejemplo de las matemáticas, en específico de la aritmética, que todos conocemos bien. Supongamos que tenemos dos naranjas, y que a ellas añadimos otras tres naranjas. ¿Cuántas naranjas tendremos? Cinco, por supuesto. Ahora bien, esta sencilla operación la podríamos representar de forma aún más simple con números y símbolos con los que estamos muy familiarizados: 2 + 3 = 5.
Ahora supongamos que no estamos sumando naranjas, sino peras. Dos peras a las que añadimos otras tres peras nos dará como resultado... ¡cinco peras! La fórmula 2 + 3 = 5 sigue siendo válida para este caso. Y he aquí el punto importante: sin importar que estemos sumando naranjas o peras, incluso sin importar si realmente tenemos tal cantidad de frutas, o siquiera si tales frutas existen, la operación 2 + 3 = 5 siempre será correcta. He ahí el porqué las matemáticas son ciencias formales: no importa si tales objetos existen en la vida en la vida real, lo que importa es que las operaciones se hagan de forma correcta.
Va otro ejemplo, ahora de la trigonometría: como todos sabemos, el valor de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de los catetos. O podemos ponerlo así:
De nuevo, no importa qué medidas tenga el triángulo rectángulo en cuestión, si está hecho de madera o metal, si forma parte de un edificio o de una maquinaria, o si dicho triángulo existe en realidad: lo que importa es que la fórmula sea correcta.
¡Ojo! Esto no quiere decir que las matemáticas, como ciencias formales, se deslinden por completo de la realidad en la que vivimos, y operen solamente en un mundo ideal de abstracciones y conceptos. Cuando traemos esas fórmulas y operaciones al mundo real, veremos que funcionan. Si realmente empezamos con dos naranjas y realmente le añadimos otras tres, en verdad tendremos cinco naranjas. Si en verdad tenemos un triángulo rectángulo y sacamos la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de sus catetos, obtendremos el valor real de su hipotenusa. Es decir, si los datos con los que empezamos son verdaderos, y la operación se realiza de forma correcta, los nuevos datos que obtendremos también serán verdaderos.
Las diversas ciencias matemáticas, como la aritmética y la trigonometría aquí ejemplificadas, pretenden dar con operaciones y fórmulas que sean aplicables independientemente de sus contenidos: operaciones que sean siempre correctas sin importar lo que se está añadiendo, sustrayendo o multiplicando; fórmulas que permitan siempre obtener las medidas de una figura geométrica, sin importar cuán grandes o chicas sean. Bien, de la misma manera, la lógica pretende encontrar principios que permitan al pensamiento arribar siempre a conclusiones correctas, independientemente del tema sobre el que se está pensando.
La lógica como una ciencia formal
Consideremos el siguiente razonamiento:
Sócrates es un hombre.
Luego, Sócrates es mortal.
Ésta es una forma de razonamiento muy sencilla y básica, se le conoce como silogismo y está tan choteada, que hasta dice el chiste que a Sócrates no lo mató la cicuta sino el silogismo. Podemos darnos cuenta sin echarle mucho coco de que esta razonamiento es válido. En efecto, si realmente todos los hombres son mortales, y si realmente Sócrates es un hombre, no podemos menos sino concluir que Sócrates es mortal. Si resultara que Sócrates no es mortal, entonces quizá no se trata de un hombre, sino de un dios, o quizá habremos descubierto que no todos los hombres son mortales.
Este mismo silogismo se puede presentar de otra manera:
El kiwi es un ave.
Luego, el kiwi es ovíparo.
Es otro razonamiento correcto y verdadero. ¿Podemos encontrar una fórmula que represente todos estos razonamientos, así como la suma 2+ 3 = 5 es igualmente válida para peras o manzanas, o la fórmula de la hipotenusa sea igualmente válida para todos los triángulos rectángulos? Sí que podemos. Sólo tenemos que tomar algunos elementos simbólicos. Por conveniencia, me gusta escoger S para el sujeto, P para el predicado, y X para un ente particular. Entonces tendremos esta fórmula:
Todo S es P
X es S
Luego, X es P
Sustituyan las letras en mayúsculas por los ejemplos que ustedes quieran y verán cuán sencillo es darse cuenta de la validez de esta fórmula:
Todos los nacidos en París son franceses.
Pierre nació en París.
Por lo tanto, Pierre es francés.
Todos los nacidos en París son franceses.
Pierre nació en París.
Por lo tanto, Pierre es francés.
A los dos primeros enunciados les llamamos premisas, y al tercero, conclusión. Las premisas son la información que ya conocemos de antemano, y la conclusión es la nueva información que extraemos a partir de razonar sobre las premisas. En una multiplicación, los factores serían el equivalente de las premisas y el producto el equivalente de las conclusiones. Ahora bien, ¿se pueden hacer operaciones (razonamientos) diferentes dependiendo de cuál es la información que tenemos y cuál es la que ignoramos?
Para ilustrar este punto, recordemos el álgebra. Si tenemos que X + Y = Z, entonces hay algunas otras formas que sabemos serán correctas:
Y + X = Z
Z - X = Y
Z - Y = X
Para ilustrar este punto, recordemos el álgebra. Si tenemos que X + Y = Z, entonces hay algunas otras formas que sabemos serán correctas:
Y + X = Z
Z - X = Y
Z - Y = X
Y otras que podemos ver que están equivocadas:
Z + Y = X
X - Z = Y
X - Y = Z
Comprobémoslo. Si tenemos que 2 + 3 = 5, entonces serán correctas:
3 + 2 = 5
5 - 3 = 2
5 - 2 = 3
Pero serán incorrectas:
5 + 2 = 3
3 - 5 = 2
3 - 2 = 5
Un mismo principio se aplica a nuestra fórmula ya conocida:
Todo S es P
X es S
Luego, X es P
Todo S es P
X es S
Luego, X es P
Si sabemos que ésta es correcta, entonces cabría preguntarnos si la siguiente lo es:
Todo S es P
X es P
Luego, X es S
¿Confundidos? Apliquemos el ejemplo de Sócrates:
Todos los hombres son mortales
Sócrates es un hombre
Luego, Sócrates es mortal
Sabemos que esto es correcto. ¿Lo es lo que sigue?
Todos los hombres son mortales
Sócrates es mortal
Luego, Sócrates es un hombre
Piénsenlo bien y verán que es incorrecto. Por lo que nos dicen las premisas, sólo sabemos que Sócrates es mortal, pero eso no significa que sea hombre. Podría tratarse de un perro llamado Sócrates. Los diagramas de Venn son de mucha utilidad como apoyo visual para este tipo de problemas. Los diagramas de Venn consisten en círculos que se entrelazan, concentran o están separados el uno del otro, de la siguiente manera:
En este diagrama S son "los hombres" y P son "los mortales". Como todos los hombres son mortales, el círculo S se encuentra dentro del círculo P (fuera de S, pero aún dentro de P, se encuentran los otros seres que no son hombres, pero que también son mortales). El punto X es "Sócrates", y como Sócrates se encuentra dentro del círculo S, también a la de a huech se encuentra dentro del círculo P. Concluir que Sócrates es mortal, a partir de que sabemos que es hombre y que todos los hombres son mortales, es un razonamiento correcto y verdadero.
Pero veamos el segundo caso:
¿Qué otra fórmula, entonces podría ser correcta? Intentemos con ésta:
Todo S es P
X no es P
Luego, X no es S
Pongamos ejemplos para que quede más claro:
Todas las aves son ovíparas.
El murciélago es vivíparo.
Luego, el murciélago no es un ave
Fácilmente sabemos que es verdad (ser vivíparo equivale a no ser ovíparo), pero ilustrémonos con otro diagrama de Venn:
Si sabemos que el punto X queda fuera del círculo P, entonces sabremos que necesariamente también queda fuera del círculo S. Esto es coser y cantar, pero probemos con otra fórmula:
Todo S es P
X no es S
Luego, X no es P
O, para seguir con el ejemplo anterior:
Todas las aves son ovíparas.
La tortuga no es un ave.
Luego, la tortuga no es ovípara.
Ayudémonos con el diagrama:
Sabemos por las premisas que el punto X queda fuera del círculo S, pero eso no nos ayuda a concluir si también queda fuera del punto P. Bien podría quedar fuera de S, pero dentro de P, es decir, formar parte de los seres que no son aves, pero sí son ovíparos. De hecho, sabemos que en efecto las tortugas son reptiles y ovíparas. Es decir, podemos concluir que el murciélago no es un ave porque no pone huevos, ya que todas las aves lo hacen. Pero no podemos concluir que la tortuga no pone huevos a partir del conocimiento de que no es un ave.
Ahora tomemos una fórmula ligeramente distinta. Pero antes, recordemos que en lógica formal "algunos" no tiene el significado coloquial de "unos pocos", sino el de "por lo menos uno, pero no todos"; o sea, "algunos" abarca "uno de ellos", "una minoría", "la mitad", "una mayoría" y hasta "todos menos uno":
Algún S es P
X es S
Luego, X es P
Algunos hombres son franceses.
Sócrates es un hombre.
Luego, Sócrates es francés.
Fijémonos en el diagrama. La S representa a los hombres. La P representa a los franceses. El área en la que los círculos se intersectan corresponde a los S que son P, o sea, a los hombres que son franceses. Fuera de esta intersección están de un lado los hombres que no son franceses, y de otro los franceses que no son hombres. Sabemos que X está dentro del círculo S, pero no sabemos si quedará en la intersección con P o fuera de ella. Entonces sabemos que este razonamiento está equivocado: no podemos saber si Sócrates es francés sólo porque sabemos que algunos hombres son franceses. Inventen sus propios ejemplos con cada una de las fórmulas y podrán darse cuenta de cuáles son válidas y cuáles no.
De hecho, el prejuicio proviene de razonamientos erróneos como éste. Podemos saber que, en efecto, algunos árabes son musulmanes fanáticos, pero concluir a partir de esta premisa que un árabe en particular es un musulmán fanático, es un error de razonamiento.
Ah, pero podríamos utilizar el siguiente razonamiento:
Algunos hombres son griegos.
Sócrates es un hombre.
Luego, Sócrates es griego.
Y estaríamos en lo cierto, ¿no? No. Sabemos que Sócrates es griego, pero eso no lo podemos inferir a partir de los datos que nos proporcionan las premisas. El razonamiento, por lo tanto, es incorrecto y el hecho de que la conclusión sea verdadera es sólo una coincidencia. Se puede acertar incluso estando equivocado. Es posible que por coincidencia atines a calcular el área de un cuadrado utilizando una fórmula equivocada. Pero para la lógica formal lo que importa es que el razonamiento sea correcto (aunque, desde luego, a nosotros sí nos importa que las conclusiones correspondan con la realidad).
De hecho, podemos tomar cada una de las fórmulas que ya descartamos como incorrectas y hacer ejemplos en los que de pura casualidad la conclusión sea verdadera, aunque el razonamiento sea inválido:
Todas las aves son ovíparas.
Las gallinas son ovíparas.
Luego, las gallinas son aves.
Todas las aves son ovíparas.
Los murciélagos no son aves.
Luego, los murciélagos no son ovíparos.
Algunos hombres son franceses.
Napoleón es un hombre
Luego, Napoleón es francés.
En todos estos ejemplos las conclusiones corresponden con la realidad, pero se ha llegado a estas conclusiones de forma equivocada. Son ejemplos en los que la conclusión es verdadera, pero el razonamiento es incorrecto. El problema es que así como a veces, de pura casualidad, este tipo de razonamientos pueden atinarle a la verdad, otras tantas nos darán conclusiones incorrectas (como los primeros ejemplos que tratamos en cada una de esas fórmulas), y por lo tanto, no podemos fiarnos de ellos.
Y éste es un punto importantísimo: existen razonamientos que parecen correctos, incluso que en ocasiones pueden atinar, pero que no son correctos en realidad, y si no nos cuidamos de este tipo de razonamientos falaces, podemos ser víctimas de engaños y manipulaciones.
También puede darse el caso de que el razonamiento sea correcto, pero que la conclusión sea falsa porque trabajemos a partir de información que también es falsa:
Todos los hombres son azules.
Sócrates es un hombre.
Luego, Sócrates es azul.
Éste es un ejemplo de la fórmula que ya habíamos aceptado como correcta:
Todo S es P
X es S
Luego, X es P
Pero como la primera premisa es falsa, la conclusión resulta ser un disparate. Y por supuesto, tenemos muchos ejemplos de razonamientos incorrectos y conclusiones falsas:
Todos los parisinos son franceses.
Los de Marsella no son parisinos.
Luego, los de Marsella no son franceses.
Entonces, la única forma de asegurar que tendremos siempre una conclusión verdadera, que corresponda con la realidad, es que partamos de información verdadera y utilicemos un razonamiento correcto. Como en el caso de la trigonometría, si tenemos las medidas correctas de los catetos, utilizamos la fórmula adecuada y hacemos bien los cálculos, tendremos necesariamente el resultado correcto y verdadero.
Por supuesto que estos son ejemplos tan sencillos que parecería una pérdida de tiempo reparar en ellos, y desde luego que los razonamientos que utilizamos en la vida cotidiana son más complejos que estos silogismos de dos premisas y una conclusión (y ni hablar de los razonamientos que son necesarios en las ciencias). Pero así como empezar a sumar 2 + 3 nos permite ir ascendiendo poco a poco para dominar ecuaciones y cálculos cada vez más complejos (como los que requerirá manejar un ingeniero, un economista o un programador). Cuando en la secundaria empezamos a ver álgebra, no tenemos ni idea de para qué nos servirá eso de calcular con letras, sino hasta que empezamos a aplicar esos conocimientos en la trigonometría o en la geometría analítica. De la misma forma, estos rudimentos de lógica nos dan un punto de partida para poco a poco poder hacer razonamientos más y más complejos y asegurarnos de que sean verdaderos.
Pero ésos los dejaremos para nuestra próxima lección. Pueden empezar a guardar sus cosas; la clase ha terminado por hoy.
18 comentarios:
Espero que esto no sea un spoiler de tu siguiente entrada
Si la biologia se desglosa lo suficiente se puede entender como quimica
Si la quimica se desglosa lo suficiente se puede entender como fisica
Si la fisica se desglosa lo suficiente se puede entender como matematica
Y la matematica es pura logica, entonces las ciencias son un gigantesco ejercicio de logica
He dicho
Gracias! me hacía falta información "básica" que luego, damos por hecho.
perdón, que luego "doy" por hecho.
Ego, tú y Aristoteles, pues! :D Aprendí más que en mis clases de lógica (estudio filosofía) Y de verdad te agradezco éste post, creía que era mas bien "ilógica" por no entender las clases, pero ya todo tiene sentido! jajaja Ahora a esperar la próxima clase -_-!
Aburrido. Para cuando otro tema chairo?
Como de costumbre, impecable tu exposición. Hace mucha falta el ayudar a la gente a incrementar su nivel de juicio, crítica, entendimiento, cultura y así, poniendo tu grano de arena, contribuyes eficazmente a hacernos mejores.
Me hubiera gustado, eso sí, que aprovecharas el análisis que haces del silogismo más básico, para analizar algunas noticias que han estado sonando en el ambiente. Vale la pena, y ayuda a que más personas conecten con el tema, pues los vinculas con su realidad.
Y bueno, no dejes de abordar más adelante las falacias, que siempre son las más deliciosas.
Un abrazo, Ego!
G.
Georgells: No te preocupes, que para allá vamos ;)
Excelente curso de Lógica mi estimado... Ahora puedo decir que si tus alumno se quejan, es porque son flojos y debiles... Jajajaja... No, no es cierto...
¿Sabes una cosa graciosa? Que de mis compañeros del departamento de ingenierías en la universidad, los que cometían más pifias en su razonamiento eran los programadores... ¿Cómo la ves?
Saludos. :D
Ego:
Estos ejemplos no son para nada una pérdida de tiempo, son una representación básica de lo que estás planteando. Para mí lo fundamental de lo que expones se encuentra en los siguientes párrafos:
“En todos estos ejemplos las conclusiones corresponden con la realidad, pero se ha llegado a estas conclusiones de forma equivocada. Son ejemplo en los que la conclusión es verdadera, pero el razonamiento es incorrecto. El problema es que así como a veces, de pura casualidad, este tipo de razonamientos pueden atinarle a la verdad, otras tantas nos darán conclusiones incorrectas (como los primeros ejemplos que tratamos en cada una de esas fórmulas), y por lo tanto, no podemos fiarnos de ellos.”
“También puede darse el caso de que el razonamiento sea correcto, pero que la conclusión sea falsa porque trabajemos a partir de información que también es falsa”
Esto es justamente lo que retrasó muchos años el desciframiento de los glifos mayas. En síntesis, durante gran parte del siglo XX, un mayista inglés llamado Eric Thompson dominó los estudios mayas, principalmente la epigrafía. Ahora se sabe que su visión sobre la escritura maya estaba equivocada (no era ideográfica, sea lo que eso sea, sino fonética). Michael Coe, en su libro Breaking the Maya Code, explica precisamente este mismo problema sobre conclusiones verdaderas a partir de razonamientos incorrectos y viceversa, cosa que le ocurrió tanto a Thompson como a muchos otros estudiosos que durante siglos intentaron descifrar esos glifos. Thompson pensaba que “los glifos no expresan algo tan mundano y tan terrestre como la lengua, sino algo mucho más profundo”. Dice Coe:
“…Eric era cautivo de aquella misma disposición de espíritu que, en el siglo I a. C., había llevado a las absurdas interpretaciones de los jeroglíficos egipcios por Diodoro de Sicilia…. Thompson había pasado por alto la lección de Champollion.”
Eric Thompson estaba equivocado con respecto al sistema de escritura maya, y ahora sí que con tantita lógica:
“…los pueblos de todo el mundo con niveles similares de complejidad cultural han surgido con respuestas institucionales extraordinariamente similares al enfrentarse a problemas similares; por ejemplo, la invención de los sistemas de escritura jeroglífica como respuesta a las necesidades de los Estados políticos nacientes.”
Por lo tanto:
“El sistema de escritura maya es típicamente jeroglífico y no difiere en sus principios de los sistemas jeroglíficos conocidos.”
Y este Michael Coe aplica genialmente la lógica en su vida académica:
“En la actualidad, entre la generación más joven… hay clara inclinación a descalificar totalmente a Thompson: estaba muy, muy equivocado acerca de la naturaleza de la escritura jeroglífica maya, por lo que debe haberlo estado en todo lo demás. No comparto esta opinión.”
Y es por que efectivamente, Thompson había descubierto cosas que eran verdaderas:
“Eric presentó algunas lecturas en su obra de 1950 y éstas en general se han mantenido a la luz del gran desciframiento de nuestra época.”
Cuando daba clases de maya en Nutrición, una vez un alumno me dijo que había estado en matemáticas en la prepa, e ingenuamente le pregunté entonces por qué estudia esa carrera y si no tenía problemas con las materias. Dijo que era porque le gustaba pero que habría podido estudiar cualquier cosa pues todo podía reducirse a fórmulas (o a estos razonamientos) y que de hecho le iba bien en las materias “difíciles” (Bioquímica, Toxicología, etc.) y las del tipo como Anatomía era cuestión de memorizar solamente. Y efectivamente, la lingüística generativa en especial es muy así. Se puede formular una regla del tipo:
A → B /_C
Es decir, A se vuelve B en el contexto de estar adyacente a C. Si le damos valores, podemos decir que en español:
n → m /_[+bilabial, -nasal]
O sea que n se vuelve m ante p y b pero no ante m. Entonces, como vemos, no necesariamente se necesita ser lingüista para entender estos estudios (aunque tal vez sí una breve retroalimentación, como para cualquier ciencia, como terminología por ejemplo) sino tener conocimientos de lógica.
Me gustó la entrada, disculpa por el espacio que ocupé pero igual hace tiempo que no comentaba jejeje. Saludos.
@Martín: Muchas gracias por tus comentarios y por tus curiosas anécdotas. Fíjate que hace unos años leía un libro de Lewis Spence sobre mitología maya, que data de 1920 más o menos. En él mencionaba con condescendencia a Fray Diego, quien sostenía el carácter fonético de los glifos mayas. Spence decía que los informantes mayas de Fray Diego debían estarle viendo la cara. ¡Quién diría que, 400 años antes, fray Diego estaba mucho más cerca de la verdad que el eminente mitólogo!
mamesss a la mitad me convertí en simio, maaaa, neta que voy a leerlo y reeelerlo, el pedo empezo cuando metias las letras , x, y, s, p, me cagoooo, y pos como ya es noche ya me voy a dormir neta, gracias ijin eres un buen ser humano, pa la proxima que reencarnemos yo como alexander y tu como aristoteles, te voy a subir la paga...
Excelente información. Me ayudó bastante.
Excelente y muy necesario en nuestra cotidianidad. Muchos profesionales con diplomas y tìtulos no aplican la lógica a sus creencias polìticas, religiosas, financieras, relaciones de pareja o con hijos, etc. etc.
Y de ahì se deriva problemas, sufrimiento, conflictos, ansiedades. Por no usar las herramientas que tenemos.
Hace falta re-alfabetizarnos en lógica, quizá.
Gracias, me alegro de que lo haya encontrado útil.
Wow, tu articulo es impresionante, el razonamiento que podemos ver en la biografía de Sócrates, lo podemos llevar hoy en dia a la computación o a la logica de la programación.
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