La siguiente entrada es una traducción libre de este texto de The Huffington Post. Digo "traducción libre" porque le meto bastante de mi cosecha, y cuando digo "de mi cosecha" no quiero decir que esté inventando nada, sino que incluyo mis propios comentarios porque, como ustedes saben, tales temas son de los predilectos de este Blog.
Como ya les he dicho en innumerables ocasiones, desde finales del 2010 el mundo se ha visto sacudido por oleadas de movimientos de protestas de diversas naturalezas y alcances. Tienen ciertas características en común: son principalmente protagonizados por jóvenes de clase media urbana educada, prodemocráticos, desconfían de los poderes establecidos y se organizan con ayuda de las redes sociales. Desde entonces, cada año se ha dado un movimiento de este tipo en algún país del mundo. Mi más reciente entrada al respecto fue Epílogos a una Primavera Global (y la Revolución de las Sombrillas), y en ella concluía, después de un rápido recorrido por los movimientos actuales, que esto ya no se trata solamente de una serie de protestas sino de un zeitgeist generacional, un momentum cultural que seguramente marcará la identidad de esta década y que no parece tener visos de finalizar pronto, sean cuales sean sus consecuencias a largo plazo.
El 2014 fue un año especialmente pródigo en ejemplos de estas luchas. Algunas de ellas lograron derribar a gobernantes, otras se retiraron, pero cambiando fundamentalmente el panorama político, y otras más continúan al iniciar el 2015.
Por lo menos un par de estos movimientos, el de Ucrania y el de Venezuela, polarizaron a la opinión pública porque se dirigían contra gobiernos identificados con la izquierda política. Para muchos izquierdistas alrededor del mundo aquí no había protestas genuinas del pueblo, sino pura manipulación por parte de las potencias capitalistas occidentales. Pero lo cierto es que, independientemente del contexto internacional y de los innegables intereses que estaban compitiendo en esa coyuntura, no se puede ignorar que de hecho hubo (y hay) un componente legítimo de descontento social que detonó estos movimientos, y ya que el Huffington Post no dejó de incluirlos, yo tampoco los dejaré fuera.
Muchos símbolos poderosos emergieron de estas protestas, imágenes y slogans que funcionan como recordatorio de las valerosas demandas de justicia y dignidad compartidas por manifestantes alrededor del mundo. Ya 2011 nos había dejado la máscara de V for Vendetta, que se convirtió en un símbolo global de disidencia. El año pasado nos dejó sus propios emblemas:
Ucrania: #Euromaidan
Desde los inicios de los movimientos protesta en Ucrania, apareció el hashtag #Euromaidan en las redes sociales. El nuevo término pronto se convirtió en el símbolo de lucha que terminaría por derribar del poder al presidente y amigo de Moscú Viktor Yanukovych en febrero de 2014.
En su sentido más básico, Euromaidan se refiere al sentimiento pro-Europeo de las manifestaciones, las cuales detonaron en noviembre de 2013 como respuesta a la decisión de Yanukovych de suspender las negociaciones con la Unión Europea para favorecer una relación más cercana con la Rusia de Vladimir Putin. La parte de Maidan hace referencia al nombre de la plaza principal en la capital Kiev, Maidan Nezalezhnosti, donde las primeras manifestaciones tuvieron lugar, y en donde se estableció el campamento de protesta y se dieron brutales encontronazos con la policía.
Pero el término tiene también un significado más profundo. Para muchos ucranianos, Europa se había convertido en un símbolo de genuina democracia y respeto por los derechos humanos (bueh, comparado con Rusia, y con el resto del mundo, pos sí) en contraste con el sistema corrupto presidido por Yanukovych y la brutalidad de los cuerpos policiacos. Asimismo, la plaza tiene un simbolismo histórico importante: en 2004 fue el foco de la llamada Revolución Naranja de Ucracnia, y por lo tanto ha llegado a representar el poder de las protestas no violentas.
Venezuela: #SOSVenezuela
Hartos de la inflación y los altos niveles de criminalidad, muchos venezolanos tomaron las calles a principios de 2014 para expresas sus frustraciones contra el gobierno de Nicolás Maduro. El slogan #SOSVenezuela se convirtió en una imagen siempre presente en los mítines masivos. La campaña fue iniciada por el grupo con sede en Caracas "Un mundo sin mordaza", que organizó a manifestantes alrededor del mundo para que expresaran la señal de auxilio SOS en apoyo a los activistas venezolanos. "Los medios están controlados por el gobierno nacional" dijo la organizadora Anabel Navarro, "Necesitamos tener voz en un país en el que la libertad de expresión pende de un hilo".
Las protestas crecieron y el gobierno reprimió. Grupos pro-gobierno chocaron violentamente con los activistas, fueras de seguridad derribaron las barricadas y miles de personas fueron detenidas. Por lo menos 43 manifestantes, entre detractores y leales al gobierno, perdieron la vida en los actos de violencia. En mayo, el fundador de "Un mundo sin mordaza", Rodrigo Diamanto, fue arrestado y le fueron imputados cargos por "obstrucción de las vías públicas y posesión de artefactos explosivos".
Las protestas fueron perdiendo fuerza durante el verano, pero en Venezuela ha continuado la inestabilidad debido a la alta criminalidad y al desabasto de víveres; mientras tanto, la popularidad de Maduro se ha venido abajo.
Más de 100 mil manifestantes, muchos de ellos portando girasoles, convergieron en la capital de Taiwán, Taipei, en marzo, acusando a su gobierno de impulsar secretamente un controvertido tratado comercial con China. Estudiantes ocuparon el edificio del parlamento por tres semanas antes de que el gobierno de Taiwán acordara una mayor transparencia en cuanto a sus tratos con China. Muchos taiwaneses son recelosos de la influencia china en la isla, mientras que el gigante asiático aún la considera parte de su movimiento. Esto es porque tras la Revolución China, el gobierno nacionalista derrocado por Mao Zedong se estableció en Taiwán; aunque la comunidad internacional reconoció a la isla como un país independiente, para la China comunista es sólo un territorio en rebeldía.
Los estudiantes lo apodaron el "Movimiento de los Girasoles", pues estas flores representaban la luz que los manifestantes anhelaban ver brillar en la relación de Taiwán con China, así como la demanda de mayor transparencia gubernamental.
En la noche del 14 de abril de año pasado, más de 270 niñas del internado de Chibok en Nigeria fueron secuestradas por el grupo islamista paramilitar Boko Haram. La desaparición de las niñas encendió la indignación global y una campaña masiva clamando por su liberación, impulsada en parte por el hashtag #BringBackOurGirls. Iniciada por un grupo de activistas en Nigeria, la campaña en Twitter se volvió viral alrededor del mundo, logrando que incluso figuras públicas como Malala Yousafzai y Michelle Obama se unieran a ella.
Las niñas permanecen en cautiverio, y por desgracia la atención mundial se ha desviado hacia otros asuntos, siguiendo las tendencias efímeras de las redes sociales. Este artículo de Slate nos explica por qué campañas como ésta no funcionan:
Sin embargo, en Nigeria, los parientes y simpatizantes de las niñas raptadas aún se reúnen cada semana en la capital, Abuja, para hacer el mismo reclamo: ¡devuelvan a nuestras niñas!
Al igual que la máscara de V, se trata de otro símbolo proveniente de la cultura pop, lo cual como nerd de izquierda no puede dejar de emocionarme. Después de meses de protestas en Tailandia, en mayo de 2014 el ejército tomó el poder en un golpe de Estado sin sangre. La junta militar gobernante prohibió las protestas y otras expresiones de oposición al nuevo régimen... Ahora, incluyendo el saludo de tres dedos alzados que hace la rebelde Katniss Everdeen en la saga de Los Juegos del Hambre.
En esta serie, ambientada en una autocracia distópica, el saludo es un signo silencioso de protesta en contra del régimen. Los tres dedos representan "gracias", "admiración" y "adiós a alguien amado", pero los manifestantes de Tailandia le han dado un nuevo significado: "no al golpe, libertad y democracia". Como sea, el sentido fundamental es el mismo: rebelión contra la tiranía.
Las autoridades advirtieron en junio que cualquiera que hiciera el saludo de Katniss en público podría ser arrestado. En noviembre, poco antes del estreno de la última película de Los Juegos del Hambre, cinco estudiantes tailandeses fueron detenidos por hacer el saludo durante un discurso del líder golpista y primer ministro Prayuth Chan-ocha. Una cadena de cines nacional canceló las presentaciones de la película después de que los activistas compraron centenas de boletos y más estudiantes fueron arrestados durante las funciones.
"Levantar los tres dedos se ha convertido en un símbolo de reclamo por derechos políticos fundamentales" explicó el activista Sombat Boonngam-anong.
Cuando la policía de Ferguson, Missouri, disparó y mató al adolescente negro (que estaba desarmado) Michael Brown, un estallido social tuvo lugar en el estado sureño, que rápidamente se ha expandido por toda la nación. Un testigo relató que Brown había alzado las manos en señal de rendición antes de ser abatido por la policía. El gesto, acompañado por la frase "Hands up, don't shoot!" se ha convertido en un símbolo de la indignación nacional ante la inequidad racial y la brutalidad de una policía cada vez más militarizada.
Ulteriores protestas se extendieron por los Estados Unidos y el extranjero cuando el gran jurado declinó imputar al policía Darren Wilson por el asesinato del joven Brown. Días después, un jurado de Nueva York decidió no imputar a otro policía blanco que mató a otro ciudadano afroamericano desarmado. Se trataba de Eric Garner, quien murió de un ataque de asma cuando el oficial de policía le aplicó una llave asfixiante ilegal por cometer el delito de vender cigarrillos de forma individual fuera del empaque. Las últimas palabras de Garner "I can't breathe" se convirtieron en otro eslogan de las protestas, así como "Black lives matter".
Mientras que los documentos del jurado difieren de la versión testimonial acerca del último gesto de Brown, las manos alzadas se han convertido en un símbolo de un asunto de mayor envergadura: varones negros muertos a manos de la fuerza policiaca estadounidense. Miembros del congreso, atletas profesionales, celebridades y manifestantes alrededor del mundo han expresado su solidaridad con este gesto.
Ya les había platicado de este movimiento en una entrada reciente. Resumamos: en septiembre, manifestantes en Hong Kong empezaron a establecer plantones para demandar que el gobierno chino deje de arrogarse la facultad aprobar o desaprobar candidatos para las elecciones de la isla. Cuando la policía de Hong Kong trató de replegarlos con granadas de gas y aerosol de pimienta, los manifestantes se escudaron con ayuda de sombrillas, creando un poderoso símbolo de disidencia pacífica. Las calles de la isla, al igual que las redes sociales, pronto se llenaron con imágenes de sombrillas.
La Revolución de las Sombrillas ha sido el mayor reto de Hong Kong a la autoridad china desde que la isla le fuera devuelta por Gran Bretaña en 1997 con la condición de que este territorio pudiera mantener cierta autonomía. Después de casi tres meses de manifestaciones, los plantones y acampadas comenzaron a ser disueltos, pero los inconformes insisten en que su lucha sería para largo. Los jóvenes de Hong Kong no han logrado sus metas políticas, pero se mantienen firmes en sus intenciones. Han declarado ser más combativos y menos complacientes que la generación de sus padres o que sus conciudadanos en el continente.
Bien, ya me he expresado extensamente sobre este asunto en este su Blog, primero haciendo notar que el descontento social no viene sólo por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos por fuerzas del Estado en Iguala, Guerrero, y que las autoridades no deberían sorprenderse por la magnitud de la indignación nacional. Después hice una entrada larguísima sobre el caso Ayotzinapa, abordando diferentes puntos y ofreciendo mi opinión sobre ellos. Pero, de nuevo, resumamos:
En septiembre, 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, en el municipio de Iguala, Guerrero, fueron secuestrados por la policía municipal, en complicidad con la policía estatal, con el conocimiento de la policía federal y del ejército mexicano, y por orden del alcalde de Iguala. Los jóvenes fueron entregados a unos narcotraficantes, miembros del cártel dirigido por la familia de la esposa del alcalde, quienes presuntamente los asesinaron y se deshicieron de sus restos.
Estos hechos han hecho estallar protestas por todo México y alrededor del mundo, creando una crisis política para el presidente Enrique Peña Nieto. Los manifestantes han usado el número 43 como símbolo, ya sea en las paredes, en pancartas, en sus cuerpos o en las redes sociales. Este caso se ha convertido a su vez en su símbolo de la crisis de inseguridad y corrupción que vive en país, que ha producido incontables masacres y más de 20 mil desapariciones, y de la que los manifestantes culpan a una combinación de guerras entre grupos criminales y a la negligencia y corrupción de las autoridades que les dan rienda suelta para que hagan lo que quieran.
Otro slogan surgió cuando el procurador de justicia, Jesús Murillo Karam, dijo la infame frase "ya me cansé", durante una conferencia de prensa acerca de este caso. Sus palabras fueron apropiadas por los movimientos de protesta con el hashtag #YaMeCansé, pues en efecto los mexicanos estamos cansados de la impunidad, el crimen, la corrupción, el autoritarismo y la desigualdad.
Pues ahí tienen, mis estimados contertulios, un breve resumen de diferentes luchas sociales que se han dado recientemente alrededor del mundo. ¿Cuál será el desenlace para cada una de ellas? No podemos adelantarlo, lo único que puedo asegurar es que estamos viviendo tiempos históricos y muy interesantes. ¿Qué papel nos tocará jugar en ellos?
Taiwán: Girasoles
Más de 100 mil manifestantes, muchos de ellos portando girasoles, convergieron en la capital de Taiwán, Taipei, en marzo, acusando a su gobierno de impulsar secretamente un controvertido tratado comercial con China. Estudiantes ocuparon el edificio del parlamento por tres semanas antes de que el gobierno de Taiwán acordara una mayor transparencia en cuanto a sus tratos con China. Muchos taiwaneses son recelosos de la influencia china en la isla, mientras que el gigante asiático aún la considera parte de su movimiento. Esto es porque tras la Revolución China, el gobierno nacionalista derrocado por Mao Zedong se estableció en Taiwán; aunque la comunidad internacional reconoció a la isla como un país independiente, para la China comunista es sólo un territorio en rebeldía.
Los estudiantes lo apodaron el "Movimiento de los Girasoles", pues estas flores representaban la luz que los manifestantes anhelaban ver brillar en la relación de Taiwán con China, así como la demanda de mayor transparencia gubernamental.
Nigeria: #BringBackOurGirls
Las niñas permanecen en cautiverio, y por desgracia la atención mundial se ha desviado hacia otros asuntos, siguiendo las tendencias efímeras de las redes sociales. Este artículo de Slate nos explica por qué campañas como ésta no funcionan:
Defensores de tales campañas a menudo argumentan que pueden ser el inicio de un mayor entendimiento de asuntos globales complejos. El público primero se deja enganchar por la indignación moral, después aprenden más acerca de las condiciones subyacentes, convirtiéndose en ciudadanos globales mejor informados.
Pero este estudio sugiere que desafortunadamente lo opuesto es lo verdadero. El público se interesa cuando saben de monstruos malvados como Boko Haram que necesitan simplemente ser detenidos. Cuando se enteran de que hay más acerca de estos asuntos y de que, oh sorpresa, el mundo es un lugar muy complejo, que matar al monstruo no sería tan fácil y que hay contextos más amplios más allá de los monstruos mismos, pierden interés.
Sin embargo, en Nigeria, los parientes y simpatizantes de las niñas raptadas aún se reúnen cada semana en la capital, Abuja, para hacer el mismo reclamo: ¡devuelvan a nuestras niñas!
Tailandia: El saludo de Katniss
Al igual que la máscara de V, se trata de otro símbolo proveniente de la cultura pop, lo cual como nerd de izquierda no puede dejar de emocionarme. Después de meses de protestas en Tailandia, en mayo de 2014 el ejército tomó el poder en un golpe de Estado sin sangre. La junta militar gobernante prohibió las protestas y otras expresiones de oposición al nuevo régimen... Ahora, incluyendo el saludo de tres dedos alzados que hace la rebelde Katniss Everdeen en la saga de Los Juegos del Hambre.
En esta serie, ambientada en una autocracia distópica, el saludo es un signo silencioso de protesta en contra del régimen. Los tres dedos representan "gracias", "admiración" y "adiós a alguien amado", pero los manifestantes de Tailandia le han dado un nuevo significado: "no al golpe, libertad y democracia". Como sea, el sentido fundamental es el mismo: rebelión contra la tiranía.
Las autoridades advirtieron en junio que cualquiera que hiciera el saludo de Katniss en público podría ser arrestado. En noviembre, poco antes del estreno de la última película de Los Juegos del Hambre, cinco estudiantes tailandeses fueron detenidos por hacer el saludo durante un discurso del líder golpista y primer ministro Prayuth Chan-ocha. Una cadena de cines nacional canceló las presentaciones de la película después de que los activistas compraron centenas de boletos y más estudiantes fueron arrestados durante las funciones.
"Levantar los tres dedos se ha convertido en un símbolo de reclamo por derechos políticos fundamentales" explicó el activista Sombat Boonngam-anong.
Estados Unidos: "Hands up!"
Cuando la policía de Ferguson, Missouri, disparó y mató al adolescente negro (que estaba desarmado) Michael Brown, un estallido social tuvo lugar en el estado sureño, que rápidamente se ha expandido por toda la nación. Un testigo relató que Brown había alzado las manos en señal de rendición antes de ser abatido por la policía. El gesto, acompañado por la frase "Hands up, don't shoot!" se ha convertido en un símbolo de la indignación nacional ante la inequidad racial y la brutalidad de una policía cada vez más militarizada.
Ulteriores protestas se extendieron por los Estados Unidos y el extranjero cuando el gran jurado declinó imputar al policía Darren Wilson por el asesinato del joven Brown. Días después, un jurado de Nueva York decidió no imputar a otro policía blanco que mató a otro ciudadano afroamericano desarmado. Se trataba de Eric Garner, quien murió de un ataque de asma cuando el oficial de policía le aplicó una llave asfixiante ilegal por cometer el delito de vender cigarrillos de forma individual fuera del empaque. Las últimas palabras de Garner "I can't breathe" se convirtieron en otro eslogan de las protestas, así como "Black lives matter".
Mientras que los documentos del jurado difieren de la versión testimonial acerca del último gesto de Brown, las manos alzadas se han convertido en un símbolo de un asunto de mayor envergadura: varones negros muertos a manos de la fuerza policiaca estadounidense. Miembros del congreso, atletas profesionales, celebridades y manifestantes alrededor del mundo han expresado su solidaridad con este gesto.
Hong Kong: Sombrillas
Ya les había platicado de este movimiento en una entrada reciente. Resumamos: en septiembre, manifestantes en Hong Kong empezaron a establecer plantones para demandar que el gobierno chino deje de arrogarse la facultad aprobar o desaprobar candidatos para las elecciones de la isla. Cuando la policía de Hong Kong trató de replegarlos con granadas de gas y aerosol de pimienta, los manifestantes se escudaron con ayuda de sombrillas, creando un poderoso símbolo de disidencia pacífica. Las calles de la isla, al igual que las redes sociales, pronto se llenaron con imágenes de sombrillas.
La Revolución de las Sombrillas ha sido el mayor reto de Hong Kong a la autoridad china desde que la isla le fuera devuelta por Gran Bretaña en 1997 con la condición de que este territorio pudiera mantener cierta autonomía. Después de casi tres meses de manifestaciones, los plantones y acampadas comenzaron a ser disueltos, pero los inconformes insisten en que su lucha sería para largo. Los jóvenes de Hong Kong no han logrado sus metas políticas, pero se mantienen firmes en sus intenciones. Han declarado ser más combativos y menos complacientes que la generación de sus padres o que sus conciudadanos en el continente.
México: 43
Bien, ya me he expresado extensamente sobre este asunto en este su Blog, primero haciendo notar que el descontento social no viene sólo por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos por fuerzas del Estado en Iguala, Guerrero, y que las autoridades no deberían sorprenderse por la magnitud de la indignación nacional. Después hice una entrada larguísima sobre el caso Ayotzinapa, abordando diferentes puntos y ofreciendo mi opinión sobre ellos. Pero, de nuevo, resumamos:
En septiembre, 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, en el municipio de Iguala, Guerrero, fueron secuestrados por la policía municipal, en complicidad con la policía estatal, con el conocimiento de la policía federal y del ejército mexicano, y por orden del alcalde de Iguala. Los jóvenes fueron entregados a unos narcotraficantes, miembros del cártel dirigido por la familia de la esposa del alcalde, quienes presuntamente los asesinaron y se deshicieron de sus restos.
Estos hechos han hecho estallar protestas por todo México y alrededor del mundo, creando una crisis política para el presidente Enrique Peña Nieto. Los manifestantes han usado el número 43 como símbolo, ya sea en las paredes, en pancartas, en sus cuerpos o en las redes sociales. Este caso se ha convertido a su vez en su símbolo de la crisis de inseguridad y corrupción que vive en país, que ha producido incontables masacres y más de 20 mil desapariciones, y de la que los manifestantes culpan a una combinación de guerras entre grupos criminales y a la negligencia y corrupción de las autoridades que les dan rienda suelta para que hagan lo que quieran.
Otro slogan surgió cuando el procurador de justicia, Jesús Murillo Karam, dijo la infame frase "ya me cansé", durante una conferencia de prensa acerca de este caso. Sus palabras fueron apropiadas por los movimientos de protesta con el hashtag #YaMeCansé, pues en efecto los mexicanos estamos cansados de la impunidad, el crimen, la corrupción, el autoritarismo y la desigualdad.
Pues ahí tienen, mis estimados contertulios, un breve resumen de diferentes luchas sociales que se han dado recientemente alrededor del mundo. ¿Cuál será el desenlace para cada una de ellas? No podemos adelantarlo, lo único que puedo asegurar es que estamos viviendo tiempos históricos y muy interesantes. ¿Qué papel nos tocará jugar en ellos?
Esta entrada forma parte de la serie Crónica de una Primavera Global, sobre los movimientos sociales de protesta que sacudieron al mundo entre 2010 y 2015.
1 comentario:
yo me perdí muchas manifestaciones en mi país!
en mis tiempos el terrorismo de "sendero luminoso" azotaba las calles de lima, luego de algunos años cuando la situación política y el terrorismo se hicieron insostenibles salio todo lima a la marcha de los "4suyos" fue un día para recordar, lastima que los políticos de ahí se iniciaron se convirtieron en lo que ellos combatían.
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