(Primera parte)
Llegamos a Puebla hacia las 9 de la mañana del dĂa siguiente (miĂ©rcoles) y cada quien partiĂł para su lado. Unos fueron a los hoteles que ya habĂan reservado, pero mis cuates de la Modelo y yo decidimos encaminarnos directo a los edificios de la BenemĂ©rita Universidad AutĂłnoma de Puebla. Mi condiscĂpula Soraya (pregĂşntenle cĂłmo perdiĂł su dinero) llegĂł a la mesa de inscripciones con cara de desahuciada y medio explicĂł la historia. Al escuchar nuestra situaciĂłn, los compañeros de la BUAP se pusieron en movimiento para asistirnos en todo lo que necesitáramos. Nos ofrecieron alojamiento, nos dieron tres comidas diarias e hicieron una colecta entre ellos para juntar dinero y solventar asĂ los gastos de nuestra estadĂa en Puebla. ¡Se van a ir al cielo con todo y ropa interior!
El problema fue con los de MĂ©rida. Hubo yucatequitos que, asustados por ese leve contacto con el mundo real no veĂan la hora de volver a la seguridad de la Ciudad Plana y tomaron un aviĂłn apenas se bajaron del autobĂşs en Puebla. Pretextaron que ya no tenĂan dinero para pasar los tres dĂas programados en la ciudad de los ángeles, pero si papi podĂa mandarles los más de 1,000 pesos para el boleto de aviĂłn, podĂa mandarles para vivir en Puebla mientras llegaba el momento programado para que volviera el autobĂşs (que ya estaba pagado), es decir el viernes.
Hubo muchos que se quejaron de haber pasado hambre y carencias en Puebla ¡¡MIS HUEVOS!! La BUAP nos dio tres comidas diarias, sĂłlo a nosotros, por haber sufrido aquel desafortunado incidente. TambiĂ©n nos ofreciĂł alojamiento en las instalaciones de la Universidad y de hecho, muchos alumnos de Puebla ofrecieron cada uno alojar a dos o tres personas en sus propias casas. Por suerte, no me vi en la necesidad de aceptar esa oferta, porque me hospedĂ© con una amiga mĂa y mis cinco cuates de la Modelo tambiĂ©n encontraron dĂłnde quedarse. AsĂ que esos lloricones no tenĂan nada de quĂ© quejarse.
Por si fuera poco, hubo algunos de la UADY que sĂłlo se presentaban al congreso para la hora de la comida y no asistĂan a las ponencias ni las conferencias. Unos gandallas se volaron unas botellas de refresco que habĂa en el comedor de la BUAP con la intenciĂłn expresada, asĂ sin tantita pena, de mezclar las bebidas con tequila. Por si fuera poco, un grupillo se tomĂł el dĂa libre e hizo uso del camiĂłn en el que habĂamos viajado para irse a AFRICAM SAFARI ¿No que no habĂa dinero? ¿No que apretaba el hambre? ¡Que no me jodan! Ni avisaron los canijos.
Esa misma gente no se presentaba para las juntas que armaba la BUAP con la intenciĂłn de organizarnos a los desamparados. En una de esta reuniones se armĂł la gorda. Unos querĂan regresarse el viernes, como estaba planeado; otros querĂan hacerlo el sábado. Como nosotros los de la Modelo ya tenĂamos planeado quedarnos un dĂa más hiciera lo que hiciera la UADY, nos daba igual, pero entre los demás se puso la discusiĂłn bastante fea. Entre dimes y diretes que no llevaban a ningĂşn lado alguien sugiriĂł que los que quisieran regresarse el viernes que lo hicieran, mientras los demás usarĂan el dinero de la colecta para regresarse por su cuenta.
AhĂ estaba un chavo de la BUAP que era el que se hacĂa cargo de nosotros, e hizo notar que ese dinero no se habĂa juntado para el beneficio personal de unos cuantos, a lo que fue revelada la informaciĂłn de que en MĂ©rida se habĂa hecho otra colecta, cuyos frutos serĂan pronto enviados a Puebla. El chavo de la BUAP estaba boquiabierto e incrĂ©dulo del descaro de mis compatriotas, quienes recibĂan dinero de ambas partes, muy cĂłmodamente. Estaba explicando su indignaciĂłn, cuando una chava dijo algo asĂ como "Pues a ver a quiĂ©n le dan ese dinero porque luego se pierde".
Uno pensarĂa que despuĂ©s de haber vivido algo asĂ uno aprende humildad, gratitud y solidaridad, pero los yucatequitos demostraron todo lo contrario. El pleito empezĂł a ponerse feo, asĂ que me salĂ de sala de juntas.
Fuera de esto, la estancia en Puebla estuvo muy bien. Algunos ponencias fueron muy interesantes, aunque en general hubo de todo. Los de la UADY se regresaron el viernes y los de la Modelo volvimos el domingo.
Y asĂ acabĂł esa aventura. ¿CĂłmo la ven?
4 comentarios:
pueden dormir esos cuates en la noche?
Noticia de Ăşltimo momento:
DespuĂ©s de tu reflexiĂłn sobre la piraterĂa en las carreteras de nuestra AmĂ©rica, me quedĂ© pensando un rato en las implicaciones del tĂ©rmino piraterĂa. DescubrĂ que ninguno de los asaltantes se parecĂan a Jack Sparrow, ni tenĂan el talento de Geofrey Rush, pero sĂ que olĂan como a Davy Jones.
Peor todavĂa.
Estuve en la plática de Yolanda Wood, en la cátedra extraordinaria nuestra América, y dijo que según varios estudiosos VERACRUZ TAMBIÉN ES CARIBE (o sea, parte de esas islitas)!!!
Turiruri turiruri turiruri.
Ese tipo de cosas sólo suceden en la dimensión desconocida de la América nuestra.
Saludos, que tengas bonita semana.
M.
P.D. Yo fui el de los chescos. Pero yo no fui al Africam Safari.
¿¿CĂłmo va ser Caribe si es el Golfo?? ¡Estos estudiosos! ¿Será considerado culturalmente caribe por la influencia africana que hay en el estado?
¿Tu fuiste el de los chescos? JurarĂa que vi a un ceñudo, gordito, morenito y de pelo largo llevándose las toronjas
¿CĂłmo pueden dormir quiĂ©nes? ¿Los asaltantes o los gandallas?
Pues yo pensaba que el caribe era el mar, la región caribe eran las áreas colindantes con ese mar... en fin... bueno, me pregunto como pueden dormir los gandallas que abusan de la amabilidad de los chicos de puebla.
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