Continuamos con el análisis de la familia Simpson, como parte de esta serie sobre la representación de las familias en la animación de TV. Atásquense, que hay lodo.
Bart: El hermano, mayor, que tiene eternamente 10 años. Es el hijo no planeado de Marge y Homero, producto de una noche de pasión en el molino del minigolf. Su nombre completo es Bartolomew J. Simpson. Decir que es travieso sería poco, más bien es un delincuente juvenil. Es la caracterización del "niño problema" noventero: mal portado, destructivo, hiperactivo. Anda en patineta y siempre porta una resortera para hacer maldades. Sus principales víctimas son su hermana Lisa, el director Skinner y su fiel patiño Milhouse. Su falta de respeto hacia la autoridad se demuestra en llamar Homero a su padre y Seymour a su director.
Aunque en general se muestra desinteresado por cualquier tipo de conocimiento, y tonto en muchas ocasiones, en otras Bart ha demostrado su ingenio, sobre todo cuando se trata de hacer bromas elaboradas o luchar contra Bob Patiño (sin mencionar que sabe conducir).
Bart, el arquetipo del chico maloso pero adorable, es la culminación del proceso evolutivo que parte de Tom Sawyer y pasa por Daniel el Travieso. Apesar de las apariencias, no es un inconforme; no quiere cambiar las cosas. Su rebeldía contra el sistema (la escuela, la familia, incluso la ley), no es más que una respuesta a su frustración por no poder pertenecer a él, y una forma desesperada para encajar en otro sistema: el de los niños. En eso representa un poco el nihilismo de la Generación X, de la que es producto y símbolo.
Finalmente, todo lo que Bart busca es ser aceptado. Quizá está traumado por ser un hijo no deseado, lo cual sabe muy bien, porque Homero se lo dice todos los días. ("Sí, pero yo lo digo con gracia"). Cuando Bart se vuelve monitor de pasillos, se hace un implacable ejecutor de las leyes escolares. Y es cierto que tiene una necesidad malsana de ser el centro de atención, cueste lo que cueste.
Su relación con Homero ya la he descrito en la entrega anterior. Marge, por su parte, mima al niño, es poco severa para castigarlo y parece ser incapaz de concebir hasta dónde pueden llegar las travesuras del pequeño hasta que van demasiado lejos.
Bart asume bien su papel de hermano mayor: es un fastidio (a veces raya en la crueldad) para su hermana, pero es también su feroz protector. De todos modos Lisa, siendo más inteligente y más fuerte que Bart, suele defenderse muy bien de sus ataques. Además, en el fondo estos hermanos se aman mucho, se han socorrido el uno al otro cuando lo necesitan y estando en alianza son invencibles.
Como Bart casi siempre se sale con la suya, muchos padres y políticos conservadores (qué sería del mundo sin ellos) manifestaron su preocupación de que Bart fuera un mal ejemplo a seguir para los niños (y de hecho lo es, pero a quien corresponde decirle eso a los niños es a los padres). De cualquier forma, se ha sugerido que el camino que sigue Bart lo llevará a ser un fracasado. Pero, si el chico se endereza, podría llegar a ser juez de la Suprema Corte.
Lisa: Lisa Simpson es la niña genio. Su personaje ha sufrido cambios. En el principio Lisa era una niña estudiosa, bien portada y tierna a la que le gustaban los ponis, las muñecas y los duendecillos. O sea, lo adecuado para sus (eternos) ocho años de edad. Con el tiempo, Lisa ha cambiado. Su personalidad actual no es la de una niña de ocho años sino la de una adolescente (o joven adulta, en ocasiones) con toda tendencia a convertirse en intelectual de izquierda. Es escéptica, progresista, feminista, vegetariana, budista, políticamente correcta... Encima de todo toca el saxofón como virtuosa y ha leído más libros que yo (que no es mucho decir, pero coño, ella tiene ocho años). Sus conocimientos abarcan ciencia, música, literatura, arte, historia, política, primeros auxilios y temas de actualidad.
Lisa tiene una relación compleja con el sistema. Para ella son importantes las calificaciones y el reconocimiento, y es respetuosa con las figuras de autoridad ("Las escuelas son templos de instrucción"). Pero es también la primera en agitar (o en tratar de agitar) a las multitudes cuando se encuentra con una injusticia. Es crítica e iconoclasta pero, a diferencia de su hermano, no lleva la contraria sólo porque sí y por lo general se mantiene dentro del reglamento. En el futuro, Lisa será la primera presidenta heterosexual de los Estados Unidos.
Pero si Lisa tiene un futuro prometedor, su presente es frustrante. Lisa es la voz de la razón en un entorno por completo irracional. Es la voz del conocimiento en un mundo donde prima la estulticia. Es la voz de la ética cuando gobierna el nihilismo y la prevaricación. Sus padres (sobre todo Homero) tienden a ignorar sus talentos y Bart siempre es el centro de atención de todo el mundo, impidiendo que los logros de Lisa sean reconocidos.
LISA: "Ese saxofón es la única forma en la que puedo expresar mis frustraciones en este ambiente represivo"
HOMERO: "Lisa, shhh"
Con todo, Lisa no se escapa de las manías que comparte el resto de la familia. Es obsesiva con algunas cosas, como las calificaciones; tiene muchos escrúpulos para romper las reglas, y cuando lo hace la persigue la culpa (pero lo hace, y seguido). Ha sufrido adicción a los videojuegos y a hacer llamadas a la línea de Corey.
Lisa representa la frustración de ser inteligente y sensible en un mundo estúpido y burdo. Pero también ella tiene muchos defectos que le son criticados. A menudo ha sido satirizada su corrección política y su obsesión con el reconocimiento. Así que también es la representación (y caricatura) de ciertos aspectos de la progresía.
Maggie: "La bebé que pudiera extrañar". Maggie es una bebé demasiado lista y valiente para su edad. Ha tenido poco protagonismo en la serie (algunos escritores han querido deshacerse de ella por considerarla un estorbo), y más que un personaje, parece ser un accesorio, un elemento narrativo que sirve para ilustrar el carácter de otros personajes.
Maggie tiene una relación especial con Homero, quien en muchas ocasiones se olvida de su existencia, pero que en otras demuestra tenerle un cariño especial. Maggie por su parte, se exaspera e incluso se asusta de los intentos de Homero por acercarse a ella, pero en ocasiones le ha demostrado respeto y admiración, no sólo cuando le ha salvado la vida, sino porque su primera palabra fue "Papi". Por cierto, en esa ocasión, la voz de Maggie fue proporcionada por Liz Taylor. En los especiales de Halloween quien hizo la voz de Maggie fue Jame Earl Jones. Cuando la bebé por fin habló, su voz fue prestada por Jodie Foster. El sonido del chupete lo hace el mismo Matt Groening.
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