NOTA DE LOS 2020s: Escribà esta entrada cuando nos empezó a golpear la crisis económica de 2008. Más de una década después, seguimos viviendo con sus consecuencias y los cambios necesarios para enfrentarla han sido bloqueados sistemáticamente por los poderes fácticos. Por eso, tristemente, todo lo dicho aquà resulta vigente.
Ciudadanos del mundo, no les digo nada nuevo al anunciar que nuestra humanidad está pasando por uno de los momentos más crĂticos de su historia reciente. Las crisis econĂłmicas, sociales y ambientales en diversos lugares del mundo parecen estarse convirtiendo en parte de la cotidianeidad. Esta situaciĂłn es resultado, bien podrĂa decirse, de que buena parte de la humanidad decidiĂł en algĂşn punto tomar un camino de errores, de negligencia en ocasiones criminal; un camino que si bien ha permitido superar muchas de las dificultades de tiempos remotos (eso hay que reconocerlo), en otros aspectos nos ha llevado repetidamente al fracaso. A pesar de sus evidentes fallas, no falta quien se aferre devotamente a este modelo como la epĂtome de la perfecciĂłn y la justicia. Los que histĂłricamente se han opuesto a Ă©l, por su parte se han aferrado con igual fanatismo a otras opciones que han resultado inviables o de plano una pesadilla.
Los que ostentan el poder siguen vendiéndonos las mismas ideas fallidas: que es necesario el sacrificio del medio ambiente en aras del "progreso"; que nuestra actividad es insignificante y no afecta al planeta; que la historia ha terminado y que sólo queda esperar a que el modelo del capitalismo neoliberal (en alguna de sus variantes, que tampoco se ponen de acuerdo en cuál es la buena) alcance a toda la humanidad y reparta sus beneficios entre quienes realmente lo merecen.
SĂ, el capitalismo es definitivamente un sistema más justo que otros que lo anteceden histĂłricamente. SĂ, tiene grandes e innegables logros. Pero basta estudiar la historia reciente para darnos cuenta que este modelo, en especial en su forma laisser-faire, tiene fallas tremendas e inherentes, que han causado estragos: crisis econĂłmicas (con sus consecuentes problemas sociales), depredaciĂłn descontrolada del medio ambiente (con sus consecuentes catástrofes), erosiĂłn de la democracia cuando el poder del capital anula el poder ciudadano, etcĂ©tera. Siendo justos y optimistas, hasta podrĂamos decir que este modelo sirviĂł en un determinado momento histĂłrico, mejor sin duda que el esclavismo, el feudalismo o el mercantilismo controlado por la monarquĂa, los cuales fueron ciertamente más injustos y criminales. Pero quizá es momento de pensar que el sistema capitalista, por lo menos en su forma actual, ya ha dado lo suyo y es tiempo de analizar sus fallas y defectos para planear algo mejor.
Es momento de que nos planteamos la posibilidad de un nuevo camino. ¿Cuál? No lo sĂ©: tambiĂ©n es claro que otros modelos alternativos (como el comunismo soviĂ©tico) fracasaron de forma aĂşn más estrepitosa (y siguen fracasando en los pocos paĂses que aĂşn lo practican). Pero aĂşn si no tenemos respuestas sobre cĂłmo deberĂan ser las cosas (y en lo personal yo le huyo a cualquier afán totalizador e invito a desconfiar de cualquier doctrina polĂtica que asegure tener todas las respuestas para todos los problemas), eso no significa que debamos detenernos en nuestro análisis y crĂtica del sistema actual. Que hasta la fecha no se haya podido practicar un sistema alternativo a gran escala, no quiere decir que debamos conformarnos con la idea de que "esto es lo mejor que vamos a tener" (eso serĂa negar la misma historia humana, en la que la constante es el cambio), sino que hay que continuar analizando, criticando y proponiendo. Quizá manteniendo la discusiĂłn abierta en algĂşn punto podamos hallar la respuesta. Pensar "bueh, podrĂamos estar peor" me parece simple mediocridad y pereza mental.
Estamos viviendo una crisis. Pero como dice el lugar comĂşn, en chino "crisis" tambiĂ©n significa "oportunidad". Como dirĂa Homero Simpson, "oportuncrisis". Soy optimista; la crisis me alarma, pero no me desanima. De hecho, creo que la condiciĂłn normal de la historia humana es la crisis ¿quĂ© Ă©poca interesante no ha sido crĂtica? Claro, hubo momentos más crĂticos que otros, pero en esos momentos es cuando aparece la oportunidad de tomar un nuevo camino. Creo que podemos hacerlo.
Seguimos quemando cosas
Seguramente ustedes han oĂdo hablar de los biocombustibles, que sustituirán al petrĂłleo, porque el petrĂłleo se va a acabar. "¡QuĂ© maravilla!" pensarán algunos "Ya no dependeremos del petrĂłleo, sino que tendremos una fuente renovable de energĂa". Lo cierto es que la producciĂłn de biocombustiles podrĂa ser aun peor que la de combustibles derivados del petrĂłleo. Se talarán hectáreas de selva para cultivar los biocombustibles, lo que disminuirá nuestro suministro de oxĂgeno (ya nos venden el agua potable, ¿cuándo tardarán en vendernos el oxĂgeno?); se dejarán de producir alimentos para satisfacer la demanda de combustible.
Lo peor es que en principio los biocombustibles y el petrĂłleo se tratan de lo mismo: quemar cosas para obtener energĂa. Eso es todo: seguimos quemando cosas. ¿No les parece algo primitivo? ¿El ser humano que ha creado máquinas inteligentes y ha puesto los pies en la luna necesita seguir quemando cosas para obtener energĂa? Y de esta combustiĂłn seguirá emitiĂ©ndose CO2 la atmĂłsfera, contribuyendo al cambio climático. A fin de cuentas, no habrá cambiando gran cosa.
Entre los teĂłricos de la conspiraciĂłn existe la idea de que ya están disponibles formas de energĂa limpia y gratuita, pero que las grandes compañĂas, coludidas con los gobiernos, las mantienen en secreto para poder seguir haciendo negocio con los combustibles. No creo en esta teorĂa de la conspiraciĂłn, pero la idea en la que se basa no están demasiado lejos de la verdad.
En efecto, creo que esas tecnologĂas limpias y baratas no se han desarrollado porque las condiciones econĂłmicas y polĂticas actuales no lo han permitido. El desarrollo de estas tecnologias requiere de recursos, esfuerzo y mucha investigaciĂłn cientĂfica. Por desgracia, pocos polĂticos y empresarios parecen estar interesados en invertir en ello. La industria petrolera mueve más dinero de que cualquiera de nosotros es capaz de concebir. Y es que si todos tuviĂ©ramos autos de energĂa solar, si todas las cosas tuvieran una pequeña turbina de energĂa eĂłlica y un panel de captaciĂłn de los rayos solares ¿quiĂ©n se enriquecerĂa con ello? ¿QuĂ© harĂan los magnates del petrĂłleo? Los distribuidores de paneles solares sĂłlo ganarĂan por la venta de un equipo y quizá por sus periĂłdicos trabajos de mantenimiento. Y en el capitalismo salvaje (que no es sĂłlo un modelo econĂłmico, sino que conlleva un sistema de valores morales) no permitirá que surja algo que beneficie a la poblaciĂłn sin que un grupo de poder se enriquezca.
Para que la maquinaria del capitalismo siga funcionando es necesario que la población esté consumiendo continuamente. El combustible es algo que se consume continuamente, por eso el sistema lo necesita, por eso recurre a los biocombustibles, que no son más que la continuación del modelo petrolero: unos cuantos poderosos lo producen y se benefician de él, vendiéndolo continuamente a una población obligada a necesitarlo.
Pero el cambio no puede detenerse. Las otrora inaccesibles energĂas limpias ya están llegando a la gente comĂşn. Ya existen calentadores de energĂa solar en el mercado, y en los paĂses civilizados (en MĂ©xico no, claro está) ya se producen y venden autos hĂbridos. Lo de los biocombustibles bien podrĂan ser sĂłlo "patadas de ahogado" del sistema de "compra-usa-compra más", pero en nuestras manos está rematar este mortal y primitivo sistema de seguir quemando cosas.
Ya no somos individuos aislados, los humanos del siglo XXI somos ciudadanos del mundo, y es hora de asumir la responsabilidad. Deseo suerte a todas las personas que me leen.
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1 comentario:
jajaja la verdad esta curiosa esa foto jeje XD yo creo que si seria un buen cambio Obama como presidente de EE UU pero no creo que halla un cambio radical, al final siemrpe terminan matando al bueno de la pelicula en ese paĂs, prueba de esto el presidente Lincoln, Garfield, McKinley y Kennedy (claro no todos eran ejemplos a seguir pero lo que quiero decir es que querian hacer la diferencia, espero que no sea asi con Obama :(
Saludos
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