Hola, quĂ© tal. De nuevo me valgo de las sabias palabras de JosĂ© RamĂłn EnrĂquez, de quien tuve el privilegio de ser alumno. Hoy nos habla de la guerra contra el narco y la funciĂłn del teatro y el arte en nuestra sociedad:
En la actual dramaturgia mexicana, el tema del narcotráfico y la violencia que genera, desde la industria del secuestro hasta la corrupción de las autoridades, es central. Como también la descomposición del ser social en su conjunto por el miedo y la perplejidad ante el futuro.
Aun cuando vivo fuera de la Ciudad de MĂ©xico y desconozco la producciĂłn escĂ©nica inmediata, por razones profesionales llega a mĂ una considerable cantidad de textos. En estos dĂas han sido decenas los leĂdos. Y puedo asegurar que son temas recurrentes el tráfico y su violencia, que rebasa al Estado.
EscribĂ sobre ello en mi pasada columna y tambiĂ©n ha sido una de las más comentadas. A favor y en contra, justa e injustamente. Desde amigos entrañables que me explican cĂłmo la legalizaciĂłn no abatirĂa el consumo hasta otros que me felicitan por externar una idea tan valiente.
Ambos extremos son injustos. Quise dejar bien claro que no se trataba de abatir el consumo sino de bajar el ánimo prohibicionista de una sociedad que se ha olvidado de cuanto ocurrió en tiempos de la prohibición en Estados Unidos. Industrias que continúan las mafias procreadas por Capone y familia, las primeras interesadas en impedir la legalización de la droga.
Convencer de los daños que causan las drogas es labor de padres y maestros inteligentes, no de policĂas corruptos. Yo, que conocĂ el dolor del alcoholismo, puedo afirmar que se supera gracias a otros que sufren como uno, y en nada ayudan prohibiciones ni hipocresĂas. Y lo mismo puedo afirmar de otro vicio que tuve arraigado durante dĂ©cadas: dejĂ© de fumar porque quise. Y, estoy cierto, de que si hoy fumara y el tabaco se declarara fuera de la ley, buscarĂa mi dealer aun cuando arriesgara prestigio y seguridad.
No propongo la droga, propongo su legalizaciĂłn. Pero es tambiĂ©n injusto felicitarme como si la idea fuera mĂa. Yo sĂłlo planteaba renovar el “¡Prohibido prohibir!” de hace cuatro dĂ©cadas. La legalizaciĂłn de la droga se ha discutido mucho y tiene a su favor personalidades mucho más importantes, asĂ como estudios y libros a nivel mundial. Tantos y tan inteligentes que demuestran cĂłmo son intereses cĂłmplices del narcotráfico los que mantienen la ilegalidad.
Cito a nuestro narrador mayor, Carlos Fuentes, en reciente entrevista:
“¿AdĂłnde va el dinero generado por la droga? Va de MĂ©xico a Estados Unidos, y allĂ lo limpian los bancos. ¿Y quiĂ©nes son los grandes capos? No se sabe. Hay una responsabilidad muy grande de los norteamericanos al no atacar realmente este problema, y una responsabilidad nuestra al no lograr la uniĂłn de seis, siete, ocho paĂses que despenalicen el uso de la droga, que serĂa el primer paso. Que tras la despenalizaciĂłn va a haber más consumo, es cierto. Cuando Roosevelt despenalizĂł el alcohol no dejĂł de haber borrachos, lo que dejĂł de haber fue Alcapones.”
La desastrosa caĂda de un sistema financiero cuya especulaciĂłn favorece directamente a los narcos, hace Ă©ste un buen tiempo para tomar la bandera de la despenalizaciĂłn, tradicionalmente de la izquierda libertaria. Tiempo para ir a fondo, no para definir si la droga es buena o es mala, sino para demostrar que debe legalizarse por respeto a los derechos individuales y, sobre todo, porque el paĂs necesita invertir muchos millones que hoy se van a la “guerra contra el narco” en rubros que, como la educaciĂłn y el arte, serĂan un eficaz enemigo precisamente de la narcotizaciĂłn de nuestra sociedad.
Fuentes externa un miedo mayor como resultado de la situaciĂłn actual: la soluciĂłn autoritaria. Un miedo tambiĂ©n presente en muchos dramaturgos jĂłvenes. Algunos exageran la nota y llegan a afirmar que no ha habido cambios importantes desde el 68. Sin duda ha habido y muchos, precisamente porque el autoritarismo demostrĂł su sinsentido, pero es verdad que la tentaciĂłn está viva, independientemente de partidos e ideologĂas.
El actual “huevo de la serpiente” es aterrador no sĂłlo por las “cruzadas” de Bush el pequeño y la increĂble existencia de su Guantánamo, sino porque la gente cada vez pide más mano dura. Y, recordemos, asĂ han subido al poder los dictadores.
Esta entrada forma parte de la serie Memorias del Calderonato. Más reflexiones sobre la sociedad y el arte:
6 comentarios:
Completamente de acuerdo!!! Existe un miedo atávico a despenalizar el cannabis, cuando esto permitirĂa regulaciĂłn en su consumo que hoy es imposible.
Me encanta la manera en la que tu profesor expresa cĂłmo al final la responsabilidad es de las familias que educan y el que la tentaciĂłn de usar el poder se vuelve más recurrente. ¿Has visto el documental "Masacre en Columbine" de Michael Moore? Justo es eso: el miedo como fuente de control por parte del gobierno.
Saludos!
Gio.
Hola Ego!
Pues yo tengo mis reservas, con la legalizaciĂłn de cualquier droga. Y es que "una cosa lleva a la otra" y con facilidad se puede terminar con un movimiento pendular al otro extremo: de prohibir "todo" a no controlar nada.
Sin embargo, entiendo que la prohibiciĂłn actual, sĂłlo ha generado "capos".
Los comentarios del final son los que en verdad me preocupan. Cuando crece la inseguridad y la violencia, es natural que la gente pida "mano dura" y al final, en efecto, lo Ăşnico que sucede es que se validan las TiranĂas.
Espero, por el bien de MĂ©xico, que este no sea un camino que vayamos a recorrer.
Jorge
ese maik!:
RecordĂ© nuestro microdebate sobre la ciencia, ahora mesmo leo un libro que podrĂa interesate y me parĂ© en chinga loca para venir a la compu a recomendar. Es un sujeto tan grinch de la ciencia como podrĂa ser yo en algunas ocasiones... pero ese vato si sabe y lo fundamenta chingĂłn con einsteinismos, popperismos, bohrismos y demás... si tienes chance Ă©chale una hojeada al TRATADO CONTRA EL MÉTODO de Feyerabend, está en la central de la UADY, lo devuelvo el lunes.
Hartos saludos.
Gracias Isaac, lo tendré pendiente. Y gracias a todos por sus comentarios.
yo tengo un problema con esta entrada... espero que eso de narrador "mayor" que le pones a fuentes sea por la edad y no por otra cosa... aunque yo pondrĂa algunos más antes en la lista y el debate podrĂa ser muy bueno, no creo que quepa duda que Rulfo es nuestro narrador mayor... estarĂ© pendiente de las festividades halloweenenses... saludos
Uy, no soy yo quien dijo que Fuentes es nuestro narrador mayor, sino JosĂ© RamĂłn EnrĂquez. Sobre quiĂ©n es mejor, pues ahĂ queda el debate. Yo ahĂ mejor ni me meto.
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