¡Falacias! ¡Falacias, everywhere! - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

miércoles, 12 de marzo de 2014

¡Falacias! ¡Falacias, everywhere!


PRESENTACIÓN

Ha llegado el momento de abordar el tema de las falacias. Como ustedes sabrán, si alguna vez han tenido una conversación en Internet, las falacias son argumentos que tienen apariencia de validez, pero que en realidad son falsos, tramposos, engañosos. Ahora bien, me parece notar que últimamente existe una mayor consciencia de qué son las falacias y cuáles son los ejemplos más comunes (ad hominem, hombre de paja, etc.). Es decir, por lo menos se lee más a gente que sabe lo que significa la palabra "falacia" y tiene más o menos idea de en qué consisten algunas de ellas.

Pero surgen también nuevos problemas. Hay algunas personas que conocen los nombres de las falacias, pero no saben aplicarlas. Se ve en las discusiones entre ecécticos y hateos (S.A. de C.V.) en las que unos a otros se acusan de estar diciendo tal o cual falacia, y ninguno de los dos dice nada de provecho. Hay quienes, falazmente, acusan a los otros de usar falacias, y se vuelve un círculo vicioso. Para poder aclarar las aguas turbias, hay que entender que A: No todo lo que parece una falacia lo es; lo que hace a un argumento falaz es su irrelevancia o incongruencia (apoyarse en una fuente confiable no siempre es ad verecundiam; cuestionar la credibilidad de una persona no siempre es un ad hominem). B: Gritar como chango nombres de falacias no es argumentar, y aún si demuestras que la otra persona sólo está diciendo falacias, eso no significa que tú seas quien tiene la razón.

El otro problema es que ante la mayor consciencia de lo que son las falacias entre los internautas, los magufos se han construido una muralla protectora para poder seguir diciendo sus mamadas: las falacias son invento de la razón occidental (y lo occidental es más malo que Sauron, Cthulhu y Voldemort juntos): que pretende reglamentar el libre pensamiento. De esta forma, pueden seguir usando falacias para justificar sus creencias irracionales de la Nueva Era, porque ya de antemano rechazaron toda crítica.

Finalmente, no he podido hallar un solo sitio en el que se explique de forma completa, amena, con buenos ejemplos, las falacias que más a menudo encuentra uno en su paso la Internet. O son listados muy incompletos o a sus ejemplos les falta imaginación para cubrir todos los ámbitos en los que la misma falacia puede encontrarse.

Pues bien, teniendo en cuenta lo anterior, he decidido contribuir a la lucha contra la estupidización de la humanidad mediante una épica, pero digo, realmente ÉPICA serie de entradas sobre las falacias, empezando por este introducción. Antes de comenzar, por cierto, quizá quieran darse una vuelta para recordar mi Rápido curso de lógica práctica y mi entrada sobre las Debilidades mentales, pues algunos conceptos de por allá les servirán para comprender cabalmente este tema.

INTRODUCCIÓN


Bien, como decíamos más arriba, podemos definir falacia como un argumento que en apariencia es válido, pero que resulta lógicamente incorrecto una vez se le analiza con detenimiento. Estrictamente hablando, se le llama "falacia" si es dicha de buena fe, es decir, si quien sostiene tal argumento de verdad cree que es válido, mientras que se le da el nombre de "sofisma" si tal argumento está dicho con malicia, con el objetivo consciente de engañar. Para efectos prácticos, las llamaremos "falacias" en cualquiera de ambos casos.

Para tener una idea, una de las falacias más conocidas es el ad hominem, en la que se ataca a la persona que esgrime un argumento, en vez de el argumento en sí. Supongamos que alguien hace una crítica de las políticas de un gobierno X, y se le descarta por ser miembro del partido Y. "No le hagan caso, que es de la oposición", cuando lo importante es verificar si la crítica en sí es válida (en las entradas siguientes ampliaremos este tema).

Las falacias, debido a su apariencia de validez, son muy, pero muy comunes. Nos las encontramos en todos los ámbitos de nuestras vidas: desde las discusiones personales con nuestro seres cercanos, hasta en debates verdaderos sobre política, religión, ciencia o cualquier tema. Se usan con frecuencia en la publicidad, la propaganda y los medios de comunicación en general. Los charlatanes, merolicos, fundamentalistas religiosos y promotores de las pseudociencias son especialmente astutos en el uso de las falacias, pero los políticos, ideólogos y opiniócratas también son muy duchos en el arte del sofismo. De hecho, creo que es imposible evitar caer en ellas el 100% del tiempo, pues al fin y al cabo no somos seres perfectamente racionales, pero eso no significa que no podamos esforzarnos por mantener el pensamiento lo más claro posible.

""Falacia" viene de falo, ¿verdad?"

Por ejemplo, la falacia ad ignorantiam, o apelación a la ignorancia consiste en decir que como no sabemos algo, bien podría ser aquello que afirmamos. Así, en este tenor, alguien podría decir que como no sabemos qué es lo que sucede después de la muerte, nada nos impide suponer que vamos a reencarnar. Después de todo, nadie puede probar lo contrario. En realidad es al contrario: si no tenemos razones para suponer que algo es así, lo sensato sería no asumirlo. En fin, ejemplos de falacias los podemos encontrar en todas partes.

Pero, ¿cómo sabemos que esos argumentos que parecen válidos en realidad no lo son? ¿Quién dice lo que es válido usar como argumento y lo que no? Bien, primero debe entenderse que esto de las falacias no es simplemente un conjunto de reglas arbitrarias; es decir, no se trata de que alguien haya llegado y dicho que tal o cual argumento no era válido sólo porque no le gustaba. La detección de las falacias ha sido, en la historia del pensamiento humano, un proceso largo a través del cual se han ido "descubriendo" formas de pensar, de querer llegar a conclusiones, de pretender acertar a la respuesta correcta, que simplemente nos llevaban por el camino equivocado. La detección de las falacias viene a ser el resultado de darnos cuenta de cuáles razonamientos nos sirven y cuáles nos inducen al error, y ello es resultado de mucho pensar y comparar, desde Aristóteles hasta los días de Internet.

Va otro ejemplo famoso, el post hoc ergo propter hoc, que significa "después de, por lo tanto debido a". Como que una persona se cure de una gripa molesta después de visitar a un curandero, y asuma que se curó debido a su magia. En realidad, para concluir que A es consecuencia de B, no basta con observar que B sucedió antes de A: es necesario analizar mucho más. Bien podría ser que A y B fueran ambas consecuencias que C, o que no estuvieran relacionadas más que por la coincidencia. Considerar que A podría ser consecuencia de B es bastante razonable, pero no se puede concluir sin haber obtenido más información y poner a prueba nuestra suposición. Es decir, no podemos sacar una conclusión segura. En otras palabras, consideren las falacias como si fueran métodos o herramientas que se han descartado porque se ha visto que no dan resultado. Consideren el aprender a identificarlas como una forma de afinar nuestra mente para pensar de forma más clara y acertada.

Y así...

¡Pero, cuidado! No todo aquél que conoce nombres y ejemplos de falacias sabe detectarlas. Como decíamos arriba, lo que hace que una falacia sea tal es su irrelevancia o su incongruencia. Por ejemplo, volvamos con la falacia ad hominem: un hecho es un hecho sin importar quién lo diga, pero cuando no podemos ir a comprobar por nosotros mismos cuál es la verdad, es sensato y prudente confiar en un experto. Después de todo, sí es relevante si quien emite una opinión sobre una enfermedad que padecemos es un médico o un lego, o si quien nos narra un suceso es un testigo ocular o alguien que escuchó de oídas. A final de cuentas los hechos son los hechos, y tanto el médico como el testigo ocular podrían estar equivocados o estar mintiendo, pero ante la imposibilidad de comprobarlo todo de primera mano, es necesario recurrir a fuentes confiables (sobre tooodo esto elaboraremos en las siguientes entradas, lo prometo).

Muy a menudo las discusiones carecen de argumentación y se da el caso de que alguien sólo se pone a gritar nombres de falacias y luego se cruza de brazos muy complacido, como si eso lo hiciera ganar el debate. Y si ustedes dejan a dos ecécticos solos en un foro, no tardarán en acusarse los unos a los otros de ad hominem y hombres de paja, cada uno tratando desesperadamente de probar que él es el verdadero escéptico y que el otro no es más que un magufo cualquiera. Pero a veces eso que sañalan como falacia no es tal, sino un argumento válido que se parece una falacia. En otras palabras, muchos falacistas sabrán los nombres, pero no tienen mucho criterio a la hora de discriminarlas.

Muchos, además, confunden falacia (un argumento lógicamente inválido) con falsedad (una información factualmente errónea). Es muy fácil confundir la gimnasia con la magnesia, por desgracia.

¡Eso es un hombre de paja, idiota!

Eso nos lleva a la primera gran falacia de nuestro recorrido:

FALACIA DEL FALACISTA 

También llamada ad logicam o apelación a la lógica. Miren ustedes, el que una persona utilice falacias en su argumentación, no significa que lo que defiende esté equivocado. Mucho menos significa que por eso su oponente tiene la razón. Por ejemplo, si se da un debate entre alguien que apoya a la teoría de la evolución y un creacionista, y el evolucionista dice algo como:

-La evolución tiene que ser verdad porque es una idea muy antigua. Algunos filósofos griegos hablaron de que los organismos cambian con el tiempo...

-¡Ja! ¡Ésa es una falacia ad antiquitatem! Por lo tanto, la evolución es mentira. Perdónalos, Jesús.

En efecto, el evolucionista está cometiendo una falacia ad antiquitatem, de asumir que porque una idea es muy vieja y se ha sostenido desde hace mucho tiempo, es por ello verdadera. Pero el creacionista se está yendo por la falacia del falacista. Que el chavo evolucionista no sepa cómo argumentar y diga pura tontería, no significa que la teoría evolutiva esté equivocada, ni mucho menos que el creacionista tenga por eso la razón. Digan lo que digan ellos, la evolución sigue siendo un hecho científico demostrado. Claro, por lo general cuando los argumentos de alguien se apoyan en falacias, es sensato suponer que no tiene ni idea de qué es lo que dice y que ni vale la pena escucharlo. Pero bien puede ser que simplemente esté defendiendo una postura acertada sin saber cómo. Después de todo, el mundo está lleno de posers que repiten acríticamente lo que gentes más inteligentes que ellos han dicho. Claro que cuando toooodos los que defienden esa postura no tienen más que falacias, y del otro lado están los argumentos de verdad, podemos descartar esa postura como una tontería e irnos a dormir.




Y bueno, tampoco debemos olvidar que aprender a reconocer y evitar todas las falacias no garantiza que ganaremos todas las discusiones y convenceremos a todo el mundo, ¿eh? A menudo los sofistas usan tantas falacias tan seguido que el detenernos a explicar por qué cada una de las cosas que dijo es una tontería nos llevaría más tiempo del que vale la pena. Recuerda esto: querer razonar con una persona que ha renunciado al uso de la razón es como querer administrarle medicina a un cadáver.

Más aún, discutir con un campeón de las falacias (un magufo o un fanático) es como jugar ajedrez con un mono araña: mueve las piezas como le da la gana, avienta el tablero, se caga en la mesa y se va pavoneándose pensando que ganó.

He acomodado las falacias bajo diversos títulos. Esto no debe considerarse como una clasificación o categorización rigurosa. Mi criterio fue puramente editorial: para que quedara más o menos el mismo número de tópicos en cada entrada, y para que el conocimiento de cada falacia ayude a la comprensión de la siguiente.

Dicho esto, comencemos:

Las principales fuentes de este curso son estos tres libros:
  • Introducción a la lógica de Raúl Gutiérrez Sáenz
  • Lógica: Nociones y aplicaciones de Gustavo Escobar
  • A Short Course on Intellectual Self-Defense de Normand Baillargeon

7 comentarios:

Alexander Strauffon dijo...

¡Buen post, Ego!

Algo que deben saber identificar los estudiantes desde temprana edad: las falacias. Hay un episodio de los Simpsons que de forma comica y facilmente entendible lo ilustra: el del "esqueleto de ángel" encontrado en una excavación por Lisa, y la reaccion de la gente ante el hecho.

beto velez scipio dijo...

eso de comenzamos.. no se puede dar clik y entrar a tus escritos, que pedernal??

-antonio dijo...

Para beto velez scipio.

Significa que Maik aún no publica los artículos correspondientes, no sé si porque aún termina de escribirlos o está dando un lapso a cada publicación pero ya las tiene planificadas. En cuanto estén en línea irá agregando las ligas correspondientes.

saludos

ibinarriaga dijo...

Les recomiendo un buen “mockumentary” producido por la cadena de televisión La Sexta de España y dirigido por Jordi Évole sobre el golpe de Estado en España de 1981.
Saluditos!

ibinarriaga dijo...

El “mockumentario” se llama Operación Palace...

ibinarriaga dijo...

El link por si ocupan...
https://www.dailymotion.com/video/x1d6xpi

Maik Civeira dijo...

Gracias... ¿pero a qué viene esa recomendación?

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