Rogue One, la primera pelĂcula de Star Wars que no forma parte de los Episodios (si descontamos las
ahora apĂłcrifas pelĂculas de los Ewoks) cerrĂł un año lleno de secuelas,
refritos y adaptaciones de cĂłmics y videojuegos. ¿CĂłmo justifica su existencia
la octava pelĂcula de una saga que ha
estado presente desde 1977? ¿Corremos el riesgo de que Star Wars, uno de los Ăconos más grandes de la cultura pop del
siglo XX, se convierta en algo rutinario, como el Universo Cinemático de
Marvel, que cada año nos entrega dos o tres capĂtulos entretenidos pero irrelevantes?
Bien, yo creo que esta cinta se justifica porque Rogue One no sĂłlo es, a mi criterio, la mejor pelĂcula de Star Wars desde la TrilogĂa Original,
sino que es justo la que esta generaciĂłn necesita.
La comparaciĂłn con El
despertar de la Fuerza es inevitable, y tengo que empezar por decir que
aunque el Episodio VII me gustĂł bastantito, tampoco me entusiasmĂł mucho que
digamos. Es demasiado igual a Una nueva
esperanza, está llena de agujeros argumentales (“misterios”
innecesariamente crĂpticos, propios del creador de Lost) y, sobre todo, al plantear que nuestros personajes siguen
haciendo más o menos lo mismo en un escenario casi idéntico 30 años después,
vuelven irrelevante todo lo que pasĂł en la TrilogĂa Original, todas las luchas,
las victorias y los sacrificios.
Rogue One, en cambio¸ nos cuenta una historia importante. Quizá
no imprescindible: realmente no necesitamos
saber cĂłmo los rebeldes se robaron los planos de la Estrella de la Muerte, pero
vaya que nos gustarĂa saberlo.[1]
AsĂ, en vez de expandir innecesaria y artificialmente una historia que ya
estaba concluida (la nueva trilogĂa), o de desperdiciar con una narrativa torpe
la oportunidad de conocer un pasado que sĂ era relevante (la trilogĂa de
precuelas), Rogue One nos coloca en
tiempos de la saga original, para mostrarnos aspectos poco explorados de un
universo inmenso lleno de posibilidades.
Lo que hace Rogue One para los fans de Star
Wars es precisamente eso: mostrarnos otra cara de algo que ya conocĂamos y
amábamos. Nos muestra la Guerra Civil Galáctica ya no desde el punto de vista
de la princesa y el caballero Jedi, de los Sith y los altos oficiales del
Imperio, sino desde el ángulo de los rebeldes anĂłnimos, esos que veĂamos morir
sin gloria en las batallas de Yavin, Hoth o Endor. Rogue One baja a Star Wars
al nivel de la calle, literalmente, y nos muestra que la guerra siempre es un
asunto sucio, en que hasta “los buenos” se ven obligados a llevar a cabo
acciones moralmente cuestionables, y en que los inocentes pueden quedar
atrapados en el fuego cruzado. La realizaciĂłn de las secuencias de batalla
parecen salidas de pelĂculas bĂ©licas y de inmediato traen a la mente nombres
como Vietnam o Irak, y he allà uno de los más grandes aciertos de la dirección
de Garreth Edwards.
Visualmente, recupera la estética
de la TrilogĂa Original (aunque, para ser justos, eso ya lo habĂa hecho El despertar de la Fuerza). De nuevo estamos
en una Galaxia en la que se ven las huellas de décadas, siglos y milenios de
historia, expandiéndose mucho más allá de lo que actualmente nos están
narrando; ahà están las ciudades atestadas y las grandes extensiones con apenas
algunos habitantes; mundos en la que la tecnologĂa, los edificios y la
indumentaria de los personajes, en su suciedad y su imperfecciĂłn, crean la
ilusiĂłn de vida, de que en este mundo
se ha vivido, se ha luchado, se ha padecido o triunfado, en contraste con el
aspecto flamante, pulcro y estĂ©ril de la trilogĂa de precuelas.
¿La gran debilidad de Rogue One? Sus personajes. Planos, poco
dibujados, sin un arco que nos permita verlos evolucionar. Con cierta simpatĂa,
pero sin mucho carisma, ni mucha quĂmica entre ellos tampoco. Es una novedad y
un progreso que la protagonista sea una mujer, pero hasta Jyn Erso
(interpretada por Felicity Jones) es el cliché del personaje sufrido que ha
caĂdo en el cinismo y que redescubre el significado de la vida al entregarse a
una causa noble. Hasta el villano principal es bastante blandengue, pero bueno,
igual es que está a la sombra de un inesperado Tarkin y de un glorioso Darth
Vader. Quizás el personaje más memorable de la cinta sea el cáustico droide
K-2SO, interpretado por Alan Tudyk.
Sin embargo, creo que esa debilidad
queda compensada porque me parece que la intenciĂłn de la cinta no es tanto
caracterizar a cada personaje individual sino darnos un retrato de la RebeliĂłn
en su conjunto: asĂ vemos a los “radicales” de Saw Gerrera (Forest Withaker)
que no temen usar métodos drásticos, pero efectivos, para enfrentarse al
Imperio; al temerario Cassian Andor (Diego Luna), que hace el trabajo sucio de
la RebeliĂłn; al desertor Bodhi Rook (Riz Ahmed), que ha visto demasiados
horrores y busca la redenciĂłn; a los restos de la antigua religiĂłn Jedi, el
cĂnico Baze Malbus (Jian Wen) que ha perdido la fe, y su camarada Chirrut ĂŽmwe
(Donnie Yen) que se aferra a ella. La próxima vez que vean Una nueva esperanza, al aparecer en pantalla el texto inicial, notarán
que ahora tiene una mayor carga emotiva. El Imperio es aún más aborrecible, la
Estrella de la Muerte es aún más aterradora, y los sacrificios que han sido
necesarios para que al final, rayando, Luke Skywalker logre destruirla, hacen
esa victoria todavĂa más significativa. En otras palabras, Rogue One enriquece la saga de Star Wars.
Pero aunque esta cinta está llena de referencias y conexiones a las pelĂculas originales y al Universo
Expandido (chequen los cameos de los personajes de la serie Rebels), la pelĂcula es perfectamente
disfrutable para los no iniciados. Incluso me parece un excelente primer
acercamiento a la saga, si tienen alguna amistad que no sepa nada de ella.
Sobre todo, Rogue One es, como dije al principio la pelĂcula de Star Wars que esta generaciĂłn necesita
(y que, sin saberlo, yo habĂa deseado ver durante años). En un ambiente en el
que crece el odio y el autoritarismo gana terreno, nos presenta la lucha de un
grupo de marginados (los personajes principales pertenecen a alguna minorĂa
Ă©tnica y están liderados por una mujer), contra una tiranĂa fascista compuesta
por militares que son hombres blancos. Los mismos escritores de la cinta, Chris
Weitz y Gary Whitta, tuitearon al respecto el mismo dĂa de la victoria de
Donald Trump en los Estados Unidos, y la
relevancia polĂtica de esta cinta quedĂł de manifiesto cuando los blancos
supremacistas de la alt-right
llamaron a un boicot en su contra por considerarla “propaganda feminista y
racismo contra los blancos”.
Rogue One, la pelĂcula más adulta y sombrĂa desde El Imperio contraataca, la que no tiene
mascotas adorables para vender a los niños ni historias de amor forzadas, es la
que esta generaciĂłn necesita porque nos recuerda que las revoluciones se fundan
en la esperanza, esperanza de que no serán en vano los sacrificios de quienes
no vivirán para ver la victoria, esperanza de que la tiranĂa puede ser
derrotada y un mundo mejor puede construirse, esperanzas que pueden derrotar a
la apatĂa y al miedo.
Si te gustĂł este artĂculo, no te pierdas estos otros:
[1] En
el Universo Expandido habĂa toda una serie de historias “oficiales”, a menudo
contradictorias, sobre cĂłmo habrĂa sucedido esto. Ninguna es tan buena o tan
interesante como Rogue One.
12 comentarios:
Muy interesante tu comentario. Disfrute la pelĂcula. Debo defender a las precuelas porque los episodios I y III son la razĂłn de que vea Star Wars. AsĂ, agregarĂa que el mensaje de las precuelas tambiĂ©n es necesario para nuestra generaciĂłn; porque aunque tal vez no haya sido bien narrado, pose una advertencia sobre cĂłmo caen las repĂşblicas que, creo, no ha sido debidamente valorada por muchos. Ojalá algĂşn dĂa un loco visionario escritor de House of Cards haga un spin off de la vida de Palpatine. Hay un video muy bueno en YouTube que compara a Palpatine y a Trump https://m.youtube.com/watch?v=g75slyNZKjI
Pues a no co, ¿que es? ¿Eh? ¿Por? ¿Pero que paso? No mas.
A mĂ tambiĂ©n me gustan las precuelas. Creo que a pesar de la torpeza tienen cosas muy rescatables. Y Episodio III me parece digno de la TrilogĂa Original.
A mi me gustó tambien, más que la anterior. Veremos si mantienen el liston con la de han Solo. Y que buena explicación le dieron a la falla de la estrella de la muerte. Ahora sabemos que fue sabotaje.
PELIGRO DE SPOILERS
SĂ, es muy buena. Dejando de lado los personajes aburridisimos, los diálogos penosos, el montĂłn de momentos clichĂ© (la muerte de Garen me pareciĂł insoportable) y ese Grand Moff Tarkin que parecĂa salido de una cutsecene de un juego de PS2.
Ego, ¿sabias que, segĂşn el historiador Jaime Manuel Alvaro Menendez, Miranda y BolĂvar podrĂan ser considerados como precursores del "DĂşo Dinámico"?
La historia me parecĂo muy árida al principio, aunque al final mejora. Lo que no me agradĂł mucho fue la versiĂłn digital del gobernador Tarkin. De inmediato me dĂ cuenta que el personaje habĂa sido generado por comuputadora.
DespuĂ©s de la muerte de Carrie Fisher se informĂł que ya habĂan grabado el episodio VIII. Lo que no se sabe es que vaya a pasar con su personaje en el episodio IX. Yo deseo que no vuelvan a mostrar una princesa Leia virtual con los mismos espantosos efectos especiales.
OK, me convence tu discurso sobre el "compromiso" polĂtico de esta peli, pero no puedo por menos que pensar cĂnicamente cĂłmo casa con el hecho de que sea, no solo ya una producciĂłn de Hollywood, sino un prodcuto de la Disney. ¿QuĂ© me/nos estamos perdiendo? ¿Por dĂłnde no está metiendo doblada toda la carga ideolĂłgica que les interesa a los ricos accionistas detrás de la/s empresa/s que ha producido esta cinta¿ ¿O la de los propios artistas que, como profesionales liberales con acceso a grandes cantidades de pasta, serĂa sorprendente que no resultasen más bien inmobilistas?
Te respondo con unos extractos de mi entrada sobre el estudio de la cultura pop:
"En esa gran enciclopedia colectiva que es TV Tropes existe una entrada de un fenĂłmeno conocido como “The man is sticking it to the man”, que se podrĂa traducir como “El sistema se está chingando al sistema”. Se refiere a que a menudo el establishment convierte a la rebeldĂa y sus sĂmbolos en productos de consumo capitalista. Pero tambiĂ©n advierte que las mentes creativas detrás de las obras que se venden como cultura pop no son parte del establishment, sino muchas veces personas igual de crĂticas con Ă©l que logran introducir sus mensajes de rebeldĂa en esos productos, que los amos corporativos dejan pasar porque, resulta, son muy taquilleros."
http://egosumqui.blogspot.mx/2016/01/por-que-estudiar-la-cultura-pop.html
Muchas gracias por responder, Maik. He descubierto tu blog hoy, asĂ que ya irĂ© leyendo entradas anteriores (tiempo mediante). Lo que comentas va en la lĂnea de algo que le aĂ a Michael Moore hace años explicando por quĂ© podĂa seguir trabajando en tv en lugar de ser censurado. Se entiendo entonces que identificas tal fenĂłmeno con lo que ocurre con Rogue One, lo que me parece perfecto y celebro, aunque echo en falta un análisis más profundo de por quĂ© es el caso, que descarte la presencia de otros discursos combinados que al final subviertan lo que sĂ has detectado. Digo que estarĂa bien hacer el análisis, ¿eh?, no es una indirecta para que lo hagas ni nada. :D
Hola. Hice un análisis un poco más detallado de la polĂtica en Star Wars aquĂ, por lo que no considerĂ© necesario profundizar en esta entrega:
http://egosumqui.blogspot.mx/2013/05/ideologia-y-politica-en-star-wars-la.html
Me parece curioso eso que mencionas sobre "digno" de la trilogĂa original. Tal vez es porque crecĂ en otra Ă©poca, pero mi idea de SW siempre ha tenido las precuelas en el nĂşcleo de lo que significa SW. Sobre la descripciĂłn que haces del aspecto "estĂ©ril" de las precuelas, siempre he pensado que es una manera en que Lucas transmite la sensaciĂłn de la añoranza con que los rebeldes que luchan contra el Imperio recuerdan la grandeza idealizada (y probadamente falsa) de la RepĂşblica. El aspecto limpio de las Precuelas en este sentido tiene una razĂłn serĂa de ser dentro de la propia narraciĂłn y la idea de que estamos escuchando una historia de tiempos legendarios, cuando se suponĂa que todo era mejor. Los diálogos caballerescos, la orden Jedi estoica, todo contribuye a transmitirme esa sensaciĂłn de ver un mundo de leyendas. Por eso me gustan tanto esas tres pelĂculas y creo que aportan mucho a mi experiencia de la historia Galáctica.
Publicar un comentario