La Nueva Trilogía: lo bueno, lo malo y lo que puede ser - Ego Sum Qui Sum

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lunes, 16 de diciembre de 2019

La Nueva Trilogía: lo bueno, lo malo y lo que puede ser




Star Wars: Episodio IX, El ascenso de Skywalker está a pocos días de estrenarse. Como buen ñoño que ama Star Wars con la fuerza de un millón de soles, ya tengo mis boletos para la premier de media noche, así que les tendré una video-reseña pronto.

Mientras tanto, quiero compartirles desde el fondo de mi corazón lo que yo quisiera ver en el Episodio IX, y lo que temo que podría pasar. Por eso, aquí les dejo mi nuevo video. Muchas de estas ideas ya las había expresado en mis respectivas reseñas del Episodio VII y del Episodio VIII, por si quieren pasar a revisitarlas.

Como siempre, quiero agradecer a mi amigo Daniel Cuevas, que está haciendo de manager para que esto sea posible. Para los que prefieren leer, les dejo la transcripción aquí abajito.


Lo que espero del Episodio IX se puede expresar en una sola palabra: OSADÍA. Quiero que los creadores se atrevan a cosas nuevas e inesperadas. Temo que no lo hagan, que el director J.J. Abrams se quede en una zona de confort en la que eche mano de sus viejos trucos y que dependa de la nostalgia de su público para mantener la atención. Es decir, que vuelva a hacer lo que hizo en el Episodio VII.

Verán, la primera peli de Star Wars era muy osada. Tan fue así, que ningún estudio de Hollywood la quería producir en un principio: parecía una locura. No era algo completamente nuevo, desde luego, porque nada lo es, pero absorbía un montón de influencias y las mezclaba de una forma que se presentaba como algo fresco, completamente diferente a lo que estaba en las salas de cine a finales de los 70.

El Episodio V se volvió legendario porque se atrevió a hacer muchas cosas inesperadas, incluyendo uno de los giros argumentales más memorables de la historia del cine. El Episodio VI no podía darse ese lujo, porque tenía que cerrar con un final feliz, y aun así se las arregló para mostrar situaciones y escenarios nuevos, y redondear dignamente sin dejar suelto ningún cabo importante.

Con todo y sus fallos, la Trilogía de Precuelas se esforzó mucho por mostrarnos cosas nuevas en cada episodio, incluyendo acción submarina, decenas de caballeros Jedi en combate, batallas masivas de escala épica, planetas con aspectos que nunca habíamos visto, etc. Además, los personajes, el escenario y el conflicto, aunque relacionados con los de la Trilogía Original, eran otros y muy diferentes. Las precuelas cumplían con responder a las preguntas sobre cómo era la Galaxia de Star Wars antes de la Trilogía Original.


Mi problema con la Nueva Trilogía es que nos presenta una situación demasiado similar a la de la primera terna, con sus equivalentes al Imperio y la Rebelión haciendo más o menos lo mismo, y sus respectivas versiones de Luke, Han, Vader, Tarkin, Sidious y R2. Si la Trilogía de Precuelas creó varios momentos que “rimaban” con otros de la Trilogía Original, el Episodio VII repite paso a paso todo lo ocurrido en el Episodio IV, incluyendo una nueva Estrella de la Muerte.

Existe un concepto llamado “sequel reset”, que consiste en iniciar una secuela en una situación prácticamente igual a la de la primera película. Por ejemplo, Los patos salvajes trata de un equipo de hockey de chavitos tetos y perdedores, que a lo largo de la cinta se convierten en unos campeones. Cuando salió la secuela, el equipo había vuelto a ser un montón de perdedores, de forma que la trama de la primera película podía repetirse tal cual, porque a los creadores no se les ocurrió otra cosa.

Siento que eso pasó con la Nueva Trilogía. Me encantan los personajes, me encanta Rey, y ya era hora de que Star Wars tuviera una Jedi mujer como protagonista. Me encanta que Kylo sea un Alt-Righter Millennial quejumbroso y berrinchudo; creo que capta a la perfección la forma de ser de los neofachos. Me encantan Finn, Rose, Poe, Hondo y todos los demás. Es sólo que no estoy satisfecho con los escenarios que se han construido para ellos.

Cuando George Lucas creó Star Wars, tomó muy variadas influencias, incluyendo la ciencia ficción clásica, las películas de vaqueros, el cine de Kurosawa, los documentales de la Segunda Guerra Mundial, la historia misma de la humanidad y un largo etcétera. Por eso es un universo tan rico.


Pero cuando Abrams quiso continuar Star Wars, se inspiró en… Star Wars. Nada más. Muchos se quejaron de que la Trilogía de Precuelas “no se sentía como Star Wars”. La Nueva Trilogía parece tener tanto miedo de no ser Star Wars, que no se atreve a ser nada más.

“Pero Maik, el punto de la Nueva Trilogía es que muestra cómo el fascismo, que ya creíamos derrotado, puede regresar. La Primera Orden es al Imperio como la nueva ultraderecha es al fascismo del siglo XX, por eso tantas repeticiones.”

Ok, sí… pero no. Toda la idea de que la Primera Orden son como ñoños Alt-Righters es brillante. Pero eso no justifica el repetir lo mismito sin esforzarse por idear situaciones nuevas, con todo y una maldita Estrella de la Muerte.

Miren… la historia de cómo la Antigua República se convierte en el Imperio, con una democracia en crisis, una creciente militarización y la paulatina concentración del poder en un líder carismático, recuerda a cómo la República de Weimar terminó convirtiéndose en el Tercer Reich.

En cambio, la Nueva República, que ve crecer en sus fronteras la amenaza de un Imperio revivido en la Primera Orden, pero la ignora por querer jugar a los liberales buena onda que apuestan por el apaciguamiento, hasta que es demasiado tarde, recuerda más bien al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Para Alemania y la Antigua República, el enemigo creció adentro. Para Europa y la Nueva República, el enemigo atacó desde afuera.


Ésa es una gran historia: el fracaso de una democracia liberal para reconocer el peligro que encerraba el nuevo fascismo, y la admisión de que el ala radical (la Resistencia) tenía razón y había que golpear a los nazis desde el principio. Es una gran historia que capta eso de “la Primera Orden es al Imperio como la nueva ultraderecha es al Tercer Reich” sin repetir la misma estructura de la vez anterior.

El problema: esa historia no está en la Nueva Trilogía, sino en el Universo Expandido. Si sólo ves Episodio VII todo parece haber sido reseteado de vuelta al Episodio IV y no entiendes por qué las cosas están como están, o cuál es la relación de la Nueva República con la Resistencia o la Primera Orden.

“Pero Maik, cuando salió la Trilogía Original tampoco sabíamos cómo había surgido el Imperio ni la Rebelión, y no lo necesitábamos.”

Es cierto, pero los Episodios del IV al VI forman una narrativa autocontenida y conclusiva. La Nueva Trilogía existe como parte de una narrativa mayor y, como tal, falla al relegar algunas de las cosas más importantes al Universo Expandido. Todo para que la historia de la Trilogía Original pueda repetirse casi por completo.


Y luego está el fetiche de Abrams y su punto débil más débil: los misterios. Abrams literalmente ha dicho que cree que contar una historia es mostrarle al público una caja, decirle que adentro hay algo misterioso y luego tenerlo esperando a que ese misterio se revele. Pero, además de que misterios y cliffhangers no es el estilo de Star Wars, y como lo que hace Abrams no es narrativa, sino un truco (el único que se sabe, además) para mantener la atención del público, y el señor no tiene idea de cómo resolver esos misterios de forma satisfactoria, ni hacerlos relevantes, ni mucho menos integrarlos al final en una narrativa coherente, la cosa suele acabar mal.

¿Quieres saber por qué Palpatine está de vuelta y cómo la creación de la Primera Orden fue su plan todo el tiempo? ¡Lee el Universo Expandido! Por supuesto, no creo que Abrams vaya a tomarse la molestia de explicarlo, o siquiera mencionarlo, porque para él una historia interesante es una en la que no sabes qué merga está pasando, o quizá porque es completamente incapaz de hacer world bulding y sólo se le ocurre aventar una tras otras cosas que a él le parecen cool.

Quisiera una película que completara la narración de la trilogía y de la saga completa, no un episodio aislado que omitiera un montón de información, la cual después deba checar en el Universo Expandido para entender qué acabo de ver.

En cambio, vean el Episodio VIII, Los últimos Jedi, de Ryan Johnson. En apariencia sigue punto por punto lo que sucede en El Imperio contraataca, pero cada vez que parece que va a hacer lo mismo ¡PUM! deconstruye o subvierte, y sorprende a todos yéndose por otro camino. De paso, se deshace de los misterios estúpidos de Abrams, volviendo irrelevante la ascendencia de Rey y eliminando la posibilidad de que El regreso del Jedi se repita tal cual. Ésa es una película osada.


Sigue sin encantarme la premisa de la Nueva Trilogía, pero Los últimos Jedi es tan buena que justifica su misma existencia. Sí, lo dije. Suelten su rant en los comentarios. Los últimos Jedi revivió mi fe en el futuro de Star Wars, y me habría encantado que Johnson dirigiera la trilogía completa.

Pero ahí viene Abrams. Anunció ya el regreso de Palpatine. Anunció el regreso de la Estrella de la Muerte. Ah, y la sala del trono se posó delicadamente sobre Endor, a pesar de que vimos la cosa completa reducirse a átomos en el espacio. Ni la caída a través de la atmósfera de la luna la desbarató.
Por favor, no me digan que esto es nitpicking. Sé que Star Wars no sigue precisamente las leyes de la física, pero hasta la fantasía más fantástica debe tener cierta coherencia interna. Vimos. Esa cosa. Explotar. Además, esto lo hace Abrams para masturbarnos la nostalgia, de la misma manera que inverosímilmente recuperó el sable de Anakin. Mismo que Johnson se encargó de destruir.

Porque Los últimos Jedi nos dice: aprende del pasado, pero sigue adelante. Pero Abrams llega corriendo a decir “¿seguir adelante? ¡No, no, no! Aquí está el sable de Anakin, aquí está la máscara de Kylo, aquí está Palpatine, aquí está la Estrella de la Muerte y Rey va a ser alguien con pedigree, lo prometo. No se preocupen, chavorrucos, ahorita los regreso a su zona de confort.”


Así que, como ven, no soy fan de Abrams. Ni siquiera voy a empezar con lo que le hizo a Star Trek, de las cuales la tercera, en la que no está él, es la mejor. Creo que es un narrador más o menos competente, pero que juega a lo seguro y que no vino a revolucionar nada. Todo lo contrario de Lucas, un narrador a menudo torpe, que sin embargo tenía grandes ambiciones. Star Wars en el cine merece ser algo extraordinario, no cada episodio más de lo mismo.

En conclusión, los errores de la Nueva Trilogía se pueden resumir en: no intentar nada nuevo, plantear un montón de misterios inútiles en la primera entrega, y relegar al Universo Expandido las líneas argumentales más interesantes e importantes, las que conectan una serie con otra, las que narran cómo los personajes y el mundo que conocíamos devolucionaron hasta volver al punto de partida. Lo que deseo, sin muchas esperanzas, es que Abrams se atreva a dejar esos vicios atrás.

Oigan, tampoco crean soy uno de esos haters de la Nueva Trilogía. Me encató Los últimos Jedi y El despertar de la Fuerza me gustó bastante. Estuvo chida, y estoy seguro de que El ascenso de Skywalker será por lo menos una película chida. Iré con una mente abierta, para ver qué tiene que ofrecer.


Yo amo Star Wars. Todo Star Wars: las películas, las precuelas, las secuelas, los spin-offs, las series, los cómics, los videojuegos, los libros. En verdad amo todo eso. Pero les diré algo de lo que me he dado cuenta con el tiempo: Star Wars es dos cosas, la Trilogía Original y todo lo demás. Y mientras más hay de lo demás, más de doy cuenta de que sólo necesito la Trilogía Original.

PD: Otra cosa que tampoco quiero ver es que Rey y Kylo terminen juntos. Eso no es romántico, no mamen, sería súper tótsico. No olviden darle click a todos los botones que puedan y comentar lo mucho que estoy equivocado. Abur y que la Fuerza los acompañe.


Para ver qué pensé de cada peli, checa:

3 comentarios:

Danielov dijo...

Io ké c, no soi 100tífico :P

Joseph_l182 dijo...

Veo que no soy el único que opina que JJ sobre valorado no es más que un publicista vanagloriado que sirve para armar campañas virales y generar expectativa pero no sirve ni como director ni como guionista, no solo arruinó Star Trek, también arruinó Star Wars, al igual que su versión de Star Trek, la trama no tiene sentido salvo que te leas los comics para conseguir valiosa información que medio llene los huecos argumentales, en el caso de Star Wars necesitas leer las novelas y hasta jugar los videojuegos (o a acudir a algún blog o canal de youtube donde algún friki generoso suba los resúmenes).

Creo que lo que más me molesta es que a base de repetir su único truco que es meter misterios misterioso por el solo hecho de ser misterios misteriosos que ni el mismo tiene idea de que son ni como resolver para acabar tirándolos con alguna conclusión simplona de último minuto y que le evite dar una respuesta tiene a medio Hollywood tirándole flores.

En fin esperemos que al menos nos de un producto disfrutable y que no le permitan arruinar ninguna otra franquicia ni seguir produciendo alguna otra cosa.

Maik Civeira dijo...

Uff, me alegra que estemos de acuerdo, Joseph. Gracias por comentar. Próximamente, mi reseña de Ep IX.

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