Felices dĂas, mis queridos contertulios. La semana pasada exploramos la obra de George Griffith para comprender un poco el panorama mental de Europa en los años antes de la Primera Guerra Mundial. Ahora nuestra máquina del tiempo nos llevará a los Estados Unidos despuĂ©s de la Gran Guerra y justo al iniciar la Segunda. En esta ocasiĂłn la obra que nos permitirá recorrer el escenario de entreguerras será nada más ni nada menos que una caricatura clásica.
¿Se acuerdan de cuando Cartoon Network era chido y pasaban caricaturas viejitas? Bien, yo amaba todos esos cortos de la Era Dorada de la AnimaciĂłn y hubo uno en especial que me cautivĂł por lo fuerte de su imaginerĂa y lo ñoño cursi conmovedor de su mensaje. Se trata de Peace on Earth, una caricatura post-apocalĂptica de Navidad con animalitos que hablan. SĂ, sĂ© que oye loco, pero ustedes sigan leyendo.
CorrĂa la temporada navideña de 1939; la Segunda Guerra Mundial ya habĂa iniciado en Europa ese mismo septiembre y enviar un mensaje navideño alentador no parecĂa cosa fácil. AĂşn asĂ, los estudios Metro-Goldwyn-Meyer aprobaron la realizaciĂłn de un corto animado producido por el legendario Fred Quimby, dirigido por el galardonado Hugh Harman y con el talento actoral del gigantesco Mel Blanc. O sea, puro peso pesado de la Era Dorada, y como bonus, la participaciĂłn del Coro Infantil de Hollywood.
Después de ver al clásico e inolvidable león de la Metro, inicia el corto animado con escenas invernales. La nieve cae sobre las ruinas de la civilización humana y sus artefactos de guerra, mientras un angelical coro entona la clásica canción navideña I Heard the Bells on Crhistmas Day, que contiene el verso "paz en la tierra, y buena voluntad a los hombres".
La cámara se mueve y vemos una ciudad diminuta en la que algunas de las casas están construidas en los cascos de los soldados muertos hace mucho. Imagen poderosa. Luego descubrimos que quienes entonan la celestial melodĂa son un grupo de ardillitas tan adorables que dan ganas de sacarse los ojos.
Un viejito ardilla camina entre las calles nevadas hasta llegar a casa de sus adorables nietos, quienes le preguntan intrigados el significado de la canciĂłn, en especial esas lĂneas sobre "buena voluntad a los hombres". Porque, verán, ellos no saben quĂ© son los hombres, y eso se debe, como dice el abuelo, a que los hombres se han extinto desde hace tiempo. Zaz.
Es entonces cuando el abuelo ardilla cuenta la historia de la muerte de todos los hombres, y Ă©sta la mejor parte de todo el cortometraje. Los hombres son descritos como monstruos cubiertos de metal que se dedicaban a matarse unos a otros, a tal grado que guerrearon hasta extinguirse por completo.
Esta Ăşltima guerra de la humanidad es retratada con imaginerĂa sacada directamente de la Primera Guerra Mundial: máscaras de gas, alambres de pĂşas, rifles con sus bayonetas, ametralladoras, tanques, morteros, trincheras, fango... Todo el diseño corresponde al del conflicto que destrozĂł Europa entre 1914 y 1918 (aunque los aviones se ven ya más modernos, de acuerdo a la Ă©poca en que se realizĂł la caricatura). La lucha bĂ©lica termina con otra poderosa imagen: la mano del Ăşltimo hombre hundiĂ©ndose en el fango.
Esta Ăşltima guerra de la humanidad es retratada con imaginerĂa sacada directamente de la Primera Guerra Mundial: máscaras de gas, alambres de pĂşas, rifles con sus bayonetas, ametralladoras, tanques, morteros, trincheras, fango... Todo el diseño corresponde al del conflicto que destrozĂł Europa entre 1914 y 1918 (aunque los aviones se ven ya más modernos, de acuerdo a la Ă©poca en que se realizĂł la caricatura). La lucha bĂ©lica termina con otra poderosa imagen: la mano del Ăşltimo hombre hundiĂ©ndose en el fango.
Luego, despuĂ©s de la destrucciĂłn, la vida continĂşa. Los animalitos del bosque (más ternura insoportable) salen de sus madrigueras una vez que las explosiones han terminado. Encuentran entre las ruinas de la humanidad una iglesia y en ella un libro, la Biblia. El Señor BĂşho, con su sabidurĂa legendaria, entiende que la Biblia es un buen libro de reglas sencillas para vivir en paz. Tras leer las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, los animalitos del bosque desarrollan su propia civilizaciĂłn, con todo y Navidad, pero a diferencia de los malvados humanos, ellos sĂ viven en paz. La Tierra sin hombres conoce asĂ la paz eterna. Y entonces todos vomitamos miel.
Ok, hay bastantito que se le puede sacar a este breve cortometraje. Para empezar podemos y debemos admirar su realizaciĂłn. La animaciĂłn es estupenda, tanto en las sombrĂas secuencias de guerra y destrucciĂłn, como en los momentos de animalitos adorables. Por favor, tĂłmense un momento para apreciar la pintura de los fondos, la maestrĂa con la que se maneja la luz y las sombras, la animaciĂłn de la nieve, el agua, el lodo.... y claro, las caritas de esas ardillas, por Deos, que me derrito de tanta bonitez.
Pero tambiĂ©n hay algunos aspectos este cortometraje que seguramente les han llamado la atenciĂłn, pues reflejan la mentalidad de la Ă©poca de entreguerras. Empecemos por eso del fin del mundo. Miren ustedes, la Primera Guerra Mundial fue algo inĂ©dito en la historia humana, y eso que llevamos bastante tiempo dedicados a matarnos los unos a los otros. No es raro que los años que vinieron fueran vistos como una era post-apocalĂptica. Los ideales de la modernidad habĂan fracasado o sido traicionados, la civilizaciĂłn habĂa demostrado ser una cosa sumamente frágil, y la tecnologĂa al servicio de la guerra se convirtiĂł en la nueva pesadilla para la humanidad. AsĂ, ya no parecĂa imposible que una gran guerra fuera capaz de barrer a la civilizaciĂłn humana de un plumazo. Como reflejo de este sentir tenemos como Beyond Thirty, del maestro del pulp, Edgar Rice Burroughs (el creador de Tarzán y John Carter), que tambiĂ©n trata de una Europa que queda reducida a la barbarie despuĂ©s de una guerra continental. Vaya, y eso que todavĂa no habĂan vivido la Segunda...
Otro punto serĂa la vieja y conocida misantropĂa, el odio o desprecio hacia la raza humana, y que muchos ambientalistas y animalistas practican hoy en dĂa: la idea de que la humanidad es esencialmente maligna y que el mundo estarĂa mejor si los Homo spiens nos extinguiĂ©ramos toditos. Esta ingenuota nociĂłn llega al colmo de la ridiculez al asumir que los animalitos lo harĂan mejor que nosotros. Por supuesto, estas ideas se caen por tierra cuando uno sabe que los animales, hasta los más bonitos y pacĂficos, llevan vidas terriblemente violentas; que el mundo animal está lleno de muerte, canibalismo, infanticidio, violaciĂłn, guerras, territorialidad y otras linduras; que de hecho nuestros impulsos agresivos no son el resultado de la civilizaciĂłn corrupta, sino la herencia de nuestro origen animal, y que si hemos ido temperando o desterrando esos impulsos poco a poco ha sido un proceso lento y tortuoso (sĂ, Hobbes tenĂa razĂłn). No puedo dejar de pensar que en ese momento el Señor BĂşho no se pondrĂa a leer la Biblia, sino que se comerĂa a los bebĂ©s ardilla sin tantita pena.
Pues sĂ, sin la humanidad la Tierra no estarĂa sufriendo ahora los efectos de la desforestaciĂłn, las extinciones masivas, la contaminaciĂłn de los ecosistemas y el cambio climático. En vez de eso, tendrĂamos un mundo en el que todas las criaturas llevarĂan una vida rutinaria de nacer, crecer, reproducirse y morir, sin arte, sin ciencia, sin filosofĂa, sin creaciĂłn; un universo maravilloso sin una inteligencia que se maraville de Ă©l. Y si piensan que no hay forma objetiva de decir que un mundo con seres inteligentes sea mejor que un mundo sin ellos, pues tienen razĂłn, pero siguiendo esa lĂłgica, tampoco cabrĂa afirmar que un mundo con seres vivos es mejor que uno sin ellos; por lo menos este Ăşltimo carecerĂa de todo dolor y sufrimiento.
Hablando de aspectos incĂłmodos del cortometraje, tambiĂ©n podrĂa mencionar su etnocentrismo: una guerra como la 1GM podrĂa dejar a Europa y hasta sus colonias en ruinas, pero difĂcilmente podrĂa acabar con toda la humanidad, aĂşn si la mayor parte de los paĂses del mundo participĂł en ella. Dudo mucho que "los Ăşltimos dos hombres" fueran un par de europeos en una trinchera. Además, la religiĂłn que salva a los animalitos y los lleva de comerse mutuamente en el bosque a usar pantalones para esconder sus genitales es la cristiana; los animalitos no encontraron el Corán
Pues sĂ, sin la humanidad la Tierra no estarĂa sufriendo ahora los efectos de la desforestaciĂłn, las extinciones masivas, la contaminaciĂłn de los ecosistemas y el cambio climático. En vez de eso, tendrĂamos un mundo en el que todas las criaturas llevarĂan una vida rutinaria de nacer, crecer, reproducirse y morir, sin arte, sin ciencia, sin filosofĂa, sin creaciĂłn; un universo maravilloso sin una inteligencia que se maraville de Ă©l. Y si piensan que no hay forma objetiva de decir que un mundo con seres inteligentes sea mejor que un mundo sin ellos, pues tienen razĂłn, pero siguiendo esa lĂłgica, tampoco cabrĂa afirmar que un mundo con seres vivos es mejor que uno sin ellos; por lo menos este Ăşltimo carecerĂa de todo dolor y sufrimiento.
Hablando de aspectos incĂłmodos del cortometraje, tambiĂ©n podrĂa mencionar su etnocentrismo: una guerra como la 1GM podrĂa dejar a Europa y hasta sus colonias en ruinas, pero difĂcilmente podrĂa acabar con toda la humanidad, aĂşn si la mayor parte de los paĂses del mundo participĂł en ella. Dudo mucho que "los Ăşltimos dos hombres" fueran un par de europeos en una trinchera. Además, la religiĂłn que salva a los animalitos y los lleva de comerse mutuamente en el bosque a usar pantalones para esconder sus genitales es la cristiana; los animalitos no encontraron el Corán
Last but not least, tenemos la religiosidad. La nociĂłn de que sĂłlo hacĂa falta que se siguieran los preceptos religiosos para que de verdad hubiera paz en la Tierra. Claro, que si uno se fija en los Diez Mandamientos, fuera de los que tienen que ver directamente con Dios, son un cuerpo de reglas muy sencillas y sensatas para una convivencia pacĂfica y si de verdad TODOS los siguieran, Ă©ste serĂa un mundo más decente. El problema es que la Biblia no es sĂłlo el Decálogo, sino muchos otros pasajes que incluyen como mandato exterminar a los enemigos, quemar a las brujas, ejecutar a los homosexuales y someter a las mujeres. Sin mencionar que media humanidad ha estado haciĂ©ndole casi a la Biblia desde hace como 1,500 años y eso difĂcilmente ha traĂdo la paz (antes al contrario). Algunos dirán "bueno, es que no le han hecho caso al verdadero espĂritu de la Biblia", pero a mĂ se me hace tramposo decir que "No matarás" es más el verdadero espĂritu de aquel libro que "No tolerarás a una bruja vivir" (Éxodo 22:18). Darse cuenta de que eso de matar gente no está bien es un triunfo de la reflexiĂłn Ă©tica, un descubrimiento que diversas culturas han alcanzado a lo largo de la historia, y no el resultado de revelaciĂłn divina alguna.
Sin embargo, la buena fe de los realizadores de este corto no puede negarse, como tampoco la valentĂa de mostrarle a los niños imágenes asĂ de fuertes para transmitir su mensaje. A fin de cuentas, la guerra es una atrocidad absurda, y darle a entender a una generaciĂłn de chicuelos que con la misma peligra la humanidad entera no es cosa fácil. Quizá el mensaje no influirĂa los lĂderes del mundo (y ciertamente no iba a conmover a bestias como Hitler y Mussolini), pero a lo mejor algo de Ă©l llegarĂa a los niños de generaciones venideras, y ya sea de forma ingenua o consciente, enseñarlos a desear paz en la Tierra.
En 1955, ya despuĂ©s de la Segunda Guerra Mundial y en plena Guerra FrĂa, Fred Quimby produjo un refrito de este corto animado, ahora en colaboraciĂłn con William Hannah y Joseph Barbera (trĂo detrás de Tom y Jerry; de hecho, si se fijan es el estilo de animaciĂłn y de diseño de personajes es el mismo) Hay varias diferencias entre ambas obras -la más importante siendo que ahora sĂ, y más allá de toda duda, la vida misma en la Tierra peligraba ante la posibilidad de una guerra atĂłmica- pero la idea sigue siendo la misma. Les dejo el video a continuaciĂłn y me despido de Ă©sta, la Ăşltima entrada del año, deseando paz en la Tierra y buena voluntad para todas las personas.
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3 comentarios:
AnimaciĂłn con trasfondo sombrĂo. Nunca me canso de ello.
Recuerdo esta historia, fue de hecho que la vi en las mismas circunstancias que Ego, una navidad por Cartoon Network. Impresionante el nivel y me pregunté porque no se hicieron más de este tipo. Una joya realmente, dejando de lado los peros con los que coincido con Ego.
Gracias por sus comentarios. Felices dias!
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