Ahora sí, porque ya se las debía,
mi reseña sobre Black Panther. Sin
sorpresas: es excelente. No sé si pueda decir que es la mejor película del MCU
(les tengo mucho cariño a Iron Man y The Avengers), pero definitivamente está
en el top 5. Es que esta entrega hace bien mucho de lo que las demás hacen mal.
¿Villanos genéricos y olvidables?
Pásenle a ver uno de los villanos más interesantes del cine de los últimos años.
¿Humor bobo y chabacano? Disfruten una película con humor equilibrado junto a
muchas otras emociones. ¿Personajes femeninos relegados a segundo plano? Tenga
aquí no una, ni dos, sino tres mujeres chingonas. ¿Tramas formulaicas y
repetitivas? Aquí podrán sumergirse en un conflicto verdadero a nivel personal
y social. ¿Están hartos de que los héroes enfrenten ejércitos de esbirros
desechables y sin alma? Aquí serán testigos de un desgarrador enfrentamiento
fratricida.
Lo primero que impacta en esta
película es lo que en anglosajón se llama world
building, la creación de mundos. En Wakanda se nos presenta no solamente un
país ficticio, sino un mundo fantástico con su propia historia, cultura y
tradiciones. Visualmente está construida, desde el vestuario hasta la
arquitectura, siguiendo la estética del “afrofuturismo”. Éste
retoma estilos y símbolos del arte de las
diferentes culturas africanas y les da una reinterpretación
cienciaficcionera.
Mientras veía el trabajazo que se
aventaron para crear a Wakanda, me encontré deseando que las películas de Thor
hubieran sido más así; que su potencial para explorar un mundo fantástico y
construir aventuras épicas no hubiera sido saboteado por la necesidad de anclar
la historia a la Tierra (en la primera y la segunda) o por el afán de convertirla
en una farsa autoparódica (como en la tercera).
Las mejores películas de
superhéroes han demostrado que el subgénero funciona mejor cuando se mezcla con
otro. O sea, The Dark Knight es un
thriller policiaco; The Avengers es
una épica fantástica y The Winter Soldier
es como una película de espías. Black
Panther es sobre todo es una fantasía heroica que sigue el arco tradicional
para el héroe mítico, incluyendo su caída (muerte simbólica), el
cuestionamiento de su identidad (qué tipo de rey habría de ser) y su regreso
triunfal (resurrección).
Tampoco sé si el Killmonger de
Michael B. Jordan es el mejor villano de Marvel. Le falta el carisma del Loki
de Tom Hiddleston y la presencia del Buitre de Michael Keaton. En cambio, lo
más interesante del personaje son su origen y sus motivaciones, así como el
conflicto con nuestro héroe, T’Challa, interpretado por Chadwick Boseman.
Erik Stevenes, alias Killmonger,
representa una clase de villano que sólo habíamos visto en Magneto, de la saga
de X-Men, uno cuya motivación
principal es la venganza contra aquellos que han oprimido a su gente. Quiere la
liberación para los suyos y el castigo para los opresores. Sus ideales son
nobles y en otras condiciones podría haber sido un héroe. ¿Qué es lo que lo
convierte en un villano?
Consumido por una sed de venganza
contra los victimarios, más que guiado por un deseo de justicia para las
víctimas, Killmonger carece de lealtad o vínculos con seres humanos concretos,
por lo que fácilmente desecha a aliados, amigos e incluso a una amante. Sobre
todo, en su afán de provocar una guerra racial global, pierde la oportunidad de
encontrar la paz en una hermosa tierra y el amor de una verdadera familia (en
cuya alianza quizá habría podido llevar a cabo sus ideales emancipatorios).
Como bien se ha señalado, el arco
de T’Challa en realidad empieza en Civil
War (otra de las mejores del MCU), en la que su padre, el rey T’Chaka es
asesinado por Zemo. T’Challa, en la creencia de que el asesino es Bucky Barnes,
experimenta de primera mano el deseo de venganza, pero tras conocer la verdad,
y atestiguar cómo los Avengers se destruyen desde dentro, emerge de esta
aventura con la valiosa lección de que el anhelo de venganza puede llevar a
ciclos interminables de violencia y sufrimiento. Ese aprendizaje es lo que le
permite enfrentarse al reto que supone Killmonger.
En la mayoría de las películas de
superhéroes, sobre todo las del MCU, el villano es una fuerza externa a la que
el héroe debe superar en poder o astucia para detenerla. En Black Panther el antagonista surge como resultado
de lo que está mal en la sociedad a la que él héroe protege, y su confrontación
provoca un cambio, un crecimiento, en el héroe y, en consecuencia, en su
comunidad misma.
Killmonger, habiendo crecido en
California, no sólo vivió en carne propia lo que es crecer como un muchacho
negro sin padre en un barrio pobre de los Estados Unidos, con todas las
dificultades que ello implica (su padre las enumera: encarcelación masiva,
pobreza, drogas, violencia). Sino que además, al ser hijo de una mujer
afroamericana, es descendiente de esclavos y lleva consigo un bagaje de
opresión histórica que nadie en Wakanda conoce.
Esta utopía africana había dado
la espalda al mundo durante siglos; en su burbuja podía darse el lujo de
hacerlo. El reino de Wakanda es como los negros privilegiados a quienes el racismo
sistémico les toca muy poco. Esto es, hasta que las consecuencias de esa
ceguera voluntaria les estallan en la cara. Aunque hay que reconocer que, antes
de la irrupción de Killmonger en Wakanda, la agente Nakia (interpretada por la
bella y talentosa Lupita Nyong’o) ya había advertido de la responsabilidad que
su reino estaba dejando de lado al no ayudar a sus vecinos.
Pero hay un dilema muy real: por
un lado, el aislacionismo de Wakanda deja indefensas a las personas de raza
negra en todo el mundo, para quienes tiene un deber moral. Pero por otro, es el
aislacionismo lo que ha permitido a este reino prosperar y desarrollarse, y si
se hubiera abierto al mundo demasiado pronto, podría haber sido destruido por
las naciones colonialistas.
T’Challa al final tiene que tomar
una decisión. Resuelve abrir Wakanda a todas las naciones del mundo, empezando
con un centro de asistencia para afroamericanos en California, donde nació y
creció su primo. Con un mensaje muy relevante para el clima político actual,
T’Challa nos dice que “los sabios construye puentes y los necios levantan
barreras”.
Esto, junto con los refugiados
asgardianos de Ragnarok, tiene el
potencial de cambiar para siempre la Tierra del MCU, de modo que espero que
esto no se quede en un Reed
Richards es inútil. Éste es un cliché típico de los cómics, en los que
la presencia de superhéroes, extraterrestres, magia y tecnología futurista
tiene un impacto mínimo sobre el escenario en el que se desarrollan sus
historias, que sigue siendo un espejo del mundo real contemporáneo.
Si los elementos fantásticos de
los cómics realmente tuvieran consecuencias en el desarrollo de su mundo,
pronto quedaría irreconocible y sería difícil continuar la narración, sobre
todo teniendo en cuenta que se trata de un medio en el que se espera que las
historias de sus héroes continúen por siempre. Se necesitaría de mucho coraje
para hacer con el MCU lo que Christopher Nolan hizo con su propia saga de
Batman: darle un final. Deseo, sin mucha esperanza, que no les gane la codicia
y lo hagan, en vez de prolongarse hasta que se les agoten las ideas y la
dignidad.
Black Panther ha sido un éxito en crítica y taquilla. No es de
extrañar, porque no sólo es una muy buena película, sino que es una película
muy importante. Estrictamente hablando no es el primer superhéroe negro en el
cine, ¡pero vamos! Blade se lee más
como una cinta de acción que de superhéroes (pregúntele a sus amigos no
comiqueros si sabían que se basa en un título de Marvel). Ni quien se acuerde
de Hancock y dudo que alguien quiera
sacar del bote de basura a cosas como Meteor
Man o Steel. Personajes como War Machine y Falcon son chidos y es bueno
que estén presentes en el MCU, pero no dejan de ser patiños de los héroes
titulares. Ni siquiera Storm tiene tanto protagonismo como Wolverine.
T’Challa no sólo es un
protagonista negro en una película de superhéroes; es el protagonista en una
fantasía heroica ubicada en un mundo inspirado en la
grandeza de las civilizaciones africanas. No sólo es una en la que tres
mujeres tienes papeles de gran importancia: Nakia, Okoye y, por supuesto, la
adorable Shuri (éstas dos últimas interpretadas por Danai Gurira y Letitia
Wright, respectivamente), sino que ellas, y todos los personajes principales,
salvo dos, son negros. Estamos hablando de un blockbuster que lleva por título el nombre de un movimiento
político radical y revolucionario, que por alguna coincidencia cósmica
nació el mismo año que nuestro superhéroe.
Afrodescendientes en todo el
mundo están entusiasmados con esta película. Black Panther ha derrumbado el prejuicio que tienen los grandes estudios
contra invertir en superproducciones protagonizadas por negros (el año anterior
Wonder
Woman hizo lo propio con las superheroínas). Activistas están usando la
película para incentivar a los afroamericanos
a registrarse para votar, y atletas negros ya están usando el
saludo wakandiano como señal de orgullo.
Y es que #RepresentationMatters,
la representación importa. ¿O a poco nosotros, chavos flaquitos y nerdosos, no
nos emocionábamos cuando el héroe de una historia era un chavo flaquito y
nerdoso? Digo, antes de que se volviera un cliché ridículo… Y que dejáramos de
ser chavos… Y que engordáramos tanto… Porque nerdosos seguimos siendo… U.U
No deja de ser llamativo que las
tres mejores películas de superhéroes de los últimos años hayan estado
protagonizadas por una mujer que proviene de una utopía feminista, un hombre
que proviene de una utopía africana, y un anciano
todo jodido que sobrevive en la distopía hacia la que se dirige el mundo
actual. Cuando parece que el género de superhéroes se está agotando, una vez
más demuestra su capacidad para renovarse y encontrar formas para tener inesperadas
calidad y relevancia. Son tiempos interesantes para ser friki.
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2 comentarios:
Ya estaba empezando a creer que no la habías visto.
Siempre he sido muy fan del MCU y está tiene que ser la película con la temática más profunda. T'Chaka, amado y amoroso, estaba mal, siempre estuvo mal, porque hasta las buenas personas se equivocan, y aunque hayan muerto no hay que idealizarlos.
T'Challa al final (con ayuda) pudo ver que lo correcto era avanzar con los tiempos, que porque ciertas tradiciones existan desde hace miles de años no necesariamente quiere decir que sean correctas. Y no es la primera vez en el MCU que se da el mensaje de que el que tiene el poder de ayudar al desvalido está en la responsabilidad de hacerlo.
Marvel tiene cierta ventaja sobre Dc, al tener heroes mas humanos y con problemáticas del pasado si, pero tocadas en temas actuales.
Si dejar de lado que dc dejo de lado la humanidad de Superman, por ponerlo como dios directamente.
Solo le toca abordarlos bien, dejando la religiones de lado, Thor y el Apocalipsis es totalmente opuesto a Pantera Negra y pueden hacerlo SI, esta el Asatru SI, tiene relevancia real ademas de ser una historia épica NO.
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