Se organizĂł un concurso de capacidad detectivesca y a Ă©l ingresaron el FBI, la Interpol y la AFI. La prueba consistĂa en encontrar una zorra en un bosque en el menor tiempo posible. Los participantes se reunieron a las afueras del bosque y se prepararon para empezar el concurso.
El primer turno fue del FBI. Los organizadores liberaron a la zorra, que corrió a toda prisa hacia el bosque; luego, dejaron pasar un tiempo antes de permitir a los agentes del FBI iniciar su búsqueda. Llegó el momento de actuar y todo un equipo de agentes se desplegó por el bosque. Analizaron rastros de ADN, tuvieron cuidado de cada detalle, como ramas rotas y hojas pisadas; hicieron cálculos, estudios del suelo, etcétera. Después de cuatro horas, los agentes del FBI acordonaron un área, ubicaron a la zorra y la capturaron. Los agentes recibieron muchos aplausos por parte del público.
Entonces fue el turno de la Interpol. Cuando llegĂł el momento de buscar a la zorra, la Interpol se apresurĂł a apostar agentes alrededor del bosque, mientras sus mejores especialistas en telecomunicaciones contactaron con antiguo satĂ©lite espĂa de la KGB. Con ayuda de este dispositivo, escanearon cada milĂmetro del área. DespuĂ©s de dos horas, ubicaron a la zorra y la capturaron. Llovieron aplausos.
AsĂ, finalmente le tocĂł a la AFI demostrar sus habilidades investigativas. Cinco gorditos bigotones entraron al bosque cuando les dieron la señal. Pasaron dos horas, cuatro horas, seis... hasta que a la mañana del dĂa siguiente, los cinco agentes de la AFI salĂan de bosque precedidos por un elefante. El paquidermo mostraba moretones, cortadas y quemaduras de cigarro, además de que espuma de agua mineral le chorreaba de la trompa. El elefante se dirigiĂł al pĂşblico y gritĂł:
-¡Lo confieso, lo confieso! ¡Soy la zorra!
Más intentos de hacerme al chistoso:
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