INTRODUCCIÓN [de 2014]:
En marzo de 2007 el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, visitó la capital de Yucatán, donde se acordó la llamada Iniciativa Mérida entre los gobiernos mexicano y estadounidense. Varias manifestaciones se dieron en la ciudad para mostrar el repudio de muchos ciudadanos hacia Bush, por su política anti-inmigrante y por la injustificada, ilegal e inmoral invasión a Irak. Tuve la oportunidad en participar en una de dichas manifestaciones.
El martes 13 de marzo, durante la más grande de las manifestaciones en el centro histórico, un grupo de jóvenes embozados cometió actos vandálicos contra edificios públicos, en particular contra el edificio del Ayuntamiento. Los que participaron en los destrozos eran un grupo reducido y el grueso del contingente trató de disuadirlos.
En pocos minutos un ejército de policías antimotines (como los granaderos de la Ciudad de México) llegó y empezó a golpear parejo, arrestando a jóvenes que no tenían nada que ver con los disturbios y muchos que ni siquiera estaban en la manifestación. Llamó la atención el caso de una jovencita embarazada, golpeada por los policías. Muchos de los detenidos reportaron después haber sufrido golpes y tortura para obligarlos a confesar que habían participado en los destrozos. Los interrogatorios a los que fueron sometidos por la jueza encargada del caso revelan que la ofensa de los jóvenes había sido más el haber participado en la protesta y menos el haber cometido algún delito penado por la ley. Todos los detenidos fueron liberados al cabo de un mes.
DESPOTRIQUE [de 2007]
Hace unos minutos estaba viendo en canal 3 de SIPSE un resumen de las noticias más importantes del año en Yucatán. Cuando llegaron al mes de marzo, hablaron de la visita de George Bush a nuestro estado. Y abordaron, por supuesto las manifestaciones de ciudadanos en contra de esta visita. La comentarista, una mujer con muy mala dicción, dijo textualmente:
"Caos vial y complicaciones fueron las consecuencias del bloqueo del paseo de Montejo por parte de unos cuantos que, en su afán de demostrar su repudio, no pensaron en los demás."
Poco después, dijeron algo así como:
"Un grupo de jóvenes enmascarados, con el fin de derribar la barrera metálica para atacar a los guardaespaldas de los presidentes en el hotel Fiesta Americana, recurrieron a la violencia y el resultado fue una mujer herida, acreditada como representante de los medios de comunicación."
Y finalmente:
"El alcalde informó que los daños ocasionados al palacio municipal alcanzaron un saldo entre 60 mil y 80 mil pesos"
Sólo pude pensar: "¡Malditos! ¡Mentirosos! ¡Hijos de puta! ¡Cabrones!" No dijeron nada de los muchachos que fueron arrestados sin tener nada que ver con los disturbios, de aquéllos que fueron golpeados en las delegaciones para hacerlos confesar, ni de la joven embarazada que fue golpeada por los antimotines. No se mencionó que jóvenes fueron encarcelados sin pruebas o con confesiones obtenidas de forma ilegal.
Estoy harto de que en esta ciudad y en este país los medios y la gente mediocre y conformista desprestigie y satanice las protestas sociales con el viejo argumento de que "entorpecen el tráfico". ¡A huevo! ¡Es peor causar una molestia vial que violar los derechos humanos! ¡Los que cometen la primera ofensa deberían ser azotados y encarcelados! Los otros... meh, así son las cosas, ¿qué se les va a hacer? Es así como piensan muchos meridanos, y como se expresan los medios de comunicación locales, que no son sino prostitutas del gobierno.
En unos meses se cumplirá un año de los atropellos del 13 de marzo. ¿Qué tan olvidado quedará para entonces?
Leer más sobre el Martes 13 en este blog.
Esta entrada forma parte de la serie Memorias del Calderonato. Otros textos relacionados incluyen:
1 comentario:
No te olvides mi buen Mike... Vivimos en Mérida, la de los monumentos a la explotación y la esclavitud, y con calles dedicadas a conquistadores.
¿Por qué no preparas un artículo para el Por esto! en esas fechas y mencionas esto que has escrito?
Un saludo.
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