La clase de
la maestra Tere.
La maestra
Tere Miyar, quien fuera mi profesora de Metodología de la Investigación en la Universidad, es una persona extraordinaria. Recuerdo la primera clase inició con un ejemplo
de una himbestigasion para mostrarnos
cómo no debe hacerse. Era sobre una niña que había intentado quemar su propia
casa después de ver un capítulo de Los Simpson. El autor del documento no
vaciló en culpar a la violencia televisiva como causante de la violencia real.
Con la acidez que la caracterizaba, la maestra Tere nos fue demostrando paso
por paso cómo el "estudio" era una estupidez, empezando con que en el
planteamiento de sus objetivos, el himbestigador
ya estaba dando por hecho a priori el
resultado que quería encontrar.
Esto viene a
cuento porque recientemente he estado leyendo en las redes sociales
pontificaciones sin sustento cuyo tenor recuerdan las exclamaciones alarmistas
de la mojigatería conservadora: "El Heavy Metal incita a los adolescentes
al delito", "los videojuegos vuelven violentos a los niños",
"Harry Potter les hace creer que en la vida todo se puede solucionar
fácilmente con magia" o "las caricaturas japonesas llevan al
satanismo". Todas tienen en común que son afirmaciones sin sustento, sin
datos, sin investigación, emitidas desde la propia víscera, desde los gustos y
antipatías, desde la convicción religiosa o ideológica.
Ahora veo
declaraciones similares, pero en gente de la filo-izquierda, y en particular
desde la justicia social. "El reguetón incita a la violencia contra las
mujeres", "Los cómics de superhéroes vuelven misóginos a sus
lectores", "la pornografía induce a la violación". Y, al igual
que los conservadores mojigatos y los religiosos locos, estas personas demandan
políticas de prohibición y censura contra los materiales que les parecen
nocivos.
No niego que
los mensajes e ideas pueden transmitidos por tales productos culturales lleguen
ser negativos y criticables en sí mismos, y que no estaría nada mal revisarlos
y empezar a modificarlos. Vamos, ni siquiera descarto que pueda existir una
correlación entre estos contenidos y actitudes dañinas o violentas. Pero algo
que la maestra Tere me enseñó es que una persona seria no puede hacer
afirmaciones de ese tamaño sobre relaciones de causa y efecto sin algo que lo
sustente. Y por mi parte pienso que es aún peor pretender legislar al respecto
con esas mismas bases endebles. Es decir, para convencerme, necesitan algo más
que sólo argumentos que parezcan sensatos o sólo repetir "es que es
obvio".
No bastan
argumentos sensatos; se necesitan evidencias.
El
razonamiento discursivo, en el reino de la filosofía, se basta a sí mismo.
Las disertaciones filosóficas son valiosas por su racionalidad, su coherencia
consigo mismas y el alcance de su razonamiento a partir de ciertas premisas básicas.
Un filósofo puede decir "nuestro deber moral es tal..." y construir
sus argumentos de forma discursiva para sostener su premisa, y sus ideas serán
aplaudidas, vilipendiadas o ignoradas dependiendo de si tienen o no sentido. No
digo que el conocimiento discursivo no sea válido o útil; ¡claro que lo es!
Plantea retos e interrogantes que vale la pena tratar, aborda temas por cuya
naturaleza no han podido tratarse desde otras disciplinas, brinda respuestas
provisionales que resultan útiles a falta de otras mejores, y en general es una
parte fundamental del avance del conocimiento humano. Además, yo lo hago todo
el tiempo en este blog. Lo que digo es que hay temas sobre los que no se puede
simplemente especular, sino sobre los que se debe investigar.
Mi ejemplo
favorito sobre las limitaciones del razonamiento discursivo tiene que ver con
unicornios. Los comerciantes escandinavos e islandeses vendían colmillos de
narval a reyes y nobles europeos como si fueran cuernos de unicornio. Ahora
bien, la vieja superstición decía que los cuernos de unicornio eran capaces de
neutralizar el veneno en una bebida o alimento si se introducía la punta en él.
También que si se ponía un cuerno en una mesa en la que había algún veneno, el
cuerno empezaría a sudar, por lo que sería una excelente alarma contra los
bastante usuales intentos de magnicidio.
Durante
siglos, los sabios y filósofos debatieron sobre la veracidad de estas leyendas
usando meramente argumentos discursivos: "Las propiedades atribuidas al
cuerno de monoceros deben ser verdaderas por esto, esto y esto" o
"Tales asunciones no pueden ser
ciertas porque..." A ninguno de ellos se le ocurrió meter el cuerno a una
copa de vino envenenado o asentar el cuerno en una mesa con venenos para ver
qué pasaba. ¿Por qué? Porque la comprobación empírica estaba muy desprestigiada
en esos tiempos; la filosofía que dominaba era la Escolástica, que consideraba que el solo razonamiento lógico y la cita de
autoridades bastaban para solucionar cualquier problema y que la
experimentación y comprobación empírica eran indignas de los intelectos
superiores.[1] Gracias al desarrollo de pensadores como William de Ockham y Roger Bacon, el panorama comenzó a cambiar, culminando unos siglos más tarde con la Revolución
Científica; hoy en día esas opiniones medievales nos parecen
necias.
El
conocimiento científico requiere de evidencias, de datos, de números, y de la
interpretación de los mismos. Eso incluye tanto a las ciencias sociales como a
las naturales. Obviamente, si quieres saber si el cuerno del unicornio puede
neutralizar el veneno, deja de especular al respecto y citar a Plinio (que en
su puta vida vio un unicornio) y mete el maldito cuerno en el veneno para
comprobarlo.
Y si quieres
saber si los organismos genéticamente modificados (transgénicos, para los
cuates) son aptos para el consumo humano, deja de argumentar sobre si lo
natural es mejor por ser natural o si atentar contra la madre naturaleza es
jugar a ser Dios y wara wara. Mejor analiza las sustancias que contienen los
OGM y verifica si en efecto producen daños al organismo. Encontrarás que
quienes ya llevaron a cabo estas investigaciones coinciden en que los
transgénicos son inocuos para la salud humana.[2] Si hay excepciones son como el
infame estudio de Seralini, cuya metodología ha sido expuesta como deficiente
(por no decir fraudulenta), precisamente por todo lo que me enseñó a evitar la
maestra Tere: partió de ideas preconcebidas, seleccionó los datos que apoyaban
dichas ideas e ignoró los que las contradecían, que su muestra no era
representativa sino seleccionada, y muchas más[3]. O sea, este tipo hizo mala
ciencia, ciencia mal hecha.
Si quieres establecer
si de verdad hay una relación entre ver pornografía y ser violento contra las
mujeres, no te deberías quedar solamente con argumentos que suenen sensatos y
citas de Andrea Dworkin. Debes recurrir a las ciencias sociales: estudios de
psicología para saber si los hombres que consumen pornografía tienden más a las
actitudes misóginas que los que no la consumen; estudios sociológicos para
saber si en las comunidades en las que la pornografía está más accesible o
menos restringida existen más casos de violencia sexual contra mujeres.
Pues resulta
que dichos estudios han encontrado que los hombres que ven material
pornográfico explícito no tienen actitudes más negativas hacia los derechos de
las mujeres ni tienden más a justificar la violación que los hombres que no
consumen dichos materiales. Y que en los países en los que aumentó la
disponibilidad de material pornográfico no se experimentó un correspondiente
aumento en casos de violencia sexual. Y que Suecia y Dinamarca, dos de los países con
mayor equidad de género y menor índice de violencia contra las mujeres, tienen
también leyes muy laxas y permisivas con respecto al porno.[4] O sea, no hay correlación.
[Aclaro que esto no va sobre otros posibles o reales aspectos negativos de la producción
y consumo de pornografía, temas que van desde lo desagradable hasta lo horrible, pero que deberían analizarse por su parte; aquí se abordó sólo la supuesta relación entre ver porno y volverse violento contra las mujeres].
Fuente |
En casos
así, las personas a quienes estas conclusiones no les agradan por estar en contra
de sus ideas preconcebidas por lo general no tenderán a realizar o consultar
investigaciones rigurosas que arrojen resultados distintos o analicen la
metodología de esos estudios en busca de errores o engaños. No, lo que harán
será echar mano de pseudoargumentos como "ah, pero es que esos científicos
de los transgénicos están todos controlados por el capitalismo" o "ah, pero es que esos estudios los
hacen hombres blancos heterosexuales que viven en situaciones
privilegiadas", o mi favorita: “ah, pero es que eso de pensar que puedes
llegar a comprobarlo todo científicamente es positivismo” (implicando que el
positivismo es del diablo y que con sólo decir que algo es positivista se le
puede descartar sin miramientos). Es decir, tratarán de alejar la cuestión del
terreno de lo científico, de lo demostrable, y traerla al campo del
conocimiento discursivo, donde podrán argumentar, argumentar y argumentar sin
tener que probar nada nunca.
Necesitas
mejores bases si quieres legislar
Uno puede
argumentar que el reguetón incita a la violencia contra las mujeres y armar
discursos que suenen sensatos e inviten a la reflexión, pero que
no servirán de mucho si no están sustentados por evidencias. Si no pueden
demostrar que existe una relación causal entre escuchar o producir reguetón y
los niveles de violencia de género mediante datos y estadísticas, sus
reclamos tienen la misma validez de los religiosos que culpaban a Marilyn
Manson por la masacre de Columbine.
Cuando este tipo es el que dice las cosas más sensatas en toda la maldita película... |
Claro que
uno puede criticar los mensajes de reguetón... y Cthulhu sabe que yo comparto
la opinión de que sus letras son sexistas y feas como la madre. Desde luego, hay
formas intelectualmente honestas de expresar esa inquietud. Por ejemplo, como
una duda razonable: “Hey, ¿no será que este tipo de canciones promueven una
actitud misógina que deriva en violencia contra las mujeres?”. O como opinión personal: “Pues yo pienso que
un hombre que escribe letras de reguetón o escucha esa porquería de música no
ha de tener mucho respeto por las mujeres”. En fin, pensamientos muy válidos que
podrían desencadenar reflexiones y debates interesantes, y motivar a
investigaciones al respecto.
Pero brincar
de ello a considerar como certeza que este subgénero del ruido molesto produce
violencia sexual es infantil. Sobre todo porque creo que no se
puede exigir que se apliquen medidas coercitivas, tales como la prohibición que
piden a gritos muchas de estas personas, basadas en suposiciones no
demostradas. Si quedara comprobado ese supuesto perjuicio reguetonero más allá
de toda duda razonable, hasta yo apoyaría dichas medidas de censura.
Esta noticia es falsa, por cierto... |
Llevo años
leyendo cómics de superhéroes. Sí, son muy sexistas y ese aspecto suyo me
desagrada bastante y me gustaría que cambiara, y sí el geekdom puede llegar a ser muy misógino. Y por cierto, los cómics transmiten también otro mensaje
negativo: que puedes arreglar los problemas del mundo a karatazos. Pero leer
cómics por años no me ha hecho ni misógino ni violento, ni de lejos la mayoría de los comiqueros que yo haya conocido lo son. Mi perspectiva personal no cuenta como evidencia, pero aún así habría que preguntarse qué es causa y qué es efecto de qué, e investigar bien antes de señalar culpables.
En 1954 varios
de los principales líderes de la industria del cómic fueron citados a declarar
ante el Senado de los Estados Unidos. Los cómics de superhéroes, horror y
policiacos eran culpados de fomentar la violencia, la homosexualidad y el
comunismo (eran los días del Macartismo). La única base que se tenían eran las
fraudulentas himbestigasiones del
psiquiatra Fredrich Wertham, quien había hecho muestras selectivas, falseado
testimonios, ignorado a propósito datos que contravenían sus hipótesis e
inventado evidencias para sostener sus prejuicios[5]. Es decir, había hecho
todo lo contrario a como se debe hacer una investigación científica;
curiosamente los mismos métodos falaces que se le critican tanto a los estudios
antitransgénicos de Seralini como a algunas feministas que insisten
en que "la pornografía es la teoría y la violación la práctica". Es
decir, es mala ciencia, ciencia mal hecha.
Pero con
base en esa mala ciencia el Senado gringo consideraba seriamente prohibir los cómics.
No lo hicieron al final, pero se creó la Comic Code Authority para vigilar y
regular el contenido de las historietas, lo cual llevó a una era de mediocridad
y empobrecimiento de la que sólo empezaría a recuperarse tras las dos siguientes décadas. La libertad de
expresión quedó coartada y las posibilidades creativas de un medio se vieron
limitadas porque algunas personas se dejaron llevar por prejuicios, argumentos
sin sustento y una investigación muy mal hecha. ¿Querríamos que eso sucediera
otra vez? ¿Tener las especulaciones sin sustento de grupos de presión como
criterio para reglamentar sobre las personas deben ver, leer o comer?
Voy a cerrar
esta entrada con un comentario meramente discursivo, cuyo propósito no es
probar nada, sino simplemente invitar a la reflexión si les parece sensato:
En el
contexto de la "caza de brujas" contra los cómics, William Gaines, el
primer editor americano en publicar cómics de horror, dijo ante el Subcomité de
Delincuencia Juvenil del Senado americano: "Aquellos que quieren prohibir
los cómics ven a los niños como pequeños monstruos sucios, taimados y perversos
que usan los cómics como pautas para sus actos [...] ¿A qué le tememos? ¿A
nuestros propios niños? ¿Creemos que nuestros niños son tan malvados, de mentes
tan simples que basta una historia de robos para que roben, una historia de
asesinatos para que asesinen?".[6]
Caray, hoy
planteo esa misma pregunta de otra manera: Los que claman por la censura, por
la “depuración” de los contenidos en música, cómic o audiovisuales, parecen ver
a los varones como monstruos sucios, taimados y perversos que usan esos
contenidos como pautas para sus actos. ¿Acaso creemos que los varones son tan
malvados y de mentes tan simples que basta un cómic con mujeres voluptuosas
semidesnudas para volverlos misóginos, que basta una canción de reguetón para
volverlos golpeadores, que basta una película pornográfica para volverlos
violadores? La cosa es más complicada que eso.
Unas cuantas entradas con temas relacionados:
[1] The Lore of the Unicorn,
Odell Shepard, 1930
(http://www.amazon.com/Lore-of-the-Unicorn-ebook/dp/B00EVVDT0W/ref=sr_1_9?ie=UTF8&qid=1383962847&sr=8-9&keywords=the+lore+of+the+unicorn)
(http://www.amazon.com/Lore-of-the-Unicorn-ebook/dp/B00EVVDT0W/ref=sr_1_9?ie=UTF8&qid=1383962847&sr=8-9&keywords=the+lore+of+the+unicorn)
[2] “Massive Review Reveals Consensus on GMO Safety”, en Real Clear Science, 2013
(http://www.realclearscience.com/blog/2013/10/massive-review-reveals-consensus-on-gmo-safety.html)
(http://www.realclearscience.com/blog/2013/10/massive-review-reveals-consensus-on-gmo-safety.html)
[3] “The Seralini Rule”,
en Skeptico, 2013
(http://skeptico.blogs.com/skeptico/2013/06/the-seralini-rule-gmo-bogus-study.html)
(http://skeptico.blogs.com/skeptico/2013/06/the-seralini-rule-gmo-bogus-study.html)
[4] “Crossing the Abyss”, Catherine Salmon, en The Literary Animal, 2005
(http://www.amazon.com/The-Literary-Animal-Evolution-Rethinking/dp/0810122871/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1383962933&sr=8-1&keywords=the+literary+animal)
Y también: Pornography and rape: theory and practice? de B Kutchinsky, 1991
(http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2032762)
Y también: Pornography and rape: theory and practice? de B Kutchinsky, 1991
(http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2032762)
Más recientemente: People who support a ban against pornography tend to hold more sexist views (https://www.psypost.org/2021/06/people-who-support-a-ban-on-pornography-tend-to-hold-more-sexist-views-about-women-study-finds-61202)
10 comentarios:
Que buena entrada y en buena hora la vengo a encontrar. Estoy totalmente de acuerdo en que para opinar hay que estar informados, pero bien informados con base en datos sólidos, comprobados, no nada más porque si.
Por cierto, tu argumento de los cómics me parece muy interesante, a mi me gustan los cómics y soy mujer pero hasta cierto punto si me molesta el sexismo en el mismo :/ se me hace algo lamentable pero también es cierto que el material leído o visto no vuelve al receptor violento, malvado o sanguinario, no son elementos suficientes y si se "vuelve" así es que ya lo era desde un principio y no fue un cómic o una pelicula lo que lo causo.
En fin, me gustaría que abordaras este tema del sexismo en los cómics :)
Saludos, gran entrada.
totalmente de acuerdo como esos loquitos del 132 que querían "regular los medios" porque eran los culpables del retraso en el país. sin pruebas ni nada sólo censurar por su santa palabra. este tipo de argumentos con investigaciones es propio de los dictadorzuelos y sus seguidores como hugo chávez o amlo en mexico. buena entrada.
Suprema tu entrada, mi estimado Ego :D
A mi gusto, de las mejores que van de esta segunda mitad del año xD
Ese comentario meramente discursivo del final fue LA cereza del pastel *-*
Saludos ^^
Me ha gustado tanto que la compartiré por Facebook.
Lo perturbador es como muchas politicas son legisladas no en base a los datos cientificos sino para satisfacer la opinión publica, que no siempre es la más acertada. Creo que ahí muchos fallamos como ciudadanos por no informarnos de ciertos temas. Antes diría que no había tiempo, pero con internet y un razonamiento claro, las excusas son más endebles.
Ok, en una segunda lectura, me acaba de venir a la cabeza el como funciona el sistema legal de USA (que lo conoce cualquiera que haya visto una serie policial o de abogados de factoría yanqui) y la extraña contradicción que es: tienen todas las pruebas, pero al final la decisión descansa en la habilidad del abogado de presentar un discurso que convenza al jurado a pesar de las evidencias.
No sé como será el sistema judicial mejicano pero me doy cuenta que el sistema chileno con tres jueces decidiendo, aunque paresca engorroso, es puede resultar mas eficiente. (No puedo creer que haya escrito eso).
Muchos de los elementos que incluyes son los que me llevaron a escribir mi entrada sobre los chivos expiatorios; una forma incorrecta de razonar y juzgar les lleva a encontrar a sus villanos, sus culpables, sus "cosas malas". Les sobran culpables en su lista.
típico de los gringos: nunca es culpa de lo que ellos hacen, siempre es culpa de la música, las películas o los videojuegos y cómics...actitud que se ha ido diseminando por todo el mundo, y que es bastante lamentable...
Me recordaste a la revista gorila (revista punketa bien maciza) en la que decian : si empiezan a prohibir el regeton... despues querran proibir el rock, el skate.. etc.
saludos y chingona entrada
http://www.ohdios.net/view/Humor-Grafico/264570-La-violencia-y-los-videojuegos-que-problema-
aproposito
jajaja
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