Scooby-dooby-Do! - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

domingo, 27 de octubre de 2013

Scooby-dooby-Do!


Hola, mis estimados contertulios. Este dĂ­a voy a hablarles de algo que he querido compartirles desde hace algĂşn tiempo. Se trata de una de mis series animadas, personajes y conceptos favoritos de la cultura pop: ¡Scooby-Doo!

Siendo desde el jardín de infantes un apasionado de todo lo que tuviera que ver con el terror, no es de extrañarse que las múltiples encarnaciones del gran danés más famoso de la TV me fascinaran. Sus historias podían ser aterradoras, pero divertidas, sus personajes fueron siempre entrañables, los misterios eran creativos y lejos de la obviedad, y hasta sus clichés se vuelven encantadores.

Y aunque he de reconocer que el concepto se ha explotado hasta las naúseas, y dejado tras de sí una serie de variaciones extrañas, ridículas o de plano espantosas, lo cierto es que no puedo dejar de sentir cariño por Scooby y su pandilla. No sigo cada nuevo show o película para la TV que hacen sobre el grupo, pero cuando pesco algo de eso, me le quedo viendo y soy muy feliz.

Es por eso que esta temporada de brujas quiero compartirles la hsitoria, el drama, el misterio y los disfraces inverosĂ­miles de Scooby-Doo.

EL ORIGEN Y EL ÉXITO

Scooby-Do, Where are you! (1969-1971)


Scooby-Doo fue creado por Joe Ruby y Ken Spears para la creciente compañía de animaciĂłn Hanna-Barbera en el año de 1969. El concepto era brillante: las series de policiacas y de misterios eran muy populares en ese entonces (y aĂşn ahora, vean cuánto pinche CSI existe...), asĂ­ que bien podrĂ­a venderse una serie de misterio para niños. No podĂ­an haber asesinatos, claro, y simples robos serĂ­an muy aburridos. Entonces los creadores se fueron por el camino de lo sobrenatural. Las pelĂ­culas de terror de Hammer Films estaban aĂşn de moda y ese ambiente gĂłtico podĂ­a ser aprovechado. SĂłlo que habrĂ­a una condiciĂłn: los monstruos nunca serĂ­an reales, siempre habrĂ­a una explicaciĂłn material de lo que pareciera sobrenatural. 

Por otro lado, ¡eran los sesenta! El rock estaba en su mejor Ă©poca y la popularidad de bandas juveniles era algo muy explotable. La fĂłrmula no podĂ­a fallar: un grupo de adolescentes roqueros viajan por el paĂ­s resolviendo misterios. Claro, finalmente se dejĂł de lado eso de la banda de rock para centrarse de lleno en los misterios, lo cual fue una afortunada decisiĂłn, pero que dejaba inexplicable el hecho de que un grupo adolescentes anduviera vagando por todo el paĂ­s sin aparente propĂłsito.

Hanna-Barbera se ha caracterizado a lo largo de su historia por el plagio. Los Picapiedra empezaron siendo un plagio de The Honeymooners, por ejemplo. Pero también sus creaciones han trascendido al material original en el cual se inspiraron y han alcanzado una vida e identidad propia. Así fue con Scooby-Doo, que en su origen fue construido con elementos fusilados de otras fuentes: series de misterio como I Love a Mystery y de adolescentes como The Many Loves of Dobie Gillis. De hecho, el diseño de los personajes es un fusil descarado de esta última:

En la imagen: Fred, Daphne y Shaggy
(o como quiera que se llamaran los personajes de esa serie)

Los creadores presentaron el proyecto en numerosas ocasiones, y constantemente los productores les dijeron que hicieran algunos cambios, por ejemplo, en el nĂşmero y nombre de los personajes, o en el tono aterrador de la serie. El Ăşltimo cambio fue el más importante: el nombre del perro, un gran danĂ©s bobo y cobarde, iba a llamarse Too Much. Pero el productor Fred Silverman tuvo una inspiraciĂłn sĂşbita mientras escuchaba la canciĂłn Strangers in the Night de Frank Sinatra. Hacia el final de la canciĂłn Frank tararea algo que suena como dooby-dooby-doo. AsĂ­, Too Much pasĂł a convertirse en Scooby-Doo y en septiembre de 1969 naciĂł un clásico.

Fred es el líder, el escéptico incurable y el entusiasta diseñador de complicadas trampas; Velma, mi crush de siempre, es la nerd y mi personaje favorito, la que suma la información y encuentra la solución del misterio; Daphne es la damisela en peligro, favorita para ser secuestrada por los monstruos, que tiene una ímplicita relación romántica con Fred. Pero los verdaderos protagonistas son Shaggy y Scooby-Doo. Scooby es la mascota, pero también el alma del equipo: un perro grande, cobarde y bobalicón, pero de buen corazón, leal a sus amigos y que puede dar muestras repentinas de valor.


¡Y Shaggy! Es todo un hippie pachecote. Claro, en la serie nunca se muestra explĂ­citamente que fume marihuana, pero ello se deja clarĂ­simo desde el principio. Y no es sĂłlo su imagen desgarbada y el hecho de que viaje por el paĂ­s sin oficio ni beneficio en una van pintada con colores psicodĂ©licos. Es que Shaggy siempre tiene munchis, y por más que come no engorda, además de que no importa cuántas veces resulte que los monstruos son de mentiras, siempre se aterra y huye despavorido, como harĂ­a alguien que no está en sus cinco y no puede distinguir la realidad de la alucinaciĂłn. En fin, por eso Shaggy es mi personaje favorito.

Bien, la dinámica de la serie es por todos conocida: los chicos llegan a algún lugar desolado que recientemente ha sido aterrorizado por algún tipo de aparición o criatura. Nuestros héroes comienzan a indagar, buscan pistas y entrevistan a sospechosos, de cuando en cuando siendo sorprendidos y correteados por el monstruo. Esto incluye a menudo una secuencia de persecución acompañada de música rock-pop (la favorita del público incluye a los personajes entrando y saliendo de varias puertas). Hacia al final Velma da con la solución del misterio y Fred le tiende una trampa al monstruo (usando a Shaggy y a Scooby como carnada). El villano es atrapado, se le quita el disfraz y se revela como alguien que ya conocíamos (menos frecuentemente, como uno desconocido) que usaba el miedo para encubrir alguna acción delictiva. El chiste es resolver el misterio antes que la pandilla.

"Y ahora, descubriremos la identidad de este mal imitador de Kiss..."

Y bien, la fórmula fue un éxito, porque a pesar de ser repetitiva en cuanto a su esquema, los misterios y las situaciones llegaban a ser muy creativas. Esta serie mezclaba con inteligencia el humor, el misterio, la aventura y situaciones e imágenes a menudo aterradoras, pues como los creadores bien sabían, a todo niño le gusta sentirse asustado de vez en cuando. Más importante aún, el fundamento escéptico de Scooby-Doo le enseñó a generaciones y generaciones de chicos que siempre hay una explicación material para todo lo que parezca sobrenatural. El mismo Carl Sagan, en su monumental El mundo y sus demonios, alabó este concepto, y no me avergüenza admitir que las aventuras de Scooby y sus amigos influyeron tanto en mi inclinación por el escepticismo como en mi gusto por la ficción de terror y suspenso.

Dos temporadas de Ă©xito convencieron a la productora de que Scooby-Doo era algo grande, y el gran danĂ©s pasĂł a convertirse en uno de los personajes icĂłnicos de Hanna-Barbera junto a los Picapiedra y el Oso Yogi, además de que engendrĂł toda una serie de imitaciones (porque Ă©se era el modelo d HB: copiarse a sĂ­ mismos hasta el cansancio), como Josie las GatimelĂłdicas o MandibulĂ­n.  AsĂ­ que la casa decidiĂł apostar por un proyecto grande y ambicioso, algo jamás visto en la TV hasta el momento...

The New Scooby-Doo Movies (1972-1974)

Se trataba de épicos episodios de una hora completa estelarizados por Scooby-Doo y la pandilla. Lo mejor: cada episodio, y por eso quiero decir TODOS contaban con la participación de alguna estrella invitada. Y no estoy hablando solamente de otros personajes de Hanna-Barbera, como Jossie y las Gatimelódicas o el Súper Buggy Veloz. Estoy hablando de celebridades de la talla de Dick Van Dyke, Don Adams (a.k.a. Agente 86), Sonny y Cher, Lawrence y Hardy, los Tres Chiflados, los Harlem Globe Trotters y, por supuesto Batman y Robin.

Teniendo en cuenta la época, éste es uno de los momentos más dignificantes para Batman en décadas.

¡Era fantástico! Y mucho antes de que los Simpson lo pusieran de moda, este show ya contaba con las verdaderas celebridades (si estaban vivas) para doblar sus propias voces. ¡Extraordinario! Ciertamente, una de las mejores series de Scooby, aunque se fueron más por la comedia que por el misterio. TambiĂ©n está el pero de que, debido a lo que los crossovers implicaban, el show se desviĂł de su vena "realista" para admitir la existencia de robots, coches que hablan y poderes mágicos.

Recuerdo en particular cuando la pandilla se encuentra con los Locos Addams, y creo que es Daphne quien exclama "¡Son los de la televisiĂłn!". ¿Eso significa que en el universo de Scooby los Addams salĂ­an en un reality show o algo asĂ­? ¿O quĂ© pedo?

The Scooby-Doo Show (1976-1978)

La familia es la familia...

La tercera encarnación de Scooby-Doo seguía la dinámica de la serie original, excepto tal vez que se sentía más "caricaturesca", alejándose a cada paso del tono tétrico de los primeros años. Como dato curioso, fue en este show en el que por primera vez intentaron vendernos una de las alocadas imitaciones de nuestro gran danés favorito: Scooby-Dum. Dum, por supuesto, viene de dumb, o sea "menso", y no es para menos, porque este primo sureño, evidente producto de la endogamia, no tiene bien desarrolladas sus facultades mentales.

TrĂ­os, homoerotismo, incesto y zoofilia, todo en una sola serie...

A pesar del evidente fracaso de Dum, la casa productora seguirĂ­a presionando para incluir a un personaje que fuera comerciable, para mantener los ratings a como diera lugar... Eso fue lo que iniciĂł la decadencia de la alguna vez grandiosa serie.

EL DECLIVE Y LOS AĂ‘OS OSCUROS 

Scooby-Doo and Scrappy-Doo (1979-1980)

Odio al chingado Scrappy-Doo y lo culpo de haber echado a perder la franquicia. Maldeciré su nombre en mi lecho de muerte. Lo curioso es que TODO MUNDO odia al chingado Scrappy-Doo, es el Jar-Jar Binks del universo Scooby, y eso incluye a los creadores de las series más recientes. Entonces no me explico cómo mierda le hizo un personaje que a todos nos cagaba para mantenerse a lo largo de toda una década. Por otro lado, esa década eran los ochentas, cuando todo era horrible y decadente...

GFT&%#HNSH!!!

De cualquier forma, el truco inescrupuloso de meter a Scrappy funcionó de maravilla, y los ratings se dispararon. La dinámica original de los resuelve-misterios fue quedando cada vez más de lado frente a las peripecias de Shaggy, Scooby y el insufrible cachorrito. Así, Hanna-Barbera llegó a la decisión que la fórmula original del show podía irse a la mierda y que lo mejor era concentrarse en la ahora nueva fórmula ganadora.

The New Scooby-Doo and Scrappy-Doo (1980-1983)

Pues como les dije, todo se fue a la mierda. Sin misterios para resolver, sin la pandilla original, sin explicaciones racionales de los misterios en apariencia sobrenaturales (a menudo los monstruos o brujas eran reales) y con el chingado Scrappy en cada pinche capítulo. Sólo eran Shaggy, Scooby, y el chingado Scrappy metiéndose en problemas y viendo la forma para salir de ellos, los primeros siendo unos pusilánimes y el tercero siendo un bravucón insoportable. Los líos en los que se metían nuestros héroes eran cosas como huir de personas molestas porque sin querer les habían ensuciado la ropa con mostaza u otras motivaciones por el estilo. De vez en cuando, uno que otro bicho era un monstruo verdadero.

F¡GTOYH/&/U%SKMUFNIFUCKEJDHUADIUG!!!!!!

Scooby era más caricaturesco y antropomĂłrfico que antes, y el humor era chabacano y de pastelazo. Lo peor es que tenĂ­amos Scrappy hasta cuando no tenĂ­amos Scooby. En esta serie los capĂ­tulos ya no eran de media hora, sino tres cortos de siete minutos. El corto de en medio narraba las aventuras de Scrappy con su tĂ­o Yabba-Doo (¿entienden? Yabba-daba-doo... Puaj) que era otro bravucĂłn idiota como Ă©l, acompañando al comisario Dusty que era una especie de Shaggy vaquero, pero igual de pusilánime. El peor momento para el mundo de Scooby, si me preguntan...

The All-New Scooby and Scrappy-Doo Show (1983-1984)

En esta serie, Daphne era la inteligente...

Con este show quisieron regresar un poco al formato original. Shaggy, Scooby y Scrappy ahora acompañaban a Daphne a resolver misterios, pues ella era reportera de una revista para adolescentes, o algo así... Para la segunda temporada, que se cambió a The New Scooby-Doo Mysteries, Velma y Fred aparecieron como invitados en algunos capítulos. Pero, joder, seguía apareciendo el chingado Scrappy.

The 13 Ghosts of Scooby-Doo (1985)

Ok, Ă©sta es la serie que pasaban en la tele cuando yo era un niño, y es de hecho la primera encarnaciĂłn de Scooby de la que tengo memoria. AsĂ­ que eso bien podrĂ­a estar nublando mi juicio cuando les digo que ¡estaba muy chida! En serio, no estaba nada mal, con todo y que tenĂ­a al chingado Scrappy y un niñato igualmente molesto llamado Flim-Flam.

Shaggy, Scooby, los dos mocosos del infierno y Daphne tenĂ­an que encontrar y atrapar a los 13 peores fantasmas del mundo y regresarlos a un cofre del cual ellos los habĂ­an accidentalmente liberado. Ahora contaban con la guĂ­a de un hechicero inmortal, llamado Vincent Van Ghoul, que era interpretado por nada más y nada menos que ¡Vicent Price!

¡¡¡Vincent Price!!!
(Uno de los Ă­dolos de este blog, por si no lo sabĂ­an)

El tono del programa era muchas veces macabro. Me puedo ver a los tres o cuatro años, y es uno de los más vívidos recuerdos que tengo: estaba viendo este programa y hubo una parte en la que toda la gente dentro de un bar se convierten en hombres-lobo, incluida Daphne, y eso me aterró tanto que salté y me escondí debajo de la cama. O.O

Dejando de lado que con esto el concepto se fue de plano por lo sobrenatural, lo cual no deja de ser una lástima, esta serie fue de lo mejor que se ha hecho sobre Scooby. Por desgracia, como se trataba de atrapar a sólo 13 fantasmas, la serie sólo tuvo trece episodios. Pero valió la pena.

Scooby-Doo y la Escuela Fantasma

Lo que vino despuĂ©s se trata de un retroceso a la Ă©poca de The New Scooby-Doo and Scrappy-Doo. Por esos años Hanna-Barbera produjo una serie de largometrajes animados para la TV, protagonizados por sus personajes más icĂłnicos. Tres de estos largometrajes fueron estelarizados por Shaggy, Scooby y el chingado Scrappy, y en todos ellos tenĂ­an aventuras cĂłmicas con monstruos reales. Estas pelĂ­culas fueron Scooby-Doo Meets the Boo Brothers (1987), cuya trama no recuerdo muy bien, excepto que transcurre en el sur entre puro hillbilly y que habĂ­a una chica redneck que acosaba a Shaggy; Scooby-Doo and the Ghoul School (1988), gran favorita de mi chica, y en la que nuestros amigos llegan como entrenadores a una escuela de señoritas en la que estudian las hijas de Drácula, Frankenstein, el Hombre-Lobo, la Momia y asĂ­... de hecho, está simpática; Scooby-Doo and the Reluctant Werewolf (1988), en la que Shaggy es convertido en hombre-lobo para obligarlo a participar en una carrera de coches cuyos pilotos son puros monstruos.

La esencia de Scoby-Doo hacía mucho que se había perdido. Los niños de esa época no concebían un mundo sin el chingado Scrappy, ni sabían nada sobre Fred o Velma, como tampoco conocían la dinámica de resolver misterios. Por suerte, alguien decidió tomar un camino distinto...

Un experimento curioso: A pup named Scooby-Doo (1988-1991)

A finales de los 80 y principios de los 90 se dio una moda loca de hacer versiones mini de personajes de caricatura clásicos: Muppet Babies, The Flintstone Kids, Tom and Jerry Kids, Yo Yogi! y los Tiny Toons son los ejemplos más obvios. Bien, pues Scooby-Doo no escapó a esa tendencia.


Un cachorro llamado Scooby-Doo fue una serie que reintrepretĂł todo el concepto de Scooby-Doo. Scrappy quedĂł de lado de una vez por todas y el reparto original regresĂł, ahora como pequeñuelos de primaria. El tono de la serie era mucho más caricaturesco que lo anterior, con un sentido del humor irreverente, bromas sin sentido, rompimientos de la cuarta pared y una animaciĂłn exagerada tipo Tex Avery, lo cual no es de extrañarnos, pues los creadores de esta serie luego estarĂ­an detrás de proyectos como Tiny Toons y Animaniacs.

Shaggy y Scooby eran los mismos pusilánimes de siempre, pero hubo cambios importantes en los otros personajes. Fred era un conspiranoico fan de las revistas sensacionalistas sobre cosas paranormales, y cada vez que habĂ­a un caso estaba seguro de que el monstruo era real. Daphne era una chica muy rica mimada, amante de la moda y de verse fabulosa, que contaba siempre con la ayuda de un mayordomo llamado Jenkins y que aparecĂ­a apenas mencionaban su nombre. Velma era una pequeñita sĂşper inteligente que cada vez que decĂ­a "¡chispas!" significaba que habĂ­a encontrado una pista, y era ella quien resolvĂ­a el misterio.


La serie fue un éxito: cuatro temporadas, más que cualquier encarnación anterior. Supongo que se debió a que resultaba una muy graciosa y divertida caricatura para niños. Yo la veía por Cartoon Network y la recuerdo con cierto cariño.

EL RENACIMIENTO

Durante años no se volvió a producir material relacionado con Scooby-Doo. Pero con el auge de Cartoon Network, en el que pasaban al principio puras caricaturas viejitas, el buen gran danés empezó a recuperar su popularidad. Las repeticiones eran un éxito y, hacia el final de la década, se empezó a considerar en serio el proyecto de revivir a Scooby, pero dejando atrás todo lo que había sucedido a lo largo de los horrorosos ochenta y regresar a los orígenes.

Scooby-Doo on Zombie Island (1998)


Esta pelĂ­cula es genial. Se trata de un largometraje producido para la TV en el que la pandilla original regresa a la acciĂłn despuĂ©s de haber pasado años sin resolver misterios juntos. Claro, todo lo sucedido en los ochenta es alegremente olvidado, y parece que retoma las aventuras de estos muchachitos entrometidos donde se quedaron al final de la serie original. La diferencia es que, como rezga la tagline, esta vez los monstruos son reales (habĂ­an sido reales los Ăşltimos veinte años, pero recuerden que ahora eso nunca pasĂł). 

Scooby y sus amigos investigan un misterio en una isla del Bayou. Vudú, adoración a demonios, magia negra, asesinato, monstruos y, por supuesto, zombis, hacen de esta película una joya para los fans de Scooby-Doo y una de las mejores películas de miedo para chicos que he visto. Además, la animación es estupenda.

O sea, sĂłlo chequen lo cool que se ven esos monstruos

Tres películas siguieron a ésta. En todas ellas los chicos inician tratando de resolver un misterio y al final se topan con que había elementos sobrenaturales de uno u otro tipo. Todas tenían una excelente animación y diseño de arte, pero para mí perdió novedad después de La isla de los zombis. En fin, sus nombres eran: Scooby-Doo and the Witche's Ghost (1999), Scooby-Doo and the Alien Invaders (2000) y Scooby-Doo and the Cyber Chase (2001). El éxito de estos pryectos llevó a los nuevos dueños de la franquicia (ahora pertenencía a Warner) a probar nuevos caminos. Uno de ellos sería una porquería; el otro, un verdadero renacimiento.

Scooby-Doo (2002)


Es una película boba, con un sentido del humor bobo, que quiere ser "picante" en ocasiones, pero que queda totalmente fuera de lugar, como eso de meter chistes colorados en las adaptaciones de Dr. Seuss que se hizo por esos mismos años. Los personajes, la ambientación, la trama, el humor... nada corresponde con el espíritu de la serie original o siquiera de cualquier otra encarnación. Además, vuelve a ese recurso de esta vez los monstruos son reales, lo que ya había dejado de ser novedad desde hacía años.

Como Shaggy le dijo en Looney Tunes Back in Action al actor que lo interpreta, Matthew Lillard, "me hacer ver como un idiota". Lo Ăşnico gracioso fueron las referencias directas a la pechequez de Shaggy y el hecho de que Scrappy-Doo fuera el villano, porque nadie chingados lo aguanta. La segunda parte fue igual de sosa y desagradable.

Lo otro bueno de estas pelis: Velma

What's new Scooby-Doo? (2002-2006)

Este serie significĂł el regreso al espĂ­ritu original de la serie. Hubo cambios, claro, en el diseño de los personajes y el aspecto visual. La serie ahora se ambientaba en el siglo XXI, con todas las modernidades tecnolĂłgicas y culturales: ya habĂ­a computadoras y telĂ©fonos celulares, y Daphne ya no era una inĂştil damisela en peligro. Por lo demás, era una actualizaciĂłn fiel de aquella lejana Scooby Doo, Where Are You? con un sentimiento a la vez de cariño y de autoparodia.

Esto pasĂł de verdad

Ver esta serie se sentía exactamente como ver nuevos capítulos de la original, si acaso incluso más creativos, con un ritmo más veloz y más llamativos para las nuevas generaciones. Y, siguiendo la tradición de las películas de Scooby de los 70, contaron con actores de doblaje invitados, como la banda Kiss, Topher Grace, Mark Hammil, Vincent D'Onofrio y Ron Perlman, entre otros.

Me gustaba ver este show, cuando lo cachaba por casualidad en la serie; me gustaba revivir los viejos clichés, como las persecuciones con música y la vieja frase del villano "y lo habría logrado..." ahora repetidos a sabiendas de que eran clichés. De verdad fue un deleite, una forma novedosa de revivir viejas nostalgias, y fue un éxito, como se puede ver por las cuatro temporadas que vivió.

Shaggy and Scooby-Doo Get a Clue! (2006-2008)

Bueno, esta madre ni la vi, porque me parecĂ­a estĂşpida, y por lo que leĂ­ en Internet, a todo mundo pareciĂł estĂşpida, asĂ­ que sĂłlo les comparto lo que leĂ­ en Wikipedia. Shaggy y Scooby heredan una fortuna de un tĂ­o inventor, pero hay unos malvados que quieren quedarse con el invento del tĂ­o inventor, y cada episodio tratan de robarlo, mientras Shaggy y Scooby frustran sus planes malvados. O sea, ¿quĂ© pedo?

Scooby-Doo! Mystery Incorporated (2010-2013)


Aclaro que para estos años ya casi no veĂ­a tele y lo que veĂ­a era de chiripa cuando cazaba canales sin nada mejor que hacer. Cuando supe de este proyecto, al principio pensĂ© "ay, ¿otra serie de Scooby-Doo?" y me causĂł desconfianza el nuevo diseño de los personajes, como muy angulares. Luego me tomĂ© el tiempo de verla.

Fue una sorpresa muy grata. El tono de la serie era macabro, más que cualquiera de sus encarnaciones anteriores. Estaba llena de referencias al cine y a la literatura de terror, y a la cultura pop en general. Era una serie dirigida a los viejos fans de Scooby, pero que igual los chicos iban a disfrutar mucho.

Las referencias incluĂ­an a Lovecraft y a un actor llamado Vincent Van Ghoul
(conmovedor homenaje al grandĂ­simo Vincent Price)

Lo mejor, por primera vez hay desarrollo de personajes. En vez de tener a un grupo de adolescentes viajando por el país sin ninguna justificación aparente, los vemos en un pueblo natal, un lugar llamado Crystal Cove. Sabemos de sus familias y sus relaciones. Tienen conflictos interpersonales, no sólo los espantos a los que persiguen. Daphne y Fred tienen un romance; también Shaggy y Velma (quien en esta serie es notoriamente más delgada y tiene las bubis notoriamente más grandes). Scooby deja de ser protagónico y regresa a su papel original de ser una mascota del equipo.

Velma Dinkley, de nerd a sex-symbol.

Y también: por primera vez había un arco argumental que se extendía a lo largo de toda la serie. Sí, había el típico caso raro de cada semana, pero éste se insertaba en un misterio mayor que sólo se iría revelando hacia el final. Por cierto que entonces la serie se puso bien extraña; lo sobrenatural regresó y por un momento eso no me agradó, pero luego vi la forma en la que lo manejaron y fue brillante. Conspiraciones, traición, crimen, homicidio... la serie lo tenía de todo, y no me extraña que se la haya comparado con The X-Files, Twin Peaks o Lost. Probablemente sea la mejor serie de Scooby que se ha hecho.

NOTA DE LOS 2020s: Y sí, ha habido otras encarnaciones de Scooby-Doo, pero ninguna tan buena como esta serie de la que hablé en 2013. Si llega a haber alguna otra que valga la pena, haremos una continuación...

Conclusiones:

Scooby-Doo ha sido uno de mis personajes favoritos desde chico y veo que no soy el único. Su influencia en la cultura pop ha sido duradera, en especial la de sus clichés, que todo el mundo conoce y que han sido homenajeados y parodiados un sinfín de veces. Espero que tengamos Scooby para rato, pues estoy seguro de que en manos de talentosos creativos todavía tiene mucho que dar.

Ahora, con su permiso, me voy a comer unas Scooby-galletas. Los dejo con lo que querĂ­an ver: ¡escenas de desnudos!




El artista se llama Biran LeBlanc. Pueden ver más de su trabajo en su web oficial.


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12 comentarios:

Danielov dijo...

Excelente entrada. Algo que yo no habĂ­a notado y que hasta hace poco mi esposa me hizo ver, es que al parecer Scooby no tenĂ­a idea de que era un perro.
Siempre que alguien mencionaba algo acerca de que habĂ­a un perro ahĂ­ (refiriĂ©ndose a Ă©l), Scooby decĂ­a: "¿Un perro? ¿DĂłnde?".
No sĂ© si Ă©l se creĂ­a humano, hermano de Shaggy o algo asĂ­ (de ahĂ­ que ambos compartieran las Scooby-Galletas). ¿Sabes tĂş algo más al respecto?
Saludos.

AnĂłnimo dijo...

maldito scrappy, lo quería asesinar, desde niño lo odiaba.

EScenas de desnudos, vaya no pierdes el estilo.

AM dijo...

La ultima serie resulto en realidad una joya y una vuelta al verdadero espiritu de los personajes.
Y se olvidaron de Scrappy,por suerte.

Maik Civeira dijo...

Danielov: Yo sólo recuerdo eso en la peli de "La isla de los zombis", no sé si aparece en algún otro lado. Supongo que es no más para burlarnos de lo menso que es Scooby. A lo mejor sí se cree humano...

Danielov dijo...

Ese gag no era muy recurrente, pero más de una vez se empleó en la era previa a Scrappy.

Sobre éste último, insisto en que el doblaje también tiene mucho que ver en la percepción de un personaje. Cuando en un principio a Scrappy le daba voz en español Arturo Mercado (quien, por cierto, toooda la vida ha doblado a Shaggy, excepto en las películas live action), aunque era molesto, todavía se toleraba. Todo se fue al traste cuando lo empezó a doblar José María "El Ratón" Iglesias, quien de por sí tenía una voz horriiible, volviéndolo aún más irritante.
O eso creo yo; yo digo, no critico :P. Saludos.

AM dijo...

EL odio hacia Scrappy esta más alla de cualquier doblaje. Es decir tampoco lo toleraban en el lenguaje original, asi que podemos afirmar que el problema no era la voz del personaje, sino el personaje en sí.
La otra posibilidad que podriamos asumir es que Scrappy era parte de una alucinaciĂłn colectiva de la pandilla debido a la mala calidad de la yerba que se coseguia Shaggy (que de paso sea dicho, debe ser el ingrediente secreto de las Scooby galletas).

Ricardo dijo...

Pues como siempre buen post. nunca fui fan de Scooby doo. y sĂ­, tambien odio a scrappy. siempre me parecio sosa y lela esa caricatura. con eso de que el monstruo era un villano que se disfrazaba pues...

saludos.

Reinhardt Langerhans dijo...

A mĂ­ se me hace que las Scooby-galletas ponĂ­an pachecos a Shaggy y a Scooby, jaja xD

Saludos, Ego, me llenĂł de recuerdos tu entrada ^w^

Alexander Strauffon dijo...

Fred era la representación del estilo de vida "alternativo", que les gustara o no, estaba fuerte y presente en toda época.

Y si, Shaggy y Scooby eran adictos. Las Scooby-galletas tenian mas que los ingredientes de una galleta normal.

También yo odié al Scrappy, pinche perrillo feo y caguengue.

Vaciandome dijo...

Hay que recordar que tambien hay una parodia xxx que resultó bastante buena ya que aunque scooby no aparecia como tal, los personajes eran muy parecidos a los de la serie y no solo el parecido sino los roles y los gags igual festejando después de resolver el misterio en un encuentro entre shaggy, velma, freddy y daphne... muy recomendable.

Unknown dijo...

De todas formas, no se puede esperar que una serie tan cíclica como Scooby Doo esté fresca por mucho tiempo.

alexa dijo...

No me puedo creer que esta seria que me encantó, haya aparecido incluso antes de que naciera (gracias Canal 5), y también veo por que me dejo de gustar, ya que cambiaron lo que me encantaba, el misterio y resolverlos; el scrappy también me caía en los huevos (ni idea por que).