Lo sé, ha pasado un mes desde que se estrenó Avengers: Infinity War, y ya hasta se agotó el mame. Ya nadie habla de la peli y ni se
comparten memes alusivos de los que inundaron las redes no mucho tiempo atrás.
Ya no es momento de escribir al respecto, me dice el sentido común, es probable
que a estas alturas ya nadie lo lea. Lo bueno es que sí publiqué a tiempo mi reseña sin spoilers.
Resulta que mayo es el mes más cruel, porque estoy en final de periodo
escolar, con todo lo que ello implica, y casi no hay tiempo para nada más que
no sea calificar exámenes y proyectos. De cualquier forma, no me quería quedar
con las ganas de hablarles largo y tendido sobre el evento friki de nuestros
tiempos. Así que, aunque haya pasado de moda, aquí tiene un análisis bien
perrón y pretensioso. Spoilers assemble!
El mito cosmogónico
De un tiempo acá tengo ganas de hablar de la transformación que ha
sufrido la figura del superhéroe a lo largo de las décadas. El superhéroe
empieza como justiciero, un
vigilante solitario que combate el crimen y otras formas de injusticia, un acto
a la vez. Con el paso del tiempo, los héroes se convierten en guerreros, unen sus fuerzas con otros
campeones y luchan auténticas batallas (no solamente duelos personales o
escaramuzas) contra ejércitos enemigos. En los últimos años se nota en la
cantidad de sagas que llevan war en
el título (Civil War I y II, The
Sinestro Corps War, Secret Wars, Trinity War, The Darkseid War, y DC tiene no una, sino dos, historias tituladas World War III)
Podemos verlo en la historia de los superhéroes desde su aparición en
los cómics, pero también se nota cuando los personajes son adaptados a nuevos
medios, específicamente en la diferencia que hay entre la aparición de cada
héroe de Marvel en sus películas en solitario con lo que fue The Avengers. El Capitán América, claro,
es una excepción, pues él nació como un soldado y su primera historia se ubica
en el contexto de una guerra (y aún así la peli es más sobre su duelo personal
con Red Skull que sobre la guerra en sí).
El siguiente paso es cuando el mito ya no se trata del héroe, sino del universo
en el que vive. Es la diferencia que hay entre los mitos de las hazañas de
Hércules, por decir algo, y el relato de la Cosmogonía. O que hay entre las
historias de los profetas bíblicos y el relato del Apocalipsis. No se trata ya
de un personaje en el camino hacia la grandeza o la santidad, sino del origen y
destino del cosmos. En los cómics, se alcanza este punto cuando las maxisagas
ya no se tratan de enfrentamientos entre los héroes y los villanos, sino de
eventos que ponen en juego la estructura misma del universo, precisamente como Infinity Gauntlet, en la que se basa
esta película, o la clásica de DC, Crisis
on Infinite Earths.
Con Infinity War
el Universo Cinemático Marvel alcanzó ese nivel cósmico. Nunca habíamos visto
algo tan grande en la historia del cine. Nunca. No me refiero al
costo de la producción, ni a la duración de la cinta, o siquiera a que estén
todos los personajes juntos. The
Avengers había hecho algo inédito mostrándonos a héroes provenientes de
diferentes películas en un solo crossover,
pero en los últimos seis años aprendimos que ese universo era mucho más grande
de lo que pensábamos, y que sus mitos se extienden en el tiempo hacia la
creación misma, en el espacio hasta los confines de la galaxia, y en escala
hasta seres semidivinos, dimensiones infernales y reliquias ancestrales capaces
de alterar la realidad.
Infinity War es la historia
que conjuga todos esos elementos del MCU, toda la mitología y
la creación de mundos que 18 películas anteriores habían estado presentándonos,
y les da coherencia y sentido. Cada peli nos
mostró un poco del panorama; ésta nos muestra al Universo Marvel como un todo
interconectado, y en el conflicto entre los héroes y el villano es el universo
mismo lo que está en juego.
En 2012
dije que después de The Avengers
Marvel haría bien en retirarse con una nota ganadora, porque no había forma de
superar el inmenso triunfo que habían logrado con un experimento tan riesgoso,
y que entonces sólo les quedaba irse para abajo y empezar a repetirse o
rebuscarse. En los años siguientes, con la Fase 2, pensé que tenía razón. Pero
si aquella fue la más floja (la única realmente buena de esa racha es The Winter Soldier), la Fase 3 empezó a
corregir el rumbo con mucho éxito. Y con Infinity
War me demostraron que estaba totalmente equivocado.
Un relato bien narrado
Lo anterior nos da una idea de la tarea titánica que los hermanos Russo
y los guionistas tenían en sus manos. Era muy fácil echarlo a perder y ellos
salieron avante. ¿Cómo le hicieron? Habría que empezar por lo que sucedió desde
antes de que iniciara la película.
El Universo Marvel, el de los cómics, hizo historia por el compromiso
que sus creadores hicieron con la continuidad. Lo que sucedía en un cómic no
era nada más una anécdota, sino que tenía consecuencias en los cómics
posteriores, incluso en los de otros personajes. El MCU ha seguido, con mucho
tino, el mismo modelo, así que todas las películas anteriores prepararon el
camino para ésta, y no sólo presentándonos a los protagonistas y a las Gemas
del Infinito (los
MacGuffin de esta saga), sino creando el escenario en el que esta
confrontación sería posible.
Al inicio de Infinity War la
Tierra no tiene ni a SHIELD ni a los Vengadores ni a su Hechicera Suprema;
Asgard ha sido destruida junto con casi todos sus guerreros; Ego, el último de
los seres antiguos y ultrapoderosos conocidos como los Celestiales, ha muerto
también. El universo nunca había sido tan vulnerable a la amenaza de Thanos. El
trabajo de preparar este escenario tomó 18 películas.
A continuación tenemos el problema de cómo manejar una historia que
tiene a tantos personajes. La solución fue sencilla, pero ingeniosa: dividirlos
en subequipos, cada uno con sus propias misiones. En una línea argumental la
mayor parte de los Vengadores tiene que proteger la Gema de la Mente que le da
vida a Vision, lo cual culmina en la Batalla de Wakanda. En otra tenemos el
intento fallido de los Guardianes de la Galaxia por evitar que Thanos se apodere
de la Gema de la Realidad y rapte a Gamora. Esta línea argumental confluye con
la de Iron Man, Dr. Strange y Spider-Man, a quienes los Guardianes se unen en
un intento por detener a Thanos en Titán. Y claro, Thor, junto Groot y Rocket,
parten en la búsqueda de un arma para detener a Thanos, línea que sólo al final
confluye con la primera.
Lo anterior también tiene la consecuencia de que nuestros héroes están
atomizados y tienen que enfrentarse al villano en situaciones desventajosas (el
equipo de Iron Man y Dr. Strange es el que mejor sale parado). Desde un
principio de la película, algunos de los héroes más poderosos quedan
neutralizados: Thor pasa la mayor parte separado del resto; a Hulk le ponen tal
madriza que ya no quiere volver a salir; los poderes de Vision se ven
gravemente disminuidos por el ataque sorpresa de la Black Order; Scarlet Witch
tiene que quedarse en la retaguardia para proteger a su amado.
Más aún, los seis Vengadores originales nunca están todos juntos. Clint
ni sale en la peli; Tony y Thor están cada quien por su lado; Bruce tiene que
arreglárselas sin ponerse verde, y Steve y Natasha no pueden hacer mucho ante
esta crisis cósmica. Esto no puede ser casualidad, y sospecho que se nos está
preparando un glorioso reencuentro para la entrega final, en la que veremos más
del Cap, que apenas y salió en esta película.
Por lo anterior cada personaje tiene muy poco tiempo relativo en
pantalla. De hecho, un fan se dio a la tarea de contar los minutos exactos y
resulta que nadie
aparece más de media hora. Quien está
más tiempo es Thanos, pues es el titán loco el verdadero protagonista, y bien
podríamos ver Infinity War como la
odisea del villano, el cual, en un típico viaje mitológico, enfrenta y supera
diferentes desafíos, hace grandes sacrificios, se ve a sí mismo a punto de ser
derrotado, obtiene las reliquias que buscaba y al final triunfa. Entonces
Thanos es el personaje principal, cuya línea argumental va cruzando por las de
todos los demás. Una decisión narrativa brillante.
Para que todo ello funcione, se necesita un buen montaje. No puedes
tener un montón de líneas argumentales distintas sin que cada una tenga algo
que llame la atención. La película corta de una a otra en el momento justo para
mantener la tensión emocional a cada momento. Es cierto que no es perfecta; hay
momentos en los que el tono y el ritmo son irregulares. Pero es tan buena como
podía esperarse, teniendo en cuenta el enorme trabajo que tenía que llevarse a
cabo. Éste es el tipo de historias que, en los cómics, normalmente se meten en
una serie de 12 números, sin contar todos los tie-ins.
Thanos
El MCU no se ha caractierizado por sus grandes villanos; fuera de Loki,
Vulture y Killmonger, casi todos han sido olvidables, con personalidades
blandengues y motivaciones ridículas. Thanos tenía que ser la excepción o esta
película no habría funcionado.
Mucho se ha hablado de la
filosofía malthusiana de Thanos. El filósofo de la Ilustración Thomas
Robert Malthus observó que la población humana crece geométricamente, mientras
que la producción de alimentos crece sólo aritméticamente. O sea, mientras
nuestra comida crece así: 2+2+2…, nosotros nos reproducimos así: 2x2x2… Así,
llega un momento en que habrá más gente que recursos.
Las ideas de Malthus tuvieron un gran impacto en la historia del
pensamiento occidental (en Darwin, por ejemplo, que halló en la teoría de la
selección natural una respuesta a por qué no ocurre un escenario malthusiano a
cada rato en la naturaleza), pero sus predicciones no se cumplieron (o quizá
sólo se postergaron), con la Revolución Verde a mediados del siglo XX, una
serie de desarrollos científicos que permitieron producir mucho más alimento
que nunca, y así que pudiéramos llegar a ser 7 mil millones de changos pelones
en este planeta.
A Thanos no se le ocurrió nada de eso. Teme que, como su planeta natal,
la galaxia sufra por sobrepoblación y decaiga, y no le cruza por la mente que,
por ejemplo, se podrían colonizar y terraformar planetas deshabitados. Con
todo, Thanos es menos culero que Malthus, quien creía que la clase de gente
cuya proliferación había que controlar eran los pobres. Thanos quiere eliminar
a la población de la galaxia al azar (menos a sí mismo, qué pinches
conveniente).
Sí, el plan de Thanos es una locura absoluta y no tiene sentido. Pero
él está tan convencido de ello y lo discute de una forma tan desapasionada, que
hasta hay tontitos en el mundo real que dicen con toda seriedad “numa, Thanos
tenía razón”. Pero Thanos es un lunático. No es el típico villano que se ríe de
su propia malignidad mientras se retuerce los bigotes. Aunque es despiadado y
elimina sin miramientos a quienes se le oponen o lo traicionan, no se ve como
alguien que disfrute de su propia crueldad. Está seguro de que sus acciones son
buenas y eso es lo que lo hace aterrador.
Hay un
análisis muy chévere sobre cómo Thanos pretende ser una figura paterna para
todo el universo. Es un padre abusivo que literalmente torturó y mutiló a sus
dos hijas, Gamora y Nebula, pero siempre con la idea de que les estaba haciendo
algún bien. El retorcido “amor” paterno que siente por Gamora es sincero, así
como el dolor que le causa el tener que sacrificarla. Pero eso no lo hace menos
monstruoso.
Thanos quiere extender esa patria potestad a todos los seres vivos.
Noten cómo llama “boy” o “my child” a casi todos los personajes a los que
encuentra. Él quiere verse a sí mismo como un padre bondadoso, pero firme, que
actúa por el bien de sus propios hijos, aunque ellos no lo entiendan. Eso es lo
que lo hace un villano. Sus ideales pueden parecer muy nobles en lo abstracto
(como los de Magneto o Ra’s al Ghul), pero sus acciones son abominables, porque
va por ahí decidiendo quién vive y quién muere, privando a las personas de su
libertad y sembrando dolor por donde pasa.
Los héroes
Otro personaje que pasa por un arco es Thor, cuya historia, paralela a
la de Thanos, es otro típico viaje del héroe. Inicia desprovisto de su arma proverbial,
habiendo perdido no sólo su mundo hogar, sino a la mitad de los que habían
logrado escapar del Ragnarok, incluyendo a los últimos grandes guerreros de
Asgard, su hermano Loki, y su amigo Heimdall. Ningún otro de los héroes ha
perdido tanto como Thor al inicio de Infinity
War.
Como en un clásico relato mitológico, Thor une fuerzas con otros seres
que se encuentra en el camino y viaja a un lugar sagrado para obtener el arma
que necesita. Pero para ello es necesario que esté dispuesto a sacrificar su propia
vida, como lo vemos cuando tiene que recibir sobre sí mismo todo el poder de
una estrella. Al final, lo consigue y regresa a la Tierra más poderoso que
nunca, el Dios del Trueno en toda su gloria, arrancando vítores del público y
de nuestro querido Bruce Banner.
Mientras tanto, mantiene esa actitud entre ruda y bobalicona por la que
lo conocemos desde un inicio (pero sobre todo desde Ragnarok), en especial en momentos como “nunca ha peleado conmigo
dos veces” y “sólo me matará si me muero”. Pero, como nos revela Mantis, tiene
por dentro mucho dolor y arrepentimiento, y él mismo lo deja escapar con su “¿qué
más podría perder?”
Al igual que Thor, el buenazo de Bruce está desprovisto de su poder, y
como buen héroe mitológico tiene que probar su valía sin él. ¡Y vaya que Bruce
demuestra tener grandes agallas! Sin contar con la ayuda de Hulk, se mete a la
batalla como uno más e incluso es quien derrota a Cull Obsidian, de la Black
Order.
No soy muy fan de Tony Stark y me dio mucho gusto que Steve le partiera
la madre en Civil War, pero es cierto
que de todos los héroes de Marvel, es el que tiene un
arco de personaje más completo. Todo lo que ha vivido desde el final de The Avengers lo lleva hasta este
momento. Como él dice, ha tenido a Thanos en la cabeza por seis años. Su
fracaso en derrotar al titán hace que sus peores temores se hagan realidad. Cuando
volvamos a ver sus visiones de pesadilla en Age
of Ultron, tendrán un significado distinto, así como cuando le dijo a Peter
Parker “no puedo tener tu muerte en mi consciencia”. Al final, Tony se
encuentra derrotado y solo, en un planeta lejos de casa y sin tener los medios
para volver. Ha perdido la batalla para la que había estado preparándose por
años. Su fracaso es total.
Steve Rogers, el Capitán América, es el corazón de los Vengadores, pero
aparece muy poco en esta película. Supongo que están guardando su mejor
actuación para el capítulo final. De todas formas, como bien dice este
análisis, es la brújula moral de Steve la que puede salvar al universo.
Thanos piensa que está bien sacrificar millones de vidas para salvar millones
más. Algunos de los Vengadores piensan que es correcto sacrificar una vida para
evitar que Thanos triunfe. El Cap es el único que planta el pie y dice “no
negociamos con vidas”. Para el Cap cada vida es valiosa y vale la pena
defenderla.
Una cosa es que alguien elija
pelear y arriesgarse a morir para salvar a alguien más (como el mismo Cap,
todos los superhéroes y ejército de Wakanda). Otra muy distinta es que alguien
decida quitarle la vida a un ser consciente, como lo hace Thanos, en nombre de
una causa mayor. El autosacrificio puede ser heroico, el sacrificio de alguien
más (alguien que no quiere ser sacrificado) es un acto de maldad y Steve no
está dispuesto a dejar que se cometa. Es manteniéndose firmes a ese principio
moral que los Vengadores pueden triunfar al final.
Más cosas chidas
Por supuesto, gran parte del encanto de la cinta es ver interactuar,
por fin, a algunos personajes que hasta ahora no se habían encontrado. Ya
teníamos muchas ganas de ver a Tony Stark y Stephen Stranger (¡los dos
Sherlocks!) tratar de llevarse bien a pesar de sus enormes egos, y
definitivamente la mancuerna que se ven obligado a hacer es de lo mejor de la
película.
Pero hay otras interacciones que no nos esperábamos y que también
resultaron encantadoras. Mi favorita, para sorpresa de mí mismo, fue le relación
entre Thor y Rocket. Mientras todo el mundo había pendejeado al pobre mapache por
dos películas, Thor es el primero que trata a Rocket con respeto (a pesar de
que lo confunde con una liebre), y como un compañero de armas digno. A cambio,
Rocket demuestra una generosidad y empatía cuyo usual cinismo le había impedido
expresar hacia sus otros compañeros. Simplemente los adoré juntos. Aunque,
claro, Rocket sí tiene mucho cariño por su familia disfuncional, los Guardianes,
como reconoce cuando dice “pues yo, personalmente, sí tengo mucho que perder”. Trágicamente,
es lo que sucede al final.
Creo que la mayor sorpresa de la película fue la aparición de Red
Skull. Algunos fans ya sospechaban que la Gema del Espacio no lo mató sino que
lo transportó a otro lugar, pero creo que nadie se esperaba encontrarlo justo
allí, guardando la Gema del Alma. Fue sólo un detalle (realmente el personaje no tenía que ser Red Skull), pero a
todos nos dio gusto saber qué había sido de ese villano.
Tampoco estábamos preparados para ver Peter Dinklage como Eitri, el
enano herrero que forja a Stormbraker en Nidavellir. Fue una gran idea hacer
que los enanos fueran gigantes. (¡Oh, mi gigante de Lannister!) Además, está
esa emocionante escena en la que Groot, que había estado de adolescente
respondón toda la película, da su brazo para completar la creación de la nueva
arma de Thor. Eso lleva a preguntarnos, ¿es Groot digno? Sí, evidentemente sí lo es.
La batalla de Wakanda me recordó mucho a la de Naboo en Episodio I. Los
buenos con sus escudos de energía, el campo de fuerza, los vehículos de combate
y, una vez más, un ejército enemigo compuesto por seres desechables y sin
mente. La batalla podría haber sido genérica, de no ser por varios puntos a su
favor, entre ellos: A) Los wakandianos, por supuesto, quienes se ganaron
nuestro corazón en Black Panther, y en especial M’Baku,
a quien creo que todos estuvimos contentos de ver (y de que no desapareciera al
final); B) La Black Order, villanos auténticamente peligrosos a quien uno odia
más que a Thanos (éstos sí se muestran crueles y arrogantes), y a quienes
deseamos desesperadamente ver derrotados; C) Okoye, que es simplemente genial,
a pesar de que sale muy poco, pero en especial ese momento girl power! que tuvo con Natasha y Wanda al momento de enfrentar a
Proxima Midnight (mi novia vitoreó en esa escena).
Mucho se ha dicho que Star-Lord la regó cuando nuestros héroes tenían a
Thanos atrapado y a punto de quitarle el Guantelete. También falló Thor al no
apuntar a la cabeza del titán para matarlo de un golpe, o de perdido mocharle
el brazo de una buena vez. Pero si me preguntan a mí (pregúntenme a mí), el
error que lo inició todo fue cuando los Guardianes no quisieron acompañar a
Thor a Nidavellir. Si hubieran ido todos juntos, Thanos nunca habría atrapado a
Gamora ni hacerse con la Gema del Alma. Pero yo nomás digo.
El futuro
En The Avengers, Tony le hizo
una promesa a Loki: “Si no podemos salvar a la Tierra, ten por seguro que la
vengaremos”. Creo que de eso se va a tratar la siguiente película, de los Vengadores
buscando a Thanos para hacer justicia por los muertos. Estoy seguro de que
veremos a los seis originales haciendo equipo otra vez (y a Tony haciendo las
paces con Steve en una escena conmovedora). Estarán ahí también War Machine y
Rocket, y supongo que Nebula también. Me gustaría ver también a Okoye y a Shuri
(ésta en el manto de Black Panther), uniéndose a los otros.
Las películas de Ant-Man and the
Wasp y Captain Marvel servirán de
puente entre Infinity War y la
película final, y seguramente esos héroes aparecerán para la confrontación
final. Dado que ellos tienen acceso al Reino Cuántico y que es casi seguro que
habrá viajes en el tiempo, es muy posible que esa película sea incluso más
cósmica que la anterior, pues agrega una dimensión más a la odisea que nuestros
héroes están por vivir.
A estas alturas es obvio que el Dr. Strange, después de haber visto 14
millones de futuros posibles, tenía un plan al entregarle la Gema del Tiempo a
Thanos. De alguna forma, sólo se puede derrotar al villano dejándolo ganar.
Quizá revivan muchos de los que desaparecieron con el Chasquido, pero dudo
mucho que todos aquellos que murieron por otras causas regresen (Loki, Gamora,
Vision). Ya veremos cómo acaba eso.
Es una cinta que me tuvo con el corazón
saliéndoseme del pecho desde que empezó. Está llena de emociones y sorpresas.
Me vi, junto el público, gritando, aplaudiendo y llevándome las manos a la cara
de incredulidad. Pase lo que pase, los Russo tienen una tarea aún más
grande por delante, y es que han subido muy alto la barra de lo que se puede
esperar de una cinta de superhéroes. Por lo pronto, el MCU ha hecho historia,
de forma en la que sólo la original trilogía de Star Wars lo había hecho en su
momento, cambiando para siempre la industria cinematográfica y la forma en la
que consumimos cine de gran presupuesto. Sobre todo, el MCU nos ha dado a los
geeks comiqueros del mundo una experiencia que sólo en nuestros sueños más
guajiros habíamos pensado que se haría realidad. El MCU es una de las mejores
cosas que me ha pasado en mi ñoña vida.
Esta historia continúa en:
1 comentario:
Creo que va a ser la primera empresa en hacer un ''reboot'' de un universo en el cine y continuar, ya sabes no me refiero a solo lanzar otra pelicula, al contrario hacer algo tipo Spiderman#311 y luego lanzan New Spiderman #1 algo asi, pero en el cine, es algo muy raro ya se ve venir los ''viejos'' quedaron vivos y sin contrato ahora les toca ''hacer el vieje'' a lo nuevos heroes y eso es lo interesante.
Infinity War genera mucho dinero solo hace falta ver You Tube para ver la cantidad de canales que siguen con Infinity War y han de seguir hasta el trailer y el siguiente año. Pero pues la cantidad de dinero indirecto que genera es muy grande, ademas de ser un marketing genial. Estos en general solo se ha hablando de Marvel y Dc solo se ha hablado de poster de Aquaman son 1000 articulos de Marvel y 1 de Dc/Wr y ahora han Solo.
De hecho sigo Forbes y otro medio similares en durante Infinity War publicaban diario al menos dos artículos sobre el dinero que ha ganado, ahora con Han Solo hablan del a decepción de taquilla por ejemplo.
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