No somos nazis. Somos patriotas paleolibertarios, socialmente conservadores racionalistas y económicamente liberales clásicos.
No somos nazis. Lo que definĂa a los nazis era su estatismo, no el culto a la naciĂłn, la raza, la virilidad, la tradiciĂłn y los valores militares. AsĂ que si nosotros hacemos todo eso en un marco de amor incondicional al libre mercado, entonces está bien.
No somos nazis. Ellos querĂan darle todo el poder al Estado, igual que los comunistas. Nosotros, en cambio, creemos en un capitalismo libre de toda regulaciĂłn y restricciĂłn, que permita una despiadada competencia darwiniana y que a su vez facilite a una Ă©lite hacerse con todo el poder y la riqueza, que se merece por ser superior a todos los demás.
No somos nazis. Sabemos que los negros son más propensos al crimen y que las mujeres son menos racionales, que la homosexualidad y la transexualidad son enfermedades mentales; pero estos son hechos cientĂficos, no creencias ideolĂłgicas. Son datos, no relatos, y como hijos de la IlustraciĂłn los aceptamos.
No somos nazis. Simplemente consideramos que hay unas culturas superiores a otras, que el Occidente judeocristiano es más racional, más vigoroso, más viril y más libre, pero que cualquier contaminaciĂłn podrĂa destruirlo, asĂ que hay que mantenerlo puro de influencias externas.
No somos nazis. Esa gente a la que los nazis odiaban, como los negros de BLM, las feministas, los socialistas, el lobby lgbt... Ésos son los verdaderos fascistas, el verdadero peligro, a los que hay que detener antes de que arruinen nuestra nación.
No somos nazis. Ésa es una calumnia inventada por los globalistas, marxistas culturales y posmodernos, esa conspiración omnipresente financiada por George Soros para implantar el comunismo homosexual y destruir a Occidente.
No somos nazis. SĂłlo creemos que necesitamos colocar en el poder a un lĂder fuerte y carismático, porque es lo Ăşnico que puede detener la decadencia de nuestra cultura y nuestros valores.
No somos nazis. Pero ya verán lo que pasará a nuestros enemigos cuando tengamos el poder.
No somos nazis. Pero a veces marchamos con ellos.
Parte de la serie CrĂłnica de un Invierno Fascista (y de la Resistencia). Otros texos relacionados incluyen:
1 comentario:
No somos nazis pero hacemos todo lo que ellos hacen, y hacemos como que no es asĂ, no somos nazis pero decimos feminazis a quien sĂ agrede porque nosotros solo decimos verdades con frialdad y calma, y como quienes responden se enojan, claramente no son racionales.
No somos nazis pero aquĂ estamos influyendo a que no nos influyan y todo quede bien.
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