En esta serie estamos recorriendo la historia de lo Gótico desde hace dos mil años, desde los godos a las culturas urbanas. Antes de proseguir quizá quieras checar el capítulo anterior, La Imaginación Gótica, o quizá prefieras ir directo al Índice de esta serie.
¡Hola! Pues, una vez más, el capítulo en
el que había estado trabajando me quedó mucho más largo de lo que planeaba, así
que tuve que dividirlo en dos partes. Éste iba a ser en el que
hablara de la subcultura goth, pero ya que ésta surgió alrededor de un
movimiento musical, había que empezar por ahí. Sin darme cuenta, terminé
contando la historia casi completa de la música gótica.
Una de las razones por las que hace
tiempo dejé de hacer entradas sobre música es que no tiene chiste si no adjunto
los videos o audios, pero luego éstos los bajan constantemente de las
plataformas usuales, y ahí tengo que estar a cada rato reparando los enlaces.
Ash. Ni modo, habrá que hacerlo para esta ocasión, no hay de otra. Por favor,
si se llega a romper un enlace avísenme. Ah, y también tengan en cuenta que no
sé nada de teoría musical, así que no esperen que diga cosas como “esta canción
tiene un tiempo de 4 por 4, con vocalizaciones en estacato y ritmos sincopados”,
sino más bien “esto está bomnito, pero esto otro me da amsiedá”.
Capítulo Siete
La Música Gótica
Entre la gente externa existen muchas
ideas erróneas sobre la cultura goth, lo que ha llevado a la aparición y
repetición de estereotipos, sobre todo en los medios masivos. Así que debemos
aclarar dos cosas: 1) La cultura goth emergió alrededor de la escena de un
movimiento musical muy específico, el goth rock, y sus diversas variantes y
subgéneros; no toda la gente que se viste de negro o gusta de cosas siniestras
es goth, a menos que sea fan de esta música.
2) Hay mucha música popular que evoca lo macabro o lo horrorífico que no es goth; por ejemplo, veremos
varios subgéneros de metal que tienden a lo siniestro, incluso a lo
inequívocamente gótico, y que no por eso son goth. Esto, claro, no quita que pueda haber ciertas
influencias cruzadas entre un tipo de música y los otros, y sobre todo que haya
espacios de encuentro común para sus fans. Todo ello lo abordaremos entre este capítulo y el que sigue.
Noten que aquí voy a referirme a la
música y a la subcultura como goth y no como gótica, como a veces
se traduce, en especial cuando se habla de goth girls como chicas
góticas, cuando no es lo mismo. Gótico es un término mucho más amplio, que
abarca las muchas expresiones artísticas y culturales que hemos estado
estudiando a lo largo de esta serie, que va quedando tan larga y épica como la
incursión de los godos en el Imperio Romano. Goth, en cambio, se refiere
específicamente a la subcultura y la música; pero no toda la música gótica es goth, ni todas las
culturas góticas son goth.
Uno de los errores más frecuentes es la
narrativa de que el goth surgió inspirado directamente en la tradición gótica
de la ficción, algo así como una extensión de la estética y los temas cine y la
literatura gótica a la música popular. Hay algo de cierto en ello, pero se
sobreestima su importancia: los lazos de la ficción gótica con el surgimiento
del goth son más bien circunstanciales e indirectos. Sí hubo, como veremos en
un momento, artistas que incorporaron referencias e influencias de lo gótico en
creaciones seminales, pero en realidad, las raíces del goth están en la
escena punk.
A. BELA LUGOSI HA MUERTO
La historia del punk como música y
contracultura es fascinante en sí misma y daría para un ensayo completo, o una
serie de ellos. Ya platicamos un poco al respecto por acá.
Como el goth, el metal y básicamente todos los movimientos importantes de la
música rock desde la década de los 60, el punk surgió en Inglaterra,
concretamente en los barrios de clase trabajadora. Fue la expresión de una
cultura juvenil de que estaba decepcionada de la sociedad consumista y
desigual creada por la generación de sus padres. En el plano artístico, el punk
se rebelaba contra la música comercial excesivamente producida por las
disqueras, y privilegiaba los sonidos más simples, veloces y agresivos, junto
con letras que abordaban temas políticos y sociales.
En sus orígenes, la cultura punk era
muy artesanal. Los músicos eran autodidactas, jóvenes surgidos de los
mismos barrios trabajadores, y tocaban en clubes locales. Las prendas de la
moda punk eran hechas a mano por los fans con lo que pudieran encontrar.
Fanzines y afiches eran elaborados en casa. Sin embargo, a finales de los 70
algunas de las más famosas bandas punk habían alcanzado una inmensa popularidad
y firmado con grandes disqueras; de tocar clandestinamente en almacenes de
zonas industriales habían pasado a hacer giras internacionales.
Así, comenzó a surgir una nueva
corriente que, en retrospectiva, sería llamada post-punk. Convertido en
fórmula el estilo del punk, algunas bandas decidieron explorar nuevos caminos
musicales, retomando las atmósferas acústicas del rock psicodélico, y al
mismo tiempo experimentando con influencias de la música electrónica de
Brian Eno, para lo cual incorporaron sintetizadores y cajas de ritmos. Más
que un género, el post-punk fue un movimiento amplio y heterogéneo que marcó la
transición entre los 70 y 80.
Entre las bandas más representativas de
la primera época estaban Magazine, Gang of Four, The Slits, Killing Joke, la
americana Talking Heads, y, por supuesto, la deliciosamente depresiva Joy
Division.
Bien, pues fue en este ambiente de
experimentación musical que en 1979 apareció una canción titulada Bela
Lugosi’s Dead, de una banda llamada Bauhaus. Una épica de nueve
minutos con un sonido electrónico que recuerda a las experimentaciones
psicodélicas de The Doors y The Velvet Undreground, y a los ecos y
reverberaciones de la música dub jamaiquina; una atmósfera que ha sido
descrita como “fantasmal” (haunting), y una letra que hacía referencias
a vampiros y rituales satánicos. Súmese a ello un arte de portada dominado por
la silueta de un murciélago, y tendremos aquí la primera canción de goth rock de
la historia:
Por su parte, Joy Division se
convirtió en legendaria tras una meteórica carrera que terminó con el trágico
suicidio de su vocalista Ian Curtis en 1980. Su canción más emblemática
probablemente sea Love Will Tear Us Apart, salida ese mismo año:
Pero ojo, que eso de goth todavía
no existía y todavía faltaba un poco para que se definiera como un estilo de
música aparte, no digamos ya una subcultura. Lo que Bauhaus, Joy Division y
otros provocaron fue una escisión en el público de la escena punk, entre los
que preferían los sonidos más rudos y silvestres del punk clásico y quienes se
sintieron atraídos de inmediato por la nueva propuesta del post-punk.
Además, otras bandas comenzaron a experimentar con esta versión más oscura y melancólica,
como las famosísimas The Cure y Siouxsie and the Banshees.
Junto con Joy Division, se les considera
la santísima trinidad fundadora del goth, aunque ninguna de estas bandas adoptó
el nombre, y en su estilo musical no se casaron con un género, sino que
siguieron experimentando. En el caso de The Cure, su discografía oscila a
lo largo de los años entre obras cercanas al goth y otras muy diferentes, más
amigables a los gustos mainstream. De su primera etapa goth, The Cure nos ha
dejado esta icónica canción, A Forest, de 1980:
Estas bandas pioneras también se
inspiraron en el aspecto extravagante y la teatralidad del glam rock al
estilo de David Bowie, Queen, Kiss y, sobre todo, Alice Cooper, quien era el
representante de lo siniestro en aquella escena (más adelante volvemos a él).
El color negro en la ropa y las prendas de cuero ya eran símbolo de rebeldía
desde tiempos del rock n’ roll cincuentero, y posteriores movimientos lo
hicieron suyo, incluyendo el hard rock, la subcultura biker, el punk y, como
veremos más adelante, el heavy metal. Iba muy bien con el sonido fantasmal y las
letras melancólicas sobre la muerte y la tristeza de la nueva música goth. Los
fans, fascinados por estas fachas tan subversivas, comenzaron a copiarlas,
creando sus propios atuendos y accesorios de forma casera, en la tradición
punk.
Con su pelo negro alborotado y su
maquillaje blanco, Siouxsie Sioux, la vocalista de The Banshees, fue una
inspiración mayúscula para el clásico look de la cultura goth. El nombre
de la banda fue tomado de la película de ¡Vincent Price!, Cry of the
Banshee (1970). La letra de Spellbound (1981), una de sus
canciones más famosas, evoca las imágenes y emociones de un cuento de terror
sobrenatural. El videoclip oficial fue grabado en los bosques de Brunham, donde
también se filmaron varias de las películas clásicas de horror de Hammer.
Por último, la canción comparte nombre con el clásico filme gótico de Alfred
Hitchcock, aunque no he encontrado información para certificar que ésa
fuera la intención.
Ninguna de estas bandas estaba tratando
de inventar un género; más bien estaban experimentando con los bloques de
construcción que se estaban creando en la escena musical de aquel tiempo. Vistas
en retrospectiva, a estas bandas, o por lo menos a su trabajo seminal en
aquellos tiempos, se les llama early goth, proto-goth, o gothic
post-punk.
Realmente el goth encontraría su
definición con la carrera musical de The Sisters of Mercy, proyecto que
en realidad podría ser llamado “Andrew Eldritch y quien lo aguante”,
porque es este cantautor el único integrante que ha permanecido a lo largo de
las décadas, junto con su amigo robot, la caja de ritmos Doktor Avalanche.
Si les gusta la chisma, hallarán mucha en la historia de The Sisters of Mercy,
llena de drama, traiciones, declaraciones escandalosas y gente mandando a
Eldritch a la mierda porque el tipo es un pesado y nadie lo soporta.
La inconfundible voz de Eldritch, grave
y profunda, y las percusiones de Doktor Avalanche dieron a la música de esta
agrupación su sonido característico. Antes de que todos se pelearan con
Eldritch, encontró su primer éxito en la escena alternativa con canciones como Alice,
de 1982:
Así como el primer álbulm, First
and Last and Always (1985), estaba lleno de despecho contra la
exnovia de Eldritch, el segundo, Floodlands (1987), tiraba
un montón de cascajo contra sus excompañeros de banda, que para entonces ya lo
habían abandonado. Para este trabajo, Eldritch reclutó a Patricia Morrison
como bajista; una de las primeras auténticas reinas goth, Morrison no sólo prestó
su talento musical, sino que con su aspecto contribuyó a formar la imagen de la
naciente subcultura.
The Sisters of Mercy es considerada la
banda más influyente en la historia del goth, en el sentido de que fue la
que más hizo por popularizar el género e inspiró a muchos otros artistas. Su
teatralidad definió la estética del movimiento: desde los símbolos esotéricos,
los colores oscuros y la tipografía Caslon Antique usada en las portadas
de sus álbumes, hasta el aspecto de los músicos con sus ropas negras y sus
cabellos teñidos actuando entre neblina artificial.
Lo irónico es que Eldritch mismo
rechazó siempre la etiqueta de goth y hasta la fecha es incapaz de
pronunciar la palabra sin hacer un gesto de asco. La verdad es que no quería
que su música quedara encasillada en un género que, según él, no era más que
una invención de las disqueras y periodistas musicales para etiquetarla y
venderla a un público borreguil. Sí, tampoco tiene mucho respeto por los fans
del goth ni por las otras bandas que se inspiraron en su música. Qué le va uno
a hacer.
La canción This Corrosion (1987),
por ejemplo, con sus coros y riffs de guitarra tomados del heavy metal más
mainstream, es una sátira y crítica de la música comercial, y Eldritch no tenía
empacho en decir que era estúpida (o en afirmar que nomás quería que Morrison
lo acompañara a las entrevistas para ser la cara bonita de la banda). Sin
embargo, la canción es honestamente buena y el video es genial:
Otras bandas clásicas de goth rock de la
primera generación incluyen a The Mission (conformada por los excolegas de
Eldritch), The March Violets, Southern Death Cult, Skeletal Family, Red Lorry
Yellow Lorry y Fields of the Nephilim.
B. HIJOS DE LA PANDILLA SEXUAL
Para comprender la evolución de la
música goth y sus evoluciones y subdivisiones, tenemos que hablar de algunos
otros géneros que estrictamente no forman parte del goth, pero no están muy
lejos en el árbol genealógico. El horror punk, por ejemplo, retoma no
sólo temas, sino una presentación inspirada en el cine y la literatura de
horror. La banda fundadora de este género es la estadounidense Misfits,
que debutaron en 1977. Me parecía una omisión no mencionarlos aunque no se
relacionan directamente con el goth porque este último evolucionó del sonido
post-punk, mientras la música de Misfits es totalmente punk. Además, el género
de películas de horror en el que se inspiraba no era gótico, sino las de serie
B, como Night of the Living Dead, que dio nombre a la siguiente cancioncita
de 1979:
Una cosa importante que hay que recordar
es que, con esto de los géneros y subgéneros en la música, no siempre es tan
fácil encontrar líneas definidas entre una cosa y la otra. La obra de un mismo
músico puede variar mucho de un álbum a otro, o hasta de una canción a otra.
Comentaristas y fanáticos por igual te dirán unos que tal es de un subgénero y
otros que del siguiente. Esto se da especialmente si se trata de verdaderos artistas
que se arriesgan y experimentan en vez de repetir una y otra vez la misma
fórmula.
Así, por ejemplo, tenemos la categoría deathrock
que, dependiendo de a quién le preguntes, es un subgénero del goth o un
género hermano nacido de la misma escena post-punk. Da igual, porque muchas
bandas tocaban por igual uno o el otro, y su público goth era prácticamente el
mismo. Menos atmosférico y más agresivo que el goth clásico, retomó algunos
elementos del horror punk. Algunas de las bandas que se especializaron en este
tipo de música incluyen Alien Sex Fiend, Christian Death, 45 Grave y, mi
favorita de esa época, Sex Gang Children, de quien les traigo la canción
Sebastiane de 1983:
Otro género es el de la música
industrial, que inició como una mezcla de la electrónica y el rock, con
influencias muy variadas que incluían la rebeldía antisistema e iconoclasta
del punk, con referencias culteranas a la literatura vanguardista y la
filosofía nihilista. Emergió en la misma época que otra música post-punk, se influyó
mutuamente con los géneros contemporáneos y luego derivó en muchos, muchísimos
subgéneros. Más adelante veremos cómo la música industrial y el goth rock se
aproximaron tanto que pasaron a formar parte de la misma industria y el mismo
fandom. Por ahora, les dejo Sensoria (1985), un
videoclip de una de las bandas más emblemáticas, Cabaret Voltaire (el
nombre es una referencia al café en Zürich donde nació el dadá).
New wave es uno de
esos términos sombrilla que se aplican de forma discrecional a todo un momento
de la historia de la música, por más heterogéneas que sean las obras
catalogadas así. Con el tiempo se distinguieron tres géneros: ska, powerpop y synth-pop. Si algo compartían las diferentes bandas new wave fue que sus
raíces estaban claramente en el punk y los post-punk, lo que se nota en los sonidos
electrónicos, y que mezclan rock y pop. El que más nos importa es el synth-pop, que
dio mucha de la música más icónica de los 80 y hasta la fecha es uno de los géneros que, sin ser estrictamente goth, es popular entre la subcultura. Hay mucho de donde escoger para
representar a esta oleada, pero por sesgo personal voy a poner aquí Sweet
Dreams (1983) de Eurythmics:
Sería la mezcla entre
estos sonidos y lo goth clásico lo que nos daría el darkwave. Así
como el deathrock se inclinaba más por las raíces punk, el darkwave le tiraba
más a lo electrónico incorporando influencias del industrial y el synht-pop, pero también se caracteriza por sus letras melancólicas y
su tonalidad oscura. A su vez, ha dado a luz otros sub-subgéneros, incluyendo ethereal
wave, coldwave, y neoclassical dark wave. La banda holandesa Clan of
Xymox es quizá la más representativa del darkwave ochentero, pero habría
muchas más de los años siguientes. Les dejo con su canción A Day,
de 1986:
Entonces, recapitulando, el
industrial, el horror punk y el synth-pop no son goth,
pero están emparentados. Son goth el gothic post-punk, el goth rock, el deathrock y el
darwake con sus subgéneros. Éstos seguirían evolucionando a lo largo de la
década, especialmente con el impulso que le dio el éxito de The Sisters of
Mercy. Bandas de finales de los 80 y principios de los 90 incluyen a Nosferatu,
Rosetta Stone, London after Midnight, Brotherhood of Pagans, The Frozen Autumn,
Faith and the Muse, Corpus Delicti y Sopor Aeternus and the Ensemble of Shadows.
No podemos dejar de mencionar el regreso
de The Cure a sus raíces góticas con su álbum Disintegration
(1989) después de experimentar con ritmos más comerciales que les dieron
fama mundial. De ahí extraemos la clásica rolita Fascination Street
A principios de los 90, el goth empezó a
pasar de moda en el mainstream y retrocedió hacia sus orígenes como música
alternativa, volviendo al underground. Sin embargo, otro macrogénero musical
desarrolló la música siniestra, y en ocasiones verdaderamente gótica, a lo
largo de esa misma década. Para conocer su historia, debemos volver en el
tiempo…
C. EL NÚMERO DE LA BESTIA
El año era 1968. Una banda de rock de
Inglaterra, formada por chavos de clase trabajadora, estaba harta de los
pinches hippies y sus maricadas. Quería ir por un rumbo totalmente distinto y
abrazar la oscuridad. Ellos eran tan de barrio que su joven guitarrista había
perdido las puntas de los dedos medios en un accidente industrial. Esto lo
obligó a tocar de tal forma que marcaría el sonido siniestro de un nuevo género
musical. Ese guitarrista era Tony Iommi y esa banda es Black Sabbath.
Había nacido el heavy metal.
El nombre fue tomado del título en
inglés de I tre volte de la paura, filme de Mario Bava
estelarizado por Boris Karloff. La inspiración en la literatura y el cine de
horror, los atuendos negros, la presentación escandalosa y la imaginería satánica
acompañaron a banda desde un inicio, con la canción epónima de 1970. Como vimos
en el capítulo anterior, ellos también fueron los primeros en usar caligrafía
gótica en las portadas de sus álbumes.
La incorporación de temas de horror en
la música popular no era del todo nueva. La alucinante I Put a Spell on
You (1956) de Jay Hawkins y la canción paródica Monster
Mash (1963) de Boris Pickett se han convertido en clásicos de
Halloween. H.P. Lovecraft fue una banda de rock psicodélico que nació
casi al mismo que Black Sabbath y, como su nombre lo indica, su principal
inspiración fue el maestro de Providence. Pero Black Sabbath fue la primera en
alcanzar el éxito como un proyecto que conscientemente pretendía ser “el
equivalente musical de las películas de terror”.
El heavy metal debe mucho a su género
hermano, el hard rock, que tiene sus raíces en los guitarrazos
semidivinos del semidiós Jimi Hendrix, y que se desarrolló con inmensa
popularidad en la década de los 70. El metal tocado por Black Sabbath era un
principio bastante lentón y atmosférico; la siguiente generación de metaleros
incorporarían la velocidad e intensidad del hard rock setentero.
Pero la influencia va más allá de la
música en sí; la teatralidad y personalidad estrafalaria de los rockeros de los
70, especialmente los del subgénero glam, también influyeron en la forma de
actuar de las bandas de metal, como lo hicieron también en el goth. Artistas como
Kiss y Alice Cooper hicieron escuela en este sentido, en especial este último,
que abrazó de todo corazón el horror y hacía espectáculos macabros con el
propósito expreso de escandalizar a las buenas consciencias.
Para promocionar su álbum Welcome
to my Nightmare de 1975, Cooper preparó un especial para la TV,
titulado The Nightmare, en el que interpretó varias de sus
canciones; en este fragmento en particular, The Black Widow.
Véanlo y díganme si no se nota lo gótico por todas partes, si hasta incluye al
gran, inigualable y único ¡VINCENT PRICE!, quien también recita algunos
fragmentos en el álbum.
En 1979 Black Sabbath despedía a su
vocalista Ozzy Osborne por drogo. Por esos años una nueva generación de
bandas metaleras ya había surgido en el Reino Unido, encabezadas por íconos
culturales como Iron Maiden, Saxon y Judas Priest. Por supuesto, estos
artistas siguieron con la tradición de incorporar referencias al horror, el
ocultismo y el satanismo en todas partes: sus canciones, sus actuaciones,
el arte de sus portadas. Por eso, no podemos dejar de compartir The
Number of the Beast (1982), rolononón de Iron Maiden.
Los 80 fueron la época en que el hard
rock y el heavy metal alcanzaron el éxito comercial. Mientras tanto, en el undreground
comenzaron a aparecer sonidos más intensos, menos amigables para el público
general, como una forma de oponerse a la comercialización del metal. Así fue
que surgieron los subgéneros que a menudo se califican con el mote de extreme
metal: black, death y doom.
Ok, es bien sabido que los subgéneros,
sub-subgéneros y sub-sub-géneros del metal son muchísimos, con diferencias casi
imposibles de distinguir para oídos ajenos a este inframundo. Además, como ya
dijimos, a veces es muy difícil determinar a qué categoría pertenece una
canción o una banda y algunos fans te dirán una cosa y otros lo contrario.
También es un hecho incontrovertible que
los metaleros son el fandom musical más mamador del mundo. La escena
está llena de intensitos con olor a humedad diciéndole a la gente normal que ese
supuesto metal que le gusta es una vergüenza y que no hay diferencia entre
Metallica y las Spice Girls. A lo mejor incurriré en su ira por sólo
mencionar a las bandas más mainstream (porque son las más influyentes) y por no
detenerme en sutilezas ni detalles, pero todo esto porque la historia y
subdivisiones del metal no son el tema de esta serie. Así que me voy a enfocar
en lo que concierne a nuestro tema.
Black metal, death metal y doom metal (y
sus respectivos sub-subgéneros y combinaciones locas) representan lo más
siniestro de esta música. Un tip para diferenciarlos es que el black metal
tiende a los gruñidos ininteligibles, mientras al death metal privilegia los rugidos
ininteligibles.
Más importante, el black metal tiende
a ser más complejo en sus sonidos; le entra al paganismo y al satanismo ya
no sólo como postureo para espantar abuelitas sino en serio en serio. Tan en
serio que, en Noruega en 1994, Varg Vikernes, ex miembro de la banda Mayhem,
fue arrestado por quemar iglesias y matar a un colega. Sí, la escena black
metal en Noruega a principios de los 90 estaba bien zafadiscos: llena de
suicidios, violencia y gente que luego se volvió nazi. Por cierto, fueron los
metaleros black los que inventaron el tipo de maquillaje corpse paint,
una facha que a menudo se confunde con la del goth, y ambas con la del glam al
estilo Kiss, que también usan negro y blanco.
Escogí ponerles la canción titular del
álbum De Mysteriis Dom Sathanas de la banda Mayhem porque es en
el que participó alguna de la gente más deschavetada de la escena, incluyendo
al asesino, el asesinado y el suicida, y porque tiene como imagen de portada
la catedral de Nidaros, uno de los más hermosos edificios góticos de Europa,
y de la que hablé en el capítulo sobre la arquitectura.
Otras bandas clásicas incluyen, en la
primera ola a principios de los 80, la inglesa Venom y la sueca Bathory.
La segunda ola, la noruega de principios de los 90, fue la que alcanzó mayor
fama mundial, y dio bandas como Darkthrone, Immortal y Emperor, además
de Mayhem.
El death metal es más simple y
más veloz que el black, con notas graves y a menudo con voces agudas; sus
letras son de satanismo, muerte, destrucción y violencia sin sentido por el
puro gusto de ello. Una buena comparación que escuché por ahí es que el black
metal es como una película de terror de esas atmosféricas y psicológicas,
mientras el death metal es como un gore de serie B casi sin trama, con malos
efectos especiales y ningún pudor. Hay gente que considera esto bueno; yo no.
En fin, aquí está, Cannibal Corpse, la que probablemente sea la más
infame de las bandas de death metal con su canción de 1990 Edible Autopsy.
El death metal tiene poco que ver con lo
que nos importa en la historia de lo gótico, pero no quería que se fueran sin
tener una referencia. Si les interesa, también andan por ahí bandas como Deicide
y Death. Estos subgéneros de metal son decididamente oscuros, pero si el black
a menudo puede ser gótico, el death difícilmente se acerca. Sin embargo, tenía
que mencionarlos como parte de lo que iría configurando la idea de una cultura
siniestra, especialmente en el imaginario colectivo de la sociedad ajena a
estas escenas. Si queremos metal gótico, tenemos que volver a mediados de los
ochenta…
D. METALES GÓTICOS
El doom metal regresa a los
ritmos lentos y las atmósferas pesadas de Black Sabbath; es el más lírico y más
sofisticado de estos tres, con más producción e incorporación de distintos
sonidos; puede usar gruñidos guturales o voces claras y reconocibles, o de
plano piezas completamente instrumentales, y en una de ésas te mete
instrumentos sinfónicos. También toma inspiraciones más cultosas, de la
literatura gótica, el ocultismo, la mitología, el cine y la poesía. Para doom
metal original, de mediados de los 80, tenemos bandas como Candlemass,
Cirith Ungol y Pentagram. De la primera nos llega esta rolita, de su
seminal álbum Epicus Doomicus Metallicus (1986):
El doom metal sí que coqueteó desde un
inicio con la estética gótica; tan es así que de él se originó el gothic
metal, concretamente de la generación que, a principios de los 90, creó lo
que se ha conocido como death-doom. Esta fusión de géneros se caracterizó
por la atmósfera y lírica del doom mezclada con las voces y percusiones del
death. Ejemplos de este género, que al mismo tiempo fueron pioneros del gothic
metal, son Electric Wizard, My Dying Bride y Paradise Lost. Esta última
hasta tiene un álbum titulado Gothic (1991); en la rola epónima
podemos escuchar cómo se intercalan los gruñidos deathmetaleros con la dulce
voz de una cantante, lo que sería después un rasgo típico del metal gótico:
Las fronteras entre géneros son, como
suelen serlo, porosas. Por ello, no podemos dejar de mencionar el influyente
trabajo de Cradle of Filth, una banda que a lo largo de su longeva
carrera se ha hecho notoria por experimentar y hacer mezcolanzas con géneros y
sonidos, incluyendo black metal, goth rock y hasta sinfónica. Precisamente esta
pieza se titula A Gothic Romance (Roses for the Devil’s Whore)
del álbum Dusk… and her Embrace (1996):
El gothic metal se caracteriza
por un ritmo más veloz que el doom (sin llegar a los excesos del black o el
death), una música más melodiosa, una atmósfera más melancólica que opresiva,
la incorporación de instrumentos sinfónicos y/o sintetizadores, y la frecuente
adición de voces femeninas, que vaya que hacían falta en esto de la metalurgia.
Sus letras remiten a los temas clásicos del romanticismo gótico: la muerte, la
tristeza, el amor trágico, la belleza de la oscuridad y el horror sobrenatural.
Creo que podemos afirmar que el estilo
fue perfeccionado por el dúo alemán Lacrimosa en la segunda mitad de los 90. Ya como
género bien establecido en los años entre los cambios de siglos, tenemos a las
agrupaciones Moonspell, Draconian, Theatre of Tragedy, Theatres des Vampires y Type O Negative.
Esta última nos dio en 1999 la canción Everything Dies, y como se
podrán dar cuenta, la letra tiene una sensibilidad muy del
Romanticismo gótico mientras la música es mucho menos agresiva, prácticamente una
balada.
El metal sinfónico, como su nombre lo
indica, utiliza instrumentos sinfónicos, o a veces orquestas completas o coros
masivos, con influencias de grandes compositores como Wagner, la ópera y la
música de películas épicas. Ah, y sus canciones tienen videoclips con producción de
tres pesos. Éste es mi subgénero favorito porque soy un ñoñazo y un cursi.
Algunas bandas sinfónicas que incorporan
estética y temas góticos, así como bandas góticas que incluyen elementos
sinfónicos son: Tristania, Within Temptation, Nightwish, Mortal Love, Apocalyptica, Epica,
Therion y Dark Sarah. Como les dije, éste es mi mero mole, así que no me
fue fácil escoger UN ejemplo; me decidí por una que sirviera de puente
cronológico entre lo anterior y lo que viene, I Want to Die (2003) de
Mortal Love:
El estilo se disparó en la primera
década de los dosmiles y algunas bandas de gothic metal clásico incorporaron
elementos sinfónicos también. Por ejemplo, Moonspell, que en la década
anterior era puros rugidos y guitarrazos, en 2008 nos dio la canción Scorpion
Flower:
Lo que hemos visto cubre lo que escuchan
los dos tipos de metaleros existentes: gente ruda con pinta de motociclista que
podría apuñalarte con una botella rota si la miras feo, y ñoños roleros que no se avergüenzan de conocer la gramática de Quenya; nada hay en medio. Un público no demasiado amplio, pues. Es decir,
todo esto era música de nicho, incluso underground en algunos casos, y no
es algo que conociera mi prima la que sólo veía TeleHit. Para entender cómo lo
gótico llegó a las masas y formó sus ideas (muchas veces equivocadas) de lo que
consisten las culturas góticas, tenemos que regresar a la última década del
siglo XX…
E. LA GENTE BONITA
A finales de los 80 y principios de los
90 una generación de bandas metaleras conoció un gran éxito comercial en la
forma de thrash metal: Metallica, Slayer y Megadeth, por mencionar a las
más famosas, y que, claro que sí, incluyeron elementos de horror en su música e
imagen. Yo sé que están esperando a que hable de la canción que Metallica le
dedicó a Cthulhu, pero no coman ansias, que estoy reservando el metal
inspirado en Lovecraft (¡es un chingo!) para otra entrada sin relación con esta
serie, y además acuérdense de que el horror cósmico no siempre es gótico. Eso
sí, recuerden que a Metallica se les piratea, por culeros.
El caso es que tanto éxito y tanto
billetazo llevó a la aparición de otros proyectos que igualmente procuraban
crear un estilo azotadón que hiciera sentir transgresores a los adolescentes de
clase media, pero que no fuera demasiado intenso como para no poder aparecer en
MTV. Este afán dio por resultado dos subgéneros; el primero es del groove
metal, un poco más lento que el thrash, con ritmos sincopados y muchos
riffs de guitarra. Algunas bandas que entran en esta categoría son Pantera,
Sepultura y, la que nos interesa, White Zombie.
Esta agrupación toma su nombre de la
película clásica de gótico tropical con Bela Lugosi (¡otra vez el Conde!) y se caracteriza por
un espectáculo inspirado en el cine de terror, al que el líder de la banda, Rob
Zombie, se consagraría como director tras su disolución. Ni la
música de White Zombie ni las películas de Rob son góticas, pero era otro
nombre que no podía dejar de mencionarse en esta historia. Además, el tipo me
cae bien. Aquí está Black Sunshine, de 1993, y que además cuenta con la
participación de Iggy Pop:
El otro subgénero fue la mezcla entre el
hard rock, el heavy metal y la música industrial… ¿Se acuerdan? ¡La vimos
en el segundo apartado y les dije que regresaríamos a ella! Conocida como industrial
metal, se caracterizó por el uso de sintetizadores y secuenciadores, riffs
de guitarra metaleros y voces distorsionadas. Conoció el éxito comercial con Nine
Inch Nails, que a su vez permitió la aparición de bandas como Rammstein,
Fear Factory y, sobre todo, el terror de las abuelitas de los 90, Marilyn
Manson.
Manson se presentó como una versión más
joven y azotada de Alice Cooper, inspirándose en su teatralidad macabra y
personalidad escandalosa, y hasta copiándole la idea de usar un nombre femenino
sólo por los lulz. Hoy el tipo está acusado de ser un asqueroso violentador de
mujeres y, visto en retrospectiva, se hacía mucha alharaca inmerecida
alrededor de él su banda homónima.
Como sea, sus canciones eran pegajosas y
fueron extremadamente populares, pues dieron la oportunidad a toda una
generación para sentirse transgresora. Postureo o no, es cierto que Marilyn
Manson retaba los valores conservadores de las sociedades occidentales en
una época en la que la apatía política y la cultura consumista post-guerra fría
amenazaba con matar el espíritu rebelde que toda generación debe alimentar en
su juventud. Es una pena que ahora tantos de sus fans se hayan convertido en biejos lesbianos. En fin, aquí saludamos al Mensón y su música, con Beautiful
People, una rolita de 1996:
Hasta la fecha hay gente que piensa
erróneamente (¡no se puede enfatizar esto lo suficiente!) que la cultura
goth tiene algo que ver con Marilyn Manson, y no es así, pero lo cierto es
que esta banda contribuyó a mantener viva la estética oscura en la escena
mainstream a lo largo de los 90, mientras que el goth permanecía en el
undeground. Como veremos en el próximo capítulo, toda una nueva generación
descubrió su fascinación por la oscuridad rebelde gracias a Marilyn Manson y
otras bandas de metal industrial, y gracias a ello después terminaría encontrando el goth.
Nota curiosa: tres de las piezas más
famosas de Manson son covers de canciones new wave (Tainted Love,
Sweet Dreams y Personal Jesus), como remarcando que sí hay una
genealogía entre su música y el ambiente cultural post-punk de donde emergió el
goth. También tiene un estupendo cover de This is Halloween, el tema de Nightmare
Before Christmas. Chulada.
Más tarde en la década de los 90 surgió
otro subgénero metalero súper comercial: el nu metal, que básicamente
mezclaba heavy metal con otros ritmos populares. Incluyó a bandas como Korn,
Linkin’ Park y, la que estaban esperando, Evanescence. Los metaleros
“de verdad” te podrían arrancar el riñón de una mordida por llamar metal a todo
esto, pero su opinión no nos importa.
Evanescence es nu y gothic al mismo
tiempo, la primera banda de este género que alcanzó fama más allá de los
círculos usuales, y fue súper importante para los chicos y chicas con
tendencias oscuras a finales de los noventa y principios de los dosmiles. Sus
letras depresivas y la voz melancólica de Amy Lee captaron el sentir de muchos
de nosotros, especialmente porque ignorábamos el detalle de que a lo mejor todo
esto era pura propaganda cristiana. Caray, es que Bring me to Life,
esta rola de 2003, me habla directo al corazón:
Nora curiosa: Amy Lee hizo un cover de Sally’s Song, también de The Nightmare Before Christmas. De hecho, ella cita como una de sus principales influencias a Danny Elfman, el compositor de la música de esa peli y de casi todas las de Tim Burton (y voz de Jack cuando canta). De joven, Elfman tuvo una banda new wave llamada Oingo Bongo, por cierto. Una vez más podemos ver cómo todo está conectado.
Recapitulemos: el horror punk, el black
metal, el death metal y el industrial metal son oscuros, pero sólo a veces góticos y definitivamente no son goth. El doom metal y el gothic metal son góticos en esencia,
como lo es el hard rock de Alice Cooper, pero ninguno de ellos es goth. Sólo el
goth rock, el deadrock, el darkwave y sus derivados cuentan como goth.
Un ejemplo divertido nos permitirá
apreciar diferencias importantes. Tenemos dos bandas, Nosferatu y Theatres
des Vampires. Ambas son prácticamente contemporáneas, pues surgieron con
seis años de diferencia y se mantienen activas hasta la fecha. Ambas se
inspiran en el vampirismo en particular y la ficción de terror en general, y
adoptan una teatralidad vampírica en su acto. Pero mientras Nosferatu es goth
rock, Theatres des Vampires es gothic metal. Aunque su sensibilidad sea gótica
y romántica, sus sonidos son muy diferentes, porque sus respectivas ramas en el
árbol genealógico se separaron hace mucho. Comparen estas dos canciones, que además se llaman parecido:
Hemos recorrido la historia de la música oscura y gótica desde los 70 a principios de los 00. En otros capítulos profundizamos en la historia otras expresiones culturales góticas, como puedes ver en este Índice. Todo esto es importante para comprender a las subculturas que se desarrollaron alrededor de estos géneros musicales. Eso y cómo otros nuevos estilos aparecieron en el siglo XXI serán los temas de nuestro próximo capítulo, Culturas Góticas. Mientras tanto, puedes revisar estas otras entradas relacionadas:
- The Evolution of Goth Culture de Karl y Beverley Spracklen
- Before Bauhaus: How Goth Became Goth
- The Evolution of The Cure: From Goth to Pop and Back Again
- Siouxsie and The Banshees: Jet Black Pop Darlings
- The Smirking Revenge of The Sisters of Mercy
- A Rough Guide to Metal Subgenres
7 comentarios:
Te dije que iba a estar vigilando de lo que fueras a decir con este tema.. ¡Y vaya que te quedó bien! Me gustó mucho el recorrido "taxonómico" que hiciste con la música gótica (hablando en general, no sólo lo goth) y sus raíces, y ni hablar sobre lo que es o no es goth, que es un debate eterno y muchas veces hasta grosero en la comunidad.
Sobre el deathrock, creo que lo llamaría algo así como "hijo incestuoso" del gothic rock", porque es como derivado, aunque siendo de una escena geográficamente distinta surge casi al mismo tiempo, y con sus propios detalles. Pero como dices, es cosa de a quién consultes.
Y sí: al carajo los "trve" metaleros y sus peleas intestinas. El nu metal tiene cierto respeto. Llegué a la música metal y todo lo gótico y goth en parte a través de ello (soy básicamente un corp/metalhead goth), aún escucho algunas bandas clásicas, y no me arrepiento ni un segundo. Eso sí, como digo, en los foros goth no se quedan atrás tampoco en ser mamadores con respecto a la música, aunque igual los metaleros ganan por paliza.
PD: amé el clip de Scorpion Flower. Es una de mis canciones favoritas de Moonspell, y Anneke van Giersbergen es una artista que adoro.
Muchas gracias, compa. De verdad le eché ganas a la investigación para esta entrada y se agradece que lo aprecien. Saludotes 🤟
"Hoy sabemos que el tipo es un asqueroso violentador de mujeres". ¿Por qué? ¿Porque lo dicen declaraciones contradictorias de mujeres a destiempo que de pronto muy sospechosamente empezaron a darse de forma ordenada, encabezadas por una mujer conflictiva y que ha sido visto que es una mentirosa patológica y conflictiva en sus relaciones personales como lo es Evan Rachel Wood?
Quien llegue a leer esto: he aquí el peligro de los radicales Woke y SJW como este sujeto Miguel Civeira, quien escribió este post. Un tema de crimen y justicia no se aborda desde un pedestal ideológico que te hayas creado y del que te informas solo en portales noticiosos que son de la misma corriente política a la que tú te inclinas. Eso da una visión muy sesgada. He sido fan de Marilyn Manson desde 1994 y la forma en que he visto la situación es neutral y con insistencia deseando que sea hecha una aproximación a los hechos con verdadera imparcialidad, que se interrogue y evalúe con profundidad a todas las partes y no se les defienda o ponga en consideración especial (a ninguna de las partes, tal cual) y que se castigue a quien se deba castigar en base al cotejo de los hallazgos.
No se dejen llevar por el radicalismo postmoderno, gente. No es basado en justicia ni en ciencia o principios humanistas; tan solo nombran esas tres instancias cuando les sirve para manipular y ostentarse como los buenos. Respecto a Manson, quienes deseen ver lo demás que como fan pero a la vez como ser humano que cree en la justicia dije al respecto, les dejo el enlace: http://alexanderstrauffon.blogspot.com/2021/02/hablando-como-fan-de-Marilyn-Manson-sobre-las-denuncias-en-su-contra.html.html
Ok, ya nunca suelo responderle a este sujeto desde que hace unos años se le botó la canica, pero esta vez lo amerita, por varias cosas.
1. De un ensayo de 15 páginas, se triguereó por UNA frase. Qué snowflake.
2. Como dije, muchos de los fans de Manson se volvieron biejos lesbianos.
3. Ok, cambio el fraseo a "está acusado de ser", que es una forma más neutral de expresarlo.
4. El resto del despotrique sobre el "radicalismo posmoderno" y demás jerizonga de reaccionario conspiranoico sobra. Eliges creerle a un grupo de mujeres que acusa a un tipo de violencia, y todo lo que hacen es invocar a los mismos cocos: "woke, sjw, posmodernismo, ideología", y otras palabras que no significan otra más que "cosas que no me gustan".
Jaja. "Este sujeto, se le botó la canica, viejos lesbianos". Ahí sí que son palabras que no significan mas que "gente que no está de acuerdo con la ideología radical que yo pregono".
A diferencia tuya, siempre he sido transparente con todo, tanto virtudes como defectos. El maestro doble-cara y doble-discurso vienes siendo tú. ¿O por qué no mencionas que lo que tú llamas "botárseme la canica" es cuando te vi a espaldas y en otros sitios hablando mal de mi y calumniándome junto con otros blogueros, mientras que cuando hablábamos directamente o en comentarios de blog ahí sí que eras todo un "damito"? Cuando te confronté sobre eso, te escondiste. Te hablo como lo que eres: un cobarde. Un ridículo hipócrita que se siente como pez en el agua al formar parte de una ideología igual de ridícula e hipócrita. Eres un intento de hombre que ni defiende o admite lo que hace, que tira la piedra y esconde la mano, y se escuda en su pose pseudointelectualoide y de "luchador de la libertad" defendiendo a una corriente social que está dañando al mundo más de lo que los ultraderechistas y conservadores dañaron en su momento. Aplausos para don Profesor Hipster. Vaya que lo de Ego te quedó como anillo al dedo; solo que un ego fracturado, junto con una hombría fracturada también.
P.S. Por cierto, al usar frases como "se le botó la canica", tus colegas postmodernitos se ofenderían diciendo que estás denigrando a las personas con problemas de salud mental. ¡Cancelación! ¡Cancelación al maestrito hipsterito!
Alex, ya ve a terapia, we.
Tú tambén ve ya, Miguel. También la necesitas. Si crees que no, haz la prueba de ir a unas cuantas sesiones con el/la profesional más preparado(a) que te inspire confianza, y enséñale lo que publicas en redes sociales juzgando a otros, y ya él/ella te dirá por qué sí la requieres.
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