Spider-Punk: El anarquista Hombre-Araña - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

lunes, 27 de julio de 2020

Spider-Punk: El anarquista Hombre-Araña


A estas alturas de la vida, no me da por leer muchos mega-eventos en el mundo del cómic de superhéroes. Pero uno de los que más he disfrutado en los últimos años fue Spider-Verse. ¿Vieron la película animada? Sí, una de las mejores pelis de superhéroes de esta década. Pues está inspirada muy libremente en un crossover masivo que se dio en los cómics en 2015. La historia era mucho más épica y complicada que en la peli, pues tenía a decenas de Gente-Araña de múltiples universos paralelos combatiendo a una amenaza interdimensional, una familia de vampiros cósmicos que se alimentaban de la esencia vital de los Arácnidos. Es bellísimo, aunque sea por el deleite de ver a muchas versiones diferentes de uno de nuestros héroes más queridos.

 

Pero entre las muchas subtramas y tie-ins que esta maxisaga incluye, hubo una que absolutamente se ganó mi kokoro. Se trata de una historia narrada en sólo siete páginas que nos presenta por primera vez a Spider-Punk, una versión anarquista del Hombre Araña. Aunque en el pasado había coqueteado con la idea de escribir al respecto de este cómic, por X o Y no se dio. Estos días, en los que el movimiento Black Lives Matter está sacudiendo a los Estados Unidos, y Antifa ha captado la atención de los medios y del público, me parecieron el momento perfecto para explorar este cómic.

 


Amé muchos aspectos de esta sencilla historietita, no sólo porque Spidey es uno de mis superhéroes favoritos, sino porque en muy poquitas páginas, el escritor Jed Mackay y el artista Sheldon Vela lograron crear una narración llena de referencias culturales al punk, el anarquismo, la ciencia ficción, el antifascismo y los cómics mismos. Cada viñeta rebosa de detalles y evocaciones que uno sigue encontrando después de dos o tres leídas. No estoy aquí nomás para recomendarles y reseñar el cómic, sino para compartirles los significados ocultos que se carga y su relevancia para nuestros días.

 

Para que puedan leerlo, lo subí completo a mi nueva página de feis. O si prefieren, aquí les dejo un video-cómic en español. Disfrútenlo, y luego vamos al análisis.


 

LOOK OUT!

 

Los cómics clásicos de Spidey solían iniciar con una leyenda “Cuando el joven Peter Parker fue mordido por una araña radioactiva…” y ustedes saben el resto. Éste nos trae una historia de origen muy distinta, resumida en unas cuantas frases. Aquí, un joven Hobie Brown es mordido por una araña radiactiva, resultado de un basurero tóxico ilegal.


 

Brown es descrito como un squatter; en la traducción lo llaman “sin hogar”, pero el concepto es más complejo que eso. Un squatter no sólo no posee un hogar propio, sino que ocupa un espacio sin habitar, como un edificio abandonado o un lote baldío. Muchas personas alrededor del mundo viven así, y la crisis económica del 2008 arrojó a muchas más a esta situación. Como la ocupación de esos espacios es ilegal, las autoridades gubernamentales y los terratenientes llevan a cabo acciones de desalojo de estas propiedades, mediante el uso de la policía, así como fuerzas de seguridad privadas, y en ocasiones, de matones contratados.

 

Ante el hostigamiento y la violencia, estas personas sin hogar se han organizado en múltiples movimientos alrededor del mundo para resistir contra el desalojo. La falta de hogar es un problema que afecta especialmente a las minorías en cada país, por lo que se trata de un asunto en el que se intersecan las opresiones por clase y raza. Por supuesto, los squatters han recibido el apoyo de colectivos anarquistas y muchos son anarkos ellos mismos. Éste es uno de los múltiples campos de batalla entre anarkos y neonazis, pues estos últimos han sido de los matones contratados por los terratenientes para desalojar a los squatters, y están siempre felices de poder apalear minorías e inmigrantes, tanto como los anarquistas están dispuestos a defenderlos.

 


Joder, hemos analizado sólo las líneas iniciales y vean cuánto hemos aprendido. Creo que no tengo que hacer mucho énfasis en la parte del basurero radiactivo que creó la araña que mordió a nuestro Hobie. A estas alturas ya debemos saber que la contaminación y el deterioro ambiental, resultado de la actividad industrial desregulada y del extractivismo, perjudican desproporcionadamente a los pobres y las minorías.

 


Ok, vamos a la narración propiamente dicha; lo primero que vemos es lo que dice la televisión, un discurso triunfalista en el que se celebra el liderazgo del presidente Norman Osborn, uno de los peores villanos de Spider-Man y de todo el Universo Marvel. Este mensaje contrasta con las imágenes que nos muestran: represión. Policías golpeando a una persona sin hogar en un callejón y atacando con tanquetas a manifestantes, a los que los medios se refieren como plagas.

 


En la última viñeta vemos a nuestro amigable vecino Spider-Man, de frente a un contingente de policías antidisturbios. La estética de nuestro héroe es completamente punk. El símbolo en su espalda hace referencia al logo de New York Hardcore, la escena punk underground de la gran metrópoli, excepto que las siglas significan Friendly Neighborhood Spider-Man. Vamos, hasta la tipografía de los títulos imita la estética de los pósters de conciertos punk, a menudo hechos artesanalmente por los fans, a partir de collages y recortes de revistas. El título de la historia es como una variación del famoso lema del Hombre Araña: “Con un gran poder, no hay futuro”. Es decir, un lema anarco-punk.



ANARCHY IN THE M.U.

 

Pero, ¿qué son el anarquismo y el punk, y qué tienen que ver con todo esto? Contrario a lo que se suele pensar, el anarquismo no busca el caos ni la destrucción por sí misma. Como yo le explico a mis alumnos, el anarquismo es una corriente filosófico-política, o más bien, un conjunto de corrientes hermanadas, cuyo fin último consiste en liberar al ser humano de toda forma de opresión, ya sea política, económica o religiosa.

 

Rechaza toda forma de organización jerárquica y competitiva, tales como gobiernos, empresas e iglesias, y en cambio aspira a una sociedad horizontal e igualitaria basada en la cooperación por el bien común. Por eso es que históricamente los anarquistas se han organizado en sindicatos, cooperativas, colectivos y comunas. Los anarquistas pueden aceptar la guía de quienes tienen conocimientos expertos o aptitudes especiales, pero sólo en cuanto a esos conocimientos y esas aptitudes y de ninguna manera se somete a formas de autoridad ilimitadas e incuestionables.


 

Los anarquistas están en contra de la propiedad privada de los medios de producción (pero no así de la propiedad personal; no te van a quitar tus zapatos, Roberto), porque permite la explotación de las masas por parte de un grupo reducido que se beneficia de su trabajo, y crea una sociedad necesariamente desigual en la que unos pocos tienen poder sobre muchos.

 

Si vemos la página dos, varios de los camaradas punks que pelean junto a Spidey llevan las palabras “acción” y “recompensa”. No estoy seguor, pero podrían ser referencia a la política y economía anarquista. En política se prefiere la acción directa en vez de los procesos representativos de la democracia burguesa, pues esos mecanismos sólo sirven para concentrar el poder en las instituciones de gobierno y diluyen la capacidad de la gente común para influir en la vida política del país. En política es preferible la recompensa directa del trabajo, que no dependa de las fluctuaciones de precios por la oferta y la demanda en el capitalismo, pues éstas roban a los trabajadores de la riqueza que producen, y dejan el poder de decisión en manos de los que ya tienen el dinero.

 


Al poder, entendido como la facultad de limitar la capacidad de otra persona para elegir, se le debe resistir. Mientras mayor sea el poder concentrado por una institución o persona, ya sea un dictador fascista o un monopolio capitalista, menor será la libertad de las personas. De ahí que “con un gran poder no hay futuro”.

 

El anarquismo es una escuela de pensamiento que tiene antecedentes en la Grecia Antigua con personajes como Diógenes de Sinope, y que encuentra sus raíces en el pensamiento de la Ilustración radical, como Jean-Jacques Rousseau o William Godwin. Sin embargo, es en el siglo XIX donde se configura como tal; entre sus exponentes clásicos están Mikhail Bakunin y Piotr Kropotkin, y Emma Goldman ya en el siglo XX. Si quieren una introducción súper básica 101 al anarquismo, les recomiendo este videíto de Curiosamente y este otro de Philosophy Tube.

 

Aunque es cierto que las sociedades anarquistas han sido siempre pequeñas y de poca duración, también lo es que los colectivos anarquistas han llevado a cabo valerosas luchas contra la tiranía y la opresión. Como el anarquismo le da mucho valor a la práctica, y no sólo a la teoría, sus colectivos se organizan para resolver problemas y satisfacer necesidades inmediatas, a nivel de barrio y comunidad. Por eso su activismo se centra en organizar sindicatos, asambleas vecinales, redes de apoyo mutuo, ayuda para grupos vulnerables, acciones varias con múltiples tácticas y objetivos. …Y a veces, golpear fascistas en la cara.

 

PUNK'S NOT DEAD

 

¿Y qué hay del punk? Surgido en la segunda mitad de la década de los 70, se trata de un subgénero de la música rock, caracterizado por un sonido más simple, más veloz y más agresivo que el rock & roll clásico; sus letras a menudo hablaban de violencia, o de sentimientos negativos como la ira y la depresión, pero muchas veces esto iba de la mano con un mensaje de protesta contra el gobierno, las corporaciones, las convenciones sociales, etcétera.

 


Además de ser música, el punk es toda una subcultura que nació entre los jóvenes de los barrios de clase trabajadora de Inglaterra. Los contraculturales sesenta con su amor y paz había dado paso a una época de violencia y crisis económica, con gobiernos cada vez más conservadores y represivos, mejor representados en los 80 por Margaret Thatcher y Ronald Reagan, en el Reino Unido y los Estados Unidos, respectivamente. Muchos jóvenes estaban desencantados con esta situación y su música lo refleja.

 

Como suele suceder con cualquier cosa que estén haciendo los jóvenes, en su momento los medios de comunicación fomentaron un pánico moral respecto a los punks, a quienes básicamente pintaban como vándalos nihilistas, drogadictos y satánicos, que se la pasaban en sexo, drogas, violencia y mucho roncanrol, causando caos, y violando la ley sólo porque sí, narrativa sensacionalista que era la más difundida en las representaciones mediáticas de esta subcultura. Y es cierto que los punks solían y suelen ser rudos, y no echarse p’atrás cuando llega la hora de los trancazos, pero no es cierto que la apatía y el nihilismo motivara sus acciones, sino que muchos de ellos estaban muy comprometidos con causas e ideales de izquierda, y así hubo punks socialistas, comunistas y, sobre todo, anarkos.

 


Por ejemplo, No future es en sí mismo uno de los lemas más emblemáticos de la cultura punk, popularizado por la clásica canción God Save the Queen! de los Sex Pistols (que también nos dieron el himno anarcopunk Anarchy in the UK). El punk quería decirnos que, si las cosas siguen por el rumbo que estamos viviendo, no habrá futuro, así que tenemos que cambiarlo. El mismo Johnny Rotten, vocalista de Sex Pistols, dijo en entrevista:

 

“Fue pensado como un llamado a la acción, no a la resignación. ‘No hay futuro’ a menos que vayas y crees uno, entonces carpe diem, etcétera. No es terminar con todo, no hay futuro, punto final. No, es puntos suspensivos… hay que levantarse y hacer el esfuerzo uno mismo. Nadie va a hacerlo por uno. No esperes que te lo sirvan en bandeja.”

 

Como ven, contrario a la idea de que los punks eran nihilistas y apáticos, en realidad se trataba de un movimiento subversivo con aspiraciones muy revolucionarias.

 

BASH THE FASH

 


Pero, claro, también había punks neonazis, y contrario a lo que conservadores y libertarianos quieren hacerles creer, los peores enemigos de un izquierdista son los nazis, y los fascistas en general. Así que los punks de izquierda se liaban a golpes con los neonazis donde hubiera oportunidad. De ahí que la música punk esté llena también de rolas contra el fascismo, el racismo, la xenofobia y la supremacía blanca. Entre las canciones punk antifascistas más famosas están Nazi Punks, Fuck Off! de Dead Kennedys, y Bash the Fash de Oi Polloi. Es aquí donde entra Antifa.

 

Prometo escribir próximamente una entrada dedicada por entero a Antifa [ya lo hice y son dos: ésta y ésta], por ahora sirva aclarar algunos malos entendidos. Primero, que no se trata de una organización, sino de un concepto alrededor del cual personas y colectivos se han organizado para combatir al fascismo desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. Sus luchas siempre han sido a un nivel que por lo general escapa de la atención de los medios y no suele pasar a los libros de historia, pero durante décadas los colectivos Antifa (no siempre con ese nombre) han mantenido a raya a neonazis, kukluxklanis y demás escoria facha, cada vez que empieza a asomar de nuevo su fea jeta.

 


Contrario al pánico moral que los medios conservadores han creado a su alrededor, no las acciones de Antifa no se reducen a la confrontación violenta, sino que tienen diferentes estrategias que a lo largo del tiempo les han servido para debilitar a los neofascistas, que van desde formar redes de apoyo para defender a  las víctimas (migrantes y minorías, sobre todo), o brindar ayuda a jóvenes que quieren dejar los grupos de odio. Tampoco es cierto que anden por ahí golpeando a cualquiera que “no esté de acuerdo con ellos”, sino que se enfocan en grupos clara e inequívocamente fascistas. Si quieren aprender más sobre ellos, recomiendo este video titulado The Philosophy of Antifa. O de plano les dejo el libro Antifa: The Antifascist Handbook, que pueden descargar anarquistamente en PDF.

 

Como Antifa también se ha integrado por izquierdistas, en especial, anarkos, y sus enemigos son los nazis, ha habido una historia de estrecha relación entre ellos y los punks, especialmente en Europa. O sea, muchos punks han sido miembros de colectivos estilo Antifa y viceversa, y en muchas ocasiones han colaborado en proyectos, como el de defender a los squatters, que les mencioné antes. Cuando neonazis, kukluxklanis y demás supremacistas blancos aparecen para hacer de las suyas, muy a menudo la policía se hace pendeja, si no es que de plano cuida o apoya a los fascistas, por lo que en ocasiones punks y Antifa se han tenido que agarrar a catorrazos con los polis. ¿Pero por qué estoy hablando de nazis, fachos y demás? No aparece ninguna referencia directa a ellos en el cómic, ¿o sí? Aguanten tantito...

 

MASKED MENACE

 


Bueno, se estarán preguntando en qué momento vamos a hablar del Hombre-Araña. Ahora cabe preguntarnos, ¿por qué un Spider-Punk? La respuesta más simple es que se trata de una de tantas versiones que aparecen en este crossover masivo. Pero ¿por qué precisamente punk y anarquista? ¿Por qué justo ahora? ¿Habría sido lo mismo poner a un Spidey randiano, o cristiano conservador? No lo creo. Y eso tiene que ver mucho con el origen y esencia de nuestro querido Trepamuros.

 

Spider-Man fue revolucionario desde un inicio porque Stan Lee y Steve Ditko lo crearon como un héroe juvenil y de clase media trabajadora, originario del modesto vecindario de Queens y quien, salvo ocasiones especiales como los crossovers cósmicos masivos, suele operar a nivel de barrio. Peter Parker es alguien que aprendió por las malas que una persona tiene la responsabilidad social de utilizar sus habilidades para el bien común. Su vida es atribulada no sólo por los villanos dementes a los que se enfrenta cuando trae puestas sus telarañas, sino por la clase de problemas que afectan a la gente de a pie, incluyendo que su precario sueldo alcance hasta el fin de mes (es por eso que no me encanta el Iron Man Jr. que se inventó el MCU).

 

Además, Spidey ha sido casi siempre un superhéroe proscrito, perseguido por la policía y calumniado por los medios de comunicación. Por lo menos dos de sus más grandes némesis, Norman Osborn y Wilson Fisk, son intocables por la justicia porque son millonarios y el público los percibe como respetables hombres de negocios. Así que, de alguna manera, Spider-Punk no es de una naturaleza muy distinta a nuestro amigable vecino, sólo es unos cuantos grados más intenso.

 


¡Oh, y si me encantó el Spider-Punk, amé al Capitán América anarquista! Conocido como Captain Anarchy, no sólo ostenta la A anárquica en su traje, sino que también hace referencia a una canción punk titulada precisamente Captain Anarchy de la banda Anti-Flag. No sabemos mucho de este personaje, pero la wiki de Marvel nos dice que su nombre es Karl Morgenthau y que obtuvo sus poderes del “suero del súper-insurgente”.

 

Parecería irónico convertir al Capitán América, encarnación del statu quo, en una figura subversiva. Pero no lo es tanto cuando recordamos los orígenes antifascistas de Steve Rogers, el hijo de inmigrantes irlandeses nacido y crecido en el barrio de clase trabajadora de Brooklyn. Cuando el Capi apareció por primera vez en 1941, Estados Unidos no sólo no había entrado a la Segunda Guerra Mundial, sino que el nazismo era considerado una opción política legítima, y existían diversas organizaciones filo-nazis alrededor del país. Muchos consideraron ofensivo el poner en la portada de un cómic a un personaje golpeando a Adolf Hitler, el gobernante legítimo de una nación amiga. ¡Los creadores, Jack Kirby y Joe Simon (ambos judíos), incluso recibieron insultos y amenazas de muerte!

 

NO FUTURE

 


Fíjense cómo en estas viñetas vemos algunas de las principales formas de poder que existen, tanto en nuestro mundo como en el Spider-Punk. La primera y la más obvia está representada por la policía, que asegura el monopolio estatal de la violencia, misma que ejerce contra los débiles y contra quienes se resisten. Pero está también la alianza impía del gobierno y el capital.

 

Como les dije, Norman Osborne, alias Green Goblin, alias Iron Patriot, es un supervillano y una suerte de científico loco, pero es también un empresario millonario muy corrupto que, gracias a su poder y riqueza, evade la justicia constantemente. En este cómic es, además, el presidente de los Estados Unidos. El cuarto elemento son los medios de comunicación, que difunden noticias falsas y propaganda, exaltando al poder y deshumanizando a sus víctimas. Desde la perspectiva del anarquismo, en la sociedad capitalista las instituciones del gobierno, las grandes empresas, los medios de comunicación corporativos, la policía y las fuerzas armadas, aunque digan otra cosa, tienen en único fin de encargarse que el poder permanezca en manos de la misma clase social dominante.

 

Si esto es verdad para el análisis de la realidad en el capitalismo, se hiperboliza en la crítica que de éste hace el cyberpunk. El cyberpunk es un subgénero de la ciencia ficción que, a diferencia de las visiones triunfalistas de la Edad Dorada, se suma a la visión desencantada que la juventud punk tenía del presente y del futuro. O sea, si los autores de la Edad Dorada de la ciencia ficción soñaban con mundos mejores gracias al avance de la ciencia y la tecnología, el cyberpunk denunciaba que la humanidad se estaba yendo por un camino muy distinto, uno de desigualdad social, deterioro ambiental y concentración del poder. Una vez más, nos encontramos ante el lema punk: No future.

 


Las historias cyberpunk suelen desarrollarse en escenarios distópicos, sociedades decadentes azotadas por el crimen, la descomposición social y la contaminación, pero eso sí, altamente tecnificadas. Sólo que la tecnología no ha sido ese instrumento de liberación humana que se suponía, sino al contrario, controlada por los poderes fácticos y omnipresente en cada aspecto de la vida de la persona común, es un arma de dominación. En este mundo los individuos se encuentran alienados y deshumanizados, y se dejan llevar por la apatía y la desesperanza.

 

Básicamente, el cyberpunk estaba tratando de advertirnos que, llevado hasta sus últimas consecuencias, el capitalismo nos llevaría a una nueva forma de fascismo totalitario, una que ya no se fundamenta en el fetichismo militarista y el culto a los valores marciales, sino en un aparato de control ideológico basado en la vigilancia y el consumismo conformista. Para una introducción al concepto, vean ¿Qué es el cyberpunk? (Historia y filosofía) del gran Quetzal.



El cómic no es completamente cyberpunk; la tecnología cibernética, por ejemplo, está del todo ausente. En cambio, hay muchos otros elementos que remiten a este subgénero. Está el clásico escenario distópico y urbano, la evidente manipulación por parte de los medios, la resistencia encabezada por los inadaptados y marginados, y la referencia a la contaminación radiactiva. Es más, esta historia transcurre en la Tierra-138 del Multiverso Marvel. El número hace referencia a otra canción punk clásica, We are the 138 de The Misfits, que a su vez homenajea a la cinta proto-cyberpunk, THX-1138, de George Lucas (sí, ése George Lucas), la cual nos presenta una distopía en la que la sociedad es reprimida y controlada mediante drogas, adoctrinamiento conformista y un cuerpo de policías robóticos.

 

Es común que en las obras cyberpunk el poder económico haya sustituido o se haya fusionado por completo al poder político; las grandes corporaciones son también gobiernos, y por lo general una de ellas ha alcanzado el poder absoluto. Como Oscorp, la compañía de Norman Osborn, cuyo logo aquí aparece en las pantallas de TV y en los uniformes de los policías. O sea, no sólo Osborn es el presidente; Oscorp es el gobierno.

 

Y si bien en el cyberpunk los cuerpos humanos por lo general aparecen mutilados y transformados por la tecnología cibernética, ya sea para producir mejores guerreros o esclavos más productivos, a veces esa manipulación se da mediante la biotecnología, como vemos aquí, donde los policías y el mismo Norman Osborn están potenciados por imitaciones de los simbiontes que dan poder a Venom.

 


Una de las cosas que me pareció más brillantes del cómic fue cómo los creadores supieron conjugar el motivo punk con una constante de la mitología de Spider-Man. Venom de por sí es vulnerable a ciertas frecuencias de sonido, y es una maldita genialidad que Spidey use ni más ni menos que música punk para tenderle una trampa a los gorilas de Osborn. Después de que Hobie toca unas notas bien punketas, la misma fortaleza con la que los agentes del orden contaban, los deja indefensos ante la paliza que les meten nuestros héroes.

 

ALL COPS ARE BASTARDS

 

Con una sonrisa sardónica, Norman Osborn dice la frase “make America great again”, que como todo mundo sabe, es uno de los lemas más populares de la campaña presidencial de Donald Trump. Si Trump es personalmente un fascista importa menos que el hecho de que muchos de sus seguidores son fascistas de una forma u otra, y que durante su presidencia han crecido los grupos de supremacistas blancos y aumentado los crímenes de odio.

 


El grafiti “Osborn über alles” remite a la canción California Über Alles de Dead Kennedys, que a su vez se refiere al verso del himno nacional alemán “Deutschland über alles”, o sea, “Alemania por encima de todos”. Este verso fue eliminado del himno oficial tras la derrota del régimen nazi, debido a su sentido ultranacionalistas y su vinculación con el fascismo. Los Dead Kennedys implicaban que el nazismo pervivía en los Estados Unidos, y el cómic sugiere que el régimen de Osborn (y, por asociación, el de Trump) es también una forma de fascismo.

 

Otro grafiti: las siglas A.C.A.B. significan “all cops are bastards”, o sea que todos los policías son unos bastardos. El lema es una crítica contra la institución policía, a la que se considera un instrumento de opresión, que más que luchar contra el crimen se dedica a proteger el statu quo.

 


Cuando Spider-Punk se quita la máscara, revela ser un chico afroamericano. Si son fans de Spidey, esto no debe ser sorpresa, pues al ver el nombre Hobie Brown habrán sabido que se trata de un personaje ya conocido: Prowler, que alguna vez fuera un ladrón enemigo de Peter Parker, pero después se convertiría en un héroe por derecho propio.

 

¿Por qué esto es relevante? Aunque las bandas que saltaron a la fama darían la impresión de que se trataba de que el punk era un movimiento principalmente blanco, lo cierto es que fue desde un inicio propio de los barrios bajos y la clase trabajadora. En realidad, negros y latinos tuvieron un papel fundamental en el desarrollo del punk. Pueden comprobarlo viendo estos breves videos, The Very Black History of Punk y The Very Latinx History of Punk.

 

Pero es más importante porque en estos tiempos en Estados Unidos es casi tres veces más probable que la policía mate a una persona negra que a una blanca, entre otras expresiones del racismo sistémico que pervive en el país y que permea todos los aspectos de su sociedad y cultura. Esto es contra lo que se rebela el movimiento Black Lives Matter, mismo que ha popularizado el slogan A.C.A.B. a partir de las recientes protestas tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía.

 


Este suceso ha puesto la atención pública en cómo las instituciones policiacas se han militarizado cada vez más, y con ello han aumentado los abusos de poder. Durante las protestas mismas, muchos ejemplos de brutalidad policiaca han quedado registrados y han sacudido la percepción que el público tiene de esta institución. Es por ello que se habla de recortar el presupuesto de los departamentos de policía y destinar ese dinero a medidas más efectivas de prevención social de la violencia y los delitos. Esta recopilación nos muestra la necesidad de ello:

 


En nuestra historieta, la televisión se refiere a los policías como el Departamento Thunderbolt. En los cómics habituales, los Thunderbolts eran un equipo de supervillanos dirigidos por el Barón Zemo, que se hicieron pasar por héroes durante un tiempo. Aunque al final la mayoría de sus miembros se reformaron y se convirtieron en héroes legítimos, es interesante que los creadores de este pequeño cómic hayan escogido el nombre de una formación originalmente malvada para referirse a la policía.

 

Pues bien, es contra estas nuevas formas de fascismo, contra esta amenaza de distopía cyberpunk, que se han alzado nuevas y viejas rebeldías. Al final de la historieta, los punks victoriosos levantan el puño, un símbolo de lucha que ha sido adoptado por socialistas y anarquistas a lo largo de la historia, pero quizá más famosamente por los Panteras Negras en los 60 y 70, y en años recientes por Occupy Wall Street, Black Lives Matter y Antifa.


 

Como en el cómic, los que luchan contra el sistema son calumniados por medios de comunicación afines a un régimen fascistoide, mientras que los agentes de la opresión son tratados como héroes. Por ejemplo: no es verdad que estos movimientos hayan sido los principales causantes de la violencia y los disturbios recientes, sino, por el contrario, lo han sido los grupos de extrema derecha. Como Spider-Punk, Captain Anarchy y la Spider Army, a pesar de las calumnias y de la represión ilegal, quienes luchan en nuestro mundo por un mejor futuro siguen avante.

 

Recapitulando: este cómic vincula al presidente Donald Trump y a la policía de los Estados Unidos con algunos de los peores villanos de Marvel, en un escenario de distopía que remite tanto al cyberpunk como a nuestro mundo actual; a ellos se oponen dos de los más grandes héroes de Marvel, identificados con la cultura punk, la ideología anarquista y el movimiento antifascista; uno de ellos, además, es negro, en un momento en que la lucha contra el racismo está en su punto más álgido en décadas. ¿Cómo no iba a ser importante releerlo y analizarlo hoy?


Y sí, este cómic es un producto comercial, hecho por una megacorporación bastante malvada. Pero como los hackers de las novelas cypberpunk que usaban las características del sistema contra el sistema mismo, podemos tomar esta maravillosa pieza de noveno arte, incluso sin pagar un centavo al Ratón, y extraer de ella todas las reflexiones y enseñanzas que traen las semillas de la resistencia y la insurrección. Porque, por más que el capitalismo pretenda domesticarlo y hacerlo inocuo, lo cierto es que el punk no está muerto.

 

Un cosplayer participa en una protesta de Black Lives Matter caracterizado como Spider-Man, en 2020

FIN

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2 comentarios:

Sexto Empirico dijo...

Punk y Spiderman, esto es lo primero que me viene a la cabeza https://youtu.be/xr9NmG68vPQ. XD

Maik Civeira dijo...

Ay, ¡qué bonita nostalgia dosmilera! :D

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