Seguramente ustedes escucharon el rumor (o más que rumor, la alarma) de que había ocurrido una balacera en Friday's y que había muertos. Ahora la mayoría sabe que eso sólo fueron puras mentiras. Lo que pasó en realidad fue que hubo un cateo en una casa cerca de ese restaurante, por parte de fuerzas de seguridad. Se presume que la casa en cuestión fue en la que se ejecutó a las más recientes víctimas del narcotráfico: los famosos decapitados.
Vaya, es conocida la capacidad de los yucatecos para exagerar a niveles insospechados un chisme, pero no alcanzo a entender cómo ese hecho se convirtió en una balacera que incluía tres muertos y una persecución a alta velocidad en Prolongación de Montejo.
La gente está muy asustada e indignada. Pero la indignación de la gente vale dos centavos, porque todo se le quita rápido, y creo que sólo es cuestión de tiempo para que nos acostumbremos a esta situación. No faltará el romántico que piense que lo que está pasando es muy cool, pues vivir en una ciudad "peligrosa" automáticamente lo hace más rudo o machín. Tampoco faltará el yucateco apocalíptico que pregone el fin del mundo (o sea, Mérida), todo causa de los malditos huaches marihuanos y homosexuales (MHMH). Ambas posiciones son igualmente ridículas.
Hablando de circos de pulgas, según la opinión de un experto cuya identidad no revelaré (así que no tienen que creerme), a Saidén le podría quedar poco tiempo, ya sea que lo maten, lo encarcelen o huya. Esto es porque autoridades federales ya están investigando eso del "trato" que hizo con los narcos. En ese caso ya ni la gobernagorda podría protegerlo.
Ahora, puede pasar una de tres cosas: a) Cae Saidén y como efecto dominó caen políticos y funcionarios corruptos de la zona. b) Cae Saidén y lo agarran de chivo expiatorio, dicen que ya con eso todo está solucionado, alguien ocupa su lugar y todo sigue igual. c) No cae Saidén y todo sigue igual, o sea, jodido.
Mientras, rumores extrañísimos me siguen llegando, como desapariciones de los hijos de gente "importante" y amenazas de bomba en la Mayab. ¿Cómo saber qué es verdad y qué es mentira? De verdad que estos días han sido de carnaval surrealista, por lo menos para los estándares de nuestra Ciudad Plana.
PD: Y después la cosa se puso peor y más ridícula
PD: Y después la cosa se puso peor y más ridícula
Este texto forma parte de la serie Memorias del Calderonato
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