Sobre los últimos días - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sobre los últimos días



Perdón por no haber actualizado el blog en los últimos días, pero he estado muy ocupado por lo de la chamba. Además, los acontecimientos locales me tienen un poco sacado de onda y pensaba escribir algo al respecto, pero me parece que todo ya se ha dicho.

En primer lugar tenemos lo de los decapitados. Aparentemente, no eran criminales importantes sino narcomenudistas. Los ejecutores de estas personas dejaron un mensaje diciendo que Saydén se tenía la culpa de lo que "sucediera a partir de ahora", porque no "había cumplido el trato." A esto respondió Saidén que el único trato que había hecho era "luchar contra el crimen". Ajá, ahí ve tú quién te cree.

Cientos de personas salieron a marchar en pro de la seguridad en Mérida. OK, tienen derecho a marchar y nadie debe impedírselos. Pero las marchas son poco útiles si todas las actividades en pro de una causa se reducen a una marcha. Es como decir: "Ya está, ya marché, ya cumplí, ahora vamos al antro". Ridículo. Todo lo de la marcha es absolutamente absurdo y no funcionará para nada. Además, el crimen no tenía preocupada a la buena conciencia hasta que le tocó a los riquillos ser víctimas. Por la gente que es víctima del crimen todos los días, nadie se preocupa. Sí se debería presionar al gobierno para que haga su trabajo; se podrían realizar marchas y manifestaciones, bloquear calles alrededor de la SPV, del Palacio de Gobierno para pedir que se depuren las instituciones de narcopolicías y narcopolíticos, como se dice que lo es Luis Felipe Saidén, jefe de policía.

Aunque por otro lado, comprendo el temor que tiene la gobernagorda de despedir a Saidén: es mejor tener a un criminal psicópata como tu aliado que como tu enemigo. Imaginemos qué pasaría si le dan calle a Saidén: 1) Lo matan los narcos 2) Corre a refugiarse con ellos y les presta su servicio. El segundo caso sería desastroso. Creo que no bastaría con correrlo, habría que ponerlo tras las rejas. Pero mientras tanto, la gobernagorda no dice "esta boca mía".

Por cierto, los invito a hacer la siguiente reflexión sherlockholmesca: Los criminales que mataron a esos otros delincuentes dijeron que lo hacían porque Saidén no había cumplido el trato. También amenazaron con que pasarían más cosas en el futuro. Pensemos ¿cuál es el trato que Saidén no cumplió con los narcotraficantes? Más importante aún ¿por qué la forma de castigar a Saidén por ese incumplimiento fue matar a esos narcomenudistas?

Es de suponer que los sicarios no matarían a los dealers de su propio bando. Por tanto, podemos deducir que los decapitados pertenecían al bando contrario. Pero ¿qué tiene que ver Saidén con todo esto? Me parece que la explicación es que los narcomenudistas asesinados pertenecen al mismo bando que Saidén. O sea, a los que mataron eran, muy probablemente, achichincles de Saidén. Sólo esto explicaría que los asesinos consideraran esta matanza como un acto que afecta al jefe de la policía. No podemos acusar sin pruebas, claro, pero hay que decir que la situación se presta para ponerse suspicaces.

Pero éste no es solamente un problema del estado, es un problema nacional que se inicia con la quijotesca campaña de Calderón contra el narcotráfico.

Para combatir la delincuencia no basta una medida milagrosa (como prohibir los polarizados), ni una campaña basada solo en la utilización de la fuerza militar, como si sencillamente se tratara de derrotar a un ejército enemigo y no de resolver un problema social, político e institucional. Mucho menos se conseguirá con una simple marcha. A continuación planteo una serie de propuestas que podrían ayudar, y que tampoco son descubrir el hilo negro:

  1. Reformas en materia de política económica y social para disminuir la desigualdad económica en el país. La pobreza engrendra delicuencia, pues hay que combatir la pobreza, y con medidas efectivas, y no con paliativos populistas de los que están acostumbrados a hacer nuestros políticos.

  2. Mejorar la educación. Para esto también se requerirían muchas reformas, empezando por cambiar los programas y los calendarios escolares y destinar más recursos a la educación: más escuelas, más aulas, mejores equipos, más maestros mejor pagados y mejor capacitados. ¿Por qué tantos maestros son tan mediocres? Por que la gente capacitada no trabajaría en algo en lo que pagan tan poco.

  3. Bien, pero esas medidas tardarán en dar resultados. Necesitamos una policía capaz de detener a los que son criminales ahora y de proteger a la gente decente. Necesitamos depurar la policía y profesionalizarla. Eso incluiría despedir y encarcelar a los narcopolicías como Saidén. Y no sólo la policía, sino todas las instituciones de gobierno. De nada serviría tener policías honestos si sus jefes les ordenan que no arresten al hermano del gobernador cuando es secreto a voces que el señor es narco.

  4. Lo he dicho antes y lo repito ahora: legalizar las drogas. Su prohibición es absurda. Si se legalizaran la marihuana y algunas otras drogas, los narcos perderían parte del negocio y tendrían que dedicarse a otra cosa, como secuestrar gente o extorsionarla... Ehm, no, eso no suena bien. Bueno, pero por lo menos ya no tendríamos la violencia relacionada con el tráfico de drogas.

En otros asuntos, el video de los decapitados se ha convertido en un espetáculo mediático. La gente lo ve por morbo. Oigo a mis alumnos decir "¿Ya viste el video de los descabezados? Está bien chingón". No ha servido de ninguna manera para generar conciencia social.

Y así, nuestro surrealista país sigue jodido.


Esta entrada forma parte de la serie Memorias del Calderonato

4 comentarios:

Ricardo E. Tatto dijo...

Sobre el punto número 5 estás equivocado, si es más difícil y más caro, en especial a raíz de los mismos hechos que mencionas. He escuchado de mucha gente la problemática que se ha suscitado por los degollados a la hora de chutarse...

Joaquín Peón Iñiguez dijo...

hey mike, sí, ya ando por aca desde hace un par de semanas, se me jue la onda.... en cuanto a los narcos, no hay solución, lo mejor que podemos hacer es cortarnos todos la cabeza para no darles el gusto.... hay algunas cosillas muy complicadas sobre la legalización que has dejado de fuera...

Anónimo dijo...

"utilización" es un barbarismo, harto feo y harto bárbaro. Estoy contra los mamoncetes de la rae, pero es más económico decir "uso".

. Yo digo despenalización, para que no haya que legislar más al respecto.
. Si, está bien chingón, tanto que no pude evitar colgarlo en mi blog.
. ¿Ya quitaste tu polarizado? Dicen que con champú sale.

Maik Civeira dijo...

Ah, vaya, gracias a todos por sus comentarios y por coregirme.

Ricardo, no sabía lo que me dices, aunque no me extraña. Aunque sospecho que esas dificultades y encarecimientos son consecuencia directa del asunto de los decapitados y no de que la policía haya hecho más difícil la distribución de sustancias.

Joaquín, estaría bien que hablaras ya sea aquí o en tu blog de esos detalles complicados que no mencioné. Siempre me alegra que corrijan y/o complementen mis ideas.

Isaac, tienes razón con lo del barbarismo, no sé qué me pasó. A de ser que leo demasiado esas notas que me mandan a corregir los disqueperiodistas de Tulum.

Me acaba de hablar mi mamá para decirme que hubo una balacera en Friday's con dos muertos. Mi primo, que trabaja en el ayuntamiento, dice que están pasando muchas más cosas de las que se ven en los medios y recomienda a los ciudadanos decentes no salir a bares, clubes y restaurantes. Se está poniendo fea la cosa, digo yo.

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