Así que este fin de semana visité la ciudad de Guadalajara. Ya saben, ésa que está llena de mariachis y charros bien machos como Vicente Fernández. Me endeudé como nunca en vida para poder asistir al concierto de una de las mejores bandas de rock de nuestros tiempos: OASIS.
No fue un viaje particularmente placentero. Desde antes de partir estaba enfermo y mi malestar sólo empeoró en Guadalajara. Además, se me fue casi todo el dinero en taxis porque no hay camiones hasta la arena de Vicente Fernández, donde fue el concierto.
En fin, después de contratar un taxi para llevarnos a y recogernos de la arena VF, hicimos cola, nos metimos entre la multitud y llegamos a un lugar tan bueno que desde ahí habríamos podido lamerle las bolas a Liam. Eso fue como a las 6 de la tarde, el concierto empezaba a las 8. O decía que empezaría a las 8. Todo aquél que ha ido a un concierto sabrá que los artistas, mientras más chingones son, más se harán esperar.
Y ahí estábamos mi novia y yo, entre una multitud acalorada. Las cervezas rolaron (¿a quién, en nombre del Monesvol, se le ocurre darle alcohol a una multitud acelerada en un espacio cerrado?). Y no faltaron los fumadores, por si el calor no era suficiente y el oxígeno sobraba (¿mencioné que tenía gripa y dolor de garganta?).
A eso a las 9 de la noche empezó a tocar el grupo que abriría el concierto. Siempre me dan pena estos grupos. NADIE QUIERE OIRLOS. Nadie pagó por verlos. Podrían todos morirse y a nadie le importaría. Pero ellos van y hacen lo que tienen que hacer con mucha dignidad. Pobres, pero yo tampoco hice caso de lo que tocaron y la verdad ni me acuerdo.
Tuvimos que esperar una hora más parados como caballos antes de que apareciera Oasis. Salieron al escenario y todo el mundo se prendió. Tonight I'm a Rock n'Roll Star. El problema fue que los asistentes al concierto no se conformaron con brincotear en sus lugares y a alguien le pareció que sería muy divertido aplastotearnos mutuamente. Slam! Así empezó la gelatina humana. El aplastamiento estuvo criminal. Por un momento perdí a mi diminuta novia en ese mar de gente. La recuperé, pero quedó toda moreteada (y quiero pensar que hasta ahí). Estaba tan preocupado por salvar la propia vida que no pude disfrutar de la canción. "Tenemos que salir de aquí" le dije a mi novia y retrocedimos a una posición más defendible.
Ahí apareció nuestro ángel de la guardia, una simpático gordito de anteojos que nos defendió de la mancha voraz de fans. Me saludó con mucha efusión y nos acompañó el resto del concierto. Primero pensé que era un borrachín simpático (los borrachines suelen confundirme con sus amigos de toda la vida), pero ahora creo que era un emisario del bien. Hasta me ayudó a cargar a mi novia para que pudiera ver el concierto. Terminando éste, nuestro benefactor desapareció.
A partir de ese momento el concierto fue una maravilla. Estuvo genial, tan bueno como se podría esperar de una banda como Oasis. Por desgracia, estaba tan cansado y enfermo como para demostrar cualquier tipo de entusiasmo y me limité a sonreir y a corear bajito algunas canciones.
No faltaron los grandes éxitos. Por supuesto, Wonderwall fue el orgasmo colectivo de la noche. Sólo extrañé Stop Crying Your Heart Out. Y para mi deleite personal, cerraron el concierto con su versión de I Am the Walrus. ¡Sublime! Ahí sí me puse como loco y aullé y grité hasta que no me quedó garganta.
En fin, fue un gran concierto, realmente valió la pena tanta sangre, sudor y lágrimas (literal) para poder vivirlo.
El resto del viaje no viene a cuento. Sólo diré que, por mucho que me queje, me alegro de no vivir en un lugar en la que se pagan 400 pesos para hacer un viaje de dos horas de un punto a otro de la ciudad. De vuelta a la tierra en la que con un viaje de dos horas llegas a la capital del estado vecino y con 400 pesos te vas a Cancún.
PD:
GORDITO: Ay, güey. Está bien fría esa madre que están tirando.
YO: Güey, preocúpate si estuviera caliente.
6 comentarios:
Me imagino que algo así te paso con el gordito:
http://www.youtube.com/watch?v=CBvjnqnMKhU
< nostalgia mode="on"/> XD XD XD
Algunas partes de esta historia me suenan conocidas... de cuando fui a Zapopan a ver a Soda Stereo y de paso a tomar unas nanovacaciones de tres días con mi familia.
Lo de los grupos abridores es cuestión de cultura (costumbres). Por acá todavía se recuerdan varias buenas presentaciones de grupos abridores, de esos por los que uno cree que no paga.
Oasis...
Verlos en concicerto es uno de mis sueños no cumplidos.
Saludos.
yaich, espero que se de otra oportunidad para verlos... ¿no te diste un rol por la FIL?
Que chido, Oasis es una banda genial.
Yo iba a ir a Guadalajara cuando llegó Muse, pero por falta de dinero no pude ir.
Ni me recuerdes la FIL, tenía toda la intención de ir, pero el maldito taxi me dejó sin lana.
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