"Con el argumento del alto costo de la construcción de puentes o el desvío del trazo original de una nueva carretera (ampliación al doble de los carriles originales) que ya se levanta sobre una rica zona arqueológica de Quintana Roo, el gobierno federal decidió enterrar los templos mayas bajo una carretera de cuatro carriles.
El pragmatismo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) hizo esgrimir a los responsables de la obra un argumento increíble: 'La mejor forma de conservar las ruinas y no destruirlas, de evitar que estén expuestas al saqueo, es enterrar los templos'"
Esta nota forma parte de la serie Memorias del Calderonato
2 comentarios:
Pero qué hijo de...
Es una manera común de operar del mal gobierno y el corrupto INAH desde siempre. Yo también habito en una zona con bastos sitios arqueológicos (Teotihuacan) y doy fe de que en la zona se han realizado bastantes actos de esta índole y peores, llegando incluso a la destrucción de vestigios por considerar "que hay muchos y por eso no afecta"... y no solo eso de paso han afectado incluso mi casa, son realmente unos hijos de puta.
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