Pues me invitaron a participar en las jornadas culturales que organiza la Universidad Modelo. En especĂfico, me invitaron a leer una ponencia en la mesa panel "Novela gráfica". A partir de este evento naciĂł el siguiente ensayo. Espero que les guste:
VENGA A NOSOTROS TU REINO:
ASPECTOS RELIGIOSOS DEL MITO DEL SUPERHÉROE EN
“KINGDOM COME” DE MARK WAID Y ALEX ROSS
ASPECTOS RELIGIOSOS DEL MITO DEL SUPERHÉROE EN
“KINGDOM COME” DE MARK WAID Y ALEX ROSS
Kingdom Come es una novela gráfica del escritor Mark Waid y el artista Alex Ross publicada originalmente por DC Comics en 1996, en el formato de miniserie de cuatro números. Esta obra tiene como personajes a los superhéroes del Universo DC y se sitúa en una realidad alterna, en la que los héroes clásicos han envejecido y nuevas generaciones de superhumanos ocupan su lugar.
Veinte años en el futuro, Superman y otros de los grandes superhĂ©roes se han retirado. Los seres superpoderosos ahora se cuentan por miles y forman parte de la vida cotidiana de este mundo futuro. La lĂnea que separa a los hĂ©roes de los villanos se ha borrado, pues las nuevas generaciones de metahumanos se la pasan peleando entre sĂ sin tener consideraciĂłn por las vidas humanas que destruyen a su alrededor. Y mientras seres con los poderes de los dioses luchan en el cielo, en la tierra los simples mortales viven entre la desesperanza y el miedo. Por causa de la lucha entre superhumanos, la totalidad del estado de Kansas se convierte en un desierto radioactivo.
Ésta es la situación en la que conocemos a Norman McCay, un pastor protestante que está perdiendo su fe. Un amigo suyo, Wesley Dodds, sufre de terribles visiones que implican el fin del mundo de una forma catastrófica. Cuando Wesley Dodds muere de edad avanzada, sus visiones le son transmitidas al pastor McCay, quien a partir de entonces deberá cargar con ellas.
McCay es entonces visitado por el Espectro, personaje que en la mitologĂa DC es el espĂritu de la venganza, la encarnaciĂłn de la ira de Dios. El Espectro sabe, por las visiones de McCay, que pronto llegará un momento en que será necesario que ejecute venganza contra el responsable de un grave mal. Pero el Espectro ha perdido contacto con su lado humano y necesita de un hombre para emitir el juicio. A partir de entonces, McCay es guiado por el Espectro a travĂ©s del tiempo y del espacio para presenciar los acontecimientos que componen esta historia.
Superman, despuĂ©s de 10 años de haber permanecido recluido en la Fortaleza de la Soledad, es convencido por la Mujer Maravilla para volver a escena y poner orden en el mundo. El regreso de Superman inspira a varios hĂ©roes de la vieja guardia, entre ellos Flash, Linterna Verde y el Hombre HalcĂłn, para salir de su retiro y volver a la acciĂłn. Su objetivo: controlar a la caĂłtica poblaciĂłn de superhumanos que amenazan con destruir el mundo. Cuando McCay presencia el regreso de Superman, se permite tener esperanza de que Ă©l podrá evitar que sus visiones apocalĂpticas se hagan realidad, sĂłlo para darse cuenta segundos más tarde de que son los mismos esfuerzos del Hombre de Acero lo que precipitará el Fin del Mundo.
Superman y sus aliados, la Liga de la Justicia, inician entonces una cruzada alrededor del mundo para poner en orden a los superhumanos. Aquéllos que no se alinean son encarcelados en un gigantesco gulag en lo que alguna vez fuera Kansas. Superman intenta reclutar a Batman para su cruzada, pero él, convertido en un hombre viejo que necesita de un exoesqueleto para moverse y que vigila Ciudad Gótica con un escuadrón de robots, se niega a formar parte de un grupo de arrogantes superseres que imponen su voluntad sobre la humanidad. En secreto, Batman está organizando a los Outsiders, un grupo de héroes humanos, aventureros disfrazados que no tienen superpoderes, entre los que se encuentran Flecha Verde, Canario Negro y el Escarabajo Azul.
Otra fuerza en juego es el Frente para la LiberaciĂłn de la Humanidad, un grupo de supervillanos encabezados por Lex Luthor, cuyo objetivo es acrecentar la tensiĂłn entre los metahumanos de tal forma que todos se destruyan entre sĂ. Lex Luthor tiene bajo su poder al Capitán Marvel, a quien ha lavado el cerebro para hacerlo creer que todos los superhumanos son malignos y que su destrucciĂłn es la Ăşnica forma de salvar al mundo.
Las tensiones entre Superman y la Mujer Maravilla crecen, pues aquĂ©l piensa que los medios pacĂficos y el ejemplo son las vĂas adecuadas para reformar a los superhumanos rebeldes, mientras ella cree que una guerra total está a punto de estallar. La incapacidad de Superman para formar un liderazgo provoca que la Liga de la Justicia decida seguir el ejemplo de la Mujer Maravilla cuando un motĂn en el gulag se convierte en una batalla campal entre superhumanos cuyo poder podrĂa acabar con la vida en la tierra. Para colmo, el Capitán Marvel se presenta en medio de la batalla, impidiendo a Superman ponerle fin al conflicto. Con el objetivo de ayudar la Liga de la Justicia, los Outsiders de Batman se presentan en la batalla, pero los roces entre Ă©l y la Mujer Maravilla provocan que la guerra se vuelva un verdadero caos en el que ya nadie sabe de quĂ© lado está.
Temiendo que la guerra entre seres de tal poder pueda destruir a la humanidad, los paĂses miembros de las Naciones Unidas toman la decisiĂłn de atacar con poderosas bombas nucleares el epicentro de la batalla para acabar de una vez con todas con la raza de superhombres.
Es en el momento en que va a caer la bomba en que el Espectro detiene el tiempo y pide a McCay que emita un juicio. Si la bomba cae, morirán miles de superhumanos. Si no, morirán millones de humanos. De cualquier forma es genocidio, pero ¿quiĂ©n es el culpable? ¿De quiĂ©n es este horrible pecado? ¿Contra quiĂ©n debe el Espectro ejercer la Venganza? Y entonces… Bueno, tendrán ustedes que leer el cĂłmic.
Los temas que explora Kingdom Come son muchos. Está el conflicto generacional entre los antiguos superhĂ©roes con un sistema de valores maniqueo y anquilosado, incapaces de adaptarse al mundo siempre cambiante, y los nuevos metahumanos, temerarios, irresponsables y violentos. Está tambiĂ©n la exploraciĂłn del lado humano de los superhĂ©roes, de sus sentimientos, sus pasiones, sus inseguridades y sus obsesiones. PodrĂa tambiĂ©n deshacerme en alabanzas para esta gran obra, por la excepcionalidad de su arte, lo rica de su trama, lo poĂ©tico de su prosa, la construcciĂłn de sus personajes, etcĂ©tera. Pero el tema que discutiremos a continuaciĂłn es el de la reinterpretaciĂłn religiosa de los superhĂ©roes segĂşn esta obra.
Mucho se ha dicho que los superhĂ©roes son los descendientes directos de los hĂ©roes mitolĂłgicos, como HĂ©rcules, y que los cĂłmics que narran sus aventuras son la fuente de nuevas mitologĂas. Muchas comparaciones se han hecho entre Superman y Jesucristo. DespuĂ©s de todo, muchos personajes de cĂłmic tienen un origen mitolĂłgico: la Mujer Maravilla es una amazona inmortal protegida por las diosas y los poderes del Capitán Marvel vienen de los dioses mismos. AsĂ que, de cierta manera, la idea de que los superhumanos son los nuevos dioses ha estado presente desde hace algĂşn tiempo. Kingdom Come parte de esta idea y la reviste de un sentido no sĂłlo mitolĂłgico, sino verdaderamente religioso.
Empecemos por el tĂtulo, que se refiere a thy kingdom come, fragmento del Padre Nuestro en inglĂ©s, y que corresponde al castellano “Venga a nosotros tu reino”. La frase a su vez se refiere al fin del mundo, tras el cual llegará el Reino de Dios. La elecciĂłn del tĂtulo dota de un significado religioso a la obra, pues nos deja en claro que la guerra entre superhumanos en ella descrita es precisamente el Juicio Final predicho en el libro del Apocalipsis.
De hecho, la novela comienza con versos este Ăşltimo libro de la Biblia e imágenes que representan fuego y azufre, ángeles y demonios combatiendo sobre una tierra destruida y desolada. Las visiones que primero tiene Wesley Dodds y despuĂ©s Norman McCay, siempre acompañadas de versĂculos bĂblicos, van cumpliĂ©ndose una por una a lo largo de la obra.
La pĂ©rdida de fe que sufre McCay al principio de la obra no proviene de la falta de pruebas o señales que indiquen la presencia de un poder superior, sino de que ese poder está permitiendo que se cumplan las profecĂas que pronostican horror y sufrimiento para la humanidad. Sabe que la Palabra de Dios es cierta y que se está cumpliendo, pero que la palabra de Dios anuncia, de forma inevitable, dolor y destrucciĂłn para los seres humanos.
Es entonces cuando se aparece el Espectro. Él es, literalmente, la encarnaciĂłn de la ira de Dios, de la misma manera en la que Cristo fue la encarnaciĂłn de su amor. Es el espĂritu de la Venganza, pero ni Ă©l puede evitar el desastre que viene, pues está facultado para el castigo del pecado y no para su prevenciĂłn. El Espectro guĂa a McCay como Virgilio a Dante, para presenciar los acontecimientos que llevarán al Juicio Final.
Los superseres, por su parte, son vistos como dioses por los humanos comunes y tienen con ellos una relaciĂłn de deidad-adoradores. Superman se comporta como un dios benĂ©volo que busca inspirar confianza en sus creyentes y convertir a los rebeldes a su bando mediante la prĂ©dica de verdad y justicia. Batman, aunque humano, tambiĂ©n asume la actitud de un dios, en este caso, de uno terrible y vengativo que inspira temor en su pueblo, al que tiene controlado con su ejĂ©rcito de robots y su sistema de cámaras de seguridad que lo hacen omnisciente. La Mujer Maravilla es embajadora de la paz, pero está dispuesta, con su autoridad de diosa, a imponer la paz mediante la fuerza si es necesario. Los metahumanos de las nuevas generaciones se comportan como dioses veleidosos y egoĂstas que juegan con el destino de la humanidad sin que Ă©sta les importe en lo absoluto.
Pero en general, ninguno de ellos le rinde cuentas a la humanidad. Superman nunca preguntĂł a los seres humanos si deseaban ser salvados y protegidos, y no reconoce sobre Ă©l ninguna autoridad humana. Los “mortales”, por su parte, están acostumbrados a que los metahumanos ocupen el papel de nuevos dioses, no se oponen, ni tienen el poder para hacerlo, y aceptan dejar el destino de su existencia en manos de los superseres.
Están también las deidades verdaderas del Universo DC, el grupo de seres llamados la Quintaesencia, compuesta por Zeus, Shazam, Highfather, Ganthet y Phantom Stranger. También hace una aparición Orión, hijo de Darkseid, dios del mal. Otra deidad, Rama Kushna, es mencionada. Pero todos estos dioses se niegan a participar en el asunto de los mortales, temerosos de que su intervención pueda agravar las cosas.
El pastor McCay reflexiona acerca de la idea de Dios cuando se encuentra frente a la Quintaescencia: “Desde el seminario, he sido más filĂłsofo que sacerdote. En mi iglesia predico que Dios no es una persona, sino una fuerza con muchos nombres. Nunca creĂ en la idea de darle un rostro fĂsico a esa fuerza o a sus agentes”. Aparte de todo lo anterior, la novela está llena de motivos religiosos, principalmente rezos e invocaciones a Dios.
Pero Kingdom Come no quiere decirnos que los superhéroes son dioses. El sentido de la obra es, de hecho, opuesto. Kingdom Come cuestiona la actitud arrogante de los metahumanos, que se atreven a pretender decidir sobre el destino de la humanidad cuando, a pesar de sus poderes, padecen de todas las debilidades y defectos humanos. Cuestiona la actitud pasiva de los mortales, que no se atreven a tomar el destino en sus manos. A estas actitudes se opone la inactividad de los verdaderos dioses, que dejan a la humanidad desamparada.
Finalmente, Kindom Come nos dice que los metahumanos no son dioses, ni ángeles, ni demonios, sino que forman parte de la humanidad y es ésta la que debe elegir su propio destino, en vez de esperar a que los seres supremos lo decidan por ella. A fin de cuentas, no son Superman, ni Batman, ni la Mujer Maravilla los protagonistas de esta historia, sino Norman McCay, un hombre sencillo en busca de esperanza. Kingdom Come no es una teodicea, sino, al contrario, una búsqueda de lo humano en lo que parece divino.
Finalmente, Kindom Come nos dice que los metahumanos no son dioses, ni ángeles, ni demonios, sino que forman parte de la humanidad y es ésta la que debe elegir su propio destino, en vez de esperar a que los seres supremos lo decidan por ella. A fin de cuentas, no son Superman, ni Batman, ni la Mujer Maravilla los protagonistas de esta historia, sino Norman McCay, un hombre sencillo en busca de esperanza. Kingdom Come no es una teodicea, sino, al contrario, una búsqueda de lo humano en lo que parece divino.
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8 comentarios:
No seas cabrĂłn; ahora si me provocaste escalofrĂos con tu post al recordar cuando leĂ Kingdom Come por primera vez. Fue la primera novela gráfica que comprĂ© y quedĂ© totalmente fascinado con el arte, si dios se dedica a pintar debe hacerlo como Alex Ross, que es la versiĂłn Merol de Bob Ross.
Que historia tan chingona. Estuve muchos años clavado en ella antes de leer the dark knight, v for vendetta o watchmen. Recuerdo la parte donde sale la niña llorando y McCay diciendo "ellos son nuestros protectores". La muerte del Joker y su último crimen en El Planeta; la prisión, el pobre estúpido de Marvel; lo amargo de Superman y BATMAN, puta madre, Batman es absolutamente genial en esta obra como pocas veces ("vaya, ahora se lo que se siente" jajajaja).
Tiene muchos momentos geniales pero sin duda mi favorito es: "ahora Norman; juzga" "¿Yo?" "juzga... con cuidado". Ya me dieron escalofrĂos otra vez. Ya me voy a leerla otra vez, ahi nos vemos.
Que chingĂłn post, me cae.
Gracias, escogĂ esta novela gráfica porque fue de las primeras que leĂ. No recuerdo si la primera primera fue Ă©sta o Arkham Assylum, pero recuerdo que estaba en lo más ingenuo de la adolescencia y pensĂ© "No mames, ¿a esto pueden llegar los cĂłmics?"
chale con lo de la ponencia, yo soy de los primos hermanos de com soc, en uady, y sĂ se nos perdio un poco las fechas por aquello de la reprogramaciĂłn... por cierto, prometo terminar de leerlo porque ahora no puedo, tamos pendientes
muy buen post, yo acabo de leer una reliquia de la DC "hora cero" donde linterna verde praticamente toma el papel de Dios y acaba con todos (humanos, super, mutantes) y restablece todo desde 0, muy bueno. salen todos los Halcones jojo
Hola, Mike.
Muy buen trabajo, felicitaciones.
Mientras leĂ bajaba Marvels, que hace un buen tiempo quiero leer y ahora, mientras escribo, bajo Kingdom come.
Ya te daré mi opinión.
Un abrazo.
Hola
Bueno, bueno, si una palabra puedo decir para definir a esta obra es inercia. En lo personal no trato de juzgar a Ross como un genio si no como un guionista, y como guionista tiene momentos donde la chaqueta le queda grande. Dios pone su veredicto en la decisiĂłn de un humano; vamos, por que rogar a dios por la soluciĂłn, creo que en ese sentido Ross despoja a la humanidad de la soluciĂłn a sus propios problemas (no por que no la encuentre el padrecito al final-- que no lo hace realmente-- si no por la necesidad de una metafĂsica tal que en un momento dado llega a poner la patada en el ano a la situaciĂłn muy a la Asimoviana fundaciĂłn). Los aspectos religiosos contundentes, pienso, son precisamente los que nos ponen a reflexionar por que estamos tan dela verga, y no es McCay y el espectro si o la incapacidad de encontrar el lugar a donde la inercia de la que hable anteriormente nos lleva, movimientos sociales, sistemas econĂłmicos, filosĂłficos, lideres populares y la chingada vienen, pero ningĂşn hombre me sabe decir donde quiere estar parado mañana (perdona por la interpretaciĂłn tan personal).
Me gusto mas la serie Earth, Universe y Paradise X.
Balam lamentablemente la Serie de IV Tomos (Kingdom Come) no Te Da una VisiĂłn completa, hasta que leas Lo Que Es La Saga Tierra 22 (que tiene varios tomos sueltos en otras publicaciones que hacen un total de 16 Comic's).
Es Hasta que leas todo (y aparte con orden cronolĂłgico) que puedes entender muy bien la conclusiĂłn del tomo IV en el momento que Superman desata su ira (como dice el profe: Se comporta ya como un dios en su totalidad), y la RedenciĂłn que McCay logra en el...
Una de mis colecciones Favoritas.
Saludos
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