Gil Kerilkowske, el zar antidrogas de la Casa Blanca, declaró nulo el concepto de guerra contra las drogas dentro de Estados Unidos, mientras se intensifica el debate político sobre el fracaso de ese concepto y en favor de la legalización de la mariguana.
La política de los últimos 25 años, centrada en enfrentar el problema de las drogas ilícitas como un asunto de seguridad pública, ha abrumado al sistema judicial y ha rebasado la capacidad de las prisiones de Estados Unidos, país que tiene la mayor tasa de encarcelación del mundo (5 por ciento de la población mundial, 25 por ciento de los encarcelados, según un cálculo). Y cada vez más expertos argumentan que, ante una crisis económica, los costos de esa guerra son insostenibles, especialmente ante la evidencia empírica de que esta estrategia no ha rendido fruto.
Jefes de policía, fiscales, jueces, ex altos funcionarios públicos y figuras internacionales como los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; César Gaviria, de Colombia, y Ernesto Zedillo, de México, se suman al coro y califican la guerra contra las drogas como un fracaso, al tiempo que alertan sobre la necesidad de un nuevo paradigma para enfrentar el problema.
Así, mientras el gobierno de Barack Obama continúa financiando las guerras contra la droga en México y Centroamérica (Iniciativa Mérida) y Colombia (Plan Colombia) entre otros, dentro del país es cada vez más evidente que hay un cambio de óptica tanto dentro como fuera del gobierno, y hoy fue expresada por uno de los comandantes de esa guerra.
Kerilkowske, director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Droga de la Casa Blanca, declaró al Wall Street Journal que deseaba anular el concepto de guerra contra las drogas, ya que es contraproducente, y a la vez indicó un giro en la política antinarcóticos para dar prioridad al tratamiento, reducir la encarcelación y así buscar disminuir el consumo. “No importa cómo intente uno explicarle a la gente si es ‘una guerra contra la droga’ o ‘una guerra contra un producto’, la gente lo ve como una guerra contra ellos. No estamos en guerra contra la gente en este país”, dijo Kerilkowske, ex jefe de la policía de Seattle. Apuntó que aún no ha evaluado el contexto internacional.
Este cambio de política ya se había vislumbrado desde la campaña de Obama, y hace poco su gobierno anunció que las autoridades federales ya no realizarán redadas contra agencias que distribuyen mariguana para fines médicos en los 13 estados en donde los votantes aprobaron la legalización de la planta para estos usos, revirtiendo la posición del gobierno de George W. Bush.
El porcentaje del público que favorece algún tipo de legalización sigue creciendo, según encuestas recientes, alcanzando sus niveles más altos este año; más de 40 por ciento apoya la legalización de mariguana, casi el doble de hace 20 años.
“Creo que no es hora de (legalizar), pero creo que es hora de un debate… Creo que deberíamos estudiar muy cuidadosamente lo que otros países están haciendo, los que han legalizado la mariguana y otras drogas, qué efecto tuvo en esos países”, declaró Arnold Schwarzenegger hace una semana, volviéndose el político electo de más alto nivel en pronunciarse públicamente en favor de ese debate hasta ahora. Sabe que 56 por ciento de los votantes empadronados en California favorece la legalización así como imponer un impuesto a la mariguana, según un sondeo de Field Poll.
El Sacramento Bee, (periódico de la capital estatal de California) indicó en su editorial del 7 de mayo: “Dos décadas de la ‘guerra contra las drogas’ han fracasado en su intento por reducir el mercado estadunidense de drogas ilícitas. En lugar de ello, ese esfuerzo ha llenado las prisiones de la nación, mientras el mercado constante de drogas ha nutrido la violencia tanto en este país como en México. Este es el contexto en que los estadunidenses… deberían debatir interrogantes tales como la legalización de la mariguana”.
Varios de los principales periódicos del país han hecho eco de esto. Hasta la venerada revista internacional The Economist afirmó su posición hace un mes: “la guerra contra las drogas ha sido un desastre, ha creado Estados fallidos en el mundo en desarrollo, aun mientras la adicción florece en países ricos. De cualquier forma en que se mida … esta lucha ha sido antiliberal, asesina y sin sentido. Es por ello que The Economist continúa creyendo que la política menos mala es legalizar las drogas”.
Y esto también se manifiesta a nivel local. El concilio de la ciudad de El Paso aprobó una resolución que insta al Congreso federal a debatir la legalización de drogas como una opción para reducir el nivel de violencia ligada con el narcotráfico; el procurador general de Arizona, al señalar que los cárteles mexicanos recaudan entre 60 y 80 por ciento de sus ingresos sólo de mariguana, instó a los políticos nacionales a evaluar la legalización de ésta como una opción para debilitar a los narcotraficantes de ambos lados de la frontera, entre otros.
Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la organización independiente Drug Policy Alliance, ha comentado que el giro de este debate es de alguna manera parecido a lo que sucedió con las leyes de prohibición de alcohol en los años 20, cuando las mafias, y figuras como Al Capone, lucraron y generaron olas de violencia. Fue hasta 1933 cuando en medio de la Gran Depresión se anuló la prohibición y se empezó a regular y gravar el consumo de licores. Nadelmann afirma que ante la crisis económica actual, la violencia en lugares como México, y la evidencia del fracaso de la llamada guerra contra la droga, este es un momento parecido y propicio para suspender, ahora, la prohibición de la mariguana.
El columnista político de la revista Time, Joe Klein, escribió recientemente que Estados Unidos gasta 68 mil millones al año en el sistema carcelario, y un tercio de los reos cumple condenas por delitos no violentos. Se gastan otros 150 mil millones en policía y tribunales, con un 47.5 por ciento de todos los arrestos relacionados con la mariguana. Eso es muchísimo dinero, la mayoría no fondos federales, que podrían ser gastados mejor en mejores escuelas o infraestructura, o simplemente regresado al público.
Tal vez sea por dinero (un impuesto de 10 por ciento sobre la venta de mariguana rendiría en California 1.4 mil millones anuales, calculan), o por el hecho de que simplemente no funciona, que esta política fracasada sea cancelada, como fue el caso en la última Gran Depresión. Algunos argumentan que sólo así se acabará con los nuevos, y más poderosos Al Capone del siglo XXI.
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7 comentarios:
Me contaba mi abuelo que en la década de los 40's, cualquiera podía comprar la mariguana en la merced o tacubaya, expuesta publicamente y sin que nadie se asustara ni policias haciéndole a la faramalla. Que era muy buena para fumarla, relajarse y excelente remedio para las reumas.
Nadie se asustaba, ni mataba, ni se moria por consumirla, hasta que vino el dios todo poderoso del gobierno mexicano (o sea el gobierno gringo) para decirle a éste país que la mota es mala y deberia estar prohibida.
Estoy a favor de su legalización y no será mas peligrosa que los roles de canela del osito bimbo que tapan con grasa las arterias y llenan de engrudo los intestinos de los mexicanos.
Salu2
Tienes razón: estamos expuestos a más peligro con la comida chatarra que con la mota (pero qué rica es la comida chatarra!)
Lo más triste es que primero tendrá que legalizarse en EUA para que ahí vayamos de pendejos a hacer lo que nos manda los gringos en vez de tomar la iniciativa por nosotros mismos.
Yo como ex mariguanota y dealer que solia ser pensaba al igual que todos los hipis mariguanillos buenos para nada que legalizarla en mexico era la mejor opcion por eso del narcotrafico pero despues me detuve a pensar si de por si mexico es el patio trasero de EUA y muchos paises mas donde los jovenes extrangeros se vienen a ensuciar playas, cojerse a las mexicanitas y hacer el desmadre que no les permiten hacer en su pais como se pondria la cosa cuando se legalizara la marihuana en el pais? yo creo que seria mucho peor... subiria el turismo pero no se... cmo que siento feo pensar que usen al pais como antro de mala muerte donde pueden hacer lo que no se puede en su pais, ok quiza mi opinion es estupida pero no me importa y no tengo una idea muy concreta sobre si seria mejor legalizarla o no ya que podria traer graves consecuencias.
Ahora bien, sobre los faunos wow! como ya te dije mis temas favoritos son magia y erotismo asi que esa mezcla me encanto, la primera imagen del fauno a punto de besar a la chia me gusto mucho y la segunda tambien, realmente me parecieron muy tiernas y hasta provocativas...mmm...si... povocaron interesantes pensamientos en mi mente jaja
Quizá soy demasiado optimista, pero como que ya va siendo hora de que papá gobierno deje de cuidar a hijitos y les diga "esto es malo y no se debe de hacer". Que sea decisión de cada quien. Todo el dinero que ocupan ahorita en el "combate frontal al narco" podría ocuparse en la instalación de centros de salud, deportivos y lugares de entretenimiento; también para rehabilitación de adictos que asi lo desen. Pero ps estoy de pinche soñador, porque significaría el fin de negociazos de judiciales y aduaneros. Respecto a lo que menciona Rodrigo es cierto; mi abuela tenía sus menjurjes de juana para sobarse las reumas.
Siempre está el ejemplo de la prohibición: ¿en que época se vendió mas alcohol en EEUU? Tssss
Ya habia visto la noticia de que estaban pensando legalizar la marihuana.
A mi en lo personal me parece qu es algo que ya deberian de haber echo y ya habia pensado tambien que es exactamente el mismo caso que con el licor.
Si legalizaran la marihuana BUM se les acaba el negocio con eso a los narcos y hasta obtienen ganancia en verdad la idea me parece muy buena ojala que la aprueben.
A petición de ustedes me propondré hacer la primera botana de mois en fritura salada, para esas tardes de fuchibol y chelas.
@La Diabla:
1. Primero tendrían que legalizarla allá. Si alguien sale conque méxico será el experimento, entonces tienes razón.
2. No es un problema de los chavillos que vienen a hacer güeritos de rancho, es de las autoridades que fingen que un delito cometido por un turista extranjero de primer mundo no es un delito.
Definitivamente son muchas más ventajas que desventajas lo que representaría la legalización! De muchos puntos de vista: social, tributario, económico, etc.
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