De los influyentísimos William Hanna y Joseph Barbera, tan dados a repetirse a sí mismos, rescato sobre todo un puñado de series, entre ellas Los Picapiedra, Scooby Doo y Don Gato. Ah... Don Gato, me encantaba cuando niño y me encanta hoy en día. No hace muchos años mi novia me regaló la serie completa, ¡y cómo la he disfrutado! Recientemente la estuvimos viendo de nuevo.
¡Qué ingenio! ¡Qué personajes! ¡Qué música! Sátira social, alejada de los chistes del pastelazo que dominaban el humor en esa época. Diálogos brillantes. Situaciones hilarantes. Y un doblaje excepcional de la época en la que el mexicano era el mejor del mundo, mucho antes de que chilanguizaran el doblaje para gusto de los palurdos.
Don Gato (Top Cat) se convirtió un éxito en México. Durante muchos años, después de su transmisión original, aquí se estuvo retransmitiendo una y otra vez, para deleite de todos sus fans. Don Gato es una de las pocas series que puedo disfrutar tanto con mis padres como con mi pequeño hijo. Y sin embargo, a pesar de su éxito en México, Don Gato fue un fracaso en EUA, donde sólo se produjo una temporada de 30 episodios. ¿Por qué? La razón es obvia: Don Gato es mexicano.
Sí, observando la serie, uno se puede dar cuenta de porqué no fue del gusto de los estadounidenses y sí se ganó el corazón de los mexicanos. Es que Don Gato es como un mexicano. Veamos:
Don Gato es pobre, es más, vive en un basurero. Pero no está allí el problema: Don Gato es un pillo, un delincuente, un estafador, apostador y ladronzuelo. ¿Cómo no se va a identificar con él un mexicano? Difícilmente un gringo se va identificar con un pícaro como Don Gato, pero un mexicano, con una larga tradición hispánica de la picardía, sí que sentirá esa conexión.
Lo que es más, Don Gato puede ser un delincuente, pero no es un criminal. Podría hurtar comida de una pizzería y ropa de un tendedero, pero nunca asaltaría un banco a mano armada y mucho menos asesinaría a alguien. El mexicano entiende eso. A diferencia de la férrea moral protestante de los anglosajones, la moral de los mexicanos es más laxa. Para un mexicano una pequeña "tranza" es algo a lo que todos recurrimos tarde o temprano, pero eso no significa que vayamos a cometer un asesinato. Tengo la sospecha de que para la estricta moral del protestante el robo es algo tan inimaginable como el homicidio (por eso los magnates corporativos de los Yunaites hacen ambas cosas...).
Pero más importante aun, Don Gato rechaza el trabajo. "Nunca van a ganar dinero sólo trabajando" dijo una vez. Don Gato siempre está buscando formas extravangantes de ganar dinero fácil. ¡Pero el trabajo es parte fundamental de la ética protestante anglosajona! Sin embargo, los mexicanos heredamos de nuestros abuelitos españoles el desprecio por el trabajo y el amor por la picardía (en el sentido lazarillodetormesiano de la palabra).
También está la constante ridiculización de la autoridad. Don Gato, el pillo, el pobretón, el delincuente, es mucho más astuto que el torpe oficial Matute, de quien siempre se burla y al que siempre termina humillando. ¿Iba a soportar un ciudadano de los EUA en la década de los 60 semejante escarnio de la autoridad? No. Pero un mexicano sí, pues ha vivido siempre bajo los abusos de autoridades corruptas e incompetentes y un poco de venganza lo hace sentir bien. Sí, es cierto que desde entonces han aparecido personajes como el Jefe Górgori, pero eso fue casi 30 años después.
Ah, claro, me dirán que en la cultura popular gringa hay héroes que son delincuentes y que ridiculizan a la autoridad, que roban y matan, y aún así son admirados por el pueblo norteamericano. Ahí están Jesse James, Bonnie y Clyde, John Dillinger... y muchos bandidos ficticios que hacen estafas millonarias y robos fantásticos. Pero hay que tener algo en cuenta: todos estos héroes siguen el ideal del ser individualista, que triunfa pasando por encima de los demás y obtiene fama y riqueza. Son, aunque del lado equivocado de la ley, el ideal del héroe en la sociedad capitalista. Y lo más importante: son triunfadores, winners.
Don Gato no. Don Gato, a pesar de su ingenio, es un fracasado, un loser. Logra sobrevivir y evitar que lo atrapen, pero nunca sale de la pobreza y al final, todos sus planes para hacerse millonario fracasan miserablemente. El gringo (por lo menos el gringo de esa época) no puede identificarse con un loser. Pero el mexicano sí, porque sabe lo difícil que es la vida, porque vive en un sistema cuyas características sociales, políticas y económicas, hacen casi imposible la movilidad social si no es mediante la trampa.
Don Gato es un delincuente, pero cuida de los suyos, con esa leal camaradería que los mexicanos consideramos tan valiosa. Don Gato baila mambo, es coqueto y mujeriego, juega a las cartas y al billar... Es un pillo y está orgulloso de ser quien es. ¿Cómo no iba a ser mexicano?
Y ahora unas palabras sobre el tan exaltado ingenio mexicano. Es cierto, los mexicanos somos ingeniosos, pero el nuestro es un ingenio aplicable a lo pequeño y a lo inmediato. Es ingenio, pero no visión. El ingenio mexicano nos permite crear artefactos a partir de objetos ordinarios para facilitar la vida, pero no hay visión que nos lleve a patentar nuestro invento ni a producirlo en masa. El ingenio mexicano permite encontrar trucos para burlar la ley y contrabandear falluca de las formas más increíbles, pero no hay visión que nos lleve a crear una industria. El ingenio del mexicano es el del mapache, el del zorro, el del gato de callejón. Es el ingenio de Don Gato.
Y ya, para terminar, los dejo con mi frase favorita de toda la serie. Don Gato monta todo un espectáculo para hacer creer a la mamá de Benito que él es alcalde Nueva York. Por ello, todos los de la pandilla se disfrazan de funcionarios. Y Don Gato les dice:
-Y ustedes dos, pórtense como gente decente.
-Por fin, ¿como gente decente o como políticos?
Este post está dedicado a los que doblaban la voz de Don Gato y de su pandilla:
Julio Lucena (Don Gato)
Víctor Alcocer (Matute)
Víctor Alcocer (Matute)
Jorge Arvizu (Benito y Cucho)
Santiago Gil (Espanto)
Armando Martínez (Demóstenes)
Carlos Becerril (Panza)
Armando Martínez (Demóstenes)
Carlos Becerril (Panza)
NOTA: El hecho de que en los últimos años (2011 y 2015) se haya estrenado, no una, sino dos películas sobre Don Gato, de manufactura totalmente mexicana, sólo reafirma lo que he dicho en esta entrada.
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20 comentarios:
Creí que era de los pocos Dongatianos. Buena onda, buena onda. Casualmente yo conseguí la serie de la misma forma, llegó por regalo de la que en esos tiempos fue mi novia y, al igual, la veo cada que se puede. Don Gato es la reata.
Sin embargo hay cosas muy interesantes que podrían abordarse al respecto, como ¿quién hace el ingenio del mexicano, no será acaso un lugar común? al final los mexicanos somos ingeniosos, pero los puebloquieteros no lo son, pero aún así se/nos decimos mexicanos. En fin, creo que con varias de las prontas bebidas parlaremos más a gusto.
Hartos saludos Maik.
Larga vida a Don Gato.
¿Cómo no? En puebloquieto se inventaron los hamaqueros inteligentes y las motos para minusválidos. El otro día vi un señor sin manos manejando una de esas motos con unas sogas que iban del manubrio a la boca. Si eso no es ingenio, no sé qué es.
muuuy ciertamente. Don Gato es mexicano. Buen post camarada
¿Has escuchado los podcast de Olallo Rubio? El tipo es ahora cineasta, pero antes era locutor de una extinta estación de radio rocker en el defe y soy levemente fan. Razones más, razones menos, él había escrito sobre Don Gato como eminentemente mexicano y estoy de acuerdo con ambos.
Ve a esta página http://www.biuford.com/olallo/olallo.htm y descarga el podcast 19 de la 3a temporada. Te vas a divertir.
Nunca hubiera pensado así de Don Gato. Con razón me cae tan bien.
Muy buena entrada. Por cierto: En algunos capítulos Matute fue doblado por David Reynoso (el "mayor" de "Viento Negro")
a=mi=solo=me=caian=bien=demostenes=
benito=y=matute
Maik:
el motociclista sin manos es nada más y nada menos que el legendario PULPO, vecino de los rumbos de Pensioneslandia y Chenkunópolis, mi tío me cuenta que ese cabrón va a las cantinas y se toma las chelas... según la leyenda, las sostiene con la lengua para no atragantarse... y se mama (aunque para eso no se necesitan manos, jeje) y maneja pedo.. y sin manos.
es un personaje interesante.
Tengo la sospecha de que para la estricta moral del protestante el robo es algo tan inimaginable como el homicidio.
No estás solo.
Yo también no recuerdo dónde leí (creo que fue un artículo dominical del Milenio) que Don Gato apelaba mucho más a la psique mexicana que a la estadounidense precisamente por esa ética lumpen de la transa y la picaresca.
Tienes razón en que todos esos ladrones famosos siguen el mito del héroe individualista, a lo que agrego que lo hacen en la variante del Individuo Contra El Sistema: la policía (El Sistema) es un claro antagonista y la historia no termina hasta que ocurre la victoria aplastante de una de las partes.
En cambio la relación entre Don Gato y Matute es de tolerancia cuando no complicidad, aprecio y hasta cariño. Más de una vez uno ha ayudado al otro, inicialmente por motivos egoístas o pragmáticos pero al final terminan haciéndolo por genuina amistad. Don Gato no puede prescindir de Matute porque cualquier otro oficial lo metería en la cárcel. En sentido opuesto, Don Gato justifica el trabajo de Matute. Semejante arreglo es aberrante para el estadounidense legalista pero perfectamente natural para el mexicano de los chances y la vista gorda.
Creo yo. ¡Saludos!
"Yo también no recuerdo dónde leí"... se lee muy extraño. Debería decir "Yo también leí no recuerdo dónde..." etcétera.
para mi el mejor capitulo es el del inigualable Laszlo Loszla
Qué coraje me da después de mucha reflexión llegar a una conclusión y enterarme de que alguien más se había dado cuenta.
Muy buenas observaciones, Pereque.
¡Y cómo olvidar el episodio de Cha-Cha-Charlie Pérez Prado o el de Pancho López en los billetes de 20 dólares!
Jammm...
"Don Gato" era una de las caricaturas más vistas cuando mi kinder, aunque en la actualidad no me llame mucho la atención.
Pero leo el post y no me había fijado las razones psicosociales de su popularidad en México. Charros, tendré que youtubear...
:P
Ahh! con razón Don Gato siempre usa sombrero...
Coincido en las apreciaciones anteriores y debo agregar que Don Gato es de los pocos casos en que el doblaje supera a la versión original (solo basta recordar la voz de Benito)
Amo a Don gato.
Cuando era mas chica lo miraba todos los fines de semana.
Aca aun lo transmiten y aveces lo veo.
Qué gran análisis y qué gran hipótesis. Nunca lo había visto de ese modo, y como casi siempre, no tengo nada inteligente que agregar.
Saludos.
Pensaba que Don Gato era Irlandes...
si, yo también pensaba que era irlandés, pero ahora que lo veo bien, quizás no sólo es mexicano:
es TIN TÁN !!!
Bien
Hoy en Mexico estrenan la pelicula...del inicio de la pandilla de don Gato.Bien. Share.
Buscarle tres pies al Gato es algo muy de mi mente. En el caso de Don Gato, se me ocurren algunos ejemplos previos de estafadores: Chaplin, Keaton, los Hnos. Marx, los Tres Chiflados y el Pato Lucas. En paralelo con su ecos mexicanos (Cantinflas, Tintán, Resortes, etc.) durante los 30s y 40s solían interpretar roles de underdogs y a veces pillos que jamás progresaban. Hasta las de disney eran así. Mickey, Donald y Goofy vivían en un remolque y ponían un paisaje pintado en la ventana para no ver la contaminación. Los Marx y Bugs Bunny, por su parte, hasta parecían negarse a progresar.
Yo replantearía, si tuviese para sostenerlo, que Top Cat no es tanto un insulto a la cultura anglosajona sino, mas bien, a la de EEUU durante los 60s. El Pato Donald de los 50s es el mejor ejemplo de esto. Deja de ser un pobretón, para ser un gringo clasemediero de picknick o cacería siendo "acosado" por osos, pumas, ardillas, abejas y demás animales incivilizados e inferiores. Un antí Top Cat. En México, igual Cantinflas y Tintan ya vivían mejor en sus películas, ya no eran pobretones. Lo cual pudo haber dejado un vacío para representar la realidad de la gran mayoría. Justo ahí, entraría Don Gato. Pero habría que analizar a fondo.
Amigo, tienes toda la razón. Gracias por recordarme la tradición de la "picaresca gringa" antes de las guerras mundiales. Supongo que la cultura gringa se suburbanizó, se clasemediatizó, en los 50, y por eso Don Gato era una cosa tan especial, porque esa picardía urbana ya no se veía en ningún lado. En cambio en México seguía siendo muy actual. Incluiré ese insight en una próxima edición de este texto. Gracias.
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