Buenos días, habitantes del
Cenozoico. Este domingo hay elecciones y por eso ¡no hablaremos de política!
Pues estamos hartos, cansados, y de todos modos nada de lo que pueda decir aquí
cambiará la opinión de nadie sobre por quién votar. En cambio, para relajarnos
un poco y con el pretexto del estreno de Juanito
y los Clonosaurios 5 (reseña aquí) hablemos de ¡DINOSAURIOS!
Muchos de nosotros, desde
chavillos, soñábamos con algún día llegar a ver dinosaurios vivos. Pues algunas
personas piensan que los seres humanos de hecho convivieron con dinosaurios y
otras bestias supuestamente extintas. ¿Cómo pueden demostrarlo? El arte de
civilizaciones antiguas, por supuesto.
Es decir, así como hay personas
que se la pasan buscando evidencias de que los egipcios tuvieron contacto con
extraterrestres, hay otros expertos que opinan que hay muestras de arte antiguo
que retratan dinosaurios. Como los antiguos no tenían paleontología ni técnicas
modernas de reconstrucción anatómica de especies extintas, sólo podemos suponer
que si tallaron imágenes de dinosaurios es porque vieron vivos a estos
animales.
Es decir, miren este grabado en
un antiguo templo camboyano:
¿Acaso no representa claramente a
un estegosaurio? ¿No es una prueba irrefutable de que los antiguos camboyanos
vieron alguna vez a este animal pastando por sus selvas? Respuestas: No y no.
Pues esto de los “dinosaurios ancestrales” (todos los dinosaurios son
ancestrales, pero ustedes saben a qué me refiero) es pura pseudociencia y
magufería. En esta entrada les voy a explicar por qué.
Miren, los principales promotores
de esto de “los egipcios vieron dinosaurios” son nuestros viejos amigos, los
creacionistas de la Tierra Joven, religiosos fundamentalistas que creen que
el relato del Génesis en la Biblia debe ser interpretado literalmente, así que
Dios creó el mundo en seis días hace seis mil años.
¿Qué pasó con los dinosaurios? No
se extinguieron hace 65 millones de años (¡la Tierra sólo tiene 6 mil!) como
dicen los científicos ateos liberales. No, éstos fueron creados con el resto de
los seres vivos, y se fueron extinguiendo gradualmente a lo largo de los siglos,
al igual que sucedió a otros animales como el león europeo o el dodo. Así que
los fósiles de dinosaurios que los científicos han encontrado son en realidad
muy recientes, tanto como las primeras civilizaciones humanas. Prueba de ello
es que los humanos de la Antigüedad plasmaron a los dinosaurios en su arte. ¡Incluso
Jesús quizá cabalgó en un dinosaurio!
No se necesita ser creacionista.
Se puede ser nada más un magufo criptozoológico, que crea que algunos
dinosaurios (las especies más populares con los niños, faltaba más),
sobrevivieron a la extinción de Cretáceo y fueron vistos por algunos habitantes
del mundo antiguo. Esta tesis es un poco menos idiota, pero igualmente se cae
por tierra. Como vimos en mi entrada sobre
la criptozoología, simplemente no hay forma que un gran reptil hubiera
podido sobrevivir al meteorito, y que los ecosistemas actuales no podrían
sostener una población viable de estos grandes animales sin que nadie se diera
cuenta.
Sé que suena completamente
descabellado. Y lo es. Pero los creacionistas y los criptofans se lo creen muy
en serio, y por eso dedican sus investigaciones (sic) a demostrarlo. ¿Podemos
refutarlos? Facilísimo. A continuación veremos algunos de esos supuestos
artefactos y cuál es la verdadera historia que se esconde tras ellos.
Dinosaurios aztecas e incas
Empecemos por el terruño, nuestro
querido México. En 1944 un comerciante alemán radicado en Acámbaro, Guanajuato,
se topó un día con curiosas figurillas de cerámica. Intrigado, le encargó a un
granjero de la localidad que le llevara todas las figurillas que pudiera
encontrar, y que a cambio le pagaría un peso por cada una de ellas. Ni tardo ni
perezoso, de puro milagro el granjero le fue presentando figurilla tras
figurilla hasta que el alemán acumuló unas 32 mil.
Algunas de las piezas
representaban cosas bien extrañas, como civilizaciones muy lejanas (egipcios,
europeos, etc.) que dispararon las especulaciones sobre contacto entre aquellas
y los pueblos de Mesoamérica (que también son patrañas; escribí
todo un post al respecto). Algunas otras representaban claramente
dinosaurios, así que estaba la duda: ¿acaso los aztecas convivieron con los
lagartos terribles?
No, obvio que no. Para empezar
está la enorme coincidencia de que en un solo lugar de todo México se
encontraran estas representaciones. Digo, si los aztecas hubieran visto tiranosaurios,
no habrían quedado tan impactados que los habrían dibujado en todas partes todo
el tiempo? ¿Cómo es que sólo aparecieron en un ranchito en Guanajuato,
justamente encontrados por un tipín que estaba recibiendo dinero para
encontrarlos? ¿Y cómo es que las figuras corresponden con la representación de
los dinosaurios en la cultura pop de la época, y no como los científicos
actuales saben que fueron?
De hecho, las figurillas sí han
sido analizadas y fechadas por expertos. Quedaba claro, a simple vista, que su
manufactura era reciente, pues no mostraban desgaste ni acumulación de polvo en
sus recovecos. Técnicas de datación ubican la cocción de las figurillas no más
de 30 años antes de la década de los 60. Es una lástima, ¿acaso no habríamos
querido imaginar guerreros águila montados en triceratops?
Bueno, los aztecas no domaban
dinosaurios, ¿qué hay de los incas? En la década de los 60, en la provincia
peruana de Ica, un señor llamado Javier Cabrera dio a conocer una colección de
piedras talladas con técnicas desconocidas y que representaban dinosaurios.
Cabrera escribió un libro sobre las piedras, argumentando que –chequen nomás-
eran prueba de que los seres humanos tienen unos 405 millones de años de edad,
o que humanos de otros planetas visitaron la tierra en el Mesozoico y las
tallaron. Porque eso es lo que hacen los seres que han dominado el viaje
interplanetario: dejar suvenires ambiguos e inútiles.
Y… ¡también son falsas! Resulta
que Cabrera igual se las compraba a un granjero local, quien años más tarde
confesó haberlas elaborado él mismo con un taladro de dentista, y las hacía
parecer más antiguas al cocerlas en popó de vaca. El artesano confesó su fraude
porque las autoridades peruanas estaban a punto de arrestarlo por el delito de
vender piezas arqueológicas. Luego se dedicó a ganarse la vida haciendo más de
esas rocas y vendiéndolas a los turistas. Estos casos de campesinos que estafan
a ilusos citadinos me dan una alegría tremenda.
Dinosaurios en el Gran Cañón
En el estado de Arizona hay un
cañón llamado Havasupai; allí se encuentra un petroglifo que representa a un
animal muy extraño. ¿Lo sorprendente? Su perfil coincide a la perfección con la
figura de un edmontosaurio, uno de esos dinosaurios de “pico de pato” que
caminaban sobre sus patas traseras. El petroglifo y la imagen del vetusto
lagarto son prácticamente idénticas, prueba de que los amerindios prehistóricos
que habitaron el valle, llegaron a ver a estos grandes animales.
O no. De hecho, la imagen del
edmontosaurio fue creada ex profeso
para coincidir con el petroglifo y no corresponde con las reconstrucciones modernas
de ese animal. Los tiempos en los que se pensaba que los grandes bípedos
caminaban erguidos y arrastrando las colas han quedado atrás. Chequen la
diferencia:
De hecho, el petroglifo del Havasupai
corresponde con la iconografía usada por los antiguos amerindios para
representar aves específicamente el águila. Confundir animales existentes con
dinosaurios (o, para el caso, objetos comunes con naves extraterrestres) es
algo que sólo le puede pasar a tarados y charlatanes, no a expertos en el arte
y la cultura de los pueblos antiguos. Por eso no es de extrañarnos que haya
otro animalejo pintado en la roca; esta vez, se trata de pterosaurio en Utah.
Impresionante, ¿no es cierto?
Pero sólo si la fotografía está tomada de tal forma que tres pinturas distintas
se superponen y nuestra tendencia a la pareidolia hace el resto. Los expertos
nos informan que la cabeza y el cuello son de la pintura de una figura humana con los
brazos extendidos; una segunda silueta antropomorfa forma el torso y las patas, mientras que
la otra ala es la imagen de una víbora cornuda. Nadie había visto al pterosaurio
hasta que a alguien se le ocurrió conectar las tres pinturas dentro de un
contorno delineado con gis.
Otra vez en los Yunaites, la
capital mundial del cristianismo fundamentalista, nos trasladamos al río
Paluxy, en Texas. El río es famoso por las huellas de dinosaurios que se han
encontrado en sus riberas. Los dinosaurios caminaron en el lodo de esta cuenca
hace eones, y en algunos casos el lodo se endureció y las huellas quedaron para
la posteridad. Ah, y también hay huellas humanas, prueba irrefutable de que los
primeros hombres caminaron junto a estas magníficas criaturas.
Excepto que no (venga, ya sabían
que iba para acá). Los creacionistas se la pasan diciendo que ésas son huellas
humanas, pero los científicos de verdad hace mucho que establecieron que son
huellas de dinosaurios bípedos, las cuales, al erosionarse con el tiempo,
adquirieron la forma de huellas humanas ¡gigantes! Ah sí, porque esas pisadas
no tienen el tamaño de huellas de humanos normales, sino que tienen
proporciones descomunales. Los creacionistas dicen que son de los hombres
gigantes de la Biblia. Porque todo el mundo sabe qué es un coloso, pero ¿quién
ha oído hablar de un “igúnadon”, Lisa?
Otros supuestos dinosaurios en
arte antiguo son más ejemplos de lo anterior: o se trata de fraudes recientes
para engañar a los incautos, o se trata de animales incorrectamente
identificados por gente que no sabe nada sobre el estilo artístico de los
pueblos antiguos. ¿Qué hay de ese bajorrelieve camboyano de allá arriba? He ahí
un verdadero misterio, pues hasta la fecha no se sabe si es una pieza auténtica
que representa a otro animal (quizá un rinoceronte), o una falsificación
reciente, dado que el templo en cuestión ha sido usado durante décadas para
producir películas, y los equipos fílmicos han hecho y deshecho a su antojo,
sin mucha regulación de las autoridades.
Otros algunos ejemplos antiguos
incluyen: el Mosaico de Palestrina, el Mosaico de Lydney Park, el fresco de Pompeya, una moneda alejandrina,
arte rupestre en Zambia y pinturas en el Lago Superior y en Illinois. Como
refutar todos y cada uno de estos casos me es imposible, les dejo para
investiguen por su cuenta, teniendo presente todo lo que acabamos de ver. Les
dejo imágenes por los lulz.
Un supuesto dinosaurio pintado en Agawa Rock, Canadá. En realidad representa a un ser de la mitología de los ojibwe. |
Según los creacionistas, este mosaico del 100 a.C. representa un dinosaurio. Según los expertos, se trata de una nutria u otro mamífero acuático. |
¿Dinosaurios en un fresco en Pompeya? No, son pigmeos cazando hipopótamos y cocodrilos. |
Este mosaico romano en Lydney Park, Inglaterra, muestra a dos plesiosaurios combatiendo... O a dos monstruos de la mitología celta. |
Así que ya lo saben: los dinosaurios están extintos. Es tiempo de dejar de esperar a que aparezcan en algún rincón del mundo, presente o pasado. Y es tiempo de sacarlos del gobierno. ¡Ups! Parece que al final sí metí algo de política. 😉
Más artículos relacionados:
Fuentes consultadas para este artículo:
- Alleged Dinosaurs in Ancient Art
- The Acambaro dinosaurs
- The Ica stones
- Prehistoric Utah rock does not depict a pterosaur
- More dinosaur and ptesaur rock art that isn't
- Dinosaurs and pterosaurs in Greek and Roman art?
- The Paluxy Dinosaur/Man Track Controversy
- Stegosaurus, Rhinoceros or Hoax?
- Wikipedia: Acámbaro Figures
- Wikipedia: Ica Stones
- Wikipedia: Paluxy River
3 comentarios:
¿Que opinas de los "fósiles vivientes" , como el celacanto datados del periodo cretácico, o de otros ,como el tiburón anguila y parecidos.
Los ateos sois tan idiotas, tratando de convenceros todo el tiempo de que no existe un Dios creador del todo, teniendo todas las evidencias claras las negáis por no humillaros y redimiros ante vuestro Dios.
bpeña: Oh, pos nada. Muestra de que algunas especies se adaptan tan bien a su medio que pueden sobrevivir por mucho tiempo sin casi cambiar nada.
Desconocido: Seño, ¿sí se da cuenta de que su ranteo no responde a nada de lo que hemos dicho por acá?
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