Llegó el momento de hablar del
Peje, alias Andrés Manuel López Obrador, alias Amlo, alias Rayito de Esperanza,
alias el Mesías Tropical, alias Mi Viejito, alias Peligro para México. No es
que tenga muchas ganas, pero creo que es importante dejar en claro mi postura
ante el presente proceso electoral, que, sobre todas las cosas, me causa hastío
y desilusión.
En las elecciones del 2006 voté
por Patricia Mercado. Ojalá hubiera ganado Amlo; seguro no viviríamos en una
utopía socialista, pero por lo menos no nos habríamos hundido en la guerra
civil en las que nos metió esa bestia que fue Calderón.
En las del 2012 voté por Amlo, y
defendí que lo haría por varios motivos, los
cuales expuse por acá. La principal era evitar el retorno del PRI, pero no
se pudo. El sexenio de Peña Nieto fue
peor de lo que imaginaba en temas como la inseguridad y la corrupción: año
tras año se rompieron los récords de violencia (y éste ha sido el
proceso electoral más violento de la historia), y el gobierno quedó desprestigiado
ante el mundo.
No me clavaré con esto ahora,
pues en un futuro quiero escribir una síntesis del desastre que ha sido el
gobierno peñista. Lo único bueno es que ante tanta incompetencia el PRI se ha
vuelto a joder solito (los creía más listos y diabólicos), y de nuevo retrocede
hasta el tercer lugar en esta competencia y seguro que el siguiente mandatario
no provendrá del Tricolor.
Este 2018 yo habría votado por
Marichuy, aunque no tuviera posibilidades de ganar. Es una vergüenza que el
pinche Bronco (el verdadero Trump mexicano), vaya a estar en las boletas y ella
no. Habla muy mal de nuestro país.
No simpatizo con el Peje. No
representa, en su persona ni en su organización, a la izquierda que yo quiero.
Peor: con su insistencia en ser el líder único e indiscutible por tres
elecciones presidenciales, ha impedido que surja otra opción de izquierda, más
moderna e ilustrada. Este caudillismo ha sido un lastre para la evolución de la
izquierda en nuestro país: desde 1988, en treinta años, hemos tenido sólo a dos
candidatos presidenciales. Lamentable.
Sí creo que en 2012 era el “peor
es nada”. De hecho, significaba, a pesar a de sus defectos, una opción por
mucho preferible. Ahora, no estoy tan seguro. Se ha vuelto más pragmático, al
parecer, y preferido hacer alianzas que le hagan más fácil el camino al poder
que aferrarse a la pureza ideológica. Eso sería bastante aceptable, de no ser
porque entre sus aliados se encuentran impresentables con tremendos
historiales de corrupción, oportunistas que están ahí
porque su propio partido no les dio hueso y, para colmo de males, los
talibanes cristianos del Partido Encuentro Social (y no olvidemos al
yunquista Manuel Espino).
Amlo me exaspera. Quiero que ya
gane o pierda, pero que se vaya. Mas no me asusta. Como dije en mi despotrique contra
los zombis antipeje, el miedo contra Amlo es totalmente infundado. Se basa
muchas veces en la ignorancia (no saben qué es el socialismo, ni entienden que
el Peje no es, pero ni de chiste, socialista) o de plano en el clasismo contra
“los nacos, pobres e ignorantes que votan por Morena”. Nacos y pobres, a lo
mejor sí somos, señora, pero ignorantes no, no me chingue, que usted no
sabe ni dónde está Venezuela.
Los zombis antipeje no saben ni a
qué le tienen miedo. La aversión hacia Amlo puede ser comprensible. Vaya, hasta
puedo entender que encuentre en Anaya un candidato más cercano a su forma de
pensar. Lo que me parece ridículo es ese miedo al Peje, ese terror a lo que
pueda hacer con México. ¿Qué va a hacer?
Este texto de Antonio
Salgado me parece de lo mejor y más sensato en estos días en los que tan
poquita gente quiere detenerse a pensar con serenidad. Todo lo que podamos a
criticar al Peje lo tienen los demás candidatos. ¿Corruptos y oportunistas en
su partidos? Check. ¿Alianzas aberrantes con partidos de ideología contraria o
parásitos del sistema electoral? Check. ¿Zafios y magufos en el gabinete?
Check. ¿Postura ambigua respecto a temas de equidad y justicia social? Check.
¿Conservadurismo disfrazado de progresismo? Check. ¿Propuestas trasnochadas
desapegadas de la realidad mexicana? Check.
Muchos temores carecen
completamente de sustento. Aunque ha insistido mucho en fortalecer el mercado
interno, Amlo se ha manifestado a favor del TLCAN y de una economía abierta; ni
proteccionismo ni expropiaciones ni nada de eso han estado jamás entre sus
proyectos declarados, ni en su historial como mandatario.
Tampoco es más autoritario que el
cacique partidista promedio, aunque quizá es más pagado de sí mismo, más seguro
de su propia grandeza y de su destino como salvador que otros políticos. Pero
es insensato pensar en dictaduras y tonterías similares. El gobierno encabezado
por Amlo no será más corrupto, ni más autoritario ni más incompetente de lo que
hemos visto, ni de lo que serían sin duda los gobiernos encabezados por Anaya o
Meade.
Ojo, que no pretendo hacer un Tu quoque. Estoy señalando esto para
mostrar que no hay por qué temer más al Paje que a cualquier político. De
hecho, en ese sentido, Amlo es dolorosamente ordinario. Ni mesías ni
anticristo. Ni Chávez, ni Trump, ni siquiera Echeverría. Pero, por lo mismo,
tampoco su proyecto tiene mucho que decir a su favor. ¿Qué tiene Amlo que
presumir para ser “la esperanza de México”? ¿Se acabará la corrupción? Poco
probable, con tanto corrupto en su coalición y dado su historial de resultados
en el tema. ¿Promoverá políticas socialmente progresistas? Lo dudo mucho, con
el PES entre sus filas, y con el mochismo propio de Andrés Manuel.
Como dice un
cuate, en realidad existen varios Morenas. Está el de los izquierdistas
comprometidos, desde radicales a los que no les parecería mal que de verdad
Amlo nos convirtiera en Cuba o Venezuela (con todo el poder de su autoridad si
es necesario), hasta progres moderados de café orgánico. Está también la bola
de oportunistas y corruptos en espera de su hueso. Los izquierdosos convencidos
quieren pensar que los aliados incómodos (especialmente el PES) tendrán poca
influencia en las decisiones de gobierno; que de verdad, sólo están ahí para sumar votos y que sea posible, ahora sí, que Andrés Manuel llegue al
poder para hacer lo que se necesita y regenerar la nación. Que la alianza no
sólo es aceptable, sino que es una estrategia brillante.
¿Siquiera conocen al gabinete de Andrés
Manuel? También quisiera creer que son los profesionales preparados y de
ideas progresistas en su equipo (gente que me merece respeto y en la que
deposito esperanzas tímidas), y no los corruptos, los magufos y los
pseudointelectuales, los que tendrán peso. Pero me temo que esas esperanzas al
final serán wishful thinking. Esas
alianzas no son gratuitas, y si Amlo gana algo tendrá que pagar a todos los que
lo apoyaron.
Ahora, no digo que la opción de
Amlo sea exactamente igual a las
otras dos. Sí hay algunos puntos que me inquietan de verdad y otros que me
esperanzan. Entre los que me esperanzan, están el hecho de que Amlo siempre ha
tenido un compromiso real con la justicia económica. Vuelvo al texto de Antonio Salgado
sobre lo que realistamente podemos esperar: redistribución de la riqueza a
través de programas sociales, mejora de servicios básicos como salud y
educación, que contribuya a una reducción de las
desigualdades económicas tan monstruosas que estamos viviendo.
Por supuesto, como izquierdista,
esto me parece muy bien. A los derechistas esto les parecerá distópico; ahí tienen
una razón, no diré válida, sino comprensible, para oponerse a Amlo. Una
discusión sobre la política de distribución de la riqueza y el Estado de
bienestar requeriría un espacio que aquí no tenemos, pero un día de estos la abordaré.
Peeero, por otro lado, Amlo no ha
prometido cobrar más impuestos a los que más tienen, en especial a esos grandes
empresarios beneficiados por los regímenes panistas y priistas. Él dice que el
dinero para esos programas sociales vendrá de lo que nos ahorraremos
combatiendo a la corrupción. Todo bien, pues somos uno de los países más
corruptos del mundo y mucha riqueza se pierde en corruptelas. Pero no sé cómo
le va a hacer para acabar con ella, con tanto corrupto en su equipo. No sé si
de verdad es tan ingenuo que piensa que poniendo el ejemplo él mismo todos
dejarán de ser corruptos. No sé si es que tiene un plan real, pero lo mantiene
en términos generales y abstractos para no asustar a alguien…
La razón que más me entusiasma
para votar por el Peje son aquellos que le temen al Peje. Pienso que lo más
ilustre que tiene Andrés Manuel son sus enemigos: Priistas, panistas, empresarios corruptos,
derechairos en general… El maldito statu
quo. La clase pudiente cegada por sus privilegios y carcomida por sus
prejuicios a la que Anaya representa. La tecnocracia indiferente a la vida real
de los mexicanos reales a la que Meade representa. La élite extractiva que se
hace rica con la miseria de millones de mexicanos. Están temblando de miedo, y
merecen temblar de miedo. Porque, como lo veo, esta elección es entre un statu quo podrido que ya no da más de
sí, y una alternativa que puede salir bien o mal, pero que no hemos probado.
Peeero… Luego veo que Amlo anda
muy tibio con Peña Nieto y
hasta lo defiende, que Televisa ahora dirige sus cañones contra Anaya, no
contra el tabasqueño. Pues aunque no
haya una alianza tal cual, y puede ser que el Peje simplemente no quiere
abrir guerra en todos los frentes, sí me da mala espina. Estoy seguro de que
muchos consideramos votar por Amlo porque queremos mandar al statu quo al demonio. Pero, ¿y si no lo
hace?
De hecho, lo que temo no es que
el Peje vaya a ser otro Chávez (si alguien lo cree, permítanme que lo señale
con el dedo y me ría), sino otro Fox: alguien elegido para destruir al statu quo, pero que resultará que el statu quo se perpetuará a través de él.
Que baste con que vayan a pedirle perdón y un lugar a su lado para que la misma
clase política de siempre termine en el poder, mientras el pueblo se queda
esperando el cambio.
Así que no me hago ilusiones.
Creo que la oportunidad del cambio en México está en la organización de la
ciudadanía, no en la redención que prometan los gobernantes. Pero claro, hay
que juzgar bajo qué gobiernos una organización ciudadana fuerte puede ser más
factible. Me gusta pensar que una victoria de Amlo desajustaría la estructura
partidocrática, con los poderes y niveles de gobierno divididos entre los
diferentes partidos. Sin un poder monolítico, esta situación podrían
aprovecharla las organizaciones de la sociedad civil, los candidatos
independientes, los grupos activistas, que tendrían una mayor oportunidad de
crecer y tener influencia en el rumbo del país.
Peeero… Estas elecciones, tan
polarizantes, han hecho que la gente saque sus mejores cherry picking y dobles estándares y malabares del sesgo cognitivo.
Lo que en su candidato es pasable, en el otro es imperdonable. Temo que este
clima vaya a seguir así durante los siguientes años. Que los zombis antipeje
hagan imposible cualquier reforma positiva, bloqueándola nomás por el
resentimiento que le tendrán al nuevo gobierno. Temo que los pejezombis sean
incapaces de reconocer cuando Amlo cometa errores o sus allegados sean cachados
en actos de corrupción, y lo nieguen todo diciendo que es un compló contra su
líder.
Así que, como ven, estoy
confundido y contrariado con estas elecciones. Si se tratara de atenerme a mis
principios, anularía mi voto y los mandaría a todos a la verga. Pero eso de
mantenerse ideológicamente puro es un privilegio que no podemos darnos en estos
tiempos. Así que, por pragmatismo, lo más probable es que termine votando por
el Peje, a regañadientes, para luego ser tan crítico con él como lo fui con el idiota de
Calderón y el imbécil de Peña. Porque, obvio, ni de putas podría votar por el
PRI o el PAN.
La pasión que despierta Amlo
tendrá que explicárnosla la sociología. Él no merece ni nuestros miedos ni
nuestras esperanzas. A menos que nuestros miedos sean muy mezquinos y nuestras
esperanzas sean muy mediocres. En ese caso, nos merecemos a Amlo.
Más sobre Amlo y el Pejismo:
6 comentarios:
Hola Ego!
Queria preguntarte si podrias hacer un analisis de la actual situacion del movimiento feminista chileno, en particular de la Ley Anti-piropo. Yo apoyo el feminismo, pero con este asunto en especifico no puedo evitar tener sentimientos encontrados (es o no es censura?) y creo que una mirada de alguien ajeno al pais siempre ayuda a aportar perspectiva al asunto. Pues eso.
Saludos desde Chile!
Ego, descubro sin mucha sorpresa, que en esto del peje y la elección, pienso exactamente lo mismo que tú. Claro, que tú articulas mejor la redacción.
Un abrazo.
La democracia representativa no fue concebida para mejorar el statu quo de los oprimidos. Los candidatos independientes pueden ser una opción si los ciudadanos realmente nos involucramos en la toma de decisiones y dejaramos de actuar como si votar fuera lo único que tenemos que hacer para lograr el cambio que en realidad no queremos.
https://www.youtube.com/watch?v=k8vVEbCquMw&t=8s
Mooncake: Lo siento, no creo tener los conocimientos suficientes para abordar ese tema de forma amplia. Esto sí diré: estoy a favor de que el aborto sea legal, y mejor aún si es parte de los servicios de salud pública ofrecidos por el Estado.
Antonio: ¡Vaya, es un gusto verte por aquí! Abrazos.
En estos momentos, lo que más deseo es que en 6 años personas como tú me señalen con el dedo y se burlen de mí por ser un fatalista que pensaba que México se iba a convertir en Venezuela del Norte.
A diferencia de lo que se piensa de los anti peje, que odian a AMLO sólo porque el Puma Capitalista me dijo que lo odiara, yo sí he visto la carrera de Chavez y veo puntos en común con el líder que me preocupan pues me indican que es harto probable que AMLO se lance por la vía de la dictadura, plus, su plan de gobierno me parece una pendejada en muchos sentidos (siendo la más grande "combatiré la corrupción con el ejemplo... mientras me rodeo de corruptos").
No espero que AMLO nos convierta en Suiza... me conformo con que deje las cosas más o menos como las encontró (que sea como dices: un Fox 2.0). De todas maneras, yo voy haciendo mi plan de contingencia para hacer lo que los venezolanos hartos del chavismo hacen. Espero no necesitarlo, pero es mejor prevenir que lamentar.
"y veo puntos en común con el líder que me preocupan pues me indican que es harto probable que AMLO se lance por la vía de la dictadura,"
¡Pues estaría genial que dijeras cuáles son esos puntos y que justificaras esa probabilidad!
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