Transformers: ¿Una película marxista? - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

lunes, 18 de agosto de 2025

Transformers: ¿Una película marxista?

Esta entrada fue publicada con una semana de anticipación para mis mecenas en Patreon.


¿Les confieso algo? Nunca he sido muy fan de Transformers como franquicia, con todo y que nací el mismo año que los héroes de Cybertron debutaron. Por alguna razón, como niño ochentero me desagradaban las series animadas de robots y no las veía. Pero mi hermana y mi primo Fer siempre fueron muy fans, así que tampoco fue completamente ajena a mí. Sabía quiénes eran Optimus Prime, Megatron, Bumblebee y la premisa general de la serie. Ya en los 90 vi Beast Wars, una serie pionera en la animación por computadora, que además estaba bien padre, porque con lentes especiales podías verla en 3D.

 

Cuando en 2007 salió la adaptación fílmica de Michael Bay, yo ya andaba en mis veintitantos y tenía una cría; fui a verla al cine con Memo, uno de mis mejores amigos de la toda la vida. Debo decir que me gustó mucho en ese momento; me pareció una película tontorrona, pero divertida y con unas secuencias de acción espectaculares, y sostengo ese juicio. Además, vendía una fantasía masculina ñoña típica de la época: nuestro protagonista, Sam Witwicky, empieza siendo un perdedor papanatas y acaba siendo amigo de Optimus Prime y novio de Megan Fox.

 

A partir de entonces Transformers se convirtió en una franquicia fílmica multimillonaria. Hoy parece increíble, pero hubo una época en la que competía con Marvel y Star Wars. Yo no vi ninguna de las secuelas, excepto pedazos que caché por casualidad en la tele, cuando zapear todavía era una cosa. Rápidamente, la saga adquirió la fama de cine basura, del tipo de entretenimiento descerebrado que apela al mínimo común denominador con autos, chicas sensuales, violencia y explosiones. Fue, junto a Rápido y Furiosos, la saga para vatos básicos por excelencia, y la verdad me sorprende que a la fecha no hayan hecho un crossover entre esas dos. La séptima y (hasta ahora) última de la saga, Rise of the Beasts se estrenó en 2023 como un silencioso fracaso en taquilla y críticas.

 

Además, la serie de películas se alejó más y más de las historias originales. Si querías volver a la esencia de los robots en disfraz, de forma que expandiera la historia y profundizara en los personajes, tenía que dirigirte a los cómics. Yo leí algunos de ellos, y la verdad están bastante chidos. Por desgracia (o por fortuna), los verdaderos Transformers eran sólo conocidos por un fandom muy leal, mientras que las películas, aunque exitosísimas, le dieron mala fama a la franquicia con el público lego.

 

Resumen gráfico

Todo lo cual nos trae a Transformers One, película animada de 2024, dirigida por Josh Cooley, que se presentaba como una historia de origen, un nuevo inicio para nuestros héroes robóticos, con un enfoque fiel a su esencia. La película fracasó en taquilla; supongo que los vatos básicos que veían las películas de Bay no estaban interesados en una caricatura, mientras que los fans leales de la saga no eran suficientes para llenar las salas.

 

Sin embargo, recibió muy buenas críticas, y de boca en boca se fue difundiendo que en realidad la peli era muy buena. Así me dieron ganas de verla y lo hice en cuanto estuvo en línea y pude convencer a mis hijos de acompañarme. Tuve que sobornarlos con palomitas y fue un poco difícil tener que explicarles todo eso de que los Transformers son a la vez robots y seres vivos, y que el planeta también es un robot y está vivo… Pero no se arrepintieron, sino que la disfrutaron muchísimo, y yo también.

 

Entonces sí, la película es muy buena. La animación es increíble, con una cantidad de atención al detalle que hace que valga la pena ver una y otra vez. El diseño de los personajes y de los escenarios también es fabuloso. Presenta, además, una entrañable historia de dos amigos que acaban tomando caminos opuestos cuando acontecimientos extraordinarios caen de golpe en sus vidas. Todo esto ya me lo esperaba por los buenos comentarios. Lo que me sorprendió totalmente fue la política de la película. Ajá, yo estaba tan incrédulo como ustedes ahora, pero conforme la cinta avanzaba, empecé a reaccionar como Homero:

 


Y es que, resulta, Transformers bien puede leerse como una historia marxista detrás de una trama de heroísmo, villanía, traiciones y amistades rotas. O, por decirlo de la forma correcta, la película resultó ser más de lo que ves.

 

Si no me han tirado a loco y todavía siguen leyendo, aunque con un comprensible escepticismo, muchas gracias. Déjenme exponerles mi caso, y ya luego me dirán ustedes si estoy sobrepensando las cosas. Para ello, tendré que hacer algunos espóilers de la película, así que, si no la han visto y quieren llegar en ceros, vayan cuanto antes. De verdad es muy buena y merece más amor del que ha recibido. Vayan, aquí les espero.

 


Bueno, vamos a ello. La peli nos cuenta la historia de los jóvenes robots Orion Pax y D-16 en Cybertron, el planeta de los Transformers, en la ciudad subterránea de Iacon. Ellos carecen de Engranaje, el mecanismo que permite a los robots cambiar de forma; sólo una élite selecta posee esa facultad. Los otros, como Orion y D-16 se dedican a trabajos menores; en su caso, son mineros, encargados de extraer el Energon, una substancia necesaria para la vida de estos robots y del planeta mismo.

 

Cybertron es gobernado por Sentinel Prime, el último de los Prime, los antiguos guardianes del planeta, que habían muerto peleando contra los invasores Quintessons, insectoides provenientes de otro mundo. En esa batalla final, se perdió la Matriz de Liderazgo, que legitima la autoridad de los Prime a ojos de Primus, el espíritu mismo de Cybertron (el lore es complicado).

 

Para levantar los ánimos, Sentinel convoca a una magna carrera en la que sólo pueden participar los robots con Engranaje. Esto no impide al osado y soñador Orion colarse para entrar a la competencia, arrastrando al serio y responsable D-16 a esta, la más reciente de sus atrevidas ocurrencias. Los amigos dan un gran espectáculo y son vitoreados por el público: ¡dos simples mineros habían competido en la carrera! Sentinel les asegura que los recompensará por ello, pero en cambio los envía a lo más profundo del planeta para trabajar como recolectores de basura por el resto de sus vidas…

 

Aquí es donde realmente empieza la película. No quería hacerles largo el cuento, pero esa introducción era necesaria. Resumiendo lo que sigue, Orion Pax y D-16 conocen a otro robot, B-127, y más tarde logran que una cuarta, Elita-1, se una ellos a regañadientes para ir a la superficie del planeta a tratar de descubrir qué pasó realmente con los Prime y la Matriz. La revelación sacude su realidad (viene el mayor espóiler):

Orion y D-16

 

Sentinel nunca fue uno de los Prime, sino que era una especie de asistente suyo, que los traicionó y asesinó para hacer un pacto con los Quintessons para gobernar Cybertron a cambio de dar a estos invasores toneladas y toneladas de Energon. La Matriz del Liderazgo se perdió porque, con la muerte de los Prime, no quedaba quien fuera digno de ejercerla, Sentinel menos que nadie. Esto por alguna razón provocó que el Energon, que alguna vez fluyera libremente por el planeta y alimentaba a todos los seres que en el vivían, se convirtiera en un recurso escaso que requiriera mucho trabajo extraer. También se revela que todos los hijos de Cybertron nacen con Engranaje, que todos los robots deberían ser capaces de transformarse, pero que Sentinel se los había quitado a todos, excepto a sus allegados, y les había hecho creer que así había sido siempre.

 

Entonces, ¿por dónde empezamos? Tenemos unos héroes de clase trabajadora, mineros para ser exactos, explotados por un sistema en el que la riqueza sólo es disfrutada por la clase dominante. Esta clase dominante, a su vez, trabaja para una potencia imperialista que extrae los recursos naturales del planeta, de forma que sus habitantes nativos no son quienes se benefician de la riqueza de su mundo.

 

El gobierno de esta clase dominante crea una situación de escasez artificial: en realidad los recursos naturales deberían fluir libremente y alcanzarían para todos los habitantes de Cybertron, pero entre la desaparición de la Matriz y que la mayor parte del energon se entrega a los Quintessons, no queda suficiente para las mayorías. Además, la clase dominante ha creado una falsa narrativa para justificar una desigualdad que tampoco es natural: la posesión del Engranaje, que determina quién forma parte de la élite y quién no, cuando en realidad todos los robots de Cybertron por naturaleza deberían tenerlo.

 

Para mantener un control ideológico sobre la población, el gobierno de Sentinel alimenta su conformismo con reconfortantes pero falsas historias de heroísmo nacionalista, les promete que un futuro glorioso está a la vuelta de la esquina si tan sólo son pacientes, y al mismo tiempo monta espectáculos de gran envergadura que les distrae de sus problemas (el opio del pueblo). La espectacular participación de dos obreros en un evento que debía ser sólo para le élite se convierte en un peligro para la narrativa hegemónica, pues pone en evidencia la falsedad de las jerarquías. Los mineros deben permanecer en su lugar.

 

Sentinel Prime

Aquí viene uno de los aspectos mejor logrados de la película, incluso si deciden no tragarse mi interpretación: cómo Orion Pax y D-16 responden de formas distintas a estas revelaciones. El darse cuenta de que han vivido en un engaño, de que el sistema que pensaban que era fundamentalmente natural y justo no lo es, y la certeza de que nunca les dejará ascender más allá del lugar que ocupan en él, es un shock para ambos. Pero no reaccionan igual.

 

Orion Pax era de por sí medio punk, un rebelde que constantemente ponía a prueba los límites del sistema y que no tenía mucho respeto por la autoridad. Tras procesar la revelación, decide encabezar una revolución; debe no solamente vencer a Sentinel, sino exponer todo el sistema como una mentira ante los ojos de Cybertron, revelarles que todo este tiempo han sido engañados, oprimidos y explotados. No le es suficiente con cambiar de régimen: todo el sistema debe ser desmantelado y reconstruido, y para ello necesita la solidaridad de todo el pueblo, así que un paso importante será despertar su conciencia de clase.

 

D-16, era el tipo respetuoso de las reglas, un ferviente admirador de Sentinel Prime y fiel creyente de todas sus historias; nunca tuvo más ambiciones que hacer bien su trabajo y no meterse en problemas. La revelación resulta más dura para él que para Orion, porque significaba que todo aquello en lo que había creído toda la vida era falso. Sobre todo, D-16 se siente personalmente traicionado y agraviado, lo que lo enfurece y lo va convirtiendo en un individuo cada vez más violento y lleno de odio. No le interesa cambiar al sistema por uno más justo: quiere saciar su ira, quiere venganza. Por eso su objetivo se convierte en asesinar a Sentinel y tomar él mismo el poder.

 

En el momento climático de la película, Orion se sacrifica, mientras D-16 sigue adelante con una oleada de destrucción desenfrenada y sin sentido. Orion cae por una profunda sima y llega hasta el núcleo mismo de Cybertron, donde es recibido por los espíritus de los antiguos Prime, y es elegido por Primus para portar la Matriz de Liderazgo. Como esperábamos, Orion regresa a la ciudad convertido en Optimus Prime, y expulsa a D-16, quien entonces adopta el nombre de Megatron.

 

Megatron

O sea, en estos dos amigos se muestra dos tipos de reacciones que se pueden tener ante un sistema injusto. Una es furia personalista que busca solamente retribución y la conquista del poder para sí mismo. La otra es indignación solidaria y busca la transformación del sistema en uno que sea justo para todos.

 

Optimus Prime se convierte en el nuevo líder de Cybertron, y el Energon fluye otra vez libremente por el planeta, alimentando a todos los seres que en él viven. O sea, al final, los proletarios toman los medios de producción y reparten la riqueza equitativamente. La revolución había triunfado.

 

Mientras estaba viendo la película y notando todas estas cosas, me preguntaba también, ¿acaso estoy alucinando? Le decía a mi hija mayor, que estudia antropología y es todavía más roja que su seguro servidor: “¿Estás viendo lo mismo que yo?”. Y ella me decía que totalmente sí, (le encantó la peli, por cierto). Después me fui a Internet a ver si alguien más había captado ideas lo mismo, pero no sólo encontré el video de este bro. Entonces, ¿es todo sobreinterpretación nuestra? ¿O es que no la vieron suficientes personas que estuvieran familiarizadas con ideas marxistas?

 

Quién sabe. Creo que es posible que los guionistas Andrew Barrer, Gabriel Ferrari y Eric Pearson (ya fuera todos o alguno de ellos) haya metido algunas ideas rojillas de contrabando, de forma tan sutil que sólo muy pocos se fueran a dar cuenta. No es algo inaudito en la historia de la cultura pop, aunque irónicamente muchos izquierdistas la consideran simple enajenación al servicio del sistema. Yo, al contrario, creo que muchas veces los artistas y creativos, que al fin y al cabo son trabajadores, lanzan sus mensajes como botellas al mar para ver quién los encuentra.

 

Iacon City

Supongo que también es posible que nos encontremos ante un caso de “rebelarse vende”, un ejemplo más de cómo el capitalismo coopta discursos contestatarios envolviéndolos en empaques comercializables y diluyéndolos para quitarles todo poder subversivo. Pero si hubieran querido ir por allí nos habrían puesto alguna revolucioncilla liberalona, no habrían expuesto conscientemente al público a tantos conceptos marxistas en cosa de 100 minutos.

 

Hay una tercera opción: todo es coincidencia. Los guionistas querían jugar con los tropos narrativos de “sociedad injusta” y “revolución heroica” y, al construir su relato, intuitivamente pero sin darse cuenta, escribieron algo que resultara compatible con una lectura marxista. No es inaudito que una persona que toda su vida ha sido educada para pensar que marxismo y socialismo son palabras altisonantes, luego diga cosas como: “el problema es que…” o “lo que debería pasar es…” y luego soltar algo que aprobaría el tío Karl.

 

La razón por la que me inclino hacia esta tercera opción es que hay algunos elementos de la historia que son difíciles o imposibles de reconciliar con las ideas marxistas.

 

Podríamos pensar que la existencia de los Prime como una élite gobernante desbancaría mi teoría, pero esto no es tan difícil de reconciliar con un mínimo de malabares. Recuérdese que estamos hablando de marxismo, no de anarquismo. Las jerarquías y la autoridad siguen existiendo, sólo que se legitiman de manera distinta que en otros sistemas. En este caso, podemos decir que los Prime eran solamente la “vanguardia del proletariado”, una junta encargada de administrar el Estado en nombre de y para beneficio de todo el pueblo. En efecto, bajo su gobierno todos los robots tenían Engranaje y acceso libre al Energon, un orden que se reestablece tras la revolución de Optimus Prime.

 

Los futuros Autobots

Primus es prácticamente una deidad, las almas de los Prime sobreviven a la destrucción de sus cuerpos y la Matriz de Liderazgo es otorgada por lo que podríamos considerar una elección divina. Esto es completamente incompatible con el materialismo marxista, que no admite la existencia de dioses o almas inmortales. Aunque todavía podríamos decir que Orion no fue elegido por el destino, sino que demostró su capacidad de liderazgo por sus acciones y que la Matriz representa que es digno de dirigir al pueblo. Pero ajá, aquí ya los malabares son un poco más complicados.

 

¿Ustedes qué creen? ¿He dado en el clavo o sólo estoy delirando? Y eso que ni siquiera les dije que la cinta también admite una lectura queer. MUY QUEER. Caray, es que me sorprende que la bandita anti-woke no se hubiera puesto histérica al respecto, pero pos ha de ser porque pasó desapercibida por casi todos.

 

Sea como fuere, Transformers One es una gran película, y para disfrutarla pueden ignorar todo mi debraye, si lo único que quieren es una emocionante aventura animada. Pero si quieren ir más allá, la podemos poner en un ciclo de cine animado junto a Bichos, Wall-E, El Lórax y La gan aventura LEGO para adoctrinando a los más pequeños.

 


POSDATA: Vean la película en inglés. Cuenta con las actuaciones de Chris Hemsworth (Orion Pax), Brian Tyree Henry (D-16), Scarlett Johansson (Elita-1), Keegan-Michael Key (B-127), Jon Hamm (Sentinel), Steve Buscemi (Starscream) y Laurence Fishburne (Alpha Trion).

 

No es el que el doblaje en español sea malo. De hecho, yo prefiero ver películas y series animadas en español porque respeto y admiro mucho el trabajo de doblaje latino, pero en esta ocasión cometieron el peor vicio: el infame “star talent”. Es decir, pusieron a un influencer, un tal Lalo Capetillo, como la voz de D-16 y es simplemente atroz. Se supone que es el personaje más rudo de la peli y habla como quinceañero whitexican. Se nota mucho lo inadecuado que es junto a las demás voces, que sí son actores y actrices profesionales. Luego me enteré que el tal Lalo es el nepobaby de Eduardo Capetillo y la Bibi Gaytán. Que asco, de veras.


Para sacarnos el mal sabor de boca, por favor disfruten este montaje con una versión metalera del tema musical de la peli:


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9 comentarios:

Ognimod dijo...

Como datazo de los Transformers, vale mencionar que la idea de Optimus y Megatron como revolucionarios que terminaron enemistados por diferencias ideológicas se originó en unos documentos internos de Hasbro llamados "La Libreta de la Revelación" y se plasmó en ficción por primera vez en el libro "Transformers: Exodus" de Alex Irvine. La diferencia es que Orion Pax (que es un archivista de datos que trabaja para el gobierno) y Megatron (que ya se llamaba así, porque era un gladiador que tomó el nombre de Megatronus y sus fans lo acortaron) tienen una audiencia con los líderes de Cybertron, y Orion, que cree que el sistema puede y debe cambiarse desde adentro, simplemente los convence de que el actual sistema de castas no permite a los robots desarrollar su potencial individual. Ellos le dicen con su mejor voz rasposa "Bueno, me haj convencido" e inmediatamente lo declaran Optimus Prime y lo hacen líder de Cybertron, para enojo de Megatron, que cree que todo había sido una trampa de Orion para quitarle la oportunidad de asumir el poder.

Maik Civeira dijo...

Eso sí que es un datazo. Como dije, yo no sé casi nada de Transformers, pero por lo que me han comentado, ninguna otra versión de la historia de origen era tan compatible con una lectura marxista como ésta.

Fernando dijo...

¡Muy buena entrada! Me tiro a que es coincidencia, pero no descartaría que los guionistas hayan metido estas ideas de gusto. Los ejecutivos que aprueban los guiones están tan desconectados de la realidad, que seguro son incapaces de hacer la conexión de ideas para relacionar una película de robots que se transforman con política.

Agregado el blog a mi lector RSS,
¡Saludos!

Maik Civeira dijo...

Yey! Muchas gracias!

Anónimo dijo...

No solo no es rebuscado, sino que me pareció bastante obvio que el tema narrativo era ese. Aunque no estoy de acuerdo con las partes que tú mismo dices que son malabares. Creo que pueden ser dos cosas 1. No pensaron que esos elementos contradecían la teoría Marxista, o 2. Los que escribieron la historia no son necesariamente estudiosos de Marx, solo que con la situación actual del mundo mucha gente se está empezando a dar cuenta que los poderosos nos j0-den la vida, sin necesidad de estudiar ninguna teoría en especifico. En este caso la historia no sería tanto "marxista" como "anticapitalista".

Vi la película por las buenas criticas, y despues de verla quedé con la impresión de que el unico punto redimible de la pelicula era su mensaje sobre la opresión de la clase trabajadora. Creo que el problema mas grande eran los personajes y sus voces (la vi en ingles), Optimus era un perdedor estereotipico y sonaba como un idiota, Megatron no sonaba intimidante (Amo a Henry por Atlanta, pero su voz simplemente no quedaba bien con el personaje), Elita era desproporcionadamente agresiva, cruel y grosera, y Bumblebee era un completo desastre y su inclusión hizo la pelicula muhco peor. Le pelicula me hizo entender la importancia de poner actores de voz profesionales en las peliculas animadas, en vez de actores famosos solo porque sus "vibras" son parecidas a las del personaje.

Maik Civeira dijo...

Hey, gracias por comentar. A mí la peli me gustó no sólo por su mensaje, sino que se me hizo bien divertida.

Maik Civeira dijo...

Añado que quizá un problema es que es dirigida a un público infantil, quizá de ahí las nuevas caracterizaciones de los personajes y el humor un poco bobo. Eso sí: Bumblebee en esta peli es muy molesto.

Anónimo dijo...

Hay un redoblaje latino con dobladores profesionales que estuvo en aerolineas y los fans lograron obtener: https://drive.google.com/file/d/1CQNSNNXNae9pNKaon6c7sRsmF3yvCUed/view?usp=drivesdk

Maik Civeira dijo...

Cheverísimo. Gracias.

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