Esta entrada se publicó con una semana de anticipación para mis mecenas en Patreon.
No es secreto que soy muy fan de Superman y me hace muy
feliz que mi superhéroe favorito esté de moda. A raíz de la
reciente película dirigida por James Gunn, el Azulote ha resonado con una
nueva generación, que ha encontrado en él un símbolo de esperanza en un mundo
que se ha vuelto muy cruel.
Así pues, me he decidido a hacer algo que debí haber hecho
hace mucho tiempo: compartirles mi selección personal de historias del Hombre
de Acero en los cómics. No he leído tooodos los cómics de Superman, ni mucho
menos, así que no lo tomen como una especie de “canon supermaniano” o algo así.
Ni es un “los mejores cómics de…”; ya estoy lo suficientemente grandecito para
distinguir entre lo que más me gusta y lo que se supone que es lo mejor de
cualquier cosa.
De hecho, notarán aquí la falta de títulos que siempre
aparecen en las listas de “los mejores…”, como The Man of Steel, The
Death of Superman o Red Son. Y conste que reconozco que esos son
títulos buenos y muy importantes, y que recomiendo leerlos; nomás digo que no
son de mis favoritos. Hablando de ello, escogí historias autoconclusivas que
pudieran conseguirse en ediciones de un solo tomo, así que nada de largos arcos
como todo lo que rodea la muerte y el regreso de Superman, la saga de Warworld
o la etapa de Grant Morrison en Action Comics, todas las cuales también
recomiendo mucho.
Asimismo, aclaro que no son necesariamente los mejores
cómics para iniciarse en el medio; de hecho, algunos sólo tienen sentido si
conoces a profundidad el lore de Superman y del Universo DC. Por ello, he
creado un sistema de clasificación. Si tiene una carita ñoña, es un cómic cuyo
único requisito previo es una idea general de quién es Superman. Si tiene dos
caritas, es que ayuda mucho saber del lore para apreciar la historia. Si tiene
tres, es para veteranos que conozcan, aunque sea a grandes rasgos, la trayectoria
del Universo DC. Aunque, eso sí, la mayoría de estas historias ni siquiera
forman parte de la misma continuidad, así que no hace falta conocer unas para
entender las otras.
Por último, declaro mis sesgos. Notarán la preponderancia de
cómics de entre finales de los 80 y principios de los 00; esto se explica
simplemente por el hecho de que soy un señor Millennial viejo en su crisis de
la mediana edad. También debo decir que tengo una preferencia por las historias
un poco más oscuras e intensas, aunque no faltan aquí las más optimistas e
inspiradoras. También prefiero las que son un poco más con los pies en la
tierra, aunque claro que aquí hay varias en extremo fantasiosas. Y, por
supuesto, tengan en cuenta que además de friki soy bien chairo, me gustan las
historias con temas políticos y nada me da más gusto que ver a Superman
zarandeando fachos y millonarios.
Basta ya de introducciones, vamos a lo importante:
14
Superman /
Batman: Public Enemies
de Jeph Loeb y Ed McGuinness
(2004)
Esta historia tiene un lugar especial en mi corazón porque
marca el desenlace y la culminación de un arco argumental que se había estado
desarrollando por cuatro años, y que inició con la llegada de Lex Luthor a la
presidencia de los Estados Unidos. La premisa es la siguiente: Cuando un
gigantesco asteroide de kryptonita se aproxima a la Tierra, el presidente
Luthor aprovecha la situación para culpar a Superman y declararlo fuera de la
ley. El héroe cuenta sólo con el apoyo de Batman, mientras que cada superhéroe
en el planeta tiene la orden presidencial de atraparlo y cada villano querrá
cobrar la recompensa por su captura o ejecución. Esto significa que Clark y
Bruce tendrán que enfrentarse a prácticamente cada metahumano del mundo. Además
de ser una excelente historia que permite contrastar a los dos personajes más
importantes de DC, nos otorga la inmensa satisfacción de ver a Supermar
irrumpir en la Oficina Oval y agarrar al presidente gringo del pescuezo.
13
Superman: Kal
de Dave Gibbons y José Luis García-López
(1995)
Una bonita y breve historia alternativa que se basa en una
sencilla premisa: Superman en la Edad Media. Pero no se trata de aventuras de
caballerías ni nada de alta fantasía. El entorno feudal sirve para regresar a
Kal-El a sus orígenes como campeón de los oprimidos, y enfatiza la oposición de
clases entre Superman y su archinémesis Lex Luthor. Claro que, para que el
conflicto funcione en un mundo con tecnología tan primitiva, los poderes del
kryptoniano están atenuados. Si alguna vez han querido ver al Hombre de Acero
liderar una revuelta de campesinos medievales, éste es su cómic. Además, me
encanta el arte, en especial esas escenas de idilio entre Kal y lady Louisse,
que nos demuestran por qué estos dos están destinados a estar juntos en todas
las líneas temporales. Éste fue uno de los primerísimos Elseworlds
(historias alternativas) que leí y sigue siendo de mis favoritos, porque
muestra lo mucho que se puede hacer en pocas páginas con una premisa
interesante si se maneja bien.
12
Emperor Joker
de Jeph Loeb, J.M. DeMatteis, Ed McGuiness, Joe Kelly y Doug Mahke
(2000)
Ése es un cómic absolutamente desquiciado, no sólo una de
mis historias favoritas de Superman, sino (a mi gusto), una de las mejores del Joker.
Imagínense esto: el Payaso Príncipe del Crimen roba el poder de Mxyzptlk, el
ser mágico de la Quinta Dimensión, y reescribe la realidad a su imagen y
semejanza, convirtiendo el mundo en una pesadilla febril, un mal viaje de ácido.
A partir de entonces va absorbiendo más y más poder hasta volverse una amenaza
para el tejido mismo del Universo. Amo este cómic porque enfrenta a Superman
con uno de los más grandes villanos de DC, que a su mente retorcida, capaz de
poner en jaque a Batman, suma ahora poderes cósmicos. Explora la psicología de
este personaje, más allá del hombre de paja nihilista para pubertos al que ha
sido reducido en otros relatos. Nos muestra que Superman puede ser el faro de
esperanza hasta en un mundo infernal, y que ni siquiera la perversidad de uno
de los personajes más escalofriantes de la ficción puede apagar esa luz.[1]
11
Superman vs.
Aliens
de Dan Jurgens y Kevin Nowlan
(1996)
Es una especie de milagro que este cómic exista y todavía
más que funcione tan bien, siendo fiel tanto a la esencia de Superman como a la
del clásico de horror cósmico. Es un afortunado experimento de antes de que
esta clase de crossovers extravagantes se volvieran rutina y un
excelente ejemplo de: “¿Qué pasa si pones al personaje más luminoso y
esperanzador en el escenario más sombrío posible?”. Aquí nuestro héroe viaja a
varios años luz de la Tierra con la esperanza de encontrar sobrevivientes de
Kryptón. Lo que halla es una ciudad que flota a la deriva en el espacio, lejos
de un sol amarillo, en la que los pocos habitantes que siguen con vida
enfrentan una infestación de xenomorfos, los monstruos provenientes de la
famosa franquicia Aliens. Es una historia que lleva a Kal-El al límite
de sus habilidades y pone a prueba el sagrado principio de respetar toda forma
de vida. De pilón, es un cómic noventerísimo, que se aprecia por cómo juega con
el lore, pues tanto Argos como Kara Zor-El habían desaparecido de la
continuidad en aquella época, y se pensaba que nunca volverían…
10
Superman: The
Doomsday Wars
de Dan Jurgens y
Norm Rapmund
(1999)
Fíjense ustedes que no soy muy fan de The Death Superman;
creo que es un cómic hecho muy a las carreras y se nota. También ruedo los ojos
a los muchos intentos de DC por repetir ese hito y me da flojera lo que ha
pasado con Doomsday como antagonista desde entonces, pues cada vez que vuelve
está más nerfeado. Pero ese cómic, innegablemente clásico, nos ha dejado una
secuela que lo supera, de la pluma de su mismo autor. Doomsday, el monstruo que
mató a Superman, regresa más peligroso que nunca y tenemos la oportunidad de
verlo enfrentarse a la mejor encarnación de la Liga de la Justicia. Mientras
tanto, Clark tiene una misión muy especial: llevar al hijo neonato de su amiga
Lana Lang a un hospital de alta especialidad para recibir cuidados intensivos.
He ahí el dilema: ¿primero va el deber con el mundo o con un ser querido? Con
todo, la razón por la que este cómic está en mi top es que, paralelamente al
enfrentamiento con Doomsday, Jurgens nos narra un importante episodio de la
juventud de Clark, que nos permite entender cómo y por qué se convertiría en un
héroe. Aquí le vemos experimentar impotencia, sufrir por no ser capaz de
cumplir con su deber y aprender una valiosa lección sobre la solidaridad y el
espíritu comunitario.
9
Lex Luthor: The
Unauthorized Biography
de James D. Hudnall y Eduardo Barreto
(1989)
Ésta es la forma de hacer una historia de Superman realista
y sórdida. ¿Cómo se crea un supervillano? Y no cualquiera, sino el peor enemigo
del mayor héroe de todos los tiempos. ¿Cómo llegó Lex Luthor a convertirse en
un hombre tan poderoso, a la vez que absolutamente despiadado? Más que una
historieta de superhéroes, parece una novela policiaca que nos lleva desde los
barrios bajos de Metrópolis hasta la cúpula del poder corrupto en la Ciudad del
Mañana, mientras seguimos a un periodista venido a menos tratar de unir las
piezas una historia que resulta más de lo que puede manejar. Varios de los
cómics en este listado te hacen odiar y temer a Luthor, paro éste se lleva las
palmas. La gente rica es mala, oigan. Y sí, ésta es la portada en la que Luthor
aparece caracterizado como Donald Trump, décadas antes de que supiéramos que el
cheto humano también es fascista.
8
Superman: Peace
on Earth
de Paul Dini y Alex Ross
(1998)
Miren, por lo general apoyo leer cómics pirateados en
digital, pero éste es uno que necesita ser apreciado en su formato impreso,
porque es la Capilla Sixtina del noveno arte. Para quien no lo sepa, Ross es
considerado el Miguel Ángel de las viñetas, un artista que no dibuja cómics,
sino que literalmente los pinta. Y Dini es el cocreador del Universo
Animado DC, así que éste es una de las colaboraciones más icónicas en la
historia del medio. El argumento parte de una pregunta: ¿Puede Superman
resolver los problemas del mundo real? Concretamente, el hambre. El Hombre de
Acero se embarca en una odisea para llevar alimentos a las regiones más
desesperadas del planeta, y enfrenta oposición y problemas inesperados. Aprende
una lección dura: un solo hombre, aunque sea un superhombre, no puede resolver
los problemas sistémicos con acciones individuales. La transformación tiene que
ser colectiva. Incluso si no les gusta la historia (porque, no sé, están
muertos por dentro o algo), nomás pasar las páginas viendo el arte constituye
una experiencia estética inigualable.
7
Superman &
Batman: Generations
de John Byrne
(1999)
Una vez más, el Caballero de la Noche comparte créditos con
el Hombre de Acero. Ambos héroes debutaron a finales de la década de 1930; imagínense
que a partir de aquel momento hubieran seguido creciendo y evolucionando como
personajes, que hubieran formado sus propias familias y tenido una relación
estrecha a lo largo de generaciones. Este cómic nos lleva desde 1939 hasta
1999, con un epílogo en el futuro lejano. La novela gráfica es también una
exploración del género de superhéroes a lo largo de las décadas, pues cada
número recrea una época distinta con sus rasgos más característicos. Por
ejemplo, en 1939 tenemos un pulp clásico, en 1959 una alocada aventura de
ciencia ficción fantástica, y en 1989 un relato muy trágico. También los
eventos históricos del mundo real juegan un papel, en especial la
administración de Nixon y la Guerra de Vietnam. Aunque el título tenga el
nombre de ambos paladines, la verdad es que Byrne hace lo más interesante con
Superman y su familia. Éste es otro cómic en el que Luthor brilla por su
malignidad y demuestra por qué es el peor enemigo de Clark, capaz de actos atroces
con tal de arruinar la vida del héroe…
6
Superman for
All Seasons
de Jeph Loeb y Tim Sale
(1998)
Nos regresa a los primeros años de la carrera de Superman,
cuando él se encuentra lleno de dudas. Es una exploración de lo que hace al
personaje ser quien es, qué lo motiva a siempre hacer el bien y qué es lo que
le hace temer o sentirse inseguro. Asimismo, nos permite echar un vistazo a las
vidas internas de varios de los personajes recurrentes y conocer cómo la
existencia del Hombre de Acero les ha impactado. Cada capítulo del cómic
transcurre en una de las estaciones del año y es narrado por algún personaje
distinto, que nos permite entender qué es lo que cada uno piensa del Azulote y
qué significa en sus vidas: Jonathan Kent (el padre), Lois Lane (el interés
romántico), Lex Luthor (el enemigo) y Lana Lang (la mejor amiga). El arte del
cómic es apabullantemente hermoso, inspirado en la
obra de Norman Rockwell. La historia es conmovedora hasta las lágrimas.
Fuera del número 4 de esta lista, éste debe ser el cómic más hopepunk,
con la ventaja de que sirve perfecto como una introducción al héroe sin
necesidad de conocer casi nada más.
5
Superman:
American Alien
de varios artistas
(2016)
Existen varios cómics que son considerados la narración
definitiva de la infancia y juventud de Clark Kent y los avatares por los que
tuvo que pasar para convertirse en Superman. Para algunos, el mejor es The
Man of Steel de John Byrne, mientras otros prefieren Birthright de
Mark Waid. Por mi parte, mi historia de origen favorita ha sido ésta, desde el
primer momento en que la leí. Me encanta esta caracterización del joven Clark
como un poco cretino que tiene que darse algunos golpes en la vida para madurar
y estar listo para convertirse en un héroe. No es que el chamaco sea menos
buenazo en el fondo, pero sí que hay un desarrollo de personaje, una curva de
aprendizaje que me parece más interesante que la que he visto en otras
versiones del mito, que casi lo presentan como monolíticamente bueno desde el
inicio. Es también mi versión favorita de sus primeros encuentros con varios
personajes del Universo DC, como Batman y Lobo, y una de las mejores
caracterizaciones de Luthor como un tecnomillonario randiano y darwinista
social. Probablemente mi capítulo favorito es en el que cae por accidente en un
yate y un montón de jovenzuelos ricachones lo confunden con Bruce Wayne. Ah, y
tiene una página, una sola página, con Mxyzptlk que siempre me vuela la cabeza.[2]
4
All-Star
Superman
de Grant Morrison y Frank Quietly
(2008)
Morrison es une de los escritores que mejor entiende la
esencia del Último Hijo de Kryptón. Ya que muchos otros han contado y recontado
su historia de origen, aquí elle quiere hacer lo opuesto: darnos un final. El
más reciente plan de Luthor ha funcionado: exponer a Superman a unos niveles de
radiación solar tan altos que sus mismas células han comenzado a desintegrarse.
Superman va a morir y lo sabe. ¿Qué hará el Hombre de Acero en sus últimos
días? Estructurada en doce capítulos, como las tareas de Hércules, esta novela
gráfica llega a las dimensiones épicas y mitopoyéticas que Superman merece,
pues Morrison aprovecha para explorar y reinterpretar los principales aspectos
de su lore. Como de costumbre, le autore llena sus argumentos con conceptos
loquísimos sacados de las ciencias, las pseudociencias, la ciencia ficción,
etc., para entregarnos una historia absolutamente fantástica, además de
profundamente humana. Morrison está muy comprometide con algunas ideas medio
raras, pero muy interesantes, acerca del poder de la ficción para moldear la
realidad, y el cómic está escrito a propósito para ser un artefacto capaz de
devolver la esperanza a un mundo roto. De aquí viene la página en la que vemos
a nuestro héroe ayudar a una joven que estaba contemplando el suicidio: el
momento más Superman de la historia de Superman.[3]
3
Superman Smashes the Klan
de Gene Luen Yang y Gurihiru
(2020)
Éste es el cómic más reciente de la lista y se convirtió al
instante en uno de mis favoritos. Está basado en una serie de episodios del
clásico programa de radio de los 40, el mismo que sirvió para exponer al Ku
Klux Klan en su momento; el impacto del show es tan grande que debilitó al
grupo y causó un declive en sus filas. Ya les he contado esa
historia. La novela gráfica se ambienta en la posguerra, y sigue a los Lee,
una familia chino-americana que se muda a Metrópolis, donde empieza a ser
acosada por el Klan. Como otros cómics, éste enfatiza en el hecho de que Kal-El
es un inmigrante, un extraño, y traza un paralelismo entre su experiencia y la
de la familia Lee. Además, disecciona la odiosa ideología y la fraudulenta
organización del Klan, exponiendo a los supremacistas como el montón de
perdedores rencorosos que son. En nuestros tiempos de crecimiento de los grupos
de odio y de ascenso de ideologías de extrema derecha, éste es un cómic no sólo
importante, sino necesario. Cuando terminen de leerlo tendrán ganas de salir a
la calle y golpear fachos. Como extra, es también una historia de origen para
nuestro héroe, y presenta una de mis explicaciones favoritas de por qué el
traje de Superman es como es. Ah, además el arte está chulísimo, con
influencias de anime, que le da un aspecto fresco y moderno.
2
Whatever
Happened to the Man of Tomorrow?
de Alan Moore y
Curt Swan
(1986)
Éste es probablemente el primer cómic que me hizo llorar. Uno
de los mejores autores de toda la historia del noveno arte escribe aquí una
“última aventura de Superman”, el punto final en la larga carrera de un
personaje que para entonces estaba a punto de cumplir 50 años. A mediados de
los ochenta un evento llamado Crisis en Tierras Infinitas reformó el
Universo DC y lo preparó para ser rediseñado con trabajos como The Man of
Steel de John Byrne. Antes de pasar a ese nuevo punto de partida, Moore nos
da un cierre para el Superman que el mundo había conocido desde 1938[4]. Tras
los eventos de la Crisis, múltiples enemigos de Superman comienzan a atacarlo
con más violencia que nunca. Resulta que una leyenda del futuro anuncia que
Superman habría de morir pronto a manos de su peor enemigo, y todos se
abalanzan sobre él con la intención de tener la gloria de ser su ejecutor.
Queriendo protegerse a sí mismo y a sus seres queridos, Superman se prepara
para un asalto final en la Fortaleza de la Soledad. Si fuera a haber un final
perfecto para el más grande superhéroe de todos los tiempos, es éste, con
perdón de Morrison.
1
Kingdom Come
de Mark Waid y
Alex Ross
(1996)
Esto no debería ser sorpresa para nadie que me conozca: creo
que se trata de la mejor novela gráfica de superhéroes de DC (Watchmen
realmente no cuenta, pues son otros personajes y otro mundo). Está pintado por
Ross en el apogeo de su carrera, y escrito por Mark Waid, uno de los mejores argumentistas
del medio y quizá quien conoce más profundamente al Hombre de Acero. Da la casualidad que la leí en la secundaria,
por lo que se quedó grabada en mi impresionable mente juvenil, así que ustedes
no tienen que estar de acuerdo con este juicio, pero por favor escuchen mis
razones.
Se ambienta algunos años en el futuro, un mundo en que los
grandes héroes de antaño se han retirado. Una nueva generación de metahumanos,
temerarios e irresponsables, sume las calles en reyertas explosivas y
desastrosas. Así hasta que Superman sale de su retiro para tratar de poner
orden a un escenario caótico. Pero Superman ha cambiado: se ha vuelto
desconfiado y autoritario, ha perdido contacto con su lado humano, y quizá su
regreso sólo causará que las cosas empeoren.
Es un cómic que tiene muchos niveles interpretación y
análisis. Habla de la industria en sí y se plantea si todavía queda un lugar
para los héroes clásicos y sus ideales en un mundo cínico que venera la acción
y considera la bondad como un rasgo débil. Al mismo tiempo, es una exploración
de los personajes de las viñetas y del papel que han pasado a tomar como
figuras mitológicas modernas. Está repleto de imaginería religiosa, por si
creyeron que Zack Snyder inventó eso.
Es mi historia favorita de Superman porque creo que explora
mejor los distintos aspectos de lo que lo hace ser quien es. Pone a prueba su
esencia al enfrentarlo a un escenario desesperanzador, cuestiona su
caracterización como un semidiós, al tiempo que exalta la importancia de su
humanidad, y permite contrastarlo con otros héroes, como Batman y la Mujer
Maravilla, así como con el tipo de antihéroe edgy que se había puesto
muy de moda a principios de los 90. No por nada le
dediqué un ensayo entero.
Listo, chavales, con esto tienen una serie de
recomendaciones para llenar sus tardes libres. ¿Qué me cuentan ustedes? ¿Han
leído algunos de estos cómics? ¿Cuáles son sus favoritos? ¿Cuáles estarían en
su lista personal? Cuéntenme en los comentarios, y que les vaya muy bien, y no dejen de checar la galería que les puse al final. Lean a Superman porque, como dice el pastor Norman:
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Kal: Alborotando a los aldeanos |
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Emperor Joker: Poniéndole en su madre a Superman |
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Kingdom Come |
[1] Despotrique que no supe dónde más poner: De verdad creo que Emperor Joker debía ser la última historia del Guasón, por lo menos en la continuidad regular. Vamos, que hasta le da una buena conclusión. Ya que tuvo cuasi omnipotencia y estuvo a punto de destruir el Universo DC, ¿qué más haces con él? Los intentos de hacer del Bromas un personaje cada vez más exagerado se han vuelto ridículos y fastidiosos, con planes más devastadores y habilidades con las que puede vencer a cualquiera. El Batman que Ríe es básicamente esta misma premisa llevada hasta sus (i)lógicas consecuencias y la muestra que la tendencia debió detenerse veinte años antes.
[2] Ugh, aquí tengo que decir que el guionista de este
cómic es un conocido abusador y violentador de mujeres, y que entiendo si eso
es un deal-braker para ustedes. DC sigue vendiendo el libro con todo y
el nombre del infame en la portada, así que quizá prefieran descargarlo pirata
por ahí, si es que no eligen de plano brincárselo. Ahora ya son tres
escritores, de tres de mis cómics favoritos, que están cancelados por lo mismo.
Pinches vatos, por eso no podemos tener nada bonito.
[3] Despotrique no sabía dónde más poner: Este cómic ha
menudo es considerado el mejor de todos, incuestionable e invulnerable a
toda crítica. Y sí, es grandioso y Morrison es quizá mi escritore favorite,
pero… Ash, tengo algunas quejas pequeñitas. Entiendo que es así porque se trata
homenaje a la Edad de Plata, pero no me gusta la caracterización de Clark como
alguien tan patético; al mismo tiempo, Superman es un poco demasiado perfecto.
Por lo mismo, siento el romance con Lois algo vacío; creo que es importante que
Lois ame a Clark, y no sólo a Superman. Por último, no me gusta para nada el
personaje de Leo Quintum; siento que socava a Luthor como villano la presencia
de otro científico excéntrico que es más inteligente y más rico, pero bueno.
Todos los cómics de esta lista tienen sus defectos, y peores, sólo pasa que el
honesto contreras en mí se irrita cuando tratan éste como vaca sagrada. Ya.
[4] O desde 1945, si tomas ese año como el inicio del
Superman de Tierra-1 (los nerds de DC saben de qué hablo)
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