Con tanta Matrix decidĂ que era el momento de escribir algo sobre esta pelĂcula que marcĂł el final del siglo XX en la ciencia ficciĂłn y revolucionĂł la forma de narrar el cine de acciĂłn por la siguiente dĂ©cada. AsĂ que de eso vamos a hablar hoy, no de cosas importantes de geopolĂtica ni ná, sino de The Matrix, porque, al fin y al cabo, como dijera CalderĂłn de la Barca:
¿QuĂ© es la vida? Un frenesĂ.
¿QuĂ© es la vida? Una ficciĂłn,
una sombra, una ilusiĂłn,
y el mayor bien es pequeño,
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
¿QuĂ© es lo que hace a The Matrix tan grandiosa? Tratemos de encontrar la razĂłn. Lo más obvio parecerĂa ser su propuesta: estamos viviendo una vida falsa, un sueño que es una simulaciĂłn de computadora, y hay que luchar para encontrar la verdad y la libertad (que son una misma cosa). Pero en realidad tal premisa no es muy original que digamos. De hecho, ha estado circulando en la ciencia ficciĂłn (y en la filosofĂa) desde hace algĂşn tiempo.
Es más, a finales de la dĂ©cada de 1990 se estrenaron muchas pelĂculas, algunas de ellas muy notables, que trataban sobre el binomio realidad-ilusiĂłn, y que metĂan a los personajes y al espectador en una atmĂłsfera de opresiĂłn, en una sensaciĂłn de estar encerrado en la irrealidad. PelĂculas como 12 Monkeys (1995), Cube (1997), The Game (1997), The Truman Show (1998), Dark City (1998), Existenz (1999) y The Thirteenth Floor (1999). Vamos, en los 90, incluso pelĂculas que no se centraban en el asunto realidad-ilusiĂłn, tocaban en algĂşn momento el tema: Jurassic Park (1993), The Men in Black (1997), Event Horizon (1997) o Contact (1997). [Nota a mĂ mismo: hacer un top 10 de las mejores pelis de ciencia ficciĂłn de los 90]. Eso, sin mencionar el cĂłmic de Grant Morrison que The Matrix se fusilĂł sin querer: The Invisibles.
Significativamente mejor que The Matrix |
The Matrix vendrĂa a ser la culminaciĂłn de una tendencia, el punto final sobre un tema que quizá otros no manejaron tan bien. ¿Será Ă©sa la explicaciĂłn? No, no lo creo. Algunas de esas pelĂculas tratan el tema tan bien como The Matrix. A mi gusto, Dark City, del alguna vez genial Alex Proyas, la supera: no sĂłlo la antecede, sino que y lo hace mejor, además de ser una pelĂcula mucho más adulta y realizada con un verdadero sentido del arte cinematográfico, de tal forma que cada encuadre es una pequeña obra maestra. Sin embargo Dark City es una pelĂcula que pasĂł desapercibida y que hoy en dĂa casi nadie conoce, excepto fans del gĂ©nero. Lo mismo le sucediĂł a las otras, mientras que The Matrix se convirtiĂł en un clásico inmortal y referencia obligatoria. ¿Por quĂ©?
Bueno, yo creo que la respuesta está en un talento que las hermanas Lilly y Lana Wachoski poseĂan, y que supieron usar muy bien: absolute coolness. Las Wachowski saben hacer pelĂculas que se vean cool, y The Matrix fue en su momento la epĂtome de lo cool: el diseño de producciĂłn, los vestuarios, las tomas, las secuencias de acciĂłn, la mĂşsica, las patadas voladoras y, sobre todo, el efecto bullet-time son increĂblemente cool. No se habĂa visto nada tan cool en mucho tiempo, y en especial la chaviza noventera era vulnerable a alucinarse con tanta chingonerĂa.
Ah, pero no es sĂłlo eso. Es que combinan muy bien esa chingonerĂa con un contenido filosĂłfico de cierta profundidad, que es perfectamente accesible para el pĂşblico promedio, al que bien puede resultarle novedoso y que puede ponerlo a pensar en cosas que no se le habĂa ocurrido; y además a varios niveles, pues alguien con más inclinaciones metafĂsicas, puede clavarse penetrando en los mensajes e implicaciones de las pelĂculas y cavilar un buen rato.
¡Awesome! |
Creo que por ello las Wachoski casi nunca me han decepcionado (con excepciĂłn de The Matrix Reloaded, pero ya llegaremos a ello): V for Vendetta es otra de mis pelĂculas favoritas y Cloud Atlas me encantĂł tambiĂ©n. Y aunque algunos se quejan de que estas adaptaciones le bajan al nivel de complejidad de las obras originales (y sin duda lo hacen), lo cierto es que ello es inevitable en toda adaptaciĂłn cinematográfica de una obra literaria y que las Wachoski lograron un equilibrio perfecto entre la profundidad del mensaje y lo cool del espectáculo visual y narrativo. Vamos, que hasta Speed Racer, que es en esencia un entrañable homenaje que dos niñas le hacen a la caricatura que veĂan los sábados por la mañana, tiene por ahĂ unos rollos sobre corrupciĂłn corporativa y de cĂłmo el desarrollo industrial aplasta al artesano independiente.
Y otra cosa: las Wachowski saben contar una historia. V de Venganza será mucho más simple que la novela gráfica pero, a diferencia de otras adaptaciones de cĂłmics, está estructurada y narrada de tal forma que, aĂşn habiendo leĂdo la obra original, uno no siente que a la peli le falte coherencia interna, o que queden cabos sueltos o explicaciones al aire.
Confieso que no he leĂdo Cloud Atlas, pero tengo entendido que las historias están estructuradas a manera de cajas chinas; en la cinta, por el contrario, se intercalan, lo cual me parece una decisiĂłn bastante sensata, pues el cine tiene un lenguaje distinto al de la literatura. Uno de los aspectos mejor logrados de la pelĂcula es precisamente este montaje, pues consigue interesar al espectador en cada historia y mantenerlo en suspenso cuando cambia de una a la otra, además de que el clĂmax y ciertos momentos de significado emotivo coinciden a la perfecciĂłn.
Lana Wachowski |
Pero dejemos por ahora la obra de las Wachowski y volvamos a The Matrix, y a nuestros versos de Calderón de la Barca. O mejor aún, vámonos más para atrás, a Platón. En su célebre obra La República, el filósofo griego nos relata su famoso mito de la caverna. Unos hombres viven encadenados en una caverna oscura, mirando siempre a una pared. Una luz detrás de ellos proyecta sombras en la pared, de forma que todo lo que ellos ven son sombras de la realidad. Pero ellos creen que esas sombras son la realidad, pues no conocen otra. Hasta que uno de los prisioneros logra escapar de la caverna y ver el mundo real. Cuando regresa con sus compañeros y les cuenta que lo que han estado viendo son sólo sombras y que la realidad está allá afuera, se enfrenta a su incredulidad, en incluso a su hostilidad.
Pues bien, el mito platĂłnico ha tenido una influencia ENORME en el pensamiento occidental. Es en sĂ una metáfora de la misma filosofĂa de PlatĂłn, quien creĂa que este mundo material, mutable, diverso e imperfecto, era sĂłlo una sombra de un mundo formado por ideas, esencial, inmutable y perfecto. Pero ha tenido otras encarnaciones. El cristianismo nos decĂa que la vida en este valle de lágrimas no es la importante, sino la que será en el más allá, en el mundo verdadero. Las teorĂas de la conspiraciĂłn contemporáneas sostienen que vivimos en un mundo controlado por poderes inmensos que nos tienen prisioneros en una especie de alucinaciĂłn. Pero sus encarnaciones no son sĂłlo en el plano de lo esotĂ©rico y lo delirante: detrás de todo movimiento o ideologĂa revolucionaria yace la nociĂłn de que el mundo como está ahora no es como deberĂa ser, sino de que debe y puede existir un mundo mejor.
"La Caverna de Platón" es también un buen nombre para un tugurio... |
La caverna de PlatĂłn funciona tambiĂ©n como una metáfora de un mundo en el que muy pocas personas se percatan de una compleja realidad social (en la que existe corrupciĂłn, opresiĂłn, injusticia, violencia, enajenamiento, explotaciĂłn, manipulaciĂłn mediática, etcĂ©tera), pues la mayorĂa prefiere optar por la frivolidad y lo superfluo. "Hacer consciencia" equivale en este sentido a "salir de la caverna" y ver el mundo tal cual es.
The Matrix es en principio una exploraciĂłn más de la caverna de PlatĂłn, pero adaptada al mundo posmoderno, con sus sĂmbolos y sus significados. La Matrix es la caverna, en la que los seres humanos viven encerrados en un mundo de ilusiones, sombras, vagos fantasmas. El Elegido (The One, del cual Neo viene a ser la más nueva encarnaciĂłn -y de ahĂ su nombre), es el primero en despertar por sĂ mismo, y que ayuda a los demás a abrir los ojos, ver la realidad y salir de la caverna.
Pero las relaciones no se detienen ahĂ. The Matrix plantea el problema de si en realidad vale la pena luchar por salir de la prisiĂłn. Está claro que Morpheus (nĂłtese, su nombre es el del mismo dios del sueño), considera que realidad equivale a libertad, que vale la pena sufrir todas las penurias del mundo real, pues vivir libre de engaños ya valioso en sĂ mismo. Pero a Ă©l oponemos el personaje de Cypher, quien cree que vivir en un mundo de pesadilla no vale la pena. Él preferirĂa vivir en la irrealidad que pasar hambre, frĂo y miedo afuera de la caverna. "La ignorancia es dicha", reza su frase más famosa. Al fin y al cabo, tiene un punto, y el mismo Morpheus lo dice: "si lo real es algo que puedes ver, sentir, oler, entonces la realidad son sĂłlo impulsos elĂ©ctricos en el cerebro". Y siguiendo esa lĂłgica, ¿por quĂ© preferir los impulsos que vienen del mundo fĂsico a los impulsos que vienen de la Matrix?
Cypher escoge la prisión del sistema, porque la libertad acarrea demasiados riegos, mientras que la prisión implica seguridad, comodidad, incluso un poco de poder (ilusorio, como todo). Pero si bien uno puede simpatizar con Cypher y su deseo de vivir en la dicha, no le podemos perdonar que traicione a su equipo, causa le muerte de sus compañeros y ande de morbosón siniestro con Trinity.
Podemos tomar The Matrix como una alegorĂa de la lucha por la libertad, en la que el conocimiento, aceptaciĂłn y transformaciĂłn de la realidad son parte fundamental de esa lucha. Justo como ocurre en nuestro mundo y la realidad social: para vivir en libertad es necesario conocer el mundo, reconocer su complejidad y luchar por transformarlo. Y la lucha no es fácil, implica carencias, peligros, esfuerzos que pueden llevar al agotamiento, y nada garantiza que quienes participan de esa lucha vivirán para gozar de sus frutos.
Morpheus advierte que cualquiera que no ha sido desconectado de la Matrix se resistirá a aceptar la verdad, e incluso luchará por la prisiĂłn en la que se encuentra. Tal como los prisioneros del mito platĂłnico, o como los GodĂnez conformistas que dicen que asĂ las cosas ya están bien y que se pongan a trabajar, pinches revoltosos. Quienes, como Cypher, a sabiendas escogen acomodarse dentro de "el sistema", a cambio de una vaga promesa de poder gozar de comodidad o privilegios en el mismo, quienes creen que "la ignorancia es dicha", son individuos mezquinos y rastreros, dispuestos a avalar la destrucciĂłn de los que luchan por la libertad, siempre que no se trastoquen sus mediocres vidas. No sĂ© ustedes, pero a mĂ esto me recuerda siempre a los movimientos sociales y a quienes prefieren ignorar las causas de la lucha o de plano abogan por la represiĂłn de quienes les estorban (pero igual y son mis chaquetas mentales, recuĂ©rdese que yo me defino como "izquierda friki").
La lucha por la libertad siempre es un tema que apela a los seres humanos, pero The Matrix tiene otros que se suman a Ă©ste para hacerla una historia tan llamativa. Es que, de hecho, y al igual que toda gran obra de fantasĂa heroica que dio el siglo XX (El Señor de los Anillos, Star Wars e incluso Harry Potter), The Matrix sigue la estructura y el parámetro fijado por el mito clásico. Desde que empezamos a ver la pelĂcula, encontramos referencias que nos remiten a un pasado que precede a esta historia en especĂfico. Empezamos por los nombres, de origen mĂtico o antiguo: Morpheus, Niobe, Nabuconodosor, SiĂłn, Trinity, Merovingio, PersĂ©fone... Existen ciudades mĂticas, guerreros valerosos, oráculos, amores que superan todos los osbtáculos, seres que nos recuerdan a demonios y poderes que bien podrĂan ser mágicos.
Luego tenemos que The Matrix es un mito mesiánico (como las otras obras mencionadas, y mucha de la ciencia ficciĂłn y fantasĂa contemporánea más popular). Hay un Elegido, poseedor de un poder y un destino extraordinario, pero que ignora dicho potencial hasta que se encuentra con un mentor, el cual lo introduce en un mundo hasta entonces desconocido para Ă©l.
Todos estos elementos remiten a estructuras y cĂłdigos de significaciĂłn que, por el sĂłlo hecho de haber crecido en esta cultura occidental, tenemos ya interiorizados y apelan a nuestras emociones más básicas. Por eso nos emocionamos tanto con estas historias. Pero además, The Matrix logrĂł vestir todos esos significados con elementos del mundo contemporáneo, de una forma que nadie habĂa logrado desde la TrilogĂa Original de Star Wars. Junto a los nombres mĂticos están los modernos: Cypher, Mouse, Switch, Dozer, Tank... Junto a oráculos y Elegidos tenemos naves voladoras, armas de energĂa y monstruos mecánicos. MĂşsica electrĂłnica y rock pesado suenan para acompañar las hazañas de un hĂ©roe que viste a la moda cyberpunk y sabe Kung-Fu.
Morpheus advierte que cualquiera que no ha sido desconectado de la Matrix se resistirá a aceptar la verdad, e incluso luchará por la prisiĂłn en la que se encuentra. Tal como los prisioneros del mito platĂłnico, o como los GodĂnez conformistas que dicen que asĂ las cosas ya están bien y que se pongan a trabajar, pinches revoltosos. Quienes, como Cypher, a sabiendas escogen acomodarse dentro de "el sistema", a cambio de una vaga promesa de poder gozar de comodidad o privilegios en el mismo, quienes creen que "la ignorancia es dicha", son individuos mezquinos y rastreros, dispuestos a avalar la destrucciĂłn de los que luchan por la libertad, siempre que no se trastoquen sus mediocres vidas. No sĂ© ustedes, pero a mĂ esto me recuerda siempre a los movimientos sociales y a quienes prefieren ignorar las causas de la lucha o de plano abogan por la represiĂłn de quienes les estorban (pero igual y son mis chaquetas mentales, recuĂ©rdese que yo me defino como "izquierda friki").
La lucha por la libertad siempre es un tema que apela a los seres humanos, pero The Matrix tiene otros que se suman a Ă©ste para hacerla una historia tan llamativa. Es que, de hecho, y al igual que toda gran obra de fantasĂa heroica que dio el siglo XX (El Señor de los Anillos, Star Wars e incluso Harry Potter), The Matrix sigue la estructura y el parámetro fijado por el mito clásico. Desde que empezamos a ver la pelĂcula, encontramos referencias que nos remiten a un pasado que precede a esta historia en especĂfico. Empezamos por los nombres, de origen mĂtico o antiguo: Morpheus, Niobe, Nabuconodosor, SiĂłn, Trinity, Merovingio, PersĂ©fone... Existen ciudades mĂticas, guerreros valerosos, oráculos, amores que superan todos los osbtáculos, seres que nos recuerdan a demonios y poderes que bien podrĂan ser mágicos.
Luego tenemos que The Matrix es un mito mesiánico (como las otras obras mencionadas, y mucha de la ciencia ficciĂłn y fantasĂa contemporánea más popular). Hay un Elegido, poseedor de un poder y un destino extraordinario, pero que ignora dicho potencial hasta que se encuentra con un mentor, el cual lo introduce en un mundo hasta entonces desconocido para Ă©l.
Todos estos elementos remiten a estructuras y cĂłdigos de significaciĂłn que, por el sĂłlo hecho de haber crecido en esta cultura occidental, tenemos ya interiorizados y apelan a nuestras emociones más básicas. Por eso nos emocionamos tanto con estas historias. Pero además, The Matrix logrĂł vestir todos esos significados con elementos del mundo contemporáneo, de una forma que nadie habĂa logrado desde la TrilogĂa Original de Star Wars. Junto a los nombres mĂticos están los modernos: Cypher, Mouse, Switch, Dozer, Tank... Junto a oráculos y Elegidos tenemos naves voladoras, armas de energĂa y monstruos mecánicos. MĂşsica electrĂłnica y rock pesado suenan para acompañar las hazañas de un hĂ©roe que viste a la moda cyberpunk y sabe Kung-Fu.
AĂşn podemos mencionar un aspecto más que contribuye a que The Matrix sea tan extraordinario: crea un ambiente esencialmente juvenil y diverso. Con excepciĂłn de Morpheus y otros capitanes, y de los vejetes del consejo, nuestros hĂ©roes, "los buenos", son puros jĂłvenes que no aparentan más de treinta. Además, de una forma que contrasta notablemente con a lo que la ciencia ficciĂłn y la fantasĂa nos tiene acostumbrados, el equipo de los hĂ©roes es Ă©tnicamente diverso. SĂ, la pareja heroica, Neo y Trinity, son blancos (de hecho, Keanu Reeves es de ascendencia china y hawaiana), pero Morpheus, Niobe y la Pitonisa son de raza negra. La mitad de la tripulaciĂłn del Nabuconodosor no es blanca, y más tarde, en SiĂłn, vemos otros personajes relevantes que son negros, asiáticos o morenos. Las proporciones entre blancos y personas de otras razas son mucho más equitativas que en el comĂşn de las pelĂculas, no sĂłlo de fantasĂa, sino de cualquier gĂ©nero en Hollywood.
Por el contrario tenemos a los Agentes, que son el brazo mismo del sistema: todos cuarentones, todos blancos, todos vestidos y peinados igual. ¿CĂłmo decĂa aquella frase de Abie Hoffman? "Nunca confĂes en alguien de más de 30"... Juventud, rebeldĂa, pasiĂłn y diversidad equivalen a humanidad, mientras que adultez, represiĂłn, apatĂa y homogeneidad equivalen a lo mecánico. La humanidad es vida, es libertad; la máquina es opresiĂłn.
Bien, estos comentarios se centran sobre todo en la primera pelĂcula y en el universo al que dio lugar. TratĂ© de encontrar lo que hace que The Matrix se tan grandiosa. Sostengo que esa primera pelĂcula es genial y casi impecable (ya alguna vez mencionĂ© que su premisa básica no tiene sentido, pero uno puede ignorar esas cosas). Ahora dediquemos unas palabras a sus secuelas.
EmpezarĂ© por establecer dos cosas 1) Las secuelas son absolutamente innecesarias 2) Animatrix es bastante mejor que las dos pelĂculas. Las secuelas son innecesarias porque la primera pelĂcula funciona bastante bien por sĂ misma: no necesitamos saber quĂ© pasĂł despuĂ©s. Pero bueno, aĂşn asĂ habĂa material para hacer buenas pelĂculas... ¿quĂ© saliĂł mal?
Pues resulta que las Wachowski solamente querĂa hacer una secuela y una precuela. Pero los estudios querĂan seguir capitalizando con la primera cinta y consideraban que pelĂculas que no tuvieran el mismo reparto que la primera no serĂan comerciales. AsĂ, la precuela pasĂł convertirse en Animatrix y la secuela se dividiĂł en dos pelĂculas... Dos pelĂculas producidas al mismo tiempo, con el gasto de una sola, pero que podrĂa vender el doble de boletos en taquilla... Y esto queda como un ejemplo más de cĂłmo los avariciosos ejecutivos de Hollywood echan a perder algo chingĂłn.
Las Wachowski tuvieron que expandir artificialmente una historia que iba a dar para sĂłlo una pelĂcula más. ¡Y se nota! Hablemos (ahora sĂ) de The Matrix Reloaded. Lo que pensĂ© en su momento al ver esta cinta, y reafirmĂ© al volverla a ver hace poco es que es una gran pĂ©rdida de tiempo. La peli sĂłlo está ahĂ para hacer de puente entre la primera y tercera. Casi no pasa nada importante y para colmo termina de la forma más anticlimática posible.
SĂ, hay algunos momentos muy buenos, como cuando Neo habla con el consejero acerca de cĂłmo en realidad seguimos siendo esclavos de las máquinas, o como cuando Neo habla con la Pitonisa, o como cuando Neo habla con el Arquitecto (en fin, las partes filossoficosas de la peli). Pero el resto es puro relleno, que se nota que está ahĂ para hacer tiempo: la pelea con el tipo que ayuda a la Pitonisa (pointless), la larguĂsima pelea y persecuciĂłn para conseguir al Cerrajero (pointless), ¡el puto rave / escena sexual! (fucking pointless!). La pelea de Neo con los chingos de Agentes Smith estuvo chida en su momento, pero hoy se ve sacada de un videojuego (neta, hay juegos de X-Box que se ven mejor). En fin, toda la pelĂcula se resume en unos momentos que hacen avanzar la trama o dan cierta profundidad a la historia, aislados por relleno de paja.
El conflicto principal en The Matrix Reloaded, "hay que encontrar al Cerrajero y entrar al edificio tal para que Neo pueda accesar a la computadora de la Ciudad de las Máquinas", se podĂa resolver en media hora. Hasta entiendo que para quitarle el Cerrajero al Merovingio y entrar al edificio tal eran necesarias unas buenas secuencias de acciĂłn, pero no tan laaaaaargas. Vamos, en la siguiente pelĂcula nuestros hĂ©roes tambiĂ©n tienen que obtener algo del Merovingio y lo logran sĂłlo entrando a su antro y apuntándole con una pistola en la cabeza, no teniĂ©ndonos que chutar una pelea más otra pelea, más otra persecuciĂłn, más otra pelea. Las Wachowski están haciendo tiempo y es embarazosamente muy obvio.
Por otro lado, Monica Bellucci en vestido de látex. |
Supongo que debĂa ser difĂcil encontrar algo para hacer con Neo, porque al final de la primera cinta lo habĂan dejado muy poderoso. Pero en vez de enfrentarlo a retos dignos de sus nuevos poderes, hacen lo mismo que los escritores que no saben quĂ© hacer con Superman: lo dejan de lado, lo neutralizan o apartan de la acciĂłn, de forma que participa poco en la historia y sĂłlo llega en el Ăşltimo momento a salvar el dĂa (piĂ©nsese en series como Lois and Clark o Smallville).
The Matrix: Revolutions es igual de innecesaria que Reloaded, pero a mi gusto, mucho mejor. La Ăşnica razĂłn por la que tolero la segunda parte es por llegar a la tercera. Y aĂşn asĂ tiene sus defectos, en particular lo que hacen con Neo, que al final de la segunda cinta ya tenĂa el poder de chingarse a los Centinelas con sĂłlo pensarlo, y sin embargo en Ă©sta lo mandan a negociar la paz con las máquinas en vez de usar sus poderes para defender SiĂłn de un ataque de, adivinen, Centinelas.
Pero Revolutions se pone realmente Ă©pica, con secuencias de acciĂłn y heroĂsmo tremendos. Y aunque sĂ tiene algo de paja, en especial en cuanto a subtramas de personajes que nos importan un carajo, en general va directo al grano. La pelea final tipo Dragon Ball entre Neo y Smith me parece magnĂfica, y lo mejor de todo es que el tema mesiánico se cierra: el hĂ©roe ofrece su vida para salvar tanto a la humanidad como a las máquinas, que se verán obligadas ahora a convivir en paz (hay una referencia a la crucifixiĂłn bastante obvia). Y la criatura mecánica con la que Neo parlamenta hacia el fina es Dios. No es broma, el personaje se llama oficialmente Deus ex Machina, o sea "Dios desde una Máquina".
La relaciĂłn entre Neo y Trinity alcanza nuevos niveles. No es sĂłlo el chico que salva a la chica, sino que ambos se acompañan, apoyan y guĂan mutuamente, ambos están dispuestos a dar la vida por el otro. El hĂ©roe no se queda con la chica, sino que ambos mueren luchando por lo que creen. Esto es algo que no se ve en otras historias de fantasĂa heroica.
Creo sinceramente que si las Wachowski hubiesen decidido eliminar la paja y se quedaban sĂłlo con lo importante, habrĂan podido hacer una sola pelĂculas bastante buena, quizá un poco más larga de lo habitual. Aunque, de todas formas, de elegir me quedarĂa sĂłlo con la primera.
Y bien, eso serĂa todo. The Matrix tiene aĂşn muchas aristas que pueden ser analizadas (por las redes se ha usado mucha tinta digital para hablar del tema), pero el punto es, al final, que es mucho más que una cinta de patadas voladoras y bullet-time: es una obra cinematográfica en la que puede profundizarse y apreciarse a distintos niveles. Les invito a ello, a descubrir quĂ© tan profunda es la madriguera del conejo blanco.
FIN
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9 comentarios:
que bacan! yo pienso que la primera es la mejor de todas! y la ultima deberian borrarla!
Para mi marco un hito en mi adolescencia!
agradezco mucho la explicacion!!!
una increĂble y original franquicia de su Ă©poca ( igual que star wars, que curioso) , que se volviĂł peor conforme seguĂan saliendo más pelĂculas ( igual que star wars tambiĂ©n y Terminator ... y alĂen... y tiburĂłn... Y, bueno muchas otras)
como sea, buena entrada.
P.S. SabĂa que no era el Ăşnico que tenĂa sueños en los que era Neo
Buena entrada, muy completa. Estoy de acuerdo con lo de Dark City que es a mi gusto una gran pelĂcula y si le buscan pueden encontrar el bluray en 70-90pesos en walmart, aunque a muchas personas les puede parecer algo es genial para la reflexiĂłn.
Saludos!
Dark city es en efecto una joya que pocos conocen. Pero al igual que con ciertos productos no es lo bueno lo que vende sino lo que es mejor publicitado.
Confieso que este post cae justo en un momento en que la unidad realidad-ilusiĂłn me martillea el cerebro, sobre hasta que punto la máscara es una ilusiĂłn o solo un aspecto de la realidad. ¿Son realmente opuestos o una contiene a la otra?
Con respecto a la pelĂcula, a mi tambiĂ©n me quedĂł la sensaciĂłn de que si se hubieran detenido en la primera, no habrĂa daño. Era tan buena pelĂcula y me recordĂł tanto a Terminator. (hay muchos temas comunes entre Matrix y Terminator, las primeras).
Buen post como siempre profesor. Y me has obligado a ver por un lado Speed Racer y a leer los Invisibles por el otro. Gracias.
Como te dije una vez que platicamos: debiĂł quedar en una sola pelicula, sin secuelas. Habria resultado mejor asĂ.
Quizá complementarle solamente con Animatrix, la cual tengo en DVD. Me agrada.
No sĂ© si lo habrás visto, Everything is a Remix versiĂłn Matrix. Está buenĂsimo. Yo le perdĂ un mucho a mor a la pelĂcula despuĂ©s de verla. Sin embargo, segĂşn lo plantea el video, sigue siendo interesante la capacidad de sĂntesis de los guachousqui.
http://www.youtube.com/watch?v=yrW3E6BN5Dg
Pues sĂ, como lo decĂa en este mismo post, Matrix hace cosas que ya se habĂan hecho antes, pero sobresale porque mezcla a la casi perfecciĂłn todos esos elementos tomados de otras fuentes. Si acaso, este video me ha hecho admirar esa capacidad de sĂntesis que mencionas.
Bueno, creo que confesarĂ© que es la primera vez que leo uno de tus posts al chilazo, y no notĂ© que habĂas mencionado el mismo punto del video.
Describes la pelĂcula con harto amor. Le darĂ© una nueva vista. ChecarĂ© tambiĂ©n Cloud Atlas, no sabĂa de su existencia. =)
A ver qué sucede con la nueva Jupiter ascending.
Y bueno, como dirĂan por ahĂ "no hay nada nuevo bajo el sol". Igual "Star Wars" es un remix de la cultura pop de la primera mitad del siglo XX, y "El Señor de los Anillos" es un remix de la Ă©pica fantástica anterior, y "Don Quijote" es un remix de la literatura de caballerĂa del siglo que le precediĂł. Chidos los remixes, pues :D (Y)
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