La vida es Matrix - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

martes, 8 de octubre de 2013

La vida es Matrix



Un fin de semana me dio por chutarme la trilogĂ­a de The Matrix en un solo fin. El resultado fue, como era de esperarse, el alucine total. Pero además, una noche soñé que era Neo, aunque al mismo tiempo era yo mismo (me encanta cĂłmo en los sueños se desdibujan los lĂ­mites del ego y la identidad, ¿a ustedes no?). Como Neo, me tocaba pelear con agentes, y además podĂ­a volar, lo que fue bastante chido. Luego se me ocurriĂł un plan: reclutar para nuestra causa rebelde a personajes de videojuegos. PiĂ©nsenlo: en la Matrix, los personajes de videojuegos serĂ­an reales, y con sus poderes podrĂ­an ayudarnos a vencer a los agentes. Pero justo cuando habĂ­a concertado una cita con Ralph el Demoledor (sĂ­, ya sĂ©) despertĂ© del sueño.

Con tanta Matrix decidí que era el momento de escribir algo sobre esta película que marcó el final del siglo XX en la ciencia ficción y revolucionó la forma de narrar el cine de acción por la siguiente década. Así que de eso vamos a hablar hoy, no de cosas importantes de geopolítica ni ná, sino de The Matrix, porque, al fin y al cabo, como dijera Calderón de la Barca:

¿QuĂ© es la vida? Un frenesĂ­.
¿QuĂ© es la vida? Una ficciĂłn,
una sombra, una ilusiĂłn,
y el mayor bien es pequeño,
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

¿QuĂ© es lo que hace a The Matrix tan grandiosa? Tratemos de encontrar la razĂłn. Lo más obvio parecerĂ­a ser su propuesta: estamos viviendo una vida falsa, un sueño que es una simulaciĂłn de computadora, y hay que luchar para encontrar la verdad y la libertad (que son una misma cosa). Pero en realidad tal premisa no es muy original que digamos. De hecho, ha estado circulando en la ciencia ficciĂłn (y en la filosofĂ­a) desde hace algĂşn tiempo.

Es más, a finales de la dĂ©cada de 1990 se estrenaron muchas pelĂ­culas, algunas de ellas muy notables, que trataban sobre el binomio realidad-ilusiĂłn, y que metĂ­an a los personajes y al espectador en una atmĂłsfera de opresiĂłn, en una sensaciĂłn de estar encerrado en la irrealidad. PelĂ­culas como 12 Monkeys (1995), Cube (1997), The Game (1997), The Truman Show (1998), Dark City (1998), Existenz (1999) y The Thirteenth Floor (1999). Vamos, en los 90, incluso pelĂ­culas que no se centraban en el asunto realidad-ilusiĂłn, tocaban en algĂşn momento el tema: Jurassic Park (1993), The Men in Black (1997), Event Horizon (1997) o Contact (1997). [Nota a mĂ­ mismo: hacer un top 10 de las mejores pelis de ciencia ficciĂłn de los 90]. Eso, sin mencionar el cĂłmic de Grant Morrison que The Matrix se fusilĂł sin querer: The Invisibles.

Significativamente mejor que The Matrix

The Matrix vendrĂ­a a ser la culminaciĂłn de una tendencia, el punto final sobre un tema que quizá otros no manejaron tan bien. ¿Será Ă©sa la explicaciĂłn? No, no lo creo. Algunas de esas pelĂ­culas tratan el tema tan bien como The Matrix. A mi gusto, Dark City, del alguna vez genial Alex Proyas, la supera: no sĂłlo la antecede, sino que y lo hace mejor, además de ser una pelĂ­cula mucho más adulta y realizada con un verdadero sentido del arte cinematográfico, de tal forma que cada encuadre es una pequeña obra maestra. Sin embargo Dark City es una pelĂ­cula que pasĂł desapercibida y que hoy en dĂ­a casi nadie conoce, excepto fans del gĂ©nero. Lo mismo le sucediĂł a las otras, mientras que The Matrix se convirtiĂł en un clásico inmortal y referencia obligatoria. ¿Por quĂ©?

Bueno, yo creo que la respuesta está en un talento que las hermanas Lilly y Lana Wachoski poseĂ­an, y que supieron usar muy bien: absolute coolness. Las Wachowski saben hacer pelĂ­culas que se vean cool, y The Matrix fue en su momento la epĂ­tome de lo cool: el diseño de producciĂłn, los vestuarios, las tomas, las secuencias de acciĂłn, la mĂşsica, las patadas voladoras y, sobre todo, el efecto bullet-time son increĂ­blemente cool. No se habĂ­a visto nada tan cool en mucho tiempo, y en especial la chaviza noventera era vulnerable a alucinarse con tanta chingonerĂ­a.

Ah, pero no es sólo eso. Es que combinan muy bien esa chingonería con un contenido filosófico de cierta profundidad, que es perfectamente accesible para el público promedio, al que bien puede resultarle novedoso y que puede ponerlo a pensar en cosas que no se le había ocurrido; y además a varios niveles, pues alguien con más inclinaciones metafísicas, puede clavarse penetrando en los mensajes e implicaciones de las películas y cavilar un buen rato.

¡Awesome!

Creo que por ello las Wachoski casi nunca me han decepcionado (con excepción de The Matrix Reloaded, pero ya llegaremos a ello): V for Vendetta es otra de mis películas favoritas y Cloud Atlas me encantó también. Y aunque algunos se quejan de que estas adaptaciones le bajan al nivel de complejidad de las obras originales (y sin duda lo hacen), lo cierto es que ello es inevitable en toda adaptación cinematográfica de una obra literaria y que las Wachoski lograron un equilibrio perfecto entre la profundidad del mensaje y lo cool del espectáculo visual y narrativo. Vamos, que hasta Speed Racer, que es en esencia un entrañable homenaje que dos niñas le hacen a la caricatura que veían los sábados por la mañana, tiene por ahí unos rollos sobre corrupción corporativa y de cómo el desarrollo industrial aplasta al artesano independiente.

Y otra cosa: las Wachowski saben contar una historia. V de Venganza será mucho más simple que la novela gráfica pero, a diferencia de otras adaptaciones de cĂłmics, está estructurada y narrada de tal forma que, aĂşn habiendo leĂ­do la obra original, uno no siente que a la peli le falte coherencia interna, o que queden cabos sueltos o explicaciones al aire. 

Confieso que no he leído Cloud Atlas, pero tengo entendido que las historias están estructuradas a manera de cajas chinas; en la cinta, por el contrario, se intercalan, lo cual me parece una decisión bastante sensata, pues el cine tiene un lenguaje distinto al de la literatura. Uno de los aspectos mejor logrados de la película es precisamente este montaje, pues consigue interesar al espectador en cada historia y mantenerlo en suspenso cuando cambia de una a la otra, además de que el clímax y ciertos momentos de significado emotivo coinciden a la perfección.

Lana Wachowski

Pero dejemos por ahora la obra de las Wachowski y volvamos a The Matrix, y a nuestros versos de Calderón de la Barca. O mejor aún, vámonos más para atrás, a Platón. En su célebre obra La República, el filósofo griego nos relata su famoso mito de la caverna. Unos hombres viven encadenados en una caverna oscura, mirando siempre a una pared. Una luz detrás de ellos proyecta sombras en la pared, de forma que todo lo que ellos ven son sombras de la realidad. Pero ellos creen que esas sombras son la realidad, pues no conocen otra. Hasta que uno de los prisioneros logra escapar de la caverna y ver el mundo real. Cuando regresa con sus compañeros y les cuenta que lo que han estado viendo son sólo sombras y que la realidad está allá afuera, se enfrenta a su incredulidad, en incluso a su hostilidad.

Pues bien, el mito platónico ha tenido una influencia ENORME en el pensamiento occidental. Es en sí una metáfora de la misma filosofía de Platón, quien creía que este mundo material, mutable, diverso e imperfecto, era sólo una sombra de un mundo formado por ideas, esencial, inmutable y perfecto. Pero ha tenido otras encarnaciones. El cristianismo nos decía que la vida en este valle de lágrimas no es la importante, sino la que será en el más allá, en el mundo verdadero. Las teorías de la conspiración contemporáneas sostienen que vivimos en un mundo controlado por poderes inmensos que nos tienen prisioneros en una especie de alucinación. Pero sus encarnaciones no son sólo en el plano de lo esotérico y lo delirante: detrás de todo movimiento o ideología revolucionaria yace la noción de que el mundo como está ahora no es como debería ser, sino de que debe y puede existir un mundo mejor.

"La Caverna de Platón" es también un buen nombre para un tugurio...

La caverna de Platón funciona también como una metáfora de un mundo en el que muy pocas personas se percatan de una compleja realidad social (en la que existe corrupción, opresión, injusticia, violencia, enajenamiento, explotación, manipulación mediática, etcétera), pues la mayoría prefiere optar por la frivolidad y lo superfluo. "Hacer consciencia" equivale en este sentido a "salir de la caverna" y ver el mundo tal cual es.

The Matrix es en principio una exploraciĂłn más de la caverna de PlatĂłn, pero adaptada al mundo posmoderno, con sus sĂ­mbolos y sus significados. La Matrix es la caverna, en la que los seres humanos viven encerrados en un mundo de ilusiones, sombras, vagos fantasmas. El Elegido (The One, del cual Neo viene a ser la más nueva encarnaciĂłn -y de ahĂ­ su nombre), es el primero en despertar por sĂ­ mismo, y que ayuda a los demás a abrir los ojos, ver la realidad y salir de la caverna.

Pero las relaciones no se detienen ahĂ­. The Matrix plantea el problema de si en realidad vale la pena luchar por salir de la prisiĂłn. Está claro que Morpheus (nĂłtese, su nombre es el del mismo dios del sueño), considera que realidad equivale a libertad, que vale la pena sufrir todas las penurias del mundo real, pues vivir libre de engaños ya valioso en sĂ­ mismo. Pero a Ă©l oponemos el personaje de Cypher, quien cree que vivir en un mundo de pesadilla no vale la pena. Él preferirĂ­a vivir en la irrealidad que pasar hambre, frĂ­o y miedo afuera de la caverna. "La ignorancia es dicha", reza su frase más famosa. Al fin y al cabo, tiene un punto, y el mismo Morpheus lo dice: "si lo real es algo que puedes ver, sentir, oler, entonces la realidad son sĂłlo impulsos elĂ©ctricos en el cerebro". Y siguiendo esa lĂłgica, ¿por quĂ© preferir los impulsos que vienen del mundo fĂ­sico a los impulsos que vienen de la Matrix?

Y tĂş, ¿cuál pĂ­ldora escogerĂ­as?

Cypher escoge la prisión del sistema, porque la libertad acarrea demasiados riegos, mientras que la prisión implica seguridad, comodidad, incluso un poco de poder (ilusorio, como todo). Pero si bien uno puede simpatizar con Cypher y su deseo de vivir en la dicha, no le podemos perdonar que traicione a su equipo, causa le muerte de sus compañeros y ande de morbosón siniestro con Trinity.

Podemos tomar The Matrix como una alegorĂ­a de la lucha por la libertad, en la que el conocimiento, aceptaciĂłn y transformaciĂłn de la realidad son parte fundamental de esa lucha. Justo como ocurre en nuestro mundo y la realidad social: para vivir en libertad es necesario conocer el mundo, reconocer su complejidad y luchar por transformarlo. Y la lucha no es fácil, implica carencias, peligros, esfuerzos que pueden llevar al agotamiento, y nada garantiza que quienes participan de esa lucha vivirán para gozar de sus frutos.

Morpheus advierte que cualquiera que no ha sido desconectado de la Matrix se resistirá a aceptar la verdad, e incluso luchará por la prisión en la que se encuentra. Tal como los prisioneros del mito platónico, o como los Godínez conformistas que dicen que así las cosas ya están bien y que se pongan a trabajar, pinches revoltosos. Quienes, como Cypher, a sabiendas escogen acomodarse dentro de "el sistema", a cambio de una vaga promesa de poder gozar de comodidad o privilegios en el mismo, quienes creen que "la ignorancia es dicha", son individuos mezquinos y rastreros, dispuestos a avalar la destrucción de los que luchan por la libertad, siempre que no se trastoquen sus mediocres vidas. No sé ustedes, pero a mí esto me recuerda siempre a los movimientos sociales y a quienes prefieren ignorar las causas de la lucha o de plano abogan por la represión de quienes les estorban (pero igual y son mis chaquetas mentales, recuérdese que yo me defino como "izquierda friki").


La lucha por la libertad siempre es un tema que apela a los seres humanos, pero The Matrix tiene otros que se suman a Ă©ste para hacerla una historia tan llamativa. Es que, de hecho, y al igual que toda gran obra de fantasĂ­a heroica que dio el siglo XX (El Señor de los Anillos, Star Wars e incluso Harry Potter), The Matrix sigue la estructura y el parámetro fijado por el mito clásico. Desde que empezamos a ver la pelĂ­cula, encontramos referencias que nos remiten a un pasado que precede a esta historia en especĂ­fico. Empezamos por los nombres, de origen mĂ­tico o antiguo: Morpheus, Niobe, Nabuconodosor, SiĂłn, Trinity, Merovingio, PersĂ©fone... Existen ciudades mĂ­ticas, guerreros valerosos, oráculos, amores que superan todos los osbtáculos, seres que nos recuerdan a demonios y poderes que bien podrĂ­an ser mágicos.

Luego tenemos que The Matrix es un mito mesiánico (como las otras obras mencionadas, y mucha de la ciencia ficciĂłn y fantasĂ­a contemporánea más popular). Hay un Elegido, poseedor de un poder y un destino extraordinario, pero que ignora dicho potencial hasta que se encuentra con un mentor, el cual lo introduce en un mundo hasta entonces desconocido para Ă©l.

Todos estos elementos remiten a estructuras y cĂłdigos de significaciĂłn que, por el sĂłlo hecho de haber crecido en esta cultura occidental, tenemos ya interiorizados y apelan a nuestras emociones más básicas. Por eso nos emocionamos tanto con estas historias. Pero además, The Matrix logrĂł vestir todos esos significados con elementos del mundo contemporáneo, de una forma que nadie habĂ­a logrado desde la TrilogĂ­a Original de Star Wars.  Junto a los nombres mĂ­ticos están los modernos: Cypher, Mouse, Switch, Dozer, Tank... Junto a oráculos y Elegidos tenemos naves voladoras, armas de energĂ­a y monstruos mecánicos. MĂşsica electrĂłnica y rock pesado suenan para acompañar las hazañas de un hĂ©roe que viste a la moda cyberpunk y sabe Kung-Fu.


AĂşn podemos mencionar un aspecto más que contribuye a que The Matrix sea tan extraordinario: crea un ambiente esencialmente juvenil y diverso. Con excepciĂłn de Morpheus y otros capitanes, y de los vejetes del consejo, nuestros hĂ©roes, "los buenos", son puros jĂłvenes que no aparentan más de treinta. Además, de una forma que contrasta notablemente con a lo que la ciencia ficciĂłn y la fantasĂ­a nos tiene acostumbrados, el equipo de los hĂ©roes es Ă©tnicamente diverso. SĂ­, la pareja heroica, Neo y Trinity, son blancos (de hecho, Keanu Reeves es de ascendencia china y hawaiana), pero Morpheus, Niobe y la Pitonisa son de raza negra. La mitad de la tripulaciĂłn del Nabuconodosor no es blanca, y más tarde, en SiĂłn, vemos otros personajes relevantes que son negros, asiáticos o morenos. Las proporciones entre blancos y personas de otras razas son mucho más equitativas que en el comĂşn de las pelĂ­culas, no sĂłlo de fantasĂ­a, sino de cualquier gĂ©nero en Hollywood.

Por el contrario tenemos a los Agentes, que son el brazo mismo del sistema: todos cuarentones, todos blancos, todos vestidos y peinados igual. ¿CĂłmo decĂ­a aquella frase de Abie Hoffman? "Nunca confĂ­es en alguien de más de 30"... Juventud, rebeldĂ­a, pasiĂłn y diversidad equivalen a humanidad, mientras que adultez, represiĂłn, apatĂ­a y homogeneidad equivalen a lo mecánico. La humanidad es vida, es libertad; la máquina es opresiĂłn.

Bien, estos comentarios se centran sobre todo en la primera pelĂ­cula y en el universo al que dio lugar. TratĂ© de encontrar lo que hace que The Matrix se tan grandiosa. Sostengo que esa primera pelĂ­cula es genial y casi impecable (ya alguna vez mencionĂ© que su premisa básica no tiene sentido, pero uno puede ignorar esas cosas). Ahora dediquemos unas palabras a sus secuelas.


EmpezarĂ© por establecer dos cosas 1) Las secuelas son absolutamente innecesarias 2) Animatrix es bastante mejor que las dos pelĂ­culas. Las secuelas son innecesarias porque la primera pelĂ­cula funciona bastante bien por sĂ­ misma: no necesitamos saber quĂ© pasĂł despuĂ©s. Pero bueno, aĂşn asĂ­ habĂ­a material para hacer buenas pelĂ­culas... ¿quĂ© saliĂł mal?

Pues resulta que las Wachowski solamente querĂ­a hacer una secuela y una precuela. Pero los estudios querĂ­an seguir capitalizando con la primera cinta y consideraban que pelĂ­culas que no tuvieran el mismo reparto que la primera no serĂ­an comerciales. AsĂ­, la precuela pasĂł convertirse en Animatrix y la secuela se dividiĂł en dos pelĂ­culas... Dos pelĂ­culas producidas al mismo tiempo, con el gasto de una sola, pero que podrĂ­a vender el doble de boletos en taquilla... Y esto queda como un ejemplo más de cĂłmo los avariciosos ejecutivos de Hollywood echan a perder algo chingĂłn.

Las Wachowski tuvieron que expandir artificialmente una historia que iba a dar para sĂłlo una pelĂ­cula más. ¡Y se nota! Hablemos (ahora sĂ­) de The Matrix Reloaded. Lo que pensĂ© en su momento al ver esta cinta, y reafirmĂ© al volverla a ver hace poco es que es una gran pĂ©rdida de tiempo. La peli sĂłlo está ahĂ­ para hacer de puente entre la primera y tercera. Casi no pasa nada importante y para colmo termina de la forma más anticlimática posible.

SĂ­, hay algunos momentos muy buenos, como cuando Neo habla con el consejero acerca de cĂłmo en realidad seguimos siendo esclavos de las máquinas, o como cuando Neo habla con la Pitonisa, o como cuando Neo habla con el Arquitecto (en fin, las partes filossoficosas de la peli). Pero el resto es puro relleno, que se nota que está ahĂ­ para hacer tiempo: la pelea con el tipo que ayuda a la Pitonisa (pointless), la larguĂ­sima pelea y persecuciĂłn para conseguir al Cerrajero (pointless), ¡el puto rave / escena sexual! (fucking pointless!). La pelea de Neo con los chingos de Agentes Smith estuvo chida en su momento, pero hoy se ve sacada de un videojuego (neta, hay juegos de X-Box que se ven mejor). En fin, toda la pelĂ­cula se resume en unos momentos que hacen avanzar la trama o dan cierta profundidad a la historia, aislados por relleno de paja.


El conflicto principal en The Matrix Reloaded, "hay que encontrar al Cerrajero y entrar al edificio tal para que Neo pueda accesar a la computadora de la Ciudad de las Máquinas", se podía resolver en media hora. Hasta entiendo que para quitarle el Cerrajero al Merovingio y entrar al edificio tal eran necesarias unas buenas secuencias de acción, pero no tan laaaaaargas. Vamos, en la siguiente película nuestros héroes también tienen que obtener algo del Merovingio y lo logran sólo entrando a su antro y apuntándole con una pistola en la cabeza, no teniéndonos que chutar una pelea más otra pelea, más otra persecución, más otra pelea. Las Wachowski están haciendo tiempo y es embarazosamente muy obvio.

Por otro lado, Monica Bellucci en vestido de látex.

Supongo que debía ser difícil encontrar algo para hacer con Neo, porque al final de la primera cinta lo habían dejado muy poderoso. Pero en vez de enfrentarlo a retos dignos de sus nuevos poderes, hacen lo mismo que los escritores que no saben qué hacer con Superman: lo dejan de lado, lo neutralizan o apartan de la acción, de forma que participa poco en la historia y sólo llega en el último momento a salvar el día (piénsese en series como Lois and Clark o Smallville).

The Matrix: Revolutions es igual de innecesaria que Reloaded, pero a mi gusto, mucho mejor. La Ăşnica razĂłn por la que tolero la segunda parte es por llegar a la tercera. Y aĂşn asĂ­ tiene sus defectos, en particular lo que hacen con Neo, que al final de la segunda cinta ya tenĂ­a el poder de chingarse a los Centinelas con sĂłlo pensarlo, y sin embargo en Ă©sta lo mandan a negociar la paz con las máquinas en vez de usar sus poderes para defender SiĂłn de un ataque de, adivinen, Centinelas.

Pero Revolutions se pone realmente Ă©pica, con secuencias de acciĂłn y heroĂ­smo tremendos. Y aunque sĂ­ tiene algo de paja, en especial en cuanto a subtramas de personajes que nos importan un carajo, en general va directo al grano. La pelea final tipo Dragon Ball entre Neo y Smith me parece magnĂ­fica, y lo mejor de todo es que el tema mesiánico se cierra: el hĂ©roe ofrece su vida para salvar tanto a la humanidad como a las máquinas, que se verán obligadas ahora a convivir en paz (hay una referencia a la crucifixiĂłn bastante obvia). Y la criatura mecánica con la que Neo parlamenta hacia el fina es Dios. No es broma, el personaje se llama oficialmente Deus ex Machina, o sea "Dios desde una Máquina".


La relación entre Neo y Trinity alcanza nuevos niveles. No es sólo el chico que salva a la chica, sino que ambos se acompañan, apoyan y guían mutuamente, ambos están dispuestos a dar la vida por el otro. El héroe no se queda con la chica, sino que ambos mueren luchando por lo que creen. Esto es algo que no se ve en otras historias de fantasía heroica.

Creo sinceramente que si las Wachowski hubiesen decidido eliminar la paja y se quedaban sólo con lo importante, habrían podido hacer una sola películas bastante buena, quizá un poco más larga de lo habitual. Aunque, de todas formas, de elegir me quedaría sólo con la primera.

Y bien, eso sería todo. The Matrix tiene aún muchas aristas que pueden ser analizadas (por las redes se ha usado mucha tinta digital para hablar del tema), pero el punto es, al final, que es mucho más que una cinta de patadas voladoras y bullet-time: es una obra cinematográfica en la que puede profundizarse y apreciarse a distintos niveles. Les invito a ello, a descubrir qué tan profunda es la madriguera del conejo blanco.

FIN


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9 comentarios:

Gary Rivera dijo...

que bacan! yo pienso que la primera es la mejor de todas! y la ultima deberian borrarla!

Para mi marco un hito en mi adolescencia!
agradezco mucho la explicacion!!!

AnĂłnimo dijo...

una increíble y original franquicia de su época ( igual que star wars, que curioso) , que se volvió peor conforme seguían saliendo más películas ( igual que star wars también y Terminator ... y alíen... y tiburón... Y, bueno muchas otras)
como sea, buena entrada.
P.S. Sabía que no era el único que tenía sueños en los que era Neo

Syous dijo...

Buena entrada, muy completa. Estoy de acuerdo con lo de Dark City que es a mi gusto una gran pelĂ­cula y si le buscan pueden encontrar el bluray en 70-90pesos en walmart, aunque a muchas personas les puede parecer algo es genial para la reflexiĂłn.

Saludos!

AM dijo...

Dark city es en efecto una joya que pocos conocen. Pero al igual que con ciertos productos no es lo bueno lo que vende sino lo que es mejor publicitado.
Confieso que este post cae justo en un momento en que la unidad realidad-ilusiĂłn me martillea el cerebro, sobre hasta que punto la máscara es una ilusiĂłn o solo un aspecto de la realidad. ¿Son realmente opuestos o una contiene a la otra?
Con respecto a la película, a mi también me quedó la sensación de que si se hubieran detenido en la primera, no habría daño. Era tan buena película y me recordó tanto a Terminator. (hay muchos temas comunes entre Matrix y Terminator, las primeras).
Buen post como siempre profesor. Y me has obligado a ver por un lado Speed Racer y a leer los Invisibles por el otro. Gracias.

Alexander Strauffon dijo...

Como te dije una vez que platicamos: debiĂł quedar en una sola pelicula, sin secuelas. Habria resultado mejor asĂ­.

Quizá complementarle solamente con Animatrix, la cual tengo en DVD. Me agrada.

Juan Calvera dijo...

No sé si lo habrás visto, Everything is a Remix versión Matrix. Está buenísimo. Yo le perdí un mucho a mor a la película después de verla. Sin embargo, según lo plantea el video, sigue siendo interesante la capacidad de síntesis de los guachousqui.

http://www.youtube.com/watch?v=yrW3E6BN5Dg

Maik Civeira dijo...

Pues sĂ­, como lo decĂ­a en este mismo post, Matrix hace cosas que ya se habĂ­an hecho antes, pero sobresale porque mezcla a la casi perfecciĂłn todos esos elementos tomados de otras fuentes. Si acaso, este video me ha hecho admirar esa capacidad de sĂ­ntesis que mencionas.

Juan Calvera dijo...


Bueno, creo que confesaré que es la primera vez que leo uno de tus posts al chilazo, y no noté que habías mencionado el mismo punto del video.

Describes la película con harto amor. Le daré una nueva vista. Checaré también Cloud Atlas, no sabía de su existencia. =)

A ver qué sucede con la nueva Jupiter ascending.

Maik Civeira dijo...

Y bueno, como dirían por ahí "no hay nada nuevo bajo el sol". Igual "Star Wars" es un remix de la cultura pop de la primera mitad del siglo XX, y "El Señor de los Anillos" es un remix de la épica fantástica anterior, y "Don Quijote" es un remix de la literatura de caballería del siglo que le precedió. Chidos los remixes, pues :D (Y)

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