¡Este 2019 Batman
celebra su octogésimo aniversario! Para celebrarlo, recordemos a uno de los
hombres más carismáticos que portó la capucha del Caballero de la Noche: Adam
West, quien dio vida en la pantalla chica al Batman más groovy que haya existido.
Desde que West
falleció en junio de 2017, los homenajes no han faltado, y quizá el más emotivo
de todos fue el encabezado por el alcalde de Los Ángeles, quien encendió una
batiseñal el 15 de junio de aquel año, en un evento en el que habló el viejo
amigo y compinche Burt Ward, quien interpretara a Robin. Las muestras de cariño
han sido muchas y no podía ser de otra manera pues, sin importar nuestra edad,
West fue para muchos fue nuestro primer Batman.
William West
Anderson nació el 19 de septiembre de en Walla Walla, Washington. Su madre era
una cantante de ópera y pianista que se había visto obligada a abandonar su
carrera artística para atender a su familia en la granja de su esposo. Cuando
sus padres se divorciaron, West se mudó con su ella a Seattle. En la
universidad practicó la oratoria y el debate.
Durante la
Segunda Guerra Mundial, sirvió como anunciante en emisiones oficiales de la
televisión de las Fuerzas Armadas. Más tarde se mudó a Hawaii, donde obtuvo su
primer papel en un show infantil para televisión. Tras mudarse a Hollywood con
su familia, West consiguió papeles secundarios en cine y televisión, por lo
general en historias policiacas y de vaqueros.
Su gran oportunidad
le llegó en 1966 cuando fue escogido para interpretar a Batman en la legendaria
serie de TV. Después de que su cancelación en 1968, West hizo la voz del Encapotado
en la serie animada que fue sucesora espiritual de la original, aquella otra de
Los Superamigos y un par de
encuentros con Scooby-Doo, más una que otra aparición especial.
Tras el final de
la serie, West quedó tan encasillado en su papel que prácticamente no pudo
hacer otra cosa. Su carrera se vio reducida a papeles menores en diferentes series
de TV. Pero en los 90 ya era una
leyenda, y muchos los nuevos creativos de la televisión eran ellos mismos fans
del show sesentero que habían crecido admirando a West. Nuestro héroe empezó a
aparecer en papeles que eran a la vez homenajes y parodias del rol que lo hizo
famoso.
Por ejemplo, en Batman: The Animated Series, hizo una
entrañable aparición especial como el actor que encarna al Fantasma Gris, un
superhéroe de TV que había sido el ídolo del pequeño Bruce Wayne. El capítulo
es tremendamente conmovedor y uno de los mejores de toda la serie. Otras series
animadas en las que apareció incluyen Los
Simpson, Futurama, Rugrats, Johnny Bravo, Bob Esponja,
Los padrinos mágicos y Padre de familia.
Si ustedes eran
niños antes de 1992, entonces lo más probable es que su primer acercamiento a
Batman fuera esa serie o algunos de sus spin-offs
animados. Todos recordamos el encanto kitsch
de aquel programa de televisión, una mezcla entre aventura y comedia, con un
poco de misterio, una cosa bien extraña, ligera, bonachona y, hoy por hoy,
fascinante. Es como un escaparate a lo más locochón de una época de por sí
locochona. Podría gustarnos o no, pero no se puede negar que resulta hipnótica.
A veces es tan inverosímil que hasta los que crecimos con ella nos preguntamos
“¡¿de verdad existió eso?!”.
La reelaboración
de Batman en la década de los 80, en especial de las plumas de Frank Miller (The Dark Knight Returns, Year One) y Alan Moore (The Killing Joke), pretendía deliberadamente
alejarse de esa visión campechana y volver a los orígenes noir del cómic creado por Bill Finger (visión que el artista Bob
Kane, partidario del tono colorido, nunca comprendió). Lo agradecemos porque
definitivamente muchas de las mejores historias del Señor de la Noche sólo
fueron posibles cuando Miller y Moore llevaron el personaje a la madurez. El
Batman atormentado que se mueve en un mundo oscuro y violento ha sido la norma,
ya sea en los cómics, en las adaptaciones cinematográficas de Tim Burton o de
Christopher Nolan, o en la serie animada de Paul Dini y Bruce Timm.
Pero a veces es
inevitable sentir que tanta oscuridad termina por saturarnos, que tanta
sordidez, tragedia y muerte pueden llegar a ser excesivas. Entonces agradecemos
también que exista esa visión brillante y divertida, de una época en la que
creíamos puramente en la bondad y el heroísmo, en la que el gran detective y peleador
también nos recordaba que debemos estudiar, comer verduras y usar el cinturón
de seguridad. A veces se siente que las historias de superhéroes en la
actualidad han perdido alegría, el disfrute sin pretensiones de aventuras que
sabemos que son absurdas y no deberían tomarse demasiado en serio, y entonces
es bueno poder volver a ver a Adam West usar el traje azul y gris.
Hace un tiempo
un amigo planteaba la pregunta de si Adman West había sido EL Batman como
Christopher Reeve fue EL Superman. Yo no lo creo, pero sí estoy seguro de algo:
el Batman de West es único; no es simplemente una encarnación más del conocido
personaje de las historietas, sino que Adam West nos dio un arquetipo nuevo.
Michael Keaton, Christian Bale y Ben Affleck han tratado de darnos sus mejores
versiones del atribulado Caballero Oscuro, cada uno con sus fortalezas y debilidades.
Pero Adam West nos dio un Caballero Luminoso, un héroe que podía ser un ejemplo
a seguir, y le quedamos eternamente agradecidos por ello.
Ya te veremos
Adam, en el próximo episodio, a la misma batihora y por el mismo baticanal.
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2 comentarios:
Hace un par de días encontré a este Batman en una película, si no la has visto bien vale la pena es de 2016 y se llama Batman: Return of the Cape Crusaders, si la buscas en internet veras incluso el trailer y es justo como lo señalas
¡Sí! Antes de morir Adam West prestó su voz para un par de películas animadas, ¡que son continuaciones oficiales de la serie de los 60!
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