Digamos que eres una persona a la que le gusta leer y anda buscando esparcimiento
estos días; los cómics de superhéroes no te interesan para
nada, pero has escuchado que hay ciertas obras que van más allá de las capas y
mallas, y que vale la pena checar. O supongamos que eres una persona ya
fascinada por los cómics, que conoces todo el Universo Marvel, pero ya
consideras llegado el momento de pasar a lecturas un tanto diferentes, y
descubrir qué hay más allá. Esta lista es para ti.
Primero, ¿qué es eso de “novela gráfica”? Existen dos acepciones
básicas. Una es medio pretenciosa; pretende distinguir “novela gráfica” como
una obra de grandes ambiciones intelectuales, en oposición al “cómic”, mero
entretenimiento pueril. Ignoren ésa. Yo prefiero una acepción que se refiere
simplemente al formato de la obra: una novela gráfica es un cómic de extensión
relativamente larga que narra una historia autocontenida. Es decir, si el
número 323 de The Amazing Spider-Man es como un capítulo en una serie de
TV con muchas temporadas, una novela gráfica sería como una película o, a lo
mucho, una miniserie. De hecho, muchas novelas gráficas son compilaciones de
obras que fueron publicadas originalmente como seriales.
Como sea, aquí tienes 12 novelas gráficas esenciales para empezar a
adentrarte en el mundo de la literatura en viñetas. Hay fantasía y ciencia
ficción, por supuesto, pero también historias de la vida real, y hay tanto
cómic estadounidense como latinoamericano y europeo:
El Eternauta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano
López (1957-59): Empezamos este recorrido en América Latina, con la obra de
estos argentinos. La historia va de una invasión extraterrestre, narrada desde
el punto de vista un pequeño grupo de supervivientes en Buenos Aires. Sin la
acción y heroísmo que este tipo de historias suele tener en la ficción
estadounidense, aquí tenemos un relato melancólico y crudo, en el que la
invasión y el genocidio sirven como comentarios sobre la historia de nuestra
América, con sus dictaduras y golpes de Estado.
Fritz the Cat de Robert Crumb (1965-72): La década de los
60 fue la del auge de los comix, obras contraculturales y contestatarias que se
rebelaban contra el mainstream de la industria editorial. Una de las
tiras más icónicas fue la de este cínico gato antropomorfo. Estaban llenas de
crítica social, sexo explícito, violencia gráfica y mucho humor negro, pero
negrísimo. Un escándalo para las buenas conciencias de entonces, y aún de
ahora. El volumen reúne las múltiples historietas breves que fueron creadas por
Crumb a lo largo de los años.
A Contract With God de Will Eisner (1978): Esta obra fue
la responsable de popularizar el concepto de “novela gráfica”; su creador, por
otro lado, fue uno de los maestros fundadores del noveno arte. Eisner se
inspira en sus vivencias reales, mientras crecía como un niño judío de clase
trabajadora en Nueva York. El volumen se compone de cuatro historias entrelazadas
sobre las vidas de los habitantes de un edificio departamental, y sus temas
abarcan la desilusión, la nostalgia, la intolerancia racial y, como el nombre
lo sugiere, la relación de la humanidad con un Dios que permanece ausente.
Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons (1986-87): Uno de
los cómics más influyentes de toda la historia es, junto con Maus, el
único aparecido en la lista de los mejores libros de la segunda mitad del siglo
XX. La obra es una deconstrucción de la figura del superhéroe, tal como podrían
existir en el mundo real, impactando la historia y el devenir humano. Se
caracteriza por la profundidad psicológica de sus personajes y la complejidad
filosófica de su argumento; es una obra llena de referencias literarias y
experimentos narrativos revolucionarios.
El Incal de Alejandro Jodorowsky y Moebius (1980-88): El
chileno Jodorowsky es famoso por estar loco de remate, y aunque cualquiera debe
alejarse de sus enseñanzas pseudopsicológicas, como narrador veterano de la
generación contracultural sesentera, su obra reviste de mucho interés. Junto
con el francés Moebius, uno de los artistas más celebrados del mundo de la
historieta, nos trae este relato de ciencia ficción y fantasía sobre un héroe
en busca de la iluminación. Lleno de filosofía y espiritualidad, cuenta con
algunas de las páginas más bellamente ilustradas en la historia del noveno
arte.
V for Vendetta de Alan Moore y David Lloyd (1982-89): No
por nada Moore ha sido llamado el Dostoyevsky del cómic, pues se trata del
argumentista vivo cuyo trabajo ha impactado más en el medio. En esta segunda
obra nos presenta un escenario distópico sobre una Inglaterra dominada por un
partido fascista. En este contexto surge V, una especie de anti-superhéroe, un
vigilante anarquista que lucha para derrocar al régimen, un acto terrorista a
la vez. Es una obra inundada de filosofía política, cuyas reflexiones se
antojan muy relevantes para nuestros días.
Maus de Art Spiegelman (1980-91): Considerada por muchos
medios como LA mejor novela gráfica del siglo XX, en ella el autor relata los
recuerdos de su padre, un judío polaco que logró sobrevivir al Holocausto nazi.
Aunque el arte es estilizado y el autor utiliza animales antropomorfos para
representar diferentes nacionalidades (los judíos son ratones, los alemanes son
gatos, los americanos son perros, los rusos son osos…), el cómic es
desgarradoramente realista. Spiegelman intercala el presente con el pasado y
hasta se pone metaficcional por momentos.
Operación Bolívar de Edgar Clément (1993-94): Llegamos al
México lindo con esta novela ambientada en una época de crisis para nuestro
país. El cómic va sobre policías corruptos, narcotraficantes, intervencionismo
yanqui y, faltaba más, ángeles y arcángeles que son cazados para vender sus
partes en el mercado negro. Como buena obra mexicana de la época, es cínica,
llena de humor negro, y muy poco optimista sobre nuestra realidad política. Su
arte rebosa con referencias a la tradición artística mexicana, desde el barroco
hasta la caricatura de Posadas.
Ghost World de Daniel Clowes (1993-97): Relato icónico de
la Generación X, va sobre un par de chicas que están pasando de la adolescencia
a la juventud, en el desierto ideológico de los 90. Cómica, muchas veces ácida,
esta novelita de culto retrata las vicisitudes de la vida juvenil en una década
caracterizada por su consumismo y vacuidad. Desde el vacío esnobismo
intelectual hasta la banalidad del pop, este cómic analiza con humor, y a veces
con melancolía, la cultura de la última década del siglo pasado.
Persépolis de Marjane Satrapi (2000-03): Esta hermosa
obra de la artista iraní se ha ganado el corazón de millones de lectores
alrededor del mundo. Basada en su propia niñez y juventud en el Irán de los
ayatolas, a través de la vida de la protagonista conocemos la realidad del
régimen teocrático y cómo afectó la existencia de las personas comunes y
corrientes. Pero es también una historia sobre crecimiento y autorrealización,
y de la posibilidad de encontrar esperanza y un espacio para la rebeldía hasta
en el más opresivo de los entornos. Esta novela fue adaptada fielmente en un hermoso largometraje animado.
Logicómics de Apostolos Dioxadis, Christos Papadimitriu y Alecos Papadatos (2008): Basada en la vida y obra del filósofo y matemático Bertrand Russell, esta novela nos lleva a través de dos guerras mundiales, la fundación de las matemáticas, problemas lógicos y epistémicos, y hasta la influencia de las tragedias griegas. Innovadora en su arte y narrativa, logra también hacer de una búsqueda intelectual una odisea apasionante, presentar complejos temas filosóficos de forma accesible y humanizar a una de las mentes más brillantes que viviera en el siglo pasado. Ideal para estudiantes de filosofía.
Le bleu est une couleur chaude de Jul Maroh (2010): Conforme nos adentramos en el siglo XXI, vemos aparecer voces cada vez más diversas en el medio, hasta entonces dominado casi por completo por los hombres. Aquí le artiste no binarie Maroh nos cuenta una historia de amor entre dos mujeres jóvenes, que transcurre entre finales de los 90 y principios de los 00. Aun enfrentando la hostilidad del mundo y los problemas que necesariamente surgen en cualquier relación, la vida compartida de Clémentine y Emma conoce también felicidad y sensualidad. La obra es todo un testimonio de lo que significó crecer siendo lgbt para una generación en el cambio de siglos
Como decía, ésta es una lista muy básica, una simple muestra de la gran variedad que puede encontrarse en el mundo del cómic. Ojalá encuentren en ella una novela que les llame la atención y se animen a leerla. Si ya las conocen, me gustaría saber sus opiniones y comentarios. ¡Saludos!
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