Acabo de entregar mi Ăşltimo informe del servicio social con la esperanza de que la escuela me liberara de una vez por todas de sus malditos trámites, pero, ¿fue asĂ? ¡NO! AĂşn tengo que llenar solicitudes, escribir cartas y chupar pollas. ¿¿Por quĂ© no puede ser simplemente que le entregue a la escuela un documento de parte de los coordinadores del servicio social diciendo que ya cumplĂ mis horas, y que por ello la escuela me entregue otro documento diciendo que me libera?? ¿¿Por quĂ© para todo en este paĂs tiene que haber tanta pinche burocracia??
El temor de Mark Weber se hizo realidad: la burocracia no tiene nada de racional, es increĂblemente primitiva. Las cosas se hacen no por llegar de la forma más eficiente a un objetivo, sino que se siguen haciendo nomás porque sĂ, porque es la costumbre, porque asĂ se hacen las cosas. Ésta es mi suposiciĂłn mafufa: la burocracia es un residuo de un estadĂo primitivo anterior para el cual el ritual era parte fundamental (perdĂłn por el verso interno) de la vida. AsĂ, si un brujo querĂa invocar al Dios Culo de Mono, debĂa juntar sangre de cabra y un montĂłn de chingaderas inĂştiles, hacer un baile especial que sea exactamente como lo preescrito en el dĂa de equinoccio vernal, pero sĂłlo si hay luna llena o una mamada asĂ. No basta con llamar al Dios Culo de Mono y decir "Hey, Dios Culo de Mono, si eres tan chingĂłn, Ă©chame una mano".
AsĂ es para los de la tribu burocrática, como son un montĂłn de changos paleolĂticos, sienten que el ritual es imprescindible y que se necesitan todos los elementos mágicos para invocar el poder de la instituciĂłn a la que se está apelando. Dichos elementos no sirven para un carajo, sĂłlo son parte importante del ritual porque asĂ está prescrito.
En resumen, todos esos burĂłcratas no deberĂan estar administrando nuestras vidas sino danzando alrededor de una fogata y comiendo carne cruda de bĂşfalos acuáticos.
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1 comentario:
SĂ© bien lo que es eso.
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