Mark Millar (Coatbridge, Escocia, 1969) es un
argumentista de cómics muy popular, redituable y multipremiado. Es mejor
conocido por su trabajo en The Authority,
Ultimate X-Men, The Ultimates, Ultimate Fantastic
Four y Civil War, así como por
las novelas gráficas Superman: Red Son,
Marvel 1985, Kick-Ass, y la considerada su obra
maestra, Wanted.
Diálogos ingeniosos, historias apasionantes, giros
argumentales impredecibles y la osadía del autor al romper con varias
convenciones del cómic americano comercial han hecho de Millar uno de
los escritores más aclamados del momento. Sin embargo, debo decirlo: ¡no me gusta Millar! Si bien no es siempre malo, con frecuencia ha sido sobrevalorado y hay mucho de
su obra que no más no trago.
Hay muchos clichés que Millar repite una
y otra vez en sus obras. Quizá el que más me exaspera es su estrategia para la
creación de personajes, la cual consiste en acumular datos absurdamente exagerados sobre
ellos, que recuerdan a aquellos chistes que contábamos cuando niños. Verbi gratia: “Lex Luthor es tan
inteligente que inventó el Walkman mientras se duchaba”; “Xavier es tan chingón que lee más rápido de lo que puede cambiar las páginas”; “The Killer es tan
malo que mató a miles de personas en una semana y violó a una actriz de primer
nivel”; “Tony Stark es tan mujeriego que…” En fin, creo que se entiende el
punto.
Vean la página anterior. ¿Pueden imaginar una forma más mamona de caracterizar a un personaje? Bueno, pues así le hace Mark Millar con TODO. Chequen que Luthor estaba leyendo "El Príncipe" de Maquiavelo mientras juega varias partidas de ajedrez a la vez. Un tipo tan inteligente como se supone que es Luthor habría leído "El Príncipe" mucho tiempo antes y ahora le estaría dedicando su atención a algo más complejo. Pero Mark Millar no es realmente culto, y entonces sólo puede suponer lo que una persona culta lee...
Viñeta: Cómic de The Authority Unos tipos malos entran a un hospital, matan a medio mundo y hacen explotar a una sala de maternidad. "Oh", dice la villana, sobre un par de enfermeras noqueadas "¿De veras las vas a violar a las dos?" "¡Claro!" Contesta el otro. Y más tarde, otro de los malosos le dice a uno de los buenos "¿No lo sabes? Nosotros somos del tipo de personas que cuentan chistes sobre bebés muertos." O sea, estos vatos son tan malos, tan malos que...
Encuentro bastante molesto que este patrón se repita
en casi todas los cómics de Millar que he leído. Y es que la simple acumulación
de datos exagerados no define a un personaje; sólo
son datos que impresionan a algunos incautos, pero no nos dicen nada sobre los
caracteres, mientras que provocan que éstos sean tan arrogantes que no se les pueda
soportar. Todos los personajes con los que trabajó en Ultimate Marvel, Superman:
Red Son y Wanted me parecen
insufribles. En The Ultimates y The Authority sí nos dio superhéroes
neuróticos y conflictivos, pero ni en estos trabajos Millar pudo escaparse de su propio lugar común. Y aunque The
Ultimates al principio me pareció divertido, Ultimate
X-Men se me hizo tan pedante que no lo pude seguir leyendo.
Viñeta: Tony Stark a través de una pantalla "Oh, lo siento, es que estaba cogiendo con Shannon Elizabeth" Jojojo. Ironman es tan zorro, pero tan zorro que...
Es cierto que Millar rompe con muchas limitaciones
del cómic americano comercial, y que se esfuerza por hacer de sus trabajos
obras dignas de un público más exigente, como son las nuevas generaciones
de lectores de cómics. Así, no tiene escrúpulos en mostrar violencia,
incluyendo masacres de gente inocente y hasta niños, ni se deja restringir por
mojigaterías y nos entrega personajes sexualmente activos, incluso cuando son
menores de edad (como en Ultimate X-Men).
Pero mucho sexo y mucha violencia, si no son usados con inteligencia, no hacen
que un cómic sea “adulto”, sino que lo vuelven apto para adolescentes morbosos
e impresionables. La mayor parte del tiempo Millar se
limita a aderezar sus historias con altas dosis de los elementos mencionados,
pero sin el juicio y sensatez que se necesitan para que resulte una obra en
verdad madura.
Viñeta: Mr Rictus entra en casa de Doll-Master y le muestra fotos de cómo violaron y mataron a su esposa e hijos. Joker + Toyman + sexo no consensuado + violencia exagerada = ¡cómic adulto! Y Mark Millar se siente muy complacido de sí mismo.
Al comparar el trabajo de Millar en sus tres títulos
de Ultimate Marvel y en The Authority con el de Brian Michael Bendis
en Ultimate Spider-Man y con el de
Warren Ellis en Planetary, el escocés
queda muy mal parado junto a estos dos autores menos pretenciosos a la vez que
más talentosos y originales.
Dos de las más galardonadas obras de Millar no me
parecen en realidad tan buenas. Superman:
Red Son tenía mucho potencial para convertirse en un clásico, con la
premisa de “¿qué habría pasado si Superman hubiese crecido en la Unión
Soviética?” No obstante, Millar decide no embrollarse mucho con las
implicaciones de tener un Superman comunista y nos entrega una historia común
de superhéroes, digna de la Era de Plata, y con unos personajes bastante
antipáticos. Es evidente que Millar no es un tipo particularmente culto. El final es muy impresionante, pero tengo entendido que le fue
sugerido a Millar por Grant Morrison (un escritor de mucho más alto nivel). No
está mal la obra en sí, de hecho es bastante buena, pero creo que su valor ha
sido exagerado y que al autor le quedaba muy grande la premisa.
Wanted,
por otro lado, me parece la obra ideal para adolescentes impresionables.
Cargado de violencia y sexo innecesarios, es un cómic muy divertido, con buenas
dosis de humor negro, además de que en él se disfrutan mucho los homenajes a
cómics clásicos. La idea de hacer una novela gráfica en la que los villanos son
los héroes es genial. Pero aquí Millar nos presenta personajes creados con el
mismo esquema de “es tan, pero tan, tan [inserte aquí adjetivo] que…” Todos
ellos son bastante planos. Los villanos son malos porque sí, y no se profundiza
en su psicología. Y son malos muy malos, que lo mismo roban, matan inocentes,
violan y son sexualmente promiscuos. No aparece un solo personaje matizado como Ra’s Al
Ghul, Magneto o el Dr. Doom, que serán muy villanos, pero son tipos con códigos de honor inquebrantables. Y luego está el final, en el que después
de que se acumula mucha tensión, el protagonista, The Killer, sólo sale y mata
a todo el mundo a balazos, sin ninguna dificultad, en un desenlace de lo más
anticlimático tipo película de balazos de los 80. Repito, es una novela gráfica divertida, pero no puedo evitar
que me irrite el oír a fans y a críticos decir que dicen que Wanted es el Watchmen de los villanos. Hay que saber guardar las distancias, por
favor.
Marvel
1985
es otro cantar. En esta obra sí vemos personajes interesantes,
por los que se puede sentir empatía. Marvel 1985 es un hermoso homenaje a los cómics
en sí y una emotiva pieza de nostalgia por aquella edad en la que uno descubre
las historietas. Es menos pretenciosa que Red
Son o Wanted y mucho más
disfrutable. Aquí Millar dio en el clavo para despertar las emociones más
intensas del comiquero fiel, con un buen argumento, una trama apasionante, excelentes
diálogos, momentos climáticos espectaculares y una entrañable recreación de los
80 y su cultura pop. Este cómic ha sido llamado “el Watchmen de Marvel”, lo que es otra gigantesca exageración. Es un
buen cómic, de lo mejor de Millar, pero no es para tanto, pues sigue dependiendo de la autorreferencia y la nostalgia como ingrediente principal.
Hermoso momento |
No leí Kick-Ass. La película me gustó mucho (por divertida, no por profunda), pero me han dicho que es incluso mejor que el cómic. Y no me extrañaría.
En conclusión, Mark Millar es un escritor ok la mayor parte del tiempo (es decir, tampoco escribe pura porquería). Pero no creo que se merezca ser tan laureado, ni mucho menos que se le compare
con un genio de la talla de Alan Moore.
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9 comentarios:
¿Con qué clase de gente te juntas que dice cosas como "Wanted es el Watchmen de los villanos"? O.o
Por cierto, me gustaría leer qué opinas de Frank Miller y sus recientes declaraciones contra el movimiento "Occupy...". Como de viejito chocheante, según yo.
Hablando de Warren Ellis, estar
ia bien una critica a transmetropolitan
@Saints: 1) Reseñas que leí por la interné. 2) Justo lo que pensé cuando lo leí: ya se le botó la canica al señor. O sea, hay formas de argumentar en contra de Occupy, pero lo que dijo Miller: total disparate.
@Sombrerudo: Fíjese que no he leído Transmetropolitan, ¿verá usté?
Hay que verlo por el lado amable: Al menos no es Jeph Loeb...
Saludos. :D
A mi me gustó mucho Civil War. No hablaste de él, ¿ qué te pareció?
Jamás he escuchado el tipo de elogios a Millar como los que mencionas, no tenía idea que Wantedestuviera tan sobrevalorado, si hasta aburrido resulta de tan predecible y poco imaginativo.
Concuerdo en que lo suyo es el final anticlimático, como lo hace también en Nemesis y Kick-ass 2 . El primer arco de Kick-ass es a mi gusto lo mejor que ha escrito, al menos desde el aspecto de desarrollo de personajes.
Por otro lado, la demostración final de cuánto gusta utilizar la combinación de sexo y violencia exagerados la encuentras en The Unfunnies. Quizá sea "interesante" en el aspecto experimental que logra vender una historia con nula caracterización y con una trama que es apenas un pretexto para enumerar los actos más depravados que pueda imaginarse.
@Prufrock: Pues ya ni seguí leyéndolo.
@Beto: Casi no he leído Marvel desde que estaba en la prepa... :/
¡Ay,Cabrón!
Brian Michael Bendis y Mark Millar. No inventes, ¿qué sigue? ¿Alan Moore con cualquier otro escritor mediocre de Marvel?
Hay que tener en cuenta que Millar viene de Escocia y también siente, como la MAYORÍA de gente de clase media-baja que desarrolla un talento (el suyo es ser un narrador), una cierta cantidad de atención. Así como le haces tú.
Ultimates fue buena, si se le compara con la mayoría de cosas que ha hecho Marvel en estas decadas, pero sobre todo, es infinitamente superior a lo que estaba haciendo Bendis.
¿"Infinitamente"? Nah, estuvo buena, pero se fue poniendo más pretenciosa e insufrible conforme avanzaba. El efectismo y sensacionalismo de Millar, que pretenden pasar por profundidad, inundad todo lo que escribe. Bendis no es un genio, pero supo mantener su serie con modestia, sin pasarse de la raya, sabía trabajar el drama humano, al mismo tiempo que nos dio a un Spider-Man colorido y con humor; conservaba la esencia de Spidey y al mismo tiempo se sentía fresco. Pero si eres de los que compara a Alan Moore con Mark Millar, pues nunca nos vamos a entender.
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