La siguiente es la adaptación de una ponencia que presenté como parte de una proyección de cine en el Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán y que rescato con el pretexto del 150 aniversario de la publicación de Alicia en el País de las Maravillas.
Sería una tarea demasiado ardua tratar de explorar todos los
trabajos de todos los medios por los que Alicia se ha paseado. Literatura,
cine, televisión, música, cómics, juegos de rol, videojuegos… Alicia, en su
eterna persecución del Conejo Blanco los ha visitado todos. En esta entrada pretendo
vislumbrar apenas un panorama general de los muchos Países de las Maravillas
que han existido en los medios después del éxito de las dos novelas de Lewis
Carroll: Alicia en el País de las Maravillas (1865) y A través del espejo (1871).
Obviemos las muchas secuelas literarias no oficiales (que iniciaron tan pronto como 1895) y comencemos
por el cine. La primera adaptación cinematográfica de Alicia en el País de las Maravillas es una película silente que
data de 1903, dirigida por Cecil Hepworth y que tiene 8 minutos de duración. La
sigue una adaptación de 1910, dirigida por el legendario Edwin S. Porter, con 10
minutos de duración. El primer largometraje, también silente, es de 1915, fue
dirigido por W.W. Young y dura 52 minutos.
El primer cortometraje, de 1903 |
A partir de
entonces ha habido una Alicia en el
cine en casi cada década del siglo XX. Al menos 22 películas sobre Alicia se han
estrenado desde 1903, entre musicales, animaciones, cintas de acción en vivo y extrañas
adaptaciones libres, sin contar otras referencias que en distintas películas
se hacen a la obra de Lewis Carroll.
Algunas de las muchas adaptaciones de Alicia que se han hecho a lo largo de las décadas |
Aquí
quisiera detenerme un momento en la versión animada de Disney, de 1951. Walt
Disney, antes de dedicarse a hacer insípidas princesitas, tenía unos muy
interesantes trabajos en cortometrajes, en los que queda de manifiesto su gusto
por el surrealismo y su genio para darle vida. De hecho, Disney y el pintor
Salvador Dalí tenían un proyecto para realizar un corto juntos, pero que se vio
interrumpido por la Segunda Guerra Mundial. Es decir, Disney sabía de
surrealismo, entendía su espíritu.
El clásico corto animado "Mickey a través del espejo" |
Ahora, si
bien la novela de Lewis Carroll es anterior al movimiento surrealista, en
muchos aspectos es un antecedente. Verán, la fantasía feérica de los cuentos de
hadas es diferente al sinsentido (nonsense) de Alicia. En una historia de fantasía
clásica (desde La Cenicienta, hasta El Señor de los Anillos y Harry Potter) bien puede haber magia y
suceder cosas que contravienen al orden natural, pero existen una serie de
reglas o leyes que regulan ese mundo mágico. En la fantasía nonsense de Carroll TODO puede pasar de
forma inesperada, inexplicable e ilógica. Esto lo entienden muy pocos: lo
entiende Walt Disney y lo entiende Jan Svankmajer (pero no lo entendió Tim
Burton, aparentemente).
Disney había
soñado con hacer esta película desde que era muy joven e incluso había realizado
algunos cortos basados en Alicia. La
película de 1951 logra captar ese espíritu surrealista, onírico y estrambótico
del libro. La cinta es fiel a la novela de una forma poco usual en Disney y en
Hollywood, hasta el punto de que muchos diálogos están capturados tal cual.
Disney le agrega algunos elementos nuevos a la película, pero éstos se insertan
de forma tan perfecta en su ambiente surrealista que armonizan sin problemas. Las
secuencias de animación, delirantes y coloridas, hacen que sea una película más
visual que narrativa. La cinta cuenta, además, con los diseños de la artista
Mary Blair, que le dan un toque de irrealidad a los escenarios.
Al momento
de su estreno, el film fue un fracaso en taquilla y tendría que esperar a que
finales de la década de los 60 fuera redescubierta y revalorada por la
generación hippie, que supo apreciar su esencia surrealista, que iban a la
perfección con la estética psicodélica. Esta generación convirtió Alicia en una “Head Movie”, es decir, una cinta usada para ser disfrutada estando drogado con sustancias alucinógenas, de preferencia marihuana o LSD.
Los hippies, por cierto, tenían en muy alta estima los libros de Alicia, y consideraban que la presencia de hongos y píldoras que hacían crecer y encogerse, así como la oruga fumando hooka, eran referencias directas a drogas alucinógenas (y quizá tenían razón). El mejor homenaje de la contracultura sesentera a los libros de Carroll es la inmortal y psicodélica canción White Rabbit de Jefferon Airplanes:
Los hippies, por cierto, tenían en muy alta estima los libros de Alicia, y consideraban que la presencia de hongos y píldoras que hacían crecer y encogerse, así como la oruga fumando hooka, eran referencias directas a drogas alucinógenas (y quizá tenían razón). El mejor homenaje de la contracultura sesentera a los libros de Carroll es la inmortal y psicodélica canción White Rabbit de Jefferon Airplanes:
Siendo una película dirigida a un público familiar, otros dos aspectos
importantes del libro, lo macabro y lo erótico, quedaron prácticamente fuera de
la producción de Disney. Sí, dije “erótico”, porque me parece que hay una velada carga erótica en las novelas,
toda vez que Lewis Carroll era un “pedófilo platónico” y estaba (quizá inconscientemente) enamorado de
Alice Liddell, la niña en quien se inspiró para escribir sus aventuras y a quien se las dedica. Con "platónico" quiero decir que Carroll jamás habría intentado hacer hacerle daño a Alice o a ninguna otra niña, sino que se limitaba a expresar una enérgica admiración (perturbadora, eso que ni qué).
No falta quien haya hecho adaptaciones de la novela enfocándose
en su aspecto erótico. En primer lugar, de la misma era hippie tenemos Alice in Acidland, de 1968, dirigida John Donne. Que no los engañe
su título: ni es psicodélica, ni tiene nada que ver con Alicia; es más bien una softcore
bastante aburrida y con gente poco atractiva. Más explícita es Alice
in Wonderland, una película pornográfica de 1976 dirigida por Bud Townsed y
que forma parte de la así llamada Era Dorada del Porno (de cuando la gente tenía vello púbico).
Versiones porno de Alicia |
Hablando de porno, no podía dejar de
existir una versión hentai, Alice in
Sexland, con todo lo que la palabra hentai implica. Mucho menos porno y más
erótica son el manga y el anime Miyuki-Chan
in Wonderland (1993), de los estudios Clamp, que se caracterizan por sus
obras cargadas de homoerotismo y una fuerte intensidad emocional.
Versiones manga |
En 2007 comenzó el cómic Return to Wonderland de Zenescope
Enterteinment, como parte de una serie de adaptaciones de cuentos de hadas,
pero con monstruos, violencia y mujeres escasamente vestidas y exageradamente
proporcionadas. Ninguno de ellos es muy bueno, y tampoco este cómic de Alice lo es.
Más interesantes son las
ilustraciones que el artista de Marvel Cómics, Frank Brunner, hizo basadas en
las obras de Lewis Carroll, que representan a una Alicia adulta (y desnuda)
viajando por Wonderland y encontrándose con los curiosos personajes que la
habitan (pueden ver la galeria oficial aquí). Tampoco podría dejar de mencionar el cómic de mi camarada Juan Fleites: 21 Year Old Alice, siguiendo con la línea de adaptaciones eroticonas.
Pero si de erotismo, verdadero arte erótico, se trata, hay que remitirse a la obra del maestro del cómic, Alan Moore. Lost Girls (1991) es una novela gráfica erótica en la cual Alicia, Dorothy de El Mago de Oz y Wendy de Peter Pan, se encuentran y comparten aventuras eróticas. La novela gráfica fue hecha en colaboración con la esposa de Moore, Melinda Gebbie y rompe con muchos clichés, estereotipos y tabúes de lo considerado erótico.
Las ilustraciones de Frank Brunner |
Páginas de 21 Year Old Alice de Juan Fleites |
Pero si de erotismo, verdadero arte erótico, se trata, hay que remitirse a la obra del maestro del cómic, Alan Moore. Lost Girls (1991) es una novela gráfica erótica en la cual Alicia, Dorothy de El Mago de Oz y Wendy de Peter Pan, se encuentran y comparten aventuras eróticas. La novela gráfica fue hecha en colaboración con la esposa de Moore, Melinda Gebbie y rompe con muchos clichés, estereotipos y tabúes de lo considerado erótico.
Ya que estamos en los cómics, no puedo
dejar de mencionar la oscura novela gráfica Arkham Asylum (1989) de Grant Morrison y Dave McKean, que es una especie de Batman en el país de las pesadillas. En
ella, Batman entra al Asilo Arkham -manicomio en el que están encerrados sus peores
enemigos- para enfrentar a sus demonios internos, y desciende hasta la locura en un
viaje de autodescubrimiento. La novela está llena de alusiones a Alicia y a Lewis Carroll e incluso
inicia y termina con sendas citas del libro. Además, en Arkham, Batman se
encuentra con el Sombrerero Loco, quien lo saluda con el verso Twinkle, twinkle, little bat (que el lirón recita en la fiesta del té, ¿recuerdan?). El
Sombrerero Loco es uno de los villanos más interesantes de Batman, a la vez que
uno de los menos explotados. Es un brillante neuropsiquiatra que utiliza
hipnosis, drogas y tecnología para controlar mentes, y está obsesionado con los
libros de Lewis Carroll, además de ser un pedófilo. Para su deleite, les pongo la secuencia completa:
Claro que para versiones oscuras y
macabras de Alicia, tenemos el ya
clásico videojuego American McGee’s Alice (2006), en el que una Alicia, convertida
en una adolescente suicida, regresa a una versión retorcida y maniática de
Wonderland, ahora dominada por la Reina de Corazones. La misión de Alicia (y
del jugador) es liberar al País de las Maravillas con ayuda del Gato de
Chessire y un cuchillo de cocina.
Cabe mencionar que la premisa de una
Alicia adolescente o adulta que regresa a un Wonderland macabro dominado por la
Reina de Corazones con ayuda del Jabberwocky ha sido la base no sólo del
videojuego, sino de muchos cómics y por lo menos una serie de TV, Alice de 2009. Así que, como se puede
ver, la nueva versión de Tim Burton, aparte de todas sus deficiencias, tampoco
es original en lo absoluto.
El clásico videojuego American McGee's Alice |
Pues si se quiere una versión que sea
fiel al espíritu nonsense y
surrealista de la novela y que al mismo tiempo sea oscura, debemos dirigirnos a
la obra de Jan Svankmayer, de la que hablaré (por fin) a continuación.
Jan Svankmajer (Praga, 1934) es un
artista cuyo trabajo abarca diferentes disciplinas como pintura, escultura,
poesía, teatro y cine. Una de sus primeras influencias como artista fue un
teatro de marionetas que tuvo cuando niño. Realizó sus estudios profesionales
en el Colegio de Artes Aplicadas y en la Academia de Artes Escénicas, ambas en
Praga. Su primer trabajo en cine fue colaborando en el film Doktor Faust de Emil Radok, en 1958. Su opera prima fue el cortometraje El truco final, de 1964, y a partir de
entonces se dedicó a hacer filmes con su característica técnica de stop-motion,
o animación cuadro por cuadro. Sus filmes están a menudo realizados desde la
perspectiva del niño, con ambientes perturbadores, como de pesadilla, efectos
de sonido muy enfáticos y el tema recurrente de la comida. Entre sus
cortometrajes destaca Jabberwocky, de
1971, inspirado por el poema sinsentido que aparece en A través del espejo y como tal, es una obra maestra del
surrealismo; también sobresale la trilogía de cortometrajes Food (1992), muy divertida e
imaginativa.
Gracias a sus filmes, Svankmajer
se hizo de una reputación como director de culto e influyó en las carreras de
otros magos de lo extraño, como son Terry Gilliam y Tim Burton. Svankmajer
estuvo casado con la pintora surrealista Eva Dvořáková (1940-2005), quien colaboró en muchas de sus películas,
incluyendo su adaptación de Alicia.
La Alice de Svankmajer logra captar a la
perfección la esencia onírica del libro de Carroll e incluso la
lleva más allá, pues mientras en la novela original y en otras adaptaciones
queda claro que el viaje de Alicia ocurre en sueños, en esta película hay una
deliciosa ambigüedad al respecto. El autor no se limita a representar el
País de las Maravillas descrito en el libro, sino que crea su propio mundo, uno
claustrofóbico y oscuro, poblado por animales disecados, y esqueletos, cuchillos y navajas, y otros objetos que cobran vida. Para lograr este efecto de
pesadilla, Svankmajer utiliza una narrativa lenta, tortuosa, casi de agonía,
que se contrapone al trepidante y alegre ritmo de la novela y sus adaptaciones
en el cine hollywoodense. Esta narrativa, más la casi total ausencia de
diálogos y las tomas cerradas, contribuye a la creación de un mundo irreal,
como de viaje psicodélico, en el cual la mente del espectador se puede perder
tanto como la misma Alicia.
Con “pesadilla” no quiero decir que ésta se trate de una película de terror. Es más bien una cinta que, como otras de Svankmajer, se sitúa en el punto de vista del niño, y los niños perciben el mundo de una forma distinta, como un lugar en el que toda clase de cosas extrañas e incomprensibles pueden suceder. Los corredores sombríos, laberínticos y estrechos son más perturbadores que cualquier versión monstruosa del Gato de Chessire, pero Alicia, como niña que es, con una mente distinta a la adulta, no parece particularmente asustada por este macabro Wonderland, sino más bien curiosa. En cambio, somos los adultos quienes encontramos todo esto grotesco (el adjetivo podría ser “malviajante”). Svankmajer se asoma a la mente del niño, que para un adulto es a la vez maravillosa y perturbadora.
La película parece estar hecha para quien ya ha leído el libro. Los diálogos se vuelven innecesarios porque el espectador ya sabe lo que está sucediendo (o sabe tanto como puede llegar a saber). Svankmajer le habla al que ya conoce la historia y le presenta episodios y personajes familiares vistos desde una nueva perspectiva, para que goce, se divierta o se malviaje.
Con “pesadilla” no quiero decir que ésta se trate de una película de terror. Es más bien una cinta que, como otras de Svankmajer, se sitúa en el punto de vista del niño, y los niños perciben el mundo de una forma distinta, como un lugar en el que toda clase de cosas extrañas e incomprensibles pueden suceder. Los corredores sombríos, laberínticos y estrechos son más perturbadores que cualquier versión monstruosa del Gato de Chessire, pero Alicia, como niña que es, con una mente distinta a la adulta, no parece particularmente asustada por este macabro Wonderland, sino más bien curiosa. En cambio, somos los adultos quienes encontramos todo esto grotesco (el adjetivo podría ser “malviajante”). Svankmajer se asoma a la mente del niño, que para un adulto es a la vez maravillosa y perturbadora.
La película parece estar hecha para quien ya ha leído el libro. Los diálogos se vuelven innecesarios porque el espectador ya sabe lo que está sucediendo (o sabe tanto como puede llegar a saber). Svankmajer le habla al que ya conoce la historia y le presenta episodios y personajes familiares vistos desde una nueva perspectiva, para que goce, se divierta o se malviaje.
Esta película resulta, por lo dicho y por muchas
otras razones que ustedes descubrirán cuando la vean, la manera ideal de terminar
este simpático pero incompleto recorrido por los trabajos creativos que la
inmortal obra de Lewis Carroll ha inspirado. Ahora sólo me queda desear que lean Alicia en el País de las Maravillas, su continuación A través del espejo y que disfruten de sus mejores adaptaciones en la cultura pop.
De pilón, esta obra de arte steampunk de Sandra
Chang-Adair |
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6 comentarios:
Hay un error en la fecha de publicación de la primer novela, pusiste 1965.
Otra película que tendré que buscar y ver. ¿Por qué haces esto Ego? ¿Por qué amplias los límites de nuestra percepción mostrandonos cosas aun más maravillosas? Maldito seas entre todos los bloggers y maldito sea el fruto de tu mente que compartes, amén.
Jajajaja. Es lo que hago.
Matrix también está algo inspirada en alicia en el país de las maravillas. En realidad estoy seguro de haber visto inspiración de alicia en el país de las maravillas en muchas obras de distintos medios (en especial episodios específicos de series de dibujos animados), pero por alguna razón en este momento solo se me viene a la mente Matrix :c
Así, es anónimo. "Alicia" está por todas partes, es un libro muy influyente.
Con los ojos cerrados, la de Svankmajer sin duda es la mejor, y no esa basura que recreo Tim Burton, a mi sus peliculas siempre me han encantado en especial las de aura gótica de los 80 y 90s 20's, pero la verdad que ésta última fue una decepción puro hipsterismo y $$, muy sobrevaluada
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