Una de las cosas más absurdas de la nerdósfera es la rivalidad Marvel / DC. No me refiero a la rivalidad entre las compañías, que naturalmente siempre están tomando nuevas estrategias para atraer a más lectores o hacer películas más taquilleras. Me refiero a la rivalidad entre los fans de una y otra compañía, siempre tirándose caca unos a otros, cada quien defendiendo a la suyal como si fuera lo más grandioso del mundo y burlándose de la otra como si no tuviera ningún mérito en lo absoluto. Fans de Marvel diciendo que DC sigue igual desde 1950, que nunca se renueva y que sus superhéroes son ñoños y acartonados. Fans de DC diciendo que Marvel en realidad no creó nada original, que Stan Lee es un plagiario, y que si sus héroes tienen mucha popularidad es nada más por la mercadotecnia que te los quiere meter hasta en la sopa. Y esto es absurdo, digo, porque Marvel y DC son a fin de cuentas la misma mamada.
Va, lo admito: a mí me gusta más DC que Marvel. Pero no creo que DC sea intrínsicamente mejor que Marvel, sólo sucede que me gustan más los personajes de DC porque los conozco desde chico. Soy un niño de los 80; crecí con las películas de Superman de Richard Donner y las de Batman de Tim Burton, con las muchas series animadas de estos personajes (incluyendo las de los Superamigos), con la serie de Batman de Adam West, y con la de la Mujer Maravilla de Linda Carter. Cuando empecé a leer cómics me fui por los personajes que ya conocía, y aunque no por eso dejé de adentrarme al universo Marvel, siempre le guardé más cariño a los héroes de DC. Sospecho que la mayoría de los comiquieros deben sus gustos más accidentes biográficos que a una elección racional y consciente sobre cuál compañía era mejor.
Es que ultimadamente Marvel y DC son más o menos lo mismo. Ambas han dado contribuciones importantes a la industria del cómic y al género de superhéroes. Ambas han tenido grandes momentos y épocas vergonzosas. Vamos, incluso comparten los mismos artistas y escritores. Para acabar pronto, el fuerte de las dos compañías está en las aventuras de adultos musculosos que se visten con mallas para salir a combatir el crimen, y eso no es precisamente un tema de tertulia intelectual.
DC creó al superhéroe en la década de 1930; el género mismo sería inconcebible sin Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Flash y Linterna Verde. Pero en la década de 1960 sus historias se habían estancado y vuelto anodinas y acartonadas. Fue Marvel, principalmente con Stan Lee, pero también con otros creadores, la casa que renovó el género al introducir héroes más humanos con problemas cotidianos y dudas existenciales, antihéroes marginados y perseguidos por la sociedad a la que protegían, villanos con dimensión moral más allá de sólo ser malos porque sí. Así tuvimos a Spider-Man, Daredevil, los X-Men, Iron Man, Hulk y muchos más. Esto no pasó desapercibido para DC, que aprendió y también hizo cambios en sus historias y sus personajes; DC no se estancó, sino que se renovó gracias a Marvel.
Pero si fue Marvel quien sacó al cómic de superhéroes de su infancia, fue DC quien lo llevó a la madurez. La obra que inauguró la Edad Moderna fue The Dark Knight Returns (1986). Y si fue Marvel la que en 1984 hizo la primera maxi-saga súper ulta crossover (Secret Wars), fue DC quien tomó este concepto y se atrevió a apostar el todo por el todo y darle un extreme makeover cósmico a su universo con Crisis on Infinite Earths (1985-86). Fue DC la editorial que creó el sello Vertigo para el público adulto. Además, Marvel sigue sin tener un Watchmen.
Hoy en día las películas de Marvel son las más elogiadas, populares y taquilleras. Hay que decirlo, en el cine, Marvel lo ha estado haciendo mucho mejor que DC, que la verdad sólo ha podido atinarle con las de Batman. Pero este presente sólo es posible porque mucho antes DC demostró que se podían hacer buenas películas de superhéroes con las de Superman (1978) y Batman (1989). [NOTA de 2020: Desde entonces DC también lo ha hecho bien con Wonder Woman y Shazam!... Joker me pareció muy buena, pero igual es volver al mundo de Batman]
Marvel ha creado algo sin precedentes con su Universo Cinemático, en el que por primera vez varias películas comparten un mismo universo que se va expandiendo con cada entrega, incluso hasta abarcar series de TV. Hoy en día todos están tratando de imitar este concepto (incluso DC, dando pena ajena), que en su momento era una locura muy arriesgada. Pero yo creo que este escenario habría sido inconcebible sin el Universo Animado de DC que dominó la televisión durante los 90 con sus series de Batman, Superman, Batman Beyound y Justice League, todas muy superiores a cualquier cosa que haya sacado Marvel por esos años, con excepción de la excelente X-Men.
Así que, como ven, ambas compañías han hecho lo suyo y rebajarse a discusiones bizantinas sobre cuál es mejor me parece de lo más tonto. En todo caso, podemos discutir si tal o cual historia en particular es mejor, o admitir honestamente que unos personajes nos gustan más que otros. Ahora que si lo que quieren es discutir qué personaje le gana a cuál en un duelo de madrazos, entonces pasemos al tema que nos truje, porque todo lo anterior no ha sido sino una simple introducción para de lo que en realidad les quiero hablar: LOS CROSSOVERS.
Entre los tipos de eventos que más emocionan a los nerds del cómic es el encuentro entre dos personajes de títulos diferentes, porque así pueden poner a prueba sus fuerzas, compararse, ver cómo trabajan en equipo o incluso enfrentarse el uno al otro. La historia de los crossovers es larga. Un hito en la historia del cómic fue All Star Comics #3 (1940), la primera vez que Flash, Linterna Verde, Hawkman, Átomo, Sandman y el Espectro unieron sus fuerzas para combatir el crimen y conformar la Sociedad de la Justicia de América. Otro momento fundamental fue Superman #76 (1952), que nos presentó el primer encuentro entre Superman y Batman.
Cuando Stan Lee y su equipo crearon el Universo Marvel, tenían muy en claro que querían que se tratara de un mundo verdaderamente compartido por todos sus personajes. Uno de los grandes aportes de Marvel para revitalizar el género fue la idea de que lo sucedido en el cómic de un héroe impactaba en el mundo de los demás héroes, y no que tuvieran solamente aventuras aisladas y ocasionales encuentros sin consecuencias. Así, los crossovers entre héroes de diferentes títulos no se hicieron esperar. En Fantastic Four #4 (1961) los Cuatro Fantásticos se enfrentan a Namor, un personaje que databa de la década de 1940 y que Stan Lee rescató para su nuevo y ambicioso proyecto. Fantastic Four #12 (1963) hizo que la Mole peleara contra el increíble Hulk, mientras que ese mismo año apareció The Avengers #1, que reunía a Thor, Hulk, Iron Man, Ant-Man y Wasp.
Los crossovers entre personajes de la misma compañía se volvieron algo cada vez más común. A veces dos héroes unían sus fuerzas, a veces a un héroe le tocaba enfrentarse al villano de alguien más. Batman a menudo hacía equipo con Superman, Flash trabó amistad con Linterna Verde, Spider-Man y la Antorcha Humana se llevaban muy bien. Prácticamente todos los héroes de sus respectivos universo han sido miembros de la Liga de la Justicia o de los Vengadores. Pero lo verdaderamente revolucionario habría sido encontrar a personajes de las rivales casas productoras en el mismo cómic. Eso parecía inconcebible.
Algunos no lo saben, pero el primer proyecto conjunto de Marvel y DC no tenía que ver con los superhéroes: era una adaptación en viñetas de El Mago de Oz (1975). Fue una primera prueba, porque eso de los trabajos entre compañías es muy complicado. Hay que acordar cómo dividirse las ganancias de las ventas y, claro está, todos quieren que su personaje sobresalga y ninguno quiere ser opacado. Después de este modesto ensayo, la colaboración entre las casas editoriales nos dio uno de los momentos más importantes de la historia del cómic, en el que los héroes más importantes de cada equipo se encontraron: Superman vs. The Amazing Spider-Man (1976).
Para ser el primer encuentro, no está nada mal. Claro, tiene la ingenuidad de los cómics de los 70 (incluyendo a Lois y a Mary Jane no siendo más que damiselas en peligro) y francamente, Spider-Man estaba ahí ocupando espacio, porque todo lo habría podido resolver Superman en un parpadeo. Este crossover seguía una dinámica que se repetiría infinidad de veces cada vez que personajes de títulos diferentes se encontraban (la Regla 17B de Marvel, como la nombró en sus parodias Sergio Aragonés): los héroes se conocen y por un malentendido piensan que son enemigos y se agarran a putazos; los villanos se conocen y deciden unir sus fuerzas para atacar a los héroes; los héroes se dan cuenta de que ambos son buenos y se unen contra el enemigo común; las cosas empiezan a salir mal para los villanos, que se culpan el uno al otro y terminan peleando entre sí; al final los héroes ganan (¡sorpresa!) y todo vuelve a la normalidad. Benditos son los crossovers que se salen de este esquema.
El siguiente encuentro entre personajes de Marvel y DC no era precisamente el más obvio: Batman vs. the Incredible Hulk (1981). Vamos, que el Increíble Hulk no es el tipo de amenazas a las que Batman se enfrenta regularmente, y sin embargo, resulta ser una historia sorprendentemente buena, en la que el Guasón manipula al bobalicón de Hulk para atacar a Batman.
Ese mismo año hubo un segundo encuentro entre Supes y Spidey, esta vez con la Mujer Maravilla, el Parásito, Hulk y el grandísimo Doctor Doom como invitados especiales. Este segundo round me gusta más que el primero, pues la historia se desarrolla de una forma más interesante.
Otro crossover mítico se dio con The Uncanny X-Men and The New Teen Titans (1982), en el que estos equipos de jóvenes héroes tenían que reunir fuerzas para librar una batalla épica de proporciones cósmicas, pues el mismísimo Darkseid quería usar el poder de la Fénix Oscura para sus malignos propósitos de dominación universal. Éste es considerado hasta la fecha uno de los mejores encuentros intercompañías de la historia.
Por desgracia, fue el último durante más de una década, debido a mezquinas discusiones de niños chiquitos entre las editoriales. Ya hasta se había planeado una secuela para este cómic, y se estaba trabajando en el esperadísimo JLA / Avengers, que no sucedió (hasta mucho después, aguanten y les cuento). Fue necesario esperar al boom! de los comics que sucedió tras la muerte de Superman en 1992, para que estos titanes editoriales dejaran de lado sus diferencias y cooperaran para beneficio mutuo.
De hecho, los 90 fue una década en la que los crossovers intercompañías florecieron, y no sólo entre Marvel y DC, sino entre estas dos compañías y las otras nuevas que estaban surgiendo, y también de éstas entre sí (hablaré de ello en otra ocasión).
Estaba sobreentendido que las historias de encuentros entre personajes de Marvel y DC no podían ser consideradas parte del canon. En estos números especiales se fingía para beneficio de la trama que los héroes de ambas compañías vivían en un mismo mundo, y que sólo bastaba que Spider-Man viajara a Metrópolis para encontrarse con Superman o a Gotham para encontrarse con Batman. Eso llevaba a los lectores a preguntarse dónde estarían los personajes del otro universo el resto del tiempo. De forma no oficial, se creó en concepto de Crossover Earth entre los lectores. Marvel y DC son multiversos, cada uno con su buen número de universos paralelos, y se consideraba que debía existir uno en el que los héroes de ambas compañías vivieran juntos. Tenía hasta sentido, porque si bien en la historias de Spider-Man nunca se mencionaban sus encuentros con Superman, ni viceversa, en los siguientes crossovers entre estos dos héroes, e incluso entre otros personajes de estas casas, se dejaba bastante claro que había cierta continuidad.
Sin embargo, todo cambió en 1996 con la llegada de uno de los eventos más grandes en la historia del cómic: Marvel vs. DC. Aquí se revelaba que cada editorial representaba a un universo, y los crossovers se explicaban como anomalías cósmicas en las que por un breve periodo los universos se mezclaban, y sus personajes se encontraban; cuando la situación volvía a la normalidad, cada personaje regresaba a su universo y no recordaba nada de su aventura.
Esta explicación me pareció de lo más chafa e inconsistente, pero no tanto como la serie de Marvel vs. DC en sí. En esta serie los universos, encarnados en la figura de dos hermanos cósmicos (porque los universos son varones, obvio) se habían visto cara a cara por primera vez y habían decidido enfrentarse en una gran batalla. Para eso eligieron a 11 campeones, que casualmente eran los personajes más populares de cada casa editorial. Es aquí donde empieza lo chafa.
Las peleas se decidieron por los votos de los lectores, no tanto por las cualidades de cada personaje. Y en general estoy de acuerdo con los resultados (DC en azul y Marvel en rojo):
Aquaman venció a Namor
Thor venció al Capitán Marvel*
Silver Surfer venció a Linterna Verde
Elektra venció a Gatúbela
Wolverine acabó con Lobo
Spider-Man se encargó de Superboy
Storm le ganó a la Mujer Maravilla
Robin capturó a Jubilee
Flash no le dio chance a Quicksilver
Superman noqueó a Hulk
Batman derrotó al Capitán América
*El Capitán Marvel es el héroe de DC conocido hoy como Shazam
El único resultado que no tiene sentido es el de Storm venciendo a la Mujer Maravilla. Estamos hablando aquí de la pelea entre una amazona semidiosa que es capaz de devolverle los golpes a Superman, y una mutante muy poderosa que puede controlar el clima, sí, pero cuya fuerza y resistencia son iguales a las de un humano normal. Diana la habría dejado inconsciente con una bofetada.
Pero además de que todo eso de "elegir 11 campeones" no tiene sentido, y de que los héroes se comportaron indignamente prestándose a esta charada en vez de hacer algo por resolver el cataclismo cósmico, las peleas fueron exageradamente cortas (de dos páginas; las más largas, de cuatro) y chafísimas. Una pelea entre dos sanguinarios locos y prácticamente inmortales, como lo son Wolverine y Lobo daba para todo un cómic (clasificado para adultos, sin duda), y una batalla entre seres tan poderosos como Silver Surfer y Linterna Verde era como para desquebrajar el universo.
Para salvar el día estaba un muchachito llamado Axel Asher, quien resulta que era el puente cósmico entre los dos universos y que tenía el poder para viajar de uno a otro a voluntad (más tarde descubriría que también puede viajar por el tiempo). Porque, claro, la encarnación del contacto entre los dos universos tenía que ser un muchachito blanco de Manhattan (gringocentrismo a más no poder).
En fin, como ven, Marvel vs DC fue como si para un concierto se hubieran juntado Janis Joplin, Jimi Hendrix, Freddy Mercury y John Lennon... y luego hubieran empezado a cantar "Qué pequeño el mundo es"... Eso sí, el evento dio lugar a una serie de tarjetas coleccionables padrísimas, de las cuales sólo pude adquirir unas pocas, porque mis padres no me iban a dar dinero para cosas así. Les muestro algunas en la galería al final de este artículo.
Durante un momento, los dos universos se fusionaron creando un tercero: Amalgam, en el que los personajes de uno y otro se habían mezclado. Este evento fue... raro, pero muy interesante, parte de la fiebre de experimentación osada que caracterizó los 90. Entre el tercer y el cuarto número de Marvel vs DC aparecieron cómics que narraban las aventuras de los héroes amalgamados.
Superman se mezcló con el Capitán América para dar lugar al Super Soldado, la cosa más gringa que se pueden imaginar. Batman se amalgamó con Wolverine, surgiendo así Dark Claw, uno de los mejores. Lo que no tuvo sentido fue que se fusionaran el Guasón y Sabertooth, dos personajes que no tenían nada en común y cuyo resultado fue una criatura muy extraña llamada Hyena. Así se fue desarrollando el universo Amalgam, una de esas rarezas de los 90, con algunos personajes muy interesantes y otros ridículos.
Hasta el logo es una fusión entre los de Marvel y DC |
A la saga de Marvel vs DC siguieron dos secuelas estelarizadas por el bobalicón de Axel Asher, quien se ganó el nombre superheroico de Access, llamadas All Access (1997) y Unlimited Access (1998). En cada una de estas historias nuestro héroe se encuentra con alguna perturbación cósmica que provoca crossovers indeseados. En realidad, son un pretexto para ver a los personajes de cada compañía pelearse entre sí y luego volverse amiguitos. En el primero vimos por fin a la Liga de la Justicia enfrentarse a los Hombres-X.
En la segunda serie incluso prueban nuevas amalgamas, como Thor-El, mezcla del Superman eléctrico y Thor. La más ridícula de todas es Capitán América Jr., fusión entre el Capitán América y el Capitán Marvel Jr.; este nuevo héroe obtiene sus poderes de presidentes de los Estados Unidos cuando grita la frase mágica Tío Sam! Es en serio.
El problema con estos crossovers es que eran muy tontos (encantadoramente tontos, eso sí). Como ninguna editorial quería que su personaje quedara mal, tenían que emparejarlos, y que las peleas quedaran en empate, aún cuando ello no tenía el menor sentido. Así podemos ver cosas absurdas como Venom devolviéndole los golpes a Superman, o a los X-Men (sin Wolverine) de hecho resistiendo a un ataque de la Liga de la Justicia (cuando Batman solo los habría podido neutralizar a todos, y de hecho estuvo cerca de hacerlo).
Otros crossovers destacables de aquella época incluyen:
Galactus vs Darkseid (1995): Un interesante duelo entre villanos. ¿Qué pasaría si el Devorador de Mundos se apareciera para tratar de devorar Apokolips? No hemos de imaginar que el Dios del Mal se rendiría sin una buena batalla. Incluye peleas entre Orion y Silver Surfer.
Spider-Man and Batman: Dissorderd Minds (1995): Mi favorito, la verdad sea dicha. No cae en el cliché de "primero peleamos, luego somos amigos", sino que presenta una historia muy bien armada (por JM DeMatteis, uno de mis escritores predilectos de aquella época) en las que se explora tanto las psiques de Peter Parker y la de Bruce Wayne, como las del Joker y Carnage. Es estupendo. Hay un segundo encuentro titulado Batman and Spider-Man, que apareció en 1997. Está también escrito por DeMatteis, y es también bastante bueno, entre otras cosas porque nos presenta un duelo genios criminales: Ra's Al Ghul y Kingpin.
Green Lantern / Silver Surfer: Unholy Alliances (1995): Es la antesala a Marvel vs DC, y la primera vez en que se maneja el concepto de los universos paralelos. Una historia muy interesante en la que Silver Surfer se ve engañado por Parallax, mientras que Linterna Verde (Kyle Ryner) es manipulado por el mismísimo Thanos, y ambos héroes se involucran en planes que pueden alterar el orden del cosmos. Estos eventos sirven como prólogo al desastre interuniversal narrado en Marvel vs DC.
Batman and Captain America (1996): Es otro de los buenos. En esta ocasión se trata de un Elseworld, una historia situada fuera de la continuidad principal de Marvel y DC. Aquí Batman y el Capitán se conocen en 1945, hacia finales de la Segunda Guerra Mundial, pues Red Skull tiene planes de realizar un ataque contra Ciudad Gótica, para lo cual ha estado usando la ayuda de la red criminal del Joker. Además del encanto de la Edad Dorada del Cómic, a la que hace homenaje, y el excelente trabajo en arte y escritura de John Byrne, una de las cosas más interesantes de este cómic es que forma parte de la continuidad de la serie Generations, uno de los mejores Elseworlds e historias de Superman y Batman en general. Si bien en la serie principal, que no cuenta con la participación de Marvel, no se menciona al Capi o a Bucky, sí hace mención de los eventos ocurridos en este crossover y viceversa.
Superman / Fantastic Four (1999): ¿Y si Galactus tuvo algo que ver con la destrucción de Kryptón? Superman encuentra un mensaje de Jor-El sugiriendo que así fue, por lo que viaja al universo Marvel para pedir la ayuda de los Cuatro Fantásticos (sigue la lógica de universos paralelos como la presentaron en Marvel vs DC y se menciona a Access). Pero lo que Galactus quiere es obtener a Superman para que sea su nuevo heraldo... ¿Qué será del mundo cuando Superman posea el Poder Cósmico? Es un muy buen cómic, que además venía en formato gigante, con arte e historia de Dan Jurgens y una portada del gran Alex Ross.
The Incredible Hulk vs Superman (1999): En esta entrañable historia se olvidan de eso de los universos paralelos y nos encontramos de nuevo en Crossover Earth, en la que se finge que Hulk y Superman viven en la misma Tierra. Aquí los héroes se encuentran al principio de sus respectivas carreras (vemos al Superman de The Man of Steel, como lo reinventara John Byrne) y tienen que enfrentarse no sólo el uno al otro sino a la villanía de Lex Luthor.
Hubo otros encuentros, más o menos ok, como aquéllos entre Batman y Punisher (dos, de hecho, pero en ninguna de las ocasiones Batman era Bruce Wayne), entre Batman y Daredevil o Superman y Silver Surfer, y así por el estilo. Pero el mejor momento, la compensación por esa payasada que fue Marvel vs DC fue la obra épica que había estado cocinándose por más de 20 años: JLA/Avengers (2003-04).
En esta historia ignoraban todo lo ocurrido con Marvel vs DC y sus secuelas (el menso de Access ni siquiera es mencionado). Sí es una historia de universos paralelos, pero con una nueva explicación, coherente con las mitologías cósmicas tanto de Marvel como de DC (y no esa mamada de los "hermanos cósmicos"). Escrita por Kurt Busiek y con arte de George Pérez, es una historia realmente buena, en la que podemos ver a nuestros héroes combatir entre sí para luego unir fuerzas contra una amenaza que podría destruir el multiverso (y sin embargo, no se siente trillada)
De lo mejor que tiene esta saga es que Busiek no se puso diplomático con ninguna de las compañías, y cuando un personaje peleaba con otro el resultado era congruente con lo que se sabía de las habilidades de cada cual, sin afán de apelar a la popularidad o fingir que estaban parejos. Como pilón, no sólo incluye a los héroes que conforman los equipos de los Vengadores y la Liga de la Justicia, sino a muchos, muchos personajes más. Y claro, nos dio una de las imágenes más épicas de la historia del cómic:
Fue el último crossover entre Marvel y DC. ¡Pues vaya forma de despedirse, con la mejor historia de encuentros superheroicos de todas las que se escribieron! Un verdadero canto de cisne... ¿Y el futuro? Sólo espero que si vuelve a haber crossovers sean de buena calidad como este último. Por ejemplo, hace años que los fans soñamos con un encuentro entre Batman y Wolverine (yo lo querría a la vieja usanza en Crossover Earth). Y bueno, quién sabe, no podemos descartar la posibilidad de un crossover intercompañías en el cine, o por lo menos como una de esas películas animadas que llegan directamente a DVD. Piensen que hace 10 años era inconcebible un proyecto como el Universo Cinemático Marvel. ¿Se imaginan a Superman dándose de golpes con Thor en la pantalla grande? Yo no lo veo imposible...
Así que, fans de Marvel, fans de DC, superen por un momento sus resentimientos sin sentido y tengan la honestidad de admitir que ambas editoriales tienen cosas grandiosas, y que su coexistencia sólo nos trae beneficios a los entusiastas comiqueros de todo el mundo. Dejemos de tirarnos lodo los unos a los otros, y mejor unamos fuerzas contra el verdadero enemigo: esos pinches otakus (-.-)
Esto es fanart, no lo busquen. |
¡Hey! Después de este ensayo inicié una maxiserie para explorar todo tipo de crossovers que se han dado en el mundo del cómic, no sólo entre Marvel y DC, no sólo entre superhéroes, y ni siquiera sólo entre personajes surgidos en las historietas. Tal serie se titula Encuentros extraños; puedes checar el Índice aquí, o pasar directo al siguiente capítulo, Alienígenas y Depredadores, para ver batallas entre los monstruos de la ciencia ficción y los héroes del cómic.
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GALERÍA
8 comentarios:
y que opinas del otro comic de batman y spiderman donde enfrentan a ras y al king ping?
Es también muy bueno, pero me gusta más el primero. Añadiré una mención en la entrada.
Sii!! Los Otakus son el mal!!! (jeje)
Buenos recuerdos de esos crossovers Ego, y cierto también que cuando se trata de gustos, nos influenciamos más por nuestras emociones que por el razonamiento. Y al final es todo lo mismo cuando se trata de entretenimiento. Tienes razón, simplemente hay que gozarlo.
"Adultos musculosos que se visten con mayas para salir a combatir el crimen". Que gran frase para el bronce.
Oh, pero antes de postear quisiera hacer mención a la historia de Supreme Squadron de Mark Gruenwald. Creo que es lo más cercano a un Watchmen en Marvel.
Me encanto! Ya es hora de que la gente se de cuenta que pelear por si DC o Marvel es mejor tan ciegamente es tan ridiculo como los tipos que se pelean (o incluso matan), por sus equipos de futbol. a proposito, podrias hacer un articulo sobre Hellboy? Es uno de mis comics favoritos y tiene una relacion interesante con las grandes editoriales :D
no es que quiera ser malo! pero la verdad a mi me gustan los dos! y cuando aparecen los crossovers jajaja pues me emociono mucho! mucho!
Si mal no recuerdo Ego, las peleas del crossover Marvel/DC no eran totalmente elegidas por el público. Las principales, si no me falla la memoria eran:
Wonder Woman/Storm
Batman/ Cap
Lobo/Wolverine
Hulk/Superman
Spidey/Superboy
Las demás peleas, fueron decisión de los argumentistas y dibujantes
Me quede con la duda ¿porque la liga de la justicia le ganaria a los x-men?
No se casi nada de comics por eso pregunto jeje
¡Tienes razón, Francisco Javier!
Alessandro: Porque solo Superman es más poderoso que todos los X-Men juntos, y Wolverine ni siquiera estaba ahí.
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