Políticamente Incorrecto - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

miércoles, 11 de agosto de 2010

Políticamente Incorrecto

NOTA VÁLIDA EN CUALQUIER MOMENTO: Como muchas de mis entradas más importantes, ésta la he revisado, corregido y aumentado en diferentes ocasiones.




INTRODUCCIÓN

Corrección política: Eufemismo de "eufemismo"

En 1948 se estrenó una adaptación de Los tres mosqueteros con un reparto multiestelar que incluía al gran Vincent Price en el papel del villanesco Cardenal Richelieu... Excepto que en esta adaptación Richelieu no era un clérigo, sino un noble corrupto. El cambio se hizo por temor de ofender a los católicos y causar polémicas que pudieran dañar la taquilla de la película.

Esto es un claro ejemplo de corrección política, una suerte de diplomacia excesiva, de protocolo observado con celo extremo, no siempre de forma sincera, pero a veces fanática, impuesto o autoimpuesto para evitar ofender o procurar halagar a ciertos grupos. La corrección política se puede aplicar en toda clase de situaciones de comunicación: el arte, el entretenimiento, la publicidad o el lenguaje cotidiano. En realidad, esto siempre ha existido; lo que ha cambiado a lo largo del tiempo es a quién se considera legítimo, conveniente o arriesgado ofender.

Estamos viviendo tiempos interesantes, que implican una revolución ética, un cambio radical de paradigmas morales. En la lucha por la justicia social, en contra del racismo, la misoginia, la homofobia y demás, se está produciendo un cambio en lo que es socialmente aceptado expresar. Esto es presentado por la derecha como una pérdida de libertad de expresión; pero en realidad no es así: lo que va cambiando es a quién se vale faltar al respeto. 

Siempre ha habido pánico moral, linchamientos mediáticos, condenación pública, cancelación de foros y demás; la diferencia era que los desencadenaba la falta de reverencia hacia figuras de autoridad, el gobierno, los símbolos patrios, los héroes históricos, la Iglesia y la religión, el ejército o la policía, o los valores tradicionales de una sociedad. En ese entonces, lo políticamente incorrecto era faltar a las reverencias y protocolos que sacralizaban esas figuras, que atentaba contra el statu quo

Ahora se vuelve cada vez menos socialmente aceptable hacer lo mismo, pero hacia los grupos humanos oprimidos. ¿Esto implica un avance moral? Creo que sí, en relación con el pasado, pero veo que en la defensa de los grupos oprimidos se ha copiado aquellos mecanismos que tradicionalmente servían para mantener el statu quo.

Ante este cambio de paradigma, la derecha pretende venderse como la defensora de la libertad de expresión frente a una izquierda censora; una pretensión deshonesta y convenenciera, como se puede notar revisando la historia. En realidad, pretende defender sus propios dogmas de lo que debe ser respetado y qué puede ser ofendido... tal como lo quiere la izquierda progre.  


I. ¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN?

-Doctor, ¿qué me dijo que tengo? ¿Capricornio?
-Cáncer, imbécil, cáncer.



Dicho lo anterior, sí me preocupa cuando la corrección política pasa de ser un conjunto de modales elegidos de forma individual por cada quien, hacia considerarse una obligación moral, que puede y debe hacerse cumplir en las demás personas a través de mecanismos autoritarios, coercitivos o punitivos. Es decir, cuando se convierte en una forma de censura, pues estoy, en principio, en contra de la censura. Hay algo siniestro y totalitario en pretender controlar nuestras mentes controlando nuestro lenguaje; me hace pensar en la neolengua de Orwell en 1984.

Sobre esto, aclaro que no es lo mismo crítica que censura. Todo lo que se diga debe ser susceptible a ser criticado. Así como yo tengo la libertad de decir lo que me venga en gana, ustedes tienen derecho de pensar que es incorrecto, una barbaridad o una pendejada, y decírmelo. Tienen derecho a invitarme a no expresarme así o a no decir tales cosas, y a tratar de convencerme de por qué lo que estoy diciendo está mal. Asimismo, yo tengo derecho a hacerles o no caso, a rebatirles o a aprender de lo que me digan. No creo que haya ningún discurso que deba ser inmune a la crítica. Del mismo modo, nadie está obligado a escuchar a nadie más, ni a asegurarle plataformas y foros para que exprese sus ideas.

A lo que no hay derecho es a tratar de convertir la crítica en censura, a tratar de callar mediante la fuerza a quienes dicen cosas que no nos gustan, ya sea a través de legislaciones que prohíban el uso de ciertas expresiones o mediante el acoso de las turbas iracundas de Internet que intimidan a otros con la intención de provocar su silencio so pena de ver sus vidas o carreras arruinadas. El punto de la libertad de expresión no es que siempre se diga lo correcto, sino que ninguna persona, grupo o institución tenga el poder para imponer qué es lo que se debe decir.

Hay quien quisiera catalogar como atentados a la libertad de expresión sólo los más graves y violentos (como amenazas de muerte o intentos de asesinato), o sólo a acciones por parte de instituciones de gobierno. Es curioso que estas mismas personas no contarían como discriminación sólo sus formas más violentas, ni creerían que sólo se restringen otras libertades cuando el gobierno es quien lo hace. Por mi parte, considero que perjudicar a una persona en su vida personal o profesional para castigarla por algo que dijo, sí es una forma de coartar su libertad de expresión, aunque lo hagan personas particulares, o usando el poder no de la política, sino de los números.

De nuevo, esto se ha hecho siempre, sólo va cambiando a quién puede ofenderse y qué debe respetarse. Es precisamente porque se ha hecho siempre que me asusta, porque ése es el ethos del gobierno represivo, de las inquisiciones religiosas, de los pueblerinos linchadores y los guardianes de la moral, aunque sus intenciones ahora sean benévolas y pretendan, ya no preservar al sistema, sino proteger a los desfavorecidos por el sistema. Claro que los progres moralmente indignados no suelen tener el poder de un Gran Inquisidor, pero créanme que algunos que he topado sí que tienen la mentalidad de uno, y estarían encantados de ejercer esa clase de poder.

Para el récord, sí creo que la libertad de expresión debe tener límites: cuando se llama directamente a cometer violencia o despojar de sus derechos a otras personas. No existe, ni debe existir, la libertad para defraudar, calumniar, amenazar, acosar o revelar información íntima, ya sea contra individuos en particular, o contra grupos de personas enteros, por su raza, género, religión, nacionalidad, orientación o identidad sexual, etc.


Lo que es más, muchos de los que se quejan de lo políticamente correcto (que suelen ser derechairos), reaccionan ofendidísimos cuando se les señala que algo que han dicho o algo que les gusta es sexista, racista, homofóbico o discriminatorio de alguna forma. Si fueran congruentes, simplemente ignorarían esa acusación, así como piden a las demás personas que ignoren lo que no les gusta; al no seguir su propio principio, dejan en claro que lo que realmente quieren es que se digan unas cosas y otras no.

Peor aún, muchas veces se pretende disfrazar el discurso de odio como incorrección política; pasar afirmaciones abierta y llanamente sexistas, racistas u homofóbicas como si fueran sólo faltas de diplomacia. De la misma manera, pretenden desestimar cualquier intento de inclusión o lucha contra la discriminación como simple corrección política. Por último, presentan un discurso victimista, según el cual cuando se les critica o insulta por algo que dijeron, están siendo objeto de censura y se atenta contra su libertad de expresión. Su propósito es minimizar la opresión existente y deslegitimar la lucha contra la misma. 

En el extremo opuesto se pretende negar que existan instancias en las que esa diplomacia exigida sea exagerada, o que la severidad en castigar la inobservancia sea desproporcionada. Se quiere creer que toda indignación es legítima y justa siempre, porque nunca se trata de una falta menor, sino de perversas expresiones de odio a las que es imprescindible combatir, con toda la furia necesaria. Hay que decir que, aunque ambas actitudes puedan parecer absurdas, no son equivalentes del todo: la corrección política puede ser fastidiosa y el celo fanático por castigar a quien la incumple muy dañino para personas individuales, pero no tanto como lo han sido por siglos el racismo, la homofobia, la misoginia y demás.


II.- PIEDRAS Y PALOS...

Mamá, mamá, en la escuela me dicen huérfano. ¿Mamá? ¡¿Mamá...?!


Estoy consciente de que las palabras sí pueden lastimar. O algo así... Aquí voy a parafrasear parcialmente a Stan Smith cuando dice que "Las armas no matan a la gente, sino que es la gente la que mata a otra gente"; o sea, no son las palabras en sí mismas las que lastiman, son las personas. Es decir, se puede lastimar a una persona solamente usando palabras; niños, adolescentes y personas con padecimientos psicológicos (como depresión o estrés postraumático) son especialmente vulnerables y deben ser protegidas. Pero esa capacidad de dañar no está en las palabras en sí mismas, sino en la actitud de quien lastima.

Un grupo de amigos se pueden estar llamando unos a otros "puto", "pendejo" o "cabrón" sin la intención ni el efecto de lastimarse. Es diferente cuando a un chico le dicen esas palabras con la intención de insultarlo y hacerlo menos; ello puede lastimar su salud emocional y entonces se debe intervenir. Pero también podrían lastimarlo sin utilizar palabrotas.

Ustedes no están para saberlo ni yo para contarlo, pero como fui un niño y un adolescente más bien menudito y delicado, me llamaron "puto" muchas veces. Y sí, duele. Y como soy muy nerd, cuando estaba a mitad de la primaria había un grupo de niñas mayores que se burlaban de mí llamándome "Enciclopedia". Ahora, no muchas personas pensarían que la palabra "Enciclopedia" es ofensiva, y decir de alguien que tiene conocimientos enciclopédicos sería por lo general considerado un halago. Pero el propósito, la intención de esas niñas bravuconas (¿puedo llamarlas "perras" o sería muy misógino?) era ridiculizarme, y lastimarme; entonces, escuchar "¡Enciclopedia!" saliendo de sus bocas podía ser desolador.

Sí, sé que mi experiencia de vida como ñoño de clase media no puede ser ni de lejos tan dolorosa como la de una persona que ha sufrido verdadera y sistemática discriminación. Lo que busco aquí es un punto de encuentro en el que podamos entendernos todos. Ese "todos" incluye a las mujeres y personas no binarias, por cierto.

Alguna vez me han señalado una supuesta incongruencia en el hecho de que estoy activamente en contra del bullying y que a la vez denuesto la corrección política. Yo no encuentro incongruencia alguna. Estoy a favor de la libertad de expresión, y al mismo tiempo estoy a favor de vivir libre de acoso y abuso, sea físico o psicológico (el verbal queda dentro de esto último).


¿Cuál es la diferencia entre la incorrección política y el abuso o el acoso? No creo que siempre sea tan fácil establecer un límite preciso. Algunas personas dirían que es suficiente que alguien te diga que se siente ofendida por un dicho para considerarlo una agresión. Pero yo creo que las interacciones sociales necesitan de puntos de encuentro, fuera de la subjetividad de cada quien. Por eso propongo que para que algo sea considerado abuso o acoso debe tener algunas características:

1.- Ser intencional: Quizá una persona utiliza una expresión que te parece ofensiva, pero ¿de verdad estaba tratando de ofenderte? ¿Tenía la intención de insultarte? Si no es así, su expresión podría considerarse una falta de sensibilidad o una descortesía, pero no es abuso ni violencia.

2.- Estar dirigida: Quizá la intención de la persona era insultar a alguien, o criticar a alguien, o expresar su indignación o furia contra alguien. ¿Es contra ti como individuo o contra el grupo al que perteneces? Si no es contra ti, es una grosería y un insulto, pero no eres el blanco de la misma. De no entender esto vienen luego interpretaciones extravagantes como asumir que "¡Putos políticos!" va en contra de los homosexuales o que "¡Privaticen a su puta madre!" es una ofensa contra las víctimas de la explotación sexual (ejemplos reales).

3.- No poder ser ignorada: Si vas por la calle y alguien te mienta la madre, sería desagradable, pero siempre tienes la opción de ignorar al imbécil que lo hizo. Ahora, si cada vez que sales a la calle el mismo tipo te mienta la madre, se da una situación de acoso que no se puede ignorar. Si además recibes insultos constantes de un grupo amplio de personas, está claro que eso puede afectar tu salud emocional y disminuir tu calidad de vida. De ahí que el acoso cibernético sea tan dañino para quienes lo sufren: llega un momento en que no puedes conectarte a Internet, ni abrir tu cuenta de correo sin recibir insultos y amenazas. Eso no está bien y va mucho más allá de sólo ser políticamente incorrecto, y tampoco es cuestión de decir "pos que se aguanten". Es un problema real y requiere de la intervención de autoridades.

Los insultos que provienen de una persona que tiene alguna forma de poder sobre uno (padres, patrones, maestros, autoridades, gobernantes o simplemente el bravucón de la escuela que tiene una mayor fuerza física o va acompañado de una pandilla de patiños) son formas de abuso porque ni podemos contestar ni podemos simplemente ignorarlas. Es decir, hay una relación de poder asimétrica. Por eso es necesario intervenir en defensa de quien no puede defenderse solo. 

Cuando los insultos provienen de grupos hegemónicos que pretenden que grupos oprimidos sufran pacientemente regulares humillaciones e insultos sin contestar, también estamos tratando con una forma de violencia. Si, por ejemplo, en la mayor parte de los medios de comunicación aparecen mensajes que van directamente contra un grupo de personas oprimido, yo sí los consideraría como parte de la opresión misma; sería horrible para cualquiera nunca poder encender la tele o ver una película sin hallar mensajes de odio o burla contra uno o contra el grupo al que pertenece.

Pero si te puedes dar el lujo de ignorar los insultos, simplemente tirando a loca a esa persona, o no leyendo lo que escribe, o cambiando el canal, entonces no estamos hablando ni de abuso ni de acoso.


III.- CORRECCIÓN Y DISCRIMINACIÓN

¿Cuál es la diferencia entre una mujer blanca desnuda y una mujer negra desnuda? La blanca sale en Playboy y la negra en National Geographic.


Soy escéptico respecto a que la corrección política sirva para eliminar la discriminación; puede existir discriminación con perfectos modales y la incorrección política no necesariamente se traduce en violencia ni opresión. Corporaciones y políticos pueden hacer gestos grandilocuentes y vacíos para ganar puntos de progresía y popularidad, sin usar su poder para de hecho mejorar las vidas de la gente. Vamos, que fue Vicente Fox, un presidente conservador con muy poco de feminista, quien normalizó eso de decir "mexicanos y mexicanas" para sonar incluyente.

Tenemos el ejemplo paradigmático de la palabra "negro". Esta palabra se usaba en lengua inglesa y es de origen español o portugués (no se sabe a ciencia cierta, pero para el caso es lo mismo). Con el apogeo del Movimiento para los Derechos Civiles, esta palabra fue considerada despectiva, peyorativa, pues traía la carga histórica de la esclavitud ya que los portugueses y españoles traficaban esclavos (aunque es notorio de Martin Luther Kingo siempre dijera "negro" en sus discursos). Por esas fechas empezaron a preferirse términos como "black" y "colored". Pero en décadas recientes esas palabras han sido consideradas ofensivas, por lo que se ha optado por el término "African-American".

¿Por qué la palabras "black" y "colored", que fueron introducidas y usadas con la mejor de las intenciones, se convirtieron en palabras ofensivas? Simple: porque la actitud de los blancos racistas hacia los negros no cambió por más palabras bonitas que les obligaran a usar. Es que uno puede decir African-Americans tend more often to be criminals, siendo totalmente racista sin haber soltado ni un sólo improperio; o Negroes deserve full civil rights!, haciendo todo lo contrario. Mientras tanto, las personas que usaron tales o cuales palabras para no ofender, se toparon de pronto con que estaban siendo ofensivas.

En México y América Latina, la palabra "negro" significaba simplemente "negro". Era una palabra con un sentido denotativo y descriptivo, sin más carga racista que la que pudiera imprimirle quien la usaba. Pero en el siglo XXI, por influencia de los gringos, se ha venido imponiendo el término "afroamericano".

Ahora bien, "afroamericano" se antoja una palabra poco práctica por ser innecesariamente larga y porque complica aún más las cosas. ¿Cómo llamamos a los negros de otras partes del mundo? "Afrodescendientes", de acuerdo. Pero no todos los africanos son negros, también están los de origen árabe. ¿Cómo llamamos a los africanos negros? ¿"Nativos africanos", "afroafricanos"? Como sea, tarde o temprano llegará un momento en el que se tenga que aceptar que los afroamericanos, los afroeuropeos y los afroafricanos tienen algo en común: que son negros.

Además, si hay afroamericanos, asiaticoamericanos y nativoamericanos, ¿quiénes son los llanamente "americanos"? ¡Pues los blancos! Entonces vemos que esos términos tienen una carga segregacionista: los negros son una versión "afro" de los "americanos", que son los únicos con derecho a utilizar su gentilicio de forma pura. Así, no será de sorprendernos si en unos años esas palabras se vuelven políticamente incorrectas. De hecho, tanto en Estados Unidos como en América Latina los mismos afrodescendientes han dicho que prefieren llamarse "negros". 

Muchos mexicanos usan "moreno" en vez de "negro" por temor a ofender con esta palabra, pero los mismos negros piden no hacer eso, porque borra su negritud. Curiosamente, los mexicanos también usan "negro" para referirse de forma cariñosa a los que sólo son morenos. ¡Y ahora eso se considera ofensivo también!


Por otro lado, ¿por qué "negro" debería ser ofensivo y "blanco" no lo es? Ambos son colores, y ambos son incorrectos, toda vez que los "negros" son en realidad café oscuro y los "blancos" son como rosaditos. Sin mencionar que todo eso de "raza" es una construcción cultural bastante absurda y sin bases científicas, que toma como punto de partida los rasgos físicos más superficiales para clasificar a las personas. ¿Cuál es el problema? Muy simple: los blancos no fueron perseguidos, esclavizados, oprimidos, segregados y exterminados por una raza culera que se sentía superior.

Entre paréntesis, una vez alguien me dijo que debíamos dejar atrás la noción de "lo negro" como algo negativo, pues tenía una fuerte carga racista. ("Magia negra", "oveja negra", "nos las estamos viendo bien negras", "Lado Oscuro") A mí no me parece que tenga mucho sentido. Relacionar lo oscuro y lo negro con lo negativo provienen del temor natural del ser humano hacia la noche y la oscuridad, y no tiene nada que ver con la gente afro. Para significar bueno/malo, el binomio de negro/blanco es similar al de alto/bajo ("baja calidad", "altos estándares"), que tampoco pretende ofender a la gente de baja estatura.

Un caso similar es el de la palabra "anciano" y sus equivalentes en otros idiomas (¿sabían que "senador" y "senil" provienen de la misma raíz latina que significa "anciano"?). Durante siglos no se consideró despectiva. ¿Por qué? Pues porque los ancianos eran miembros respetados de la comunidad. La sociedad moderna relegó a los ancianos a la soledad y la falta de atención, y para compensarlo, les cambiamos el nombre a "personas de la tercera edad", "adultos mayores", y ahora "adultos en plenitud".

¿Qué tal la palabra "conserje"? Ahora ya no se usa, pues se oye fea, ¿no? Se prefiere "intendente" o "encargado de limpieza". Pero la ocupación sigue siendo la misma, y sigue sin recibir mucho aprecio o estatus (o paga) en la sociedad actual. ¿Cuántas veces cambiará la palabra sin que la situación de los conserjes cambie?

Umberto Eco, en un ensayo titulado Sobre lo políticamente correcto, nos dice:

Lo que ocurre es que muchas veces las decisión PC representa una forma de eludir problemas sociales no resueltos aún, enmascarándolos mediante un uso más educado del lenguaje. Si se decide que a las personas que van en silla de ruedas ya no se las llama "minusválidas" ni tampoco "discapacitadas", sino "personas con capacidades diferentes", y luego no se les construyen rampas para acceder a los lugares públicos, evidentemente se ha suprimido la palabra, pero no el problema. Lo mismo cabe decir de la sustitución de "desempleado" por "desocupado de larga duración" o de "despedido" por "en transición programada entre cambios de carrera".

Tantos cambios y eufemismos han servido de poco para modificar la actitud de los racistas, homófobos, intolerantes y gente culera en general. Por otro lado, palabras que empezaron siendo despectivas como "queer", "hippie" y "punk", fueron adoptadas como señas de identidad por los grupos a los que se referían. De la palabra "nigger", ni hablar, siempre se ha usado de forma denigrante, y tiene todo el sentido del mundo que no sea socialmente aceptada pronunciarla; pero se me hace raro que se considera una afrenta el siquiera citarla como lo acabo de hacer, aunque no vaya dirigida a nadie. 

Me parece casi supersticioso creer que porque se cambian u omiten las palabras se cambia la realidad así de fácil. Como en la Revolución Francesa, cuando se creyó que se podría acabar con el clasismo prohibiendo el uso de "madame" y "monsieur" y obligando a todos a decirse "citoyen".  Es confundir las palabras con las cosas, es creer que en las letras de "rosa" está la rosa y todo el Nilo en la palabra "Nilo".

Desde luego, es decencia básica llamar a una persona como te está pidiendo que la llames, y tratarla con las cortesías que te pide que la trates... A menos que atente contra tu dignidad, por supuesto, como que te pida que la llames "Su Alteza Serenísima", o algo así...


IV.- RACISMO NACIONAL

¿En qué se parece el teléfono celular al arco y la flecha? En que ahora cualquier indio los carga.


Es bien conocido que México es un país muy racista, en especial hacia los pueblos indígenas. Ya Alexander von Humboldt decía sobre su viaje a la Nueva España, que en este país tener la piel clara era como en Europa tener título nobiliario, y que entre los miembros de la misma familia los de piel más clara gozaban de cierta deferencia. Eso parece haber cambiado muy poco en 300 años.

Generación tras generación, mis alumnos aún utilizan la expresión "no seas indio" para decir "no seas pendejo" y yo les hago notar lo incorrecto que es. El problema aquí es que la palabra "indio" no debería ser un insulto, ni debería equivaler a "pendejo", porque ello puede implicar que se considera que los indios son pendejos, lo cual sí es racista.

De la misma manera, aunque no es racista decir que un negro es negro, si sería despectivo decir que una persona "se está portando como negro", para significar que actúa de forma maleducada, porque implicaría afirmar que los negros son personas maleducadas o salvajes, lo cual es un prejuicio racista.

Además, la palabra "indio" es incorrecta, porque indios son los habitantes de la India, que es a donde los europeos que "descubrieron" América creyeron que habían llegado. Con todo, los pueblos nativos han encontrado diversas formas de llamarse a sí mismos: los de Estados Unidos prefieren "nativos americanos", los de Canadá "pueblos originarios", en México por lo general es "pueblos indígenas", pero en Sudamérica muchos aún se identifican a sí mismos como "indios", y con orgullo. Por cierto, también la palabra "indígena" se puede usar en un sentido peyorativo. En la escuela donde estudié la primaria (en Tabasco), era común decir "no seas indígena" o "es una indígena" y en mi tierna infancia creí que la palabra significaba "bobo" sin relacionarla ni de lejos con los pueblos nativos de este continente.

El problema no está en la palabra que se elija utilizar, sino en la forma que se utilice. Usar "indio" o "indígena" como insulto bien puede implicar que para quien la dice que los nativos de América son inferiores, pero también puede significar que quien la usa simplemente no relaciona una cosa con la otra, como yo cuando estaba en la primaria.


V.- PUTO ES EL HOMBRE QUE DE PUTAS FÍA

¿Cómo sientas a cuatro homosexuales en un banquito? Pones el banquito patas arriba.


Ha llegado el momento de tocar un tema muy delicado: el de las sutilezas del lenguaje. Vamos por partes, y por favor, léanlo completo antes de indignarse. Ninguna palabra tiene un significado intrínseco ni inamovible. Las palabras significan lo que la comunidad de hablantes de una lengua entienden lo que significa. Más aún, muchas palabras tienen diferentes acepciones dependiendo del contexto y de las intenciones de quien las usa. Es decir, si una persona usa una palabra con una acepción, no se le puede decir "no es cierto, tú lo que quieres decir es esto otro". 

Por ejemplo: “puto” no necesariamente quiere decir “homosexual”, y ciertamente yo, cuando dije que "los ninjas son putos", no quería decir que fueran homosexuales, ni que el hecho de ser homosexual fuera denigrante para una persona, ni nada por el estilo. Utilicé “puto” como un insulto y en mala onda, sin duda, de la misma forma en que pude haber utilizado “pendejo”, “gilipolla”, "pusilánime", "bolonio", "palurdo" o cualquier otro improperio. Pero estaba siendo despectivo con los ninjas, y con nadie más.

Piensen en expresiones como "¡qué puto calor!" o "¡putos todos!". O mejor, miren esta estrofa de don Francisco de Quevedo en El desengaño de las mujeres:

Puto es el hombre que de putas fía,
puto el que sus gustos apetece,
puto el estipendio que se ofrece,
en pago de su puta compañía.

Ahora traten de cambiar cada “puto” por “homosexual” o “gay”. ¿No chambea, verdad? Y no es sólo porque al hacer la sustitución se pierden el ritmo, la métrica, el humor y el sentido procaz del poema, sino porque claramente Quevedo no quiso decir que los hombres que frecuentan prostitutas fueran homosexuales. Solamente lo está usando como una forma de insultar a alguien.

Ah, pero dirán "bueno, quizá tú individualmente no estás refiriéndote a los homosexuales, pero la elección de palabras demuestra los valores de la sociedad homofóbica en la que has crecido". ¿Y saben qué? Probablemente tengan razón. Pero no es tan fácil determinarlo, y esto es porque el estudio del lenguaje no es ciencia exacta, ni hay una tabla de equivalencias que diga matemáticamente que cuando una persona usa tal o cual palabra ello signifique que quiso decir tal o cual cosa, y que ello refleja tales y cuales valores. No se están considerando sutilezas como el lenguaje figurado, la polisemia, la ironía, o la extensión y transferencia semántica.

¿Que las palabras elegidas son reflejo de los valores que tenemos interiorizados? Sí, claro. Pero no es tan fácil determinar cuáles son esos valores. El perro es un animal muy apreciado en nuestra cultura, y se elogian sus cualidades de fidelidad, valentía y nobleza. Y sin embargo, la palabra "perro" es a menudo utilizada en sentido peyorativo: "Eres un perro", "Te portas como perro", "Me tratan como perro". Que alguien use de esa forma la palabra "perro" no quiere decir que desprecie a los canes ni que tenga interiorizados los valores de una sociedad canófoba.

Por otro lado, sí vivimos en una sociedad violentamente homofóbica en la que por supuesto que la palabra "puto" se usa en un sentido homofóbico con mayor frecuencia que no. Veamos entonces otro ejemplo: usamos la expresión "hijo de puta" o "bastardo" para referirnos a una personal cruel o desalmada, a alguien particularmente malvado, como al decir "Pinochet fue un hijo de puta". Aunque ciertamente las trabajadoras sexuales no gozan de buena estima en nuestra sociedad, y el tener hijos fuera del matrimonio sigue sin ser bien visto, lo cual da cuenta del origen de dichas expresiones, ello no significa que quienes las usan piensen que los hijos de las sexoservidoras o los nacidos fuera del matrimonio vayan a ser inmorales y malignos. Más bien se usa una expresión ya hecha, que comunica un significado sin pensar mucho en sus orígenes o connotaciones.


Quienes utilizan la expresión "me cayó el veinte", no tienen en cuenta su origen ni están pensando en las máquinas telefónicas públicas de la edad del caldo. Simplemente utilizan una expresión corriente en su habla para transmitir un significado deseado. Como el niño que usa "indio" sin estar pensando en los indígenas, asumiendo que la palabra es sinónimo de "tonto", o como el manifestante indignado que grita "¡putos políticos!" sin que por su mente se cruce el desprecio hacia los homosexuales. Es probable que simplemente hayan escogido una expresión que les permita transmitir el significado que desean. ¿Es ello inconsciente, desconsiderado y de mal gusto? Sí, pero la forma de cambiar esa actitud es mediante la educación y el diálogo, no afilando los tridentes y encendiendo las antorchas.

Usé la palabra "denigrar" más arriba. Recientemente se ha dicho que la palabra es racista porque está construida con una raíz que significa "negro". Pero ninguna es esencialmente nada; si durante generaciones la gente la ha usado como sinónimo de "humillar" o "vejar", sin tener intenciones racistas ni estar enterada de su origen, ¿cómo va a ser racista la palabra en sí? Esto es lo que se conoce como falacia etimológica, la creencia en que el origen de una palabra debe determinar su significado esencial, sin importar los contextos culturales ni los cambios de significado a través del tiempo. Es la misma lógica detrás de argumentar que "matrimonio" sólo puede ser entre hombre y mujer, porque viene de la raíz que significa "madre".

Hablando de ello, piensen en la polisemia de los insultos mexicanos. La palabra "madre" no es grosería cuando significa "progenitora", pero sí lo es cuando significa "cosa"; no se considera muy decoroso decir "¿Qué es esa madre?". En el norte del país, si algo está chido, se dice que "está con madre", pero en otras partes se dice "está de poca madre". ¿Por qué lo "chido" a veces es presencia de madre, y a veces es escasez de madre? ¿Dice algo esto de cómo estas personas valoran a sus madres? Noten también que la expresión "vete a la verga" equivale a decir "vete a la mierda"; y sin embargo decirle a alguien "eres una verga" es justo lo opuesto de "eres una mierda". ¿Revelan estas expresiones algo acerca de cómo piensa la gente en el excremento y los penes?

¡Ojo! No estoy diciendo que la palabra "puto" se use siempre de forma inocua y sin relación con sus connotaciones homofóbicas. De seguro por lo general así es, y no me parece injustificado sospechar de quien así se expresa, sobre todo si lo hace a menudo. Lo que yo digo es que no siempre es así. Es cierto que el lenguaje refleja los valores de quien lo utiliza, pero determinar cuáles son esos valores en específico no es tan fácil ni tan obvio. Creer que la interpretación literal de algo que se dice es la única válida no sólo es peligroso sino que no es muy inteligente. 

Como estudiante de literatura creo que no hay que tenerle miedo al lenguaje ni a las palabras. Desterrar de nuestro vocabulario tales o cuales palabras o expresiones empobrece nuestros recursos lingüísticos, y yo pretendo utilizar el amplio bagaje cultural de nuestra bella lengua para expresar mis ideas, así sean mentadas de madre.


VI.- NO SE OFENDAN

¿Cómo metes a cien judíos en un volchito? En los ceniceros.


Si yo digo que Felipe Calderón es un pinche enano pendejo y borracho, ello no debe ofender ni a los de baja estatura, ni a los que padecen la terrible enfermedad del alcoholismo, ni a los ayudantes de cocina, porque mi problema con Calderón no es que sea chaparro sino que… bueno, no voy a empezar con eso ahora. Si yo digo que Agustín Carstens es un maldito gordo hijo de puta, no debe considerarse un insulto hacia las personas con sobrepeso, ni hacia los hijos de las sexoservidoras. Si digo que Vicente Fox es un retrasado mental, no debe entenderse que desestimo a las personas con capacidades mentales diferentes.

De la misma manera, cuando en una ocasión llamé a Jon Peters “maldito judío puto”, no debía entenderse como un insulto a los gays ni a los judíos, porque mi problema con Peters no es que sea judío u homosexual sino que su nefasta influencia impidió que saliera una buena película de Superman en más de 30 años y eso me lo tomo como afrenta personal. ¿Hice mal y debí haber elegido otras palabras? Ahora entiendo que sí, y seguro no me expresaría de la misma manera. Pero el punto es que la cosa no siempre es tan sencilla como para presumir que se conoce la calidad moral o la forma de pensar de una persona por las palabras que utiliza, menos aún para juzgarla y condenarla sin miramientos.

Yo estoy ciego como un topo y uso anteojos (ya antes parodié la corrección política exigiendo que a los miopes astígmatas como yo se nos llamara “personas con capacidades visuales diferentes”). Si alguien me dice “pinche cuatrojos”, entiendo que me está insultando, pero si se lo dice a alguien más, yo no tengo por qué sentirme ofendido, pues sé que no es contra mí la cosa. Yo padezco atroces migrañas que me dejan incapacitado por días enteros. Si un gerente me niega un empleo debido a la inconveniencia que para la compañía pudiera causar mi enfermedad, me sentiría discriminado. Pero no me voy a sentir ofendido por las caricaturas del Chico Migraña.

Ahora me van a decir “No hay punto de comparación, Ego, porque ni los gordos, ni los chaparros, ni los migrañosos ni los que usan lentes han sido perseguidos, oprimidos y reprimidos por siglos”. Y creo que ahí tienen un punto. Después de todo, la pertenencia a un grupo es parte importante de la identidad de una persona, sobre todo si ese grupo ha sido marginado u oprimido, y si la persona ha sufrido discrimnación por pertenecer a dicho grupo. Es natural que alguien que se identifica como miembro de un grupo haga suyo el sufrimiento de todos los otros miembros, y se indigne cuando vea a alguno de los suyos siendo insultado o humillado. 

Es aquí entonces donde de nuevo, ante una posible ofensa, hay que hacerse las preguntas que planteé antes: ¿Tiene la intención de ofender? ¿Va dirigida a ti la ofensa, ya sea como miembro de un grupo o como individuo? ¿Puedes darte el lujo de ignorarla y seguir con lo tuyo? Creo que así es como puedes saber si de verdad hay un ataque o sólo andamos de whiney bitches, buscándole tres pies al gato, como los religiosos locos que ven mensajes satánicos en todas las caricaturas de moda. Y es que el que una persona pertenezca un grupo que haya sufrido toda clase de vejaciones no quiere decir que cada instancia que se tope con algo que parezca una agresión lo sea realmente.

Estas actitudes me recuerdan un poco a la "teoría de las ventanas rotas" para la seguridad pública. Ésta consiste en creer que si en un barrio se dejan pasar actos de delincuencia menor, como hacer graffiti o romper ventanas, la cosa descenderá en una espiral que llevará al crimen violento. Para evitar esa escalada, se supone, hay que aplicar medidas muy severas contra los delitos más pequeños. Estas medidas no han funcionado para frenar el crimen, y en cambio resultaron en acoso policiaco, a menudo llevado hasta la brutalidad, en barrios pobres y marginados.

De manera similar, se pretende que faltas menores a la diplomacia o el protocolo deben ser reprendidas y castigadas con dureza, pues se supone que estas microagresiones llevan hacia las formas de violencia más graves. Pero en mi experiencia he visto que cuando la turba iracunda se organiza para castigar, hace más daño a las personas ordinarias que cometen faltas menores, que a los poderosos que directamente están involucrados en la comisión de violencias opresivas. 

Al final, esta indignación altisonante sirve como catarsis para los sentimientos de furia e impotencia, y para que algunas personas puedan posicionarse públicamente como del lado de "las buenas", pero no hace mucho para lograr cambios profundos en las actitudes sociales. Convierte a cada progre en policía, fiscal y juez para vigilar y castigar a sus camaradas, y en lo que parece el remate de un chiste de humor negro, valida la crueldad en nombre del respeto y la empatía. Mientras tanto, tiene poco efecto en las figuras poderosas a las que les vale verga ser diplomáticas o no; muchas veces terminan ensalzadas como "mártires de la libertad de expresión" y ganan una mejor posición que la tendrían si se les hubiera ignorado.


VII.- SIEMPRE HABRÁ ALGUIEN QUE SE SENTIRÁ OFENDIDO

-¿Por que la niña se cayó del columpio?
-Porque no tenía brazos.
-¿Y por qué se volvió a caer?
-Porque la volvieron a subir


Ahora les voy a contar una historia que leí en un libro gratuito de la SEP cuando era un crío y que me impactó mucho:

Un anciano y su nieto salen de su granja con rumbo al pueblo acompañados por su burrito. El viejo, cansado, se monta en el burro y le pide al nieto que siga a pie. Al poco rato pasan frente a un grupo de personas, que empiezan a murmurar:

“Ay, pero qué barbaridad, miren a ese viejo abusivo… Él va muy cómodo sobre el burro, mientras el pobre niño tiene que caminar. ¿Que no sabe de los derechos de los niños…? Blah, blah, blah…”

El viejo los oye, se preocupa y ofrece a su nieto cambiar de lugar con él. El niño va muy cómodo en el burrito y el abuelo camina junto a ellos. Tras un rato, pasan frente a otras personas, que murmuran:

“¡Mira eso! ¡Qué falta de respeto! Ese niño que está joven y sano va en el burro, mientras el pobre ancianito tiene que romperse la espalda caminando. ¡Qué generación! Ya no hay respeto a los ancianos. A los niños los malcrían mucho… blah, blah, blah”.

El abuelo, consternado, hace que el nieto se baje del burro y ambos siguen el camino a pie. Al poco rato, pasan frente a otras personas, que murmuran:

“¡Mira a esos tontos! Tienen el burro, pero ahí se van caminando. Es que en este país la gente no aprovecha sus recursos… Por eso estamos como estamos… Blah, blah, blah...”

Entonces el abuelo decide que él y su nieto se monten en el burro, pero tras unos minutos, se topan con otras personas que murmuran:

“¡Qué horror! ¡Mira cómo abusan del pobre burrito! Dos personas encima de él. ¿Qué necesidad? ¿No pueden caminar? ¿Que no saben de los derechos de los animales…? Blah, blah, blah...”

Al final, el abuelo le dice al nieto, que no haga caso de las gentes, porque siempre habrá alguien a quien no le parezca bien lo que uno haga.

Moraleja: no se puede tener contento a todo el mundo, así que en realidad cada quien elige decir y hacer lo que le parece correcto, y a quién se puede permitir ofender por ello.


VIII.- NO ESTOY DE ACUERDO CON LO QUE DICES...

Toda persona tiene derecho a decir lo que quiera, y toda persona tiene derecho a mentarle la madre por eso.



Como con muchos temas en los que la gente tiene opiniones muy rígidas, este asunto de corrección política, libertad de expresión, violencia verbal, microagresiones, cultura de la cancelación, lenguaje incluyente, etcétera, es más complicado de lo que parece a simple vista. No creo que haya una forma sencilla de saber al 100 qué cuenta como discriminación y qué es simplemente una falta al protocolo; cuándo se trata de libertad de expresión incómoda, y cuándo hay un discurso de odio inaceptable; dónde termina la libertad individual y dónde empieza la responsabilidad social. Muchos casos serán claros, otros no tanto. Eso no significa que debamos renunciar a poner límites, pero tampoco que podamos establecer criterios tajantes y a rajatabla. Creo que a lo mucho podemos proponer algunas pautas, como he intentado hacer aquí, pero que en realidad muchos casos tendrían que juzgarse cada uno por separado.

A lo largo de los años he tenido verdaderos encontronazos con mis camaradas de izquierda por esta clase de temas. Si no son nuevos en este blog, notarán que he dedicado muchas líneas a argumentar a favor del feminismo, la justicia social, la inclusión, la representación positiva de los grupos marginados, en contra del bullying, del acoso callejero, de la homofobia; he puesto esfuerzo para rebatir los argumentos falaces de la derecha, de los conservadores, los fascistas, los "centristas ilustrados", los negacionistas del racismo y del patriarcado. He hecho análisis denunciando los contenidos prejuiciosos o ensalzando los mensajes incluyentes en obras de cultura pop.

Y sin embargo, aquí es donde he chocado mucho con la banda progre. Vaya, hubo gente que empezó a leerme por mis entradas a favor de la justicia social, pero que me "canceló" en cuanto leyó ésta. Porque no uso el lenguaje incluyente, porque sigo disfrutando de obras de arte o entretenimiento que están "canceladas"; porque creo que, así como hay límites, existen gradaciones, y no toda trasgresión merece igual repudio; porque sostengo que, así como alguien puede reírse de que maten a Kenny sin pensar que la muerte de un niño real es graciosa, una persona puede reirse de un chiste racista o sexista y aún así indignarse por los feminicidios o los asesinatos de negros a manos de la policía. Es que lo que muchos de mis compas consideran un imperativo moral no negociable, para mí es un conjunto de protocolos de urbanidad opcionales. Habrá quien diga que sólo estoy defendiendo mi comodidad, y quizá tengan razón, pero si no hallo obligación moral para renunciar a esa comodidad, ¿por qué habría de hacerlo?


No puedo menos que reconocer que detrás de la corrección política está una muy loable causa: acabar con la discriminación. Ante esto, es importante preguntarnos si esas medidas que se quieren implementar son realmente efectivas, si realmente valen la pena. Supongo que si hay que escoger entre dos excesos, el de la discriminación sin restricciones y el de la corrección política neurótica, este último es el menos malo, porque sólo es muy irritante, mientras que el primer exceso lleva, en última instancia, a cosas como esclavitud, segregación y genocidio. Quizá la correción política pretende ser una de esas "reglas a prueba de tontos", en las que es mejor pecar de excesiva precaución que arriesgarse a que las cosas puedan salir realmente mal. Idealmente, somos seres humanos racionales, no menores de edad sin criterio, y no tenemos por qué escoger extremos si hay alternativas más sensatas.

Algunas personas piensan que la irreverencia siempre debe siempre apuntar hacia arriba, al poder, no hacia abajo. Yo, en cambio, pienso que ésa es una opción muy buena, quizá la mejor, pero que en general la expresión creativa, en forma de arte, humor o entretenimiento, no debería estar obligada a limitarse por pruritos morales de este tipo. ¿Les parecieron chocantes los chistes que puse a lo largo de esta entrada? Lo entiendo, a mí tampoco me dan risa (bueno, el de la niña sin brazos, sí). Después de todo lo que hemos dicho, ¿siguen pensando que fui terriblemente violento al reproducirlos acá? Probablemente sí. Pero más allá de esta cosa vaga y ambigua de sentirse ofendido, ¿se hizo algún daño a alguien? Por mi parte, pienso que lo que digo no tiene que estar exento de ser ofensivo. Tengo derecho a decir lo que me venga en gana, ustedes tienen derecho a decirme que soy un pendejo por eso, y yo tengo derecho a mandarles a la mierda.

Pero eso nos dejaría como un montón de borricos incivilizados. Miren ustedes que tampoco me gusta andar ofendiendo a la gente por ahí gratuitamente. Yo no iría a un sitio religioso a insultar a los creyentes; tengo mi blog para ello y quien se ofenda puede simplemente no leerlo. Tampoco voy por la vida trolleando a usuarios de Internet; éste es mi espacio para mi ejercitar mi peculiar sentido del humor. De hecho, desde que escribí la primera versión de esta entrada uso menos palabras como "puto" y no porque la considere mala en sí misma, sino porque me interesa construir diálogos y sé que la grosería puede dificultar ese proceso.

Así que propongo lo siguiente: a) yo escribo aquí mis pendejadas; b) si a ustedes no les parece, me lo dicen y argumentan; c) yo defiendo mi postura de la manera más civil posible, o cedo si me convencen; lo peor que puede pasar es que quedemos de acuerdo en no estar de acuerdo y nos ignoremos alegremente los unos a los otros.

Y al que no le parezca es puto.

FIN


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32 comentarios:

marichuy dijo...

Celebro la incorrección política; siempre pese a que a veces se pretexta tal cuando lo único que se busca es joder y ofender, por el puro gusto de.

Esta definición me gustó (se la robé a un tuitero, @RockStroke)

"La corrección política no es más que una mezcla nauseabunda de pereza y cobardía intelectual... de ahí las medallas que acarrea"

Saludos

Nothingman dijo...

Jamás me imagine que te pudieran decir homofóbico por ese post... si está rete-cagado.
Comparto tu opinión sobre la corrección política y todo lo dicho en este post.
¡Saludos!

Alida Corey dijo...

Yo entiendo lo que tratas de decir, tienes razón en casi todo pero tan mal está el racismo como la discriminación. Eres una persona muy preparada pero vanagloriarte con eso discriminando a los ignorantes es lo mismo. Esto es sin ofender pero lo he sentido así si no es de esta forma entonces pido disculpas de cualquier forma y a excepción de los post que he sentido de esta manera, me encanta leer tu trabajo.

TORK dijo...

jajajajajaajaja

Me hiciste el día con esta entrada.

Enhorabuena.

Kyuuketsuki dijo...

Ten cuidado, ahora llegarán las hordas de personas enfurecidas para que no utilices el término "enano", sino que sea "verticalmente desfavorecido", para no ofender al señor presidente.

Me acordé que hace unos días se molestaron en la Conapred y promovieron una queja contra el diputado Fernández Noroña, por decir, igual que tú, el famoso "putos", pero en twitter. Al margen de que Noroña está medio (muy) imbécil, creo que la Conapred debería estar ocupada en cosas más importantes para prevenir realmente la discriminación que emitiendo quejas para un diputado mamón. Yo nomás digo.

Lady Diabla dijo...

La entrada estuvo muy interesante Ego, ilustrativa y divertida pero bueno, como dijiste el proposito de tu entrada era causar controversia y aunque no era del tema pues... funciono.

Anónimo dijo...

El problema del post anterior no era que fueras politicamente correcto o no, DIOS! tu post era acerca de los ninjas. El problema es que se te pudre el higado si alguien no empieza su comentario con BEST POST EVEER!!! o tremendo post ego, o algun alago desmedido hacia ti. Si alguien se sintio ofendido porque usaras PUTO despectivamente, creo que fueron bastante educados y tampoco vengas con el cuento de que TU usas la palabra PUTO en otro sentido que todos los demas mexicanos.
Es una mamada si usaste la palabra o no, peyorativamente o no, el punto es que no aceptas que a los otros no les guste, sino les parece lo que tu dices son unos debiles mentales.
No es politicamente correcto poner una estatua de Montejo, eso seguro, a mi me vale madres que la pongan, pero pues a ti no te parece, porque era un cabron mata-indigenas, y estas en todo tu derecho de expresarlo.

AHORA QUE VENGAN LAS HORDAS ENFURECIDAS DE EGO FANS

Alejandro Aguilar dijo...

Y todo por los putos ninjas. Ups!, ay vienen las botellas...





...Dark Angel...

m. Isaac. V.R. dijo...

los que se ofendieron son unos putitos.

carsam dijo...

"cualquier cosa que digas va a ofender a alguien y si no se ofende debería" Lemmy Motorhead

pepper dijo...

pffffm lo que causo el desmadredel post anterior no fue el aspecto de la homofobia o el uso de las palabras, sino en la respuesta de ego a las criticas. de nuevo, es su puto blog y puede poner lo que sea claro pero pues asi como el critica y en ocasiones presume, pues, que no se alborote si recibe lo mismo.

no creo que el desmadre sea usar la palabra puto, coño que las palabras en si no son nada, su significado viene de quien y como las usa.

una cosa es que alguien le diga a su cuate judio "kike" y otra es que un cabron ande poniendo pancartas de "kill all the kikes". cambia todo. de igual forma con toda palabra que pudiese o no ser considerada ofensiva.

Ego NADIE es politicamente correcto. es absurdo andar por ahi con un letrero que diga NO SOY POLITICAMENTE CORRECTO...
como alguien menciona por aqui, aquellos que se andan con esa actitud usualmente lo hacen buscando joder y chingar gente, gente la cual probablemente tampoco es politicamente correcta. En mas de una ocasion me he topado con idiotitas que andan por ahi con esa actitud, siendo esta misma actitud prepotente lo que enoja a la gente. por ejemplo un wey en una fiesta que anda haciendo comentarios racistas.. con la intencion de llamar la aencion. nadie en la fiesta tenia el mas minimo inconveniente con esto pues cada quien dice lo que se le antoje.. pero, lo que encabrono es que este cabron andaba por todos lados gritando sus mamadas, no solo lo del racismo, y lo que encabrono a muchos fue ESTA ACTITUD, y no lo que decia.. podria haber estado recitando la tabla periodica y todo mundo se hubiera encabronado igual, porque era un punche pendejo buscando llamar la atencion con eso de "NO SOY POLITICAMENTE CORRECTO". coño, hasta las chelas que estaban ahi eran objetivamente politicament eincoreectas.

y pues si no soy claro, yo creo que a la gente no le imprta lo que dices sino como, asi que si veo a cabron faroleando por ahi sobre lo que sea, correcto o no, me voy a emputar.

entiende esto ego, no se trata de que digas putos ninjas, sino de tu actitud de "soy un chingoncito ultradiferente como todos esos otros chingoncitos ultradiferentes e incorrectos".

claro claro, seguro si habra uno que otro, quien por su educacion y cultura si se sienta MUY ofendido por ciertas palabras.... pues y a qri que c hingados te importa, coño, asi como tu tienes un punto de vista sobre algo otros tienen uno completamente diferente. que si a alguien (que creo que ya ni volvio) le parecio ofensivo.. pies que chingados. no fue hostil hacia ti, solo remarco lo que pensaba.
y a fin de cuentas
si se supone que te valen tanto madre las cosas de ese tipo pues que chingados da si te dicen homofobico, tu le has dicho mojigatos y otras cosas a gente que no lo es, solo porque conoces una pequela parte de su personalidad y cultura no quiere decir que sabes todo sobre ellos, de igual forma que alguien que te diga homofibico no sabe todo sobre ti.

en fin creo que TU si entendiste masomenso como estuvo el desmadre, pero veo que algunos de tus "fans" no, ya que luego luego ahi stan defendiendo algo que nadie ataco o critico.. lo cual me da e entender que no saben excatamente lo que esta pasando.

te gusta crear controversia, te divierte, es el objetivo de tu blog, pero no aceptas criticas, mas bien buscas que se refuerze tu desmadre... y pues chido.

saludos

sige con el blog

Sir David von Templo dijo...

Pues en vista que hay personas altamente susceptibles que leen tus escritos y automáticamente se sientes insultados o discriminados, la mejor opción es mandarlos a la verga, ¿no crees?

Buen post Ego, si no te importa lo tomare prestado para el próximo Circo del Absurdo

Sir David von Templo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pablo Cabañas dijo...

Lo único malo es que de todas formas siempre habrá personas medio brutas que todavía no captan el sentido de la palabra, dependiendo del contexto en que se utilizó. Yo que soy bisexual a mi no me causó ni la más remota ofensa cuando escribiste que los "ninjas son putos", porque se empleo la palabra "puto" en el sentido de "collón", "cobarde".
Sugiero a todas esas almas lingüísticamente sensibles a que vean un capítulo de South Park en donde los niños cambian el significado contextual de "maricón" para referirse a los motociclistas y no a los gays.

PD: eso de "afroafricanos" ya lo había leído en un artículo de Sergio Sarmiento, cuando trató el mismo tema.

Raúl H. Pérez dijo...

A Raúl H. Pérez le gusta esto.

Rigel Solís dijo...

Hola Ego, yo empecé a leer cada post de tu blog a partir de mi lectura de Las 7 formas..., no al contrario como tus longevos fans. Por mi mente pasó que uno que otro mamón te atribuiría homofobia por la putería de los ninjas putos, pero la neta me da hueva leer tantos comentarios que seguramente irán por una desacreditación sin fundamentos o por una chupada de pito. En fin, a la verga con los putos ninjas y los mamones, claro, ahora alguno de éstos dirá que eres racista y, además, puto. Este post me hizo reflexionar mucho al respecto, chido por tus putas letras, me han servido un chingo y las he disfrutado también (aistá la chupada de pito). Rigel solís

Anónimo dijo...

Pues es tu blog y puedes decir lo que quieras, y al que no le guste que no entre a leerlo y ya.

sin embargo yo no veo porque la palabra indio si debe estar a parte de las palabras puto o negro en cuanto a una descriocion de alguna persona o actitud.
es decir igual en la palabra indio tiene que ver como en todas las demas palabras la intencion del que la emite y la sensibilidad y prejuicios del receptor.

si mi jardinero o mi gerente tiene raices indigenas, facciones indigenas, y hablan ademas del español, algun dialecto indigena y yo les digo indios o indigenas evidentemente no los estoy insultando. es como decirle negro a un negro.

en tu post de ninjas es clara la intencion de asociar la palabra puto con patrones que normalmente son considerados femeninos como un ninja rosado o naruto con tendencias homosexuales, no tienes porque negarlo ya que no lo veo mal es tu blog es muy tu problema, a mi en lo personal no me parece que decirle a un homosexual puto sea insultante y si lo es, es para el homosexual al que me refiera unica y exclusivamente asi como dices no para todo el "gremio". tengo amigos homosexuales y entre ell@s no se bajan de putos, putas, locas y demas linduras.

bueno te felicito por tu blog que siempre me ha parecido interesante y un saludo a todos lo putos indios negros ancianos retrasados mentales y pejefans que andan por aqui.

Majo Calamidad dijo...

Bueno, en Sudamérica "Puto" significa promiscuo, mujeriego. Si yo pretendía insultar a alguien diciendo "puto", nadie se ofendía por eso. ¬¬ los odio.

Héctor dijo...

Complementando a Majo. Puto, masculino de puta. Hablar de una puta es hablar de una mujer que gusta del sexo y que intercambia bienes por servicios. O sea, cobra.

Por tanto, puto sería lo mismo. Para referirse al hombre que se siente atraído por otros hombres con deseo carnal y romanticismo, los términos despectivos serían "jotito, mariquita o gay"

Chido

Maik Civeira dijo...

UY, perdonen por tardar tanto, pero he estado ocupado como locomotora. Gracias a todos por sus comentarios. Trataré de responderles.

@alida corey: Nunca tendrás que disculparte por expresar tu opinión en este espacio. Creo que la ignorancia voluntaria, es decir, no la del que no sabe porqu eno ha tenido chance, sino del que se conforma con lo poco que sabe, merece ser humillada. Además, es divertido.

@Anónimo: Como la mayoría de lo que dices ya lo aclaré o ya me disculpé por ello, haré caso omiso. Gracias, sin embargo, por algunos puntos valiosos que mencionas. El resto, no vienen ni al caso.

Con respecto a lo de la estatua de los Montejo, ya esperaba que alguien lo trajer a colación. Mi respuesta es que se trata de casos diferentes, porque:

A) No es una expresión hecha por un particular en un ámbito privado, sino una obra pública expuesta en un espacio público por el gobierno y pagada por la ciudadanía.

B) No se trata de una palabra que pudiera o no ofender a un grupo de personas, sino un homenaje a una persona cuyas acciones fueron criminales.

@Pepper: Ok, estoy tomando algunos puntos que dices, gracias. Pero yo no me hago al políticamente incorrecto para hacerme al chingón. Simplemente es una cuestión de principios. Y sí me importa dejar en claro que la incorrección política no es lo mismo que la discriminación. No quiero que se me acuse de algo que no soy, y creo que tengo derecho a defenderme de esas acusaciones.

@ Anónimo 2: Caray, tienes razón con las imágenes, no había reparado en ello. Pero bueno, de verdad que con "putos" no quise decir "homosexuales", sino chafas, cobardes, pusilánimes, ojetes, culeros, etc. Si se fijan, en esa misma entrada, los que SÍ eran homosexuales eran los hoplitas griegos, a los que alabé por chingones, y de los que sostengo que su homosexualidad era parte de su chingonería.

Con la palabra "indio", no debería ser ofensiva. Es incorrecta, eso sí; es como llamar "chino" a un francés. El problema es cuando se usa una denominación de raza o nacionalidad como despectivo, como cuando se dice "indio" o "mongol" por "tonto".

Rochy dijo...

Estoy de acuerdo en general con tu post, aunque me temo que me confundí en tu distinción entre "judío puto" e "indio". O sea que si le digo "indio" en forma despectiva a alguien que es nativa de America y aparte me cae mal, está bien (segun tu), pero si le digo "indio" a alguien que no es nativo de America, solo para molestarlo, entonces no está bien?
En fin... leia tu entrada sobre Jon Peters, y, aunque creo saber que no eres antisemitista ni nada, me parece que hay por alli un tema delicado: estereotipos. Es decir, dices que "a los productores judios no les interesa tanto que...", etc., como si el hecho que crean en un libro hecho hace unos mil años y que le corten a sus varones sus partes delicadas, tenga alguna relacion con sus ambiciones de poder y la forma como hacen películas... todos! (porque dices los productores judios, no Jon Peters) Creo que esa es la diferencia entre usar lenguaje politicamente incorrecto y fomentar un estereotipo, y creo que los estereotipos son el peligro del que huyen los grupos que han sido perseguidos, no de las palabras en si, sino de lo que implican (y que por lo tanto hacen todo lo posible de alejarse de ese estereotipo, como la sensibilidad de algunas mujeres a las bromas acerca de la violacion , que especificamente indican que las mujeres disfrutan de las violaciones!!). No creo que el problema sea el lenguaje sino el mensaje.

En fin, creo que tienes razon con respecto a "lo politicamente correcto". Me fastidia tener que decir "niños con capacidades diferentes", porqué tenian que escojer algo tan largo? Además puedo perfectamente escuchar a alguien insultando a otro diciendole "tienes capacidades diferentes", y al mismo tiempo mucha gente siempre ha usado palabras como "discapacitado" con respeto y de ninguna manera implicando un insulto.

Unknown dijo...

Hola que tal soy July la webmaster de una web de videos estuve viendo tu blog y está muy bueno, me gustaria realizar un intercambio de enlaces, si estas deacuerdo solo contactame, besos.

http://www.hoyvideosonline.com
Videos

Maik Civeira dijo...

@Rochy: Tienes razón con lo de los productores judíos, es un estereotipo malaonda. Es un hecho que muchos de los más poderosos magnates de Hollywood son judíos, pero mi problema con ellos no es que lo sean, sino los bodrios que su avaricia les lleva a producir. Pero tienes razón, no está bien fomentar el estereotipo.

Por cierto, ahora que mencionas las violaciones, te recomiendo esta tira cómica. Hicieron un chiste sobre juegos de rol, que incluía una referencia jocosa a las violaciones. Los lectores se les fueron encima y ellos respondieron con otra tira:

http://www.penny-arcade.com/comic/2010/8/11/

http://www.penny-arcade.com/comic/2010/8/13/

m. Isaac. V.R. dijo...

ese Maik. Llegó la revolución que nos esperaba en 2010: tenemos Miss Universo. Qué cool.

Francisco Alcalá dijo...

Ego, me gustó este post. Me acordé mucho del absurdo asunto de los timpres de Memín Pinguín y toda la alharaca que hicieron los gringos.

Te dejo otra que a mí en lo particular me parece estúpida: la forma en que se han transformado de inválidos a minusválidos, a incapacitados, a discapacitados, a personas con capacidades diferentes y, hasta ahorita, personas con capacidades especiales. A ver que otro término largo y difícil de decir inventan después. Y todo con el fin de "no ofender", cuando no importa como los llames, si los sigues tratando de la misma manera.

Saludos.

Ribozyme dijo...

Un poco tarde, pero apenas doy con este post por un link de Fabián Torres en el Face.

¿Qué opinarías de alguien que diga en frente de tu mamá, tu hermana, esposa o hija "¡Pinches viejas, les encanta la verga!"?

O alguien que diga "Chingas a tu madre" frente a la mamá de uno o de alguien más.

O alguien que diga "¡Pinche retrasado mental!" frente a la familia de un retrasado mental...

Son usos del lenguaje validados por la tradición... también cargan con una cosa llamada internalización, el considerar como normal las actitudes negativas que la misma sociedad valida.

Decirle "No seas puto" o "no seas maricón" a alguien lo que hace es relacionar el ser homosexual con ser "delicadito", pusilánime, alguien que no aguanta nada. Ahí van dos prejuicios internalizados: los hombres debemos ser muy machos, muy aguantadores, nada de demostraciones de desagrado, debilidad o sensibilidad. El otro prejuicio: los homosexuales son varones disminuídos, "menos que hombres", por lo tanto son "delicaditos"...

De acuerdo, la libertad de expresión es básica, nadie tiene derecho a limitar lo que tú digas, pero la libertad de expresión también significa que quienes estén en desacuerdo contigo tienen la libertad de expresarlo y cuestionarte y criticarte...

prufrock jerusalem dijo...

Buena entrada, no la había visto, pero puede deberse a que escribes un putero de pendejadas.

Creo que la principal dificultad de la gente para entender este tipo de temas está en que le adjudican una realidad o valor intrínsecos a las palabras, y no reparan en la responsabilidad de los hablantes, que son quienes fijan que un uso sea peyorativo o no.

DRWXP dijo...

Maestro, debatía sobre el asunto si era ofensivo o no decirle a alguien negro, y me dieron estas respuestas, que dejo por acá como referencia:

"asumir el insulto es una de las formas habituales de desafío del oprimido. Lo han hecho casi todas las minorías; es más, hasta en la poesía se ha hecho; los modernistas eran llamados así de manera despectiva y ellos asumieron el insulto; pero volviendo al tema: cualquier análisis somero de uno de esos términos lingüísticos, puede encontrar raíces peyorativas y discursos de poder escondidos" [...] ese es el discurso: vamos a fingir que no es sorna, pero el que recibe el comentario sabe que sí lo es... ¿Cómo lo sabe? Porque el mismo vocablo se usa para insultar, te dicen "negrito de cariño", van a alegar; pero esa misma palabra "negrito"; la van a usar para decir que alguien no es agraciado o inteligente porque parece "negro" o "indio" o "mulato" o "zambo" o etc."

DRWXP dijo...

me hizo falta este:

Ni en América existían "indios" ni en África "negros". Las poblaciones de ambos continentes eran un conglomerado de pueblos y lenguas, que tenían sus propias palabras para diferenciarse como seres humanos. Las palabras "indio" y "negro" son instrumentos de dominación sociolingüística. Palabras inventadas por los conquistadores para despersonalizar a los esclavos, palabras creadas no para designar personas, sino instrumentos con la capacidad del habla. Y es risible pensar que no son ofensivas cuando fueron creadas precisamente con esos propósitos. Que las personas designadas como "indios" o "negros" hayan asumido el insulto como rebeldía no oculta su uso peyorativo. Un análisis somero puede demostrar ese origen: en Honduras la palabra "indio" sigue siendo sinónimo de "tonto"; "No seas indio"... y de negro hay n cantidad de ejemplos... Otro ejemplo es la palabra "aborigen" o "indígena"; eufemismos creados para atemperar los "indios" y negros"; pero el insulto es peor. Las dos palabras originalmente son utilizadas pare referirse a animales o plantas propias de una zona y de nuevo recurramos a los ejemplos: dicen "aborigen australiano"; "nativoamericano" o "aborigenes africanos"; pero nadie dice "aborigen islandés" o "aborigen teutón" o "nativo normando"... ¿ Por qué será?

Anónimo dijo...

No, puto tu, putoputoputoputoputoputoputoputoputoputoputoputoputo...

:P

edithblacksoul dijo...

El último párrafo es lo máximo, porque sí, hay mucha gente que ante "la ola de corrección política" o todo este fenómeno que comentas responde siendo lo más ofensivo y desconsiderado posible y pues tampoco se trata de eso.

Maik Civeira dijo...

Gracias, Edith. Saludos :)

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