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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

viernes, 28 de octubre de 2011

Utopía zombi

Me inspiré en este artículo de io9 para escribir la siguiente entrada:


Utopía zombi. Sí, una utopía. De eso se trata la ficción del post-apocalipsis zombi, de una utopía. ¿No me creen? Venga, pensemos: ¿por qué es tan popular la ficción de zombis? Ha estado de moda desde el estreno de 28 días después (2002) y de hecho se ha hablado de un Renacimiento Zombi para el "boom" zombi del siglo XXI. Los zombis están presentes por todas partes: en el cine, la televisión, los videojuegos y la literatura. ¿Por qué son tan populares?

Es cierto que matar zombis es divertido (es como matar gente, pero es legal) y que las historias de zombis ofrecen muchas emociones. También es cierto que en realidad, el género de zombis es uno que se gasta muy rápido, y que los lugares comunes (adorables, eso sí) no tardan en aparecer, a menos que se recurra a ideas muy novedosas, las cuales a su vez se agotan pronto y ya no dan para más.


Pero ¿por qué nos gustan tanto las historias de zombis? Quizá debemos preguntarnos antes, ¿por qué nos gusta la ficción post-apocalíptica? La ficción post-apocalíptica es la que nos plantea un mundo después del Apocalipsis, es decir, después de que la civilización colapsó debido a alguna catástrofe y la humanidad ha regresado a un estado de semi-barbarie.

La ficción apocalíptica, la que narra el fin y la destrucción del mundo, es aterradora, pero la ficción post-apocalíptica tiene mucho de romántica. Piénsenlo, una vez colapsada la civilización, ¿qué hay que perder? Tenemos delante de nosotros un nuevo comienzo, una oportunidad de empezar de nuevo sin cagarla tan estrepitosamente.


La ficción de zombis que no trata del post-apocalipsis es aterradora. Piénsese en REC, o en La Noche de los Muertos Vivientes original. Nos dan miedo porque nos hacen pensar que podríamos perderlo todo bajo una muchedumbre de zombis caníbales descerebrados (inserte aquí chiste sobre fanáticos religiosos o seguidores del Peje). Pero en el post-apocalipsis, las cosas estarían más calmadas: ya no hay nada que perder y sí mucho qué ganar.

Pero aún más: en el post-apocalipsis zombi se nos presenta una opción muy tentadora: una vida más sencilla en oposición a nuestra estresante y complicada realidad. En el mundo infestado de zombis, uno no tiene que pensar en el trabajo, en horarios, en impuestos, en leyes, colegiaturas, crisis económicas, calentamiento global, estudiar una carrera o conseguir un empleo, etc... Sólo tienes que preocuparte por sobrevivir: buscar comida y ver que el depredador (el zombi, en este caso) no te coma. Ello significa regresar a nuestro pasado de cazador-recolector, de cual tenemos una imagen idealizada que en nada se corresponde con la realidad, una utopía en la que podemos estar libres de pobreza, estrés, depresión, obesidad y diabetes. 

El mundo post-apocalíptico nos ofrece grandes espacios abiertos y despoblados, como al principio de los tiempos. La ciudad, en el mundo zombi, se convierte en un superlativo de lo que es en nuestros tiempos: un espacio hacinado, inmundo y atestado de gente que trata de comerte (literalmente en el mundo zombi, moralmente en el mundo real). Pero el campo, las carreteras, las islas y las aldeas son tranquilas y apacibles, siempre y cuando sepas mantener a los depredadores a raya.


La compleja sociedad actual, con sus jerarquías e instituciones, sus leyes y reglas de etiqueta, y con ese montón de gente a la que no conoces y que no te importa, pero con la que tienes que vivir, queda atrás para siempre. En cambio, tienes a una pequeña comunidad de sobrevivientes, todos los cuales se cuidan y se estiman entre sí, un líder que se escoge por sus habilidades y un sentimiento de pertenencia al grupo y cohesión comunitaria como ya casi no se experimentan en la actualidad. ¡Es el paraíso!

La sociedad humana ha evolucionado muy rápido desde que los Homo sapiens aparecimos hace 200 mil años, de los cuales sólo unos 12 mil hemos practicado agricultura, sólo 6 mil hemos tenido escritura y sólo unos 250 han pasado desde la Revolución Industrial. En el último siglo, generaciones han visto cambios drásticos casi cada década. Es natural que sintamos que esta vertiginosa vorágine de transformaciones va demasiado rápido y queramos tomarnos un tiempo para añorar otras eras en las que, imaginamos, la vida era más sencilla. La ficción post-apocalíptica de zombis nos ofrece ese escenario. Quizá por eso que nos gusta tanto.


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10 comentarios:

Sexto Empirico dijo...

Buen punto, justo acabo de leer este blog hace unos minutos http://blogs.discovermagazine.com/discoblog/2011/10/28/from-freedom-to-brains-shift-in-zombie-narrative-reflects-zombie-fication-of-society/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+DiscoverDiscoblog+%28Discoblog%29

Sexto Empirico dijo...

Que trata sobre el tema.

Sir David von Templo dijo...

Pues aca el Reverendo Strauffon, Pancho el Autor y yo platicamos un poco de como sería el apocalipsis zombi aca en México. Ya quedamos en que el Autor y yo iriamos a Monterrey con el reverendo... Ahí si te quieres anexar pasamos a buscarte... :)

Saludos.

Nothingman dijo...

Pero la verdadera amenaza ya no serían los zombies, una vez que sepas "tratar" con ellos, los demás humanos con ganas de chingar al prójimo son los que me darían miedo.

Anónimo dijo...

Ola, fui tu alumno hace dos años y de vez en cuando entro a tu blog aun que no comento nada. He visto que en ocasiones hablas de que el Peje no es una buena opción o haces chistes al respecto. podrías escribir unaentrada que hable sobre tus opiniones sobre esto? yo he estado pensando votar por el porque creo que entre el pan, pri o peje, el peje es la mejor opcion, pero me gustaria antes escuchar (o leer) otras opiniones. ojalá que puedas. Gracias, saludos!

Maik Civeira dijo...

@Jorge: ¡Buena aportación!

@Sir David: Me quedaré en Yucatán, gracias. Aquí ya ocurrió el fin del mundo una vez (hace 65 millones de años, con cierto asteroide), así que es improbable que vuelva a pasar.

@Pancho: Eso sí, regresamos a las antiguas guerras tribales.

@Anónimo: Chispas! Ése es un tema complicado. No me gusta el Peje como opción, porque me parece de izquierda chafa y retrógrada, de hace 50 años. Pero tampoco me importa tanto como para dedicarme a atacarlo de lleno (es más ridículo que peligroso). Entre PAN, PRI y Peje, pos Peje, pero es un premio de consolación poco consolador. Me da mucho más miedo el posible regreso de los PRInosaurios... Creo que a la izquierda le correspondería busca o construir otras opciones.

Creacionismo: "VETE A CASA" dijo...

La verdad que no se pudo haber dicho mejor, el ser humano (o en este caso yo) esta ya un poco cansado de una ralidad tan estresante y mediante estos relatos post-apocalipticos, dejas tu mente volar, igual que lo hace Tyler Durden en el Club de la pelea. Bellissimo

Rubpanther dijo...

no creo que el hombre primitivo no fue estresante, imagínate que te ande persiguiendo un tigre hambriento o que salgas a cazar y regresas con las manos bacías o que la tribu vecina decido robarte a tus hembras y asi se me ocurren un chingo de cosas. creo que existían muchas situaciones estresantes en la vida de un "carvernicola" jajaja, por lo demás totalmente de acuerdo.

Maik Civeira dijo...

@RubPanther: Psé, yo tampoco cambiaría mi vida por regresar al paleolítico, pero ya ves que tenemos muy grabada esa idea de "todo tiempo pasado fue mejor" :P

Gracias por comentar.

chuy dijo...

Quiero ver cuanto dura esa utopia cuando no se cuente con atencion medica y de sanidad,volveriamos al medievo muertes por un simple resfriado y muertes tempranas en niños por falta de vacunas.Cabe mencionar a falta de un gobierno organizado y leyes que regulen las conductas antisociales la realidad se tornaria distopica estilo mad max,no creo termine bien sin la ciencia y la tecnologia somos como un animal en cativerio lanzado por primera vez a un mundo salvaje.Como dijo Marvin Harris "La especie humana es única en el reino animal, ya que no hay correspondencia entre su dotación anatómica hereditaria y sus medios de subsistencia y defensa. Somos la especie más peligrosa del mundo no porque tengamos los dientes más grandes, las garras más afiladas, los aguijones más venenosos o la piel más gruesa, sino porque sabemos cómo proveernos de instrumentos y armas mortíferas que cumplen la función de dientes, garras, aguijones y piel con más eficacia que cualquier simple mecanismo anatómico. Nuestra forma principal de adaptación biológica es la cultura, no la anatomía".

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