Es bien conocido que plataformas como Facebook,
Twitter y YouTube han servido como vehículo para difusión de contenidos de
extrema derecha, y han contribuido a la radicalización de personas (en su
mayoría, hombres jóvenes) en todo el mundo.
Se trata de un fenómeno ampliamente estudiado: las
redes sociales sirvieron hace algunos años para que grupos de terroristas
islámicos (como ISIS) reclutaran jóvenes de origen musulmán en Occidente. Poco
después, un proceso paralelo empezó a dejarse notar en Europa, Estados Unidos e
incluso América Latina, donde grupos de extrema derecha, antaño condenados a
los rincones más oscuros, se estaban volviendo mainstream gracias a que
las redes sociales les daban acceso a hombres jóvenes, y se aprovechaban de sus
frustraciones sociales, económicas y sentimentales, para jalarlos hacia el
fanatismo. Éste es uno de los factores más importantes para explicar por qué
estamos viviendo el inicio de un
Invierno Fascista. Este artículo
de CNN explica:
“La gente
ya podía radicalizarse fácilmente antes de las redes sociales. Muchos todavía
son radicalizados sin ellas. Pero las redes sociales, a menudo en combinación
con otros factores, ha demostrado ser una vía de radicalización muy eficiente,
en parte porque permite la fácil formación de comunidad y en parte porque sus
algoritmos, usados para convencer a la gente de quedarse un ratito más, ver un
video más, hacer click en una cosa más, sirven para obtener más fondos de la
publicidad.
Se ha
demostrado que las recomendaciones que YouTube ofrece, por ejemplo, empujan a
los usuarios hacia contenido extremo. Alguien que entra al sitio a ver videos
acerca de cualquier asunto que esté en las noticias, puede encontrarse
rápidamente viendo contenidos sobre teorías conspiratorias, por ejemplo. Hace
unos años, alguien que estuviera buscando información sobre el Islam podría
encontrarse en poco tiempo escuchando a un predicador radical. Al combinar esos
algoritmos con hombres que están desvinculados, que sienten que el mundo les
debe más, tenemos un receta para crear extremistas de cualquier tipo.
‘Están
buscando ideologías que les ayuden a justificar su ira, su insatisfacción, y
éstas se encuentran disponibles’ dijo la investigadora Jessica Stern a CNN ‘El
terrorismo se da como una moda. Notamos que personas que no eran musulmanes
estaban comprando la ideología de ISIS, se estaban convirtiendo al Islam. La
ideología de ISIS era atractiva para algunos de estos hombres que querían
expresar su rabia y resentimiento. Era otra ideología que se estaba volviendo
popular, poniendo de moda’”
En su momento, las tres grandes compañías actuaron
contra la propaganda del islamismo radical, pero se han mostrado demasiado
tibias contra el supremacismo blanco. Veamos esta entrevista
hecha a un neonazi rehabilitado por The Atlantic:
Kathy
Gilsinan: ¿Cuál
es el rol de Internet? Hay mucha discusión acerca de la radicalización vía
Internet de los miembros de ISIS… ¿Existe un proceso paralelo para los
movimientos de blancos supremacistas, o existen diferencias?
Christian
Picciolini:
Es un proceso muy paralelo. La propaganda es muy similar. Internet es en sí
mismo una plataforma. Hace treinta años, gente joven marginalizada, quebrada y
resentida tenía que encontrarse cara a cara para ser reclutada en algún
movimiento. Ahora estos millones y millones de jóvenes viven la mayor parte de
sus vidas en línea, si les faltan vínculos en la vida real. Entonces encuentran
comunidades en línea en vez del mundo real y tienen conversaciones sobre cómo
promover la violencia.”
En una
audiencia ante el Parlamento Británico, se discutió la influencia de las
redes en la radicalización de diferentes colores y los representantes de las
principales compañías fueron acusados de no hacer lo suficiente. The
Independent informa:
“Representantes
de Facebook, Twitter y YouTube dijeron que han incrementado sus esfuerzos
contra todo tipo de extremismo, usando a la vez tecnología automática y
moderadores humanos. Pero el grupo islamista que perpetró los bombardeos en
iglesias y hoteles que dejaron más de 300 muertos en Sri Lanka todavía tiene
una cuenta de Twitter y su canal de YouTube no fue borrado sino hasta dos días
después de uno de sus ataques más mortíferos.
La
parlamentaria Yvette Cooper reveló que, durante la noche, fue alertada de
publicaciones que clamaban que ella y su familia debían ser fusilados como
criminales. Éstas aparecieron en un grupo cerrado de Facebook con más de 30 mil
miembros, y tenían ya más de dos semanas de antigüedad.
‘Mátenlos
a todos, golpe militar Nacionalsocialista año uno… No me importa siempre que
ellos sean erradicados’ rezaba otra publicación que permaneció en línea.
Cooper
acusó a los gigantes de las redes sociales de ‘proveer a espacios seguros para
esconder a individuos y organizaciones que difunden el odio’.
‘Hemos
reunido evidencia de sus representantes a lo largo de los años, y sentimos que
estamos abordando los mismos problemas una y otra vez’ dijo la ex secretaria
‘Reconocemos que han hecho un poco de trabajo adicional, pero nos encontramos
una y otra vez con demasiados ejemplos de que ustedes están fracasando, de que
los extremistas han encontrado la forma de burlarlos o de que ustedes están
efectivamente proveyendo una plataforma para el extremismo… muy poco ha
cambiado’”
Ya habíamos visto cómo las
teorías conspiratorias, por más absurdas que suenen, alimentan las
ideologías de extrema derecha. El problema es tan grave que el
mismo FBI ya las considera un peligro. Pero el medio favorito para difundirlas
son las redes sociales y no parece haber forma de detenerlas. Esto no es sólo
en Estados Unidos, sino que también afecta a América Latina. En Brasil, las
noticias falsas y videos conspiranoicos a través de YouTube contribuyeron al
ascenso de la ultraderecha que llevó al poder a Jair Bolsonaro, como nos
informa el New
York Times:
“Los integrantes del movimiento de la
extrema derecha en Brasil —desde organizadores comunitarios hasta legisladores
federales— aseguran que su influencia no habría crecido tanto, ni tan rápido,
sin el motor de recomendaciones de YouTube.
Investigaciones académicas le dan validez
a esa opinión. El sistema de búsquedas y recomendaciones de YouTube parece
haber desviado a usuarios, de manera sistemática, hacia los canales
conspirativos y de extrema derecha en Brasil.
YouTube dice que su sistema de
recomendaciones está diseñado para maximizar el tiempo que
una persona pasa viendo videos, entre otros factores, aunque la empresa recalca
que no se hace para favorecer a una ideología política en específico. El
sistema sugiere qué ver después y, a menudo, reproduce videos de forma
automática con el objetivo de mantenernos pegados a las pantallas
Sin embargo, las emociones que atraen a
la gente a ciertos videos —como el miedo, la duda y la ira— suelen ser
características centrales de las teorías conspirativas y especialmente, según los expertos, del extremismo de
derecha.
Debido a que el sistema sugiere videos
más provocativos para mantener a los usuarios en el sitio, puede que los dirija
hacia contenido extremo que, de otra manera, tal vez nunca encontrarían.
Además, está diseñado para
guiar a los usuarios hacia nuevos temas a fin de despertar su interés: eso es
un gran beneficio para los canales que, como el de Moura, usan la cultura
popular como un punto de acceso para las ideas de la extrema derecha.”
Honk Honk = HH = Heil Hitler (Juro que no es broma) |
Todas estas
plataformas anunciaron que tomarían medidas para combatir el contenido
extremista, y ahí la llevan. Pero, aunque la derecha dice que no es
justo censurar a los nazis, porque al hacerlo estarían censurando también a
excelentes personas (que no son
nazis descarados, sino de clóset), lo cierto es que los mecanismos de prevención
de contenidos extremistas no funcionan de una forma muy eficiente.
El caso de
Facebook, por ejemplo, es bastante caótico. En su afán de establecer un falso
justo medio entre los radicales fascistas
que están matando gente y los activistas que están tratando de combatirlos,
Facebook está eliminando contenido antifascista cuando éste resulta demasiado
escandaloso, al mismo tiempo que permite circular libremente contenido fascistoide
cuando los extremistas encuentran la forma de esconderse en eufemismos o se
cuidan de ser demasiado majaderos. Para ello han creado una colección de símbolos y
expresiones cuasi-secretas sobre las que
los vigilantes del odio tienen que estar constantemente actualizados.
ProPublica escribió un artículo demostrando cómo los algoritmos
automatizados de Facebook terminan marcando como “discurso que incita al odio”
a críticas a grupos privilegiados, por ejemplo, si se denuncian actitudes
generalizadas de racismo por parte de blancos, o machismo por parte de hombres.
Y Twitter
tiene exactamente el mismo problema:
publicaciones que denuncian el discurso de odio son borradas, mientras notorios
supremacistas blancos siguen impunes. Si el lenguaje es tantito altisonante, un
activista puede ser censurado en Facebook. Mientras, llamados de violencia
contra grupos oprimidos o marginados son pasados por alto.
Lo cual nos
lleva a hablar de mi triste historia. Al escribir esto, mi cuenta personal de
Facebook ha estado bloqueada desde el lunes, y lo seguirá estando hasta que
hayan pasado 30 días. En ocasiones anteriores me censuraron por 15 y 7 días.
Esto no me había pasado en años, desde que solía publicar arte erótico más o
menos explícito en mi
fanpage (aprendí por las malas a no hacerlo). ¿Qué sucedió?
Desde que me
he puesto a escribir y compartir contenidos sobre y contra la nueva
ultraderecha, mi blog ha atraído la atención de muchos niños rana, pero en especial desde que hace unos meses empecé con
un nuevo álbum, Momos
antifachos para frikis de izquierda.
Algunos de éstos han sido señalados por Facebook como imágenes que difunden el
odio y retirados de inmediato. Cada vez que Facebook decide que posteo algo
malo, me castiga por más tiempo. Ignoro si ha sido el algoritmo o han sido los
niños rana los que me han estado denunciando en masa. Algunas veces Facebook me
da la oportunidad de apelar y pedir una revisión del contenido que me ha
censurado; a veces no, pero de cualquier forma nunca se ha retractado.
¿Qué
contenidos han sido éstos? Este
simpático y bien intencionado momo:
Simplemente,
una imagen del cadáver del tirano fascista y patiño de Hitler, Benito
Mussolini, después de que el dictador fuese sido capturado ye ejcutado por los
guerrilleros antifascistas, los heroicos partigiani.
Después, esta
inocente caricaturita:
Todo este
asunto me remite al intercambio que el actor canadiense Jim Carrey
tuvo con la nieta de Mussolini, Alessandra. Ace
Ventura publicó un dibujo de Mussolini colgado de cabeza con la advertencia de
que “aquí es a donde conduce el fascismo” (también a suicidarte en un búnker
apestoso, por cierto). Alessandra Mussolini se ofendió muchísimo por ello y le
dijo a nuestro querido comediante que él es un bastardo. Al cabo, Twitter borró
la conversación.
Aquí es donde
se ve claramente el error de perspectiva de las empresas de redes sociales:
hacen falsas equivalencias entre el fascismo y la resistencia contra el
fascismo. Debemos ser libres de burlarnos de Mussolini, un dictador sanguinario
y brutal, sin importarnos si eso ofende la sensibilidad de su nieta. De hecho,
si ella fuera una persona decente, repudiaría la memoria de su abuelo y se
burlaría del viejo cara de sapo junto con todos los demás. Pero ella no es una
persona decente, sino una neofascista que reivindica el régimen del Duce, y con
más razón debería darnos gusto si la estamos ofendiendo.
Pero para
Twitter, como para Facebook y YouTube, no hay diferencia entre ser un puto nazi
y burlarte, criticar o insultar a ese puto nazi. Vean lo que me pasó poco
después. Hace poco tiempo, en mi cuenta personal, publiqué esto:
Un montón de
fachitos llegó a comentar en ese post, afirmando que el “Gran
Remplazo” es real y por eso los nazis
tienen razón en usar la violencia para defender a la raza blanca. Como creo en
quitarle plataforma a los nazis, fui borrando cada uno de esos comentarios y
bloqueando a sus autores, pero no sin antes tomarles captura y guardarlos para mi
colección personal de idiotas de ultraderecha:
Al día
siguiente publiqué una selección de los más jocosos, y entonces una nueva legión
de fachitos llegó a hacer los comentarios usuales. Por los perfiles de estos
tristes individuos, con la imaginería neofascista usual (emblema strasserista, máscara de
calaverita, Pepe the
Frog, monas
chinas, etc.), intuí que se trataban de
la variante incel-otaco, a los que no se les ocurrió nada más creativo que decir que soy un cuck y que tomo soya (había hasta una furra trans, porque hay de todo en la
viña del señor). La fauna me pareció tan divertida, que decidí hacer una nueva
colección sólo con sus fotos de perfil. Aquí están:
Poco después
la publicación me fue borrada y fui desterrado de Facebook por 30 días (sólo mi
cuenta personal; la fanpage de
Ego sigue en pie). Aquí sí sospecho
que fueron estos patéticos humanitos los que me denunciaron. Como dijo una
amiga, no fue muy prudente dejar sus nombres. Dejando de lado que dudo mucho que estos chicuelos representen un peligro real para nadie, y que seguro hacen esto porque son muy lamentables y quieren sentirse malotes e importantes, creo que de toda esta experiencia podemos sacar una lección
importante: en Facebook alguien puede decir con alegría “soy un puto nazi”,
pero si señalas a esa misma persona y dices “hey, miren a ese puto nazi”, estás
incitando al odio.
En lo
personal, ni siquiera creo que Facebook, YouTube o Twitter estén tratando a
propósito de favorecer a los extremistas (Zuckerberg, después de todo, es judío, y no querrá que el antisemitismo se le salga de control). Creo que sólo quieren hacer negocio,
y para ello necesitan que más gente esté publicando y consumiendo en sus
sitios. Les importa menos si algo es justo o no, sólo si ese algo causa
escándalo y mala publicidad, si ese algo puede hacer que su modus vivendi
se vea afectado. Para ellos no es diferente censurar un video pro-LGBTQ+,
denunciado por decenas de homofóbicos (como le pasó al buen Quetzal) a censurar uno homofóbico denunciado por decenas de
personas LGBTQ+. De hecho, este último más probabilidades de desaparecer.
Lo cual nos
lleva al problema planteado en un inicio: las redes sociales están sirviendo
para la radicalización de miles de jóvenes alrededor del mundo. A todos nos
gustaría que los discursos de odio, teorías conspirativas y símbolos del
neofascismo desaparecieran de estas redes. Pero otorgar el poder de censura a
unas corporaciones que no obedecen a más lógica que el lucro no parece ser la
solución, ya que hasta ahora han tenido problemas para distinguir entre el odio
y la resistencia contra el odio. Y es que, no sólo las personas, hasta los
algoritmos pueden estar sesgados.
Lol, claro que sí campeón. |
Glen
Greenwald, en The Intercept, ha
advertido antes cómo las leyes contra el discurso de odio han sido utilizadas
en Europa para reprimir a activistas y manifestantes de izquierda. La crítica
hacia los políticos o las clases privilegiadas puede, muy tramposamente, ser
redefinida como discurso de odio contra ellos. Esto hacen los gobiernos que, de
una forma u otra, responden a un electorado.
Las
corporaciones de redes sociales, por otro lado, no; los usuarios tenemos muy
poco poder sobre ellas: no podemos elegir a su mesa directiva, ni podemos votar
sus reglamentos. En teoría podríamos usar nuestro poder de consumidor y decidir
no usarlas, pero esto resulta una mayor pérdida para nosotros que para ellas,
porque se trata de monopolios sin competencia. Teniendo servicio de una
compañía de telefonía A, puedes hablar con personas que tengan servicio de las
compañías B y C. Teniendo un automóvil o vehículo de cualquier marca puedes
circular por la misma calle que cualquier otra persona. Pero para dirigirte al
gran público que está en Facebook sólo puedes hacerlo teniendo cuenta en
Facebook y sometiéndote a sus reglas. Creo que he ahí el problema: entidades
que son a la vez redes, foros, medios, canales y espacios culturales de enorme
importancia e impacto social están en manos de corporaciones que no responden
más que a su búsqueda de lucro. Quizá no debería ser así.
Al momento de escribir esto, el video de Southern sigue en línea |
Toda sociedad
se topa con la tensión inherente que existe entre la libertad y la seguridad:
demasiado de una pone a la otra, y a sí misma, en peligro. No hay una fórmula
definitiva para resolver esta tensión, y sólo podemos tener soluciones
funcionales de acuerdo a las condiciones del momento. Se nos ha demostrado, una
y otra vez, que el discurso
de odio lleva, tarde o temprano, a la violencia, es decir, pone en peligro
la seguridad de las personas, como explica Antonio Salgado Borge:
“Esto es aún más claro cuando se considera
que los efectos materiales del discurso de los Nazis contra los judíos por
motivos étnicos son sobradamente conocidos: censurar este discurso no hubiera
implicado violar un derecho; permitirlo, claramente sí.”
Pero los
mecanismos de censura pueden ser usados para suprimir otras cosas que deberían ser
dichas, precisamente para combatir ese discurso.
Entonces, nos
encontramos ante un dilema: ¿Dejamos correr libremente contenidos que, hemos
visto, derivan en violencia muy real contra seres humanos y en la formación de
colectivos intolerantes que ahora están ganando poder? ¿Otorgamos la facultad
de controlar el discurso a unas entidades monopólicas antidemocráticas, sobre
las cuales casi no tenemos ningún control, a riesgo de que usen ese poder
discrecionalmente contra nosotros? La solución debe estar en alguna tercera
vía, en algún pensar fuera de la caja. Hoy, por mi parte, no tengo una
respuesta, pero plantearnos el problema es un inicio.
Mientras
tanto, uno de los atarantados por los cuales fue bloqueado de Facebook, acaba
de publicar esto en mi página:
Así las cosas.
EPÍLOGO: Como lo esperaba, esta publicación enardeció a los trolls de extrema derecha, que reportaron en masa mi cuenta personal y mi página. Mi cuenta personal fue dada de baja por varios meses, mientras que la fanpage quedó "castigada" con poca visibilidad; así funciona Facebook. Aunque al cabo me recuperé, sí tengo que admitir que estos incels me cuasaron muchas molestias. Pueden ayudarme reportando los perfiles que aparecen aquí y dando laik a mi nueva página de la Alianza Friki Antifascista.
NOTA DE 2021: Tras el ataque de fanáticos de ultraderecha al Capitolio de los Estados Unidos en enero de este año, por fin plataformas como Twitter y Facebook empezaron a bloquear cuentas de figuras prominentes de los movimientos neofascistas y postfascistas (¡incluido el mismo Trump!). Es muy poco, es muy tarde, y sólo lo hicieron para no hundirse junto con el bando perdedor; mientras les fue redituable, mantuvieron esa deferencia tácita. Meses antes, Facebook por fin empezó a catalogar el negacionismo del Holocausto como discurso de odio, pero al mismo tiempo endureció medidas contra el discurso crítico del poder (no puedes decir "pinches blancos racistas", por ejemplo). Al final, quedamos en tablas.
NOTA DE 2022: Cuando Elon Musk compró y adquirió el control de Twitter, regresaron los neonazis a la red social. El magnate también le devolvió la cuenta a Trump y ha iniciado una purga de cuentas antifascistas. Es el más reciente ejemplo del peligro de dejar instituciones tan importantes socialmente en manos de billonarios y megacorporaciones, en especial los que, como Musk, simpatizan con las causas de la extrema derecha. Hay que arrancar las redes sociales de manos de millonarios y monopolios.
Gracias por leer. Este artículo es parte de la serie sobre el Invierno Fascista (y la Resistencia). Si te gusta mi trabajo, puedes ayudarme a combatir el fascismo en redes con una subscripción mensual en Patreon. O también puedes hacer una sola donación en Paypal. Otros textos sobre temas relacionados incluyen:
12 comentarios:
Hola Ego, es una mierda que estés parcialmente bloqueado en redes sociales por tus ideas. Me gustaría ofrecerte una opción para dar difusión a tus textos alterna a tu blog, en un portal de noticias. Si te late, búscame en Twitter como @warmgunner666 y platicamos. Un abrazo.
Gracias, amigo. Te contactaré por twitter
Este artículo tiene el mismo valor que uno escrito por periodistas de la CNN o Buzzfeed... básicamente, ninguno.
Tengo una duda... Permítanme plantearla civilizadamente.
Todos esos perfiles con fotos de monitos anime y caballeritos cruzados y ranitas, esas cruces, esos falsos nombres alemanes y esas palabras en latín de diccionario:
¿Es porque son morenitos, verdad?
¿Morenitos como un frijol? ¿O con la suerte de ser más claritos que el común, pero aún con el "González" por apellido y he ahí la necesidad del nombrecito alemán?
¿Alguien se siente orgulloso de su "sangre"? Suponiendo que la respuesta sea "sí", ¿qué se siente estar orgulloso de algo que no es un mérito?
Pero quizá divago. No espero violencia de estas cosas, ni una "nueva cruzada", lo que viene siendo difícil porque, seamos honestos, ustedes no van a agarrar un rifle y arriesgar esas pieles "soleadas". Porque ustedes están... ah, demasiado ocupados detrás de un teclado. ¿Vuestra respuesta lógica a eso? Llamarle "cuck" a cualquiera que se los recuerde.
Mi experiencia con el "terceraposicionista" boliviano (¿lo escribí bien?) Gustave Pedraza (sí, boliviano, el chiste es para "marearse"...) que aún no acaba de partir hacia la madrecita Europa, es que ustedes fallan trágicamente en ver su destino: es que ustedes no existen fuera de Latinoamérica. Me explico: no hay simpatía para ustedes en esa Europa idealizada, porque los verdaderos fachos, los duros, los rubios, los BIENALIMENTADOS (hago énfasis en ello) no tendrían compasión con ustedes ni con sus gustos de "manchild". Sí, el anime, el manga, los dibujitos, serían carne de juicio para un real seguidor de la memoria de Hitler y Mussolini: su afición sería vista como "degenerada" al no entrar en el gusto clásico o en el espíritu romántico del volk. Que un latino aspirante a fascista apunte al mestizaje con una cara de risa... es que no sabe que el chiste ya va sobre él. Aún no es tarde para comprenderlo.
Será tarde el día que el aspirante persista en su porfía y ponga un pie en, digamos, Rusia. No acabará bien muchachos. El facho real los trapeará por el suelo, no importa que les citen su latín express. Su mejor expectativa es servir café o servir de chico de los mandados. O... ya saben, en la oscuridad, arrodillarse ante el ángel musculoso de genes superiores, bajarle la bragueta y... ¿necesito explicar estas necesidades?
Bien, algo más. En un país fascista, la historia lo confirma, es mal mirado que un joven no haya tenido hijos antes de los 30. El Ducce Mussolini lo castigó con un impuesto especial, pero eso ustedes ya lo sabían, ¿verdad? Entonces, si es su caso, el de no haber plantado la semilla o ni siquiera haber debutado (jajaja), quizá podrían ver como una ventaja el ser mestizos... En ese caso un fascista real se los pediría así: "Bitte, Affen, vermehren Sie sich nicht".
Saludos cordiales.
Fernando Eliot
PD: Para que nadie se sienta segregado, también incluyo a los Rodríguez.¿Te sientes mejor ahora, Cristian Miguel Rodríguez?
Cuidado.
F. E.
esos derechangos prietos con cara de olmeca dan pena ajena. alucinan mucho. PD. me maman los webos junto con su puta madre
En el tiempo que tengo de conocerte y leerte hemos coincidido en algunas cosas y en otras de plano no, pero te respetaba. Luego empezaste a defender a los SJW y las feministas de ahora de una manera bastante cerrada y cero imparcial o científica. Y que raro que alguien que criticaba a los que no eran exactos o analiticos o unbiased ahora justifique toda cosa que hagan los progres porque pues son tu equipo que has elegido. Como hincha de futbol o algo peor. Quisiera verte hacer una publicacion donde pongas todas y cada una de las faltas y cosas malas ademas de los errores de argumentacion y discurso de los colectivos feministas, de tus queridos Antifa, y en general los progres. Y antes de que digas no soy tampoco derecha ni mucho menos. Me cagan tambien ellos y su visión. Pero la izquierda radicalizada que tú defiendes no es nada mejor. Y que mal de tu parte que defiendas a un monton de gente y supuesta causa que solo busca destruir la cultura, los hobbies de otros, los personajes y tradiciones que a muchos les gustan, y para justificarse dicen que es porque han sido victimas y aparte se ofenden y se sienten asi y asá. Ajá. Como hablas seguido de los judíos (de hecho creo que eres de ascendencia judía aunque no sé de seguro) te pongo ejemplo usandolos a ellos: no pueden comer puerco, pero les reconozco que tienen la decencia de no querer prohibir el puerco para todos los demás. Los SJW y progres lo que harian seria desprestigiar al puerco, ir a golpear y apalear y pintarrajear restaurantes donde vendieran puerco, ridiculizar y hacer bullying en redes sociales y doxear a todos los que vieran con un plato de puerco comiendo, y cuando alguien les contestara violencia con violencia: "ayudenme, me atacan, ya ven, soy victima porque soy (insertar aqui trans, pelosazules, gordifatpride, LGBT, lo que sea"
Estas bien mal y me causas una gran decepcion, Maik. Que pena de talento desperdiciado. Solo acuerdate que ese mundo toxico que estas ayudando a crear es uno donde los tuyos no estaran a salvo. Porque ahora no basta ser bueno y respetar la ley porque de todos modos alguien te acusa y si te chingan, y despues se comprueba tu inocencia, dicen los idiotas que defiendes "bueno pero como quiera lo vale porque son mas los que si son culpables". Ahora imaginate que ese acusado dentro de varios años le toque ser a tu hijo o alguien mas.
DESAPENDEJATE, amigo. Te lo aconsejo de corazon. Te ves bien idiota defendiendo toda la mierda que ya acabo de describir y no voy a volver a poner y aparte otras mamadas como por ejemplo la manipulacion de boletos de Cap Marvel todo teto escribiendo "ya ven machitrolls duuuuh si ganamos duuuuuh si se ganaron billones duuuuh". Como si Disney te hubiera mandado un cheque a ti, we. Lo dudo mucho en serio. A los lideres de izquierda radical no les importas we, ni a Disney ni a Hollywood, ellos nomas estan sacando dinero hipnotizando tibios como tú que se creen que les estan apoyando en sus alucines. Esperate a que una de las alumnas que ya te han tirado calzón en el pasado y las rechazaste te quiera chingar y se invente algo que le crean y termines en noticieros aun siendo inocente, o lo que te dije que le pase a los tuyos ya sea hijo o el que sea que le toque, a ver si ahi sigues defendiendo la cagada. Abre los ojos, cabron.
Bueno, lamento decepcionarte, pero tu comentario tampoco es muy imparcial ni científico. Lo que dices de los movimientos pro justicia social son, por desgracia, muchos lugares comunes y concepciones erradas. Sólo te puedo invitar a que sigas leyendo. Yo no pretendo renunciar al intento de ser objetivo y crítico; de hecho, creo honestamente que mi compromiso con la congruencia de pensamiento es lo que me ha llevado hasta acá. Si he cambiado de opinión en algunos temas es porque he aprendido más sobre ellos, porque he escuchado a las personas que saben más que yo al respecto, en vez de quedarme con caricaturizaciones y lugares comunes.
Te recomiendo mucho estos videos, y que trates de verlos con mente abierta. No para que cambies tu forma de pensar, sino para que comprendas un poco mejor la mía:
https://www.youtube.com/watch?v=DMB785atM7k&t=1144s
https://www.youtube.com/watch?v=8NFy6Uc2BHs
https://www.youtube.com/watch?v=69obN625Fjs&t=556s
https://www.youtube.com/watch?v=bgwS_FMZ3nQ&t=1321s
Interesante y necesario artículo, Maik, ¿o quizá Ego? No sé cual forma prefieres para que te llamen (xD). Me parece curioso como los fascistas suelen sentir tanta fascinación por la parafernalia simbólica, pues se antoja como una especie de secta gnóstica súper oscura.
Poniéndome algo «off-topic», ¿hay algún libro sobre liberalismo que recomiendes? Tengo entendido que, aunque originalmente nacido en la izquierda política, esta doctrina puede llevar al conservadurismo si uno la sigue sin criterio. Por ejemplo, que el antiguo estado liberal no implica ni la democracia ni el papel benefactor del gobierno.
Hey, Martín. Curioso que preguntes. Leyendo a los liberales clásicos del siglo XX, Bertrand Russell y Karl Popper he visto cuán alejado está el liberalismo actual de sus cumbres intelectuales (cuán hacia la derecha). La cosa está tan fea que hoy estos liberales serían considerados casi socialistas.
Y pos te recomiendo "La sociedad abierta y sus enemigos" de Popper, que justo estoy leyendo.
Abueno gracias
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