Leviathan: La guerra mundial retrofuturista de Scott Westerfeld - Ego Sum Qui Sum

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martes, 7 de enero de 2025

Leviathan: La guerra mundial retrofuturista de Scott Westerfeld



Saludos, engendros de la evolución, y feliz inicio de año, o feliz momento en el que lean esto. Dado que el 2024 lo dediqué al estudio de los paleofuturos y retrofuturos (y todos los punks), quise cerrar con una serie de libros a la que ya desde hace tiempo le había echado el ojo: la trilogía de Leviathan, de Scott Westerfeld. Se trata de una aventura épica juvenil retrofuturista, mitad dieselpunk y mitad biopunk, ambientada en la Primera Guerra Mundial. Compuesta por la epónima Leviathan, más sus secuelas Behemoth y Goliath, se publicó originalmente entre 2009 y 2011. Hoy vengo a hacerles una sencilla recomendación sin spoilers.

 

La cosa está así: estamos en una línea temporal alterna en la que Charles Darwin no solamente descubrió la evolución, sino que también creó la ingeniería genética y por eso el mundo ahora está lleno de criaturas fabricadas para servir a la humanidad en toda clase de necesidades, desde el transporte y la guerra, hasta la comunicación y la medicina. Las naciones que han adoptado esta biotecnología son conocidas como los Darwinistas, y corresponden a los Aliados en la Primera Guerra Mundial: Reino Unido, Francia y Rusia.

 

Del lado opuesto están las naciones llamadas Clankers, que corresponden a las Potencias Centrales: el Imperio Alemán, el Imperio Austro-Húngaro y el Imperio Otomano. Rechazaron la biotecnología por considerarla una blasfema abominación, y en cambio desarrollaron máquinas colosales, incluyendo androides tripulados, buques terrestres, naves aéreas, cañones eléctricos y demás. El mapa que sirve como portada de este texto nos muestra a cada bando.

 

En medio de todo esto tenemos a nuestros dos héroes adolescentes. Aleksandar, o Alek, es el único hijo del archiduque austriaco Franz Ferdinand, cuyo asesinato detona el inicio de la guerra. En este libro se plantea que no fueron los serbios, sino los alemanes, quienes querían deshacerse del archiduque, pues éste quería la paz y aquéllos provocar una guerra. Como Alek es el único heredero de Franz Ferdinand, los agentes del káiser están tras él para eliminarlo, y el joven tiene que escapar de Austria guiado y protegido por un puñado de hombres leales.

 


Del otro lado de Europa, Deryn Sharp es una joven que sueña con formar parte del Servicio Aéreo británico, y para eso se disfraza de varón, adoptando el nombre de Dylan. Astuta, hábil y valiente, pronto se convierte en uno de los cadetes más valiosos de la Leviathan, la aeronave más grande y avanzada del imperio. A bordo, como agente especial, viaja la brillante Nora Barlow, la nieta del mismísimo Charles Darwin y una gran científica ella misma. La doctora Barlow adopta a Dylan como su asistente y pupilo.

 

Con el estallido de la guerra, los destinos de estos personajes se verán entrelazados como nunca imaginaron. El azar, o quizá la providencia, los llevan a distintas misiones diplomáticas y de espionaje, épicas batallas y acciones peligrosas de las que parecería difícil salir con vida. Se encontrarán con muchos personajes históricos, desde Nikola Tesla hasta Pancho Villa; se toparán con sucesos que marcaron la historia y ellos mismos harán su parte para cambiar su rumbo.

 

Primero tengo que decir que hace mucho tiempo que no disfrutaba unos libros asĂ­: con encanto y fascinaciĂłn, con diversiĂłn lĂşdica y ensoñaciĂłn pura que me hicieron revivir lo que sentĂ­a en mi adolescencia leyendo a Julio Verne. Hubo una Ă©poca en la que creĂ­ haber superado la literatura juvenil… Pretensiones pueriles, ahora me doy cuenta. La ficciĂłn juvenil es tambiĂ©n un arte, y no menor. No es fácil ejecutar una narrativa llena de emociones y apasionante de principio a fin. Quizá la trilogĂ­a de Leviathan sea principalmente literatura de evasiĂłn, pero eso no quita que estĂ© muy bien escrita, o que sus personajes estĂ©n muy bien caracterizados. Para nerds de la historia hay un gran plus al entrar con conocimientos previos.

 

Lo que me atrajo a Leviathan fue precisamente su reinterpretación en clave retrofuturista de la Primera Guerra Mundial, una mezcla de dos temas que, si siguen este blog, sabrán que me apasionan. Sin embargo, la guerra en sí figura muy poco. Cada libro contiene algunos combates menores y alguna gran batalla climática, pero hay menos acción bélica de la que cabría esperar. Son más importantes (y más interesantes) las relaciones entre los personajes, sus conflictos internos y externos, y su desarrollo individual, así como la intriga política y las maravillas (o monstruosidades) mecánicas y biotecnológicas de este mundo ficticio.

 


Por añadidura, casi la totalidad de la acciĂłn transcurre en la periferia de los imperios en guerra. Los Alpes suizos, los guetos de Constantinopla, la tundra de Siberia, las calles de Tokio, las afueras de Nueva York, el desierto de MĂ©xico… SĂ­, admito que fue un poco decepcionante que Westerfeld no nos llevara al frente occidental, ni nos describiera las devastadoras batallas entre miles de soldados acompañados por sus decenas de máquinas y bestias de guerra. Pero entiendo que Ă©se no era el propĂłsito del libro, y que es más que suficiente apreciarlo por lo que sĂ­ es.

 

No sería una historia tan interesante si no fuera por sus protagonistas, su relación y sus contradicciones. Alek es un hijo de la nobleza, muy bien educado y algo tradicionalista en su visión del mundo. Deryn/Dylan es de clase trabajadora, ruda y osada, que desafía con su misma existencia todo tradicionalismo. Al principio Alek tiene ideas bastante machistas (aunque correspondientes a su época), y será su amistad con Deryn, (y otros personajes), lo que le haga reconsiderar sus arcaicas nociones.

 

Hay cierto tema de fluidez de género a lo largo de la trilogía, aunque es bastante sutil, nada forzado ni restregado en la cara. Deryn vive como un varón y hasta es elogiada como un joven ejemplar para los otros muchachos. Es descrita como más alta y fuerte que Alek. Pero también está la doctora Barlow, que en su profesión científica y su mente calculadora rechaza los roles y estereotipos de género tradicionales. Lo mismo se puede decir de Lilit, la audaz revolucionaria armenia, que lleva una vida de heroísmo sin ocultar su identidad.

 

Es curioso: Deryn quisiera poder haber tenido una vida parecida a la de Lilit, mientras que Alek piensa que Dylan es la clase de joven, valiente y apuesto, que le gustaría ser. No les voy a decir quiénes, pero hay un beso entre dos chicas, una de ellas vestida como chico; y hay un beso entre un chico y una chica, con él vestido como chica. Curioso, nomás digo, en estos tiempos en que la solidez del género se pone en cuestión.

 


Claro, no todo de estos libros me gustó. Su visión de la Primera Guerra Mundial es demasiado parcial. Se asume que los alemanes son, como siempre, los malos. Ustedes saben que yo no minimizo las atrocidades cometidas por el Reich, y que estoy lejos de una postura equidistante. Pero no habría estado mal reconocer que el Imperio Británico no era mucho mejor, en especial en aquella época, en el apogeo del colonialismo y la explotación de los pueblos del mundo (una débil crítica es puesta en boca de Lilit). Además, faltan auténticos antagonistas con nombre y rostro: los alemanes son siempre una fuerza anónima, casi tan inhumanos como las máquinas que pilotan. Por último, las implicaciones éticas del poder genético que blanden los Darwinistas apenas y son planteadas, mucho menos exploradas a profundidad.

 

Entiendo que el autor intenta evitar temas demasiado complejos por tratarse de una obra dirigida a un público juvenil, pero yo no creo que haya que subestimar a los niños o adolescentes. Ultimadamente, fue Westerfeld quien escogió un escenario tan sombrío para ambientar su trilogía de aventuras; si crees que puedes hablar a los niños de guerras mundiales, puedes decirles que no todo fue en blanco y negro.

 

Por otro lado, cada volumen de la trilogía está espléndidamente ilustrado por Keith Thompson. Lo cual es de gran ayuda, tratándose de una obra tan visual, con descripciones de aparatos y criaturas fantásticas, y narraciones de hechos emocionantes. Las ediciones en general están muy bonitas, con tapas metalizadas y con relieve. Yo me compré el boxset completo, pero cada libro se vende por separado. Y sí, existen ediciones en español. También hay una guía visual, The Manual of Aeronautics, ilustrada por Thompson, que explica el mundo y la tecnología de esta saga. Una adaptación en anime está programada para estrenarse este 2025.

 

Por último, existe un capítulo adicional que Westerfeld publicó en su blog, a manera de epílogo. No es estrictamente necesario, pero créanme que después de haber concluido la trilogía les servirá para paliar un poco las ganas de más. En verdad, la serie está tan padre que me sorprende no tenga un fandom más grande, aunque el que existe es leal y bonito. Por ejemplo, vean este fanart de VeyZ:

 



De cierta forma, Leviathan es una suerte de antítesis para la victoriana Angel of the Revolution, una novela de George Griffith, publicada por primera vez en 1893. Si la obra de Westerfeld reinterpreta el pasado con la lente del retrofuturismo, Griffith había pretendía adivinar cómo sería su futuro próximo, también con máquinas imposibles y resultados capaces de cambiar el rumbo de la historia. Pero los libros de Griffith, aunque tienen ideas muy interesantes, no son muy buenos que digamos (de hecho, son bastante aburridos), mientras que la trilogía de Westerfeld casi no tiene desperdicio.

 

Para terminar un año que dediqué a recapitular visiones pasadas sobre el futuro, no hubo mejor forma que explorando una visión futurista sobre el pasado. Leer esta saga me ha llenado de un tipo de alegría que creía olvidada. Quizá esto significa que ya maduré lo suficiente para volver a la literatura juvenil.



¡Gracias por leer! En este blog hablamos de ciencia ficciĂłn, historia, literatura y muchas otras cosas. TambiĂ©n ando publicando reseñas de libros en GoodReads. Si te gusta mi trabajo, puedes ayudarme a seguir creando con una suscripciĂłn a mi Patreono puedes hacer una sola donaciĂłn en PaypalMientras tanto, chĂ©cate estas otras entradas:

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