El mundo se está
llenado de ingenieros que no pueden distinguir una cursilerĂa de un buen poema,
y de gente “culta” que no sabe nada sobre la electricidad excepto que Ă©sta
funciona cuando aprietan un botĂłn.
Stringfellow Barr, educador estadounidense (1897-1982)
No han sido pocas las voces que se ha
tratado de hacer entender al gran pĂşblico la importancia de las ciencias, de la
difusiĂłn del conocimiento cientĂfico y del ejercicio del pensamiento racional
para la creación de una sociedad más justa y democrática. Entre los
divulgadores de la ciencia más tenaces que ha conocido el último siglo
sobresale la figura de Carl Sagan, autor de Cosmos
y El mundo y sus demonios.
En una entrada anterior abordé la
responsabilidad y funciĂłn del intelectual en la sociedad, y decĂa que es
fundamental que aquĂ©l sepa un poco de de todo. Los temas cientĂficos, por lo
tanto, no deben quedar fuera de su esfera de conocimientos. La importancia de
difundir el conocimiento cientĂfico entre la poblaciĂłn en general se puede
resumir en unos pocos ejemplos cotidianos: si la gente supiera cĂłmo funciona el
aparato digestivo, no se dejarĂan engañar con tantos productos “milagrosos”
para adelgazar que “encapsulan la grasa”; si los adolescentes supieran quĂ© son
los rayos X, no serĂan embaucados por quienes prometen una forma de espiar la
ropa interior de las muchachas con sĂłlo descargar una aplicaciĂłn.
Pero si estos camelos sólo dejarán
gordas a señoras perezosas y decepcionados a pubertos libidinosos, los hay que
pueden afectar a toda una nación. Como les comenté en otra entrada, en
2009 la SecretarĂa de la Defensa invirtiĂł más de $17 millones de pesos en adquirir 300
“detectores moleculares”, llamados GT200, los cuales, supuestamente, deben servir
para detectar armas, bombas y drogas, de acuerdo a lo que uno está buscando.
Los aparatos, se dice, detectan la composición molecular del objetivo, además
de que funcionan sin pilas porque adquieren su energĂa de la electricidad
estática del usuario. Ahora, con conocimientos básicos de fĂsica y quĂmica,
cualquiera podrĂa saber que la existencia de tal aparato es imposible con la
tecnologĂa actual, que embaucaron al gobierno mexicano y que el gobierno nos embaucĂł a
nosotros. Pero aparentemente, el gobierno calderonista no tenĂa ni a un solo
cientĂfico a quien consultarle, y sobra recordar que los polĂticos mexicanos no
saben de ciencia (ni de nada, en realidad). Más
informaciĂłn aquĂ.
Por supuesto, tambiĂ©n valdrĂa la pena
mencionar que los paĂses que invierten en investigaciĂłn cientĂfica y crean su
propia tecnologĂa, en vez de comprarla al extranjero, son los que se desarrollan
más prósperamente, como es el caso de la India y China en décadas recientes.
Sin embargo, en MĂ©xico la discusiĂłn
de temas cientĂficos no es algo que se aborde comĂşnmente en los medios, ni
siquiera por parte de intelectuales y “lĂderes de opiniĂłn”. Y lo que es más, en
muchas ocasiones en que alguien trata de recordarle a sus camaradas acerca de la
importancia de la ciencia en nuestras vidas, se enfrenta a la resistencia de
esa misma gente culta, que en seguida procede a hacer acusaciones de querer hacer
de la ciencia una religiĂłn e imponer el culto a la razĂłn, tras lo cual suelen
recordarle que el arte es subjetivo e irracional y encierra grandes verdades.
Esta actitud es absurda por varios motivos, que me gustarĂa explicar.
![]() |
El experimento del pájaro en la cámara de vacĂo de Joseph Wright |
En primer lugar, no puede haber religiĂłn de la ciencia, pues mientras la religiĂłn es un conjunto de dogmas arbitrarios impuestos desde una autoridad y funciona mediante la fe, la ciencia
se basa en la razĂłn y la experiencia, y se corrige constantemente a sĂ misma.
Por otro lado, no puede existir culto a la razĂłn, porque toda forma de culto es
irracional.
Pero lo más importante es que
ciencias y artes no están peleadas, que el avance de unas no significa el deterioro de otras y que el reconocer la importancia de unas no implica el
menosprecio de otras. Por el contrario, el cultivo de ambas es de suma
importancia para el desarrollo de los individuos y de las sociedades. Algunas
de las grandes mentes de la humanidad lo sabĂan: Pitágoras era matemático y
mĂşsico; AristĂłteles escribiĂł tratados de biologĂa y fĂsica junto a sus RetĂłrica y PoĂ©tica; Avicena estudiĂł astronomĂa y escribiĂł poesĂa; Da Vinci
pintĂł la Gioconda y la Ăšltima Cena, a la vez que estudiĂł
anatomĂa y mecánica; los pintores del Renacimiento debĂan saber quĂmica para
preparar sus propios colores; Goethe era un entusiasta del estudio de la
naturaleza; los filĂłsofos de la IlustraciĂłn, aunque no practicaran todos ellos
mismos las ciencias, insistieron en la importancia de su desarrollo, y los
conocimientos cientĂficos acompañaban a los humanĂsticos en el proyecto de a
Enciclopedia; Albert Einstein tocaba el violĂn; Isaac Asimov escribiĂł lo mismo
tratados de quĂmica que estudios sobre Shakespeare… En fin, la lista de
ejemplos serĂa demasiado larga para seguir aquĂ. Es más, fijĂ©monos en la
arquitectura, quizá la actividad humana en la que mejor se conjugan el
conocimiento técnico con la creatividad y sensibilidad estética.

Entonces, ¿de dĂłnde proviene la
dicotomĂa, la aparente irreconciliabilidad entre ciencia y arte? Quizá vino de
los artistas del Romanticismo, filosofĂa de vida grandiosa para producir obras
de arte, pero que ha dejado anacrĂłnicos y
absurdos prejuicios sobre lo que debe ser un artista. Y añádase a esto las variantes más disparatas del postmodernismo, que son muchas veces versiones academizadas
de romanticismo hippie.
La cita que encabeza este artĂculo
proviene de uno de aquellos hombres que insistieron en la importancia del
aprendizaje tanto de ciencias como de artes, para que cada ser humano logre
desarrollar al máximo todas sus capacidades. El que reniega de unas en defensa
de otras, no sólo está cometiendo un gigantesco absurdo, sino que renuncia a
conocer una parte del mundo y de sĂ mismo.

Como
ven, no se trata de defender a la ciencia en detrimento del arte. Si a veces
insisto más en las ciencias que en las artes, no es porque prefiera o dé
importancia a unas sobre otras, sino porque he notado que las artes tienen en
nuestro medio mucha gente culta que abogue por ellas, mientras que las ciencias se
quedan en una situación desventajosa. Y asà continuará mientras nos aferremos a
prejuicios que, como lastres, nos impidan avanzar en el camino del
conocimiento.
Más para reflexionar:
17 comentarios:
me gustĂł bastante Ă©ste escrito... sobre todo porque es algo que tambiĂ©n he pensado, yo terminĂ© un PhD hace 15 dĂas y durante 5 años estuve en un centro de investigaciĂłn donde los doctores estan mas preocupados por la industria y los proyectos que por salir un dĂa a ver un concierto de cuerdas...
Creo que el problema radica en el famoso "no tengo tiempo", para leer un buen libro, para aprender musica, para estudiar matemáticas, etc... porque siempre encontraremos algo más "importante" por hacer (o afin a nosotros), que cambiar de hábitos y conocer un poco más de otras áreas.
Excelente! Una idea grande que debiera ser escuchada por los que se encargan de la educaciĂłn en MĂ©xico.
Coincido totalmente.
Con tu permiso lo difundo en FB.
Como dije hace mucho tiempo en una entrada: "Los grandes hombres del Renacimiento y la IlustraciĂłn lo entendieron perfectamente [la importancia de cultivar tanto la ciencia como el arte], no se porque la gente contemporanea tiene tantas taras mentales para entender eso"
Ahora se que la culpa de todo la tiene el Romanticismo... :D
Creo que me voy a robar esa frase del romanticismo, juar juar juar.
Saludos. Excelente escrito.
@PsYcHe: Wow, me lee un vato con PhD. Soy menos bruto de lo que pensé. :)
@Caedanto: Gracias, me harás un favor al difundirlo.
@Sir David: Saludos, bro!
Ego
Una de las mĂnimas ventajas de estar hospitalizado es que al menos tengo tiempo e internĂ© para vagar en los blogs.
Me parece una buena entrada en cuanto a idea, pero, como de costumbre me tomo muy en serio lo que escribes, asĂ que me parece necesario que hiles fino en un pĂĽar de puntos:
1.- Creo que las fronteras entre la ciencia y el arte no son necesariamente tan rĂgidas. Ejemplo de ello pueden ser los fractales, o la teorĂa de las cuerdas. Por otro lado se me ocurre pensar en la matemática perfecciĂłn de las piezas para Ăłrgano de JS Bach o más recientemente, la obra de Felipe Glass
2.- Aunque tus ejemplos son acertados en cuanto al tema que tocas, por favor, evita caer en anacronismos, las ideas de "arte" y "ciencia" han variado mucho, para Pitágoras o AristĂłteles no existiĂł esa "distinciĂłn" entre arte y ciencia que para nosotros tan evidente puede ser, la etimologĂa de la palabra "FilosofĂa" nos dá una buena idea de ello.
3.- No... la arquitectura no puede ser, no creo que la pintura o la literatura tampoco lo sean, pero la arquitectura definitivamente no... digo la "Estela de luz" no puede estar cobijada bajo tan ilustre manto
De haber alguna disciplina limĂtrofe creo que serĂa la Historia
4.- Yo creo que muy probablemente la divisiĂłn entre arte y cienca ocurriĂł en la segunda mitad del Siglo XIX, con la rev. industrial ya consolidada, la raza se diĂł cuenta de que habĂa que especializar las "ciencias" con tal de sacarles provecho. Las "artes" fueron puestas a un lado por tener una "utilidad" meramente espiritual.
Descartes serĂa el que pondrĂa definitivamente los puntos sobre las Ăes. Y recibiendo nosotros en MĂ©xico una educaciĂłn tan positivista pues por eso estamos como estamos.
Abrazo de Gol.
@KP:
1) Cierto, hay fronteras grises, pero también hay ciertas áreas en las que distinción es clara.
2) Exacto, precisamente por eso mencionĂ© a los antiguos. Para ellos no habĂa diferencia, solo el objetivo de cultivar la mente humana. Por eso hay que tratar de ser un poco más como ellos.
3)AhĂ sĂ en desacuerdo. Piensa en la Catedral de Notre Dame, o en el Castillo de ChichĂ©n Itzá. Son obras de arte construidas con conocimientos cientĂficos. Pero sĂ es cierto: la mĂşsica es otro espacio de conjunciĂłn de ciencia y arte.
4)De hecho, empezĂł a formarse con el crecimiento de la clase burguesa al iniciar la Edad Moderna. Descartes es del siglo XVII
PD: ¿QuĂ© pasĂł, cĂłmo estás? Ya me preocupaste.
PD: ¿QuĂ© te pasĂł?
pues no vato.. una "vieja" en todo caso, pero si con PhD
Ego
1, 2, 3.- pues incluye tus reflexiones en el texto, la crĂtica era referente Ăşnicamente del texto que escribiste, no de tus conocimientos/opiniones
4.- asi es, pero yo creo que su trabajo empezo a ser doctrinario solo a principios del s xix
pds.- bueh... una sencilla operacion en el pie que se misteriosamente se convirtiĂł en un festival de sangre, antibioticos, sufrimiento, enfermeras todas arriba de 50 abriles, poner al lĂmite mis habilidades gimnásticas a la hora de ir al wc, etc... lo unico que me alegra es saber que todo esto me pasa en el pie y no en los huevos.. y buĂ©h..
Dices: "Goethe era un entusiasta del estudio de la naturaleza".
Añades: "Entonces, ¿de dĂłnde proviene la dicotomĂa, la aparente irreconciliabilidad entre ciencia y arte? Quizá vino de los artistas del Romanticismo, filosofĂa de vida grandiosa para producir obras de arte, pero bastante inĂştil para todo lo demás, y que ha dejado anacrĂłnicos y absurdos prejuicios sobre lo que debe ser un artista".
Respondo: Y sin embargo, Goethe era un romántico, con todos los prejuicios que le adjudicas a dicho movimiento.
Baste esta cita de Goethe, para referirse al uso de instrumentos cientĂficos para estudiar el universo: "La naturaleza enmudece con el tormento". Y como el prisma de Newton era una máquina, Goethe desarrollĂł una teorĂa paralela al espectro de Newton: la teorĂa de los colores de Goethe, que refuta por completo a Newton, y que vendrĂa a ser, segĂşn tus palabras: "bastante inĂştil [...], y que ha dejado anacrĂłnicos y absurdos prejuicios sobre lo que debe ser un artista" (y un cientĂfico, habrĂa que añadir.) Y sin embargo, Goethe se mueve: fiel a sus principios de la mera observaciĂłn, Goethe descubriĂł el hueso intermaxilar humano, cosa que miles de anatomistas durante cientos de años negaron que existiese. Por lo tanto, no estoy de acuerdo con lo que dices. Y sĂ, hay a pesar de vuestros esfuerzos por negarlo, una monstruosa brecha que divide ciencia y arte.
Salud
SĂ hay fronteras entre ciencia y arte, desde luego. Los antiguos no las veĂan porque ambas áreas no estaban bien definidas aĂşn. Hay algunas áreas grises y hay puntos en los que se tocan, pero en la mayorĂa de los casos la distinciĂłn es clarĂsima: la biologĂa es una ciencia, la mĂşsica es un arte. Incluso si se utiliza conocimientos cientĂficos para hacer arte o el arte inspira investigaciones cientĂficas, eso no convierte a la una en otra.
Quizá exageré con el prejuicio a los románticos. En cualquier caso, eso de las etiquetas de corrientes es útil para los libros de historia de la literatura, pero no tanto para los individuos. Byron, Blake, Shelley negaron la razón y exaltaron los sentimientos. Pero Goethe y Poe abrazaron tanto el racionalismo como la intuición y la sensibilidad.
El caso es que aĂşn ahora se tiene el prejuicio, sobre todo entre aristas, de que la ciencia es "mala porque niega los sentimientos" y demás cursilerĂas. El punto de esta entrada era promover que se conozcan y cultiven por igual, que no se rechacen a unas en deterioro de las otras. Creo que en eso estaremos de acuerdo.
Y en eso estamos de acuerdo.
Hola... me resulta bastante interesante la defensa de la ciencia y me gustarĂa conocer tu opiniĂłn de la mujer en la ciencia... cĂłmo ves? Lo digo por que dicen que "Mujer que sabe latĂn, no tiene marido ni buen fin"
No se si tengas una entrada similar, por ejemplo una que hable sobre los cientificos multidisciplinarios como Leonardo Da vinci, o uno que recientemente leis su biografĂa Hermann Von Helmholtz, que igual se dedicĂł al estudio de la filologĂa, medicina, filosofĂa y electromagnetismo.
En la actualidad los estudios de nivel superior en el área de las ciencias tienden demasiado a la especialización. Hacen falta cientificos multidisciplinarios para comprender las relaciones entre todos los campos para dotarlos de un sentido práctico.
@Lupita: Las mujeres pueden desempeñar cualquier actividad que haga el hombre. :)
@AnĂłnimo: No tengo ninguna entrada asĂ, pero de que es buena idea es buena idea.
Gracias por comentar!
¿Y quĂ© pasa con la falsa idea de la ciencia que se forma popularmente, o peor, la que se forman quienes son más allegados a ella, como los ingenieros? Porque habrĂa que recordarles, antes que nada, que la ciencia es un mĂ©todo. El más efectivo, sĂ, pero el cual no puede tener opiniĂłn propia sin recurrir a la filosofĂa, o a las humanidades. No es contra la ciencia, sino contra las falsas percepciones de ella. Aquellas que, por ejemplo, popularizan la idea de que la ciencia salvará al ser humano antes que su propia responsabilidad. Bien puede que asĂ sea, pero hay que recordar que los fines del conocimiento no son tan inofensivos como el conocimiento mismo. Y que la ciencia está en manos que ante todo tienen un objetivo, sin ser por ello manos objetivas.
No hay dicotomĂa: es la sesgada concepciĂłn de la ciencia en manos con la intenciĂłn de justificar ciertas acciones cientĂficamente. No hay dicotomĂa: es el poco entendimiento popular que se tiene en torno a ambas materias. No hay dicotomĂa: es la reacciĂłn absurda de los humanistas ante la amenaza constante del menosprecio en que la propaganda tiene sus disciplinas. Con el arte pocos se meten, en cambio. Ha sido tan incendiario a pesar de no buscarlo que el bozal de entretenimiento elitista que tiene lo mantiene fuera de la discusiĂłn.
Hola ego, una disculpa pero estarĂa muy en desacuerdo con tu crĂtica hacia el post modernismo de los años sesentas, pues es en este periodo donde se empieza a poner en tela de juicio la "pureza del arte" tan promovida por greenberg y comienzan a volver a surgir las interdisciplinas, de una manera fuerte, particularmente con las ciencias sociales.
También hubiera agregado todos los artistas que actualmente no sólo usan a la ciencia si no investigan activamente con ella, como es el caso de Natalie jeremijenko.
Creo que actualmente hay un gran interés en esta relación de arte y ciencia y son muchos los artistas que explotan esta relación como la obra de Alan sonfist y sobre todo con la de mel chin.
Hola, Wendy:
Como dice el mismo texto, hablaba de las versiones más disparatadas del postmodernismo, y si haces click al enlace, verás a quĂ© me refiero: los teĂłricos que salieron con la idea de que la ciencia era "sĂłlo una narrativa más", y una de la "hegemonĂa opresora" o guarever. Estas ideas se las tragaron y se las siguen tragando muchos estudiantes de humanidades, que creen que por eso ellos no tienen que aprender de ciencias.
Saludos.
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