En la
primera parte de esta serie proveí de suficiente material gráfico como para
demostrar que existe un verdadero sexismo en los criterios con los que se
dibuja a los personajes femeninos en los cómics de superhéroes, toda vez que
(en general) su aspecto, sus atuendos y sus posturas se escogen con motivo de
que se vean sexis para un público masculino heterosexual, mientras que a los
personajes masculinos se les da un trato muy distinto.
Ahora viene la parte difícil:
definir si esta práctica es mala, por qué y qué tan mala es. Les decía la vez
pasada que decir “es malo porque es sexista” realmente no nos dice mucho.
Tenemos que superar una visión reduccionista del asunto y empezar a ver sus
diferentes aristas y sus tonos grises, y para ello hay que aclarar ciertos
puntos.
El público comiquero ha sido mayoritariamente masculino
Casi desde sus inicios[1]
y hasta tiempos muy recientes, los creadores y consumidores de cómics de
superhéroes han sido principalmente varones, y en especial los lectores han
sido adolescentes o jóvenes adultos. Por lo tanto, se han enfocado en
satisfacer los gustos e intereses de los varones heterosexuales.
En los 50 y 60 no se ven
personajes muy sexualizados, porque la censura no lo permitía. En los 70
comenzó a haber más libertad y conforme fueron avanzando las décadas de los 80
y los 90 se pudieron tocar temas sexuales más abiertamente y hacer a los
dibujos más cargados de sexualidad. La aparición de personajes femeninos
hipersexualizados era, en su momento, algo que demostraba que la publicación
estaba en onda, que era atrevida, edgy,
liberada y “para grandes” (piensen en cómics como los que salían en Heavy Metal). Hoy lo podemos ver como un
cliché ridículo y de mal gusto, pero back
in the day en realidad se estaban rompiendo con las restricciones y
prejuicios moralinos de las generaciones anteriores.
Hoy por hoy, los artistas dibujan
imágenes que les parecen sexis teniendo en mente que a su público con toda
seguridad le parecerán sexis también. Un público satisfecho compra más. Ésa es
la explicación más sencilla y honesta del origen de este cliché. No hay que
darle muchas vueltas a la hoja: se trata de fanboys
haciendo fan service para otros fanboys.
En tiempos recientes esta
situación comienza a cambiar: hay cada vez más mujeres creadoras y lectoras de
cómics. Entonces ya no es buena idea producir algo de forma que ignora a una
buena parte de tu público potencial. Esto es muy importante y uno de los puntos
fundamentales de lo que voy a argumentar más adelante, así que ténganlo en
cuenta.
Sí hay mucho machismo en la nerdósfera
Esto hay que admitirlo, y se
puede notar en su renuencia a admitir que hay sexismo en los cómics y sobre
todo en las reacciones violentas de los comiquieros contra las críticas
feministas. A menudo éstas pueden parecer exageradas o completamente erróneas,
pero cuando los niños rata reaccionan ante ellas con insultos misóginos y
amenazas de muerte y violación, se cumple la vieja máxima: “los comentarios a
un texto feminista justifican la existencia del feminismo”.
Por ejemplo, las chicas
cosplayeras con frecuencia reciben malos tratos en las convenciones por parte
de fans varones. Si una tiene un cuerpo escultural la acusan de ser una falsa
geek que sólo está ahí para hacer dinero, o piensan que por tener un atuendo
sexy están disponibles para que les griten improperios o las toquen. Si no está
súper buena, le gritan que es una gorda fea (o flacucha fea), que su traje de
Power Girl hecho en casa le queda muy mal, que no tuvo bien todos los detalles
porque no es una fan verdadera y que mejor se vaya a la cocina a preparar un
sándwich.[2]
Cuando se anunció el casting de Gal Gadot como la Mujer
Maravilla, hubo muchas quejas en Internet porque la actriz no está “lo
suficientemente buena”. Cosas similares se dijeron de Amy Adams cuando fue
electa para interpretar a Lois Lane. Cuando Marvel anunció que la nueva Thor
sería mujer, hubo mucho despotrique y no faltó la expresión “pinches
feministas, todo lo arruinan”.
Hace unos años, la ComicCon de
Denver cometió la inmensa pifia de armar una mesa
panel sobre la mujer en el cómic… con puros panelistas hombres. No es que
los varones no puedan decir cosas valiosas sobre el tema (¡hola, soy Ego!),
pero se pierde totalmente el punto del evento al no incluir a mujeres expertas,
que las hay y muchas.
Lo que pasa es que la nerdósfera
ha sido por muchísimo tiempo un Club de Toby, y ahora es como si los varones
sintieran que están invadiendo su terreno, y que los están persiguiendo y
oprimiendo. Uno pensaría que los nerds serían más civilizados que los fans de
Tecate, pero ya vio que no.
Muchas críticas vienen de fuentes ajenas al mundo del cómic
No es que esto invalide en sí las
críticas que alguien pueda hacer contra el sexismo en los cómics. Pero lo
cierto es que a menudo tales críticas se hacen desde la ignorancia: lxs
críticxs (pun intended) no conocen
contextos ni orígenes, simplemente echan un vistazo rápido al medio, sacan
conclusiones y emiten condenas basándose en algunas imágenes que van en contra
de sus valores.
No puedo encontrar los enlaces,
pero cuando hubo la tormenta de arena de #ChangeTheCover sobre la infame
portada del cómic de Batgirl, una opinadora feminista que estaba en contra de
la ilustración escribía en respuesta a otra opinadora feministas que estaba
totalmente a favor de la misma (para que vean que feminismos y feministas hay
muchas y muy diversas). A lo largo del texto, la autora confesaba nunca haber
leído el clásico The Killing Joke (al
que la portada homenajeaba) y afirmó categóricamente que los cómics deben ser
para niños. Es decir, no se ofenda señorita, pero usted no sabe ni papa.
Es perfectamente posible que una
crítica de alguien externo a este mundillo pueda ser válida… pero es poco
probable, además de que me parece intelectualmente honesto conocer antes de
condenar.
Los artistas tienen derecho a crear lo que les dé la gana
Un artista tiene derecho a
dibujar lo que quiera de la forma que quiera. Ningún creador está obligado, ni
siquiera moralmente, a que su obra sea incluyente. Un artista crea lo que le
satisface y lo comparte con otras personas, esperando que a éstas también les
guste. Si a alguien no le parece bien, es porque no era el público meta (y si
al público meta no le parece bien, el artista lo pierde). Ultimadamente cada
quien puede escoger las piezas de creación que sean compatibles con sus valores
y sus gustos.
Eso sí: al exponer sus creaciones
al público, un artista está aceptando que su obra será susceptible de ser
criticada. Cualquiera puede acusar a una obra de ser mala, estúpida, mediocre,
aburrida, racista, misógina u ofensiva, y aunque estas críticas puedan estar en
lo correcto o completamente equivocadas, el acto de criticar siempre es válido
y necesario.
Lo que no se vale es recurrir a
la censura, al acoso, al linchamiento moral. Cualquier objeción que tengamos a
los contenidos de una obra debe quedarse en el plano de la crítica inteligente.
El mundo no necesita más grilla, lo que me lleva a que…
Éste es un problema de primer mundo
Cuando se discute sobre este
tema, no falta el machirrín indignado que señala a las feminazis criticonas que
el mundo está lleno de problemas de abusos y opresión contra las mujeres, y que
no mamen con este asunto de los dibujos, que mejor se indignen por las
adúlteras lapidadas en Arabia Saudita. Ésta es una falacia
del señuelo: que existan problemas más graves no quiere decir que el que se
está tratando no valga la pena.[3]
Cada quien hace lo que puede en su entorno para mejorarlo como considera
adecuado.
Pero también hay que poner las
cosas en proporción. El sexismo en los cómics es muy real pero no es algo por
lo que valga la pena arrancarse las togas, ni organizar turbas linchadoras en
Internet. No es como si hubiera que acosar a creadores y editores para cambiar
la portada YA o se le hará un gran daño a la sociedad. No es como si estuvieran
a punto de pasar una ley injusta, o si hubiera que liberar a un preso político,
razones por las que habría que movilizarse cuanto antes para presionar a las
autoridades a que hagan lo que se necesita. Un artista que dibuja un culo no es
igual a un violador que ha salido impune: no es alguien que merece un
linchamiento moral expedito. En serio, gente, a veces se ven tan ridículos como
los que iniciaron una campaña en change.org para que no pongan a Ben Affleck
como Batman.
Así que, por favor, pongan las
cosas en proporción. En necesario que exista la crítica, pero que pasemos a
tomar antorchas y tridentes por cosas como ésta nos deja muy mal parados como
civilización.
A todos nos gusta ver imágenes sexis del género que nos parece
atractivo
Ésta es una verdad ineludible: a
todos nos gusta. Si ustedes han leído este blog sabrán que tengo una debilidad
por las mujeres dibujadas. ¿Por qué tengo una
colección de arte erótico en mi página de Facebook? Porque me gusta
disfrutar de la belleza del cuerpo femenino además de la grandeza de la
creación artística. ¿Por qué tengo una
colección de imágenes pulp en esa misma página? Porque además de que
disfruto de la estética kitsch me gusta cómo se ven los personajes femeninos.
¿Por qué me gustan las
películas de cavernícolas? Porque además de que me gustan los dinosaurios y
el stonepunk, me encanta ver a esas chicas
en bikini de piel.
¿Y por qué las adolescentes
tienen posters de One Direction (o la que sea la banda de moda)? Porque les
gusta ver a chicos guapos. ¿Por qué muchas mujeres suspiran cada vez que Ryan
Gosling aparece sin camisa? Porque les gusta contemplar su anatomía. ¿Por qué se
ha vuelto cada vez más común que mujeres contraten stripers masculinos para las despedidas de soltera? Porque les gusta
ver cuerpos viriles luciéndose para ellas. ¿Por qué mi novia y sus amigas se
fueron al Foxxy’s a ver hombres encuerados bailando? Usted adivine.
El cómic de superhéroes vende una
fantasía masculina, así como muchos otros productos de la cultura pop. Otros
tantos venden fantasías femeninas, desde las portadas de las novelas eróticas
de Arlequín, pasando por las comedias románticas en las que una mujer puede
hacer que un guapo mujeriego y granuja, pero de buen corazón, cambie su forma
de ser por ellas. O no más piensen en Crepúsculo,
saga en la que una jovencita insulsa es codiciada por un par de sexis seres
fantásticos, uno de los cuales tiene problemas para mantener la camisa puesta.
Y ni siquiera me hagan empezar con 50
sombras de Grey.
Ojo: esto no quiere decir que ya
exista equidad ni mucho menos. Eso de usar la belleza masculina, en particular
de una forma altamente sexualizada, para atraer y satisfacer al público
femenino heterosexual es algo muy reciente y aún minoritario. En general los
productos de la cultura pop siguen estando dirigidos a los hombres por default, y casi únicamente en
subgéneros dirigidos de forma específica hacia las mujeres se les toma en
cuenta (he hablado de esto cuando traté sobre el Test
Bechdel y sobre la Girl on
Girl Action). Además, que se haga tanto para unos como para otras no quiere decir que esté bien, pues esas
fantasías que se nos venden están bastante torcidas y jodidas si las piensan un
poquito.
Los personajes ficticios no son reales
Pues resulta que es necesario
recordarlo, porque hay algunas personas que parecen tener problemas con eso.
Los personajes ficticios no existen: no tienen sentimientos que puedan ser
dañados, no tienen derechos que puedan ser violados. Si lo piensan bien, son
sólo líneas, puntos, trazos y palabras, que nuestros cerebros interpretan y
completan para crearnos la ilusión de que son personas reales, con vivencias,
pensamientos y sentimientos. Pero no lo son.
Miren, Everyday Feminism, esa página que lo mismo puede decir cosas muy
sensatas como otras absolutamente delirantes (y a veces en el mismo texto),
publicó esta
infografía para saber cuándo una mujer está siendo objetificada y cuándo no.
Todo muy bien hasta que llega a la parte de los personajes ficticios, y pone de
manifiesto que un hombre tiene la obligación moral de no objetificarlos de la
misma manera en la que tiene que respetar a las mujeres reales.
Y yo pienso que es absurdo,
porque si bien sucede que se diseña un personaje de forma que no sea mucho más
que un objeto de satisfacción para el consumidor (lo que cuadra con la
definición de “objetificar”), lo cierto es que al hacer eso no se está dañando
al personaje. No es como si se estuviera forzando a una mujer contra su
voluntad a mostrarse con poca ropa, ni como si se hubiera fisgoneado en su
privacidad o robado fotos suyas que no se supone que nadie debería ver, ni como
si se aprovechara de que la pobreza o los problemas familiares la hubiesen
obligado a exhibir su cuerpo para ganar dinero y sobrevivir. Cuando un artista dibuja a una
mujer escasamente vestida o exageradamente proporcionada, no es como si
existiera en universo paralelo en el que tal personaje fuera real y entonces el
ilustrador la estuviera obligando a vestirse de formas que violentan su
dignidad y sus derechos.
Sin embargo, las personas reales
sí nos conectamos emocionalmente con nuestros personajes ficticios. Ello es lo
que nos permite disfrutar de historias que sabemos que no son reales, y por eso
nos emocionamos con la ilusión de acción, aventura y heroísmo; nos conmovemos
con la ilusión de romance, sentimientos y relaciones humanas, y sufrimos con la
ilusión de tragedia y dolor. A mí no me gustaría ver que en un número de Batman
saliera en la portada el Encapotado vestido como un esclavo sexual sadomaso, y
me parecería horrible que en ese mismo número viéramos al Caballero de la Noche
siendo sodomizado por el Dr. Light (quien sería el que le ponga el traje de
esclavo sexual, obvio). Me indignaría que DC cómics decidiera publicar esa
historia porque sentiría que le está faltando al respeto y destruyendo a un
gran personaje que me gusta mucho.
Y ése es precisamente el punto;
hay que entender que si se pide que nuestros personajes ficticios sean tratados
con respeto y dignidad es para beneficio de su público, por el apego emocional
que éste tiene por ellos; no es para
beneficio de los personajes mismos. Es importante entender esta diferencia para
lo que vamos a discutir después.
Ahora, si tomamos la imagen de Everyday Feminism como una receta para
construir un personaje femenino realmente fuerte y empoderado, para beneficio
del público, puede tener sentido. Es decir, si el personaje es construido como
alguien que toma sus propias decisiones sobre vestimenta y actitud, entonces se
le estará tratando con respeto, a diferencia de ponerle ropa que nunca usaría o
pintarla en posturas que nunca adoptaría, sólo para satisfacer el morbo del
artista y el público…
ENTONCES, ¿QUÉ TIENE DE MALO?
Ahora, teniendo en cuenta lo
anterior, abordemos algunas de las razones que se arguyen para condenar los dibujos
altamente sexualizados de personajes femeninos en los cómics de superhéroes.
A.- La representación de mujeres con medidas imposibles hace sentir
inadecuadas a las lectoras al no poder cumplir con tales estándares.
Soy bastante escéptico con
respecto a este argumento. Es que creo que los lectores de cómics son en
general lo suficientemente inteligente para saber que lo que están leyendo es
una forma de ficción, y una particularmente fantástica e hiperbólica. El cómic
de superhéroes, a diferencia de, digamos, la publicidad, no plantea patrones ni
estándares de normalidad y belleza: creadores y lectores saben que están
tratando con cosas absolutamente irreales.
Seamos honestos: muchos de los
lectores de cómics hemos sido muchachitos nerdosos, ya sea flaquitos o regordetes,
muy lejos de la figura idónea del superhéroe. Dudo que haya habido muchos de
nosotros que se hayan sentido mal con sus cuerpos por no poder tener la
fisionomía de Batman. Si, como todo adolescente, llegamos a sentirnos mal con
nuestra imagen no fue por los cómics (un espacio en los que muchos chavitos
inseguros, como su servidor, encontramos consuelo y sentido de pertenencia),
sino por otras razones.
Dije que soy escéptico, pero no
descarto el argumento del todo. Tengo en cuenta que históricamente los hombres hemos
tenido mucha menos presión para ser bonitos que las mujeres y
supongo que eso puede hacer más vulnerable a una chica ante las imágenes de
belleza femenina inalcanzable. Pero para comprar este argumento necesitaríamos estudios psicológicos serios que demostraran que en efecto la lectura de cómics
de superhéroes puede debilitar la autoestima de las muchachas. Es una
afirmación muy fuerte y se necesita un sustento sólido para defenderla.
Y, en todo caso, si ello ocurre
de verdad, el problema no son los dibujos de las superheroínas. Si la
autoestima de una señorita es tan baja que una imagen de una muchacha
voluptuosa la puede destruir, el problema no está en la imagen, ni la solución
en censurarla, sino en la forma en la que se le ha educado: debe aprender que
lo que está viendo es fantasía, que no tiene que verse así, que para nadie es
humanamente posible verse así, y descartarlo como yo he aceptado el hecho de
que nunca tendré un Anillo de Poder (y vaya que me ha costado trabajo).[4]
¿Han escuchado la historia del
niño que se colgó una sábana a los hombros y saltó por la ventana pensando que
podría volar como Superman? Bueno, sé por lo menos de un caso real: mi tío, que
de niño hizo justamente eso y se rompió un brazo. Bueno, pues la culpa aquí no
es de los cómics, sino de que a esa tierna edad está difícil diferenciar entre
fantasía y realidad, y nadie se tomó la molestia de explicarle que eso de volar
no es posible y que los poderes de Superman no vienen de la capa.
Entender esto requiere de menos
sutileza que comprender que una no puede ni tiene porqué estar tan buena como
Power Girl, pero el camino es el mismo: educación, pensamiento crítico, no censura.
B.- Las representaciones de las mujeres, objetivadas y sexualizadas,
educan a los varones para la misoginia.
Se dice que al estar expuestos a
personajes femeninos que son poco más que objetos sexuales los jovenzuelos
aprenden que las mujeres deben ser precisamente eso: objetos para su placer. De
nuevo, soy escéptico ante esta postura, por lo mismo que dije antes. Los
lectores de cómics sabemos que estamos consumiendo fantasía, no los tomamos
como guía para la vida y sabemos que no vamos a tener una novia como Power
Girl.
Esta actitud me parece tan
ridícula como la de las señoras religiosas que creen que los videojuegos
vuelven violentos a los niños o que el heavy
metal los convierte en delincuentes. Además, me recuerda a algo
de lo que ya les he hablado antes:
En 1954 varios de los principales
líderes de la industria del cómic fueron citados a declarar ante el Senado de
los Estados Unidos. Los cómics de superhéroes, horror y policiacos eran
culpados de fomentar la violencia, la homosexualidad y el comunismo. La única
base que se tenían eran las fraudulentas himbestigasiones del
psiquiatra Fredrich Wertham, quien había hecho muestras selectivas, falseado
testimonios, ignorado a propósito datos que contravenían sus hipótesis e
inventado evidencias para sostener sus prejuicios.
En el contexto de la "caza
de brujas" contra los cómics, William Gaines, el primer editor americano
en publicar cómics de horror, dijo ante el Subcomité de Delincuencia Juvenil
del Senado americano: "Aquellos que quieren prohibir los cómics ven a los
niños como pequeños monstruos sucios, taimados y perversos que usan los cómics
como pautas para sus actos [...] ¿A qué le tememos? ¿A nuestros propios niños?
¿Creemos que nuestros niños son tan malvados, de mentes tan simples que basta
una historia de robos para que roben, una historia de asesinatos para que
asesinen?"
Entonces, ¿de verdad creemos que
los chavos son tan malvados y simples de mente que basta ver a unas damas embadurnadas
en trajes de espándex para que crean que las mujeres sólo sirven como objetos de
placer?
De nuevo, no descarto que pueda
ser. Después de todo, sí existe mucho sexismo en la nerdósfera, aunque creo que
la causa no son los dibujos de mujeres en los cómics; éstos más bien son un
síntoma. Es más, estoy seguro de que una cosa no está necesariamente
relacionada con la otra; los superhéroes resuelven sus problemas usando la
violencia, pero el comiquero promedio no es particularmente violento, y tengo
muchos amigos comiqueros que, como yo, son de izquierda, y eso no les impide
disfrutar de las historias de Batman, con toda la ideología aristocrática quese cargan.
Entonces, si quieren argumentar
que los cómics vuelven misóginos a los chamacos, tendrán que demostrarlo con
estudios muy serios y bien armados. De lo contrario, se quedan sólo como
suposiciones y prejuicios moralinos.
C.- Las imágenes sexistas son negativas en sí mismas
¡Anda! Éste es un argumento
difícil de abordar porque se presenta como un axioma, como una verdad tan
evidente en sí misma que no admite demostración ni refutaciones. El hecho mismo
de que las imágenes de superheroínas sean sexistas las hace malas en sí, independientemente
de si causan un daño o no.
Simplemente diré que me resisto a tales argumentos tan dogmáticos. A mí me parece que es
como decir que el pecado es algo malo en sí mismo, porque es pecado y va contra
la ley de Dios, aunque no le haga daño a nadie (como la conducta
sexual no reproductiva, condenada por la religión cristiana).
Supongo que se podría entender este
argumento de la siguiente manera: se trata de un cliché indigno de gente
decente. Si cuentas un chiste homofóbico en privado entre tus amigos
heterosexuales no le estás haciendo daño a nadie. Pero ese tipo de expresiones
ya no se consideran propias de la gente educada, porque se le relaciona con
ciertas actitudes y conductas que sí son dañinas. Pero los políticamente
incorrectos como yo sabemos que tal relación no es categórica, y que uno puede
hacer comentarios, chistes o escribir libros enteros sobre cosas terribles sin
que ello signifique que las apoya. Aún así, entiendo que una persona se pueda
sentir incómoda ante expresiones que van contra sus valores morales, y el
sexismo indudablemente es una cosa horrible.
Pero esta postura me parece
inquietante porque hay quien piensa que la representación de
mujeres sexis es pecaminosa en sí misma, que importa poco si está fuera de
lugar o no, si es que aparece en una publicación mainstream que se vende a todo el público o si es el fanart que alguien publica en su sitio
web personal: toda expresión de este tipo debe ser atacada en masa y sus creadores
linchados moralmente. Y esto como que me asusta.
Dicho todo lo anterior, ahora
trataré de encontrar razones válidas por las que deberíamos cambiar la forma de
representar a las mujeres en los cómics de superhéroes. Realmente, me parece
que se pueden reducir a dos:
UNO: Se trata de tomar en cuenta al público femenino
No todas las lectoras de cómics
se sienten terriblemente indignadas por el sexismo en el diseño de personajes.
Muchas de ellas lo toman simplemente como parte de la estética del medio. Entre
las que se indignan hay muchos niveles, desde las que nada más ruedan los ojos
y dicen “qué mamada”, hasta las que se ponen muy agresivas en las redes
sociales (las actitudes de los varones son igual de diversas).
El cómic de superhéroes había
sido tradicionalmente un producto para los varones, como ya dijimos. Pero esa
situación ha comenzado a cambiar. En efecto, no hay razón para opinar que las
historias de personajes en mallas con habilidades extraordinarias que combaten al mal tengan que estar dirigidas exclusivamente a varones. Así
que cada vez hay más lectoras y creadoras.
De modo que que cuando una fangirl toma un cómic porque le gustan
esas historias, y se encuentra constantemente con que aristas y escritores
están trabajando como si solamente un varón heterosexual lo fuera a leer,
solamente teniendo en cuenta los intereses, gustos y fantasías masculinas, sin
tener en cuenta lo que a una chica le podría incomodar, ¿cómo no se va a sentir
excluida?
Déjenme hacer una analogía y ya
ustedes me dirán si es válida. Soy mexicano, soy latinoamericano, y leo cómics
desde el año 1992 (cuando murió Superman). A menudo (ahora menos), me he topado
con representaciones incorrectas, injustas, o de plano despectivas de
Latinoamérica y los latinoamericanos. No destruía mi autoestima, pero sí me
parecía más bien molesto, me hacía rodar los ojos y preguntarme “Bueno, ¿pero
es que acaso estos gringos no pueden investigar un poquito? ¿No se dan cuenta
de que sus cómics los leemos en todo el mundo?”
Entiendo que muchas lectoras de
cómics piensan así cuando se topan con material que está solamente pensado para
un público masculino “Bueno, ¿pero es qué no se dan cuenta de que habemos
mujeres a las que nos gustan los cómics? ¿Nunca se ponen a pensar en lo que nos
interesa y nos gusta?”
Dije al principio que ninguna
obra de creación está obligada a ser incluyente y lo sostengo. Si te desagradan
los cómics eróticos de Milo Manara o Paolo Serpieri, si sientes que son
pendejadas y no están pensados para alguien como tú, tienes todo el derecho a
criticarlos, pero también tienes siempre la opción de ignorarlos y seguir con
tu vida.
Pero hay una diferencia muy
importante aquí. Los cómics de superhéroes, especialmente los de Marvel y DC,
no son obras de autor. No pertenecen a sus creadores, ni siquiera a sus
respectivas compañías aunque éstas tengan los derechos exclusivos de lucrar con
ellas. Los universos superheroicos de Marvel y DC tienen una relevancia
cultural tan grande, han incidido en el imaginario de millones de personas en
todo el mundo a lo largo de décadas, se han convertido en íconos y arquetipos de referencia poco menos que universal, que casi podríamos decir que son
patrimonio cultural de la humanidad.
En otras palabras menos
dramáticas: hay muchísimas personas, de toda raza, género y nacionalidad, que
AMAN los cómics de superhéroes y sus personajes, que han hecho suyas sus
historias, que cada vez van ilusionadas al puesto de revistas para adquirir sus
títulos favoritos y ver qué otros les pueden llegar a gustar; es decir, son
personas que ya son el público comiquero, y como tal tienen derecho a esperar
que se les tome en cuenta.
¿Recuerdan lo que les dije acerca
de los personajes ficticios y la conexión emocional que su público tiene con ellos?
Pues de eso se trata: los lectores (hombres, mujeres, personas no binarias y de todo) quieren ver que los
personajes que aman sean tratados con dignidad y respeto, saber que sus
artistas los ven como algo más que eye
candy.
Otros medios están más
conscientes de esto y por eso se incluye algo de fan service para las damas en las películas y series de
superhéroes: Green Arrow muestra su tonificado torso a menudo, tanto en su
versión de Smallville como en la
del Arrowverse; Wolverine sale casi
desnudo en cada película, además de que es mucho más bonito que su contraparte
del cómic; Thor muestra todo entre los hombros y los oblicuos a la mínima oportunidad.
Sigue siendo un recurso baratón, apenas una consideración al público femenino
en películas que son principalmente fiestas de salchichas, pero algo es algo.
No, los escritores, artistas y
casas editoriales no están obligados a tomar en cuenta a su creciente público
femenino. Pero sí sería considerado, cortés y, sobre todo, inteligente que
empezaran a hacerlo. Sería lo correcto.
DOS: Es realmente un cliché gastado, tonto y ridículo
No son sólo las mujeres quienes
se sienten incómodas con este asunto. Cada vez más somos más los vatos hetero a los
que nos parece mal. Confieso que cuando era un adolescente calenturiento me
encantaba este fan service que nos
hacían los creadores.[5]
Ahora lo veo y realmente me parece que está mal, no en el sentido de “maligno”
o “malvado”, sino simplemente equivocado. No como para iniciar una revolución,
pero sí para decir “chale”.
En lo personal, me parece que es
un recurso vulgar y de mal gusto que abarata los cómics que me gusta leer.
Cuando se trata de cómics específicamente eróticos como Druuna o Vampirella, el uso de
estas imágenes no me parece fuera de lugar; cuando no son estos casos, se me
hace una forma obvia y chafa de atraer lectores y tener más ventas, como los
desnudos gratuitos en las películas malas.
¿Saben por qué me
cago en Mark Millar cada vez que tengo la oportunidad? Su uso excesivo de
violencia y sexo, y su abuso de la violación como tropo, me parecen formas en
las que un escritor malo y superfluo se las da de atrevido y adulto, y busca
atraer lectores con morbo. Bueno, pues por lo mismo pienso que es criticable el
sexismo en los cómics.
Como les dije, tengo una
debilidad por las mujeres dibujadas. Disfruto
del pin-up y hasta de la regla 34. Cuando la sexualización de una heroína
se da en el fanart o en la fanfic, me puede gustar o no, pero siempre puedo
ignorarlo[6].
Sin embargo hay obras en las que el cachondeo va bien y otras en las que es
sólo un recurso barato para complacer a un público facilote.[7]
Puedo apreciar las fotos de Kim
Kardashian desnuda que casi rompieron Internet, pero no espero ni me parece
deseable ver el trasero de Kim Kardashian, o una imagen equivalente, en cada
película que veo. El problema no es que nos gusten las chicas pin-up, el
problema es querer que todas las representaciones de las mujeres en todos los
productos culturales de nuestro consumo no sean más que chicas pin-up.
No hay una línea definida que
divida la vulgaridad pornográfica del erotismo artístico, ni una receta para
saber distinguir la una del otro. ¿La imagen cachonda se justifica por la
historia? ¿Va con el producto que estamos leyendo? ¿La guía un interés
artístico o sólo el morbo? Son preguntas difíciles de responder en muchos
casos, pero que pueden servir de ayuda.
Pero además, cuando para cumplir
con el cliché se sacrifica la calidad del arte, violando los principios de la
proporción y la perspectiva, o cuando de plano se contradice con la coherencia
de la historia y del personaje, lo que nos queda es que el cómic se imbeciliza.
En dos de mis últimas entradas les
he hablado de Grimm Fairy Tales,
y les he dicho que son unos cómics muy estúpidos y aburridos que dependen de
sus dibujos cachondos y sus historias “oscuras” para mantener a su público. Y
aunque es cierto que disfruto como placer culpable ver las portadas y una que
otra ilustración de estos cómics, la verdad es que no les tengo mucho respeto.
Pero a mis cómics de superhéroes quiero tenerles respeto y que respeten mi
inteligencia como lector.[8]
Por eso uno de los proyectos que
más me han gustado es el de Less
Tits n’ Ass, More Kickin’ Ass, en el que la artista Karine Charlebois “corrige” ilustraciones de cómics superheroicos, arreglando la anatomía y
la perspectiva, para convertir un dibujo tonto en uno de buena calidad. Noten que
las heroínas siguen siendo bonitas, tienen bustos grandes y caderas
pronunciadas; lo que se corrige son las posturas en las que se encuentran,
privilegiando la calidad del dibujo por encima del taco de ojo. Lo mejor es que también nos muestra el proceso y hasta el por qué de las decisiones que toma:
El cómic ha superado otros
clichés estúpidos antes. Al principio la moral comiquera era en blanco y negro:
los héroes eran buenísimos y los malos malísimos. Esto no era muy interesante y
se empezó a probar nuevos enfoques. Durante décadas muchos villanos eran
estereotipos nacionales y raciales. Esto ya no está bien visto, y entonces lo
dejamos atrás.
Un nuevo cambio ya se está dando,
y está ocurriendo desde adentro. No lo están logrando quienes sin conocer
el cómic lo condenan, sino el público y los creadores, y más específicamente
las lectoras, las artistas y las escritoras. Cada vez se toma más en cuenta al
público que sean solamente tíos blancos hetero, y hay proyectos muy interesantes desde dentro de la industria
para dejar atrás el cliché y hacer que el género sea un poco más inteligente. E
incluso hay cada vez más fangirl service.
Ésta podría ser totalmente una portada de Arlequín |
Se trata de evolucionar, de
mostrar que el género superheroico tiene mucho potencial, más allá de ser entretenimiento
fácil para adolescentes hormonales. Podemos superar esto sin grandes pérdidas y
con mucho que ganar.
FIN
Posdata de 2022: En el texto anterior manifesté escepticismo respecto a los efectos de este fenómeno. Es decir, que dudaba de que ver personajes tan hipersexualizados en los cómics volviera a los varones misóginos nomás por eso. Ahora quiero expresar un escepticismo sobre mi escepticismo: Creo que un efecto claro ha sido que muchos varones se acostumbraron a esperar que sus personajes femeninos siempre sirvan como "taco de ojo", y se sienten vulnerados en sus derechos si no lo son. Esto es algo de lo que hablo en una entrada reciente: De las Tatú a las Laityir.
Para seguir pensando y discutiendo:
Notas:
[1] Había
muchas más mujeres creadoras en la Edad Dorada del Cómic (décadas de 1930 y
40), parte de la historia de este medio, olvidada por culpa de, ¿qué creen? el
puto sexismo.
[2]
En
realidad (y no puedo creer que tenga que hacer esta aclaración a estas alturas
del partido), cualquier mujer tiene derecho a vestirse como le dé la pinche
gana. Si es porque le gusta el cómic o porque quiere impulsar su carrera como
modelo, o porque quieren verse bonitas, o porque YOLO, ninguna persona tiene
derecho a acosarlas ni molestarlas por eso. Si piensas que se ven bien o mal,
puedes discutirlo con tus amigos en privado y sin hacerlas sentir incómodas ni
faltarles al respeto.
[3] Y
si las mujeres en Arabia Saudita son más importantes, ¿por qué no estás tú
haciendo algo por ellas en vez de dedicarte a criticar las críticas femnistas?
¿Eh, eh? [sé que ésta es una falacia tu
quoque; nada más quiero mostrar lo absurdo del argumento].
[4] Una
vez un evento de ciclohípsters usó la imagen de la guapa Eva Longoria en
bicicleta para promocionarse. Una maestra escribió indignadísima y exigiendo
que se retirara la imagen porque dañaba la autoestima de las chicas. O sea, ¿de
lo que se trata es de suprimir las imágenes de gente atractiva para no hacer
sentir mal a los demás? No mamen.
[5]
Cuando estaba en la pubertad tenía un amigo llamado Rubén que dibujaba bien
chingón, casi a nivel profesional. Los demás chicos le comisionábamos dibujos
cachondos de chicas de cómics.
[6] Por lo mismo me parece absurdo
indignarse por cosas como el dibujo que Frank Cho hizo de Spider-Gwen. ¿Qué me
importa el fanart que alguien hizo
por gusto? ¿Qué me importa si T.Catt ha hecho carrera dibujando superheroínas desnudas? No es el arte oficial de una publicación que los lectores están
siguiendo y disfrutando, sino algo que pueden simplemente ignorar si no les
gusta. Sí, tienen derecho a criticarlo, pero ¿para qué perder tiempo y energías
en algo que ni te debería importar? No
mamen.
[7]
Por ejemplo, al notar que esta entrada me estaba quedando demasiado larga,
decidí llenarla de dibujos de heroínas para que por lo menos los hombres
heterosexuales siguieran leyendo. Todas las imágenes, por cierto, son de material oficial de las compañías comiqueras, nada de fanart.
[8] Hay
muchos otros aspectos de los cómics que insultan mi inteligencia y que no
tienen nada que ver con el sexismo, como esto
de Batman que no tiene sentido o cualquier cosa que escriba Mark Millar,
pero no hay tiempo ni espacio para hablar de esto.
14 comentarios:
Empezaré diciéndote que no hace falta escribir mucho para querer abordar un tema como el del sexismo en los cómics (o la cultura pop en general).
Tu texto es cansado y da saltos redundantes. Esencialmente podríamos estar de acuerdo si no fuera por lo agotador que es leerte para terminar sin aprender algo realmente nuevo o sustancioso. Aparte, tus acotaciones no aportan nada salvo más verborrea personal, pero bueno, es tu blog.
Precisamente, siendo un problema de primer mundo, ¿no te parece que la lectura de cómics y su consumo es más una afición de niños ricos que una formación de carácter?
Y verás, es lo que me caga de los frikis: hacen analisis sesudos de cosas que son solamente relevantes en su circulo social. Podrían ayudar a ampliar la experiencia de lectura de los cómics e historietas, pero solamente terminan sobándose su ego o comportandose de manera infantil y estúpida (¡benditos funnies!). Es por ello que autores como Moore rompen esquemas, porque si hablan de violación, no es para otorgarle una justificación, sino para hacer una denuncia (como fue el ataque del comediante a sally jupiter en watchmen).
Luego, que el artista es libre de hacer lo que quiera y pones un cómic de Jordi Bayarri, mediocre artista de historietas españolas que lo mismo dice que los críticos son una mierda y que lo que él quiere es dibujar mujeres buenorras. Con la cantidad de colegas españoles que hay y que hablan del cómic de manera adulta e inteligente (Álvaro Pons, Pepo Pérez). Pero bueno, mira, que ando como tú haciendo nitpicking. El artista, el verdadero artista, siempre va a empujar límites, de ahí el abismo entre un Moore o un Miller (en sus buenos años) a un pinche Byrne cualquiera.
Mi pregunta va: ¿por qué hablas entonces de los cómics de las dos editoriales más notorias?
Imagino que te encanta subirte al tren del mame, pero también te invito a bajarte y hacer esos cómics a un lado; a quitarle el poder a compañías (en el más estricto sentido de la palabra) y otorgarle una oportunidad a gente que está haciendo cosas interesantes. Image no sólo se está arriesgando a sacar cosas nuevas e interesantes, sino a darle una patada en las bolas a este monstruo que es la cultura pop. Cómics como Glory, Prophet, Nowhere Men, Outcast, Material... carajo... y te pones a dedicarle entradas por partes a algo como lo de Marvel.
No cabe duda, este planeta necesita menos frikis y más pinche criterio.
Échale ganitas. No todo es Vengadores y Batman.
¿Los personajes de Marvel y DC patrimonio de la humanidad?
Ahi si te la prolongaste. Siendo sus personajes pueden hacer con ellos lo que les de la gana. Un lector de comics en los años 50 tal vez se ofenderia de ver que ahora a un personaje querido y admirado por el como Linterna verde lo hayan vuelto homosexual. Es el equivalente a decir que ver a Batman sodomizado te resulta ofensivo.
Lo que ocurre es que el target de lectores de comics ya no es los de un adulto conservador sesenton, sino de un chico entre sus 12 y 20 años con otra mentalidad. Asi que Marvel y DC pueden hacer con sus personajes lo que les venga en gana siempre y cuando su target de ventas principal no resulte dañado.
Como comparacion es por eso que los simpsons siguen al aire a pesar de que hace 15 años no tienen una temporada buena. Su target ya no son los adultos nostalgicos treintañeros, sino niños entre 10 y 15 años que aun los ven como novedad.
Pues no se sobre Mr. Eko, pero la verdad no fue cansada la lectura, de hecho es bastante amena y pues creo que eso de "todo es simple, porque echarle demasiado seso" es simple pereza mental(eso explicaría porque el sujeto en cuestión, no leyó completo nada, simplemente se limitó a ver lo que estaba en negritas y criticar sin saber que chingados criticaba), pero bueno, dejando de lado ese mamón y centrándonos en el tema, si se abordaron temas que no se pudieron abordar en la entrada anterior, como ya se ha mencionado antes, no se trata de simplificar todo entre bueno y malo, éstos fenómenos son más complejos de lo que aparentan(como cualquier cosa que tenga que ver con personas) y la verdad es interesante ese proyecto de "corrección" de dibujos, había escuchado de el, pero no sabía exactamente como se llamaba, lo que espero es que con el tiempo, ésta situación se vuelva un poco más igualitaria, en cuanto a lo de los nerd que se la pasan molestando a las chicas ya sea porque "no son auténticas fans" o porque "no son la copia exacta" de lo que sea, es algo que ocurre también por la cantidad de tipos que tienen la obsesión de ser etiquetados en tal o cual grupo y por ende, se creen con autoridad de juzgar quien pertenece a su circulo, pero en fin, como ya mencioné buena entrada y pues no escribo más por ahora por falta de inspiración jejejeje.
PD: Yo creo que los personajes de los cómics si son parte importante de la humanidad ya que tienen un papel similar al de los mitos clásicos sobre Heracles,Odiseo, Teseo y demás héroes de la antigüedad. Lo digo por "Anónimo"
Tanto los quejumbresos sobre Gal Gadot como Wonder Woman como los llorones extremistas que la hicieron de pedo por la portada donde Joker tiene prisionera a Batgirl me provocaron un inmenso asco. Los primeros, por lo que ya explicas, sus complejos les harán atacar básicamente a la que se atreva a no estar bajo sus estándares de mujer sexy, o a la que si es sexy, por no estar con ellos. Y los otros, porque su afán de quejarse lo es por cualquier cosa, no porque en verdad estén convencidos de la causa. Igual que los idiotas protestando y pidiendo que prohiban la música metal, las series de TV que no ven y por ello no quieren que otros vean, etcétera. Las casas de cómics deberían cerrar filas y legalmente ampararse y dejar cubierto en lo posible el espectro de posibles lloriqueos y protestas antes de que los gobiernos se valgan de eso para, sonrientes, dejar caer la censura de forma tan rígida como se vio en otros tiempos.
ZeroMx:
Una lectura redundante no es amena. Es cansada si no es sustancial.
El texto quiere ser dicharachero en algunas partes y muy analítico en otras, pero lo que me da hueva es tener que expresar una idea que ya se ha leído en todos lados "Bla bla bla, frikis que se enojan con las mujeres, bla bla bla, uniformes sexistas, bla bla bla".
Es increíble que los cómics vivan de las regalías que produjeron obras de los 80's y 90's, porque de ahí en adelante el cómic de superhéroes ha sido lo mismo y una excusa para sacarle el dinero a los chavorucos. Material que se recicla porque con gusto desbordante, los frikis van a gastar el dinero que se ganan ahora de adultos para comprar sus juguetitos añorados.
A construir la burbuja y voltear a otro lado mientras hay verdaderos problemas en el mundo.
Al que habla de los superhéroes como mitología, sólo queda aclararle que esta 'mitología' tiene toda una estrategia de venta detrás. Ah, bendito capitalismo, yo pensaba que había gente que no lo consideraba una deidad.
Y al bato que dice que la gente se queja de todo como la portada de Batgirl de Rafael Albuquerque; fue el mismo autor quien decidió no publicarla. Si te molestan las minorías, pos es más problema tuyo que otra cosa.
Hola a todos, gracias por sus comentarios, trataré de responder puntualmente:
Mr. Ecko: sí, tiendo a ser muy redundante y reiterativo, es un defecto de mi estilo que reconozco. Me pasa que una misma idea me da muchas vueltas en la cabeza y temo que no quede clara cuando la expreso, por eso tiendo a repetirme. Lo siento si eso hizo que la entrada te pareciera cansada. Ahora, que si ya estabas de acuerdo y/o ya sabías todo lo que en ella se dice, pues eso quiere decir que no era para ti. Espero que otras personas puedan sacarle algo de provecho.
Es cierto es que es un tema relativamente trivial, y que quizá no valía la pena invertir tanto esfuerzo en él. Al fin y al cabo, como dices, son preocupaciones de niños de clasemedieros a ricos. Yo creo que la cultura pop en parte refleja y en parte construye nuestra visión del mundo, que entenderla es empezar a entender nuestra sociedad, por eso no me parece un esfuerzo inútil.
Precisamente ésa es la razón por las que escogí cómics de Marvel y DC, porque son los más mainstream, los que más tienen incidencia en el imaginario colectivo (originalmente iba a poner ejemplos de Image, WildStorm, Dark Horse y Top Cow, pero habría sido mucho abarcar y poco apretar). Sé que en el cómic alternativo, en el de autor, o en el menos comercial, se hacen cosas más interesantes y los clichés se evitan o se subvierten, pero simplemente no era el tema de esta entrada.
El resto del trabajo de Jordy Bayarri es irrelevante para esta cuestión. Yo puse esa tira porque ilustraba mi punto. Y sí, los aristas tienen derecho a hacer lo que les venga en gana. Eso no quiere decir que lo que produzcan vaya a ser bueno ni que esté exento de ser criticado.
John Byrne es un buen escritor y dibujante; Alan Moore es un maldito genio. No veo a qué viene la comparación.
Sí, me gusta subirme al tren del mame. Es que a veces es necesario tomar el mame y deconstruirlo para que se vea que es mame.
@Anónimo: Jejeje, sí, ya sé que suena bien pinche dramático. Permíteme explicar lo que quise decir. Si el idiota de Mark Millar escribe una mamada como "Nemesis", habrá gente que le guste y que lo compre, gente que no le guste y no lo compre, y gente que no le guste, pero lo lea para hacer una reseña en Internet y decirle a todos que es una mamada.
Pero si llega a hacer algo igual de imbécil, y no digo sólo escribir una historia mala, sino tratar de forma indigna e irrespetuosa a los personajes a los personajes de Marvel o DC, que son amados por miles de personas en todo el mundo, la reacción no será sólo de malas críticas o pocas ventas, sino de verdadera indignación y rabia.
Así que obviamente las compañías pueden hacer lo que quieran con su propiedad intelectual, pero en la realidad se encuentran limitados por las exigencias de un público muy amplio y muy comprometido con sus personajes.
"pero en la realidad se encuentran limitados por las exigencias de un público muy amplio y muy comprometido con sus personajes."
Pero eso lo puedes decir de lo que sea: star wars, star trek, terminator, hasta el puto uniforme del Atlante.
Soy completamente ajeno al mundo del comic (salvo watchmen, V y otras sagas aisladas), pero eso no significa que no pueda apreciar esta entrada. De hecho, como un outsider puedo decir que:
1) las guerras sexistas internas en el comic son una mamada, pero lo que subyace a ellas no lo es.
2) Tenía más o menos las mismas ideas que tú, que las tetas gratis en cualquier obra son dañinas, pero tú lo has expresado mejor. En lo que sí estaba equivocado, era en creer que se les trataba igual, pero no, no muestran un hombre sexy sino poderoso, y no muestran una mujer poderosa, sino sexy.
3) te la mamaste con lo de patrimonio de la humanidad. Si superman es patrimonio de la humanidad, gokú también. Digo, si vamos a convertir esto en un duelo de chaquetas mentales, pa luego es tarde.
Y no, esta entrada (casi) no es redundante. He visto los adoquines del internet mancillados por la tinta de quienes, en un espacio diez veces más grande, dicen diez veces menos.
Al tal Mr. Ecko:
¿Y por qué crees que decidió quitarla? Aunque haya dicho que no fue por eso, es obvio que fue ante la enorme protesta de arenosos. Y no se trata de un asunto de minorías, ni del lado de quienes protestan ni de quienes estamos en desacuerdo en que hayan dado el brazo a torcer de esa manera ante el afán censurador.
Por lo que veo eres uno de esos tipos enamorados de su propia voz. Te vi llegar despotricando contra el artículo por esto y aquello, y encima vienes a hacer lo mismo con quienes comentamos. No estás haciéndolo por el afán de debatir de forma sana, sino por creerte superior y que puedes demeritar a los demás. Se notó en verdad esa actitud de mamonería hostil con la que empezaste a opinar, en vez de hacerlo de forma neutral y abierta. Para eso, puedo decirte que estás en el blog equivocado. Vete al blog de Mauricio-José Schwartz o de su Señor Smithers lamesuelas, el Escéptico de Jalisco. Ahí entre sus fans te sentirás como pez en el agua.
Vaya que era esperada esta entrada Ego. Me resulto entretenida. Al menos para mi tus entradas no resultan redundantes. Quizás sea porque yo tengo el mismo problema cuando corrijo mis textos. Y por los comentarios se ve que era bastante esperada también.
No encuentro muchos con tus argumentos y tocaste puntos que te señalé en la entrada anterior más extensamente.
He aqui algunas observaciones:
De adolescente, yo también me calenté con los dibujos pseudoeróticos de algunas heroínas, pero maduré, aprendí que las tetas de verdad son mejores,y que si quiero porno, voy a consumir porno (sea fotográfico o dibujado), si quiero erotismo, consumo erotismo y si quiero historias de superheroes, pues, consumo historias de superheroes. Pero eso es lo importante, yo se que no puedo tratar a mi novia o a cualquier otra chica como tratan a la gente en la ficción (si, porque el porno tambien es ficción). Y todavía sabemos diferenciar la ficción de la realidad. Si no lo sabemos, pues, estamos listos. Un asunto aparte debe ser tratado ahora que cada día más se confunde lo real con lo que no lo es. Es decir, ¿es una idea real? ¿Es esta una pipa o el dibujo de una pipa? ¿El dibujo de una mujer siendo violada es una mujer siendo violada? ¿Superman y el Quijote son más reales que yo? Perdón, me estoy desviando del tema.
De que todavía hay machismos (si, que también los hay de varios tipos, del cavernícola al subconsciente) dentro de la nerdosfera, pues claro. Pero en muchos casos es una reacción de miedo al ver que las reglas están cambiando. Si tu medio cambia, naturalmente el animal interno se asusta. Pero los humanos podemos reflexionar sobre eso y adelantarnos a esos cambios y prevenir problemas. Cuando aplicamos ese criterio, las cosas resultan mejor. Era inevitable que el numero de mujeres involucradas en el comic creciera, se anticipaba, ya ha ocurrido en otras areas y era cuestion de tiempo. Y eso hace que los códigos deben reinventarse. Ademas, uno va por las historias y son mejores las historias que tienen protagonistas con personalidad más alla de sus características físicas.
Lo delos eyecandy para las chicas, pues nunca me ha molestado, ni tampoco me he sentido traumatizado por los abdominales de Stephen Amell comparado con mi panza, así que sea. Ademas no es solo para las chicas pues algunos varones tambien disfrutaran viendo la figura de Stephen. Y la verdad la mayoría de las veces ni los noto, a menos que alguien me llame la atención sobre ello. Como contraejemplo se puede argumentar que siempre a las mujeres socialmente se les ha exigido preocuparse más por su aspecto, pero eso es un problema transversal que va más allá del mundo de la nerdosfera.
Parte dos, era muy grande mi posteo:
En lo que no concuerdo es en el ejemplo que colocaste de Less Tits n’ Ass, More Kickin’ Ass. Puede parecer una nimiedad pero por algo yo le aplico al dibujo. En muchos casos las deformaciones anatómicas responden a causas de narrativa visual, o licencias artísticas, algo que viene desde la pintura y el dibujo. Acepto que existen casos descaradamente sexistas pero otros vienen de los códigos del dibujo que sirven para dar enfasis a una accion. Como tu decias, aca es ficción, pero una ficción visual. En los comics ni siquiera las sombras son exactas sino que responden a la narrativa de la historia. En muchas pinturas de caballos se puede ver a estos animales haciendo poses imposibles en la vida real y estas deformaciones son aceptadas pues le dan dinamismo a la imagen y comunican movimiento. Ej: http://www.gettyimages.com.au/detail/news-photo/race-horse-flying-dutchman-in-painting-by-j-f-herring-from-news-photo/50699661
En esa portada de Spider woman, donde esta esta siendo lanzada por Silk, emulando el movimiento "bola rápida" de Colosusus y Wolverino (los fans de x-men sabran de que se trata, sino googleenlo). Ok, la corrección anátomica es válida, pero ¿se conserva la referencia de ese rasgo tan icónico de Marvel?¿ Se conserva la idea de que uno de los personajes arroja al otro hacia el lector?
Es un intento válido lo que hace Charlebois, pero me parece que tratando de corregirlo, lo dejo peor. Revise la entrada en su sitio y no menciona la referencia al "bola rápida", asi que asumo que no la percibió. Pero claro, era un dibujo de Greg Land, asi que quizas no la buscó tampoco o Land no la supo transmitir. Ahora, después de su corrección las figuras son anatómicamente correctas, pero la referencia se pierde y en lugar de tener una imagen anatómicamente incorrecta y sexista que refiere a un código reconocible por los lectores de Marvel, tenemos una imagen anatómicamente correcta de dos féminas posando, cada una por su lado. La interacción se perdió. ¿Se pudo corregir de otra manera para conservar la proporción anatomica y la referencia al "bola rápida"? Por supuesto, pero no como propone Charlebois, que solo se preocupo de que la anatomía fuera correcta. De hecho creo que habría que rehacer la portada entera. Tiene mejores ejemplos (el del culo de Spider-woman, por ejemplo), pero con esa portada se equivocó.
El punto es saber identificar donde existe una licencia artística y donde es sexismo, aunque claro, una licencia artística también puede ser sexista.
Por cierto, ya que estamos con este tema ¿viste Mad Max? Ansio leer tu critica a la película y tu perspectiva de la (absurda) polémica que rodeo su lanzamiento.
Oh, pues fíjate que no había entendido que la portada pretendía ser una referencia a la estrategia de Colossus y Wolverine. Creo que Charlebois tampoco lo entendió. La verdad, creo que sólo conociendo el contexto entiendes que Silk está lanzando a Spider-Woman.
Maik, ¿Ya viste esto: http://www.scientificamerican.com/article/the-problem-with-female-superheroes/ ?
Un abrazo
Muy interesante, aunque el estudio es muy limitado en muestra y en tiempo. ¿Realmente el efecto que causa UN video a un grupo reducido de personas es relevante para establecer una relación causal? Faltan metaanálisis, pero qué bueno que ya se están llevando a cabo esto estudios.
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