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¡Hola, pacientes
de aracnofilia! Hemos llegado al tercer y último capítulo de esta serie en la
que recorremos la saga cinemática del Hombre Araña para entender la importancia
y el significado de este superhéroe. Si se las perdieron, aquí están la primera
parte y la
segunda. Como habrán visto, no estamos conformándonos nomás con reseñar
cada película, sino que procuramos enmarcarlas en su contexto.
Así pues, antes
de pasar a la entrega más reciente del Arácnido en el Universo Cinemático de
Marvel, tenemos que detenernos un momento para hablar del concepto del multiverso,
cómo ha sido usado en los cómics de superhéroes y cómo evolucionó a partir de
la necesidad de explicar que diferentes versiones de un mismo personaje
coexistieran en distintos medios y hasta pudieran encontrarse. Originalmente
quería incluir un apartado dedicado a ello, pero como es costumbre, me quedó un
tratado largo y sesudo, que
pueden leer completo aquí. A continuación retomaré algunos puntos básicos.
V. HACIA EL
ARACNOVERSO
El primer
antecedente del Spider-Verse se dio en la última temporada de la serie
animada de Spider-Man (1994-1999), en un arco argumental en el que
nuestro Spidey principal debe hacer equipo con versiones de sí mismo
provenientes de universos paralelos para derrotar al poderoso Spider-Carnage.
Esta alianza de alternos incluía a un Hombre Araña en armadura de Iron Man, a
otro que había adoptado los brazos mecánicos del Doctor Pulpo y a uno más que
era simplemente un actor que interpretaba al superhéroe, un personaje ficticio
en su mundo.
Mucho después, en 2010, salió el
videojuego Spider-Man: Shattered Dimensions, en el que figura una
alianza de algunas de las versiones de Spidey más populares en los cómics: estándar, Ultimate, 2099 y Spider-Noir. La historia del juego
fue escrita por Dan Slott, quien después sería el autor principal de la saga Spider-Verse
en los cómics.
Ésta por fin vio
la luz entre 2014 y 2015 como un magno evento de proporciones épicas. Decenas
de personas arácnidas de múltiples líneas temporales y universos paralelos
unen sus fuerzas contra una familia de vampiros cósmicos que quieren
alimentarse de ellas. No sólo incluye mancuernas entre los Hombres-Araña
alternativos que ya habíamos visto en los cómics, sino que introdujo a nuevos
personajes, como la favorita de las masas: Spider-Gwen. Y todavía fue más lejos
al incluir versiones que se habían originado en otros medios, como las series
de TV y las tiras de los periódicos.
Creo que mi
subtrama favorita es en la que Miles Morales y el Peter Parker chistosón de la
serie Ultimate Spider-Man tienen que ir brincando por el multiverso y
reclutando aliados. Así es como llegan al mundo de la serie animada de los
60 y podemos ver a estas dos encarnaciones de Spidey (las más modernas en
ese momento) convivir con una de las más clásicas. Es una preciosidad ese
cómic.
Lo único que
extrañé fue la versión de la serie animada de los 90 y la de Spectacular
Spider-Man, que es considerada por los fans la mejor del Arácnido. Supongo
que no querían opacar al de Ultimate, que en ese momento era la serie
que se transmitía. Ah, lo que sí me rompió el corazón fue que (spoiler),
mueren un chingo de Hombres-Araña de diferentes universos, y cada muerte
duele, pero en especial la del protagonista de Spider-Man and his Amazing
Friends, porque fue ésa mi primera serie de Spidey. ☹
El evento fue tan
exitoso e influyente que de inmediato tuvo secuelas, spinoffs e
imitaciones, tanto en Marvel como DC (estoy seguro que la idea de Metal
Nights, con los Batman malignos de muchos universos, vino de ahí). Es uno
de los pocos mega-eventos comiqueros que he leído en los últimos años y de los
que más me han gustado. Me pareció tan bonita la idea que pensé que merecía ser
adaptada a la pantalla grande. Así, después
de ver Homecoming en 2017 escribí lo siguiente:
Ok, no quiero
insinuar que el mundo me debe a mí la idea de una película del Spider-Verse,
pero si ustedes ñoños quieren hacerme una estatua en algún lado no me quejo.
No, ya en serio, en realidad estoy seguro de que muchos fans tuvimos ideas
similares y que ésas estuvieron flotando en el aire (y circulando en redes) de
aquí para allá hasta que lograron materializarse, primero como la película
animada Into the Spider-Verse de 2018, y ya en 2021 como No Way Home.
Sobre la primera,
¿qué les puedo decir? Es una cosa absolutamente hermosa. Como se ha dicho, es
la mejor película de Spider-Man, uno de los mejores largometrajes
animados de la década y una de las mejores cintas de superhéroes de la historia.
No hay nada en ella que no sea estupendo, ya sea la animación, el diseño
de personajes, la historia, el humor, el drama, las secuencias de acción y el
desarrollo de sus temas y protagonistas. Casi sólo puedo repetir lo que dije en
la reseña que escribí después de verla:
Lo fantástico de
esta película es que, a pesar de estar trabajando con personajes que
conocemos muy bien, logra sorprendernos. Ni Miles Morales ni Peter Parker
son tomados tal cual de ninguna de las versiones que hemos conocido, ya sea en
Marvel, Ultimate, las series o las películas: hace mezclas creativas y te
agarra desprevenido cuando crees que ya sabes qué esperar.
Le habla al mismo
tiempo a dos generaciones: a los chavitos y adolescentes, que
miran con asombro y algo de miedo el mundo que tienen por delante, inseguros
todavía de lo que quieren llegar a ser; pero también a los viejos millennials y
genexers que ya sentimos que la vida nos ha madreado (y engordado) mucho. Peter
y Miles encuentran el uno en el otro una fuente de inspiración y propósito en
un momento de sus vidas en el que ambos están desorientados.
Los respectivos
argumentos de la saga de cómics y de la peli animada son completamente
distintos. Lo que tienen en común entre sí, y donde radica su brillantez es que
ambas manejan como tema central una cuestión: ¿Quién es Spider-Man? ¿Qué es
lo que hace que este superhéroe sea quien es? ¿Y por qué es tan importante para
nosotros?
Creo que esta
peli en particular nos responde que cualquiera puede ser Spider-Man. O
casi cualquiera. Más bien, parafraseando a Auguste Gusteau (¿o fue Anton Ego?), un héroe
arácnido puede surgir de cualquier parte. Es decir, a cualquier persona
puede picarle una araña radiactiva, ése es un hecho fortuito. Pero convertirse
en alguien heroico no es tan extraordinario.
Peter Parker
aprende por las malas que el bien propio depende del bien del prójimo.
Pero ésa es una lección que mucha gente puede llegar aprender por sus propias
experiencias, y la experiencia de perder a un ser querido ante el crimen o la
injusticia no es tan extraordinaria para la gente común. No puedes andar por la
vida sólo ocupándote de tus propios asuntos, sino que tienes que ver por tu
vecindario, tu barrio. Y a Spidey su barrio lo respalda. Que la araña pique a
Peter, a Gwen o a Miles es lo de menos. La idea es que las personas comunes
y corrientes son fundamentalmente buenas y harán lo que es correcto. Por
eso es tan importante que haya tantas versiones de Spidey: casi todos tendremos
una con la cual identificarnos, así sea el adolescente inseguro, la niña genio,
la chica ruda o hasta el señor cuarentón que siente que ya pasaron sus mejores
años.
Hay algo más en
la esencia de Spider-Man: la tragedia y el sacrificio. A todos los
Spidey los hermana alguna pérdida que marcó sus vidas. Sin embargo, no buscan
venganza, sólo hacer el bien, y para ello a menudo sacrifican lo que les haría
más felices. Es de lo que trata No Way Home, que es a donde queríamos
llegar. Aguas, que vienen spoilers, aunque creo que si a estas alturas
no la han visto es porque probablemente no les interesa mucho…
VI. DE REGRESO A
CASA
Primero, quiero ofrecer
mis más sinceras disculpas a todos los fans de Spidey que durante meses
estuvieron asegurando que Tobey y Andrew aparecerían en esta película, y que
también veríamos a Matt Murdock y a Eddie Brock. Yo siempre les dije que no
tenían razones para creer eso más que rumores alocados y sus deseos de verlos
realizados. Les llamé necios por creer que Andrew mentía cuando negó su
participación en la peli y los amonesté por no practicar un sano escepticismo.
Y resulta que todos los rumores eran ciertos. Resulta que las fotos filtradas
eran verdaderas. Ustedes tenían razón y yo estaba equivocado. Soy un
borrico. Ahora no puedo volver a descartar ningún rumor por más loco que sea;
ya no sé qué es real y qué no. *Se estremece en posición fetal*
Ahora, la
pregunta es: ¿Los fans adivinaron lo que iba a suceder en esta peli? ¿O más
bien los productores pusieron atención a lo que los fans querían y lo hicieron?
Ah, eso es algo a lo que tendremos que volver más adelante, porque tiene
algunas posibles implicaciones sobre el futuro del cine.
Por ahora
concentrémonos en la película. ¿Y qué me pareció? ES ASOMBROSA. Miren, en sí no es una
obra maestra del séptimo arte, pero sí es una especie de milagro. Recuerden que
tanto Spider-Man 3 como The Amazing Spider-Man 2 fracasaron en
gran parte porque se excedieron en sus ambiciones y metieron demasiados
personajes y subtramas. No Way Home tiene demasiados personajes y
subtramas. Es un triunfo de sus creadores que funcione tan bien, incluso
si por momentos se desequilibra el ritmo o tiene algunos agujeros argumentales.
Hablando de eso: ¡NITPICKING!
Si se supone que el hechizo traía de otros universos a quienes supieran que
Peter Parker es Spider-Man, ¿por qué vino Electro, quien nunca lo supo? ¿Cómo
es que el Doc Ock sabía lo que había pasado con Norman Osborn si Peter mantuvo
las circunstancias de su muerte en secreto? Aunque Spidey cure a los villanos,
si los envía al mismo momento del que fueron extraídos, ¿no mueren de todos
modos? Y si no mueren, ¿no estaría creando un montón de líneas temporales
variantes? ¿Por qué Ned, por más mágico que sea, pudo abrir un portal de pura
chiripa, habilidad que al Hechicero Supremo le costó un huevo aprender? Vamos,
para empezar, ¿por qué un hechizo para borrar recuerdos puede abrir el
multiverso?
Éstas y otras son
preguntas que jamás obtendrán respuesta, ¿está claro? Y la verdad no importa.
Después de todo, un hechicero lo hizo. Literalmente. Pero si quieren
pueden revisar las respuestas rebuscadas que han dado los geeks aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí.
Ok, al grano.
Decía que No Way Home debía haber sido un desastre por la
cantidad de subtramas y personajes que tiene. No sólo están los tres Hombres-Araña
y los cinco villanos, sino el Doctor Strange y Wong, J.J. Jameson, MJ y Ned, la
tía May y Happy, el resto de personajes secundarios de las otras entregas de Spidey
del MCU y la lola de Ned. Joder, esta película tiene un reparto más grande
que las dos primeras de los Vengadores. Y logra integrarlos a todos
orgánicamente en una sola narración, porque la peli está dividida en tres actos muy bien estructurados.
El primero se
trata de los problemas de Peter después de la exposición pública de su
identidad. Esta parte nos permite despedirnos de los profesores y
compañeros de la escuela de Peter, a los que ya habíamos conocido y tomado
cierto cariño. Es bonito que no los desaparezcan así nomás, sino que podamos
verlos e interactuar entre sí y con Peter una vez más. De pilón, nos dan una
breve pero súper bien aprovechada escena con el Matt Murdock de Charlie Cox.
El segundo acto
trata del hechizo que sale mal y la llegada de los villanos a los que hay
que capturar y curar. Aquí realmente arranca la película que moríamos por
ver, y es donde empieza a sorprendernos. Este acto nos regala una improbable
batalla entre el Doctor Strange y Spider-Man, que este último gana de la forma
más nerd posible, pero eso apenas es un extra. El meollo es la aparición de
personajes de las otras series cinemáticas, interpretados por sus actores
originales. Y amé absolutamente todos estos momentos.
Sí, Lizard y
Sandman están medio como extras, pero pedirles más ya sería quisquilloso. Tenemos
al Doctor Pulpo de Alfred Molina, al Duende Verde de Willem Dafoe y al
Electro de Jamie Foxx en las mismas escenas. ¡Es que es increíble! Actores
de primerísimo nivel, poniendo todo para interpretar a villanos de caricatura
con profesionalismo y dignidad. No los meten ahí nada más sin rima ni
razón, sino que la película usa sus personalidades y sus motivaciones como
parte integral de la trama.
Este Peter se
enfrenta a un dilema moral que las otras películas se habían ahorrado al
simplemente hacer que los villanos se murieran solitos por sus propias
acciones. Los enemigos del más joven Spidey se habían vuelto criminales por elección
propia, pero a los provenientes de los otros universos unos accidentes les habían trastornado la mente. Ahora Peter tiene la oportunidad de ayudarlos, y la decisión de
hacerlo es un ejemplo de heroísmo propio del Spider-Man de los cómics que
no habíamos visto mucho en las adaptaciones, uno que no implica habilidad en
combate sino compasión.
Por cierto, me
encantó cómo Ned y MJ se integran a la trama mejor que nunca. Ellos y
Peter tienen una vibra muy Harry-Ron-Hermione que se me hizo adorable. Es
conmovedor ese momento en que logran ayudar Otto y por primera vez se acallan
las voces que habían estado torturándolo. Electro, por su parte, queda
reivindicado como villano, no sólo porque se ve más chido, sino porque hacen
ese cambio de imagen parte de la motivación de un personaje que toda su vida se
había sentido como un don nadie.
Como anotación, ese
diálogo entre Sandman y Electro, en el que uno explica que cayó a un
súper colisionador y el otro que cayó en un tanque de anguilas eléctricas
mutantes, para al final rematar con “hay que fijarte en dónde caes”, me pareció
delicioso, porque abraza lo absurdos que son los orígenes de los superpoderes
en los cómics.
Por supuesto, es
Willem Dafoe quien se roba todo este acto central con su genial
interpretación, la cual, me atrevo a decir, incluso supera a la original. Además
le escribieron los mejores diálogos. Este Duende Verde da todavía más miedo que
hace veinte años y, aunque sus escenas son pocas, Dafoe lo eleva de un villano
medio ridículo al nivel de los mejores que hemos visto en el cine de superhéroes. Tan
cabrón que hasta chinga a Strange por un momento.
Y es que el
Duende Verde / Norman Osborn es el máximo enemigo de Spider-Man. En los
cómics es quien más le ha jodido la vida a nuestro héroe. Pero nadie más que
Willem Dafoe podría haberlo encarnado en el cine. Así que la decisión es una
puta genialidad: traigan al primer antagonista del primer Spider-Man y
conviértanlo en el villano definitivo de todo el Aracnoverso. Tan definitivo
que asesina a la tía May.
Ésa fue otra de
las decisiones más sorpresivas y atinadas de esta película. En vez de repetir
la historia del tío Ben, le da ese papel a May. Es ella quien tiene un trabajo
en una organización que ayuda a las personas, es quien enseña a Peter que es su
deber ayudar a alguien si puede hacerlo y quien enuncia la frase que habíamos
esperado tanto escuchar: un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Podríamos
argumentar que la muerte de May es todavía una experiencia más terrible para
este Peter de lo que fueron las pérdidas de los tíos Ben fue para los otros
dos. Porque en estos casos, Ben murió indirectamente por causa del egoísmo de
su sobrino. Pero este Peter estaba tratando de hacer lo correcto, estaba tratando
de ayudar a los demás, y parecería que la vida lo castigó por eso. Es
comprensible que el chaval quede lleno de rabia y deseo de venganza, a pesar de
que la misma May, herida de muerte, le insiste en que siempre hay que hacer
lo correcto sin importar las consecuencias. Sería necesario que los otros
dos Hombres-Araña terminen de enseñarle la lección.
Entonces viene el
tercer acto y, la verdad sea dicha, es bellísimo. Es increíble la química que
tienen Tobey, Andrew y Tom en pantalla. En verdad se sienten como hermanos
perdidos que se reencontraban después de mucho tiempo.
Aquí estoy de
acuerdo con quienes dicen que este último acto se lo roba el Spidey de
Andrew Garfield. Fue donde me di cuenta que el chaval siempre había sido un
excelente Hombre Araña, y el problema era que le habían dado malos guiones. Es
él quien tiene todo un arco de personaje en sólo un tercio de la peli. Viene
todo jodido de la pérdida de Gwen e inseguro de su valía como héroe, pero tiene
la oportunidad de aliviar un poco su dolor y resarcirse del sentimiento de
culpa y fracaso al rescatar a MJ.
El Spidey de
Tobey es a quien más ganas tenía de ver, y no me decepcioné, pero es también,
de los tres, el personaje que menos se desarrolla. Está ya bien
establecido y no tiene mucho hacia donde crecer, así que funge aquí como un
mentor sabio y experimentado, más en control de sus acciones y emociones que
sus contrapartes más jóvenes. Por eso es una chulada que sea él quien
reivindica al Spidey de Andrew diciéndole que no dude de sí mismo porque “eres
asombroso” y quien detiene al enfurecido Spidey de Tom cuando estaba a punto de
matar al Duende Verde.
Podría pasarme
toda esta reseña enumerando momentos preciosos que de sólo recordarlos se me
eriza la piel. Así que simplemente lo diré de esta manera: No Way Home
supo aprovechar a cada uno de sus personajes al máximo, por quiénes son y por
lo que significan. Nomás por eso merece todos los aplausos.
Amé lo que esta
alianza de héroes simboliza: un pase de estafeta. He aquí a los
Hombres-Araña del pasado compartiendo sus conocimientos con el más joven de
ellos, dándole una palmadita en la espalda y diciendo “es tu turno”. El Peter
más joven deja de ser el niño mimado que anhela impresionar a sus mayores para
convertirse en el héroe que todos conocemos y amamos. Recoge las enseñanzas de
la tía May y de sus dos “hermanos mayores” y lleva a cabo el máximo sacrificio
que cualquier Hombre-Araña hubiese hecho en el cine: renuncia a todo para
mantener al universo y a sus seres queridos a salvo. Porque Spider-Man es
quien hace lo correcto cueste lo que cueste.
No Way Home
se siente de verdad no sólo como una película del MCU y de su Spider-Man, sino
como la culminación de las otras dos series del Arácnido. De esta manera, el
arco de personaje del Spidey de Tom se vuelve metaficcional; no sólo crece
por lo que vive en su propia historia, sino que ésta crece a partir de las
historias que le precedieron, que comunican toda su fuerza a este último
episodio. Es la consolidación no solamente de este Spider-Man en
particular como personaje, sino de Spider-Man como un símbolo tan importante
para todos nosotros.
VII. ¿CONCLUSIÓN?
Volvamos a la
cuestión: ¿Los fans adivinaron lo que iba a suceder en esta peli? ¿O más bien los
productores pusieron atención a lo que los fans querían y lo hicieron?
Podría ser un poco de ambos, pero me inclino a pensar que fue más bien lo
segundo. Si esto es así, ¿qué significa para el futuro del cine? ¿Cada película
será el resultado de estudiar los deseos del público y cumplirlos, como un
Santa Claus que lee cartitas y entrega sobre pedido? Esto da un poco de miedo,
porque podría significar que veamos cada vez menos propuestas arriesgadas y más
fan service complaciente.
Esto puede
producir tanto películas buenas como malas. Por ejemplo, The Rise of
Skywalker fue una película diseñada por completo a partir la respuesta del
público a The Last Jedi, y es una
completa basura que insulta la inteligencia de los fans. Pero No Way
Home y (me atrevo a argumentar con
mucho texto) la edición de Justice League de Zack Snyder muestran
que, partiendo de lo que quieren los fans se pueden crear proyectos que
funcionen. Después de todo, tener que cumplir con ciertas expectativas
alocadas y lograr que salga bien, que al mismo tiempo sea satisfactorio y
sorprendente, es un reto de creatividad.
Tomemos, por
ejemplo, el nuevo género que ha sido llamado sardónicamente “orgía de propiedades
intelectuales”, en el que un estudio suelta en una sola película montones
de cameos y referencias a personajes y obras de las que tienen los derechos.
Son películas como The Lego Movie, Ready Player One, Ralph
Breaks the Internet y Space Jam: A New Legacy. La película de Lego
es muy divertida y me parece admirable que sus creadores hayan logrado meter de
contrabando un mensaje anticorporativo en algo que es prácticamente un
comercial de juguetes de dos horas. Pero todas ellas se caracterizan por atiborrar
imágenes reconocibles sin hacer nada con ellas; Gandalf, los Picapiedra, Mad Max y las
princesas Disney están allá para que el público señale la pantalla y grite “ahí
están”, mas nunca se explora la identidad de estos personajes ni su
significado. En cambio, No Way Home se trata por completo de quién
es Spider-Man y por qué significa tanto para nosotros. Así que no, no todo fan
service y no todo crossover de propiedades intelectuales es igual.
Pero eso no quita
el peligro de que las salas de cine terminen inundadas de productos hechos a
la medida, sin nada que rete las expectativas del público y que le muestre
que puede amar algo que antes ni se le había ocurrido desear. Claro que esto
sería algo que afectaría solamente al ala más comercial, y que siempre existirá
un cine más de autoría y experimentación. Pero el cine comercial también alguna
vez fue un espacio para la creatividad y la exploración de nuevos territorios.
En especial en los géneros fantásticos y de aventuras podía presentar
propuestas novedosas que rompieran moldes y que después se convertieran en clásicos.
Pensemos, por ejemplo, en las películas de Steven Spielberg, George Lucas, Tim
Burton, Ridley Scott o James Cameron del último cuarto del siglo XX. Hoy ya
nunca se ven películas que no formen parte de una franquicia preestablecida.
Para bien o para
mal, No Way Home es una película que no se sostiene por sí misma, en
una serie que no se sostiene por sí misma. De por sí la trilogía de Spidey
en el MCU tiene sentido sólo en el contexto de las otras entregas de Marvel;
ahora requiere de otras dos series, otras cinco películas, para completar su
significado. Doctor Strange in the Multiverse of Madness parece que va a
ser esto mismo elevado al cuadrado. ¿Es éste el futuro de Marvel?
Desde hace tiempo
que existe una queja entre los fans del cómic de superhéroes: que depende más
de eventos que de historias. Que, en vez de preocuparse por construir buenos y novedosos relatos, desde hace mucho que se basa en grandes eventos con cientos
de personajes y catástrofes cósmicas para llamar la atención. ¿Corremos el
riesgo de que el cine de superhéroes vaya por este lado?
Bah, pero a lo mejor no hay necesidad de ponernos apocalípticos. Puede ser que esta tendencia se agote y pase, como todo. Además, nunca le atino al futuro, porque yo no entiendo a la gente, caray. Por lo pronto, estoy agradecido de que exista esta película, y aunque no todo lo que haga Marvel a estas alturas me interesa, sí hay proyectos que me emocionan mucho. Quién sabe, con esto del multiverso quizá todavía queden agradables sorpresas por delante.
FIN
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