Se ha terminado otro año. ¿O
fueron dos? Ya ni sé, en la pandemia el tiempo es todo el tiempo y los recuerdos
se mezclan como una sola masa grisácea que ya nada significa. Lo bueno es que
llevo diario de lecturas, porque si no ya no sabría ni quién soy yo. Aunque
igual anda fallando tanto mi memoria que cuando veo mis anotaciones me quedo
así de “¿eh, yo escribí esto sobre este libro?”. A lo mejor ni fui yo.
Como sea, de alguna manera
llegaron esos apuntes hasta aquí, así que vamos a ello, porque ha sido
tradición de cada año en este blog recomendar los mejores libros que he leído
recientemente. Aunque este año no empecé con el tradicional recuento, sino con
una innecesariamente larga (todo conmigo es innecesariamente largo) serie sobre
la saga cinemática del Hombre-Araña. Otra cosa que rompe la tradición es que
por primera vez en años no les presento este top en forma de bloques de lecturas
y tampoco lo divido en las secciones de ficción y ensayo. ¿Saben por qué?
Porque ya nada tiene sentido. Así que busquemos un poco de sentido en los
libros, cómo no. Quizá por eso es que la mayoría de estos libros tratan de historia cultural. En fin, que de alguna forma hay que entretenernos durante el fin del mundo.
La historia inicia con los
pioneros de la música y la contracultura, tal como surgió en los barrios de
clase trabajadora de Leeds y Londres, y trata de cómo el goth evolucionó a lo
largo de las décadas, incluyendo su expansión hacia otros subgéneros musicales
a lo largo de los 90, su globalización gracias a internet a principios de los
00 y su mercantilización en los 10. De especial interés son capítulos completos
dedicados a hacer estudios de caso de la carrera de la banda de rock The
Sisters of Mercy y del festival Whitby Goth Weekend como hitos en la evolución
y transformación del goth.
Pero el libro no sólo nos cuenta
la historia de la subcultura, sino que la analiza con las herramientas de la
sociología y el enfoque filosófico de la teoría crítica. Entonces nos habla
también del potencial contracultural del goth como espacio de resistencia
contra el capitalismo y critica su degeneración hacia una simple moda de redes
sociales. Los autores hacen un llamado a recuperar el aspecto radical y
anticonformista del goth para revitalizar la subcultura en nuestros tiempos.
Ver también: De los Godos a las Góticas
Casi la mitad del libro se enfoca
en filósofas del siglo XX, que también es una época de la que me hace falta más
aprender. También incluye a varias pensadoras españolas e hispanoamericanas,
que suelen estar excluidas de los manuales anglosajones y europeos. Eso sí: yo
recomiendo leerlo después de alguna introducción general a la historia de la
filosofía (como la de Montes de Oca), porque la autora asumirá que uno ya sabe
quiénes son Leibniz, Voltaire, Hegel o Sartre, qué significan los conceptos
básicos de la filosofía y en qué consisten las diferentes ramas y escuelas de
pensamiento.
Ver también: Las pensadoras
Hablar de la historia de las
mujeres en la ciencia es hablar de su borrado. Las mujeres científicas
enfrentaron obstáculos en su tiempo, pero también fueron traicionadas por los
intelectuales posteriores. Muchos hombres se apropiaron del trabajo de las
mujeres; los nombres de las autoras de tratados científicos eran sustituidos
por los de sus maridos, sus editores o sus traductores.
Este libro de Alic nos recuerda
que la ciencia es una empresa colaborativa, no individual. No es sólo que los
grandes científicos varones cuyos nombres han pasado a la historia deberían
compartir el crédito con sus esposas, hermanas o hijas, que eran mucho más que
asistentes (aunque ser asistente científico no es nada desdeñable). Las mujeres
también fueron traductoras, ilustradoras o comentaristas de textos científicos,
con lo que ayudaron a difundir y explicar los descubrimientos que otras
personas llevaban a cabo.
También nos recuerda que el
progreso no se puede dar por sentado, que siempre pueden darse retrocesos muy
costosos, y que el avance requiere de lucha y valor. Un ejemplo son las mujeres
decimonónicas que irrumpieron una y otra vez en las aulas de la British
Association for the Advancement of Science hasta que esta institución tuvo que
empezar a admitirlas.
Este libro es ideal para
complementar las historias populares de la ciencia (como las de Asimov). No es
admisible que hasta nuestros días, tres décadas después de la publicación de
esta obra, las aportaciones de las mujeres de ciencia sigan siendo tan poco
conocidas, y es inconcebible que todavía se esgriman argumentos
pseudocientíficos sobre la supuesta supremacía del cerebro masculino para el
trabajo intelectual, o que se siga diciendo que la intuición, la emotividad y
la “magia” como esencia de le feminidad, en oposición a la razón y la ciencia
masculinas.
Ver también: Esos "verdaderos feminismos"
6. Legends de varios autores: La idea detrás de este compendio resulta muy interesante; todas las novelas se sitúan en alguno de los mundos creados por sus autores y forman parte de las sagas y series más famosas creadas por ellos. Pero son originales escritas específicamente para la antología y, en la mayoría de los casos, son autocontenidas y no es necesario conocer las otras obras para entenderlas o disfrutarlas. Así, funciona como una introducción a las obras y los mundos creados por once de los maestros de la fantasía heroica moderna.
El volumen inicia con una muy oportuna introducción de Robert Silverberg. Un poco el eterno lamento de cómo la fantasía ha sido siempre denostada, nunca considerándosele “literatura seria”. Esto ha cambiado en los últimos años, gracias a nuevas generaciones que crecieron con aquellos materiales y han empujado por darles un lugar. Pero en aquel entonces, y todavía cuando yo estudié la licenciatura en Letras, no era muy bien visto dedicarle mucho pensamiento a Isaac Asimov o J.R.R. Tolkien.
La mayoría de los mundos siguen el modelo de Tolkien, con escenarios pseudomedievales, mapas inventados, sociedad feudal, clero de hechiceros, criaturas como elfos, goblins o razas equivalentes, etcétera. Pero no crean por eso que son todas derivativas y poco originales. De hecho, una de las cosas que más gratamente me sorprendieron fue descubrir que, aunque los escenarios eran similares, las historias que los autores narran pueden ser muy diversas y variadas, tanto en estilo, como en tono, enfoque y calidad.
Para una reseña más detallada del libro chequen esta entrada.
5. Insólitas de varias autoras: "Insólitas" pretende ser una antología que en el futuro ya no resulte necesaria. Llegará el día en que la literatura fantástica escrita por mujeres sea tan respetada como cualquier otra cosa en el canon de las letras, y no haya necesidad de rescatarla ni reivindicarla. Mientras tanto, aquí queda como testimonio de que, en efecto, las escritoras españolas y latinoamericanas han estado creando mundos fantásticos todo este tiempo.
La antología, por supuesto, es excelente. Ningún relato tiene desperdicio. Por eso vengo aquí a hacerles la recomendación. Tres generaciones de escritoras de España y América Latina están reunidas en este riquísimo volumen. Pero además la introducción es de muchísimo interés, no sólo porque proporciona algunos datos históricos importantes sobre las grandes creadoras de literatura fantástica, sino porque discute el significado de "lo fantástico" y "lo femenino" en la literatura.
Para una reseña detallada del libro chequen esta otra entrada.
Me sirvió mucho para recordar
temas que tenía muy olvidados, y para conocer otros de los que apenas tenía
alguna referencia. Me encantaron varias secciones, como la dedicada a la Edad
Media, pues incluye temas como la literatura de los vikingos y las novelas de
caballerías del Rey Arturo, temas que nunca vi en la escuela.
Sus defectos son los esperados en
esta clase de libros de texto, como he abordado antes. Por "universal" quiere decir
"occidental", y por eso quiere decir un puñado de países de Europa. Su
otro defecto es su androcentrismo. Las escritoras brillan por su ausencia. A
Mary Shelley ni la menciona de nombre y sólo hace referencia a una joven
instruida con la que se casó Percy Shelley. Safo, María de Francia, Teresa de
Ávila, Georges Sand y Virginia Wolf están ahí, pero son casi todas. Después de
todo, éste es un libro de 1959.
Por otro lado, me encantó la
prosa de Francisco Montes de Oca. Este erudito tiene un estilo a la vez ameno y
elegante, con un vocabulario exquisito y una redacción pulcrísima. Es la pluma
de un hombre culto de la vieja escuela.
Ver también: El canon occidental y los hombres blancos muertos
El libro es muy bueno, en cuanto
explica con mucha claridad y detalle los temas básicos de la historia de la
filosofía, e introduce muchos nombres que me eran por completo desconocidos.
Pero tiene los mismos defectos de esta clase de manuales: su eurocentrismo y su
androcentrismo. No hay ni una sola mujer, siquiera mencionada, en todo el
libro, y eso que cubre hasta mediados del siglo XX, cuando los movimientos
sociales estaban sacudiendo al mundo.
Hay un tipo de erudito en
Latinoamérica y España, muy común en décadas pasadas, que a la vez de saberes
enciclopédicos profesa una gran devoción por el catolicismo. Bueno, pues don
Francisco es claramente de ésos. Su preferencia por filósofos católicos, o
cristianos en general, es demasiado obvia. Incluye en su listado nombre tras
nombre de filósofos que dijeron todos más o menos lo mismo: trascendencia,
intuición, alma inmortal, dios, dios, dios. Mientras a filósofos como Marx y
Sartre les dedica dos paginitas, a otros como Scheler y Hartmann (?) les dedica
el triple o cuádruple. En fin, de todas formas lo recomiendo muchísimo.
Ver también: Una historia de la filosofía occidental
Como todo el proyecto, esta
entrega adolece de excesivos androcentrismo y etnocentrismo. No todos los
textos incluidos se ganan las cinco estrellas, pero los que sí las merecen son
suficientemente buenos como para que el volumen merezca esa calificación. Aun
los textos que podríamos considerar menores juegan un papel en el cuerpo del
volumen, pues no se trata de una colección arbitraria, sino que tiene cierta
estructura temática. Así, los primeros ensayos tratan acerca del pensar, el
creer, el conocer y el aprender; son textos de epistemología, pues, aunque
siempre relacionados con asuntos concretos, como la ética en la vida cotidiana
o la educación para el mundo moderno.
Entre mis textos favoritos se
encuentran los que nos llevan a la Antigüedad: Epicuro, Epicteto, Plutarco y
Cicerón nos hablan a través de los siglos para demostrarnos que las inquietudes
de los seres humanos son siempre las mismas. ¿Cómo llevar una buena vida? ¿Cómo
ser felices? ¿Cómo es una buena amistad? ¿Cómo perder el miedo a la vejez y a
la muerte? A todos nos acosan de vez en cuando pensamientos depresivos y
angustiantes, y creo que se puede encontrar mucho de consuelo y confort en las
palabras de aquellos hombres sabios.
El volumen termina con un par de
reflexiones sobre la inmortalidad, sobre lo pueril de nuestros deseos de
alcanzarla, no sólo como la continuación ilimitada de nuestra vida natural,
sino como el afán por conseguir una fama que supere nuestro tiempo en la
tierra. Excelente forma de concluir un libro que te hará pensar sobre
tantísimos otros aspectos de la vida humana.
Ver también: Ser humano y sociedad. Diez textos clásicos para reflexionar
Junto a la posibilidad científica
de convertir a Marte en un mundo habitable para la humanidad, los temas
políticos, sociales y económicos están presentes desde el primer capítulo. Una
avanzada de 100 científicos (50 rusos y 50 americanos) es enviada para
construir la primera colonia en nuestro mundo vecino, y ya desde su largo viaje
en la gigantesca nave espacial, empiezan a discutir las posibilidades de crear
una nueva sociedad, que deje atrás las irracionales e ineficientes formas de
organización dominantes en la Tierra.
Conforme los años pasan y más
personas van llegando a Marte, ese sueño parece desvanecerse bajo el poder de
corporaciones trasnacionales que saquean los recursos del planeta, al tiempo
que explotan a los trabajadores locales. Las tensiones no dejan de crecer hasta
que la revolución estalla.
A través de la mirada de varios
personajes de los 100 colonos originales, hombres y mujeres, rusos y
americanos, el autor nos narra una historia que se extiende por décadas y que
invita a soñar con las capacidades humanas no sólo para dominar la ciencia y la
técnica que permitan "llevar la consciencia a donde sólo había
materia", sino encontrar formas más justas y armónicas de organizarnos
como sociedades.
Ver también: Convector Toynbee. El futuro que puede ser nuestro.
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