Saludos,
masters de Star Wars yo soy… Eh, pues Maik, el de siempre. TrayĂ©ndoles
una entrada especial para conmemorar el 4 de mayo, dĂa en que se celebra
a nuestra saga cinematográfica espacial y franquicia multimillonaria favorita.
SĂłlo que, en esta ocasiĂłn, no les voy a hablar de las pelĂculas, sino de lo
que, para ser honestos, ha sido lo más importante que ha pasado en relación con
Star Wars desde hace ya 20 años: la Guerra de los Clones.
En
concreto, les quiero platicar de las dos versiones de este conflicto que marcĂł
la historia de la Galaxia, y que mantuvo la franquicia con vida entre que
concluyĂł la TrilogĂa de Precuelas y Mickey Mouse agregĂł la Gema de la Fuerza a
su Guantelete del Infinito. Porque hay dos versiones de esta historia,
fĂjese usted. Una, la más popular hoy en dĂa, la que se cuenta en la
exitosĂsima e influyentĂsima serie animada The Clone Wars y demás
obras surgidas a su alrededor. La otra, hoy casi olvidada, nos fue narrada en
novelas, cĂłmics y una miniserie animada, todas bajo el sello Clone Wars
(sin el “the”).
¿Confundidos?
No les culpo. Para entender este merequetengue tenemos que viajar en el tiempo
hacia la época que la chaviza actual llama Y2K, pero dejando de lado la
horrorosa moda que ahora por alguna razĂłn están determinados a revivir. CorrĂa
el año 2002, el nueve-once estaba fresco en la memoria, las sagas
cinematográficas de El Señor de los Anillos, Harry Potter, X-Men
y Spider-Man estaban arrancando para definir la cultura pop de la época,
y el mundo aĂşn no habĂa sido maldito con Feisbuc y TuĂter. Ese año se
estrenĂł El Ataque de los Clones, segunda pelĂcula de la TrilogĂa de
Precuelas de Star Wars, que habĂa tenido un inicio muy controvertido en
1999 con La Amenaza Fantasma.
Miren,
hoy en dĂa podemos estar de acuerdo en que el Episodio II es el peor de toda
la saga, si no contamos el Episodio IX, que de hecho no cuenta en ningĂşn
sentido. Pero en ese momento mis amigos y yo salimos alucinados del cine,
porque no tenĂamos en mente diálogos acartonados sobre la aspereza de la arena,
sino la altĂsima nota con la que termina la peli: la batalla de
Geonosis, decenas de Jedi peleando como jamás habĂamos visto, la muerte de
Jango Fett, el ejército de Clones, el Conde Dooku, la pérdida del brazo de
Anakin, Yoda peleando con un sable de luz… Y, por supuesto, el inicio de un
conflicto del cual sĂłlo habĂamos escuchado una vez, en unas pocas lĂneas de
diálogo, en el original Episodio IV: la Guerra de los Clones.
La
siguiente pelĂcula llegarĂa hasta el año 2005, tres años que se nos
antojaban larguĂsimos, y en los que de hecho pasaron un montonal de cosas
en mi vida (con decirles que en 2002 era un preparatoriano enclenque sin novia,
y en 2005 ya habĂa corrido mundo e iba a ser papá). George Lucas, hábil para
los negocios como él solo, tuvo la brillante idea de llenar todo ese tiempo con
un proyecto multimedia que se dedicarĂa a narrarnos todo lo ocurrido
entre las dos pelĂculas.
En
ese entonces ya conocĂa de la existencia del antaño llamado Universo
Expandido: todos los medios que contaban la historia de Star Wars más
allá de las pelĂculas. Pero nunca me interesĂł mucho y sĂłlo leĂ el cĂłmic de Sombras
del Imperio en su momento. Pero la Guerra de los Clones prometĂa
ser el imperdible puente que unĂa las dos pelĂculas, y además que llenarĂa
mi necesidad de Star Wars durante tres años. De modo que le puse mucha
atenciĂłn a la aclamada miniserie Clone Wars de Gendy Tartakovsky
y me desvivĂ por conseguir los cĂłmics de Star Wars: Republic que
en ese entonces editaba Dark Horse, y que compilĂł en forma de nueve volĂşmenes
titulados Clone Wars. No era poca cosa: en aquellos dĂas era harto caro
y difĂcil conseguir cĂłmics importados en MĂ©rida, y la piraterĂa por Internet
todavĂa estaba a años de hacernos la vida fácil a los comiqueros pobres. TambiĂ©n
se publicaron siete novelas, más la TrilogĂa del Señor Oscuro, que es la
que da cierra a esta guerra e inicio a la era del Imperio. De ésas, sólo he
leĂdo dicha trilogĂa, y de lo demás tuve que enterarme por resĂşmenes en
Internet.
En
fin, llegĂł el estreno de La Venganza de los Sith, y lo que
parecĂa ser la conclusiĂłn de la saga de Star Wars. Estábamos todos
refelices y recontentos, porque todavĂa no agarraba tracciĂłn eso de revivir y
revivir una y otra vez franquicias cinematográficas como si fuera el
recalentado de Navidad de la abuela. Pero de pronto, en el verano de 2008,
se estrenĂł una pelĂcula animada en CGI titulada simplemente The Clone
Wars. Ésta funcionó como el piloto de una serie de televisión,
que con el tiempo se volverĂa un gran Ă©xito de audiencia y crĂticas y que sentĂł
las bases sobre las que construirĂa la nueva era de la franquicia.
En
2012 Disney comprĂł Star Wars y se anunciĂł la cancelaciĂłn de la
popular serie. Unos pocos episodios que quedaban pendientes se estrenaron como
una sexta temporada en 2014, pero aun asĂ quedaron inconclusos varios de sus
arcos argumentales, que fueron publicados en forma de cĂłmics y novelas. Por
fin, en 2020 se estrenĂł la que serĂa la temporada final, y pudimos decir
que The Clone Wars estaba completada.
Desde
que se estrenĂł la serie empezaron a notarse inquietantes contradicciones
entre ésta y todo lo relacionado con el proyecto multimediático Clone Wars
de 2002-2005. Pero como de todos modos la continuidad en el viejo Universo
Expandido no era algo que se tomara muy en serio (la posiciĂłn oficial de
Lucas es “las pelĂculas son canon, todo lo demás son rumores”), los fans o
simplemente hacĂan caso omiso de las inconsistencias o realizaban malabares
mentales para darles sentido, de forma tal que un teĂłlogo tratando de conciliar
los dos testamentos de la Biblia quedarĂa maravillado.
Yo
hasta la fecha me hago bolas. Hay SIETE temporadas, en las que Ahsoka
Tano crece notoriamente, y sin embargo se supone que la Guerra de los
Clones sólo duró tres años; además de que la serie inicia cuando Anakin ya
habĂa sido nombrado Caballero Jedi, algo que se supone que ocurriĂł como al año
de iniciado el conflicto. Bueno, qué sé yo; soy friki, pero no tanto, van a
tener que preguntarle a Apolo1138
o La Sombra del Imperio.
Bueno,
para no hacerles largo el cuento, sepan que tras la compra de Star Wars
por parte de Disney, se decidiĂł simplemente que todo el viejo Universo
Expandido jamás habĂa pasado. BorrĂłn y cuenta nueva, y oportunidad de
publicar nuevas chucherĂas a uno de los fandoms más consumistas del globo
despuĂ©s de las tĂas que coleccionan santos. ¿Todo el Universo Expandido? ¡No!
La serie animada de The Clone Wars permanecerĂa en un lugar de honor
junto a las dos TrilogĂas como piedra fundacional de un nuevo universo. AsĂ,
todo aquello que quedaba “descanonizado”, pasarĂa a formar parte de lo que hoy
llamados Legends, mientras que todo lo nuevo creado por Disney
conformarĂa el nuevo Canon, uno mucho mejor planificado y curado
para que todos esos despropósitos no volvieran a ocurrir jamás. Lástima que lo
primero que hizo Disney fue una trilogĂa chatarra en la que lo Ăşnico rescatable
es el capĂtulo central, pero bueno, no empecemos con eso.
AsĂ
es como quedaron dos versiones de la Guerra de los Clones: de un lado,
la de Legends, contenida en las viejas novelas, cĂłmics y la miniserie de
Tartakovsky; del otro, la de la serie animada que iniciara en Cartoon Network y
concluyera en Disney+ ¿QuĂ© diferencias hay entre una y otra, y cuál es mejor?
Ah, pues de eso vamos hablar hoy.
El
extinto youtuber Darth Zephan tenĂa un excelente video en el que
explicaba las grandes diferencias en cĂłmo se construyĂł la historia de este
conflicto en Legends y en el Canon. Porque no es sĂłlo que hubiera diferentes
historias y episodios, sino que el desarrollo de la guerra y la escala de la
misma fueron completamente distintos. Pero Zephan se hizo uno con la Fuerza en
2020, y me topo con que los videos de su canal han desaparecido. Es una
pena, porque yo no puedo darles un panorama tan completo, asà que me limitaré a
comparar cĂłmo Legends y Canon manejaron ciertos temas, la calidad de las
obras en sĂ y quĂ© es lo que me gusta más de cada una y asĂ.
Bien,
primero tenemos que tener en cuenta las diferencias en extensiĂłn y
comprehensiĂłn. No es lo mismo una cincuentena de historietas mensuales, una
decena de novelas y una miniserie animada de 25 episodios, que una serie que se
extendiĂł a lo largo de 7 temporadas con un total de 133 capĂtulos, con su
propia parafernalia. Naturalmente The Clone Wars tuvo el tiempo para
desarrollar muchas más lĂneas argumentales, comprehender muchos más temas y
profundizar en todo ello.
AsĂ,
el proyecto Clone Wars en cómics y animación está mucho más
enfocado en la guerra en sĂ, en las acciones militares que se dieron entre la
batalla de Geonosis y la invasiĂłn de Coruscant, y acaso algunas operaciones de
diplomacia y espionaje. Mientras, The Clone Wars, la serie, pudo contarnos
muchas más historias y profundizar mucho más: los tejemanejes polĂticos de la
RepĂşblica, el funcionamiento interno de la Orden Jedi, la saga de Mandalore, el
regreso de Darth Maul y, por supuesto, la mayor aportaciĂłn de esta serie, el
desarrollo de Ahsoka Tano como personaje. SĂłlo las novelas podĂan detallar y
profundizar tanto, pero la verdad es que, siendo Star Wars tan visual, la
prosa no es el mejor medio para narrar las epopeyas de este universo,
además de que la serie animada simplemente está mejor escrita.
Esto
de la extensión, claro está, tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo,
cuando The Clone Wars es buena, es MUY BUENA. De hecho, tiene algunos
de los mejores momentos en toda la saga de Star Wars. Por otra
parte, cuando tienes una serie tan larga, necesariamente vas a tener lĂneas
argumentales de relleno, momentos no tan bien logrados y decisiones muy
cuestionables. Nunca me ha gustado todo este asunto del planeta mágico donde
viven las deidades que son avatares de la Fuerza, por ejemplo. El
misticismo en Star Wars siempre habĂa sido sutil y ambiguo, nunca hasta
el punto de mostrar dioses literales.
En
realidad, The Clone Wars tuvo que ganarse su prestigio venciendo el
escepticismo del pĂşblico. Y para ser honestos, cuando iniciĂł no era tan
buena. Las historias eran muy simples, la animaciĂłn en CGI aĂşn se veĂa medio
primitivona y Ahsoka, como personaje, era bastante fastidiosilla. La pelĂcula
era en realidad un puñado de capĂtulos que Lucas decidiĂł pegar y estrenar en
cine. Como TV no está tan mal, pero como pelĂcula animada distaba mucho en
calidad de lo que se veĂa en cine por entonces (para que tengan una idea,
Pixar estrenó Wall-E ese mismo año), y como cinta de Star Wars se
sentĂa muy lejos en escala e importancia que lo que las dos trilogĂas nos
habĂan acostumbrado. Además, aparecĂa tres años despuĂ©s de que la saga ya
parecĂa concluida y venĂa a contar una historia que ya habĂa sido cubierta
en otras obras. En general, se sentĂa como un intento burdo de mantener viva y
redituable una franquicia que, creĂamos, ya habĂa dado lo mejor que sĂ.
Las
obras de Legends, en cambio, habĂan aparecido entre dos pelĂculas, en el
momento del mayor entusiasmo, y te llevaban de una a la siguiente. Siendo más
breves, estaban más obligadas a centrarse en lo importante, en lo que
fuera a tener alguna relevancia para el Episodio III que estaba por llegar.
Además, el tono y la calidad siempre fue parejo. Clone Wars de
Tartakovsky nos alucinĂł desde el primer momento en que apareciĂł en nuestras
pantallas de televisiĂłn, y los cĂłmics empezaron con la intensĂsima batalla de
Kamino. Eso les dio una gran ventaja.
Sin
embargo, con el tiempo The Clone Wars se fue ganando una muy merecida
fama. Las historias se fueron poniendo muy buenas, incluso hasta el punto
de superar a sus antecesoras. Pudo profundizar en sus personajes como ni
siquiera las pelĂculas lo habĂan logrado, e hizo de Anakin Skywalker un mucho
mejor personaje que los torpes guiones de Lucas habĂan construido. En su Ăşltima
temporada, The Clone Wars nos estaba haciendo llorar y nos dejaba sin
aliento con la belleza de su animaciĂłn.
Dicho
de otra forma, al inicio The Clone Wars no estaba a la altura de sus predecesoras,
pero con el tiempo llegĂł a superarlas. Y no podemos negar que sin ella serĂa
inconcebible Star Wars como es ahora. Ni Rebels, ni Rogue
One, ni The Bad Batch, ni The Mandalorian ni Fallen Order
habrĂan existido. El viejo Universo Expandido era casi sĂłlo para fans de
hueso colorado, que le entrara a eso de los cĂłmics y las novelas. El nuevo
Canon está abierto para todo el mundo y tiene una continuidad mejor curada. Esto
fue posible gracias a The Clone Wars. Por otra parte, Ă©sta no habrĂa
sido posible sin Clone Wars de Tartakovsky.
Bien,
ahora sĂ, pasemos a algunas cosas que son diferentes entre el Canon y
Legends. En primer lugar, está Ahsoka Tano, quien pasó de ser una
niña odiosita a convertirse en uno de los personajes más queridos de la saga, y
que ahora es interpretada por Rosario Dawson, en uno de los más perfectos
castings de la historia. Luego tenemos todo el fascinante y trágico arco de
Mandalore, que serĂa continuado en Rebels y del que esperamos alguna
conclusiĂłn en The Mandalorian. Esta historia recreĂł por completo la
civilizaciĂłn mandaloriana y la hizo algo todavĂa más interesante, además de que
introdujo al personaje de la Duquesa Satin, el amor imposible de
Obi-Wan.
No
podemos dejar de lado lo que hizo The Clone Wars con los clones,
a los que humanizó tan profundamente que llegamos a llorar sus muertes y trágicos
destinos. Los cĂłmics de Clone Wars no tenĂan nada de eso; los clones seguĂan
siendo soldados anĂłnimos, casi de utilerĂa. El Ăşnico que llegĂł a tener personalidad
fue Alpha, un ARC Trooper con una actitud ruda y altanera, incluso hacia
los Jedi. Era a principios de los dosmiles, y todavĂa se sentĂa la influencia
del antihĂ©roe noventero que tenĂa unos brazotes imposibles y que cargaba
un arma todavĂa más imposible.
En
la serie animada de 2008, Alpha fue sustituido por Rex, que como
personaje era mucho más entrañable y protagonizó uno de los momentos más
emotivos de la saga con Ahsoka, en el contexto de la Orden 66. Además, el
concepto de ARC Trooper cambió drásticamente, pasando de ser unos súper
soldados diseñados genéticamente para molar más, a simplemente un rango para
reconocer a soldados clones que destacaban por sus hazañas en el campo de
batalla. Menos eugenesia y más humanización.
Por
último, el inesperado regreso de Darth Maul. Éste nunca me pareció un
personaje demasiado interesante, y siempre he preferido a Dooku como villano.
Realmente en la pelĂcula sĂłlo estaba diseñado para verse chido y dar maromas,
pero nada más. A los fans les gustó por eso y lamentaban que no hubiera tenido
más tiempo en pantalla. Sus deseos fueron concedidos en la tercera temporada de
The Clone Wars, y a partir de entonces se desarrollĂł Maul como el gran
villano que los fans creĂan que debĂa haber sido. El problema es que desde
entonces no lo han dejado morir en paz y lo siguen trayendo una y otra vez.
Ni que fuera el Joker, caray.
Todo
eso está ausente de las obras de Legends. En cambio, tenemos algunas cosas que,
hasta ahora, en el canon no han sido bien exploradas. Por ejemplo, The Clone
Wars inicia con Anakin ya siendo caballero y con su caracterĂstica cicatriz,
pero en Legends nos explican cĂłmo todo esto llegĂł a ocurrir. En la novela Jedi
Trial se narran las hazañas que le ganan a Anakin el tĂtulo de
caballero; en la miniserie de Clone Wars nos muestran el ritual
con el que es ordenado, y en los cómics nos enseñan cómo es Asajj Ventress
quien hiere la cara de Anakin.
Otro
acontecimiento importantĂsimo y que hasta la fecha no ha sido retomado en el
Canon, es el ataque separatista a Coruscant y el secuestro del Canciller
Palpatine por parte del General Grievous. Esto tiene dos fuentes
principales, la miniserie de Tartakovsky y la novela Labyrinth of Evil,
y es uno de los eventos más épicos de la Guerra de los Clones, en especial por
el papel que juega Grievous.
Éste
es, por cierto, uno de los personajes que más cambiaron entre Legends y el
Canon. Básicamente, en Legends Grievous era IN-VEN-CI-BLE, una máquina
asesina que iba matando Jedi a diestra y siniestra casi sin esfuerzo, y al que
sĂłlo los maestros más poderosos podĂan hacer frente. Tan fue asĂ que cuando
apareciĂł en el Episodio III como un cobarde que sĂłlo luchaba si tenĂa necesidad
de hacerlo y que fue despachado por Obi-Wan con relativa facilidad, muchos nos
quedamos decepcionados. Clone Wars habĂa tratado explicar la debilidad
de Grievous (asĂ como la tos que lo agobia en la peli) mostrando que el
maestro Mace Windu habĂa usado la Fuerza para aplastar el pecho del general,
dejándolo prácticamente lisiado.
La
verdad es que Lucas nunca pensĂł en Grievous como el supervillano implacable que
apareciĂł en la animaciĂłn de Tartakovsky, y solamente necesitaba a un tipo malo
secundario para La Venganza de los Sith. Su tos caracterĂstica es
resultado de que el actor de voz, Matthew Wood, estaba agripado cuando llegĂł a
grabar sus lĂneas, y a Lucas le gustĂł tanto lo de la tos que decidiĂł
incorporarla al personaje. En The Clone Wars de CGI, el Grievous que
aparece es el mismo que el del Episodio III, con todo y la tos, ahora
explicada como resultado de fallas en los procesos que lo volvieron un cyborg.
Ni de lejos es un guerrero tan formidable como habĂa aparecido en Legends.
Grievous
tiene casi nulas apariciones en los cĂłmics de Clone Wars, pero en Clone
Wars Adventures, que expandĂa las historias de la miniserie animada, hace
su debut venciendo sin problemas a Ventress y a Durge, que no es poca
cosa, porque ellos también eran presentados como asesinos letales. Y son
precisamente ellos de los personajes que más cambiaron entre Legends y el
Canon.
Durge
es un cazarrecompensas psicĂłpata con
siglos de edad que pasĂł un tiempo en hibernaciĂłn y al que matar Jedi le fascina.
Debajo de su armadura, es una abominaciĂłn informe de mĂşsculos, un ser
prácticamente indestructible gracias a su capacidad regenerativa. En los cómics
de Clone Wars asesina caballeros Jedi como un villano de Batman asesina
policĂas, y sĂłlo es detenido cuando Anakin lo dispara hacia el corazĂłn de una
estrella. En cuanto al nuevo Canon, Durge estuvo completamente ausente de The
Clone Wars y sĂłlo ha sido recanonizado recientemente en los cĂłmics de Doctor
Aphra, ubicados en tiempos del Imperio. La verdad, no lo extraño; como el
Grievous invencible, era un personaje demasiado chetado.
Asajj
Ventress, la aprendiz de Dooku en el Lado Oscuro, cambia mucho en cuanto a sus habilidades, orĂgenes y
desenlace. Al igual que Durge y Grievous, en los cĂłmics de Clone Wars
tenĂa poderes extraordinarios y tambiĂ©n mataba Jedi como si estuviera cortando
margaritas. En una ocasiĂłn usĂł el poder del Lado Oscuro para usar a unos
Gugnags muertos como guerreros zombis. Una barbaridad.
En
esos mismos cĂłmics se nos revelan sus orĂgenes: vivĂa en un planeta muy alejado
de la RepĂşblica, un mundo violento en donde las guerras entre clanes tribales
le habĂan arrebatado a toda su familia. De pura casualidad, un Jedi náufrago
llegó hasta ese planeta, acogió a la pequeña Asajj como su aprendiz y
juntos se dedicaron a hacer justicia. AsĂ fue hasta que el Jedi fue asesinado y
Asajj se volviĂł malvada por el trauma, culpando a la RepĂşblica y a la
Orden Jedi de haberlos abandonado en ese mundo hostil. ¿Chica, quĂ© dices? Eso
no tiene sentido, pero bueno. Después de protagonizar varias historias bien intensas,
en las se caracterizaba por su crueldad, Ventress fingiĂł su propia muerte y se
alejĂł de la RepĂşblica para nunca volver a ser vista.
En
The Clone Wars nos enteramos que Ventress es una de las Hermanas de
la Noche, unas mujeres del planeta Dathomir que usan el Lado Oscuro de la
Fuerza y son temidas como brujas. Entregada al Conde Dooku por la matriarca
Madre Talzin para ser entrenada como su aprendiz, fue al cabo traicionada por
aquĂ©l cuando Darth Sidious le dijo “Mira, Dooku, sĂłlo puede haber dos Sith, asĂ
que deshazte de tu aprendiz o voy a pensar que estás pensando en reemplazarme;
ahora, si me disculpas, tengo que seducir a Anakin por ninguna razĂłn en
particular”. Esta encarnaciĂłn de Ventress es mucho menos poderosa y mucho
menos gratuitamente cruel que la otra.
Yo
pienso que Disney deberĂa producir una serie sobre las Hermanas de la Noche;
ahora que está de moda el girl power serĂa un hitazo. Digo, Star Wars
ya tiene el mercado de vatos básicos que se creen guardianes espaciales, y
puede también tener el de las morras básicas que se creen brujas.
En
fin, Ventress, luego de escapar de Dooku, se metiĂł al bajo mundo de los
cazarrecompensas. Después, en la novela del Canon titulada Dark Disciple
se narra el que debĂa ser el arco final de su personaje, pero que no apareciĂł
en la serie animada debido a su cancelaciĂłn temporal. Resulta que Ventress se
uniĂł al caballero Jedi Quinlan Vos en un plan para infiltrar las filas
de Dooku y asesinar al conde. El caballero y la bruja se enamoraron y, cuando
sus planes fallaron, ella sacrificĂł su vida noblemente para salvar a su amado.
Odio
esto. Lo odio porque Ventress no necesitaba a ningĂşn macho ni
enamoramiento en su historia como bruja malvada que se ponĂa por encima de
todos y hacĂa lo que fuera necesario para sobrevivir. Pero lo odio sobre todo
por lo que le hizo al que era mi personaje favorito del Universo Expandido:
Quinlan Vos.
Quinlan
Vos es uno de los protagonistas de los cĂłmics de Clone Wars. Sus lĂneas
argumentales se intercalan con las que protagonizan por Anakin y Obi-Wan. Desde
el inicio de la Guerra de los Clones, Vos trabaja como espĂa en el bajo mundo.
Pronto logra infiltrarse en el cĂrculo interno de Dooku, quien lo toma
como aprendiz del Lado Oscuro junto con los AcĂłlitos Oscuros, jĂłvenes Jedi
que seguĂan al conde como su maestro (y que tambiĂ©n han sido descanonizados). Su
historia es buenĂsima. Tiene una misiĂłn muy clara, pero para llevarla a
cabo tendrá que caminar la lĂnea entre la Luz y la Oscuridad. Esto le pone
encima presiones que casi no puede soportar y a veces ni él mismo sabe si está
fingiendo seguir las enseñanzas de Dooku o de verdad está cayendo en el Lado
Oscuro. SĂłlo una conexiĂłn profunda con sus seres queridos logrĂł salvarlo:
sus recuerdos de Aayla, su aprendiz; de Tholme, su maestro, y sobre todo de
Khaleen, su amante, y futura madre de su hijo.
O
sea, Quinlan Vos tiene un camino paralelo al de Anakin: un Señor Oscuro
le ofrece tentaciones parecidas; en varios momentos se deja llevar por la ira y
la venganza; tambiĂ©n se enamora y engendra a un hijo… Pero con todo ello, no
sucumbe al poder del Lado Oscuro. Era una excelente historia con un
excelente personaje y, de paso, también permite que Dooku se desarrolle como
villano.
Dark Disciple en parte rescata los elementos básicos de esa lĂnea
argumental, pero es otra cosa totalmente. Además, se deshace de dos personajes a
los que ya tenĂamos cariño: Tholme y Khaleen. Tholme me gustaba porque
habĂa sido creado como homenaje a uno de mis personajes de ficciĂłn favoritos,
Sherlock Holmes. Khaleen era ya la pareja sentimental icĂłnica de Quinlan, y
cambiarla por Ventress se siente inadecuado, como cuando forzaron esa relaciĂłn
entre Rachel y Joey (sĂ, me gusta Friends, ¿y quĂ©?).
Bueno,
pues, sacando una conclusiĂłn general, ¿quiĂ©n tiene la mejor narraciĂłn de la
Guerra de los Clones? El nuevo Canon sin duda alguna. Pero Legends tiene
algunas cosas que hizo mejor y que hasta la fecha no han podido ser superadas,
o siquiera readaptadas correctamente en la nueva continuidad. Si ustedes son
fans de Star Wars, pero sĂłlo conocen la continuidad post-Disney, les invito
a que se den un remojĂłn en los viejos cĂłmics y la miniserie animada, y sobre
todo que conozcan la historia de Quinlan Vos como fue concebida en un
principio. Ojalá algĂşn dĂa casteen a Lenny Kravitz en el papel, oigan.
Sin
más por hoy, me despido de ustedes. Que la Fuerza les acompañe.
Posdata y edit: Olvidábaseme mencionar otras dos cosas que fueron muy diferentes entre el Canon y Legends. Primero, el arco argumental de la traición de Barriss Offee a la Orden Jedi, que fue tan importante para definir la historia de Ahsoka. Esto ocurrió en The Clone Wars y está totalmente ausente de Legends, en donde Barriss continuó siendo una leal aprendiz hasta la masacre de los Jedi.
La otra es la misión de Anakin y Obi-Wan a Nelvaan. Esto ocurre en la miniserie Clone Wars. Fue súper importante porque ahà Anakin tiene alto viaje lisérgico que lo hace enfrentar sus demonios internos y da un vistazo a su destino como el nuevo Señor Oscuro. Esto es otro evento que está ausente del nuevo Canon, y es una lástima, porque es EX-CE-LEN-TE, uno de los mejores momentos de Star Wars y de los que mejor definen a nuestro protagonista.
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5 comentarios:
Y no olvides el dĂa de Revenge of the Sixth, que es como Revenge of the Fifth pero el dĂa 6 en vez de 5, porque seguramente alguien vio que se le hacĂa muy larga la campaña de Star Wars: TIE Fighter y pidiĂł un dĂa más =U
Darth Maul fue básicamente el Boba Fett de las precuelas. Aparte de una sola cosa crucial, ninguno de los dos hizo prácticamente nada en todas las pelĂculas en que saliĂł, pero ambos tenĂan un aspecto bien chidori que en las publicidades los hacĂa parecer como que iban a ser los villanos más papas fritas de todos... y no lo fueron. =U
Recuerdo cuando parecĂa que la comandante Phasma iba tambiĂ©n por ese canal, pero, como con todos los demás personajes, despuĂ©s no encontraron quĂ© hacer con ella. Ni con la repentina ex-novia que resultĂł tener Poe en El ascenso de Skywalker.
En retrospectiva, las secuelas fueron básicamente una pelea de Twitter entre un "polĂticamente incorrecto" y un wokista de redes...
Completamente de acuerdo en todo lo que has dicho.
gual que tú, lo único que consumà del ahora extinto universo expandido fueron los cómics de sombras del imperio (voy a tener que ir a casa de mis papás a buscarlos jaja) y creo que los leà ya bastantes años después de que salieron originalmente.
Cuando vi las precuelas, sobre todo la primera, se me hizo tan chafa que no quise saber nada más de ese periodo... aunque si recuerdo haber visto,cambiando de canal, fragmentos de los cortitos de Tartakovsky en CN, pero ya hiciste que me den ganas de ver ambas series y a sabiendas de que no son lo mismo. TambiĂ©n me dio curiosidad leerme esos comics que ahora son de "leyendas", ¿alguna recomendaciĂłn de sitio donde... conseguir los comics...?
personalmente en Star Wars nunca me ha cuadrado muy bien el asunto de los tiempos, a veces pasa demasiado en muy poco tiempo y como que las escalas no siempre me cuadran.
Sobre las precuelas creo que Lucas demostrĂł lo realmente chafa que es, y sigo sin tragarme el cuento ese de que "ya las tenĂa, pero decidiĂł hacer el episodio IV primero" (personalmente de las precuelas probablemente la Ăşltima sea la mejorcita, en contraste con las otras trilogĂas).
De las secuelas, el episodio VII me gustĂł, el VIII me gustĂł MUCHO, y creo que el pecado de los realizadores del episodio IX fue irse por el fanservice y querer complacer a todo mundo o algo asĂ. pero pudieron haberlo hecho mucho peor, creo.
Hola, en GetComics puedes encontrar muchos tĂtulos de SW. Si lo de la Ă©poca d elas precuelas no te interesa, a lo mejor te gustarĂan los de la Antigua RepĂşblica, que no se relacionan para nada con la familia Skywalker.
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