La nostalgia ya no es lo que era - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

lunes, 5 de mayo de 2025

La nostalgia ya no es lo que era


I
El presente se inunda de pasado

 

Se dice que existe un ciclo cultural de nostalgia que dura más o menos 30 años. Tiene sentido; muchos artistas adultos se inspiran en la Ă©poca en la que crecieron y la cultura que les influyĂł. Esto es sobre todo evidente en los productos gringos, que ultimadamente son los que nos tienen mentalmente colonizados. AsĂ­, a principios de los 90 tuvimos Los años maravillosos, que estaba ambientada en los 60; y a principios de los 00 tuvimos That ‘70s Show, ambientada obviamente en los 70.

 

Pero en otros tiempos había dos que tres películas o dos que tres series que capitalizaban la añoranza por el ayer. Dos que tres cosas del pasado se ponían de moda pasajeramente, como los pantalones acampanados y la música de ABBA a finales de los 90. Nada se compara al nivel en que la nostalgia ha capturado la cultura mediática del siglo XXI.

 

Las pantallas de cine y de TV están inundadas de refritos, secuelas y adaptaciones de los clásicos de nuestras infancias. Ancianos reinterpretan los mismos papeles que los hicieran famosos en los 80 o 90. Viejas series canceladas décadas antes son revividas cuando nadie las pedía. Desde Stranger Things a Ready Player One, grandes producciones se dedican a homenajear el pasado. Videojuegos clásicos son readaptados para consolas modernas, mientras que títulos nuevos se diseñan para emular el aspecto y la estética que venía con la tecnología de antes. Los cómics de Marvel y DC publican maxieventos que continúan y reinterpretan sagas clásicas. Nunca antes se había visto tanta mercancía oficial y parafernalia de la cultura pop de antaño. Además, el ciclo de 30 años parece haberse roto. Hoy la nostalgia por los 80 convive con la de los 90 y la de los 00, en una confusa mezcolanza.

 


En los primeros dosmiles, lo más que las grandes corporaciones de entrentenimiento tenían que ofrecer en materia de nostalgia era la Trilogía de Precuelas de Star Wars (1999-2005). Y aun éstas fueron muy criticadas en su momento por sentirse demasiado diferentes, en tono, narrativa y estética, a la Trilogía Original. Estaban también los revivals de las series de Star Trek (desde 1987) y las del Doctor Who (desde 2005), pero estas franquicias eran muy de nicho, muy frikis, y no tan populares con la mayoría del público.

 

Quizá el primer género en el que empezaron a verse grandes cantidades de refritos más o menos exitosos fue en el horror, pues muchos clásicos de los 70 y 80 fueron refritados en aquellos años, aunque adaptadas a la moda de hacerlas más brutales: The Texas Chainsaw Massacre (2003), Dawn of the Dead (2004), The Hills Have Eyes (2006), Halloween (2007), Friday the 13th (2009) y A Nightmare on Elm Street (2010). Realmente esta tendencia nunca se detuvo, sólo que ahora además de refritos vemos secuelas o precuelas directas de las originales, muchas veces con los viejos actores regresando a sus papeles. Te estoy viendo a ti, Jamie Lee Curtis.

 

Pero antes de que la nostalgia se volviera mainstream, se fue cultivando poco a poco, de forma más artesanal, más amateur, más DIY, en los espacios virtuales de la supercarretera de la informaciĂłn…

 

II
¿Recuerdas la primera vez que sentiste nostalgia?

 

Cuando en 2004 cumplí 20 años, me festejé quemando un CD con las intros musicales de mis caricaturas ochenteras favoritas (bajadas, una por una, con Ares), y lo puse en mi fiesta para gusto de la mayoría de mis amigos. Cada track era un viaje inesperado al callejón de los recuerdos y podía ver en cómo se formaban sonrisas en los rostros de mis camaradas.

 

Por ese tiempo, un amigo me dijo que lo que le pasaba a nuestra generaciĂłn se llamaba neostalgia, la “nueva nostalgia”, la nostalgia de la gente joven. Hoy, que mi generaciĂłn está llegando al cuarto piso, podemos decir que nuestra neostalgia se ha vuelto simplemente nostalgia. Ya he dedicado varios ensayos a tratar de entender por quĂ© mi generaciĂłn fue tan nostálgica desde temprana edad. Hoy quiero recordar cĂłmo era experimentar la nostalgia en aquella Ă©poca. Es decir, vamos a hacer metanostalgia.

 

Lo que hay que entender de esos años es que, es que, si te ponías a rememorar cosas de tu infancia (como yo hacía con frecuencia), estabas hablando de algo que ya había quedado fuera de tu alcance, o por lo menos de tu vida cotidiana. Algunas de las películas más clásicas (pero ni de lejos todas), aún podían conseguirse en los videoclubes o podían cacharse en la siempre confiable programación de Canal 5. Pero en el caso de las series esto era mucho más difícil, pues sólo con la llegada de los DVD se podían conseguir completas, y estas colecciones no eran fácilmente accesibles (y, de nuevo, no todas las series se lanzaron en este formato).

 


Si querĂ­as regresar a travĂ©s del recuerdo a los 80 y 90 más allá de la eventual conversaciĂłn presencial, el espacio para hacerlo era Internet. La cultura nostálgica se encontraba allĂ­, en forma de foros, blogs, webcĂłmics, videos y fanart. Oh sĂ­, lo recuerdo perfectamente… La WWW era más libre y más diversa, no habĂ­a sido colonizada por los grandes oligopolios de Silicon Valley, y no pasábamos todo nuestro tiempo en los mismos tres sitios web, sino que explorábamos un autĂ©ntico ocĂ©ano… Oras, tampoco quiero romantizarla demasiado, pues igual habĂ­a mucha chatarra, era muy insegura y la verdad es que los usuarios Ă©ramos más irresponsables.

 

Pero sí era un ecosistema diferente. Era la época en que webcómics como PvP o Penny Arcade hacían chistes sobre cómo era jugar en una Super NES, en la que me la pasaba peleando con ñoños en el foro de Star Wars, en la que las estéticas nostálgicas, como el synthwave y el vaporwave comenzaban a tomar forma, y en la que inauguré la sección Neostalgia este mismo blog. Y era la época del Nostalgia Critic.

 

Conocí a Doug Walker, el Nostalgia Critic por recomendación de un amigo, por ahí de 2009, si mal no recuerdo. Me dijo que tenía que ver su reseña sobre Batman & Robin. Me mató de la risa y, tras devorar todos los videos que ya tenía hechos, comencé a seguirlo.

 

En ese tiempo YouTube todavía estaba en pañales, y no era el monopolio colosal que es ahora. Existían diversas plataformas para ver videos y show del NC se alojaba en los hoy extintos sitios thatguywiththeglasses.com y blip.tv. No teníamos ni smartphone, ni Smart TV, o siquiera un televisor que se pudiera conectar directo a la compu. Lo que hacíamos mi novia y yo era echarnos en la cama, poner la laptop en nuestros regazos y morirnos de risa con las reseñas del NC, que esperábamos puntualmente cada martes.

 


Pero poco a poco dejamos de seguirlo con tanta frecuencia. Como a muchos fans, no nos gustó que cambiara el formato del show al incluir sketches y otros actores; preferíamos la sencillez que caracterizaba sus primeros trabajos. A nuestro gusto, dejó de reseñar obras de los 80 y 90, es decir, verdaderamente nostálgicas, para enfocarse en otras más modernas. Por mi cuenta, empecé a seguir a Lindsay Ellis y luego a otros videoensayistas de cine y cultura pop.

 

Todavía veo al Nostalgia Critic de vez en cuando, si aquello que está reseñando me llama la atención. Es, para mí, un bocadillo reconfortante, algo que me ayuda a olvidarme de los horrores del mundo contemporáneo mientras lavo los platos. Doug Walker es un poco mayor que yo. Cuando le descubrí, ambos estábamos en nuestros veintes. Hemos envejecido. Tanto su trabajo, como su lugar en Internet y la forma en la que yo lo recibo, han cambiado muchísimo.

 

Para escribir esta entrada, me puse a revisar las primeras temporadas del show, de 2007 a 2012. Fue un viaje metanostálgico, la experimentaciĂłn de la nostalgia por la nostalgia, un regreso a la remembranza como era antes. ¿Por quĂ© el Nostalgia Critic? Bueno, pues porque creo que Ă©l es la mejor representaciĂłn de la cultura de la nostalgia como era en aquellos dĂ­as. Y porque querĂ­a redescubrir quĂ© me gustaba tanto de su trabajo en ese entonces, y cĂłmo es que han cambiado las cosas. Y tambiĂ©n hacer una valoraciĂłn de la influencia que ha tenido Doug Walker en Internet que, para bien o para mal, no es desdeñable.

 

III
Recordándolo para que tú no tengas que hacerlo



Doug Walker saltó a la fama en 2007, después de que una apasionada y cómica reseña suya de Transformers se volviera viral en YouTube. En ese primer video todavía no daba forma al Nostalgia Critic, y de hecho la forma de reseñar la peli se parecía más otro personaje que desarrollaría en el futuro, Chester A. Bum. Pronto encontró la fórmula ganadora: con su atuendo clásico (lentes, gorra, saco y corbata), en su sencillo escenario (detrás de un escritorio y frente a una pared desnuda) ponerse a despotricar hiperbólicamente sobre películas y series de los 80 y 90.

 

Aunque podríamos argüir que fue su representante más exitoso, Walker no fue el verdadero creador de este formato; ese crédito lo tiene James Rolfe, con su Angry Video Game Nerd. En cualquier caso, ambos deben mucho al clásico programa Mystery Science Theater 3000 (1988-1999), en el que un conjunto de pintorescos personajes veían y comentaban irónicamente viejas películas de ciencia ficción, horror y fantasía, en su mayoría de serie B.

 

En los dosmiles, el oficio de hacer videos para Internet era muy distinto. Una persona con una webcam y una computadora podía saltar a la fama; no se necesitaba todo el equipo de producción y mercadotecnia que hasta los videoensayistas más modestos tienen ahora. Nostalgia Critic, el show, eran solamente Doug Walker, en un cuarto de su casa (aún vivía con sus padres), con su hermano tras de cámaras, y de vez en cuando algún amigo invitado. Los videos del NC tenían una calidad de audio y video muy bajas comparadas con sus creaciones actuales. Y sí, al revisitar esos videos, la textura sonora y visual tan primitivas me producen nostalgia.

 


Tras cinco años con el personaje, Walker se cansó de él y quiso transitar hacia otros proyectos. Le dio un final a Nostalgia Critic en 2012 e inició Demo Reel, lo que pretendía ser una webserie cómica, parodia-homenaje a clásicos del cine, que duraría varias temporadas. El experimento fracasó, y en menos de un año el NC estaba de regreso. Para no dejar sin trabajo a los actores que había contratado para Demo Reel, los incorporó como personajes en Nostalgia Critic, que ahora incluiría sketches e insertaría las reseñas en narraciones más largas.

 

Ese año thatguywiththeglasses.com dejó de existir y los videos de Walker pasaron a channelawesome.com, sitio de la compañía que hasta ahora administra y produce Nostalgia Critic. El sitio dejó de existir en 2014, y ahora sólo queda el canal de YouTube. La época de los monopolios de Internet se estaba consolidando.

 

Un cambio que se puede apreciar a lo largo de los años está en el humor. En los dosmiles lo de moda era el humor edgy: sarcástico, ácido, blasfemo, irrespetuoso o de plano cruel. Había muchas groserías, burlas hirientes y chistes sobre temas de los que antes y después ya no se consideraría correcto bromear. En el caso de Walker, hay un ocasional chiste ligeramente sexista u homofóbico, algún chascarrillo sobre suicidio o violación, la clase de cosas que entonces pasaban desapercibidas, pero que hoy se sienten fuera de lugar. Desde hace tiempo que ya no usa esa clase de humor, dice menos groserías y hasta su personaje del Nostalgia Critic aparece más moderado en sus despotriques.

 

Entre finales de 2014 y principios de 2015, varios trabajadores y creadores de contenido abandonaron Channel Awesome, acusando a la empresa de distintos abusos y malos tratos. Otro grupo de colaboradores hizo lo propio en abril de 2018. A esto se le ha conocido como la controversia “Change the Channel”, y es la razĂłn de que Nostalgia Critic haya perdido mucho de su pĂşblico y buena fama. Con todo, a la fecha el canal tiene más de 1.3 millones de seguidores en YouTube.

 

IV
¿Cambiar el canal?


No quiero ser demasiado duro con Doug Walker, pero tampoco quiero hacerle apologĂ­a. La controversia “Change the channel” lo expuso como un jefe controlador y abusivo. Y aunque las acusaciones iban dirigidas más a sus socios de Channel Awesome que al mismo Walker, no es como que Ă©l se hubiera deslindado. Pero, por otro lado, tambiĂ©n burlarse de Ă©l es agarrar el fruto más bajo del árbol. Ya suficientes creadores han capitalizado la funa de Walker, y no creo que haya mucho más quĂ© añadir. Más bien quiero hacer un balance.

 

Para mĂ­ y para muchos, la Ă©poca clásica de Nostalgia Critic fue la que va de 2007 a 2012, y desde entonces ha sido “la nueva etapa”. Como nos pasa con muchas cosas, como “Los Simpson clásicos” o “la Shakira de antes”, llega un momento en que te das cuenta de que el proyecto lleva más tiempo chafeando de lo que durĂł su buena Ă©poca, y entonces te preguntas si el problema no serás tĂş. Lo cierto es que, como dije, todavĂ­a me entretienen los videos de Walker. Pero no me hacen carcajearme como antaño. ¿QuĂ© ha cambiado?

 

En parte es que la novedad se ha perdido. Cuando Nostalgia Critic apareciĂł el formato era novedoso (con todo y que Rolfe se le habĂ­a adelantado). DespuĂ©s del NC, sin embargo, decenas de imitadores copiaron el modelo de “crĂ­tico gruñón que hace alharaca por tonterĂ­as y/o se expresa con desdĂ©n exagerado”. Muy pocos de ellos tuvieron el Ă©xito de Walker o Rolfe y desaparecieron. Otros evolucionaron y se graduaron a crear verdaderos análisis. Incluso Rolfe dejĂł atrás su personaje de gamer cascarrabias y ahora hace autĂ©nticos videoensayos.

 


No hay mejor ejemplo de esto que Lindsay Ellis, la otrora Nostalgia Chick. Aunque ella inició su carrera como una versión femenina del NC, bajo la guía del mismo Walker, pronto empezó a hacer análisis más profundos y a menudo se le atribuye haber inventado el género del videoensayo. Sea esto cierto o no, es enorme la influencia que ella ha tenido en la existencia de un área de YouTube que ofrece contenidos enriquecedores entre tanta basura. Y aunque empezó su carrera en Nostalgia Critic, su desarrollo no es mérito de Walker, y seguro Ellis habría encontrado su propio camino de otra forma.

 

Por cierto, aquĂ­ hay algo que no puedo dejar de subrayar. A Lindsay la “cancelaron” por naderĂ­as y tras toneladas de acoso se vio obligada a cerrar sus redes sociales y hasta abandonar su canal de YouTube (ahora sĂłlo se le encuentra en Nebula). Mientras, Doug Walker, que es mucho menos talentoso y tiene mucho menos que aportar, a pesar de “Change the channel” sigue teniendo casi millĂłn y medio de seguidores. Esto nos dice dos cosas. Uno, pinche misoginia; siempre las mujeres pagan mucho más caro por “faltas” mucho más leves que las de los hombres. Y dos, esto nos muestra una vez más que las cancelaciones y funas de la progreĂłsfera sĂłlo terminan dañando a otros progresistas.

 

Por otro lado, la escuela de “hombre blanco despotricando”, evolucionĂł hacia sitios muy oscuros. No es difĂ­cil darse cuenta que toda la industria del contenido “anti-woke” viene de ahĂ­: señoros treintones o cuarentones haciendo berrinches por pelĂ­culas o series, sĂłlo que ahora con una carga polĂ­tica reaccionaria y discursos de odio. Otra consecuencia inintencionada del trabajo de Walker.

 


Mientras tanto, a pesar de la introducciĂłn de los sketches y otros intentos de innovaciĂłn, lo que hace el Nostalgia Critic es fundamentalmente lo mismo de siempre: narra y comenta la pelĂ­cula (ya casi nunca habla de series) mientras muestra clips seleccionados y se burla de sus aspectos más ridĂ­culos. El chiste se pierde rápido; hay un nĂşmero finito de maneras en las que puedes decir “esta pelĂ­cula es basura”.

 

La verdad es que Walker no es muy buen crítico; ni siquiera sé si califica como tal. No tiene muchos conocimientos teóricos, algunas veces ha sido evidente que no entiende lo que critica, y en cuanto a cine es claro que sólo conoce lo más mainstream. Lo que hace es comedia, como lo que hacían los robotitos de Mystery Science Theater 3000. La experiencia de ver al NC era como reunirte con uno o dos amigos a pitorrearte de alguna mala película mientras comes chucherías.

 

Para ser justos, Walker tiene algunos videos en los que aparece fuera de personaje y hace verdaderas reseñas, si nunca análisis muy sesudos. También ha tomado nota de los videoensayistas más jóvenes y se ha aventado uno que otro él mismo; no demasiado profundos, pero tampoco mal desarrollados. Y debo reconocerle que de vez en cuando sí hace algún comentario agudo y que en más de una ocasión me ha hecho repensar mi punto de vista sobre alguna obra.

 


Además, no creo que se pueda negar que, en la evolución de los videos de Internet, Doug Walker aportó con un tipo de contenido que tenía un poco más sustancia que los videos de gatitos haciendo tonterías, y que ayudó a que llegáramos a los documentales de tres horas que se avienta Natalie Wynn. F.D. Signifier, uno de los mejores videoensayistas de la anglósfera, no oculta que en su juventud disfrutaba mucho de Nostalgia Critic y que fue una importante influencia en él.

 

Y no sólo es en el mundo de habla inglesa; en español proyectos como Bully Magnets, Te lo resumo o La Zona Cero muestran de forma evidente la influencia del NC, de forma consciente o no. Quizá esto se nota más que nada en el léxico mismo del lenguaje del videoensayo: hacer una narración o presentar un argumento e intercalar fragmentos brevísimos de películas o series, a manera de memes audiovisuales.

 

La verdad es que nunca me interesĂ© mucho en lo que sucedĂ­a detrás de cámaras del show, y hasta la controversia “Change the Channel” me pasĂł desapercibida un par de años porque para entonces ya ni siquiera estaba muy pendiente. Pero cuando me puse a investigar para escribir este texto, encontrĂ© datos que ignoraba. Por ejemplo, que el proyecto empezĂł cuando un veinteañero Doug se sumiĂł en una depresiĂłn y se quedĂł en su casa viendo pelĂ­culas y series viejas, por lo que empezĂł a notar lo absurdas y ridĂ­culas que eran muchas de ellas. O que la misma depresiĂłn y ansiedad lo han acosado a lo largo de toda su carrera.

 


Doug intentó acabar con Nostalgia Critic en 2012 y empezar nuevos proyectos, pero no le funcionó. Sus ambiciones de hacer cine se vieron frustradas por una realidad ineludible: él no tiene talento. Es pésimo como cineasta. Realmente lo único que le sale bien es ser el NC. El personaje acabó comiéndose a su creador. Y hasta con ese show Doug ha intentado en varias ocasiones innovar, sólo para recibir el backlash de los fans.

 

En más de una ocasión ha mencionado lo frustrante que es que la gente sólo quiera que haga lo mismo por años y años. Ha tenido que explicar que el NC es un personaje, no su persona; que no es un modelo a seguir, sino una caricatura para reírse; que no está bien que un adulto reaccione con tanta altisonancia y sentimientos tan violentos hacia cosas tan simples como películas o series. Ha platicado del acoso que ha recibido tanto en línea como en la vida real, incluidos mensajes de odio y fanáticas que no respetan sus límites personales ni el hecho de que no le gusta ser tocado.

 

Todo esto revela a una persona muy, muy triste, una contracara para la imagen de megalĂłmano abusivo que surgiera tras “Change the channel”. Quizá por eso, porque somos de la misma generaciĂłn de chavorrucos deprimidos con sueños frustrados, o por el hecho que de verdad me gustaba mucho lo que hacĂ­a, me es difĂ­cil condenarlo. Ah, pero tampoco quiero que digan “pobre vato blanco que tiene el privilegio de vivir de hacer tonterĂ­as en Internet, es que se pone triste a veces”. En fin, no sĂ©. Queda en cada quien hacer un juicio.

 

V
El tiempo es todo el tiempo


Creo que uno de los grandes atractivos de las primeras temporadas de Nostalgia Critic era la selección de obras que reseñaba, casi siempre de los 80 y 90. No eran películas oscuras de serie B, sino producciones hollywoodenses con caras conocidas. No eran series de nicho, sino de ésas que todos habíamos visto, aunque fuere porque no había otra cosa en la tele. No solían ser de lo mejor de su época, aquello que trasciende las décadas y a lo que volvemos una y otra vez, sino chucherías intrascendentes en las que casi no pensabas, pero que recordabas si alguien las traía a colación.

 

Hoy en día, Walker suele abordar obras de las últimas dos décadas. Claro, éstas son hoy tan viejas como lo eran en los 00 las películas y series que entonces reseñaba Doug Walker. Pero es que aquí hay que hablar de algo que ha ido cambiando a lo largo de este siglo XXI: nuestra relación con el tiempo y el pasado.

 

Primero, la forma en la que experimentamos el tiempo es relativa a nuestra edad. Para un niño, dos años son una eternidad; para un adolescente, cinco años llevan a otra Ă©poca; para un joven adulto, su adolescencia está a una dĂ©cada de distancia y su infancia, a dos. Para quienes están en sus tardĂ­os treinta y tempranos cuarenta, como mi generaciĂłn, “el presente” es muy extenso en ambas direcciones. Por eso nos sacamos de onda cuando alguien nos dice cosas como que Frozen saliĂł hace 12 años. No se sienten como tales, porque cuando Ă©ramos más jĂłvenes “doce años” era algo completamente distinto.

 

Entonces, no nos vamos a sentir igual sobre una pelĂ­cula que en 2025 cumple 15 años, que como nos sentimos sobre una que los cumpliĂł en 2005. Como dicen por ahĂ­: “ya no hacen pelĂ­culas que marquen mi infancia”. Es algo tan obvio que se siente tonto decirlo, pero tambiĂ©n es verdad. Digo, yo le doy clases a adolescentes que son más jĂłvenes que el MCU, pero todavĂ­a no siento que Iron Man haya sido una pelĂ­cula de "mi juventud".

 


Sobre todo, Nostalgia Critic es producto de un ambiente cultural muy distinto. De una Ă©poca en la que la nostalgia era diferente. Su lema, “yo lo recuerdo para que ustedes no tengan que hacerlo” lo encapsula muy bien. Como les dije al principio, en los dosmiles no era tan muy fácil acceder a la cultura pop del pasado. Ciertos espacios en lĂ­nea existĂ­an para que fans de más o menos las mismas edades y con dietas culturales similares nos encontráramos, y el show de Doug Walker era precisamente uno de ellos. El chiste era echar una mirada a las pelĂ­culas y series de nuestra infancia y adolescencia, y pitorrearnos al darnos cuenta de que eran mucho más tontas de lo que las recordábamos. Era como juntar a tus amigos y ponerte a revisar tus viejos VHS, comentar pendejadas, reĂ­rte un chingo y acaso fumar un porro.

 

Pero, como decíamos al principio, hoy en día la nostalgia ya no está confinada a esos espacios. La cultura pop de todas las décadas está a sólo un click de distancia. Los recuerdos del ayer están por todas partes, reiterados una y otra vez de formas distintas. El pasado se ha comido una gran parte de nuestra cultura contemporánea. Todo parece ser un gran refrito de lo mismo. Tanto Internet como la nostalgia ahora están en manos de grandes corporaciones oligopólicas.

 

El filĂłsofo Mark Fisher decĂ­a que una caracterĂ­stica del capitalismo tardĂ­o ha sido la lenta cancelaciĂłn del futuro. Nos cuesta trabajo imaginar futuros que sean radicalmente distintos a nuestro cada vez más distĂłpico presente. Eso incluye tambiĂ©n la dificultad para crear expresiones artĂ­sticas y culturales novedosas, y las que sĂ­ aparecen rara vez reciben el apoyo de las megacorporaciones que controlan el entretenimiento o de las masas que lo consumen, por lo que nos quedamos regurgitando lo mismo. El hecho de que Doug Walker siga haciendo lo mismo despuĂ©s de casi veinte años es un ejemplo de esto mismo. Pues cuando el futuro se cancela, el presente se inunda de pasado. Y, ¿cĂłmo podemos sentir añoranza por un pasado que se niega a desparecer? SĂłlo nos queda añorar la forma en la que solĂ­amos experimentar la nostalgia.

 

VI
Top 11 Nostalgia Critic reviews

 

Uff, no querĂ­a terminar con una nota tan pesimista. AsĂ­ que aquĂ­ están el Top 11 de mis reseñas favoritas del Nostalgia Critic de sus mejores dĂ­as. ¿Por quĂ© Top 11? Pues porque me gusta ir un paso más allá.

 

11. 1990s Sports Movies:


10. Ferngully:


9. Saved by the Bell:


8. Batman & Robin:


7. Top 11 Nostalgic Drug PSAs:


6. Captain Planet:


5. Top 11 Mindfucks:


4. Moulin Rouge: 


3. Star Wars Holiday Special: 


2. The Room: 


1. Casper: 

 

Y eso fue mi Top 11 de crĂ­ticas del Nostalgia Critic. Soy Ego y lo recuerdo porque no me queda de otra.

FIN


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