Tiburón, el clásico de Steven Spielberg, aparece casi siempre en
las listas de las mejores películas de terror de la historia. No es de
extrañar: es en efecto una de las más aterradoras, una que de verdad te hace
tenerle miedo al mar y te deja con una sensación de inquietud que puede durar
días. Pero, ¿qué hay de Jurassic Park?
Jurassic Park, también de Spielberg, nunca ha sido considerada
como una película de terror, y sin embargo tiene muchos puntos en común con Tiburón.
Ambas se tratan de animales grandes que comen gente. Ambas tienen momentos
verdaderamente horrorosos que hicieron gritar a las audiencias (como cuando la T.
rex ataca los coches o cuando las velocirraptores acechan a los niños en la
cocina). Ambas me causaron pesadillas por años. ¿Por qué Jurassic Park
no es una película de terror?
Quizá la clave está en que a lo mejor en Jurassic Park (y otras
muchas películas) las diferentes formas de miedo pueden estar presentes, pero
no son el sentimiento predominante. Hagamos algunas analogías. En la comedia,
el humor es predominante, pero tampoco es como si cada escena o cada momento en
una comedia fuera chistoso y con la intención de hacer reír. Por otro lado,
historias de otros géneros, desde dramas hasta aventuras, pueden tener momentos
graciosos, mientras que las comedias pueden tener momentos conmovedores.
Así, podríamos clasificar los diferentes géneros narrativos según las
emociones que primordialmente apuntan a producir. La comedia pretende hacer
reír; el drama pretende conmover. Otras historias despiertan nuestro espíritu
de aventura, de asombro, de heroísmo, de lucha, de intriga, etc. No es que una
obra de cierto género se limite a producir cierta emoción, sino que hay alguna
que prevalece sobre las demás. Las historias épicas, desde tiempo de Homero,
son tan grandiosas en parte porque todas las emociones de la gama están
presentes en un momento u otro.
Las películas de acción, por ejemplo, buscan despertar nuestro espíritu
de lucha, la emoción primordial que experimentamos al ver a dos bandos (con uno
de los cuales nos identificamos) enfrentarse con violencia física. Sí, una peli
de acción puede además tener grandes dosis de humor, o decantarse más por el
suspenso, pero siempre será ese espíritu de lucha el que prevalezca.
Jurassic Park tiene algunas de las secuencias más aterradoras y
mejor logradas que haya visto en mi vida, y es que Spielberg es un maestrazo
para eso. Pero el miedo no es una única emoción que produce; también están el
asombro y la aventura. Hay algo de aventura en Tiburón, como también hay
algo de drama y momentos graciosos; pero son las diferentes formas de miedo
(sobresalto, suspenso y horror) las que prevalecen.
Todo lo anterior nos puede servir para hallar la diferencia entre el
thriller y el terror como géneros narrativos. Aunque las películas de terror
usan el suspenso, el tipo de miedo que predomina en ellas es el horror; y
aunque los thrillers pueden llegar a tener momentos de horror, es el suspenso
la emoción en la que se basan principalmente. La ventana indiscreta es
un thriller y Psicosis es una de terror, aunque ambas clásicas de
Hitchcock lidien con homicidios, porque el tipo de miedo en cada una es
diferente.
EL TONO Y EL TEMA
¿Podríamos basarnos solamente en las emociones para clasificar un tipo
de historia? ¿Cuál es el sentimiento primordial en la ciencia ficción, la
fantasía o el western? Aquí es donde he decidido rescatar una chaqueta mental
que me hacía de chamaco cuando caminaba por los pasillos de los videoclubes.
Los géneros y subgéneros que suelen enlistarse para clasificar las
películas son un caos absoluto y es porque utilizan sin darse cuenta dos
criterios completamente distintos. Podemos catalogar una peli según el tono
o según el tema. No me hagan mucho caso, que tenía como 12 años cuando
se me ocurrieron estos nombres, y me gustaron porque los dos empiezan con T. Me refiero con eso de tono al sentimiento que domina en la película,
mientras que tema sería el escenario y situaciones en las que se desarrolla la
trama.
Veamos el género de ciencia ficción y nos daremos cuenta de que ninguna
película clasificada como tal es solamente eso. A veces son dramas como Contacto,
a veces son comedias como Space Balls, a veces son épicas como Star
Wars, o a veces son de horror como Alien. El nombre “ciencia ficción”
nos habla del tipo de escenarios, situaciones y elementos que podemos esperar
de la peli: el espacio, el futuro, vida extraterrestre, tecnología avanzada, etc.
Pero el tono emocional de la historia no depende de nada de eso.
Lo mismo con el western; suele presentar historias de acción o
aventura, pero a veces son verdaderos dramas como Los imperdonables o
comedias como Maverick. Así, según el tema tendríamos un conjunto
totalmente distinto (y mucho más amplio) de géneros posibles, no sólo
compatibles sino necesariamente emparejados con alguno de los géneros que nacen
a partir del tono: ciencia ficción, fantasía, western, policiaco, de
superhéroes, de guerra, histórico, político, familiar, social, etc. Que además
se pueden mezclar entre sí (como el western con la ciencia ficción).
GÉNEROS EMPARENTADOS
Pero resulta que algunos de estos temas son más proclives a darnos
ciertos tonos emocionales. Por ejemplo, la fantasía con la aventura y la épica,
o el realismo social con el drama. Por eso algunos elementos temáticos se
asocian tradicionalmente con ciertos géneros. Los monstruos y los fantasmas,
usados desde siempre en historias que hacen énfasis en el miedo, son por ello
considerados típicos del terror, aunque no necesariamente su presencia hace que
una historia pertenezca a ese género.
Por ejemplo, tenemos las llamadas comedias de horror, todo lo
que va desde Abbot y Costello contra los fantasmas, pasando por Los Cazafantasmas
y hasta Scary Movie. Son comedias porque buscan primordialmente hacer
reír de diversas formas. Pero se les da esa clasificación porque usan
elementos, personajes y situaciones tradicionalmente asociados con el cine de
terror, (que en estos casos a menudo sirven al humor negro), y suelen tener
momentos en los que se busca producir diferentes formas de miedo.
La fantasía oscura es un subgénero en el cual los elementos
característicos del terror son usados para crear historias en las que el tono primordial
no es el horror, aunque tenga ciertas dosis de éste. Por lo general tenderá más
bien a la acción o la aventura. Inframundo es un buen ejemplo de esto.
Pero también se puede decantar hacia el drama, como Entrevista con el
vampiro. Incluso podríamos incluir las historias de superhéroes que se
construyen con elementos asociados al terror, como Blade o Hellboy.
Claro, en lo fantástico también hay niveles. Una historia puede
contener un elemento sobrenatural que se inserta en un ambiente por lo demás
normal, en el que la existencia de tales fenómenos es conocida por muy pocos y
comprendida por casi ninguno. O puede desarrollarse en un mundo en el que la
magia y las criaturas fantásticas sean aceptadas con normalidad por todo mundo.
Hay varios puntos intermedios.
El terror por lo general se da en el primer escenario, quizá porque es
más fácil producir miedo si la historia está anclada en lo familiar y si el
elemento sobrenatural es insólito e incomprensible. Mientras, la fantasía
oscura tenderá a tener lugar en el segundo escenario, porque la acción y la
aventura se dan más fácil así.
No creo que haya una razón por la que un monstruo sea en esencia propio
del género fantástico y otro pertenezca más al terror. Tanto un minotauro como
un vampiro nos darían miedo si nos los encontráramos en la vida real, pero uno
está tradicionalmente más relacionado con la fantasía y el otro con el terror.
¿Será entonces que el terror consiste en la fantasía oscura cuando da
miedo? ¿Es la fantasía oscura una historia de terror que no da miedo? No creo.
Más bien lo que llamamos fantasía oscura es un subgénero híbrido y variopinto
que en cuanto a tema recurre a escenarios y elementos fantásticos que
tradicionalmente han sido asociados con el terror, pero que, en cuanto al tono,
si bien contiene dosis de horror, privilegia emociones propias de otros
géneros.
Por otro lado, quedamos en que una película de terror no tiene por qué
tener elementos fantásticos ni sobrenaturales. Los asesinos seriales, por
ejemplo, son personajes recurrentes en el género. Aunque, claro, todo depende
de cómo se maneje.
Si tenemos a un asesino en serie, pero vemos la historia desde el punto
de vista de los detectives que están tratando de atraparlo, por lo general
tendremos un thriller, como Seven. Pero si la vemos desde el punto de
vista de los adolescentes calenturientos que van cayendo uno a uno víctima del
asesino, tenemos una peli de terror, como Halloween. Venga, si lo vemos
desde el punto de vista del asesino en serie puede ser hasta un drama o una
comedia de humor negro.
Una película como El silencio de los inocentes, que hace énfasis
en el horror y no sólo en el suspenso, es algo entre el thriller y la película
de terror, y supongo que por eso se encuentra a menudo en las listas de las
mejores piezas de este último género, mientras que otras cintas policiacas
(digamos, El asesino del zodiaco), nunca aparecen allí.
Podríamos decir, aunque hay ciertos elementos temáticos
tradicionalmente asociados al cine de terror, éstos no son ni necesarios ni
suficientes para clasificar una película como tal. La cosa dependería del tono
incluso más que del tema. Entonces, una película de terror es cualquiera en la
que el miedo, en la forma de horror, prima sobre las demás emociones. Pero esto
plantea a su vez varios problemas.
Si una película tiene elementos sobrenaturales, pero se fundamenta más
en el suspenso que en el horror, ¿es thriller o es de terror? Bueno, si nos
apegamos estrictamente a lo que acabamos de establecer, sería un thriller, pero
sospecho que la mayoría de las personas la tomaría como una peli de terror.
¿Y SI NO DA MIEDO?
Por otro lado, lo que asusta a una persona puede dejar indiferente a
otra. Es más, películas de terror han dejado de dar miedo con el paso de los
años, como mis adorados clásicos de Universal Pictures de los años 30. La
Novia de Frankenstein es una de mis películas favoritas: las actuaciones,
el diseño de arte, la dirección, el guion son extraordinarios. ¿Habrá alguien a
quien le de miedo? No sé ustedes, pero a ésta y otros clásicos como El
Hombre Lobo las veo como obras de fantasía oscura sumamente conmovedoras en
las que prima el sentimiento trágico.
También tengo la hipótesis de que si una historia de terror se prolonga
la suficiente termina convirtiéndose en fantasía oscura. Por ejemplo, Drácula,
la versión de Francis Ford Coppola (que es la más fiel al libro). Al inicio
hace énfasis en el miedo, en el horror, pues tanto para los personajes como
para los espectadores, la naturaleza de lo que enfrentan es desconocida. Pero
una vez que se acepta la existencia de los vampiros, se sabe cómo combatirlos y
nuestros héroes parten en su búsqueda para acabar con ellos, el espíritu de
lucha y heroísmo se vuelven más importantes (sin contar con que la peli tiene
sus buenas dosis de drama romántico).
Entonces volvemos al problema ¿las clasificaciones dependen de la
reacción emocional del receptor? No lo creo. Una comedia que no da risa puede
ser considerada una mala película, pero no deja de ser una comedia. Una mala
película dramática, llena de humor involuntario (como la infame The Room)
no se convierte en comedia. Esto es porque, aunque no hayan funcionado con
nosotros, podemos reconocer los mecanismos con los que los creadores intentaron
hacernos reír o conmovernos.
Las pelis de terror poseen la ventaja de que no tienen que darnos miedo
para que sigamos disfrutándolas o considerándolas buenas. Pues, aunque no nos
vayan a causar pesadillas, podemos reconocer que las situaciones son
aterradoras y que los personajes están aterrados. Podemos reconocer que ahí
están las estrategias para provocar los diferentes tipos de miedo haciendo
énfasis en el horror. Sobre todo, podemos disfrutar la maestría de los artistas
en el uso de estas herramientas a su disposición. El punto no es que la
película te provoque miedo a ti personalmente, sino que el miedo haya
sido la parte central de su composición.
Lo anterior sólo son mis debrayes tratando de darme una respuesta a algo que me he preguntado por años. Después de todo, eso de clasificar las obras de arte en categorías esencialistas bien podría ser un completo sinsentido. Siempre habrá ejemplos fronterizos, casos especiales, híbridos y cosas inclasificables. Podríamos seguir reflexionando mucho al respecto pero, como decíamos respecto a Star Wars y la ciencia ficción, ultimadamente disfrutamos una obra de arte no por cómo se clasifica, sino por lo que tiene de único y especial, independientemente de en qué caja queramos ponerla.
3 comentarios:
¿Y el Gore donde quedaría clasificado? ¿Es un subgénero del terror o un género aparte?
Bueno, el "gore", entendido como la representación excesivamente gráfica de mutilación, tortura y demás formas sanguinarias de herir el cuerpo humano, sería más bien un recurso que puede estar presente, y a menudo lo está, en el cine de terror, pero también puede estar en el de acción (Gladiador), el thriller (Hannibal), la comedia (Army of Darkness) o lo que sea que es "La Pasión de Cristo".
El gore es uno de los elementos audiovisuales que en el cine de terror sirven como señalizadores de peligro. Algunas películas de terror dependen sobre todo del gore que de cualquier otro recurso. Sería entonces un subgénero, una forma específica de terror.
En orden las imagenes serian Psicosis, Tiburon, Jurassic Park, Alien 3, Los Cazafantasmas, Inframundo 2, Entrevista con el Vampiro, La novia de Frankstein y Dracula.
Excelente entrada, si el terror es dificil de clasificar
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