El año 2019 fue de pocas, pero
muy valiosas lecturas para mí. Casi todas tuvieron un eje en común, mi interés
para comprender el fenómeno del fascismo contemporáneo: cómo
surge, cómo triunfa y cómo se le puede combatir. Al igual que el año anterior, esta vez decidí
organizar mis lecturas por ciclos de dos o tres. Los grupos están enlistados de
forma que las mejores o más importantes se revelarán hacia el final. Espero que
estas recomendaciones les den muchas ganas de leer y, como siempre, agradezco
mucho sus comentarios. Haciendo click en los títulos de las obras, podrán leer
reseñas y análisis más detallados.
IV
Mitología, folclor, magia y espiritismo
Demons, Spirtis, Witches, de
varios autores, editado por Éva Pócs y Gábor Klaniczay (2005-2008): Este grupo no tiene nada que ver con fachos,
porque no todo en mi vida va sobre ellos, aunque por momentos parecería que sí.
Nop, la inclusión de esta triada de libros responde a mi interés de toda la
vida en las leyendas y la mitología.
Es una magna colección de ensayos (en tres hermosos
volúmenes con pasta dura) emanados de un congreso de estudiosos de la brujería
y el folklor, el cual tuvo lugar a su vez en 1999 en Budapest,
Hungría. Brujas, elfos, hadas, espíritus, posesiones, magia… Cualquier
interesado en el estudio de las más variopintas creencias humanas los
encontrará de gran interés.
Entre los interesantes temas que toca el libro está la relación de la creencia en brujas con asuntos políticos como la xenofobia, la misoginia y el antijudaísmo, que llevó en la tardía Edad Media a construir una mitología sobre los aquelarres que precede a las teorías conspiranoicas más disparatadas de los siglos que siguieron, y que en la actualidad tienen nuevas iteraciones. ¿Judíos conspirando para exterminar a los europeos cristianos? Es un disparate tan viejo como el siglo XV.
En algunos lugares de Europa sudoriental el diablo no era una criatura necesariamente malvada; podía ser benéfica si se hacían tratos con él. Se le atribuía la facultad de aliviar los malestares del embarazo y el dolor del parto, así como deshacerse de embarazos no deseados. Esta creencia, compartida por muchas campesinas, fue perseguida por la Iglesia: el que la mujer se librara del sufrimiento del embarazo y el parto contravenía con el castigo mandado por Dios a Eva, y era necesariamente maligno. Vaya, otra discusión que no ha pasado de moda.
Las historias de santos y su lucha contra demonios, los criterios usados por la Iglesia para discernir entre la posesión satánica y la inspiración divina, la diferencia entre las creencias del vulgo y la sofisticada mitología de teólogos y demonólogos, la transformación de las criaturas de las religiones paganas en demonios de la mitología cristiana, y cómo la sistematización del pensamiento mágico dio origen, poco a poco, al pensamiento científico de la Modernidad, son algunos de los otros temas de gran interés.
III
Ficciones
antifascistas
En tercer lugar, tenemos dos novelas y un libreto
teatral. Narraciones que incluyen una historia alternativa, un relato de
ciencia ficción y una fábula surrealista. La ficción nos puede ayudar a
comprender la realidad.
Swastika Night, de
Katherine Burdekin (1937): Estamos a unos 700
años tras la victoria del Eje. El mundo se encuentra dividido en los dos
imperios, Japón y Alemania, que coexisten en una tensa calma, interrumpida
ocasionalmente por guerras fronterizas. El Imperio Alemán está organizado en un
sistema semifeudal, dirigido por los Caballeros Teutónicos, de entre quienes es
elegido un Fuehrer.
Los nazis, tras exterminar a los judíos y relegar a
las otras nacionalidades a ciudadanos de segunda, dirigen su desprecio contra
el género femenino (el sistema necesita a quien oprimir), y terminan
convirtiendo a las mujeres en poco más que animales destinados a la
reproducción y la satisfacción de los más bajos instintos masculinos.
Para Burdekin la opresión de las mujeres era parte
integral de la ideología fascista. Su tesis principal es que la misoginia
propia del nazismo no es diferente en cualidad, sino en intensidad, a la que
existe de por sí en la cultura occidental, como se expresa por ejemplo en las
religiones cristianas. Una de las ideas más interesantes planteadas en la
novela es que el concepto de masculinidad promovida por el fascismo, basada en
la violencia y la brutalidad (lo que hoy llamaríamos “masculinidad tóxica”), en
realidad no produce "hombres de verdad", sino eternos adolescentes.
El rinoceronte de
Eugéne Ionesco (1959): A menudo señalada como una obra fundamental del
teatro del absurdo, lo cierto es que El rinoceronte dista mucho de ser
absurdista. De hecho, es una fábula bastante clara sobre el fascismo, y cómo se
fue contagiando entre la sociedad europea en las dos décadas que precedieron a
la Segunda Guerra Mundial.
En la obra, una pequeña ciudad
en Francia vive un día normal, cuando de pronto un rinoceronte pasa galopando
por la calle. Más y más paquidermos empiezan a verse por la ciudad, y pronto
nos enteramos de que son los mismos ciudadanos los que se están convirtiendo en
animales. La gente en un principio está anonadada e incrédula. Fuera de
los testigos del primer avistamiento, había quien se resistía a creerlo. Como
entonces, como hoy, la existencia de una bestia tal como el fascismo no parecía
verosímil.
Pero una vez que la existencia y
presencia de los rinocerontes queda manifiesta más allá de toda duda, después
de un shock inicial, viene a ser minimizado. Incluso hay quien defiende que hay
que respetar la decisión de las personas que optan por convertirse en brutos
sin razón ni mente propia. ‘No estoy de acuerdo, pero hay que ser tolerantes’.
Intelectuales, filósofos,
empresarios, profesionistas, gentes respetables, terminan convirtiéndose en
rinocerontes. Ni siquiera es que fueran fanáticos de los perisodáctilos, sino
que con el tiempo acaban cediendo a la mentalidad de rebaño, a hacer lo que
todos los demás hacen. Sólo un personaje se resiste contra el impulso de
abandonar su humanidad.
La conjura contra América,
de Philip Roth (2004): Se trata de una historia alternativa ubicada en los
primeros años de la década de 1940, en la que Charles Lindbergh gana las
elecciones presidenciales de aquel año, derrotando al presidente Franklin D.
Roosevelt. ¿Quién era Lindbergh? El famoso aviador estadounidense cuya mayor
hazaña fue convertirse en el primer piloto en volar a través del Atlántico.
¿Por qué su presidencia habría cambiado la historia? Porque Lindbergh era
simpatizante del nazismo.
Roth nos plantea una historia alterna en la que
Lindbergh fue postulado por el partido Republicano, y ganó. Pero el autor no
echa a volar la imaginación salvajemente para construir una distopía nazi, sino
que basa todo lo que sucede en hechos históricos, y trata de construir, de la
manera más realista posible lo que en verdad "habría pasado si".
El problema no es si Lindbergh se hubiera
convertido en un dictador o no, sino lo que su presidencia provoca en la
sociedad estadounidense. Los grupos filonazis empiezan a envalentonarse; la
violencia antisemita se va volviendo, de forma muy paulatina al principio, cada
vez más común y más descarada. Las cosas empiezan a ponerse muy tensas y todo
deriva en una situación de pesadilla.
Los paralelismos entre lo que plantea la ficción de
Roth y lo que ha sucedido en la presidencia de Trump saltan a la vista. Han
aumentado los crímenes de odio; la derecha política (en EUA, el partido
Republicano) ha ido desdibujando la frontera que la separa de la ultraderecha
fascista; las teorías conspiratorias más descabelladas son legitimadas por
líderes políticos, y no faltan quienes minimizan el peligro que representa el
nuevo gobernante y denuestan a quienes prenden las alarmas, porque “a todo lo
que no les gusta lo llaman nazi”.
II
Historia de la
cultura y el pensamiento
Comprender cómo las ideas, los valores y las
creencias han evolucionado a lo largo del tiempo, significa aceptar que aquello
que consideramos eterno, universal e inamovible es el resultado de procesos
históricos que en gran parte dependen del azar y puede ser un antídoto contra
el fanatismo y el chauvinismo.
Por ello, aquí están estos dos libros sobre la
historia intelectual de la humanidad, ambos de Peter Watson. Son de esos libros
que te abren los ojos y la mente, que te ponen a pensar, que sientes que te
rompen cascarones de yeso alrededor del cerebro y que te dejan con la sensación
de ser un poco menos tonto que antes.
Ideas. Una historia intelectual de la humanidad, de Peter Watson (2005): Podría
llenar un artículo completo sólo compilando los datos curiosos, como que en el
siglo V el matemático indio Aryabhata desarrolló un modelo heliocéntrico del
universo, o que las ciudades de Mesopotamia eran tan grandes como las que
llegarían a serlo las del Mediterráneo clásico dos mil años después, o que los
candidatos a funcionarios públicos en la China imperial debían someterse a
exámenes de cultura general, o que algunos pueblos indígenas de Norteamérica
tenían seis géneros.
Pero más importante aún que las curiosidades,
siempre útiles para parecer interesante en fiestas y reuniones, es la
información impactante sobre aquellos asuntos a los que no dábamos mucha
importancia, ya sea porque los diéramos por sentados o no se nos había ocurrido
pensar cuán relevantes son. Cositas como las letras minúsculas, los signos de
puntuación, los números arábigos, el punto decimal, los símbolos de más, menos,
por e igual y las unidades de medida estándar han contribuido más al avance
intelectual de la humanidad de lo que imaginamos.
Historia intelectual del siglo XX, de Peter Watson (2000): Todo
avance intelectual importante durante aquellos cien años implicó la ruptura con
cánones que se creían eternos. El arte vanguardista rompió con siglos de
tradición estética; la teoría de la relatividad y la física cuántica superaron
el legado de Newton; los trabajos de Freud resquebrajaron la confianza del ser
humano en su propia racionalidad civilizada; la filosofía declaró que la
Ilustración y la modernidad se habían agotado; las formas tradicionales de
literatura perdieron su estatus como formadoras de sociedades…
El lector se puede emocionar con el desarrollo de
la física moderna en su edad dorada, el desarrollo las ideologías que llevaron
a los totalitarismos, el surgimiento de las literaturas que impactaron al mundo
desde la periferia, o las contundentes refutaciones que ya en los 80 y 90 se
planteaban contra las doctrinas deshonestas de la economía clásica.
I
Filosofía
antifascista
Ahora, lo más importante y lo más complejo a la
vez. Para poder luchar contra el fascismo es necesario comprenderlo, y para
ello precisamos poner sobre la mesa de análisis las mismas ideas y valores que
hemos dado por sentados, incluyendo nuestra forma de mirar la historia y el
desarrollo social. Por eso, aquí hay un libro de historia y dos de filosofía,
tres obras capaces de sacudirnos profundamente. Escribí sendos y prolijos
ensayos sobre cada uno de estos libros; para leerlos, hagan click en el título.
A sangre y fuego. De la guerra civil europea (1914-1945), de Enzo Traverso (2007): Éste
es un breve, pero fascinante libro en el que el historiador italiano hace un
análisis de la catástrofe que barrió a Europa en la primera mitad del siglo XX,
un ciclo de violencia que incluyó conflictos bélicos de alcance global, guerras
civiles, revoluciones, dictaduras, genocidios y crisis económicas. Más que
hacer una narración de las dos guerras mundiales y el periodo de entreguerras,
Traverso trata de encontrar qué significó esa época y cómo transformó para
siempre la historia.
La Primera Guerra Mundial inició en 1914 como un tradicional enfrentamiento bélico entre potencias. Pero no tardó mucho en degenerar en una guerra total, que incluyó a su vez insurrecciones, conflictos civiles y una gran revolución, la rusa. Para 1918, cuando terminó la guerra, todo se había quebrado. No sólo habían desaparecido imperios, sino que la misma civilización parecía haberse reducido a cenizas. Los años que siguieron fueron de extrema violencia, con persecuciones políticas, deportaciones masivas y genocidios que culminarían en el Holocausto.
La Segunda Guerra Mundial no era solamente un conflicto entre imperios. Fue también una serie de guerras intestinas en el seno de las naciones ocupadas por el Eje o gobernadas por regímenes fascistas. Los partisanos en Italia y los Balcanes, así como la Résistance en Francia, en su lucha contra los fascistas locales y extranjeros, son la figura representativa de este conflicto. En general, no se trataba solamente de un duelo entre potencias, sino una lucha a muerte entre ideologías.
De especial interés para los lectores
contemporáneos será el análisis de la ideología nazi, y de cómo se configuró
una intelectualidad antifascista que defendía la herencia de la Ilustración;
una alianza tácita o explícita, que incluía a liberales, marxistas, cristianos,
etc. Muchos dejaron de lado sus diferencias para luchar contra el enemigo común.
El caso de esa breve, pero trascendental alianza, debería servirnos de
inspiración en los tiempos presentes.
El asalto a la razón, de
Georg Lukács (1954): En este
libro, el filósofo húngaro trata de cómo el declive de la racionalidad en la
cultura europea permitió el surgimiento de la ideología nazifascista. La tesis
central de Lukács es que el rechazo a la racionalidad y la exaltación del
instinto, impulsados por ciertas corrientes filosóficas, crearon las
condiciones intelectuales propicias para que se desarrollara la ideología
nazi.
Entre los pensadores señalados con el dedo acusador de Lukács se incluyen Schelling, Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche, Heidegger, los teóricos del racismo y los darwinistas sociales. Los cinco primeros tienen en común que predicaron una filosofía que encumbraba el instinto, la intuición, la vitalidad, los mitos o la experiencia personal incomunicable por encima del conocimiento racional, científico y objetivo. También negaban la posibilidad del progreso.
Hitler cosechó más de un siglo de filosofía irracionalista, que consideraba el
conocimiento objetivo, a través de la razón y la ciencia, como imposible,
incomunicable o desestimable, para privilegiar en cambio conocimientos que se
podían obtener a través del instinto, la voluntad o misticismo. Estas formas de
“conocimiento superior”, al no poderse someter a pruebas y escrutinio, que lo
habrían hecho objetivo y accesible para los demás seres humanos, podía ser
cualquier cosa, cualquier posverdad, cualquier hecho alternativo, que
ultimadamente se correspondía con la voluntad del líder supremo.
Lukács no deja de fustigar a los intelectuales liberales de su tiempo, muchos
de los cuales prefirieron coquetear con la reacción, antes que cederle un
centímetro a la izquierda. Con mucha relevancia actual, el filósofo alerta del
carácter que revestirá el pensamiento reaccionario en los Estados Unidos: la
nueva filosofía reaccionaria se disfrazaría de racionalismo y reclamaría para
sí la herencia de la Ilustración. O sea, si antes teníamos que estar alertas al
irracionalismo, ahora debemos estarlo ante el pseudorracionalismo.
La sociedad abierta y sus enemigos, de Karl Popper (1945): Escrito
durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, éste es uno de los libros
más rompecocos que he leído en los últimos años, de ésos que te toman de los
hombros y te sacuden para que te des cuenta de que algunas cosas que has dado
por sentadas toda la vida pueden ser evaluadas y juzgadas de una manera que ni
siquiera se te había ocurrido. A pesar de que está escrita con un lenguaje muy
accesible, la obra discute tanto, plantea tanto, abarca tanto, que es difícil
aprehenderlo todo a la primera.
Popper nos dice que la sociedad cerrada es aquella
dominada por el pensamiento mágico y supersticioso, la que considera que las
instituciones, costumbres y leyes son inamovibles, tan eternos como los ciclos
regulares de la Naturaleza y, como tales, gobernados por la divinidad. En la
sociedad cerrada las jerarquías sociales son rígidas, pues se asume que el
orden social corresponde a un orden natural, y en él cada persona conoce su
valor no por sus cualidades como individuo, sino por su lugar como parte de una
casta y de una tribu.
Una sociedad abierta se caracteriza porque se
reconoce a las personas como entes individuales, con libertades y
responsabilidades, como fines en sí mismos y no como ‘partes de un organismo’.
Una sociedad abierta es en la que todo en la vida política y social, incluso
las costumbres y las tradiciones más sacrosantas, incluso las instituciones más
reverenciadas, puede ser objeto de discusión y análisis, y puede ser
transformado sin necesidad de violencia. Sobre todo, se guía por los valores
humanitarios que hacen inadmisible que un ser humano sufra cuando puede ser
evitado.
La sociedad abierta avanza gracias al ensayo y al
error, y se transforma y adapta. Lo que funcionó bien en un tiempo o lugar no
necesariamente seguirá funcionando en otra situación. Por eso leyes e
instituciones no pueden ser sagradas. No existe la fórmula para crear el
paraíso en la tierra, sólo un gradual e interminable proceso de
perfeccionamiento. Ante los conflictos, desasosiegos y crisis nacidos de
la transición de una sociedad cerrada a una abierta, surge la tentación de
volver al tribalismo, justo lo que desean los fascistas. Pero, nos dice Popper,
esto es imposible. Si damos la vuelta, será para regresar todo el camino, para
volver a ser bestias.
Con eso concluimos el top anual. Sé que fallé en mi
propósito de leer más libros escritos por mujeres, pero ello
se debió a que me tuve que limitar a leer libros que ya poseyera, y en años
anteriores casi no he comprado libros escritos por mujeres (porque estaba más
meco que ahora). Espero revertir la tendencia este año.
Los primeros meses de 2020 me voy a dedicar a
repasar lo que han sido las dos primeras décadas del siglo XXI, así que veremos
muchos recuentos para tratar de entender qué fueron esos años. También les recuerdo que este año inicié varios
proyectos nuevos en otras redes sociales, además de mis ya conocidas páginas
en Facebook y Twitter:
mi canal de YouTube, El Friki de Izquierda; el proyecto Curiosidades de la Historia en Instagram,
y mi
perfil de Letterboxd para subir y compartir valoraciones y
reseñas de películas. Nos vemos en todas partes. Feliz década nueva.
5 comentarios:
Una recomendación de año nuevo: <>, de Cixin Liu. Ciencia ficción de la buena. Eso sí, no revises las reseñas, te pueden arruinar las sorpresas.
Hacía muchísimo que no leía CF dura tan chingona.
Por menso puse etiquetas HTML. El título es "El problema de los tres cuerpos".
Gracias por la recomendación. ¿No es el autor del cuento en el que se basó "Arrival"? Si es así, ahí traigo ganas.
No, ese que mencionas es Ted Chiang ("La historia de tu vida").
Qué oso. Soy un zafio.
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